Recuerdo del primer mensaje :


—Dame un minuto— pido a través de la puerta cerrada del baño y vuelvo a inclinarme sobre el retrete para descargar las dos gotas de alcohol que se han vuelto un vomito ininterrumpido durante los últimos cinco minutos, en los que vengo repitiendo esa petición de un minuto más. Esto es asqueroso, así como vil. Traté de organizar todo en la fábrica para que no faltara jugo de limón fresco en el barril con hielo - que nos sirve para compensar la falta de refrigerador - y a cierta rubia se le ocurre darme una supuesta bebida frutal infiltrada entre las otras, que me tiene aquí tomando posesión exclusiva del baño.

Le estoy quitando a Synnove su escondite al darse cuenta que ha venido a nada más y nada menos que la fiesta de cumpleaños de Ken, pero que se joda. ¿Quién lo manda a cortar con él en el verdadero cumpleaños, eh? Me gustaría poder decir que me abrazo al retrete para no darle el espacio, cuando lo cierto es que no puedo irme más allá de un centímetro de la puerta sin ensuciar el suelo de la fábrica con más vómito. Soy la ironía del hijo de un hombre llamado Patrick que hizo honor a su nombre en cada fiesta, mi hígado está destinado a limpiar el karma que heredé de él y se declara abstemio. —¡Otro minuto!— ruego al sentir una nueva arcada ardiendo por todo el trayecto de la garganta.

Limpio el sudor de mi frente al escuchar la música lo suficientemente alta como para alarmarme de que pueda oírse fuera de la fábrica, hasta que recuerdo toda la protección que hay en el lugar y puedo tranquilizarme como para continuar con mi martirio personal. Mierda, ¿qué tan patético es estar vomitando con una balada lenta de fondo? No, un momento, es aún más patético vomitar cuando a alguien se le ocurre iniciar la ronda de karaoke y arrastrar hasta a la muerte a las primeras melodías. Espera, ¿es Ken? Demonios, como perro afinaría mejor. La próxima arcada es cortesía de mis oídos, supongo. Me estoy replanteando qué tan buena fue esta idea de no dejar pasar así como si nada algo como un cumpleaños, cuando todo lo que se necesita es un galpón abandonado, amigos y un poco de música, y por supuesto, refresco sin alcohol. Trato de ponerme de pie para impedir que a Bev se le ocurra sacar drogas y fallo, tengo que sentarme sobre la tapa del inodoro a tomar respiraciones que devuelvan mi hígado a su lugar.

Tonterías que leer:

PARTICIPANTES BOTELLITA

1. Bev
   
2. Hero
   
3. Holly
   
4. Jim
   
5. Ken
   
6. Meerah
   
7. Mimi
   
8. Sage
   
9. Simon
   
10. Syv
    

Cómo jugar:

Me retiro por un momento solo para ir por las benditas papas fritas y cuando  vuelvo veo que se han sentado en ronda. Así que está pasando... La propuesta de la chica que me robó el porro se ha hecho realidad y vamos a jugar a un juego que inevitablemente llevará a que dé mi primer beso. Interesante. Tengo dos opciones, correr como lo ha hecho David o usar la excusa para quitarme un peso de encima, porque la verdad es que no quiero morir sin dar un beso y tampoco quiero esforzarme consiguiendo la atención de alguien para que considere dármelo.

Así que tomo asiento con la fuente de papas en la manos y observo cómo uno tras otro van intercambiando saliva. Algunos ni siquiera llegan a ser catalogados como besos pero intento captar toda la información útil que puedo para cuando me toque... O simplemente río por las situaciones que se van dando, agradeciendo que no estoy ebrio ni lo suficientemente fumado como para olvidar todo ésto por la mañana.

Entonces le toca a Synnove y a Ken. Mi hermana ya ha besado incluso a Beverly que tiene mi edad y creo que eso me ha dado menos impresión que verla besando al perro. Para colmo es uno de los pocos besos decentes que van hasta ahora y la única forma en la que puedo reaccionar es con una cara de asco... Pero un momento ¿Ha dicho último beso? ¿Cuántos ha habido antes? ¡Es que no me entero de nada! - Asqueroso. Sigamos - pido pues ya no me alcanzan los músculos de la cara para mostrar mi disgusto.

Lamentablemente ese siguiente soy yo, con el chico de rulos que ha estado aspirando el alcohol de los labios más que besando... Mierda. No, no quiero que mi primer beso sea con él, así que me acerco de costado y con un movimiento exagerado lo tacleo para que, con algo de suerte, los demás no noten que estoy poniendo mi mano sobre su boca.

