Recuerdo del primer mensaje :


Como uno de nuestros propósitos del nuevo año, teníamos el construir o ampliar el baño para que cupiera la bañera con patas de león que trajimos del monoambiente en el que vivíamos con Mimi, cuando todavía seguíamos en el distrito cinco. En tanto esto no fuera un hecho, la bañera se movía de un lado al otro de la casa y esta noche había terminado en el centro mismo de la sala, que no era especialmente grande, nada en la vieja casa de mi abuela lo era, pero la chimenea encendida y un par de hechizos se encargaban de que fuera la estancia más cómoda y cálida para pasar las bajas temperaturas de las noches de invierno. El sillón al que logramos sacar el penetrante olor a humedad servía para dar cabida al menos a tres personas, la bañera a otras tres más y si no quedaba la alfombra frente al fuego.

Después de un par de sorbos en la cena de celebración y las primeras botellas cortesía de Holly que fueron quedando vacías, el calor comenzaba a subirse por mi garganta. Tirada como estaba dentro de la bañera, con mis piernas dobladas para que los pies pudieran apoyarse en el borde, uso mi dedo índice para apuntar a Hero. —¿Todo un año de besos castos con Sage o una vez de la que nunca se hablará con Oliver Helmuth?— le pregunto, me echo hacia delante con tanta violencia que me provoca un mareo y es que mi alarma es real. — Hero, tu sabes quién es Oliver, ¿verdad? Era tu vecino, ¿no?—. Y es que el universo bendice a pocas personas con milagros así de tener un vecino como estos, el resto somos parte de una larga lista de seguidores en Wizzardface, o ni eso, que cerré mi cuenta apenas me mudé con Mimi. No iba a ponerme a compartir historias de nuestro día al día en el cinco y menos con mi novio-nonovio, ¿no?      

Codeo a Holly que tengo a mi lado. —Estos juegos se me dan fatal, piensa tú una pregunta— le pido, que algo hay que hacer mientras pasa la madrugada y lo que trajo Beverly hace efecto en el resto de las chicas, que yo la quiero, pero nuestra amistad encuentra su límite en las drogas, me preocupa ser de esas que se largan a llorar como una bebé por nada y por eso mismo voy midiendo los últimos sorbos que le estoy dando al vodka, que ya siento que me está pesando la cabeza.

El miembro 'Kendrick O. Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Azar' :

¿Acaso alguien decía eso de él? porque a decir verdad en las únicas que podía pensar de esa manera eran en Beverly, Holly o Mimi, quienes eran las encargadas de la droga, el proponer juegos, y el alcohol casi que respectivamente. Claro que había aprendido con rapidez que cosas aceptar y cuales declinar, pero eso era más por no querer perder la conciencia yo más que otra cosa. Y bueno, evitar sermones en casa también era una buena razón.

No se me da del todo mal el juego, pero mi atención se desvía cuando Jim dice algo que ciertamente no esperaba. No como excusa para su nariz, y mucho menos… no lo esperaba. Punto. - ¿Qué tienen que ver David con mi honor y qué…? - No entiendo nada, no sé qué fue lo que tuvo que defender y agradezco que haya perdido porque necesito una explicación de esto, como que ya. Tomo el vaso que tenía como consigna y lo vacío en un par de tragos. Y solo por si acaso tomo otro que ni sé que tiene porque siento la garganta seca de sólo pensar en cómo alguno de los dos tiene algo que ver con nada. - Déjame ver si lo puedo comprender, ¿me estás queriendo decir que Dave te golpeó? ¿y cómo es que fué por defenderme? - No, es malo estar hablando de esto con Hero tan cerca. Tironeo de su manga y trato de apartarlo de la mesa de juego, y me cruzo de brazos a la espera de su respuesta.

