— ¿Te apetece que probemos en la piscina? — preguntó al otro rubio, dirigiéndole apenas una breve mirada en lo que avanzaba hacia la zona asignada. Una amplia piscina se abría ante ellos, la profundidad de la misma quedaba lejos de la mirada de la ojos claros que, examinándola, suspiró cruzando los brazos bajo el pecho. Nadar en una piscina no era algo complicado, lo era mucho más cuando se trataba del mar con sus olas, arena y resbaladizas piedras. — Hace mucho tiempo que no nado, pero no debe ser complicado. Solo hay que flotar. —. Y, aunque habló con cierta seguridad, la inseguridad también estaba allí, impregnando cada sílaba pronunciada, consiguiendo que apretara más los brazos en torno a su cuerpo.

Siguió con la mirada el borde de la piscina, llegando hasta el extremo más alejado, allá donde un par de instructores se mantenían dentro del agua sin necesidad de agarrarse al bordillos, solo moviendo sus piernas de forma incansable, acariciando el agua con los brazos mientras charlaban. — Tendremos que meternos con ropa, ¿no? — cuestionó girándose hacia él, sintiendo el instinto de tomar su mano y tirar de él hacia el extremo opuesto, pero, en su lugar, bajó la mirada y respiró por la nariz. — Vamos. — animó adelantándose y parándose en el borde que le fue indicado. Con ropa y zapatos. Normal.

Prensó los labios y se agachó, quedando sentada en el borde de la extensión de agua y, con cuidado, dejándose caer en la misma. El frío le congeló hasta los huesos, haciendo que sus dedos se aferraran con fuerza al borde, con sus pies tensándose. — Está helada. — advirtió al otro.

#Nado
Dado:

Puntos: 4/40
Aciertos: 1/10
Tirada: 1/10

Se aferró al borde, moviendo las piernas en un intento por entrar en calor, o al menos conseguir que el frío dejara de congelar sus músculos y tirar de ella hacia la profundidad de la piscina. Aquello solo les servía si los mandaban al polo norte o algo así porque, a su parecer, el agua nunca estaba así de fría. Era imposible, no le recordaba así.

Observó al menor de los Fisher quitarse la ropa, quedando únicamente con los pantalones deportivos. — ¿Vas a meterte así? — preguntó con las cejas arqueadas, recibiendo como respuesta una zambullida por parte del otro. Se giró, sosteniéndose todavía con una mano, esperando ver la cabellera rubia emergiendo del agua y, cuando lo hizo, movió la cabeza hacia ambos lados. — No creo que tengas tiempo de presumir de cuerpo cuando nos persiga algo… o alguien. — se quejó golpeando el agua para salpicarle en la cara.

— Movámonos, necesito entrar en calor. — indicó, también ordenando, antes de sumergirse en el agua. La cabeza la zumbó unos instantes, sintió su cuerpo congelarse nuevamente pero, en lugar de quedarse quieta, comenzó a nadar. Debía moverse, debía hacerlo bien, debía ser de utilidad; quería y debía dejar de ser una carga para el otro.

#Nado
Dado:

Puntos: 12/40
Aciertos: 2/10
Tirada: 2/10

No esperaba encontrarse con una piscina climatizada, peor tampoco con una temperatura que era capaz de generar hipotermia si permanecía demasiado tiempo sumergida en la misma. Una queda queja escapó de entre los labios de la rubia que, después de un par de metros avanzados mediante largas brazadas, se estremeció nuevamente. — Deja de presumir. — repitió parándose, moviendo las piernas para mantenerse a flote en el lugar. — Calentemos nadando hasta el otro extremo de la piscina, después regresemos nadando, ¿te parece? — preguntó, volviendo su claro mirar hacia él y encontrándose con la socarrona sonrisa que tantas veces hubo visto, que tantas veces borró estampando su mano en el rostro contrario, de la que tantas veces se burló y de la que tanto disfrutó en divertidas situaciones.

Pensar en todo aquello revolvió el estómago de la rubia que, rauda, dejó de mirarlo. Sus labios se prensaron, pesados, y se obligó a tragar saliva. — Vamos, Thomas. — pidió entonces. Quería que el otro entrenara, que recordara muchos de los ejercicios o deportes que se le daban bien, que los practicara hasta que su cuerpo los recordara por completo; que tuviera todas las opciones posibles. Meneó la cabeza y, manteniéndose de espaldas a él, comenzó a nadar con lentitud, haciendo amplios movimientos de brazos y piernas en un intento por adaptarse a la temperatura del agua.

#Nado
Dado:

Puntos: 12/40
Aciertos: 2/10
Tirada: 3/10

Negó con la cabeza, mostrando un gesto algo cansado y poco animado. Algo a lo que el otro debía estar ya más que acostumbrado por más que se mostrara alegre y abierto con ella, por más que tratara de darle algo de 'normalidad' a la situación que tenían delante; al hecho de que estaban más muertos que vivos en aquel preciso instante. Porque no quería ser negativa ni triste, pero lo estaban, era una realidad que la rubia abrazaba con los brazos abiertos; que lo abrazaba y aceptaba para sí misma, pero para su hermano menor. Y quizá por ello estaba allí en aquel instante, entrenando con él, dándole algo de energías y tratando de fingir que se esforzaba en algo que no hacía para ella misma; porque ella no quería salir de allí, no iba a hacerlo.

— De acuerdo. — accedió cuando hubo llegado al otro lado, imitando a su mellizo en lo que apoyaba los pies contra la pared de la piscina, tomando impulso contra al misma para salir disparada cuando pronunció un claro 'ya' en voz alta, que sirvió para salir impulsada. El cuerpo de la rubia se deslizó con facilidad por el agua, no tardando en comenzar a mover sus brazos y piernas para avanzar, para no quedar en la retraguardia.

#Nado
Dado: fallo

Puntos: 12/40
Aciertos: 2/10
Tirada: 4/10

Estaba quedándose atrás, pero ¿le importaba? En absoluto. Los movimientos de la mayor de los mellizos fueron bastante más lentos que los del menor, avanzando por el agua, deslizándose y avanzando por la misma en dirección al bordillo del extremo contrario de la piscina. Seguía estando fría pero, poco a poco, su cuerpo se acostumbraba a la nueva temperatura, incluso se sentía cómoda con la misma.

Bracear y respirar, bracear y respirar. Mover las piernas. Solo tenía que coordinar todos los movimientos para llegar hasta el otro lado sin ahogarse, sin acabar tratando de respirar como un pez que acababan de salir del agua y coleaba boqueando por llenar de aire sus pulmones. Y, de momento, le estaba yendo bien. Avanzó un poco más, sus pies golpearon con algo más de rapidez el agua, se sumergieron y movieron con facilidad, acelerando el movimiento de su cuerpo hasta llegar al otro lado y apoyarse en el bordillo. — La siguiente no la vas a tener tan fácil, pienso recogerme el pelo. — advirtió en lo que estiraba un brazo sobre su cabeza para retirar el oscuro coletero que portaba y luego tratando de recogerse el pelo en un ceñido moño. — Otra más. — pronunció.

#Nado
Dado: Acierto

Puntos: 20/40
Aciertos: 3/10
Tirada: 5/10