ÍndiceOTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
Cierre de Temas
The Mighty Fall
Registro General
Erik Haywood
It's a matter of blood [0.4]
Laurence B. Dickens
The Langdons [0.2]
Phoenix D. Langdon
Band of Blood [2.4]
Phoenix D. Langdon
Family with no name — 0-4
Birdie É. Barlowe
Little bróðir — 0.1
Syver A. Nygaard
Williams, Ezra Avery
The Mighty Fall
Gallagher, Cillian Brennan
The Mighty Fall
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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La segunda quincena de febrero ha iniciado con menos heladas, pero el rocío sigue brillando bajo la luz de una luna menguante gibosa que me sirve de iluminación en las afueras del distrito cinco. Son bosques de árboles altos y distantes, muy diferentes a aquellos que bordean las colinas del once o las fronteras del doce. Llegar hasta aquí toma su tiempo, moverme entre ramas bajo una capa de invisibilidad es una molestia y por eso la tengo guardada dentro de la chaqueta, en lo que mis dedos rozan el suelo. La nieve no era de ayuda para rastrear, pero hace unos días he decidido alejarme un poco de las zonas urbanas para expander la búsqueda de aquellos a los cuales hemos perdido, no muy seguro de que este sea el sitio más esperanzador de todos. No obstante, se los debo.
El vapor que sale de mi boca indica que estoy helado. Olfateo la tierra entre mis dedos, pero ni siquiera siendo un licántropo de sentidos agudos puedo identificar algún rastro familiar; me decanto por algún vagabundo que se ha alejado demasiado del centro, porque las huellas son humanas. Froto mis manos, en parte para quitarme el barro y en parte para darme algo de calor y me vuelvo a enderezar, acomodando mi ballesta en el hombro. Quizá sea hora de buscar algún refugio y seguir mi trabajo mañana, antes de regresar al departamento con las manos vacías, una vez más. Sigo convenciéndome a mí mismo de que están vivos, porque de ser asesinados habríamos visto algo en televisión, pero no estoy seguro de ello. El panorama incierto es lo que me vuelve tan irritante.
Me quito el cabello de los ojos cuando decido dar la media vuelta y retomar un camino del cual me he desviado, cuando el sonido de pisadas me pone en alerta. Los dementores no caminan, pero cualquier otra amenaza lo hace. Y estoy por buscar la capa, cuando un rápido aroma me indica que no haré a tiempo y me giro con la velocidad que me toma hacerme con la ballesta. Lo malo de ser muggle es que cualquier hechizo puede ser más rápido y el rayo de luz me arroja al suelo, arrebatándome un quejido — ¡Eso fue trampa! — me quejo con un bramido entre dientes — ¿Ahora les enseñan a atacar por la espalda? — para colmo, me he clavado el rifle en el culo y no tengo idea de dónde ha ido a parar la ballesta. Bonita forma de pasar esta noche, quizá no logre llegar a los treinta y uno.
El vapor que sale de mi boca indica que estoy helado. Olfateo la tierra entre mis dedos, pero ni siquiera siendo un licántropo de sentidos agudos puedo identificar algún rastro familiar; me decanto por algún vagabundo que se ha alejado demasiado del centro, porque las huellas son humanas. Froto mis manos, en parte para quitarme el barro y en parte para darme algo de calor y me vuelvo a enderezar, acomodando mi ballesta en el hombro. Quizá sea hora de buscar algún refugio y seguir mi trabajo mañana, antes de regresar al departamento con las manos vacías, una vez más. Sigo convenciéndome a mí mismo de que están vivos, porque de ser asesinados habríamos visto algo en televisión, pero no estoy seguro de ello. El panorama incierto es lo que me vuelve tan irritante.
Me quito el cabello de los ojos cuando decido dar la media vuelta y retomar un camino del cual me he desviado, cuando el sonido de pisadas me pone en alerta. Los dementores no caminan, pero cualquier otra amenaza lo hace. Y estoy por buscar la capa, cuando un rápido aroma me indica que no haré a tiempo y me giro con la velocidad que me toma hacerme con la ballesta. Lo malo de ser muggle es que cualquier hechizo puede ser más rápido y el rayo de luz me arroja al suelo, arrebatándome un quejido — ¡Eso fue trampa! — me quejo con un bramido entre dientes — ¿Ahora les enseñan a atacar por la espalda? — para colmo, me he clavado el rifle en el culo y no tengo idea de dónde ha ido a parar la ballesta. Bonita forma de pasar esta noche, quizá no logre llegar a los treinta y uno.
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Las patrullas nocturnas no me molestarían para nada si no hubiesen dementores dando vueltas calles más allá de las que recorremos nosotros, me ponen los pelos de punta. Al menos hoy no me toca con Dieguito, las cosas están un poco raras desde el funeral y la verdad ya me cansé de remarla en dulce de leche para que las cosas sean como antes. Me atacó como un loco, sí, pero no me lastimó tanto así que tampoco para hacer tanto drama... La que tendría que tener vergüenza es Val que la volteó una sanadora flacucha, pero valoro mucho mis rulos como para hacerle chistes al respecto. Así que nomás voy atrás de ella como una sombra, en silencio, un poco aburrido.
