OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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# Here it was they lit the flame || Trama 14
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Echo R. Duane
Ava E. Ballard
The Mighty Fall
Zenda M. Franco
Delilah A. Looper
Benedict D. Franco
Seth K. Niniadis
Kyle A. Overstrand
Cale J. Ballard
Arleth L. Ballard
Kendrick O. Black
Sophia A. Niniadis
Beverly S. Redford
A. Sean Niniadis
Jamie D. Niniadis
19 participantes
Recuerdo del primer mensaje :
Han pasado solo quince minutos desde que el reloj marcó las doce del mediodía. No hay una sola nube en el cielo y el sonido de la calma barre los suelos del distrito catorce. Al día siguiente, comenzaría el verano y podía sentirse en el ambiente: algunas personas habían almorzado cerca del arroyo y algunas otras gozaban del uso de los caballos para un paseo por el territorio que tan bien conocen. Los demás, se debaten entre las rutinas de una nueva semana, con la calma post almuerzo que jamás daría señales de lo que ocurriría ese día. Nada, ni el cambio de la dirección del viento, podría haber sido una advertencia. Al menos, no a tiempo.
Dos figuras masculinas se deslizaron por el puente de entrada al distrito con paso cauteloso. Una de ellas, una sombra de lo que recordaban haber visto un mes atrás. La otra, portadora de un rostro que solo habían visto en las noticias recolectadas en los últimos dieciséis años. Benedict Franco, debajo de capas de mugre y residuos de tortura, guiaba el camino de Sean Niniadis, el marido y consejero de la Ministra de Magia. Se detuvieron al terminar de cruzar el puente, observando a los curiosos que se habían acercado entre murmullos y confusión. La señora Robinson, esa amable ancianita que ayudaba en las huertas del distrito desde hacía añares, se cubrió los labios con manos espantadas antes de retroceder en busca de la protección de su hogar y su marido. Por un instante, pareció que el tiempo se detuvo y el silencio recayó sobre el catorce.
Ese era el punto sin retorno, de una vez por todas.
Here it was they lit the flame
Lunes 20 de junio, 2468.
Han pasado solo quince minutos desde que el reloj marcó las doce del mediodía. No hay una sola nube en el cielo y el sonido de la calma barre los suelos del distrito catorce. Al día siguiente, comenzaría el verano y podía sentirse en el ambiente: algunas personas habían almorzado cerca del arroyo y algunas otras gozaban del uso de los caballos para un paseo por el territorio que tan bien conocen. Los demás, se debaten entre las rutinas de una nueva semana, con la calma post almuerzo que jamás daría señales de lo que ocurriría ese día. Nada, ni el cambio de la dirección del viento, podría haber sido una advertencia. Al menos, no a tiempo.
Dos figuras masculinas se deslizaron por el puente de entrada al distrito con paso cauteloso. Una de ellas, una sombra de lo que recordaban haber visto un mes atrás. La otra, portadora de un rostro que solo habían visto en las noticias recolectadas en los últimos dieciséis años. Benedict Franco, debajo de capas de mugre y residuos de tortura, guiaba el camino de Sean Niniadis, el marido y consejero de la Ministra de Magia. Se detuvieron al terminar de cruzar el puente, observando a los curiosos que se habían acercado entre murmullos y confusión. La señora Robinson, esa amable ancianita que ayudaba en las huertas del distrito desde hacía añares, se cubrió los labios con manos espantadas antes de retroceder en busca de la protección de su hogar y su marido. Por un instante, pareció que el tiempo se detuvo y el silencio recayó sobre el catorce.
Ese era el punto sin retorno, de una vez por todas.
Trama del Distrito 14
normativa escribió:« Este es un turno de ingreso, por lo tanto no habrá tirada de dados. Los personajes deberán estar cerca del Puente de Ingreso del Distrito para poder saber lo que está pasando.