Lo único que contesto son muequitas y pequeños movimientos de mis hombros, todavía estoy aferrándome a uno de los vasos que debía tomar cuando ella tironea de mí hasta alejarnos del grupo. Es la rapidez con la que nos movemos la que me marea, no ayudando a la manera en la cual mi estómago se revuelve y tengo que asomar la cabeza por la esquina para ver si alguien nos está oyendo; de paso, intento acomodar un poco los hechos — Sage hizo una broma sobre nosotros y David decidió acusarme de pedófilo aprovechador y de querer arruinarte — creo que era algo así, lo digo con un tono tan cansino que suena a algo que he repetido mil veces. Doy un trago a esta cosa que ya no tiene ni sabor, relamo mis labios y apoyo una mano contra la pared, usándola de apoyo para acercarme un poco a ella y poder bajar la voz — Tienes un guardaespaldas muy dedicado, princesa. Tanto que ni siquiera quiso escuchar mi explicación — ¿Tenía alguna excusa para lo que había pasado? No muchas, pero ya daba igual.

Agito un poco el vaso para ver cómo se mezclan los hielos y uso esa misma mano para estirar un dedo al señalarla — Tú… — suena hasta acusador, se me patina una sonrisa guasona — Me dijeron que te gusto. ¿Sientes algo por mí, Meerah? ¿Y por eso es que estoy recibiendo golpes gratuitos? — creo que ya he mezclado las cosas, se me escapa una risa que hace eco dentro del vaso y vuelvo a beber, alejándome de ella para recargarme contra la pared.

Mi única acotación es una risa que disimulo al beber, que si Syv ha decidido apuntar a Mimi como su mayor amenaza, yo no voy a meterme — Me siento estafada de que no crean nuestra historia de amor — digo solamente, mis ojos siguen el tiro de Syv, quien parece que se va a terminar tomando hasta el agua de los floreros y Ken, que ha hecho un tiro que lo ha salvado de terminar vomitando a la par. En vista de que solo nosotros, Hero y Sage siguen en juego, me adelanto para tomar mi pelotita rosa de la suerte. Le doy un beso y todo.

— Es una pena de que no ganen, Kyle — le acoto antes de prepararme para lanzar — Y yo que iba a hacerles tragos especiales a todos si ganaban. Jared. ¿Quieres controlar que nadie se beba lo que va quedando así no nos arruinan el juego? — que lo último que falta es que se lleven vasos de más.

El miembro 'Holly A. Callahan' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Azar' :

Dave y Jim se pelearon por Meerah. Momento. DAVE Y JIM SE PELEARON POR MEERAH. Busco con mis ojos los vasos que tengo delante y no me importa su sabor, me hago con uno de color azul y le doy un trago tan rápido que siento que me da vueltas la cabeza por no respirar — Vas a tener que darme unas cuantas explicaciones, Sage Noble — le amenazo, aún sintiendo la boca dormida por el alcohol y le apunto con un dedo — ¿David…? Pero si siempre lo vi tan tranquilo — no puedo decir lo mismo que Jim, a quien veo que se va arrastrado por mi sobrina y tengo que darle un fuerte apretón a mi novio en el brazo. De acuerdo, siento que me he perdido de mucho por estar preocupada por cosas tan tontas como perder la virginidad. ¡Ni se la merece si no me trae el chisme completo!

Y otra cosa que me he perdido es que el juego sigue y, aparentemente, hubo alguna conversación con respecto a los ganadores. Apoyo el vaso vacío y me froto la frente con una mano por debajo del flequillo, tratando de respirar. ¿Cómo es que disfrutan de esta sensación? Me hago con una de las bolitas, así puedo volver a tirar.

El miembro 'Hero N. Niniadis' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Azar' :

- ¿Tenemos una historia de amor? - Que al parecer ya me estaba perdiendo el estar en una cita como para encima perderme mi supuesto amorío con Holly. - Mira que talento que tienes que me has conquistado sin que me entere, eso es habilidad, Callahan. - Me sonrío y me cuelgo de su cuello mientras le hago una mueca a Syv frunciendo el ceño  y los morros al mismo tiempo. - No necesito mirar, Albi. No ves que al parecer tengo mi historia de amor aquí. - De acuerdo, puede que el alcohol me estuviese pegando, sobria no descartaría alegrarme la vista un poco.