Me separo unos metros de ella y camino jugueteando con mi varita hasta que escucho pasos no muy lejos de nuestra posición. Me inclino hacia adelante y me voy acercando a la fuente cual monito saltando, tremenda sorpresa me llevo cuando veo al tipo pelirrojo de los carteles de se busca a punto de agarrar su ballesta - Expelliarmus - conjuro y un rayo rojo sale de mi varita y el tipo cae al suelo. Creo que voy a hacer de ese hechizo mi marca personal, además así no me tengo que aprender otros... Creo que lo mejor de convertirme en lobo y huir fue no tener que ir más a la escuela, ni de chiste me pongo a aprender cosas nuevas a ésta altura de mi vida.
- ¡Val! - llamo con urgencia sin dejar de apuntar a Franco con mi varita. El corazón empieza a latirme fuerte y me transpiran las manos, pero aún así mantengo cara seria para que no se me note el miedo - Crecí en la selva, ahí no hay reglas - respondo a sus palabras con el pecho inflado - Y acá tampoco - agrego rápidamente - Quédate quieto y tira tus armas fuera de tu alcance - ordeno mirando sus manos, tengo que estar atento porque puede intentar cualquier cosa en cualquier momento... Benedict Franco... Wow... Esto nos va a dejar bien alto, sobre todo después de que los chicos atraparon a Jefferson. Nuestro escuadrón está que arde.
Me separo unos metros de ella y camino jugueteando con mi varita hasta que escucho pasos no muy lejos de nuestra posición. Me inclino hacia adelante y me voy acercando a la fuente cual monito saltando, tremenda sorpresa me llevo cuando veo al tipo pelirrojo de los carteles de se busca a punto de agarrar su ballesta - Expelliarmus - conjuro y un rayo rojo sale de mi varita y el tipo cae al suelo. Creo que voy a hacer de ese hechizo mi marca personal, además así no me tengo que aprender otros... Creo que lo mejor de convertirme en lobo y huir fue no tener que ir más a la escuela, ni de chiste me pongo a aprender cosas nuevas a ésta altura de mi vida.
- ¡Val! - llamo con urgencia sin dejar de apuntar a Franco con mi varita. El corazón empieza a latirme fuerte y me transpiran las manos, pero aún así mantengo cara seria para que no se me note el miedo - Crecí en la selva, ahí no hay reglas - respondo a sus palabras con el pecho inflado - Y acá tampoco - agrego rápidamente - Quédate quieto y tira tus armas fuera de tu alcance - ordeno mirando sus manos, tengo que estar atento porque puede intentar cualquier cosa en cualquier momento... Benedict Franco... Wow... Esto nos va a dejar bien alto, sobre todo después de que los chicos atraparon a Jefferson. Nuestro escuadrón está que arde.
Cuando me toca hacer guardia nocturna con Rebecca o con Diego las cosas suelen ir con calma. Con tranquilidad. Con Becca hay seriedad, con Diego charlamos. Pero Santi... Tiene el culo más inquieto de todo NeoPanem. Así que me limito a patrullar, varita en mano, mientras oigo cómo se va moviendo detrás de mí. Saltitos, gestos, ni siquiera quiero saber qué está haciendo. Pero bueno, que le quiero igual, y sé con certeza que mataría por él. Haría todo lo que fuera, por él. Y más después de ver cómo están las cosas con la gente que todavía no acepta que seamos parte de esta sociedad.
En un momento dado se aleja de mí. No le hago mucho caso, suponiendo que estará dando vueltas y luego volverá a mí. Al fin y al cabo, no deja de ser un niño inquieto. Pero ese niño inquieto me llama, y por su tono de voz interpreto que es importante. Hay veces que me llama solamente porque ha visto algo que le ha causado gracia, pero esto... Niego suavemente con la cabeza y echo a correr hacia donde ha ido, varita en mano. Y mi sorpresa es enorme cuando veo, tumbado y desarmado, a Benedict Franco. Abro mucho los ojos, mirando a Santi. A este paso vamos a dejar a los aurores sin trabajo, está claro que estamos teniendo más suerte que ellos encontrando a los fugitivos y a los más buscados de NeoPanem.
—Vaya, vaya. Creo que será mejor que no opongas mucha resistencia— digo, con la varita en alto, apuntándole —Hazle caso al chico, como te veamos intentando cojer algo ya verás lo poco que tardamos en dejarte inconsciente. Y tal vez quieras decirnos qué haces aquí antes de despertarte arrestado en el Ministerio— digo, seria. Le dirijo una mirada a Santiago, sin embargo, y le sonrío. Ha sido rápido. Y ahora tenemos la opción de atrapar a una de las personas más buscadas del país. Esto es bueno. Y se nos está dando genial nuestro trabajo. Por Merlín, mañana pienso comprar una tarta. Tenemos que celebrar esto por todo lo alto, ¿no? Y toda alegría que pueda darle a Santi será bienvenida. Y a Diego. Porque el ambiente en casa ha sido raro desde que lucharon en el entierro. Y me gustaría que volviera a la normalidad.