Sage y Jim

Este es el momento en el cual una redada de dementores vendría bien. No quiero levantar la mirada de la botella porque sé muy bien quién me ha tocado, pero sí me abrazo a mi bebida como si fuese el punto seguro en medio de toda esta ronda que espera que, en definitiva, cumplamos con lo que se supone que estamos haciendo. Sé que no existe la oportunidad de un beso casto porque eso me haría un cobarde, pero tampoco me siento listo para enfrentarme a la oportunidad de volver a besar a mi ex como corresponde. Suerte o desgracia para mí, es Synnove quien decide tomar las riendas de la situación y me veo obligado a dejar la botella en el suelo para hacerle caso, viéndome de pie tan repentinamente que temo caerme al suelo. ¿Cuánto he bebido? ¿El mareo es por el alcohol o por saber lo que sucederá a continuación? Separo mis labios porque quiero decir algo a esa despedida de besos que acaba de anunciar pero apenas alcanzo a asentir de manera casi imperceptible, me concentro más en mirar cómo se acerca a mí tomando mi rostro de una manera que no volvería a hacer. Estoy aturdido pero no es por la música, sino porque mi corazón ha empezado a latir tan fuerte que tengo miedo que el resto pueda notarlo.

Pronto me olvido que estamos en una ronda pública. Peco de ser un idiota borracho y débil que rodea su cintura para abrazarla con tanta fuerza que creo que no existe distancia alguna entre nosotros en lo que nuestras bocas se reconocen con el énfasis suficiente como para tener que recordarme que esto no puede seguir, suerte para mí es ella quien lo detiene. Una y otra vez, porque esos besos pequeños son los que me dan la esperanza de inclinarme hacia ella una vez más cuando justo se aparta y tengo que retroceder para no hacer una estupidez. ¿Ya está, eso es todo lo que va a decir? ¿Qué puedo decirle? ¿Que la amo? No, no se confiesa eso de esta manera. ¿Que podemos ir a besarnos al rincón si quiere? No, tampoco. No, Ken, no te pongas a llorar, no es la escena que quieres dar, pero siento que me pican los ojos. Le doy una palmadita en el hombro — Buen trabajo — ¿QUÉ? ¿DE DÓNDE SAQUÉ ESO?

Desvío la mirada muy violentamente en lo que tomo asiento de nuevo, me abrazo a la botella a la cual le doy un trago profundo y ahí me quedo, con el trauma suficiente ante mi estupidez como para apenas percatarme de lo que pasa a mi alrededor.

Se me pinta una sonrisita en los labios frente al espectáculo de los ex novios, ese que me obliga a inclinarme hacia Meerah para susurrar en su oído — Verás, aquí tenemos un poco de drama de telenovela. Ya te irás enterando… — que de seguro Hero la llenará a chismes en cuanto tenga la oportunidad, si es que no lo ha hecho ya. Apenas he terminado de decir eso y de apoyar mis manos en el piso para recargar el peso de mi torso, que ya tengo encima a Simon sin enterarme de cómo es que sucedió. Su impulso me obliga a perder el equilibrio, así que mi mano reacciona aferrándose a su camisa en lo que me veo con la boca cubierta por su palma y sí, tengo que hacer un esfuerzo para no reírme de esa ocurrencia en lo que lo dejo ser con su decisión; hasta coloco una mano sobre su mejilla y todo como para ayudarle en este acting que de seguro nadie se ha creído, aunque que estén tomados puede ayudar.

Para cuando me suelta, se aparta y yo me puedo acomodar en mi lugar, estoy aguantando las ganas de reírme de él. No lo hago, me centro más en pedirle el porro a las chicas y tengo que estirarme sobre la botella para hacerme con el mismo. Le estoy dando una calada cuando me percato de que debo besar a Sage una vez más, así que aprovecho mi movimiento para ponerme en cuclillas delante de él — Abre la boca — que ya he abusado del pobre, así que me centro en dar una calada honda. Me acerco hasta que su boca queda lo suficientemente cerca, a pesar de que en vez de meter lengua, separo mis labios para que una bola de humo vaya directamente hacia allí. Con una risa entre dientes, le dejo un veloz beso en la garganta que sé que va a fastidiarlo y me alejo antes de que me golpee de nuevo, regresando a mi lugar.


Bev & Ken

La ronda sigue con unos cuantos besos más y Jim esta mostrando ser todo un don juan, lo que por una lado me parece sumamente atractivo pero por otro esta interrumpiendo mi visión de pareja.

Eowyn, te lo ruego dame una buena.

Y parece que mamá esta más decidida en beneficiarme a mí personalmente porque mi compañero es Ken. Cuando les toco a él y Syv pude notar que por su parte aun había sentimientos y me dieron ganas de abrazarlo porque se veía más mal de lo que me imagine que estaría. Por otro lado sabía perfectamente como se sentía ella, pero si su decisión era concentrarse en si misma ahora, me parecía torturador como lo había besado. Así que resuelta, me paré y miré con desafío a Syv, si quería superarlo entonces le iba a dar material para motivarse.

