OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Amber J. Pearson
Paul Jefferson
Kennedy Wang
Jack W. Tyler
Nathaniel L. Wright
Kendrick O. Black
Ava E. Ballard
Raven Harkness
Arianne L. Brawn
Viktor R. Carstairs
Ferdia U. Wallace
Riorden M. Weynart
Rose S. Harkness
Annie C. Weynart
Jasper E. Davies
Nicholas E. Helmuth
Ivar Lackberg
21 participantes
Recuerdo del primer mensaje :
Muchas cosas podían salir mal esa mañana, todos lo sabían. Había una tensión en el aire, ambos grupos se preparaban en silencio para lo que habían acordado hacer, a pesar de las miles de dudas que asaltaban sus pensamientos. ¿El plan? Se había enviado un mensaje en código a Annie Weynart, hermana de uno de los ministros secuestrados y jefa del departamento de ciencias, para informarle la intención de un intercambio. Era sencillo, ¿no? Ellos entregaban a sus rehenes sanos y salvos, los otros harían lo mismo, nadie saldría herido. No había necesidad de seguir sumando bajas, a pesar de lo difícil de la decisión.
La respuesta se demoró dos días. El mensaje fue debatido por los altos cargos de gobierno y la duda moral los asaltó por las malas. ¿Valía la pena sacrificar a los suyos por rebeldes, teniendo por fin a los culpables de sus desgracias en sus manos? ¿Debían dejar que el caos terminase por apoderarse del país, si perdían a piezas fundamentales del ministerio? Tardía, la respuesta afirmativa llegó al loft de la Red NeoPanem, donde se mantenían unidos. La cita estaba fijada para el día siguiente, por la mañana. El ministerio quería mantenerlo oculto y solicitó un lugar neutral, los rebeldes lo aceptaron y demandaron que el encuentro se desarrolle en las minas del distrito 12. Harían el intercambio y luego, cada uno seguiría su camino, la guerra podría continuar luego.
La base de seguridad empezó a agitarse al alba. Los prisioneros se hicieron oír desde sus celdas con chiflidos y golpes cuando los caídos rebeldes fueron sacados de sus celdas y atados con cuerda mágicas para llevarlos hacia un traslador. Irían escoltados por gente de seguridad nacional y la misma Weynart del acuerdo, dejando a los ministros en la base, monitoreando la acción mediante pequeños audífonos en las orejas y cámaras en forma de lentillas para aquellos que iban a la misión. Para los rebeldes, todo fue más rústico. Tratando de defender su secretismo, volvieron a vendar los ojos de sus rehenes y el punto de salida fue la prisión improvisada en el departamento de la fallecida Arya Jackson. A su vez, exactamente a las 10 am, ambos bandos aparecieron en la oscuridad de una de las minas más anchas y profundas, enfrentándose cara a cara de una vez por todas. La luz invocada por arte de magia sirvió para que puedan verse a los ojos, ninguno muy seguro de cómo es que aquello podía resultar.
Blood in the writing, stuck in the fighting
Lunes 19 de septiembre, 2468
Muchas cosas podían salir mal esa mañana, todos lo sabían. Había una tensión en el aire, ambos grupos se preparaban en silencio para lo que habían acordado hacer, a pesar de las miles de dudas que asaltaban sus pensamientos. ¿El plan? Se había enviado un mensaje en código a Annie Weynart, hermana de uno de los ministros secuestrados y jefa del departamento de ciencias, para informarle la intención de un intercambio. Era sencillo, ¿no? Ellos entregaban a sus rehenes sanos y salvos, los otros harían lo mismo, nadie saldría herido. No había necesidad de seguir sumando bajas, a pesar de lo difícil de la decisión.
La respuesta se demoró dos días. El mensaje fue debatido por los altos cargos de gobierno y la duda moral los asaltó por las malas. ¿Valía la pena sacrificar a los suyos por rebeldes, teniendo por fin a los culpables de sus desgracias en sus manos? ¿Debían dejar que el caos terminase por apoderarse del país, si perdían a piezas fundamentales del ministerio? Tardía, la respuesta afirmativa llegó al loft de la Red NeoPanem, donde se mantenían unidos. La cita estaba fijada para el día siguiente, por la mañana. El ministerio quería mantenerlo oculto y solicitó un lugar neutral, los rebeldes lo aceptaron y demandaron que el encuentro se desarrolle en las minas del distrito 12. Harían el intercambio y luego, cada uno seguiría su camino, la guerra podría continuar luego.
La base de seguridad empezó a agitarse al alba. Los prisioneros se hicieron oír desde sus celdas con chiflidos y golpes cuando los caídos rebeldes fueron sacados de sus celdas y atados con cuerda mágicas para llevarlos hacia un traslador. Irían escoltados por gente de seguridad nacional y la misma Weynart del acuerdo, dejando a los ministros en la base, monitoreando la acción mediante pequeños audífonos en las orejas y cámaras en forma de lentillas para aquellos que iban a la misión. Para los rebeldes, todo fue más rústico. Tratando de defender su secretismo, volvieron a vendar los ojos de sus rehenes y el punto de salida fue la prisión improvisada en el departamento de la fallecida Arya Jackson. A su vez, exactamente a las 10 am, ambos bandos aparecieron en la oscuridad de una de las minas más anchas y profundas, enfrentándose cara a cara de una vez por todas. La luz invocada por arte de magia sirvió para que puedan verse a los ojos, ninguno muy seguro de cómo es que aquello podía resultar.
Mini Trama
normativa escribió:« Como se les informó, la presente será una mini trama que, se espera, dure solamente este fin de semana. Por eso mismo, se les pide post ágiles y respetar la norma de dos personajes para volver a postear, además de señalar las interacciones en negrita, quote o ambas.
« Será una trama sin turnos y, de momento, sin dados. Será guiada por acciones y se evaluará con el desarrollo si interrumpimos con un sistema de combate o no. Estén atentos, de todos modos serán avisados.
« Tienen prohibido atacar por el momento. Tengan en cuenta de que este es un intercambio de rehenes que busca un mutuo acuerdo, no una batalla.