En un momento dado se aleja de mí. No le hago mucho caso, suponiendo que estará dando vueltas y luego volverá a mí. Al fin y al cabo, no deja de ser un niño inquieto. Pero ese niño inquieto me llama, y por su tono de voz interpreto que es importante. Hay veces que me llama solamente porque ha visto algo que le ha causado gracia, pero esto... Niego suavemente con la cabeza y echo a correr hacia donde ha ido, varita en mano. Y mi sorpresa es enorme cuando veo, tumbado y desarmado, a Benedict Franco. Abro mucho los ojos, mirando a Santi. A este paso vamos a dejar a los aurores sin trabajo, está claro que estamos teniendo más suerte que ellos encontrando a los fugitivos y a los más buscados de NeoPanem.
—Vaya, vaya. Creo que será mejor que no opongas mucha resistencia— digo, con la varita en alto, apuntándole —Hazle caso al chico, como te veamos intentando cojer algo ya verás lo poco que tardamos en dejarte inconsciente. Y tal vez quieras decirnos qué haces aquí antes de despertarte arrestado en el Ministerio— digo, seria. Le dirijo una mirada a Santiago, sin embargo, y le sonrío. Ha sido rápido. Y ahora tenemos la opción de atrapar a una de las personas más buscadas del país. Esto es bueno. Y se nos está dando genial nuestro trabajo. Por Merlín, mañana pienso comprar una tarta. Tenemos que celebrar esto por todo lo alto, ¿no? Y toda alegría que pueda darle a Santi será bienvenida. Y a Diego. Porque el ambiente en casa ha sido raro desde que lucharon en el entierro. Y me gustaría que volviera a la normalidad.
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El resoplido burlón que sale de mis labios, por muy poco recomendable que sea en un momento como este, deja bien en claro que opino que crecer en la selva es pan comido; no quiero presumir, pero nadie puede hablarme de infancias complicadas a estas alturas con la cantidad de cosas que he visto — Ajá. ¿Crees que puedo dispararte cuando he caído encima? — el sarcasmo nunca me ha ayudado, pero al menos no siento que carezco de control de la situación. Para mi mala suerte, una mujer morena responde a su llamado y tengo que ladear la cabeza para verla mejor. Parece mayor que el muchacho, lo cual no sé si es favorable para mí. Bueno, no puede salir nada bueno de esto de todas formas.
— ¿Me ves oponiendo resistencia? — espeto con tono cansino. Apoyo las manos en el césped y busco incorporarme con lentitud, elevando el torso sin quitarles los ojos de encima — Pues verán, estaba aburrido en mi mansión de lujo cuando decidí dar un paseo a la luz de la luna, a ver si me cruzaba con algún dementor porque me sentía con ánimos de que me den un besito succionador... — de veras. ¿Estas preguntas son de protocolo o solo toman a puros imbeciles cargados de obviedad en el ministerio? Después se preguntan cómo es que pudieron colarles bombas bajo sus propias narices.
Pongo mis manchos llenas de tierra y ramitas en alto, indicando que no haré nada en lo que me pongo de pie poco a poco, a sabiendas de que soy lo suficientemente alto como para bajarlos de un golpe a ambos. ¿Por qué tienen la ventaja de excusarse detrás de esos palitos ridículos? — Son licántropos, ¿no es así? — con mi mentón, señalo el uniforme que los diferencia de los aurores — Así que hasta hace poco estábamos en igualdad de condiciones. ¿Tan sencillo es para ustedes el confiar en el primero que les promete cosas bonitas? Quiero decir... — no soy muy cuidadoso cuando me inclino para levantarme el pantalón y así dejar a la vista la vieja cicatriz que me ha transformado en hombre lobo. Desde mi postura inclinada, los observo con firmeza en la mirada — Saben que siempre hay más opciones que someterse a un sistema.
— ¿Me ves oponiendo resistencia? — espeto con tono cansino. Apoyo las manos en el césped y busco incorporarme con lentitud, elevando el torso sin quitarles los ojos de encima — Pues verán, estaba aburrido en mi mansión de lujo cuando decidí dar un paseo a la luz de la luna, a ver si me cruzaba con algún dementor porque me sentía con ánimos de que me den un besito succionador... — de veras. ¿Estas preguntas son de protocolo o solo toman a puros imbeciles cargados de obviedad en el ministerio? Después se preguntan cómo es que pudieron colarles bombas bajo sus propias narices.
Pongo mis manchos llenas de tierra y ramitas en alto, indicando que no haré nada en lo que me pongo de pie poco a poco, a sabiendas de que soy lo suficientemente alto como para bajarlos de un golpe a ambos. ¿Por qué tienen la ventaja de excusarse detrás de esos palitos ridículos? — Son licántropos, ¿no es así? — con mi mentón, señalo el uniforme que los diferencia de los aurores — Así que hasta hace poco estábamos en igualdad de condiciones. ¿Tan sencillo es para ustedes el confiar en el primero que les promete cosas bonitas? Quiero decir... — no soy muy cuidadoso cuando me inclino para levantarme el pantalón y así dejar a la vista la vieja cicatriz que me ha transformado en hombre lobo. Desde mi postura inclinada, los observo con firmeza en la mirada — Saben que siempre hay más opciones que someterse a un sistema.