- Ya que se han despedido, vuelve a estar disponible para mí - le digo, acto seguido me siento a horcajadas sobre Ken y tomo su rostro entre mis manos - Sigueme la corriente - le susurro antes de precionar mis labios contra los suyos.

No se exactamente como lo estaba haciendo, pero muchas novelas y libros después podía decir que tenía una idea clara de que hacer. Pasé mi lengua por entre sus labios para conseguir que la abriera y acariar su boca con más profundidad, mientras una de mis manos pasaba por su cuello y espalda para pegarme más a él.

Cuando me separé solo levanté una pierna y me senté al lado de Ken, volviendo a concentrar mis ojos en Syv. "¿Y ahora que vas a hacer?" le transmitía.

De entre todas las personas que están sentadas en esta ronda, Beverly es la única con la capacidad de ponerme lo suficientemente nervioso como para considerar excusarme e ir al baño. Todavía me acuerdo lo que fue mi primer beso, ese que ella robó sin tener consideración a mi salud tanto física como mental. Sé que no tiene mucho sentido si consideramos que acaba de escupirme en la cara que ese sería nuestro último beso, pero en lo que la rubia se me acerca mis ojos se van directamente hacia Syv, no sé si pidiéndole disculpas, permiso o si solo estoy chequeando su reacción. Las palabras de Bev lo hacen peor, porque me siento en medio de una disputa de territorio en la cual jamás me había fijado y sé que estoy lento por el alcohol, pero tampoco puede abusarse de ello.

— Yo no… — Momento, que no es que no estoy disponible para nadie, el problema es que tengo mis limitaciones en base a mi capricho con cierta rubia. En lo que Bev se me sube encima, me pregunto si debería empujarla o seguirle la corriente tal y como ella me lo pide. ¡Que la conozco de toda la vida y esto es raro! — Espera… — creo que no me escucha y tiene sentido, porque es apenas un farfullo que se ve reprimido por su boca. No sé dónde poner las manos, cualquier opción se siente incorrecta así que me mantengo abrazado a la botella contra mi pecho, sintiendo la presión de su torso al tener muy poco espacio entre nosotros. Le permito besarme, a sabiendas de que mis labios reaccionan mucho más lento que los suyos y sé que es un beso más íntimo de lo que hubiera esperado, así que me siento vagamente agradecido para cuando termina. Sé que estoy bordo, la cabeza me da vueltas y acabo reaccionando tarde a la idea de tirar de la botella. Quizá debería retirarme del juego.



Syv & Sage

¿Buen trabajo? Ok… ¿puedo golpearlo? No, no puedo. Pasaré de ser la ex que lo dejó a la ex que encima lo maltrata delante de todos. ¿Qué es eso de un buen trabajo? ¿Qué es esto? ¿Una tarea de química de la escuela? Bueno, algo así, pero no. El aprobado lo tenemos, que en vez de rechazarme como esperaba después de todo su show de que no merezco ni una canción, cumplió con su parte en el «trabajo» bastante bien. Mordisqueo mis labios al mezclar su sabor con un poco de más de cerveza, tras un trago profundo a la lata de cerveza que encuentro cerca de los pies de Mimi. Me inquieta un poco que el siguiente en besar a alguien sea mi hermano menor y con ese facilón de James, ¿qué no le podía tocar Meerah que es más cercana en edad? ¿O Sage que tiene cara de buen tipo? Pobre, Hero, que encima tiene que soportar que James siga besuqueando a su novio…

Mi cara debe ser un espejo transparente de todos mis pensamientos y es algo que me juega totalmente en contra cuando veo que Beverly se prende de Ken como la zorra que puede ser, más allá de que sea una excelente consejera sentimental y valoro su amistad, en serio que la valoro, ¡PERO LO ESTÁ MANOSEANDO! ¡Y ME ESTÁ MIRANDO! ¡Y ME LO ESTÁ HACIENDO ADREDE LA MUY ZORRA! Todo lo que sale de mi boca es una carcajada amarga que disimulo con más cerveza. Busco ayuda en Holly para que me pase si tiene algo más fuerte para beber, mi mano abierta para que ponga entre mis dedos cualquiera de las botellas que tiene cerca. Mal momento para que sea a quien vuelva a elegir la suerte y, no, hombre, no. ¿Justo con Sage? No voy a poner reparos como lo hacen los más pequeños de la ronda, pero tampoco escalo al nivel de zorrez que demostraron otros. —¿Sage Alexander, no? — le pregunto al chico al acercarme. —Ha pasado un tiempo… es bueno volver a verte— muestro una sonrisa de disculpa hacía él al rozar la comisura de su boca con mis labios y deslizarlos para una caricia suave que cumple con la formalidad del beso, que me han dicho que hay países donde se saludan así en vez de las mejillas. Hecho.