- Tengo curiosidad, ¿qué ibas a reclamar como premio, Kyle? Que ya no cuenta, pero el alcohol es un padrino generoso a veces. - Los tragos podían estar igual, con o sin premio. Aunque no sabría si confiárselos a Jared. Quien sabe si con ganas de probar no acaba haciendo fondo blanco incluso. - Me toca de nuevo, ¿no? .

El miembro 'Mimi J. Johnson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Azar' :

Miro con los ojos abiertos como platos como Hero se termina el vaso a una velocidad que me evoca un recuerdo que creía olvidado. Claro que en aquella ocasión era chocolate en vez de alcohol, y yo todavía era su esclavo, ¿cuánto había pasado desde aquel entonces? casi dos años aproximadamente.

- Me estaba burlando de Jim y Dave escuchó, eso es todo. Se puso loco al enterarse de que James la había besado y lo golpeó. - No voy a embarrar a Jim al agregar los comentarios que tuvo respecto a ellas, ya tuve suficiente de abrir la boca. - Fue un malentendido. Dave estaba siendo sobreprotector, y Jim tampoco se quedó callado. - No había demasiado que contar, y con sinceridad ya me había olvidado de la mayoría de los detalles. No ayudaba el haber estado bebiendo desde hace rato.

Su apretón me hace soltar un quejido que se termina convirtiendo en un suspiro resignado cuando noto a dónde se va su vista. ¿Qué tenía Jim con refutarme los argumentos antes de terminar de enunciarlos? - Luego te ayudo a atarlo a una silla e interrogarlo si quieres, mientras ¿seguimos con el juego?

El miembro 'Sage A. Noble' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Azar' :

¿Pedófilo aprovechador? ¿Arruinarme?... ¿PERO QUÉ CLASE DE DROGAS ESTABA REPARTIENDO BEVERLY? En primer lugar, nadie se había aprovechado de nadie; en segundo lugar, tenía la edad suficiente para defenderme solita si el caso hubiera sido otro y en tercer lugar, ¿desde cuándo Dave era de los que iba de lleno a los golpes? La sospecha se pinta en mi rostro y tengo que entrecerrar los ojos para poder enfocarlo, pero no puedo hacerlo bien porque antes de que pueda pronunciar palabra me sorprende la cercanía de… todo él. ¿Era necesario que me hablara tan cerca? - No es mi guardaespaldas. Solo es un buen amigo que… no sé, algo debes haber hecho para que reaccione así. ¿Qué le dijiste? - Porque no me podía creer que David hubiera repartido golpes gratuitos. Esperaba de verdad que  ese no fuera el caso o tendria que tener unas serias palabras con él.

Se me pone bizca la mirada cuando apunta un dedo en mi dirección, y estoy por preguntarle “¿qué?” cuando habla y suelta una acusación que no comprendía. ¿No era que los borrachos siempre dicen la verdad? - ¿De dónde sacaste eso? Los golpes te los ganas solito. Yo solo dije que había sido divertido besarte, jamás dije nada de que me gustases. - ¿Y por qué se lo había dicho a él? Había dicho que lo negaría. Maldita bebida… - Mira, sea cual sea el problema que hayas tenido con Dave, gracias pero no hace falta. Mi honor me lo defiendo solita. No necesito ni guardaespaldas ni caballeros, y procuraré hacérselo saber a él también. - ¿En qué momento mi vida había dado tal giro, que un ex esclavo tenía que defenderme de alguien más? O de las opiniones de alguien más, cosa que todavía ponía en duda.

¿Qué le dije para que reaccione así? Me golpeteo el mentón con los dedos como si fuese un teclado, revoleando los ojos hacia arriba — Estemmm… creo que se ofendió porque dije que eran planas pero tenían lindas piernas. Y luego Sage hizo una broma sobre nuestro beso, Meyer se hizo el salvador y ya luego todo se volvió una discusión y un desmadre — que está bien, yo también lo provoqué cuando me hizo enfadar pero, obviamente, ese fue el punto: ¡Me hizo enfadar! Con sus aires de sujeto perfecto y respetuoso, a quien nadie llamó y cuya opinión ni debería importarme. Es un mago triste que se cree demasiado noble por ser funcionario del ministerio y jugar a juntarse con rebeldes al mismo tiempo.