« Como es costumbre, pueden postear más de una vez siempre y cuando esperen que dos personajes lo hagan después de ustedes. También se les recuerda que sean post ágiles y que las menciones se encuentren señaladas en negrita, en quote o ambas.
« Este turno, al ser algo corto, será el único con una duración de 24 hs.
« Se les recuerda que habrá un total de 4 turnos en la trama y que no postear en ninguno de ellos tendrá como consecuencia la muerte de su personaje. Tienen la opción de una excusa off rol para un (1) solo turno, de ausentarse en más de una ocasión sufrirán una amonestación de pérdida de 150 puntos.
« A partir de este momento, la tienda se encuentra cerrada para todos los personajes involucrados en la trama.
Icono :
HERE IT WAS THEY LIT THE FLAME
Mis pies se quedan anclados al suelo, de forma que no puedo moverlos hasta que recibo un tirón de Ben a mi izquierda que me indica que es hora de irnos. ¿A dónde? Eso es algo que no sé, puesto que ya no hay lugar para nosotros después de esto. Intento por todos los medios mantener la concentración, no dejar que el cansancio y el dolor por lo perdido se apodere de mí, de manera que muevo mis piernas incluso cuando lo único que quiero hacer es permanecer parada.
Ni siquiera sé hacia donde vamos, me dejo guiar por los impulsos de Ben confiando en que sepa que dirección tomar. No veo nada a causa del fuego que nos rodea y amenaza con llevarnos consigo, sin embargo, puedo escuchar el sonido de unas hélices por encima de nuestras cabezas, lo que me hace levantar la mirada hacia el cielo. Desde mi posición, veo como un aerodeslizador pasa por encima de nuestras cabezas y lanza su contenido sobre las cabañas que aún no han sido destrozadas. Escucho a Ben gritar por su padre, de la misma manera en que yo grité por mi hija, en vano. No hay nada que pueda hacer para evitar lo inevitable.
Por la cercanía de las explosiones que se producen de manera sucesiva, pierdo el equilibrio y caigo al suelo sin apenas tener tiempo a distinguir el golpe. Sé que mi cuerpo está temblando, lo siento vibrar cuando la diminuta cabaña individual explota sobre nosotros y no puedo hacer más que taparme la cabeza con las manos, pero es el cuerpo de Ben lo que impide que me lleve el impacto del vidrio echo añicos. Aun así, el humo atraviesa mis pulmones de la misma manera que el fuego consume todo a nuestro alrededor, de forma rápida y directa. Toso inevitablemente mientras trato de ponerme en pie ante las exigencias de Ben, girando sobre mi misma en busca de algún escape entre las llamas. Ha llegado, es el fin, después de las veces que hemos burlado a la muerte en los últimos meses, esta ha encontrado la forma de llegar a nosotros.
Noto un golpe en mi brazo, he sentido ese gesto tantas veces en el día de hoy que aún no tengo claro si debo tomármelo como una amenaza o como una ayuda. Por suerte esta vez, es resultado de la idea que tiene Ben de usar la moto voladora que tantos años se ha pasado arreglando. Es absurdo, no vamos a poder huir dependiendo de un viejo trasto que funciona cuando se le antoja. Sin embargo, el miedo a morir y la búsqueda por la supervivencia hacen que me suba sin dudar un momento.
No soy consciente del despegue, ni de la fuerza con que la magia nos impulsa del suelo, tan solo dejo que mi cabeza se apoye sobre la espalda de Ben mientras mis brazos rodean su cuerpo. Llega el momento de cerrar los ojos, incapaz de mirar atrás, incapaz de mirar al frente, pues no hay cabida para pensar en lo que pasará a continuación, ni en lo que ha ocurrido bajo nuestros pies. El miedo a lo desconocido es lo único que nos acompaña junto al silbido del viento en el cielo.
