Es lindo mirar los atardeceres y sin duda en el distrito 4 se puede apreciar uno de los más bellos. He llegado desde la playa hasta la zona comercial del distrito 4, debido a que mi padre me ha dicho que intercambiara algunas cosas, sin embargo, me he quedado viendo el atardecer, me recuerda a los que solía ver con mis hermanas. Siempre me ha gustado mucho, el olor del mar y la suave música que producen las olas al pegar con la orilla.

Decido que es mejor sentarme un rato y escuchar con detenimiento los suaves sonidos combinados con una dulce brisa, comienzo a entrecerrar los ojos y me dejo llevar comenzando un viaje con un sinfín de recuerdos de cuando vivía en Hogsmade, todo era perfecto, me alejo tanto de la realidad que no recuerdo a lo que vine, entonces abro los ojos regresando y comienzo a cantar una de las canciones que mi madre nos cantaba a mi hermana y a mi cuando no podíamos dormir.

Mi padre me comentó que ayer que tenía que ir al Distrito 4 a comprar unas cosas que sólo en este distrito se pueden encontrar. Como mi padre ya está algo mayor y muy cansado no puedo hacerle que venga él a por ellas, además tiene que trabajar para traer un poco de dinero a casa, si no fuera por su sueldo no tendríamos de que comer, yo estoy deseando terminar los estudios y empezar a trabajar, ser un poco útil.
Nunca antes había estado en el Distrito 4, es un distrito bastante hermoso, jamás había estado tan cerca del mar, bueno sí, una vez pero era muy pequeña, tanto que mamá aun estaba viva. Recuerdo lo bien que lo pasamos papá, mamá y yo ese día. Fue poco antes de que mamá muriera en ese accidente, todo fue culpa mía. Aprieto fuerte los ojos hasta verlo todo negro, no quiero recordar, no ahora. Agito la cabeza para sacar de ahí todo lo malo. Abro los ojos y dirijo la vista hacia la orilla del mar, las olas se mecen tranquilas danzan todas juntas, hacen un baile para el mar y él se emociona al verlas. Adoro el sonido que hacen al bailar.
Me quito los zapatos, me agacho a cogerlos y camino por la arena descalza, no hay mejor sensación que sentir el tacto de la arena fría. Me fijo de que hay alguien sentada en la orilla del mar. La curiosidad me mata por lo que me acerco a ver de qué se trata, parece como si estuviera en otra parte del mundo, como si la realidad estuviera fuera de ella. Me agacho para ver su cara, es una chica preciosa. Me incorporo y pongo mi mano sobre su hombro -Hola, ¿estás bien?- Le digo con media sonrisa. Parece como abstraída. Además no conozco muy bien el camino hacia la tienda que me comentó papá. Sigo mirándola fijamente.-Que maleducada soy, no me he presentado. Soy Lilith del Distrito 6.- Le digo mientras le tiendo la mano.

Estoy muy distraída y la verdad me pesa regresar al exterior, creo que voy a quedarme dormida cuando siento el tacto de alguien en el hombro entonces abro los ojos y la veo, es una chica rubia con ojos que reflejan el color del mar, ha decir verdad, primero me asusto un poco ya que no sabía sus intenciones, pero al escuchar lo que dice, también sonrío y decido que no tiene ninguna mala intención.Río un poco creo que parezco muy ida en este estado-Gracias, si estoy bien, solo me distraje unos minutos.-

Estrecho su mano en señal de saludo e incluso me levanto de donde me encontraba.-Hola Lilith, yo soy Denisse y en realidad ahora no tengo algo a lo que se le pueda llamar hogar, por el momento estoy en el distrito 12, pero deambulo por todas partes.-Murmuro una risa al decir todo eso.

-En este momento tengo que ir a cambiar algunos objetos.-Comento recordando a lo que había venido.-¿Te gustaría acompañarme? No tomará mucho tiempo.-Hago un ademán con la mano en señal de invitación.

