Era uno de los pocos días soleados en semanas por culpa de un invierno que había dejado una capa de color blanco en todas direcciones, provocando un brillo casi molesto en los ojos de quien la mirase por mucho tiempo. Aprovechando el buen clima a pesar de la nieve, algunos miembros del Distrito 14 decidieron que era una buena oportunidad tanto para cazar algún animal que sirviese para rellenar sus reservas de invierno como para enseñarle a algunos de los chicos a moverse en ese tipo de climas, aprovechando principalmente que no muchos parecían animados con la idea de salir a un bosque donde caminar se haría tedioso. Menos niños, más rápida sería la enseñanza.

En esa ocasión salieron a pie, abrigados y armados de manera ligera para un viaje que no debería llevarles más que una tarde. Iniciaron un camino recto que los envolvía cada vez más en el interior del bosque, ese que parecía silencioso ahora que la nieve era la que reinaba. Unas ardillas muertas y envueltas en bolsas más tarde, se detuvieron cerca de un arroyo para beber algo de agua fresca y descansar las piernas, cuando alguien levantó la vista y señaló el cielo. ¿Eso era una hilera de humo? ¿Quién habría iniciado una fogata y a cuánta distancia se encontraba? La opción era obvia: había que averiguar quién se había acercado tanto a su hogar.

Frunzo el ceño y aprieto los labios, viendo el reloj en una esquina agotarse, y de no ser por que Kendrick me saca la tableta de las manos creo que se me habría caído al suelo de los nervios. Ni siquiera me di cuenta de que apreté el mismo botón que Ben escasos segundos antes, lo que me hace cruzarme de brazos en un gestos mientras Ken lo intenta de nuevo.

Suelto un suspiro de exasperación cuando vuelve a emitir un sonido que indica que hemos vuelto a fallar, para después observar a Ben empezar a gritar números mientras aprieta otro. - ¡Que ese ya lo has probado!- Digo en un chillido agudo cuando aprieta el mismo número otra vez, sacándole el chisme de las manos. Como no me dejan concentrarme en lo que hago, o hacemos, qué más da, toco sin querer otro número repetido. - Mierda. - Llego a decir incluso antes de que a la tableta le de tiempo a reconocer el código como erróneo.

Me distraigo un momento que Kendrick aprovecha para toquetear números por encima de mis hombros, a lo que respondo intentando pegarle un manotazo inútil porque lo consigue. Bufo mirando a Ben cuando utiliza tanto sarcasmo, casi queriendo pegarle a él otro manotazo, pero me contengo porque es Zenda quien me quita la tableta de las manos en un movimiento que no estaba esperando y me despista cuando me tiende el conejo. - ¿Tengo pinta de Alicia en el país de las maravillas? - Bufo más para mí misma tras soltar un soplido y me agacho para depositar al animal en el suelo. En eso que Ben trata de acercarse y vuelve a tocar el mismo número. - ¡Por dios! - Murmuro acercándome hacia donde están los Franco e intento manosear para acercarme a los botón. Otra vez el dichoso dos.