Bev & Mimi

En mi defensa, diré que me he quedado dormido. ¿Cómo si no iba a llegar tarde a una fiesta? No es como si tuviéramos algo así todos los días, donde poder evadirme de la realidad aunque sea por unas horas. Y para colmo, es la fiesta de cumpleaños de Kendrick, a quien sigo considerando mi mejor amigo a pesar de que estos últimos meses me haya distanciado de él. No es culpa de ninguno, y si es de alguien, realmente es mía porque después de todo lo que ha pasado, necesito alejarme un poco del mundo y sobre todo, de las personas. Eso es un poco difícil cuando todos vivimos entremezclados como en una comuna, así que hago lo que puedo.

Precisamente es el ruido de música lo que me despierta. Me cuesta unos segundos terminar de despejarme y recordar qué día es hoy, y de un salto, me levanto, agarro la primera camiseta que pillo después de asegurarme de que huele más o menos aceptable, y bajo las escaleras corriendo, tanto que poco más y me como un escalón metálico.

Al principio me mantengo a un lado, observando a una distancia prudente y únicamente con la compañía de una botella de no sé qué que he cogido de todas las que hay. El sabor es amargo y hasta un poco ácido, pero la verdad es que he probado cosas peores.

Están tan concentrados en el juego de la botella, que ni siquiera se dan cuenta de mi presencia. Al final, después de recolocarme los rizos de una sacudida de cabeza y de terminar el alcohol, que no es que quedase mucho, me acerco hacia ellos a un paso tranquilo: — ¿De verdad no tenéis nada mejor que hacer que jugar a un juego de críos? — dejo caer con una mueca de decepción, alternando mi mirada entre varios de ellos, y chasco la lengua para burlarme más. No es como si me diera cosa jugar y que me tocase con Holly. Para nada es eso.

Ya no sé qué es lo que me cae peor, lo único que reconozco es que estoy torciendo la boca masticando aire en lo que la gente se besuquea frente a mí y ya no me interesan las parejas que puedan formarse, siempre y cuando sus bocas se encuentren lejos de la que se supone que tengo que besar después. ¿Y por qué me molesta, si sé muy bien que cuando esto se termine, no va a ser importante? Pero… ¿Esto cuenta como engaño consentido o cómo es el código en estos casos? Lo de Jim me irrita, lo de Synnove acaba por enfurecerme. ¡Y sé que no es su culpa, que ella está obviamente loca por Ken! Pero es que… uuuuughhhh.

Que alguien bendiga a Kyle por aparecer en este momento. Respondo a su comentario con un bufido, descruzo mis piernas en lo que acomodo mi ropa y me pongo de pie con resolución — No, aparentemente no — respondo. Tironeo de una botella de cerveza (esa que jamás probé, pero que no me importa si me sirve de algo) en lo que me alejo a grandes zancadas hasta sentarme en ese sofá feo del rincón que anteriormente ocupaba James. Y sí, para remarcar más mi estado, me cruzo tanto de piernas como de brazos haciendo algo parecido a un balcón con mis labios — ¿Van a seguir? — les reto — Estaré aquí esperando hasta que dejen de armar drama con besos que nadie pidió. Y si quieren mi consejo, muchos de ustedes deberían solucionar ciertas tensiones en el dormitorio y dejarse con tonterías que arruinan al resto — ay, no creí estar tan venenosa, ni reconozco esta faceta nueva. Esa que me hace beber del pico y poner cara de asco porque sabe a… no sé, orina.

No sé si sentirme bien o mal de que la botella esté tan empecinada en que bese a Jim, me evita problemas, pero el muy maldito se empecina en hacer que todo sea más asqueroso. Casi que hubiera preferido un beso, porque de idiota que fui, claro que he terminado por abrir la boca. Lo triste es que todo esto no llega ni de cerca a ser una de las experiencias más espantosas que pasé en mi vida, así que termino resignándome y opto por tomar la situación con algo de gracia.

Gracia que se va al demonio cuando me toca con Synnove, no tengo que ser un genio para saber que Hero no estará feliz con eso y que no hay forma alguna en la que vaya a salir bien de esta. Al final, acabo por quedarme quieto mientras la rubia me besa, tratando de poner la cara más impasiva que puedo. Que al fin y al cabo a duras penas y es un contacto de labios, pero al parecer los besos pueden ser interpretados de mil maneras y no muchas de ellas resultarían en mi favor. - Tienes mejor memoria que yo, pero sí. Es bueno verte de nuevo. - E inevitablemente vuelvo la vista hacia la pelirroja, tratando de… no sé ¿parecer un cachorrito inocente?