Me quedo observándola unos instantes hasta que parece volver a la Tierra, sonrío al ver que está bien, no sé porqué me preocupo por esta pequeña pero algo me ha traído hacia ella, por lo que ha de ser importante. La miro directamente a los ojos, me encanta observar la mirada de la gente, mi madre siempre decía que la mejor forma de conocer a una persona es por su forma de mirar y creo que mi madre tenía mucha razón, en esta chica sólo veo dulzura y mucho miedo. Le sonrío para que confíe en mí, me parece buena chica y la verdad es que me gustaría hacer amigos -No des las gracias. Me alegro de que estés bien.Aprieto un poco su hombro y suspiro.-A mí también me suele pasar, tranquila.
Al ver que se quiere levantar y ya que le había tendido mi mano la ayudo a incorporarse, parece tan débil, es como yo cuando tenía su edad. Asiento con la cabeza al oír su nombre e intento memorizarlo, la verdad soy buena para eso. -Encantada, Denisse. Es un nombre precioso, te va bastante bien.-Sonrío, ha dicho que no tiene un hogar fijo... mm, eso me da que pensar, posiblemente sea una exiliada, no quiero preguntar pues eso me haría muy sospechosa de ser rebelde y si no lo es podría llamar a algún agente de la paz, no puedo correr riesgos aquí, no conozco bien el lugar, no podría escapar. Me encojo de hombros -¿Y eso? ¿Cómo es que no tienes hogar?- pregunto sin poner demasiada atención, aunque en realidad me muero por saberlo.
Me ofrece ir con ella, me trae confianza esta chica, además es agradable estar con ella, por lo que acepto sin pensármelo demasiado. Asiento con la cabeza repetidas veces -Sí, sí me encantaría acompañarte.-Agacho la cabeza.-Aunque espero no ser molestia, aunque eso sería algo raro en mí, siempre estorbo.- Finjo una sonrisa entre cortada.

Lilith... Lilith, que agradable, en estos días no se puede confiar en nadie y siempre hay que temer hasta del más pequeño adversario; sin embargo, esta chica no demuestra ser una adversaria, es mas alguien atenta y muy amable. Comienzo por escuchar sus primeros comentarios y río un poco.-Entonces si te pasa lo mismo... creo que nos parecemos-Comento con una leve y pequeña sonrisa.

Hace un cumplido hacia mi nombre, la verdad nunca le había prestado mucha atención a si ve iba o no, pero ya que lo dice y no parece una especie de burla le creeré.-Muchas gracias Lilith, tu nombre también es muy lindo y te queda de igual manera.-Sin duda alguna, me agrada mucho Lilith. Parece ser una persona de fiar.

Al escuchar su pregunta, me entra un poco de incertidumbre y vacilación al decidir entre contestar con la verdad o no, no me gustaría meterme en ningún problema con agentes de la paz, cazadores (aunque no creo que haya muchos por estos alrededores) o cualquier muggle-capitoliano que esté en contra de los rebeldes. No puedo poner a mi familia en riesgos innecesarios o agregar otro problema a mi lista; sin embargo, me da mucha curiosidad también el saber si Lilith es rebelde, no creo que pase nada malo si le cuento una fracción de mi historia, no creo que sea una mala persona.-Bueno, pues... ¿Cómo decirlo? A algunos capitolianos no les agrada mucho mi familia y pues... creemos que es mejor mantenernos alejados de ellos y tratar de no llamar mucho la atención por lo que en lo particular viajo mucho.-Le confieso, hasta que no lo escucho no me doy cuenta de que ha sonado muy obvio que soy exiliada, pero en todo caso de que suceda algún problema con agentes de la paz, podría salir corriendo de aquí u ocultarme, lo que no creo que llegue a pasar.

Al pasar las fracciones de segundo y ver que ha aceptado mi invitación, me entra un aire de alivio, tal vez no deba ser tan temerosa con la gente que acabo de conocer. Comienzo a caminar y le hago un ademán para que me siga.-Me alegar que hayas aceptado, es mejor tener buena compañía a quedarme sola ¿No crees?.- Le digo sonriendo.-Y no te preocupes, que no serás una molestia, esa seré yo que me pierdo por momentos.-Y termino mi oración riendo.