Ni siquiera sé hacia donde vamos, me dejo guiar por los impulsos de Ben confiando en que sepa que dirección tomar. No veo nada a causa del fuego que nos rodea y amenaza con llevarnos consigo, sin embargo, puedo escuchar el sonido de unas hélices por encima de nuestras cabezas, lo que me hace levantar la mirada hacia el cielo. Desde mi posición, veo como un aerodeslizador pasa por encima de nuestras cabezas y lanza su contenido sobre las cabañas que aún no han sido destrozadas. Escucho a Ben gritar por su padre, de la misma manera en que yo grité por mi hija, en vano. No hay nada que pueda hacer para evitar lo inevitable.
Por la cercanía de las explosiones que se producen de manera sucesiva, pierdo el equilibrio y caigo al suelo sin apenas tener tiempo a distinguir el golpe. Sé que mi cuerpo está temblando, lo siento vibrar cuando la diminuta cabaña individual explota sobre nosotros y no puedo hacer más que taparme la cabeza con las manos, pero es el cuerpo de Ben lo que impide que me lleve el impacto del vidrio echo añicos. Aun así, el humo atraviesa mis pulmones de la misma manera que el fuego consume todo a nuestro alrededor, de forma rápida y directa. Toso inevitablemente mientras trato de ponerme en pie ante las exigencias de Ben, girando sobre mi misma en busca de algún escape entre las llamas. Ha llegado, es el fin, después de las veces que hemos burlado a la muerte en los últimos meses, esta ha encontrado la forma de llegar a nosotros.
Noto un golpe en mi brazo, he sentido ese gesto tantas veces en el día de hoy que aún no tengo claro si debo tomármelo como una amenaza o como una ayuda. Por suerte esta vez, es resultado de la idea que tiene Ben de usar la moto voladora que tantos años se ha pasado arreglando. Es absurdo, no vamos a poder huir dependiendo de un viejo trasto que funciona cuando se le antoja. Sin embargo, el miedo a morir y la búsqueda por la supervivencia hacen que me suba sin dudar un momento.
No soy consciente del despegue, ni de la fuerza con que la magia nos impulsa del suelo, tan solo dejo que mi cabeza se apoye sobre la espalda de Ben mientras mis brazos rodean su cuerpo. Llega el momento de cerrar los ojos, incapaz de mirar atrás, incapaz de mirar al frente, pues no hay cabida para pensar en lo que pasará a continuación, ni en lo que ha ocurrido bajo nuestros pies. El miedo a lo desconocido es lo único que nos acompaña junto al silbido del viento en el cielo.
TRAMA DEL DISTRITO 14
Interacción: Ben
Alice out
Alice out
Here it was they lit the flame
Mi mente se pierde un instante y como si siempre hubiera estado plantada la idea en mi cabeza, le disparo a uno de los nuestros. Tras unos segundos de estar en el limbo, me sacudo y es como si despertara, el trance se rompió. Como si me tiraran un balde agua fría. La odio, encima de que... encima de que dejó así a mi mamá se atreve a controlarme. Mis gritos se unen con los de los demás mientras siguen atacando y de un momento a otro aparece un grupo en escena. Estamos perdidos. Estamos condenados a morir todos aquí. Sin embargo, cuando alzo la vista me doy cuenta de que el grupo son miembros de lo que queda del distrito 14 que se unen a la lucha. No puedo abandonar a mi madre pero un nuevo aire de esperanza me entra al saber que podrían estar ahí mis hermanas. Esperanza y miedo. Porque yo estaba con mamá y no he podido hacer nada para salvarla. No pude... No pude protegerla.
Ava llega corriendo al mismo tiempo que Zenda y se tiran sobre Arleth lamentándose. No puedo verlas a la cara, ¿Y cómo podría? Les he fallado. Sigo llorando pero ahora en silencio mientras Zenda se prende del cuerpo de mi mamá. Pongo mi mano en su espalda pero nada es suficiente para calmarla. - Ava... Zenda... Lo siento tanto, lo siento tanto, lo siento tanto, lo siento... lo... - Permito perder el control un segundo murmurando disculpas que no sé si se escuchan. No puedo creer que pasara esto. No puedo creer que fui tan inútil que no pude defenderla cuando más me necesitaba.