« Los enviados del ministerio llevan, como se dice en la ambientación, cucarachas y lentillas que se comunican directamente con la Base de Seguridad, haciendo que puedan monitorear cada movimiento. Esto significa que los rebeldes que se presentan hoy serán reconocidos por el gobierno, la poca luz solo puede complicar un poco la identificación. Los ministros en libertad que ayudan a manejar la operación serán controlados mediante otros personajes: Viktor Carstairs/Notch Labors - Jack Tyler/Eloise Leblanc - Rose Harkness/Hans Powell. Todos los personajes del gobierno pueden oír y hablar con los personajes en la base de seguridad, para evitar confusiones se pide distinción con diferente color o cursiva para los diálogos de los ministros. Que la interacción quede clara y evite cualquier enrollo.
« Solo los personajes que dieron aviso a la administración pueden ingresar a la trama. De postear alguien que no se inscribió, se le dará el post como inválido. Se da como asumido que todos los inscritos se encuentran presentes. De haberse anotado y no verse en la lista, dar aviso:
- Riorden Weynart
- Nicholas Helmuth
- Ivar Lackberg
- Rose Harkness/Hans Powell
- Matthew Rosier
- Annie Weynart
- Colin Weynart
- Viktor Carstairs/Notch Labors
- Jack Tyler/Eloise Leblanc
- Arianne Brawn
- Jasper Davies
- Bianka Herondale
- Nathaniel Wright
- Jessica Voznesenskaya
- Kennedy Wang
- Ferdia Wallace
- Derian Castle
- Raven Harkness
- Kendrick Duane
- Ava Ballard
- Benedict Franco
- Amber Pearson
- Alice Whiteley
- Paul Jefferson
- Moira Dankworth
« Cualquier duda o consulta, comunicarse con el staff. ¡Mucha suerte!
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
La mueca de dolor en el rostro de su madrina, borró todo rastro de alegría por verla y en lugar de abrazarla, la soltó para ayudar a Jeff a mantenerla en pie. Estaba furiosa y para empeorar las cosas, su paleta comenzó a saber amarga dentro de la boca.
En cualquier otra situación, la mujer que le replicó le habría llamado la atención, era bastante guapa y se notaba que ejercitaba el cuerpo, pero no en esta ocasión y lo único que pudo hacer Moira en respuesta, fue soltar varias carcajadas de cerdito. —¿Cuál se supone que es tú trabajo de gente experimentada, grande e inteligente?— Preguntó arqueando las cejas, menos mal que Kenny aún la sostenía porque ya estaba a punto de lanzarse sobre la estúpida. Se mantuvo en el lugar y apuntó con la mano libre de varita hacia los rehenes rebeldes. —¿Torturar personas? Porque eso han hecho con los nuestros y sólo demuestra la clara diferencia de que los salvajes aquí son ustedes.
La castaña levantó la mirada hacia el pelirrojo que la mandó a callar. —Tú a mi no me hables porque no eres mi representante.— Volvió a introducir el chupetin en su boca y le sonrió ampliamente a la auror, por supuesto que la estaba animando a atacar. —Ohhh...Lo había olvidado, ya recordé cuál es tú verdadero trabajo, seguir las ordenes de una mujer loca que se oculta dentro de una isla privada.— Y las carcajadas volvieron a escapar. —¿Sabes cómo le decimos a esas personas aquí? Cobardes.
Toda la ira de Moira acabó cuando un conocido juez le habló, su boca cayó abierta culpa de la indignación y sujetando el dulce a la altura de sus piernas, agachó un poco el torso y en vos baja le preguntó. —¿Y qué sucede con Helena? ¿Hannah es la amante no?— Concentrada, estúpida.
Mordió su labio inferior y se irguió para imponer respeto, al tiempo que miraba divertida a los caballeros de la mesa redonda de la loca Jamie.
Mini trama
Interacción: Rose, Kenny, Jeff, Ben y Vik
Mención: General
Mención: General
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
La tensión se nota por todas partes y ni siquiera lo que he dicho parece funcionar porque siguen con el mismo pensamiento de que ellos tienen más, con lo cual nosotros salimos perdiendo. Supongo que esa es otra de las cosas que les diferencia de nosotros, que Annie Weynart sería capaz de dejar morir a su hermano simplemente por orgullo de lo que ellos creen correcto. Por otra parte, Moira, a quien prácticamente no conozco, se enzarza en una discusión sobre no sé qué estúpida novela, y todavía sujetando al Ministro Weynart, me giro bruscamente hacia ella. — Como no dejes de hablar de eso, me encargaré de estropearte tu televisor para que no puedas volver a verla — espeto por lo bajo, pero lo suficientemente alto como para que me escuche ella. Por si no se ha dado cuenta, todavía quedan cuatro de los nuestros a manos de ellos; no es momento para hablar de tonterías.
Por culpa del despiste de Moira, reacciono tarde al ofrecimiento de Ben. Aun así, acabo soltando a Riorden y agarro a mi mejor amigo por el brazo, en un intento de convecerle de que no lo haga, pero le conozco y sé que ese pensamiento no se lo voy quitar tan fácilmente. — Si tú vas, yo... — empiezo a decir, con la intención de decirle que me lleven a mi también, pero me interrumpo a media frase. Claro que quiero ir, pero seguimos sin saber nada de Seth y uno de los dos tiene que sacarle de ahí. Por mucho que quiera ir con él; por mucho que me aterre la simple idea de que se lo lleven, no podría hacer nada para evitarlo si lo aceptan. Al final acabo soltando su brazo, resignada.
Mini trama
Interacción: Moira, Riorden y Ben
Mención: Annie
Mención: Annie
Icono :
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Mantener la boca cerrada en medio de toda esta situación es algo que me cuesta tanto, que debo morderme la lengua para no acotar. Las palabras van y vienen de ambos lados y lo único en lo que me concentro es en mantener apretado mi rifle, la respiración pausada y mi vista en Kendrick, a quien catalogan de niño y a quien, a decir verdad, es la persona que más me interesa recuperar en estos momentos.
Moira habla una primera vez, y respiro profundo para no mandarla a la mierda en lo que del otro lado la tratan de ubicar. Pero en lugar de centrarme en eso, me concentro en el problema que plantean. Lo sabía, era obvio que no iban a ceder tan fácil con la desigualdad en los números, pero una terminaba esperando… Y quiero matar a Ben, quiero gritarle que se calle y que no sea ridículo porque ni bien caiga en las manos ajenas va a durar un suspiro. Pero la segunda interrupción de Moira me descoloca y es ahí cuando ya no puedo callarme. Mi accionar es rápido, está a mis espaldas, así que no tardo en propinarle un culatazo con fuerza en el medio del abdomen y apenas y me giro para poder hablarle casi al mismo tiempo que Amber lo hace. - ¡Tú cierra el pico, idiota! - Y vuelvo la vista a los otros, me centro en la figura de Kendrick y tomo la misma decisión que segundos atrás estaba queriendo echar abajo.