Chasqueo la lengua varias veces en lo que sacudo mi mano libre como una bandera flácida frente a su cara — No, no, Sage me lo contó — ¿Estoy siendo brutalmente honesto? — ¡Yo no tuve el problema! ¡Es él quien tuvo el problema conmigo! — me irrito, que ya esto se está tornando ridículo. Bebo lo que queda de mi vaso, lo apoyo sobre el mueble que tengo más cerca y me separo de la pared con las palmas en alto, tratando de enfocarla como se debe — Le dije que eras lo suficientemente lista como para cuidarte sola. ¿Y quién terminó con la nariz rota? Yo. No lo sé, parece que no hago absolutamente nada bien — resoplo con obvia frustración, uso mis nudillos cansados para frotarme uno de los ojos — ¿Así que es divertido besarme? Bien, al menos no la he cagado del todo.

¿Se había ofendido por eso? ni siquiera podía quejarme de que hablaran a nuestras espaldas cuando antes de que llegaran nuestro tema de charla no era distinto, y mucho menos me parecía motivo de ofensa su opinión de nosotras. No era mentira el que fuésemos todas bastante poco dotadas en cierto atributo, pero aún así no me ofendía. Tampoco me tomaba por sorpresa el comentario de Sage. Es el cómo pasaron de eso a los golpes lo que me resultaba extraño. - Juro que sigo sin entender y sé que no tengo tanto alcohol encima… Creo. - ¿Cuánto había tomado? Solo un par de vasos, ¿no? El brindis, los tragos, el juego… nada demasiado cargado como para atontarme del todo.

- ¿Y Sage de dónde saca esas cosas? Porque me habría acordado de tener una charla sentimental con el novio de mi tía y… - Ni bien las palabras abandonan mi boca es que me doy cuenta, y termino recargando mi cabeza contra la pared trasera. - Olvídalo. Es cosa de Hero y su mente romántica. Deberías decirle a tu amigo que no debe creer todo lo que salga de la pelirroja. - Otra que se sumaba a la lista de personas con las cuales debía tener una charla.

- Ya, ya… - No voy a seguir acusándolo cuando parece que sí tiene en claro que el como elija comportarme es cosa mía. - No creo que hayas hecho nada mal si sabes que puedo cuidarme por mi cuenta. Gracias por eso supongo… - Hago una mueca y no sé muy bien qué más decirle, así que me encojo de hombros y vuelvo a creerme que el alcohol es una buena excusa para poder ser franca sin tener que preocuparme mucho luego. - Ya te había dicho que había sido un buen beso, no sé dónde está la sorpresa. - Muevo la cabeza de un lado a otro y termino quedando pensativa. - No, en serio no sé de qué se sorprende tanto todo el mundo. ¿De verdad te golpeó así sin más? Es… no lo sé. En todo caso deberías haberle dicho que la aprovechada fui yo. - No había estado tan ebria como para olvidar que yo era la que había robado el primer contacto. Me daba cosa que haya terminado así de golpeado.

Ni le respondo, la mirada de obviedad solo espera a que reaccione por su cuenta y obvio que lo hace, Hero parece tener un master en esto de inventarse historias acorde a sus caprichos románticos — Y tú deberías decirle a tu tía que deje de ver en nosotros una telenovela — quiero a la colorada, de verdad, pero a veces le vendría bien el callarse la boca. Al menos, entre todo lo que ha sucedido hoy, me quedo con el consuelo de que ella sabe que sería incapaz de verla como una niña inútil, que los dos tuvimos un mutuo acuerdo esa noche y no comprendo, de verdad, como seguimos sufriendo consecuencias al respecto cuando pasaron como dos meses. Me encojo de hombros.