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No digo nada porque sé que subestimar a las personas está mal, no voy a hacerlo porque me podría costar un diente, un brazo o la vida y no tengo ganas de esas cosas. Me dijeron que éste Franco pelea bien así que no voy a ser idiota, si él quiere ser sarcástico allá él, pero no pienso sacarle los ojos de encima ni por una milésima de segundo. Por suerte llega Val a poner la charla a la escena así que puedo quedarme calladito con la varita en alto. Me sonríe pero no dejo que me transmita su serenidad, todavía quedan cosas por hacer.
- ¿Piensas vencernos con palabras? - pregunto al pelirrojo girando la varita sobre su mismo eje para secarme la transpiración de las manos - Es un asunto serio, Franco, sin juegos - advierto con las cejas fruncidas. Tuve mucho tiempo para ver películas en estas semanas y en todas cometen el mismo error, se ponen a charlar en medio de una pelea y a la mierda lo que de verdad importa, así la gente escapa o dan tiempo a que llegue un tercero a salvar el día. Y no queremos que vengan sus amigos fugitivos a patearnos el traste.
Miro como se pone de pie y doy un paso para atrás de forma instintiva. Es un licántropo, ok, eso no lo ví venir, así que me tomo unos segundos para respirar y procesar la información. Tiene razón, hace no mucho éramos como él y creo que la única diferencia fue que nosotros no hicimos cagadas hasta que nos dieron trabajo, o al menos supimos esconderlas bien - Vivíamos de forma horrible ¿Por qué vamos a rechazar al primero que nos intenta ayudar en años? - pregunto apretando los dientes - No teníamos nada y ahora tenemos futuro... Y después de llevarte, va a mejorar incluso más.
- ¿Piensas vencernos con palabras? - pregunto al pelirrojo girando la varita sobre su mismo eje para secarme la transpiración de las manos - Es un asunto serio, Franco, sin juegos - advierto con las cejas fruncidas. Tuve mucho tiempo para ver películas en estas semanas y en todas cometen el mismo error, se ponen a charlar en medio de una pelea y a la mierda lo que de verdad importa, así la gente escapa o dan tiempo a que llegue un tercero a salvar el día. Y no queremos que vengan sus amigos fugitivos a patearnos el traste.
Miro como se pone de pie y doy un paso para atrás de forma instintiva. Es un licántropo, ok, eso no lo ví venir, así que me tomo unos segundos para respirar y procesar la información. Tiene razón, hace no mucho éramos como él y creo que la única diferencia fue que nosotros no hicimos cagadas hasta que nos dieron trabajo, o al menos supimos esconderlas bien - Vivíamos de forma horrible ¿Por qué vamos a rechazar al primero que nos intenta ayudar en años? - pregunto apretando los dientes - No teníamos nada y ahora tenemos futuro... Y después de llevarte, va a mejorar incluso más.
Aguanto las enormes ganas que tengo de poner los ojos en blanco cuando empieza a hablar con un discursito moralista que, ahora mismo, me soba. Santi y yo estamos trabajando, nuestra misión es atrapar a este hombre, nada de lo que pueda encontrarse escondido en sus palabras va a cambiar eso. Y, sabiendo que nos estamos exponiendo al riesgo de que simplemente esté ganando tiempo, mejor cortar la cháchara de cero. Aunque, inevitablemente, dejo que mis ojos viajen un segundo a la cicatriz que adorna su pierna, cuando se levanta el pantalón para enseñarla.
—El muchacho tiene razón, Franco. Al fin y al cabo, nuestra decisión de someternos, como dices, a un sistema, viene de algo consciente y pensado. Es lo mejor para la gente como nosotros. Y está quedando claro que somos buenos en el lugar que nos han dado— digo, con firmeza en la voz. Sin tratar de ser excesivamente tajante, solamente buscando ser clara con lo que estoy exponiendo —Y vivimos mil veces mejor que antes. ¿Acaso el sistema, el antisistema, la vida que sigues tú, cómo sea que quieras llamarle a eso de estar en las listas de los más buscados del país... Acaso eso les pone las cosas fáciles a los licántropos?— pregunto.
Aunque no espero respuesta, realmente. Miro a Santi y le hago un gesto con la cabeza, indicándole que nos apresuremos. No queremos alargar esto más de lo necesario, y ya lo estamos haciendo. El pelirrojo tendría que estar ya tumbado en el suelo, inconsciente y bien atado para llevarlo cual regalito de Navidad hacia el ministerio, igual que hicimos con Jefferson cuando se lo llevé a la Ministra Jensen.