- Voy yo. - Aprovecho la interrupción de Amber y me adelanto un paso al frente. - ¿Con eso igualamos los números, no? Un vencedor por un vencedor, y no creo que tengan problemas en cambiarme por alguien a quien consideran un niño. - No lo era, hace tiempo que había dejado de serlo, pero a estas alturas… Simplemente agradezco que Cale no haya venido y doy otro paso hasta quedar a la altura del resto. - Además, no creo que su ministro de justicia tenga inconvenientes con que me apresen a mí también. - Porque yo me había ganado una bonita cicatriz, pero sabía a ciencia cierta que mi puntería no había sido tan mala.
Mini trama
Interacción: Moira, Amber, Ben, grupo del ministerio.
Mención: Ken, Hans, general.
Mención: Ken, Hans, general.
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Esto es patético, realmente si voy a morir no quiero que este sea mi último día en la tierra. Por un lado tenemos a un equipo del ministerio que no aprovecha la clara ventaja que tiene y en cambio está negociando con un grupo que no tiene nada que ofrecer y por el otro un equipo de rescate medio pelo que va improvisando en el camino, porque solo veo eso improvisación.
Cuando el pelirrojo se ofrece y luego la rubia lo sigue lo único que hago es suspirar ¿De verdad están discutiendo quiénes van a sacrificarse? No sé para que vinieron aquí en primer lugar si quieren morir con tantas ganas, hubiesen hecho algo más dramático. Aunque a decir verdad, es algo adorable. Ni mi familia está aquí luchando por mí y estos idiotas lo hacen. Sé que no es directamente por mí pero... Bien podrían descartarme y usar a los ministros para recuperar a los suyos y ya.
- Oigan - hago sonar mi voz con la esperanza de que alguien me escuche - No dudaría ni un segundo en usarlos de escudo, a todos ustedes - comento de forma seria. Ahí va Raven Harkness y su única y última buena acción en vida - No me pondré a pensar por qué demonios hacen lo que hacen ¿Quieren el premio por excelentes valores morales? Bien, lo tienen. Pero yo no entraré en este juego... Es un 3 a 2, estoy fuera - digo con voz calma, más civilizada que la de otros presentes.
Mini trama
Interacción: Todos
Mención: Ben y Ava
Mención: Ben y Ava
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Más que una negociación política, o un intercambio de rehenes, esto parece una mala película, o una especie de circo montado. La ridiculez de quienes considerábamos terroristas casi que me hacía cuestionar la eficacia de nuestro departamento, hasta que mi esposa demuestra su carácter y me encuentro sonriendo con suficiencia.
- Esperen a que se entregue primero, pero no es un mal intercambio. - La voz de la ministra suena por medio de los comunicadores luego de que Franco presenta su contra-oferta y, como muestra de buena voluntad, libera a Helmuth sin inconvenientes. Más murmullos resuenan por los comunicadores, pero no presto mucha atención porque Annie me llama la atención y desestimando por completo los deseos de la mujer, me pide que sea ella la siguiente en ser entregada al otro grupo.
Tenía que admitir que no me hallaba precisamente feliz de dejarla ir, pero no tardo en adelantarme unos pasos, tomarla del brazo y apurarla hasta el centro con un poco más de brusquedad de la que probablemente debería, ignorando si es que protesta o hace algún tipo de movimiento para soltarse. No pesa nada, así que la suelto con un empujón, y un movimiento de varita después sus ataduras se encuentran libres.
Aseguro al ministro Helmuth con mucha más delicadeza que la de recién, y nos hago volver hacia atrás, apartándonos un poco del frente para poder revisarlo. - ¿Necesita algo? - No seré medimago, pero todos los aurores estábamos capacitados en los procedimientos básicos de asistencia.
Mini trama
Interacción: Raven, Nicholas.
Mención: Todos.
Ministro en uso: Eloise Leblanc
Mención: Todos.
Ministro en uso: Eloise Leblanc
Icono :
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
— Poner orden, algo que obviamente tú no comprendes — es lo único que voy a decirle a una rata de alcantarilla como ella, pero me doy cuenta de que aprieto mi varita con más fuerza. Para mi sorpresa, toda disputa deja de ser importante porque las negociaciones toman un giro inesperado, con Franco dando el primer paso como sacrificio y Annie pasándose por el culo que la prisionera no quiera ser entregada. No me sorprende, tampoco veo mal que la rubia se ofrezca por un niño que no tiene por qué estar aquí, pero no alcanzo a dar una opinión como para finalizar el juego que la voz del ministro de justicia se oye en las cucarachas — No es negocio — parece tajante y no lo comprendo, lo demuestro enviándole una mirada confundida a mis compañeros, en busca de alguna señal de entendimiento.
— Es solo un chico, no presenta amenaza — intento sonar cautelosa con mi voz en dirección a Annie y a los jueces, quienes están aquí para que la ley se cumpla. Por el ruido del otro lado, asumo que Hans se ha acomodado en la silla de un modo algo frenético — El chico vale más que ella. Rechaza la oferta, ahora. Él se queda, aumenta el precio — sé que es una orden arriesgada, sé que algo deben tener como excusa como para tomar esa decisión y no comprendo qué es lo que buscan conseguir con eso. ¿Una oferta mayor? ¿Que se rindan, que se marchen, que entreguen cabezas por… un niño? Miro a mi esposo confundida, tratando de entender qué demonios está pasando.
Mini trama
Interacción: Moira, Base de seguridad, Annie, Jack
Mención: Ben, Ava, Raven, Kendrick
Ministro en uso: Hans
Mención: Ben, Ava, Raven, Kendrick
Ministro en uso: Hans
Icono :
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
“No es un negocio”, las palabras de Hans también resuenan en mi comunicador, y sé incluso antes de que siga aclarando los tantos, que no hay forma de que dejemos ir al niño por una mujer común y corriente. A estas alturas, no había forma de que dejemos ir al muchacho y punto. El resto no lo comprende, lo sé, y antes de que empiecen los murmullos de incertidumbre levanto una mano en el aire y miro a mi amiga. - Rose… - Dejo de lado las formalidades en lo que le advierto, sabiendo que ese desliz se produce debido a mi ansiedad. Para ella no representa ninguna amenaza, no cuando lo veía como un adolescente sin nombre y sin rango alguno. Pero la verdad era otra.