No sirve de mucho, y para cuando se levanta y expresa su opinión, la imito y la sigo sin importar que James vaya a burlarse luego, o que probablemente Hero me mande a freír espárragos. O no, porque no le gustan los espárragos, pero a estas alturas ya no lo sabía. Al final acabo por agarrar la bandeja de brownies que hay a un costado y se los ofrezco. - ¿Choocolate?

No es como si hubiera mucho que recordar de todas formas, asumo que por lo rápido del beso nadie puede suponer más de lo que se ve, y que de última, el juego se trata de esto, entiendo en parte la reacción de Hero y en parte… no hubiera participado de esto si no iba a poder ver a su novio siendo besado por otras personas. Digo, yo no hubiera jugado de tener novio y no estaría de acuerdo de que mi novio lo hiciera, pero no lo tengo. Lo que tengo es a un ex novio que se está morreando en frente de mis narices con la chica que fue su primer beso y encima sigue enamorada de él, así que aprovecha la oportunidad al vuelo que tiene para meterle mano. ¡¿Y alguien me escucha quejarme?! No, según la misma Hero solo es tensión.

Pobre Kyle que se suma cuando ya la pelirroja da por terminado el juego y me pongo de pie limpiando mis palmas sucias del suelo contra el frente de mi camiseta con toda la dignidad que puedo, la que voy a perder minutos después cuando, sin que hiciera falta ser tan brusca, empujo a Beverly en su hombro para que se aparte de Ken y a éste lo hago incorporarse del suelo tirando de su brazo. Si lo coloco a mi espalda debe ser porque en el fondo me preocupa que Bev consiga que vuelva a sentarse o, peor, quiera unirse. —Nos vamos, no queremos seguir importunando al resto— y es que salvo nosotros, ¿a quién más podía referirse Hero? Solo se me ocurre James, que al parecer tiene su morbo personal irresuelto con Sage.

Ni siquiera miro a la chica al pasar al lado del sillón mientras su novio trata de resolverlo todo con chocolate, tampoco me detengo a pensar que estoy sacando a Ken de su fiesta al hacerlo salir de la estancia principal para tomar el primer pasillo que encuentro y subir unas escaleras metálicas donde la música se escucha en un tono tan bajo que al hablar parece que estoy gritando, tal vez lo estoy haciendo. —¿Así que eso es lo que harás a la primera que me veas? ¿Fregarme en la cara que te besuqueas con otras chicas? ¿Esa es tu manera de mostrarme que estás bien? ¡Genial! ¡Felicidades! ¡Te creo! ¡En serio te veo estupendo!—. Mis manos se mueven en el aire con movimientos bruscos, en la agitación mi cabello cae por delante de mis hombros y por poco no pierdo pie en el escalón, tengo que parpadear pare recuperar la estabilidad sin que se note que tengo la cabeza pesada por la mezcla de alcohol. —Para lo dolido que te mostrabas hace… ¿tres días? ¡Bien! ¡Haces un buen trabajo en superarme! ¡El mejor!

Cuando Kyle aparece, tengo toda la intención de decirle que se ha perdido todo el drama y lo veo como una especie de salvador. Lo malo cae en que Hero decide que es el pie para montarse un drama y lo único que puedo hacer desde mi lugar es mirar cómo se van levantando uno a uno, en lo que yo sigo abrazado a una botella que no funciona como protección cuando siento el tirón de Synnove que me pone de pie y me mueve, haciendo que dé unos pasos torpes y atropellados hacia atrás — ¿Nos? — consulto sin comprender absolutamente nada. ¿Qué, ahora quiere tener sexo porque se dio cuenta de que me dejó ir? ¿Qué clase de nueva histeria es esta?

Para cuando estamos a solas, todos sus planteos hace que sacuda los brazos y deje caer algunas gotas al aire — ¿De verdad? — no sé si estoy enfadado o confundido, miro hacia la escalera en busca del apoyo de algunas de las personas que dejamos atrás, pero obviamente nadie aparece — ¡Tú besaste también a otras personas, si mal no recuerdo! Además, ha sido tu decisión que yo esté soltero, así que no tienes derecho a ningún reproche porque… ¿Adivina qué? — aprovecho y me señalo a mí mismo, abarcando de mis pies a mi cabeza — ¡Eso significa que puedo hacer lo que quiera! — doy un trago algo efusivo, culpa de la ira que se me acumula a pesar de que la cabeza ya me da vueltas, así que uso mi espalda para apoyarme en la pared — Eres una hipócrita, Syv. Si vas a dejarme, hazlo por completo y no haciendo esto. Es totalmente injusto.