—El muchacho tiene razón, Franco. Al fin y al cabo, nuestra decisión de someternos, como dices, a un sistema, viene de algo consciente y pensado. Es lo mejor para la gente como nosotros. Y está quedando claro que somos buenos en el lugar que nos han dado— digo, con firmeza en la voz. Sin tratar de ser excesivamente tajante, solamente buscando ser clara con lo que estoy exponiendo —Y vivimos mil veces mejor que antes. ¿Acaso el sistema, el antisistema, la vida que sigues tú, cómo sea que quieras llamarle a eso de estar en las listas de los más buscados del país... Acaso eso les pone las cosas fáciles a los licántropos?— pregunto.
Aunque no espero respuesta, realmente. Miro a Santi y le hago un gesto con la cabeza, indicándole que nos apresuremos. No queremos alargar esto más de lo necesario, y ya lo estamos haciendo. El pelirrojo tendría que estar ya tumbado en el suelo, inconsciente y bien atado para llevarlo cual regalito de Navidad hacia el ministerio, igual que hicimos con Jefferson cuando se lo llevé a la Ministra Jensen.
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Se me arquea una ceja, pero no estoy seguro de que pueda verlo gracias a la poca luz que adorna el bosque, lejos de la falsa seguridad de la urbanización — Si sabes quien soy, deberías saber también que yo jamás he ganado nada con palabras — lamentable, pero no estoy orgulloso de la fama que me he ganado con el correr de los años, en especial en aquellos que dudo mucho que el muchacho pueda recordar, en especial si ha sido criado en la selva.
Es un poco extraño, pero puedo comprender su punto. Muchos piensan de la misma manera, tomando una oportunidad medianamente decente después de haber estado clamando por sobras desde hace una eternidad. Aun así, le veo una falla — ¿Creen que de todos modos esta bien? ¿De verdad? — mis ojos buscan la ballesta de soslayo, pero se encuentra demasiado lejos. Sé que moverme hacia atrás para hacerme con el rifle va a alertarlos, no sé cuánto me tomará saltar con el cuchillo dentro de mi chaqueta si no son muy expertos con la varita — A mí no me ha servido de nada, pero tengo la consciencia tranquila sobre la gente de NeoPanem. Yo al menos sé que no estoy reprimiendo a nadie mientras duermo en un colchón de plumas. ¿Y ustedes? ¿Como los trata la consciencia? ¿La tienen limpia tanto como sus estómagos están llenos? Antes eran los condenados, ahora son quienes condenan. ¿Como es la cosa?
Es un poco extraño, pero puedo comprender su punto. Muchos piensan de la misma manera, tomando una oportunidad medianamente decente después de haber estado clamando por sobras desde hace una eternidad. Aun así, le veo una falla — ¿Creen que de todos modos esta bien? ¿De verdad? — mis ojos buscan la ballesta de soslayo, pero se encuentra demasiado lejos. Sé que moverme hacia atrás para hacerme con el rifle va a alertarlos, no sé cuánto me tomará saltar con el cuchillo dentro de mi chaqueta si no son muy expertos con la varita — A mí no me ha servido de nada, pero tengo la consciencia tranquila sobre la gente de NeoPanem. Yo al menos sé que no estoy reprimiendo a nadie mientras duermo en un colchón de plumas. ¿Y ustedes? ¿Como los trata la consciencia? ¿La tienen limpia tanto como sus estómagos están llenos? Antes eran los condenados, ahora son quienes condenan. ¿Como es la cosa?
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Fue la primera charla con Becca cuando nos dieron el trabajo. Sabía que nos iban a mandar a hacer cosas feas, lo pensé mucho y decidí concentrarme en el día a día consciente de que lo inevitable algún día iba a llegar e iba a tener que estar preparado. Tiene razón, otra vez. Es horrible ponernos de ese lado cuando vimos de primera mano lo que es ser un repudiado pero ¿Cuál es la alternativa? ¿Vivir en las sombras con la consciencia tranquila como dice él? Porque me parece que eso no es vivir en absoluto y lamentablemente todos tenemos fecha de caducidad como para ponernos quisquillosos sobre la realidad.
- Es un cabeza dura - murmuro entre dientes en mi idioma y hecho un rápido vistazo a Val para ver qué piensa. Puede ser que sea chico y no tenga su experiencia, puede ser que haya escuchado de su historia y no haya sigo testigo de ella, pero creo que tengo derecho a opinar ¿No? Soy como el kappo de la manada, como me gusta llamarme a mí mismo, así que en algún punto la cadena de mando me llega y eso me da voz... Aunque no haya ningún cachorro por debajo mío ahora mismo.
- ¿Y eres feliz con la conciencia tranquila? ¿O te despiertas cada día lamentando tener que vivir otro día? - pregunto mirándolo a los ojos ¿Es que acá todos tienen ojos celestes? Por ahí por eso me caen tan bien los Guerrero, son más parecidos a mí - Porque yo odiaba tener la panza vacía, tener miedo y que me dijeran que ser un lobo está mal... Pero ahora no es así, nadie luchó por nosotros antes así que da igual - agrego volviendo a dar un paso adelante - Es matar o que te maten, no es cosa de conciencia, es de supervivencia. - a mí me dan rosca y no me callo más, estoy cometiendo el clásico error de las películas ¡Mierda! - Ya vamos a atraparlo, Val.