Le sonrío con desgano y paso un brazo por encima de ella, con la única intención de hacerme con una botella de lo que creo que es cerveza y alguien ha dejado ahí — ¿Por qué habría de mentir? — la miro con un parpadeo de sorpresa — No me arrepiento de haberte besado, lo disfruté. Todo lo que pasó después por personas estúpidas es otro tema… — claro, nuestros amigos no son los estúpidos, creo que estoy siendo obvio. Doy un largo trago, echándole un vistazo a ese juego que sigue girando y vaya a saber cómo va a terminar y, antes de arrepentirme, le tiendo la botella en una especie de deja vú — No conozco demasiado a Meyer, pero me pareció un imbécil. Si te casas con un sujeto como él alguna vez, me sentiré muy decepcionado de ti. Aunque tendría sentido, ¿no? Parece ser como el tipo ideal — no, no me estoy comparando con David Meyer. Bueno, tal vez sí, pero es porque el panorama te da a pensar. Me limpio la boca con el dorso de la mano, seguro de que tengo rastros de alcohol aún en los labios — Tenemos que dejar morir el tema de una vez, Powell. Ve y bésate con alguien más, a ver si eso le quita las ideas a Hero y podemos cerrar ese capítulo. ¿Qué opinas de Kyle? — que es el único disponible, a ver si puedo quedarme solo bebiendo en un rincón.

Ya estoy acostumbrada a los berrinches de Jared, por lo que ignoro lo que dice y bebo el trago que me toca. Pero supongo que tampoco podía negarle experimentar, al fin y al cabo todos empezamos entre los 12 y 13 años.

- Okey Jared, puedes participar si siguen en equipo conmigo y Kyle y puedes probar los tragos, pero solo probar - le digo, lo unico que me faltaba era que papa 2 se enojara conmigo, lo había visto pocas veces pero no era lindo - Y te prometo que en 2 años te dejo probar brownies locos - teniendo en cuenta que había tenido mi primera vez a los 13, me parecia un buen trato.

Asiento cuando pregunta el sistema del juego y le levanto los pulgares cuando lo hace parecido a mí, realmente lo había hecho bien. Pero el festejo se acaba cuando Kyle pierde.

- Defintivamente siento que no nos damos suerte - le digo riendome.

- Tú no me dices lo que puedo hacer o dejar de hacer. - Le espeto cortante, ignorándola por lo que sigue de la ronda y bebiendo cuando el juego lo indica. Y cuando yo quiero también, incluso aunque no sepa qué tiene el vaso, o el hecho de que ni siquiera tenga sed. - Ya. Me aburrí de esto. - Prefiero hacerle caso a Holly cuando perdemos, y me mantengo al margen mientras observo los vasos con detenimiento.

- Ya la oiste. Nada de bebidas para tí. - Me burlo de Beverly mientras le saco la lengua y me cruzo de brazos. ¿Cómo es que yo siempre obtenía su lado controlador? La mayoría opinaba que Beverly era divertida, en cambio conmigo solo era un constante fastidio. - ¿Cómo la aguantas? - Es mi consulta hacia Kyle.

¿Que dejara de decirle a mi tía qué? Era ella quien me había introducido a casi todas las series que veía, sin contar con la cantidad de chismes de colegio que conocía antes de haberse visto obligada a abandonar el Royal. ¿Cómo le decía a alguien que había vivido consumiendo eso veinticuatro siete, que dejara de hacerlo? Casi que hasta me parecía cruel de mi parte el no darle material. Énfasis en la palabra casi, ya que no me gustaba que nadie me dijera lo que tenía que hacer, y mucho menos lo que tenía que sentir.

Presiono dos yemas de mis dedos contra mi sien cuando una vibración molesta se instala en mi cabeza, cerrando mis párpados con fuerza hasta el momento en que siento como su brazo roza mi nariz. Hago el amago de alejarme, pero el tener la pared detrás limita mucho mi rango de movimiento. - No voy a acusarte de mentiroso cuando solo has sido honesto conmigo desde que te conozco, pero es difícil de imaginar que David haya golpeado a nadie. - Era David, el muchacho que le cambiaba los pañales a mi hermana mientras hablaba de cualquier otra cosa conmigo. Incluso en el casamiento no había sido otra cosa más que adorable. Bromas aparte, tendría que tener una charla muy seria con él porque NO puede ir golpeando a todo aquel que bese. No era su hermana menor. - ¿Te haría sentir mejor el saber que una vez acabó colgado en el aire solo por bailar conmigo? Tal vez el alcohol le pegó, o trató de replicar lo que le había pasado en aquel entonces… No lo sé. Luego dicen que las chicas somos complicadas. - Y pese a lo que dije en el juego, no pienso casarme con él. - Aseguro. - ¿A qué te refieres con tipo ideal?