“El chico vale más que ella. Rechaza la oferta, ahora. Él se queda, aumenta el precio.”. No hace falta murmurar que lo sé, ni mostrar mi reconocimiento de manera alguna. Había corrido el análisis tantas veces que me sabía los números de identificación genética de memoria como para entender que las intenciones de la rubia podían ser muy nobles y todo eso, pero la realidad era otra. - Temo que no podremos entregar al muchacho así como así. Ustedes quisieron jugar antes la carta de que nuestros ministros tenían mayor valor… ahora es nuestro turno. -
Me adelanto un par de pasos, y trato de regalar mi mejor sonrisa. Una que, a decir verdad, no me cuesta mucho poner. Estoy disfrutando estos segundos, y sabía que este era el momento en el que descubriríamos qué tanto sabían los rebeldes, y si planeaban utilizarlo de alguna manera. - Sabemos quién es el chico, tu sacrificio solo no basta. Si querían usarlo de alguna manera, pues tendrán que pagar por ello. - Giro la varita entre mis dedos, y tomo el otro extremo de la misma con la mano contraria. - No lo sé… tal vez dándonos la ubicación de su base, o la lista de integrantes de su movimiento rebelde… Y aún así, creo que ni siquiera eso es suficiente. - ¿Qué ofrecerían por alguien que podía convertirse con facilidad en la insignia de su revolución? Si estaban tan dispuestos a sacrificar sus vidas, no costaría mucho más el sacrificar sus ideales también.
Mini trama
Interacción: Todos.
Icono :
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Lo cierto es que no comprendo muchas de las cosas que están pasando, especialmente el repentino giro de que algunos de los traidores se ofrezcan a cambio de los que tenemos capturados. Desde el principio pensé que no era justo el intercambio porque nosotros teníamos a más de los suyos, pero no imaginé que se ofrecerían de esta manera. Para empezar, ni siquiera sé quiénes son, a excepción de Benedict Franco. Tampoco sé nada de los capturados porque no he participado en los interrogatorios, así que el rechazo del Ministro Powell al intercambio por el chico me pilla desprevenido. Es un crío, ¿qué más da? A cambio ganamos a una traidora adulta que seguro que habrá hecho de todo.
He estado callado todo el rato porque solo pretendía observar y actuar si la situación lo requería, pero al final el querer quedar bien a ojos de mis superiores me vence: — No es suficiente. Sabemos quién es Benedict Franco, ¿pero y tú? ¿Qué ganamos contigo? — suelto, dando un par de pasos hacia el frente. Sin embargo, no me da tiempo a añadir nada más porque Annie toma las riendas del asunto diciendo algo que comprendo incluso menos, así que acabo haciéndome a un lado de nuevo para observar en silencio.
Mini trama
Interacción: Ava
Mención: Ben, Hans, Kendrick y Annie
Mención: Ben, Hans, Kendrick y Annie
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Cierro los ojos con fuerza cuando oigo la voz de Ava, porque sé que no podría prohibirle que se sacrifique cuando yo mismo di la idea. Acabo mirándola con resignación y lanzo un suspiro pesado, aunque mi atención pronta la tiene Raven, a quien entregan a pesar de sus quejas — Lo siento — le digo simplemente a la morena. Puede que no la conozca, pero no voy a ponerme a hacer distinciones si hemos venido hasta aquí todos juntos. La red, el catorce… da igual, nos metimos todos en esto.
Pero algo pasa. Hay cierto cuchilleo en el otro lado y mis ojos se entornan con sospecha, siendo capaz de reconocer el nerviosismo en la boca de mi estómago. E intento, juro que intento que no se me vea el pánico en el rostro, pero no soy tan buen actor y mi primer impulso es tomar el brazo de mi hermanastra porque la conozco lo suficiente como para saber que se lanzará encima de Weynart en segundos — Tiene solo quince años… — sé que no es excusa, Kendrick se hizo su propia fama cuando se tiró encima de dos ministros y eso que no saben, creo yo, del cráter que hundió a un montón de aurores en las afueras del norte. Su sangre sola lo condena y sé que tienen la tecnología suficiente como para que esto no sea un farol. Lo saben, es la carta bajo la manga — Si sabes quien es… — por todos los medios, no quiero mirarlo. No quiero ver la cara de la persona a la cual le hemos mentido toda su vida — No tengo una lista, no hay una verdadera base. Y aunque te dijera algo así, no lo abarcará todo. Hay más, mucho más que nosotros y lo sabes. Pero puedo ayudarte. Buscaré a Stephanie Black y se la llevaré a Jamie si hace falta, pero por favor… — doy un paso hacia delante, alzando una mano en señal de paz, buscando un entendimiento que se delata en el quiebre de mi voz — Solo deja que se vaya. No es su guerra — esto empezó antes de que él siquiera naciera, no podemos culpar a nadie por su genética en este lugar.
Mini trama
Interacción: Annie, Raven
Mención: Ava, Ken, general
Mención: Ava, Ken, general
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Ava se ofrece a intercambiarse por Kendrick, lo que provoca que acabe mordiéndome la parte interior de la mejilla, nerviosa. ¿Estamos locos o qué? Si se los llevan, sabemos que no los dejarán ir porque ahora sí que no tendremos nada que ofrecer a cambio. Y aun así, parece que es la única opción que nos queda... hasta que las palabras de Annie Weynart resuenan en mi cabeza. Porque saben quién es Kendrick y eso cambia completamente la situación.
Probablemente crean que tenemos unas razones ocultas para querer salvarle, cuando no son más que unas sentimentales porque es de nuestra familia. Sí, Ben y yo hablamos sobre que, quizá, en un futuro, cuando supiera la verdad, podría ser quien cambiara la situación del país. Pero hablarlo es algo muy distinto a llevarlo a cabo.