Un ajetreo se arma cuando Seth sale despedido por el aire hacia su mamá y de repente ya no hay nada. Hay un momento de silencio antes de que todos se alarmen. No está Jaime. No están los aurores. Sólo estamos nosotros y no creo que nuestra situación actual, por muy desgraciada que sea, vaya a ser suficiente para saciar la sed de sangre con la que vinieron a atacarnos. Algo no va bien y parece que todos piensan lo mismo. - Zenda... Tenemos que irnos... No podemos quedarnos. - Pero ella grita y llora a nuestra difunta madre. Ava y yo intentamos soltarla pero al final es Ben quien se la lleva. - Sé valiente, te veremos pronto. - Le digo cuando ya se está marchando. "Sé valiente". Que egoísta. No esperaba que ella tuviera que pasar por lo que nosotros cuando éramos pequeños, y es que le ha tocado peor y ha demostrado ser tan fuerte. Pero es sólo una niña, ¿Cómo podemos pedirles que sean valientes y se vayan después de todo lo que acaban de vivir? No tienen un hogar a donde regresar. No tenemos nada.
- Ava, hay que sacar a los demás. - Le digo después de que me obliga a incorporarme y me regresa a la realidad. Mi hermana menor es muy fuerte. No quiero dejar el cuerpo de mi madre pero tenemos que sacar a los niños. - Después volveremos por ella. - No sé a para quién lo digo. Si para ella o para calmarme a mí, como sea, la promesa nunca llega, porque pocos minutos después de que se fueron los enanos el silencio llega, y tras unos segundos de casi tranquilidad, las bombas. Veo en cámara lenta como caen sobre lo que quedaba del distrito y de forma instintiva envuelvo a Ava en mis brazos y nos impulso hacia el arroyo. Intento ver por última vez el cuerpo de mi madre pero es inútil, la corriente es demasiado fuerte para ver nada o intentar nadar. Aprieto con fuerza el cuerpo de mi hermana que batalla igual que yo. - ¡Ava, no te sueltes! - Le grito como puedo, tragando agua en el proceso y sintiendo como nos movemos velozmente lejos de todos.
Trama del distrito 14
Interacción: Ava, Zenda
Mención: Todos
Mención: Todos
Icono :
Here it was they lit the flame
A pocos segundos de haber jalado el gatillo es que me doy cuenta de lo que he hecho. Ben me grita. Seth me grita. Jared me grita. Y yo simplemente no puedo evitar ponerme a llorar. Estuve a punto de... estuve a punto de dispararle. Estuve a punto de matar a mi propio hijo. Las lágrimas brotan cuando intento acercarme al niño pero él me rehuye. Ben lo toma y luego Seth se interpone entre él y un hechizo que iba dispuesto a lastimarlo. Corro hacia ellos y los envuelvo, al tiempo que Seth hace lo mismo. - Jared, mi bebé yo... Seth, yo no quería lastimarlo, yo no quería... - Y no lo he hecho, pero eso no borra de mi cabeza el que se me haya cruzado la idea. Herir a mi propio hijo.
El reencuentro no dura mucho y apenas tengo unos segundos para acariciar la cara de Seth, tratar de memorizar todas sus facciones para convencerme de que está bien y está frente a mí; antes de que nos empuje y se coma otro hechizo por el que acaba tirado frente a su madre. - SETH NO. - Grito y tengo que apretar a Jared contra mi pecho cuando noto su intento por salir corriendo hacia él. Sus gritos se unen a los míos. Llama a su papá al tiempo que llora pero cuando me dispongo a apuntar y disparar, lo veo ponerse de cabeza y desaparecer junto con Jaime. - NOOOOOO. NO, SETH, NO. NO POR FAVOR NOOOO- Se ha ido. Se ha ido y no sé si lo volveré a ver. Mi esposo y el padre de mi hijo... ya no está.