Me gusta esta chica, tiene algo que me parece familiar, pero no sé no la había visto nunca. El caso es que me recuerda a la tía de mamá, no recuerdo como se llamaba, pero tienen cosas muy parecidas, el mismo tono de voz y algunos gestos muy similares, pero bueno sólo serán locuras mías. Ahora que recuerdo hace mucho que no veo a la tía de mamá. Suspiro profundamente intentando olvidar el pasado, pero son demasiadas cosas que olvidar, mamá, todos los parientes que dejamos atrás desde que mamá murió y no olvidemos la muerte de Zack. Pero bueno hoy estoy aquí para hacer los recados que me ha mando papá y despejarme un poco con la brisa del mar. Intento volver a la Tierra incorporándome y miro a Denisse con ternura, acaricio su mejilla.-Sí, la verdad es que nos parecemos mucho.- Hago una pequeña sonrisa con mis finos labios.
Parece halagada gracias al cumplido que le he hecho, la verdad, me agrada, al menos no es como yo en ese aspecto, no acepto cumplidos de nadie. -Oh, muchas gracias, la verdad es que mi nombre me agrada mucho. Me lo puso mi madre y ella murió, me recuerda mucho a ella...pero hubiera quedado mejor en una cara más bonita.-Digo mientras me toco el colgante que me regaló papá.
No debería haber hecho esa pregunta, creo que la he puesto en un apuro ¿y si no me dice nada porque cree que soy una muggle o lo que es peor una misera capitoliana? Suspiro hondo e intento controlar los movimientos de mi pie izquierdo, causados por el nerviosismo. Parece que comienza a hablar, me paro a escucharla con suma atención, me interesa de verdad lo que pueda decir, lo que salga ahora de su boca podrá definir si estoy en peligro o no. Para la próxima intentaré no acercarme tanto a un desconocido. Dice que los capitolianos odian a su familia. Suspiro aliviada pero no lo quiero dejar muy claro. ¡Es rebelde! y si no he entendido mal, es una exiliada. Muchos de mis familiares por parte de mamá lo son. -Uhm, entiendo. Los capitolianos y yo tampoco nos llevamos muy bien. Es lo que tiene no adorar sus malditos juegos.- le respondo bajando el volumen de mi voz en cada palabra. Veo que se encuentra un poco preocupada al haberme contado eso, si yo fuera una agente de la paz o no fuera rebelde se hubiera puesto en un grave peligro. Sujeto su mano derecha y la rodeo con mis dos manos.-Tranquila, no te pasará nada. En mí puedes confiar.-Acaricio la mano con mi dedo pulgar y le sonrío.
La sigo al ver que comienza a caminar no me quiero quedar atrás que yo me pierdo con facilidad, sonrío para adentro, parece que he conocido a una chica genial. Espero que se pueda convertir en mi amiga. -Por supuesto, siempre es mejor ir en compañía. Y más por lugares como éste. Me alegro mucho de haber encontrado a alguien, yo ya me habría perdido.- Comienzo a reír porque tengo mucha razón en lo que he dicho, soy muy patosa. Le doy un toquecito en el hombro entre medio de empujón.-No digas tonterías no me pareces una molestia. Ya verás como opinas diferente después de conocerme. Soy de lo más pesado.- Finjo una sonrisa.