Puedo venir el drama a toda velocidad antes de que la bomba explote, hasta frunzo los labios contando para adentro hasta que Kyle aparece y Hero se pone de pie tan rápido que creo que va a molerlo a golpes a su novio. Para la mala suerte de mi entretenimiento, se marcha y obvio que el pollera de Sage la sigue, así que suspiro con fuerza dando este juego por terminado antes de que tenga la oportunidad de besuquearme con Mimi con una excusa válida que no ponga en riesgo mi autoestima. Eso sí, cuando Synnove se lleva a Kendrick me doy cuenta de que la cosa se ha puesto seria y arqueo las cejas antes de hacer un aplauso — Bien, parece que eso es todo. ¿Quieres un poco de cerveza, princesa? — le sugiero a la pobre de Meerah, que con Hero enfadada es obvio que se quedará sola.

Me apoyo en el sofá para poder ponerme de pie, notando por primera vez que el suelo parece ser una gelatina, así que tanteo en el aire hasta poner las manos sobre la rubia. ¿Siempre fue tan bajita? Por las dudas, apoyo los dedos en sus hombros y mido la distancia — ¿Alguna vez te dijeron que eres muy pequeña? Siento que si te agachas, te comes el suelo — consigo soltarme con un envión que no sé a que viene y mis manos revolotean en el aire hasta hacerse con una botella random. ¿Por qué siento que me muevo lento? ¿Y por qué eso me hace reír entre dientes, ahogándome al beber y ofreciéndole la botella? — ¿Por qué no besaste a nadie? ¿Te daba vergüenza? Ya sabía yo que eras una mojigata… — hasta le muevo las cejas con picardía, retándola a que me lo niegue.

No me importa que los demás se peleen, ni siquiera me fijo en cómo es que Jim parece quedarse con mi sobrina ahora que todo el mundo se está dividiendo. Lo único que puedo mirar es como Sage viene detrás de mí y mis ojos se clavan en él con una advertencia, no muy segura de querer su atención en estos momentos. Es un idiota, como si un poco de chocolate fuese a solucionar el problema. Sacudo la mano para rechazar la bandeja, dándole un golpe que ocasiona que los dulces le salten en la cara — Ve a ofrecérselo a otra… u otro. Haz lo que quieras — refunfuño, me hundo aún más en el asiento para aumentar el nivel de mi enfado — No tenías que meterte lengua con nadie en mi cara. ¿Y por que Synnove sabe tu nombre completo?

Aunque no quiero verlo, me traiciono a mí misma levantando los ojos crispados en su dirección. Creo que es el sabor feo de la cerveza, porque me pican los ojos — Sé que jamás hablamos de exclusividad, pero creí que… ¡No sé, estaba implícito! — que es obvio, por todos los cielos. ¿Hace cuánto tiempo hacemos esto? — ¿Es porque no me he acostado contigo? ¿Preferirías salir con alguien como Holly? — que no se ofenda, no es que la trate de la palabra con P, pero parece el prototipo de chica que a los chicos les gusta y no solo porque sea veela — ¿Es tu venganza por los años de pedirte postres? ¡Solo… dime algo!

Lástima que el porro se está terminando y veo como Jim lo apaga en el suelo, porque la cosa se pone tan interesante que hace falta un balde de palomitas en la ecuación. ¿Esos son escenas de celos? ¿Ken y Syv se han marchado a tener sexo de reconciliación? Por favor, que no digan que las reuniones de esta gente son aburridas, que en menos de una hora se han montado un show digno de XoXo Witch — ¿Cuánto apostamos a que Syv y Ken se enrollan? — y no digo que lo de Hero y Sage puede terminar bien solo porque están a unos metros, hasta oigo mi nombre en su pelea y ruedo los ojos en lo que alzo los brazos porque una vez que no he hecho nada, me echan la culpa. ¿Es mi culpa que los tipos que me miran fijo quieran tener algo conmigo? ¡Que no!

Para colmo, no puedo entretenerme con Jim porque parece que las drogas le están haciendo efecto y se ha vuelto el chaperón de Powell, así que suspiro con resignación y miro a Mimi y Simon, los únicos que quedaron conmigo en la ronda — No debe ser muy entretenido ver a tu hermana meterse lengua con el ex… ¿No es así? — bromeo, hasta me estiro para darle una palmadita de consuelo al pobrecito antes de girarme a Mimi — Podríamos hacer nuestro propio juego mientras los demás se matan. ¿Les parece un streap poker…? No — me detengo, girándome con rapidez a mirar al niño — Eres menor, ¿verdad? Lástima — en vista de que los mayores están ocupados y Dave ha decidido desaparecer, apoyo mi cabeza en el hombro de Mimi y hago un puchero — Deberíamos beber hasta la inconsciencia mientras los demás la pasan bien.

—¿Hipócrita? ¿Eso es lo que soy?— tomo aire por la boca, golpeo la baranda de la escalera con la palma de mi mano al sujetarme. —Lo único que me queda claro de todo esto, es que puedes fingir estar todo lo ofendido que quieras por ser quien terminó esto, pero si te recuperas tan fácil no creo que siquiera te haya importado alguna vez… nada— vuelvo a cortar el aire con mi mano, no me gusta que el suelo que queda debajo de esta escalera se vea como un pozo muy oscuro si me inclino un poco hacia adelante envalentonada por la rabia.