Jared llora como nunca lo había visto y no lo culpo, su papá desapareció frente a nosotros y su mamá intentó dispararle antes. Mi pobre bebé, todo lo que ha tenido que ver y sufrir. Ben llega después de un momento y me dice que se lo va a llevar para ponerlo a salvo. Estoy aturdida. Estoy perdida. Quiero quedarme aquí y echarme a llorar. Pero no puedo, no puedo rendirme porque todavía hay alguien que depende de mí. Me levanto enseguida y volteo a ver a mi hijo. - Ve con tío Ben. ¿Sí? Te prometo que todo va a estar bien, pero tienes que irte. Piensa en papá. Papá querría que estuvieras bien y para eso hay que sacarte de aquí. - Con esta última frase escucho como se corta mi voz pero sigo alentádolo a irse. Lo abrazo con todas mis fuerzas y le planto un beso tremendo en la frente sintiendo como un par de lágrimas mojan mis labios y su piel - No olvides que te amamos. No lo olvides nunca. - Y como si nada, se aleja de mí. Escucho su llanto pero sé que tiene que irse si quiero que sobreviva.
Siento dolor en todo mi cuerpo y en mi corazón mientras ayudo a los niños a alejarse y a los heridos a levantarse. No sé cuánto tiempo pasa pero de repente escucho el sonido de algo que no puede ser otra cosa mas que aerodeslizadores. Corro en la misma dirección por donde desaparecieron los niños, hacia el puente, al lado de mí van Amber y Derian que se han dado cuenta al mismo tiempo que yo de lo que está por pasar. No sé donde están los demás y no puedo regresar si quiero vivir otro día para encontrar a mi familia. Así corro, casi vuelo a tiempo para ser impulsada hacia adelante cuando cae la primer bomba. Mi cuerpo rueda por lo que queda del puente y queda a pocos metros de distancia. Me levanto adolorida y volteo a ver a mis acompañantes, con la esperanza de que sigan vivos.
Trama del distrito 14
Interacción: -
Mención: -
Mención: -
Icono :
HERE IT WAS THEY LIT THE FLAME
¿Dónde estaban los demás? ¿Dónde estaban Echo y Eowyn? ¿Por qué no veía a Cale y a Ava? No fui capaz de ver nada a unos metros a la redonda. Mis pulmones estaban cargados de humo y sentía como de un momento a otro podía desfallecer ahí mismo. El sonido de los aerodeslizadores inundó el pedazo de bosque anunciando el inminente bombardeo, por lo que me moví deprisa, corriendo hacia el puente donde vi a Sophia y a Amber. El oxígeno me llegaba intervalos intermitentes, pero tuve el suficiente para cruzar el puente al mismo tiempo que la primera bomba caía, obligándome a saltar hacia adelante y caer sobre el suelo.
El oído me dolía y el pitido no me dejaba en paz, mientras intentaba levantar el rostro para ver si ambas estaban bien. No quise levantarme, no tenía fuerzas para ello mientras a mi espalda, el distrito catorce desaparecía por completo.
TRAMA DEL DISTRITO 14
Icono :
Here it was they lit the flame
¿Volver por ella? En un inicio creí que me hablaba de Zenda, pero cuando comprendí que hablaba de mamá, tuve el impulso de gritarle. El cuerpo sin vida que reposaba sobre el piso no era mi madre. Mi madre era la mujer fuerte que me crío por su cuenta desde que tenía memoria, aquella con la que discutía más veces que las que no, pero que me amaba incondicionalmente y terminaba aconsejándome sin importar qué tan ridículo fuese mi problema. La persona que me había arropado de niña, y con la que podía compartir una copa de vino de grande, mientras intercambiábamos risas y anécdotas estúpidas. No necesitaba volver por su cadáver, prefería recordar la expresión que ponía cuando nos veía regresar de una excursión, con esos abrazos que parecían durar siglos y esas inspecciones minuciosas para ver que no estuviésemos más heridos de lo que hubiésemos querido admitir. Sin embargo, me callo, porque no creo poder emitir una palabra sobre ella sin romper en llanto.
