Apretó el moño, moviendo la cabeza hacia ambos lados para cerciorarse de que el mismo no se desharía con facilidad y acabaría molestándole nuevamente. — Prepárate. — Prepárate, porque yo soy fácil, soy débil, pero los demás es probable que no lo sean en absoluto. Tragó saliva y se agarró al borde, apoyando los pies contra la dura superficie y, en el mismo momento que pronunció un 'ya', se impulsó para, nuevamente, tener una reacción más lenta que el otro.

Sí, jugaba en su contra el hecho de reaccionar más lenta a la salida del ejercicio, pero quedarse atrás no siempre sería malo, ¿no? Al menos podría enseñarle una lección al menor de los Fisher, demostrándole que no podía fiarse por más que fuera un mero entrenamiento sin peligro alguno. Braceó con fuerza, con rapidez y, cuando estuvo lo suficientemente cerca, la diestra de la rubia se aferró a uno de los pies de Thomas. El cuerpo de la joven tiró hacia abajo, hundiéndose y estirando el otro brazo para tomarle de la pierna con ambas manos y arrastrarlo con ella.

#Nado
Dado: Acierto

Puntos: 30/40
Aciertos: 4/10
Tirada: 6/10

Los ojos de la rubia escocían de mantenerlos abiertos bajo el agua, pero los necesitaba para poder agarrar al otro y hundirlo junto a ella. Era fácil dejarse llevar por el peso de su cuerpo, mucho más cuando los zapatos y la ropa hacían de las suyas, empapándose y otorgándole algo más de peso del que tirar hacia abajo; por eso también le costaría ascender. Los manoteos del contrario la divirtieron, dándole un último tirón y, con ello, impulsándose hacia arriba como buenamente pudo.

Movió los pies, ascendiendo, subiendo poco a poco hasta que sacó la cabeza del agua, tomando una amplia bocanada de aire y, sin darle tiempo de reacción, comenzó a nadar a toda velocidad. Ni siquiera le importaba si nadaba correctamente, si sus brazadas eran buenas, si el tiempo de respiración o el movimiento de las piernas se coordinaban entre ellas, solo tenía que alejarse a toda velocidad y llegar al bordillo antes de que el otro emergiera del agua y, haciendo alarde de su facilidad para moverse en el agua la adelantara.

Boqueó una y otra vez, se esforzó, sacó fuerzas de todos sus músculos y, en un último impulso, se agarró al bordillo de la piscina antes de que su mellizo llegara al mismo.

#Nado
Dado: Acierto

Puntos: 33/40
Aciertos: 5/10
Tirada: 7/10

Los dedos de la mayor se aferraron al bordillo, observando a Thomas bracear hasta donde se encontraba, permaneciendo en silencio y solo siguiendo sus movimientos hasta que el mismo la alcanzó, agarrándose a su lado y dirigiéndose a ella de la forma que esperaba. Enfado. Las cejas de la rubia se arquearon, su mirada quedó fija en él y, finalmente, se encogió de hombros. — Sí. — contestó con simpleza, breve y concisa. Clara. — ¿Piensas que solo nadarán detrás tuya sin tratar de agarrarte, Thomas? — preguntó, entonces. No creía que lo pensara en absoluto, pero la pregunta era obvia. — ¿Qué harás cuando te libres de aquel que trate de ahogarte? ¿Pedirle explicaciones? ¿Molestarte? — siguió enfadándolo, queriendo que el menor de los Fisher sacara su genio de una vez por todas.

Arrugó los labios y, nuevamente, se encogió de hombros. Si debía ser cruel para que la entendiera, para que supiera que no era una broma, sino que debía esforzarse por ser mucho mejor, lo haría. Porque debía salir fuere como fuere.

#Nado
Dado: Fallo

Puntos: 33/40
Aciertos: 5/10
Tirada: 8/10

Asintió con la cabeza, aquello era precisamente lo que quería hacerle entender. Nadie tendría clemencia, no dudarían en hundirlo más profundo que ella, en apretar las manos con más fuerza en sus tobillos, en pelearlo, en golpearlo o tratar de asfixiarlo. No tendrían piedad, y era algo que debía de tener en cuenta ya que debía sobrevivir a todos y cada uno de ellos. — No lo sabes. — aseguró con lentitud, pronunciando aquellas palabras con una tranquilidad arrolladora. — En situaciones de riesgo no sabemos como reaccionaremos, quizá te hundas, quizá se te enganchen las ropas, quizás estés herido. No lo sabes, Thomas. — pronunció prensando los labios.

Todos aquellos escenarios, todas aquellas suposiciones se clavaban en el pecho de la rubia que, temerosa de perder el aire o que sus sentimientos la arrollaran, se giró, apoyando nuevamente los pies en la pared. — La última. — propuso separándose ligeramente de él e impulsándose con la pared para volver a nadar de regreso.

#Nado
Dado: Acierto

Puntos: 35/40
Aciertos: 6/10
Tirada: 9/10