¿Una cara más bonita? ¿Cómo puede decir eso? Aunque me alegar escuchar lo del parecido, no le creo ni por un momento, en el momento en que la vi no dude ni un segundo de que fuera muy linda, tal vez es un poco tímida y por eso lo dice, aunque me gustaría decirle algo acerca de su comentario para demostrarle que su cara es perfecta así, no se me ocurre nada y me quedo pensando por un rato, tal vez debería quedarme callada y no entrometerme mucho en sus ideas, en lo particular, no me gustaría que alguien que apenas conozco tratara de cambiar mis ideas; sin embargo, lo intentaré, no será así como tratar de que piense diferente, solo quiero que vea que es muy linda... Vaya, ahora que lo pienso, habló de su madre y que le recordaba a ella, podría ser que por eso dijo lo de la cara bonita, no me gusta que esté triste, es como si toda la melodía del mar combinada con la de la brisa y el cantar de los pájaros se apagaran en el momento en que le llegan malos recuerdos.-Sin duda tu madre debió ser muy hermosa.-Digo con cuidado y despacio, para evitar ponerla más triste o algo parecido...-Y dejo tú nombre en la cara más bonita que pueda haber.-Termino y le dirijo una sonrisa.-Lamento mucho lo que le pasó.-No me gusta mucho repetir lo que seguramente le han dicho mil veces, pero no se me ocurrió otra cosa. Espero que esté bien.

La noto un poco nerviosa ante mi vacilación al responder, pero después de escuchar su suspiro y sentir que todo está más tranquilo, noto que no es alguien que pueda ir con los agentes de la paz ni nada por el estilo, creo que incluso ella también es rebelde, su comentario me dice mucho, sinceramente creo que está de mi lado, por lo que pienso que nos entenderemos de maravilla, lo que me logra sacar una gran sonrisa y dejo mis preocupaciones atrás. Nunca había conocido a alguien tan amable y ... no se como describirla pero me encanta, todavía no la puedo llamar amiga, pero creo que me gustaría serlo en un tiempo. Toma mi mano y por lo que me dice, creo que no se disimular mis emociones de nerviosismo, ni cualquier otra, al escucharla río un poco, pero no en señal de burla, ni nada así, sino... es una especie de risa de nerviosa y de alivio.-Me alegra escuchar eso, me haz sacado de un apuro, es en realidad basura lo que hacen, se divierten con el sufrimiento de los demás, son simplemente... detestables.

Camina a mi lado y su comentario me saca una pequeña risa.-Bueno, tal vez nos perdamos un par de veces, ya que no soy la mejor guía pero es seguro que llegaremos.Río cada vez menos hasta dejar todo en una leve sonrisa, siento un roce en mi hombro en señal de una pequeña broma y juego y me alegra, creo que confía un poco mas en mi.-Pues me encantará conocerte, ya que yo aveces también suelo ser así.- Río un poco.

Le he hablado de mamá, ¿cómo lo ha conseguido? Sólo lo he hecho una vez, con Zack. Nadie más sabe de la muerte de mamá, no al menos de mi boca. Me cuesta mucho hablar de estas cosas con desconocidos y con conocidos, también. Me duele recordar cómo murió y cada vez que pienso en ello, vuelve el instinto de culpabilidad. Por mi culpa murió, fue por defenderme a mí y ahora ya no está aquí. Ya no está. Noto que la vista se empieza a nublar como de costumbre cuando se acercan un par de lágrimas. Intento reprimirlas no quiero que me vea llorar. No por nada, simplemente, no quiero que se preocupe por mí. Me relajo un poco y tomo aire, este aire es sano, no como el del Distrito 6. Allí no hay quien respire. Dejo caer mis hombros, el ir siempre recta termina por cansarme. Hace un lindo comentario sobre mamá y en efecto lleva mucha razón. Asiento con la cabeza energéticamente.-Sí, mamá era un mujer preciosa. Ojos verdes, pelirroja y una sonrisa preciosa. Pero eso no es todo, era la mejor persona que he conocido en mi vida.-Agacho la cabeza.-Yo no lo creo así.- Me toco el rostro con desdén. -Sólo hay que mirarme. Ojalá yo fuera como mamá.-Una pequeña lágrima se desliza por mi mejilla, rápidamente la seco con mi dedo meñique. Espero que no se haya dado cuenta me digo a mí misma. -La verdad, tendría que haber fallecido yo en lugar de mamá. Ella era mucho más útil para este mundo.- Suspiro. No sé qué me está pasando le estoy contando cosas de las que no había hablado nunca con nadie, ni si quiera con mi mejor amiga. No quiero preocuparla por lo que finjo una suave sonrisa y se la regalo.-No te preocupes, preciosa, pasó hace mucho.- Vuelvo a tocar el colgante que llevo al cuello, es lo único que me queda de ella y la echo de menos.