—Se ve que siempre soy yo la que se queda sujetándose a sentimientos que otros barrieron muy rápido— ahora mismo, solo un poco borracha, me desprecio por darme cuenta de esto. Hago de mí misma un buen chiste como persona. —No sé qué tan sincero eras al decirme que me querías si al darte la vuelta y mostrarme tu espalda, simplemente dejaste de hacerlo— y como el desprecio no me lo puedo reservar solo para mí, también se lo salpico a él. —Hazlo, Ken. Ve y haz lo quieras, ¡todo lo que quieras! Te dejo por completo, no me interesa conservar ni una parte de alguien que tiene sentimientos tan… superficiales. Que te quiere un día y al otro no— subo otro escalón para poner distancia, para lo único que sirve es para que al llegar al rellano pueda ponerme a gritar como una histérica y que la altura solo haga que suene más alto. —¡Ve y móntate ahora un show porno con Beverly! Porque el show de ex resentido se te dio fatal. Y como sea, ¡lo lamento por Bev! Porque le gustas de verdad y tú solo juegas. Eres un niño, Ken, y todo lo que haces es jugar— marco un punto en el aire con mi dedo que lo señala.

La interrupción de Kyle da pie a finalizar el juego, justo cuando pude haber comprovado si mi interes en Mimi era solo platónico o realmente había chispas, pero bueno, algunas cosas no estan destinadas a ser.

Hero se va ofendida aunque yo no entendía muy bien la razón, pero supongo que era algo de parejas y relaciones monogamas, no es que hubiera tenido los mejores ejemplos. Exeptuando a Seth y Sophie.

Le iba a hablar a Ken cuando Synnove me empujo y se lo llevo cual bruja de las nieves, incluso era rubia. Tuve la tentación de seguirlos pero había sido justamente mi intensión de que Syv se enojara y tal vez resolvieran este tema, me había asegurado de poner hechizos repelentes de fantasmas, no sabía si iban a funcionar siendo que era mi primera vez pero considere que merecian una oportunidad.

Mirando alrededor note que Jim y la chica Meerah estaban cerca, Sage probablemente lograría calmar a Hero, Mimi y Simon se estaban pasando una botella con la chica genial que obviamente era rubia, todos saben que las rubias son las más divertidas, supongo que nadie necesitaba mi presencia...Salvo Kyle que recien llegaba y estaba muy sobrio todavía.

- Hola - lo saludé - Supongo que es mi trabajo ponerte al tanto de lo que ha pasado hasta ahora y ofrecerte diversión - le digo mientras saco uno de los porros del bolsillo de mi vestido y le sonrio complice - Necesitamos ponerte a tono con la fiesta.

Estoy decepcionada. Y aliviada, pero principalmente decepcionada. De verdad, no es que quisiera besar a nadie de los que estaba aquí, pero a su vez sacarme el tabú de no haber besado a nadie  nunca sin tener que dar explicaciones era muy tentador. Aunque bueno, no es que nadie me pidiese explicaciones, o que realmente pudiese contar ya que no podría decirle a nadie con quienes había compartido la velada. Aún así seguía decepcionada, y enfurruñada, y… ¿Estaba por llorar? No, me negaba a llorar, pero quería llorar o mis ojos picaban como si estuviesen por hacerlo. Pero no lo hago, porque Jim se pone a hablarme y ya he lagrimeado demasiado delante suyo. - ¡Sí quiero! - La primera vez que me había emborrachado ni siquiera había tenido consciencia de ello, esta vez lo haría adrede, con cerveza o incluso con el licor horrendo que antes me había ofrecido.

Y trato de ponerme de pie como puedo, pero nunca había estado tan insegura de una acción tan sencilla como esa ya que parece que me ha cambiado la graduación de los lentes que no uso. Y de golpe me encuentro enfocándome en la cara de Jim que ha decidido que puedo servirle de apoyo, pese a que no debería quejarme porque puedo estar segura de estar estable si es que no me he vuelto a caer de culo contra el suelo. - Y tú eres un fideo con rulos de tirabuzón, pero no me ves remarcándolo, ¿o sí? - Que se lo acababa de remarcar, pero él había empezado. ¡Siempre empieza él! - ¡Y no soy una mojigata! pero la muchacha es la que no quiso besarme, y ni de casualidad iba a dejar que mi primer beso sea con el novio de mi tía. ¿Qué tan mal suena eso? Que a tí te haya interesado andar metiéndole la lengua hasta el esófago a todo el mundo no significa que yo quiera hacer lo mismo. - Y lo pico en el abdomen de manera que quiere ser brusca pero termina siendo un gesto completamente infantil. Y sí, tomo con fuerza la botella que me ofrece y me pongo a beber unos cuantos tragos rápidos hasta que me ahogo y por poco no le escupo la remera. - ¡Esto no es cerveza!- Le reclamo, haciendo un puchero y apoyando el vidrio contra su pecho.