- Es un cabeza dura - murmuro entre dientes en mi idioma y hecho un rápido vistazo a Val para ver qué piensa. Puede ser que sea chico y no tenga su experiencia, puede ser que haya escuchado de su historia y no haya sigo testigo de ella, pero creo que tengo derecho a opinar ¿No? Soy como el kappo de la manada, como me gusta llamarme a mí mismo, así que en algún punto la cadena de mando me llega y eso me da voz... Aunque no haya ningún cachorro por debajo mío ahora mismo.
- ¿Y eres feliz con la conciencia tranquila? ¿O te despiertas cada día lamentando tener que vivir otro día? - pregunto mirándolo a los ojos ¿Es que acá todos tienen ojos celestes? Por ahí por eso me caen tan bien los Guerrero, son más parecidos a mí - Porque yo odiaba tener la panza vacía, tener miedo y que me dijeran que ser un lobo está mal... Pero ahora no es así, nadie luchó por nosotros antes así que da igual - agrego volviendo a dar un paso adelante - Es matar o que te maten, no es cosa de conciencia, es de supervivencia. - a mí me dan rosca y no me callo más, estoy cometiendo el clásico error de las películas ¡Mierda! - Ya vamos a atraparlo, Val.
Miro fijamente al pelirrojo, sin dejar que la posición de mi brazo aguantando la varita cambie ni por un segundo. Escucho sus palabras, pero lo hago sabiendo que nada de lo que diga podrá cambiar mi mente ahora mismo. Suelto una risa entre dientes al escuchar las palabras de Santi en su idioma y asiento levemente en su dirección. Luego habla él, y le dejo hacer. Porque es joven pero válido, y quiero que se sienta lo suficientemente capaz de hacer este tipo de cosas sin una intervención de alguien mayor de por medio. Así que cuando propone que le atrapemos ya asiento, firme.
Doy un paso hacia adelante, mirando a Franco —No tenemos tiempo para pensar en si estas hablando desde el rencor o desde la envidia, pero ya tendrás tiempo de reflexionarlo tú mismo— digo, seca. Le hago un gesto a Santi para que empecemos a rodearle, no podemos dejar que se largue. Yo, con un gesto de varita rápido, apunto a sus armas y las mando metros más allá, alejándolas del hombre. Está muy bien charlar, pero no podemos dejar que se haga con sus armas o habremos perdido parte de la ventaja que teníamos —¿Vas a acceder a venir por tu propio pie? ¿O tendremos que hacer todo el numerito, atarte, dejarte inconsciente...? Bueno, ya sabes cómo van estas cosas— le digo, dejando claro que nos va a acompañar quiera o no. No tiene armas, en todo el rato que hemos estado hablando no ha aparecido nadie para ayudarle y somos dos contra él —Quién sabe, si te portas bien tal vez consigues incluso trato preferente cuando lleguemos— digo, medio en burla medio en serio.
Doy un paso hacia adelante, mirando a Franco —No tenemos tiempo para pensar en si estas hablando desde el rencor o desde la envidia, pero ya tendrás tiempo de reflexionarlo tú mismo— digo, seca. Le hago un gesto a Santi para que empecemos a rodearle, no podemos dejar que se largue. Yo, con un gesto de varita rápido, apunto a sus armas y las mando metros más allá, alejándolas del hombre. Está muy bien charlar, pero no podemos dejar que se haga con sus armas o habremos perdido parte de la ventaja que teníamos —¿Vas a acceder a venir por tu propio pie? ¿O tendremos que hacer todo el numerito, atarte, dejarte inconsciente...? Bueno, ya sabes cómo van estas cosas— le digo, dejando claro que nos va a acompañar quiera o no. No tiene armas, en todo el rato que hemos estado hablando no ha aparecido nadie para ayudarle y somos dos contra él —Quién sabe, si te portas bien tal vez consigues incluso trato preferente cuando lleguemos— digo, medio en burla medio en serio.
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¿Soy feliz? La sonrisa se me carga de ironía en respuesta a ello, porque estoy seguro de que él ya sabe lo que podría contestarle. Sé lo que es pasar hambre, no tener idea de lo que sucederá mañana o si siquiera vas a tener la oportunidad de vivirlo. Eso no significa que se lo deseo a otras personas o me abuse de ello para tomar ventaja de una manera completamente injusta — Si sabré de supervivencia… — es lo único que atino a decir, aunque creo que estoy hablando más para mí mismo que para ellos. Porque, como dice la mujer, no tenemos tiempo. Y lo único que puedo responder es un suspiro y un meneo de la cabeza — No me hagan hacer esto. Creo que los tres aquí sabemos que no me voy a ir con ustedes como si me fuese de paseo.