La noto muy nerviosa, pero no sé cómo calmarla ya que yo tampoco estoy mucho mejor. Pero ella es menor y lo suyo es reciente. Yo ya debería haber superado lo de mamá, ya hace más de 10 años. Suspiro y acaricio su mejilla, no sé si soy yo o es su piel pero noto un tacto frío. Al fin responde, ya creía que iba a morir aquí mismo, aunque no sería una mala idea. -A mí también me alivia mucho saber que piensas así. Estaba a punto de correr.-Bromeo para cortar un poco la tensión aunque no sé si he hecho bien. Ha mencionado los juegos, eso hace que Zack ronde de nuevo por mi mente. -Sí, los juegos sólo es otra de las maneras para saciar su sed de sangre. Hace falta que mueran muchos inocentes para que ellos estén contentos.-Digo en voz alta sin importar quién me oiga, aunque luego lo pienso y me doy cuenta de que he sido muy imprudente. Un día tendré graves problemas por esta razón. Veo en Denisse una chica decidida, una chica con un corazón fuerte y valeroso, mucho más de lo que yo jamás podré ser. Me encantaría seguir conciéndola y poder decir un día "Mirad, esta es mi amiga Denisse". La simple idea me saca una sonrisa. Y antes de que se ría de mí le comentaré a cuento de qué viene la sonrisa que me salió.-¿Sabes? Me caes bien, tienes algo que me gusta. Me encantaría poder ser tu amiga.- Beso su mejilla.

Sonrío un poco, me ha hecho gracia. La verdad me importa poco perderme o no siempre que vaya con ella. No sé, me trae confianza y muy pocas personas lo han conseguido. -Bueno, yo no tengo prisa. Y perderse por aquí tampoco parece tener nada malo, el mar está bonito hoy.- Bromeo. Me alegra que haya aceptado bien mi broma, a veces la gente no entiende mis juegos. Sonrío para adentro, en verdad me gusta mucho esta chica, podremos ser buenas amigas. -Pues si tú quieres conocerme y yo quiero conocerte... Creo que no habrá ningún problema en hacerlo ¿no?- Me encojo de hombros, ni yo misma entiendo muy bien lo que he preguntado.

La descripción que me hace de su madre, debe costarle trabajo hablar de alguien tan importante, lo se, lo he vivido, y por eso se que fingir que todo va bien siempre, que no pasa nada malo en vida, no es nada fácil, la entiendo, tal vez no hemos pasado por el mismo sufrimiento y tenemos formas diferentes de enfrentarnos a el, pero se parecen, ella perdió a su madre y yo a mi hermana, pero no puedo comparar por completo lo que hemos pasado, ya que su madre falleció, mientras que en mi corazón todavía queda un rastro de esperanza de que mi hermana pueda volver de las garras del Capitolio. -Por lo que me dices tu madre era muy bella, claro que tu no te quedas atrás Lilith, también eres muy bella.-Digo al tiempo en el que le esbozo una tímida sonrisa y le doy un pequeño abrazo, se que es raro que una desconocida te abrace pero en momentos así, a mi me hubiera gustado que me abrazaran, es decir, hay veces en la que se siente una inmensa tristeza dentro que lo más necesario es aferrarse a alguien con toda la fuerza que tengamos y nos dejemos escuchar.-No creo que eso sea cierto, todos estamos en el mudo por una razón diferente, como la de los padres que es proteger y amar con su vida a sus hijos, tal vez tu y yo sirvamos para otra cosa, como...Pienso en que será bueno para completar mi frase...-Con... como recuperar nuestra libertad y la vida que nos quitaron.- Aunque dice que pasó hace tiempo, se que todo se queda en la memoria y nunca se va a poder superar algo así del todo, que los malos recuerdos nos atacan cuando menos lo esperamos y que siempre serán aliados de aquellos que nos quieran ver caer.