Dejo que sea Ben quien hable, pero viendo la situación, algo me dice que no se van a conformar con el planteamiento de que llevamos a Stephanie Black ante ellos. Ni siquiera sé cómo podríamos encontrarla porque unos meses antes de mi llegada estuvo en el 14, pero se escapó misteriosamente. Desde entonces ha estado en paradero desconocido. Es eso lo que me lleva a hablar, siendo consciente de que seguramente tampoco sirva de nada más que para enfurecerles: — O si no, puedo ofrecerte no decirle a la población quién es el chico — suelto en el mismo tono de voz que ella ha utilizado, remarcando especialmente la última palabra. — Tú misma has dicho que te interesa saber cuántos somos, por lo que tampoco sabes cuántos saben la verdad; cuántos de nosotros ahí fueran lo conocen — añado. No es algo con lo que me guste jugar, pero así es. — Podríais matarnos a todos, ¿pero qué pasaría cuando descubriesen que le habéis matado? Muchos se enfadarían con vosotros por ser quien es. — Las dos sabemos que hay gente que todavía apoya a los Black y su ideología, para bien o para mal. — Siempre queda la opción de aceptar nuestra propuesta de encontrar y traeros a Stephanie Black.
Mini trama
Interacción: Annie
Mención: Ava, Ben y Kendrick
Mención: Ava, Ben y Kendrick
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Creo que estamos olvidando muy fácil otra vez quien es quien en esta situación y suelto la mano de Kennedy para poder acercarme a Moira, rodearla con mis brazos por la espalda, cerrando mis manos sobre su estómago. En un susurro le pido que se calme después de que la rubia buscó hacerla callar con un golpe, para unirse luego a Benedict en un gesto de sacrificio que me hizo rodar los ojos por un segundo, porque en serio van a hacerlo. Van a ofrecerse a sí mismos para igualar los números. Y por la obsesión enfermiza que ha demostrado Jamie Niniadis por el distrito 14, entiendo que tiene sentido que sean ellos los que muestren sus muñecas para cambiar su libertad por la de sus amigos y apenas si miro a Raven Harkness, casi como si no nos conociéramos, sabiendo que si las circunstancias de la vida hubieran sido otras, tal vez sería a ella a quien estaría sosteniendo en este momento, y lo único que hace es retirarse de la partida, como creo que es lo mejor que podríamos hacer un par. Traigo a Moira conmigo cerca de donde ha quedado Kenny y con la mirada le digo lo que pienso, sé que lo entenderá, pero nos queda ver cómo se resuelve todo esto y el por qué un niño de pronto vale tanto como para que todos quedemos atrapados en esta mina y el nombre de Stephanie Black cobre más fuerza de la que debería tener alguien que hace mucho se volvió un fantasma.
Mini trama
Interacción: Moira y Kennedy.
Mención: Benedict, Ava, Kendrick.
Mención: Benedict, Ava, Kendrick.
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Las idas y vueltas pasan demasiado lento o demasiado rápido, no sé diferenciarlo y estoy seguro de que es culpa de que todavía estoy demasiado magullado como para tener un cerebro completamente funcional. Hay una pequeña esperanza en todo esto, porque sé que puedo volver con los míos, escapar del infierno de los últimos días y con cada intercambio, yo solo me callo y espero, viéndolos pasar como si yo solo fuese una sombra. Pero empiezan las ofertas y el miedo me azota de una nueva manera, en especial cuando, por alguna razón, Ava se adelanta para ofrecerse por mí — No… — le sacudo la cabeza porque estoy seguro de que no me escucha. No lo vale, el rubio con cara de frígido lo deja bien en claro.
Y me confundo, porque miro alrededor esperando ver a otro chico que me hubiese perdido, porque no comprendo qué es lo importante. Yo no tengo ningún valor, apenas y puedo hacer nudos decentes y siempre estuve al margen de las ideas de los adultos. La voz de Annie Weynart me pone nervioso, Benedict sigue ofreciéndose como carne de cañón y trato de adelantarme, pero mis pasos son temblorosos y el sujeto mastodonte que me torturó hace pocos días me sostiene para que me quede quieto — ¡Olvídenlo! — me quejo, con los ojos fijos en las personas con las cuales crecí. Intento que no me tiemble la voz, pero sé que fallo y tengo que pasar saliva. El corazón me late con un frenesí inquieto, porque ellos saben algo que yo no, porque quiero hacer mil preguntas y evitar que decidan por mí y no puedo ser más que un inútil — ¡Yo me quedo! Solo… paren, por favor… — no voy a ponerme a lloriquear, pero… — Soy solo yo, no es importante. Por favor — porque todo esto dejó de tener un sentido, hace ya mucho tiempo.
Mini trama
Interacción: Ava, Ben, Amber, rebeldes
Mención: Annie, Jack, Nath, general
Mención: Annie, Jack, Nath, general
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Todo se había salido de control, incluso los ministros hablaban en tonos nerviosos a través de las cucarachas y aunque llevaban un par de minutos dentro de la mina, parecían largas y eternas horas.
Al corroborar que el primer rehén se encontraba relativamente bien, Bianka regresó junto al grupo para intercambiar miradas de vez en cuando, sin perder de vista al encargado de la defensa de NeoPanem, el hombre que aún no soltaban.
Comenzó a sentirse nerviosa, sobretodo cuando Annie reveló un importante dato que cambió la expresión del rostro de los rebeldes, sobretodo del pelirrojo en la lista de más buscados ¿Los habían enviado a semejante misión sin otorgarles la información completa? ¿Por qué valía tanto la vida de un simple niño?
Intentó buscar una respuesta, pero al parecer no era la única que se había perdido de algo, Rose y Nathaniel tampoco comprendían del todo la situación.
—¿El niño vale más que el rebelde Franco?— Murmuró entre dientes hacia el auricular, esperando que algún ser humano divino la ilumine.
No se movió de su lugar y tampoco soltó la varita, es más empezó a vigilar no sólo a Riorden, si no también al maldito infante. —Quieto y callado.
Mini trama
Interacción: Ministros y Ken (?)
Mención: Annie, Rose, Nath, Ivar, general
Mención: Annie, Rose, Nath, Ivar, general
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
No entiendo la motivación que tiene Raven para no querer negociar su libertad, no nos conoce, no la conocemos. Pero las cosas no son tan sencillas y ellos lo demuestran cuando la ignoran y la liberan de todas maneras. Probablemente lo hayan hecho porque ya no les sirve, deben de haberle sacado toda la información posible y ahora buscan nueva carne. Y espero poder ser suficiente para saciar ese hambre… hasta que no lo soy.