Tomo la botella que me ofrece y, a falta de otra cosa para hacer, la llevo a mis labios y bebo de la cerveza que gracias al cielo todavía no perdió por completo el frío. - En primer lugar, creo que Kyle y Bev tienen algo, o eso es lo que entendí. En segundo lugar, ¿por qué no lo haces tú? Incluso se lo puedo vender como historia trágica. Anda, ve a romperme el corazón. Si quieres hasta puedo fingir llorar. - Dudaba poder en realidad, pero no sería un mal teatro.

Rodar los ojos es una pésima idea, hace que me dé vueltas la cabeza. ¿Acaso que clase de santo es David como para que sea tan increíble una pelea causada por él? Que está bien, yo no fui ligero de palabras, pero no soy quien inició la disputa — Vas a morir soltera y virgen si te siguen cuidando de esa forma. De seguro acabas siendo de esas que la gente tiene miedo de invitar a salir por lo que podría pasarles — intento bromear, pero la verdad es que me suena a que esa idea la saqué de algún lado. ¿Alguna película? — ¿Qué juego? — me gana lo chismoso, aunque pronto me olvido de esa pregunta. Descubro que, aunque tenga demasiado alcohol en la sangre, hay cierto pudor en los pensamientos que me cruzan la mente y sospecho que será fácil juzgarme — Tú sabes. Tiene educación, un empleo, a las chicas les gusta — o eso parece, qué sé yo — Creo que hay cierto estándar social que él cumple y luego estamos personas como yo. ¿Sabes que Kendrick tiene que ayudarme a leer una novela? Y el otro día se me quemaron todos los panes de Sage — creo que no va a seguirme el hilo, pero ya qué.

¿Bev y Kyle tienen algo? Ah, sí, creo que algo escuché por culpa de los chicos, pero pensé que eran solo amigos. Mi atención visual se la lleva la bebida que se vacía un poco por su culpa, hasta que consigo reírme entre dientes — Tu corazón debe ser difícil de romper, princesa — aunque es una broma, sospecho que tiene parte de verdad. Me quito algo de cabello de la cara para tener la posibilidad de barrer la habitación con la mirada, no muy seguro de la situación — Dudo que alguna quiera besarme, pero el otro día Syv intentó engancharme con Mimi — le arrebato la botella, a sabiendas de que esto parece un recordatorio de lo que sucedió la última vez que estuvimos en una fiesta. Es extraño lo mucho que cambian las cosas en solo unos meses — De todas las personas que he conocido, eras la última con la que hubiera imaginado terminar en una situación como esta. Ya sabes, buscando a quién besar con tal de marcar una distancia entre nosotros para con el resto — todo es tan ridículo que me pinta una sonrisa, reprimo la carcajada y me llevo el pico a los labios — Como sea, feliz año nuevo.

No me entero qué nos merecemos por haber ganado o eso es lo que me parece escuchar, las caras se me hacen difusas cuando un mareo coloca la habitación de cabeza y tengo que sostenerme del hombro de Ken con toda la entereza que puedo, para que no se note lo que fuerte que me sentaron los últimos vasos que tragué sin pensar en la cuenta que ya llevo. —Me siento un poco mal— digo, muy bajo para que solo él me escuche, parpadeo un par de veces para comprobar si así mejora mi visión de toda la sala y no, no distingo entre Holly y Bev, ni entre Jim o Kyle. El pequeño en el comedor es sin duda Jared, es lo único que tengo claro. Siento el ardor en mi garganta y estoy cruzando a toda prisa hacia la puerta principal de la casa, la de la cocina no sé por qué se me hace que estaba más lejos. Doblo mis rodillas para acuclillarme al vomitar sobre los peldaños de madera de la entrada. —¡Estoy bien! ¡Estoy bien! ¡Lo juro!— contesto con el sabor rancio en la boca, a quien creo que es Ken palmeando mi espalda.