— ¡Claro que es lo que eres! — me quejo, pisando sus palabras con las mías. ¿Por qué tengo que ser el malo de la historia, cuando todo esto ha sucedido porque ella me ha dejado en primer lugar? Bufo, revoleo los ojos hasta que me duele la cabeza y me niego a decirle lo mucho que me importa. Pero ella sigue, sigue y sigue, solo puedo sentir como me empuja a escupir un montón de cosas y por un momento hasta tengo miedo de que el impulso sea más bien ganas de vomitarle los zapatos. Por suerte, me contengo, al menos en esa parte — ¡No he dejado de quererte! — estallo, avanzo algunos pasos hasta que me apego a ella en el espacio oscuro de la escalera, aunque no hay una verdadera intención de intimidad. Lo único que distingo es rabia — ¡No soy un niño y no estoy jugando! ¡Yo no quería besar a Beverly y no... ! ¡No entiendes nada!

No lo hagas Ken, no lo hagas. No digas esas palabras por primera vez estando ebrio. Y aún así, doy otro trago en lo que me salpico y tengo que limpiarme con la mano — Te amo, ¿de acuerdo? — lo suelto con fuerza, una mezcla de tristeza mezclada con resignación y enojo en lo que la miro en un desafío claro a despreciar mis palabras — ¡Y tú eres la que decidió que eso ya no funcionaba, que ya no era importante, porque prefieres a alguien más! Así que vete. De seguro alguno de los otros puede darte una buena noche sin que el sexo te deje decepcionada o que sea “menos niño”. Eres una persona terrible, Synnove y no tienes idea de las ganas que tengo de odiarte.

Me encojo de hombros porque creo que siempre ha sido obvio que no me importa absolutamente nada lo que pueda decir de mi aspecto. Oigo sus explicaciones, juro que sí, pero estoy tan interesado en ver como mueve sus facciones al hablar que todo suena como si fuera un sueño demasiado lejano. ¿Siempre ha tenido ese tono de voz? ¿Por qué tengo que contener la risa a cada segundo, a pesar de que no encuentro divertido absolutamente nada de esto? — No a todo el mundo. A ti no te besaría — le señalo, levanto un dedo y lo hago revolotear cerca de su nariz hasta darle un toquecito produciendo un “pup” como efecto de sonido — Aunque me gustaría probar suerte con alguien más. ¿Crees que pueda conseguir acostarme con alguien de una buena vez? Es mi primera fiesta — le explico, aunque algo me dice que ya debería haberlo deducido y ni sé por qué estoy hablando tanto.

No me golpea fuerte la botella, pero aún así la tomo con el envión que me hace caer sobre el sofá en lo que me río de ella — ¿No? — alzo la botella, pero soy incapaz de enfocar la etiqueta y me resigno a beber un trago de lo que sea… ni siquiera le noto el sabor, es como si mis sentidos estuvieran dormidos — Si hubieras podido elegir… ¿A quién hubieras besado? ¿A Simon? — es la opción obvia, no me importa que esté a unos pasos de distancia.

No entiendo por qué de golpe me llueve chocolate contra la cara, y mi expresión lo demuestra. Sabía que el juego era una mala idea, estaba seguro de ello. Pero no lo había jugado nunca y no esperaba sinceramente ni la mitad de las cosas que se habían dado en la ronda. De acuerdo, a ver… ¿Cómo manejaba este asunto? - La conocí una vez mientras te fui a esperar en el colegio hace… no sé, una eternidad. Ni recordaba conocerla, la verdad, y mucho menos el por qué le dije mi nombre completo. - No mentía, había tardado mucho en recordar a la rubia ya que para mí solo era la novia de Black. - Pero estoy haciendo lo que quiero, estoy contigo ¿o no?

Claro que luego me sale con el planteo más obvio del planeta y tengo que hacer un esfuerzo enorme para no rodar los ojos con fastidio. - ¡Ha sido un juego! No estoy cuestionando nuestra exclusividad cuando tú también has besado a otras personas. - No creía que me hubiera engañado o algo así, solo era un juego de gente ebria. - ¿Qué? ¡Claro que no! Sabes que jamás pensaría eso. - Ni lo de acostarnos ni lo de Holly. Que sí, la muchacha era hermosa y todo, pero no me sentía atraído hacia ella. - No entiendo que es lo que estás cuestionando, es obvio que estamos juntos en exclusividad. Y ninguno de esos besos ha significado absolutamente nada. ¡Fue un juego! ¿O qué? ¿Besar a Beverly o a Synnove te hace no querer estar conmigo?