Escucho los murmullos y la situación de tensión que hay delante, y la ansiedad que se va construyendo en la boca de mi estómago. Un rubio que no ha hablado me aclara que no ganarían nada conmigo, y quiero replicar, pero la voz de Annie Weynart hace que toda la sangre de mi rostro desaparezca en cuestión de segundos.
Lo saben.
Mierda, mierda, mierda. ¿Quién nos había mandado a permitir que los niños fuesen a la operación de rescate? ¿Cómo habíamos permitido que lo capturasen? Años y años en los que tratamos de protegerlos hasta… Ben me toma del brazo, deteniéndome antes de que pueda darme cuenta que estaba agarrando el rifle con demasiada fuerza. No es un niño, pero tiene toda su puta vida por delante; es un mago, y el anonimato podía haberlo protegido si jugábamos bien nuestras cartas. Nada de esto tendría que haber pasado. Nada.
Ben y Amber tratan de voltear la situación a nuestro favor, ofertar y contra ofertar en partes iguales, pero mi mirada se centra en Ken, que parece estar total y completamente perdido, y quien, como si fuera su decisión, trata de mantenernos al margen del asunto. - Kendrick, cállate. No sabes lo que estás diciendo. - Porque él es importante, pero no por las razones que se están debatiendo. No por su sangre o su utilidad. Es importante porque es parte de nosotros y esta extraña familia que somos desde el mismísimo momento en el que nació. Desvío mi mirada de él, sabiendo que no podré ver su expresión luego. - Él es inocente, no tiene idea…
Mini trama
Interacción: Ken, General
Mención: Raven, Nathaniel, Annie, Amber y Ben.
Mención: Raven, Nathaniel, Annie, Amber y Ben.
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Escucho con atención lo que dicen ordenando con facilidad los hechos en mi cabeza. Los dejo exponer sus ofertas, observando cómo tratan de hacer que sean lo suficientemente tentadoras para comprar la libertad del muchacho. No hace falta que nadie me diga por cucaracha que no lo son. Ignorando al niño por completo, me planto de frente a los rebeldes, todavía teniendo la ventaja sobre ellos. - Entonces me están diciendo que, no solo no están realmente organizados, sino que más personas conocen su identidad y pueden divulgarla…- Los miro como si no pudiese creer lo que estaban diciendo, y trato de replantear sus ideas de una forma en la que noten que nada de lo que dicen tiene sentido, o un atractivo particular.
- No están jugando bien sus cartas si lo mejor que pueden ofrecer es un secreto guardado a medias, y la promesa de traernos a una tipa que aún tienen que encontrar. - Stephanie Black era un mito, y si bien el distrito catorce era prueba suficiente de que los mitos tenían más verdad que la que queríamos ver, ¿qué los hacía más capacitados para encontrar a la malnacida?
- Incluso aunque pudieran traernos a quien dicen, sus leyes son diferentes. - El gobierno anterior no se consideraba por ser justo con las mujeres, y mientras Stephanie podía ser una amenaza en sí misma, eso no representaba un riesgo mayor que el chico. - Incluso aunque quieran cambiar a un Black por otro Black, sus reglas dictaminan que es el varón quien hereda. El hijo de Orion Black, siempre tendrá mayor derecho que su propia tía. - Si la gente fiel a esa familia tenía que optar por alguno de los dos, si había alguien a quien seguirían…
No había cambio que pudieran proponer que valiera la pena de verdad, pero al menos estábamos consiguiendo información. - ¿Tienen algo más que añadir? Porque de lo contrario lo lamento, pero el chico se queda aquí.
Mini trama
Interacción: Rebeldes.
Icono :
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
No hay manera posible de que algo de lo que están diciendo tenga un mínimo de lógica. La amenaza de la mujer rubia me vale nada, porque puedo ver como Ava entra en algo que reconozco como su desesperación y niego una y otra vez, como si así pudiese convencerla de que está bien, que pueden dejarme y simplemente irse si eso es lo que quieren, porque esto no tiene por qué complicarse. Pero sus palabras me tienen perdido, siento que estoy en medio de una charla de la cual me falta una parte y busco una respuesta en los demás — ¿Pero de qué están hablando? — exclamo con algo de impaciencia, riéndome con la incredulidad de la desesperación — Solo escuchen. No hace falta que nadie más muera — si siguen discutiendo, nadie va a ganar, es tan simple como eso. Cuanto más tiempo pasen dentro de la cueva, nadie saldrá de ella. Annie Weynart lo sabe, habla de sus malos negocios y bajo la mirada para ocultar el miedo que esto me produce, porque puedo ver cómo estamos perdiendo, que se acabó todo. He escuchado de Stephanie Black, pero no comprendo cómo es que eso se conecta conmigo y por qué yo tendría el mismo valor que alguien que logró todas esas cosas terribles, hace tanto tiempo y que los magos han repudiado tanto. Y entonces…
Mi rostro se gira hacia la mujer Weynart con la lentitud de alguien que está tratando de armar un rompecabezas con las palabras que ha recibido y que su cerebro se niega a procesar. Habla de leyes antiguas, herencias sobre el hijo de un Black y reconozco ese nombre, no el apellido, sino el primero. Porque hace años, cuando yo era un niño, me enseñaron que mi segundo nombre se debía a una constelación y yo jamás pregunté de dónde lo sacaron. Había asumido que de las estrellas. No hice más preguntas al respecto, incluso recuerdo que Echo me mostró el cielo nocturno una vez para que me sienta al menos identificado con algo cuando tenía siete. Pero existía un Orion Black que tuvo un hijo y yo he visto esas iniciales grabadas en un anillo que reposa en el bolsillo de mi pantalón. Un anillo sin diamante, de un compromiso que de seguro no llegó a concretarse y que llevaba la mujer que me parió, que me ocultaron y que unos extraños del gobierno conocían. Las fichas caen, tan lento que estoy seguro de que es un segundo muerto en la eternidad y todo cobra un extraño sentido. Nada fue un error ni una coincidencia. Porque Echo no podía contarme de mis padres, porque nadie lo hizo, porque el gobierno se tomó la molestia de rebuscar en mí y obligarme a hablar de cosas de las cuales yo no tenía idea. Porque no soy Kendrick Orion Duane y solo quiero salir huyendo.