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El miembro 'Benedict D. Franco' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Azar' :
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#2 'Alto Riesgo' :
#1 'Azar' :
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#2 'Alto Riesgo' :
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No sé si tenemos la libertad de ofrecerle un mejor trato si viene por sus propios medios, así que nomás miro a Val confundido y dudo si atacar o no al pelirrojo malhumorado. La verdad no sé si sabe de supervivencia o no, pero sí sé que si quieres nos puede hacer mierda a los dos juntos, meternos en un pan y morfarnos de un solo bocado ¿Qué voy a hacer contra un ex campeón si a penas sé conjurar un expelliarmus y ese hechizo raro contra los lobos? Ahora que sé que es como nosotros podría usarlo pero ¿Va a hacer diferencia?
Inflo el pecho otra vez y hago blanco cerrando un ojo - Si te vuelves contra nosotros lo único que harás es seguir sumando cosas en tu contra y adiós a cualquier chance de vivir luego de ésto - aunque con todo lo que ya hizo dudo que haya marcha atrás - Petrificus totallus - lanzo y sale bien, pero por cosas del destino o porque mi magia no es lo suficientemente fuerte no logro un efecto lo suficientemente fuerte como para dejarlo en desventaja.
Somos dos contra uno, algo deberíamos poder hacer, al menos dar batalla hasta que con suerte llegue alguien de nuestro lado a ayudarnos ¡Como en las películas! Solo que en mi versión, nosotros somos los héroes.
Inflo el pecho otra vez y hago blanco cerrando un ojo - Si te vuelves contra nosotros lo único que harás es seguir sumando cosas en tu contra y adiós a cualquier chance de vivir luego de ésto - aunque con todo lo que ya hizo dudo que haya marcha atrás - Petrificus totallus - lanzo y sale bien, pero por cosas del destino o porque mi magia no es lo suficientemente fuerte no logro un efecto lo suficientemente fuerte como para dejarlo en desventaja.
Somos dos contra uno, algo deberíamos poder hacer, al menos dar batalla hasta que con suerte llegue alguien de nuestro lado a ayudarnos ¡Como en las películas! Solo que en mi versión, nosotros somos los héroes.
El miembro 'Santiago L. Spinetta' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Azar' :
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#2 'Alto Riesgo' :
#1 'Azar' :
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#2 'Alto Riesgo' :
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Esto se nos va a ir de las manos. Tenemos que ser inteligentes y actuar bien. Y, ante la posibilidad de la huida de Franco, decido hacer lo que nunca (o casi nunca) hago últimamente: confiar más en mi varita que en mi cuerpo. Es decir, soy buena con la magia, pero con lo que aprendí de mis padres y de mi educación. He sido autodidacta. Pero entrando en el cuerpo de licántropos del Ministerio, he podido cultivar mi cuerpo de forma que no pase un día sin que entrene, por lo menos, una hora entera. Y eso lo noto en todo lo que voy haciendo. En las actividades. Aunque no se pudiera ver en el incidente de la ceremonia de Niniadis. Yo lo noto.
—Concentración, Santi, este nos quiere liar la mente para distraernos— le digo, añadiendo la segunda parte de la frase en nuestra lengua. Y, veloz y precisa, muevo la varita en su dirección. Un simple “impedimenta”, un hechizo básico pero efectivo que, fácilmente, podría ser evitado por el fugitivo. Con un salto, agachándose, como fuera. Pero merece la pena intentarlo.
—Concentración, Santi, este nos quiere liar la mente para distraernos— le digo, añadiendo la segunda parte de la frase en nuestra lengua. Y, veloz y precisa, muevo la varita en su dirección. Un simple “impedimenta”, un hechizo básico pero efectivo que, fácilmente, podría ser evitado por el fugitivo. Con un salto, agachándose, como fuera. Pero merece la pena intentarlo.
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El miembro 'Valerie J. Guerrero' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Azar' :
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#2 'Alto Riesgo' :
#1 'Azar' :
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#2 'Alto Riesgo' :
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No puedo evitarlo, quizá con amargura, pero se me escapa una risotada por lo que dice — ¿Existe alguna chance de vivir luego de esto? — porque los dos sabemos, en medio de mi sarcasmo, que no voy a salir vivo si me llevan con ellos. ¿Cuál es la condena que anuncian tanto por televisión? ¿Un beso de dementor? ¿Una quema en medio de una plaza? Ya han dicho tantas que no tengo la más pálida idea de cómo se supone que voy a terminar. Los hechizos no tardan en llegar, el primero me obliga a saltar hacia atrás y el segundo me hace caer, imposible de moverme por un momento. Suerte para mí, su efecto es mínimo.
Mi cabeza parece dar vueltas un momento, pero el mareo ayuda a que pronto pueda ver mis armas a unos pocos metros de mí. ¿Quiero pelear con dos licántropos, armados con magia, en medio de la noche? ¿O solo debo huir, evitar una masacre que sabemos que no acabará bien? Con una bocanada de aire, me obligo al envión que me pone de pie. Me abalanzo sobre las armas y doy gracias a tener las piernas largas, lo que me permite una buena velocidad cuando salto por encima de una rama y emprendo la carrera para alejarme de ellos. Si quieren llevarme, que me atrapen primero.