Al final mi silencio sirve de algo ya que, al no haber irrumpido en uno de mis típicos ataques de gritos, puedo sentir el zumbido que cada vez parece acercarse más y más, hasta que los enormes aerodeslizadores hacen su aparición. - ¡Mierda! - Sigo con la vista la trayectoria de los objetos que dejan caer, y cuando el primero hace contacto con su objetivo, Cale ya me tiene agarrada con una rapidez y una fuerza que no creía que fuese posible.
El caer contra el agua duele, y por unos segundos siento que me ahogo por debajo de la corriente en lo que Cale no me quiere soltar. Subir a la superficie nuevamente se siente lejos de ser un alivio, porque cuando dejo de toser y puedo respirar en lo que me aflojo un poco del agarre de mi hermano, puedo notar como la imagen del distrito va desapareciendo conforme nos alejamos. Solo puedo ver una columna de humo negra elevarse a lo lejos y en lo que trato de mantenerme a flote en la tumultuosa corriente, una sola pregunta llena mi mente. ¿Quiénes…?
Trama del distrito 14
Mención: Cale, Zenda.
Here they sang about tomorrow...
Fue una calma escalofriante. Las voces se apagaron poco a poco, evidenciando que allí ya no había vida, ni futuro, ni siquiera esperanza. El fuego crepitó y devoró cada rincón, cada fotografía guardada en sus hogares, cada memoria que se había construido en ese lugar por casi dieciséis años. Un hogar caído, un sitio que ya no podría contar su historia.
Pasaron horas. Cayó la noche y el humo negro y aún se elevaba en el aire. Fue con las primeras luces del amanecer que los aurores regresaron, lo suficientemente especializados como para controlar el fuego y luego extinguirlo. Con avidez revisaron los restos, encontrando cenizas y destrucción. Pocos cuerpos habían evitado consumirse por completo, pero ya no quedaba nada de esas personas. La evidencia gritaba lo obvio: el catorce había sido vencido y sus habitantes estaban todos muertos. Ya no había amenaza. Ese capítulo, por fin, había terminado.
Pasaron horas. Cayó la noche y el humo negro y aún se elevaba en el aire. Fue con las primeras luces del amanecer que los aurores regresaron, lo suficientemente especializados como para controlar el fuego y luego extinguirlo. Con avidez revisaron los restos, encontrando cenizas y destrucción. Pocos cuerpos habían evitado consumirse por completo, pero ya no quedaba nada de esas personas. La evidencia gritaba lo obvio: el catorce había sido vencido y sus habitantes estaban todos muertos. Ya no había amenaza. Ese capítulo, por fin, había terminado.
... and tomorrow never came.
Final escribió:
- Los sobrevivientes del distrito 14 son, solamente, aquellos que han sobrevivido a esta trama. A partir de este momento, sus rangos cambiarán a "fugitivos".
- El catorce ya no es una zona segura y no podrán abrir temas nuevos dentro del mismo. Se les permite, sin embargo y obviamente, terminar sus roles ya abiertos ubicados temporalmente antes de la trama.
- De momento, nadie sabe que las personas de otros grupos han sobrevivido. Pueden manejar como quieran con el paso del rol cómo se moveran a partir de ahora.
- El promedio fue de 11 post en esta trama. Se le ha otorgado 100 galeones a aquellos que superaron el corte, y 50 galeones a quienes no lo hicieron.
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# Here it was they lit the flame || Trama 14
Página 18 de 18. • 1 ... 10 ... 16, 17, 18
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Echo R. Duane
Ava E. Ballard
The Mighty Fall
Zenda M. Franco
Delilah A. Looper
Benedict D. Franco
Seth K. Niniadis
Kyle A. Overstrand
Cale J. Ballard
Arleth L. Ballard
Kendrick O. Black
Sophia A. Niniadis
Beverly S. Redford
A. Sean Niniadis
Jamie D. Niniadis
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