Separo mis labios, pero de ellos solo salen balbuceos y palabras entrecortadas que no forman ninguna idea — ¿Qué? — acabo espetando, girándome con mayor velocidad a mi supuesta familia. Me tiemblan los labios, debatiéndose en una sonrisa de pánico y una expresión alterada y confundida — No es verdad, ¿no es así? — sé que me equivoco, pero necesito que me lo confirmen. De sus bocas — No hay manera de que eso sea cierto, es una estúpida locura — y aunque estoy herido, busco enderezarme, endureciendo mi voz todo lo que puedo. Que me mientan, una vez más, si se atreven.
Mini trama
Interacción: Rebeldes, Annie
Mención: Bianka
Mención: Bianka
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Era de esperarse que la cantidad de rehenes fuera un tema a discutir, el problema es que nadie de allí quería ceder, el gobierno por supuesto que no era de los que cederían nada, al parecer ya poco importaba si tuviéramos que matarnos ahí, las cosas iban de mal en peor, la cuestión es que eso no llevaría a nada bueno, ¿Qué tanto aguantarían los rebeldes en ser presionados? Claro estaba que ignoraba el berrinche de la chica, no era lugar para ese tipo de cosas, era una conversación muy frágil que podía romperse en cualquier momento. Rose intervino hablando del vencedor, al parecer no eran los únicos que tenían algo importante para intercambiar, en ese caso teníamos aún más. ¿Cómo resolveríamos esto?
Entonces escuché a Annie y me quedé sorprendido. ¿No habíamos accedido al intercambio por que eran ministros? ¿Entonces que mierda hacíamos en ese lugar? ¿Solo por ciudadanos? No lo entiendo, daría mi vida por ciudadanos, ¿pero el gobierno? Daba igual, la estrategia de Annie estaba funcionando, Ben Franco quería entregarse. De un momento a otro pensé que lo haría más de uno, pero solo lo hizo una, aquella que le cerro la boca a la chica que hablaba de más, y solo por eso me caía “bien”.
Por supuesto que era mejor entregar al chico, ¿cierto? ¿Cierto? Rose se mostraba confundida y mi mirada se posó sobre el muchacho. Al final la verdad se soltó, ¿Quién era quién? De un momento a otro se discutía el futuro del chico. ¿Querían entregar a la tal Stephanie? Entonces mostraron debilidad, la pelinegra solo ofrecía cosas que al gobierno no le interesarían, y como claramente dejo dicho Annie, no estaban jugando bien sus cartas. De momento teníamos la ventaja, eso a menos que todo se fuera al carajo y tuviéramos que retirar nuestras varitas.
La ventaja era el heredero de los Black. Mi varita estaba tensa, la conversación estaba en el momento más tenso, si no tenían nada que ofrecer, solo les quedaba retirarse o pelear. Por mi parte mis dudas desaparecen, los Black no podian volver, lo peor es que parece ser que el chico no tiene idea de que hablan.
Mini trama
Mención: Rose, Annie, Ben, Kendrick, Amber, Ava, Moira.
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Que no vayan a aceptar ninguna de las propuestas de los traidores me alivia, incluso aunque yo siga en manos de ellos y puedan hacer conmigo lo que quieran. Tenemos a más de los suyos, ¿por qué deberían entregarlos con tanta facilidad? Si a eso le sumas que son unos terroristas y que hace escasos días mataron a no sé cuántas personas, la situación juega todavía más a nuestro favor.
Una de las chicas me agarra por los brazos, pero no tarda demasiado en soltarme cuando Benedict y otra chica se ofrecen por el niño. Al principio no comprendo por qué tanto interés en un crío... hasta que empiezo a atar cabos y Annie confirma mis sospechas. Sé desde hace meses que Hans estaba buscando al hijo de Orion Black por el norte con ayuda de varias personas; pero lo que no imaginaba era que ellos mismos fuera a entregárnoslos. No puedo evitar reírme por toda la situación, y sin mirar a nadie en concreto, hablo: — Estáis tan bien organizados que hasta vosotros mismos nos habéis entregado al hijo de Orion Black — ironizo. — ¿Tan poco inteligentes sois que mandasteis a la persona más valiosa que tenéis a riesgo de que lo capturásemos? — Porque encima es un adolescente que no sabrá defenderse igual que un adulto. Lo mires por donde lo mires, era obvio que cualquier cosa podía salir mal. — Estábamos buscándolo, pero gracias por ahorrarnos tiempo.
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Interacción: Todos en general
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Apenas presto atención a la primera parte de la conversación porque mis ojos se paran a descifrar las caras que tenemos delante. Diferencio la cabellera rubia de Arianne al mismo tiempo que el remordimiento por lo que hice se acumula en mi cuerpo, no mucho antes de que mi ceño termine por fruncirse al analizar el rostro que se encuentra a su lado. Me resulta terriblemente familiar y aunque de primeras no consigo reconocer de quien se trata, no aparto la mirada de él por unos segundos en los que trato de hacer memoria de por qué debería conocer a ese hombre. Como no consigo hacer una conexión coherente, vuelvo a mover mis ojos hasta que se cruzan con unas facciones demasiado reconocibles como para estar equivocada. ¿Esa es Jessica? ¿Cuánto tiempo hacía que no veía esa cara? ¿Puedo estar tan demente como para confundirla con alguien completamente ajena a ella?
Me obligo a mantener la concentración en lo que está ocurriendo, tratando de rebajar el ritmo de mi corazón con respiraciones pausadas. Dos de los suyos por dos de los nuestros, por ahora no va mal, solo nos falta recuperar al resto y adiós muy buenas, aquí no ha pasado nada. Lo que ocurre a continuación tiene lugar muy deprisa, la morena alega que estamos en desventaja, a nosotros solo nos queda por intercambiar un ministro mientras que ellos tienen a tres más. – No seas idiota. – Murmuro en un susurro cuando Ben se ofrece a tomar su puesto, dándoles justo lo que quieren. No me sorprende que Ava vaya después y ya estoy dando un paso hacia delante cuando de un momento para otro comienzan a hablar de algo que no entiendo del todo. Kendrick no es más que un niño, ¿les interesa más él que un ministro de confianza? No puede ser, algo va mal.