Destreza x Dado Fallo = 0
Vida 29/39
Mi cabeza parece dar vueltas un momento, pero el mareo ayuda a que pronto pueda ver mis armas a unos pocos metros de mí. ¿Quiero pelear con dos licántropos, armados con magia, en medio de la noche? ¿O solo debo huir, evitar una masacre que sabemos que no acabará bien? Con una bocanada de aire, me obligo al envión que me pone de pie. Me abalanzo sobre las armas y doy gracias a tener las piernas largas, lo que me permite una buena velocidad cuando salto por encima de una rama y emprendo la carrera para alejarme de ellos. Si quieren llevarme, que me atrapen primero.
Destreza x Dado Fallo = 0
Vida 29/39
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El miembro 'Benedict D. Franco' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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#2 'Alto Riesgo' :
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#2 'Alto Riesgo' :
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Más vale que se nos quiere meter en la cabeza, si es la única que le queda... Y lamentablemente puede hacerlo, lo hace y odio que lo haga, porque no importa cómo termine ésto voy a llegar a casa, me voy a tirar en la cama y no voy a poder cerrar ojo porque su voz me va a estar dando vueltas por un buen rato. Tiene razón, pero nosotros también entonces ¿Quiénes son los buenos y quiénes son los malos? Pero como dice Val, tengo que concentrarme ahora si no quiero que nos cague a palos a los dos.
Por suerte mi hermana lo hace caer y después el muy cagón sale corriendo - ¡TE VOY A BUSCAR, BENEDICT! - le grito antes de empezar a correr atrás de él y tirarle un nuevo expelliarmus. El otro hechizo no me salió muy bien así que es mejor manetenerme con el que no falla. Tengo que ponerme a estudiar y practicar, es oficial, si quiero hacer bien mi trabajo va a ser mejor que me lo tome en serio... No puedo ser fuerza bruta nomás.
- Y no me costó tanto... Ven con nosotros - ordeno con la voz más seria que tengo, casi que no parece de chico recién salido de la adolescencia.
Vida: 30/30
Dado: 7 x 2 : 14
Daño : 14 - 9 : 5
Por suerte mi hermana lo hace caer y después el muy cagón sale corriendo - ¡TE VOY A BUSCAR, BENEDICT! - le grito antes de empezar a correr atrás de él y tirarle un nuevo expelliarmus. El otro hechizo no me salió muy bien así que es mejor manetenerme con el que no falla. Tengo que ponerme a estudiar y practicar, es oficial, si quiero hacer bien mi trabajo va a ser mejor que me lo tome en serio... No puedo ser fuerza bruta nomás.
- Y no me costó tanto... Ven con nosotros - ordeno con la voz más seria que tengo, casi que no parece de chico recién salido de la adolescencia.
Vida: 30/30
Dado: 7 x 2 : 14
Daño : 14 - 9 : 5
El miembro 'Santiago L. Spinetta' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Azar' :
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#2 'Alto Riesgo' :
#1 'Azar' :
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#2 'Alto Riesgo' :
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Mi hechizo impacta contra él, y siento que entre los dos empezamos a debilitarle. Es enorme y seguramente podría tumbarnos de una buena hostia, pero por suerte para nosotros, creo que tenemos más fuerza de la que aparentamos. Miro como Santi reacciona, veloz, y sale detrás de él, y yo hago lo mismo. En parte porque deseo con toda mi alma atrapar a este hombre, y en parte porque quiero vigilar de cerca a Santi y evitar que le hagan daño. Por eso, cuando veo cómo acierta el hechizo de nuevo, le animo —¡Bien hecho!— le digo, sonriendo, porque sí, estamos persiguiendo a, ni más ni menos, Benedict Franco. Pero siempre tiene que haber un rincón para el refuerzo positivo, y más para el cachorro del equipo.
Y, aprovechando que el hechizo de mi compañero ha impactado contra el hombre, yo me lanzo encima de su cuerpo, yendo a darle a las piernas desde detrás, tratando de tumbarle al suelo. Porque por muy hábil que pueda ser a veces con la varita, al final siempre se me ha dado mejor atacar directamente, cuerpo a cuerpo. Aunque no lo demostrara en la ceremonia de Niniadis, pero ese es otro tema que no tenemos que hablar ahora.
Ataque: 6 x 1,5 = 9
9 - 9 defensa = 0 daño
Vida 30/30
Y, aprovechando que el hechizo de mi compañero ha impactado contra el hombre, yo me lanzo encima de su cuerpo, yendo a darle a las piernas desde detrás, tratando de tumbarle al suelo. Porque por muy hábil que pueda ser a veces con la varita, al final siempre se me ha dado mejor atacar directamente, cuerpo a cuerpo. Aunque no lo demostrara en la ceremonia de Niniadis, pero ese es otro tema que no tenemos que hablar ahora.
Ataque: 6 x 1,5 = 9
9 - 9 defensa = 0 daño
Vida 30/30
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