– ¿Cómo…? – Me apresuro a murmurar, tan bajo que no creo que nadie me escuche, pero aun así giro mi cabeza hacia Ben. ¿Qué mierdas están diciendo? ¿Que Kendrick es hijo de Orion Black? Sabía que había cosas de las que yo no estaba al tanto porque llegué al catorce unos años más tarde de cuando él había nacido, pero esto es una completa locura, ¿cómo es posible? No sé qué narices está pasando y, sin embargo, me encuentro dando un paso al frente. – Tú cállate, no estás en mucha disposición para hablar. – Le escupo al ministro cuando se atreve a meter más leña al fuego, girándome después hacia a la morena cuando toma la posición de no entregar a Kendrick. – Ese no era el trato. Desapareceremos, ¿de acuerdo? ¿No es eso lo que quieren? Desaparecemos del mapa, nos entregaremos, haremos lo que quieran, pero dejad que él se vaya. Es solo un niño. – Me basta una mirada hacia Ken para darme cuenta de que no tenía ni idea de nada, lo cual lo hace tres veces más vulnerable. Él no tiene la culpa. – ¿No queréis acabar con lo que empezasteis? – Murmuro, lo suficientemente alto como para que me escuchen. Quemaron el catorce pero no terminaron con nosotros. Ava, Ben, yo, Derian incluso, la mayoría de los adultos estamos aquí, y tenemos muchas más razones para acabar en la horca. No pueden condenar a alguien por nacer con la sangre que se le dio, aunque… ¿realmente no es lo que llevan haciendo todo este tiempo con los humanos?
Me obligo a mantener la concentración en lo que está ocurriendo, tratando de rebajar el ritmo de mi corazón con respiraciones pausadas. Dos de los suyos por dos de los nuestros, por ahora no va mal, solo nos falta recuperar al resto y adiós muy buenas, aquí no ha pasado nada. Lo que ocurre a continuación tiene lugar muy deprisa, la morena alega que estamos en desventaja, a nosotros solo nos queda por intercambiar un ministro mientras que ellos tienen a tres más. – No seas idiota. – Murmuro en un susurro cuando Ben se ofrece a tomar su puesto, dándoles justo lo que quieren. No me sorprende que Ava vaya después y ya estoy dando un paso hacia delante cuando de un momento para otro comienzan a hablar de algo que no entiendo del todo. Kendrick no es más que un niño, ¿les interesa más él que un ministro de confianza? No puede ser, algo va mal.
– ¿Cómo…? – Me apresuro a murmurar, tan bajo que no creo que nadie me escuche, pero aun así giro mi cabeza hacia Ben. ¿Qué mierdas están diciendo? ¿Que Kendrick es hijo de Orion Black? Sabía que había cosas de las que yo no estaba al tanto porque llegué al catorce unos años más tarde de cuando él había nacido, pero esto es una completa locura, ¿cómo es posible? No sé qué narices está pasando y, sin embargo, me encuentro dando un paso al frente. – Tú cállate, no estás en mucha disposición para hablar. – Le escupo al ministro cuando se atreve a meter más leña al fuego, girándome después hacia a la morena cuando toma la posición de no entregar a Kendrick. – Ese no era el trato. Desapareceremos, ¿de acuerdo? ¿No es eso lo que quieren? Desaparecemos del mapa, nos entregaremos, haremos lo que quieran, pero dejad que él se vaya. Es solo un niño. – Me basta una mirada hacia Ken para darme cuenta de que no tenía ni idea de nada, lo cual lo hace tres veces más vulnerable. Él no tiene la culpa. – ¿No queréis acabar con lo que empezasteis? – Murmuro, lo suficientemente alto como para que me escuchen. Quemaron el catorce pero no terminaron con nosotros. Ava, Ben, yo, Derian incluso, la mayoría de los adultos estamos aquí, y tenemos muchas más razones para acabar en la horca. No pueden condenar a alguien por nacer con la sangre que se le dio, aunque… ¿realmente no es lo que llevan haciendo todo este tiempo con los humanos?
Mini trama
Mención: Arianne, Jasper, Jessica, Ava, Kendrick
Interacción: Ben, Riorden, Annie
Interacción: Ben, Riorden, Annie
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Nada de lo que decimos parece tener ningún efecto porque siguen insistiendo en no darnos a Kendrick así como así. Me masajeo la sien, intentando ordenar mis pensamientos en busca de una solución lógica que funcione para que puedan dejarlo tranquilo y a salvo. El problema es que no consigo pensar nada y cuanto más tiempo sigamos aquí, más costará que nos dejen en paz. — ¿Qué podemos ofreceros? No estamos organizados porque simplemente somos un grupo de renegados que quiere vivir con tranquilidad como hemos hecho durante años — reconozco al final mientras alzo la vista hacia Annie. Puede que haya intentando hacer ver hace escasos minutos que muchos saben lo de Kendrick cuando no es así; que muchos se enfadarían si supieran que ha muerto cuando pocos saben cuál es su verdadero ADN. — Nunca os hicimos nada porque estábamos escondidos. — Ni siquiera sabíamos lo de las bombas en el Ministerio porque no tuvimos nada que ver. Siempre he querido un cambio a mejor, pero al final del día, y como le dije a Ben la misma noche del ataque, lo que siempre me ha importado, por encima de todo, es que estén bien.
Ignoro totalmente los comentarios de Riorden porque si le hiciera caso sería para golpearle y no quiero caldear más el ambiente porque suficientes problemas tenemos ya. Que Annie hable sobre la línea de sucesión de los Black me hace rodar los ojos, exasperada, porque no sé cómo podemos hacerles entender que simplemente es un niño que hasta hoy desconocía su origen. Y lo ha descubierto de la peor manera posible, a boca de gente que nos odia. — ¿Crees que Stephanie Black permitiría que él gobernara? Lo mataría ella con sus propias manos, independientemente de que sea su sobrino. — Siempre tuvo ansías de poder y mandó más que su hermano, ¿por qué iba a cambiar ahora?
Mini trama
Interacción: Annie
Mención: Kendrick, Ben y Riorden
Mención: Kendrick, Ben y Riorden
Icono :
+17
Amber J. Pearson
Paul Jefferson
Kennedy Wang
Jack W. Tyler
Nathaniel L. Wright
Kendrick O. Black
Ava E. Ballard
Raven Harkness
Arianne L. Brawn
Viktor R. Carstairs
Ferdia U. Wallace
Riorden M. Weynart
Rose S. Harkness
Annie C. Weynart
Jasper E. Davies
Nicholas E. Helmuth
Ivar Lackberg
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