Me sobresalto un poco al sentir su mano en mi mejilla, pero creo que solo lo hace para que no tenga mas miedo, creo que a parte de ser amable es muy bromista, me asombra que después de tanto sufrir, pueda tener el valor para continuar.-Pues ahora que lo dices, yo tenía los mismos planes.-Digo entre risas, pero después me calmo al escuchar su segundo comentario, la noto con resentimiento al decir todo eso, y tiene razón...-Si, nunca saben cuando parar cuando se trata de lastimar gente.-También lo digo en voz alta, pero no tan fuerte como ella, ya que me asusta un poco lo que pueda pasar. Pero no importa, los rebeldes siempre debemos ir con la frente en alto sin tener miedo de compartir nuestros pensamientos con los demás, entonces me llena ese sentimiento de satisfacción al ver que algunas personas (muy poca en realidad) escucharon lo que he dicho, aunque después reacciono y me pregunto si abre puesto en peligro a Lilith. Luego, escucho su comentario y me llega su beso a la mejilla, lo que hace que no me sienta tan mal por haber dicho aquel comentario por el que posiblemente nos castiguen.-Gracias Lilith, tu también me agradas mucho y sobre ser tu amiga, eso sería perfecto, claro... si me aguantas.-Río un poco con lo último que añadí en broma y vacilación, casi no he conocido gente y me gustaría poder hacerme de alguna amiga que me escuche cuando mas lo necesite.

-Bueno entonces, podríamos "perdernos" por la playa un par de veces.-Comento en forma de complementación a lo que dijo Lilith acerca de perdernos, en realidad el distrito 4 es muy lindo, me gustaría estar aquí mas tiempo, se respira una atmósfera diferente. Cuando escucho lo último, lo pienso un poco pero comprendo que nos llevaremos bien.-Bueno, pues... creo que podremos llevarnos muy bien Lilith.-Sigo caminando y señalo una tienda.-Necesito ir a esa pequeña tienda un momento para intercambiar algunos objetos, i quieres después de eso podemos ir a donde necesites.-Le digo en lo que me acerco un poco mas a la tienda pero sin dejarla atrás.

Todo el mundo me compara con mamá y la verdad, no entiendo el porqué. Muchas veces lo hace con la intención de hacerme sentir mal, de recordarme lo perfecta que ella era y lo inútil que es la hija que aquí ha dejado. Odio que me comparen con mamá, ella era mucho mejor que yo y todos lo sabemos. Sé que ellos también desean que hubiera sido yo quien hubiera muerto en vez de ella. Que odian que se haya ido y nos haya dejado solos, sin la luz de su sonrisa. Pero saben qué, ¡Yo también odio eso! Y sé que desean que ella no se hubiera jugado la vida por una chica rebelde y problemática como yo, pero miren aquí estoy. Y la verdad, no habrá sido por intentarlo, pero el cielo no me quiere allí con ella, pienso todo esto mientras me bajo las mangas de la camisa por si se me ven las marcas de los cortes. Pero esta vez parece diferente, no hay resquicios de burla en sus palabras. Es más ella no conoce a mamá por lo que no me está comparando con ella sino a ella conmigo. Dice que ella debió de ser bella porque yo lo soy, nunca unas palabras así me habían alegrado tanto. "Eres bella" me repito una y otra vez mientras sonrío. -Sí, la verdad es que era verdaderamente bella.-Le digo mientras doy vueltas a mi collar con el dedo índice. -Eso dice papá pero nunca le creo.- Bromeo, pero lo que he dicho no es ninguna broma, lo siento así. Noto como me da un abrazo y seguidamente yo la rodeo con mis enclenques brazos y la aferro junto a mí, la verdad es que necesitaba sentir a alguien a mi lado. Se lo agradezco mucho y sé que ella también necesita sentir que tiene alguien que la escucha y que se preocupa por ella, ese alguien puedo ser yo. Es raro que yo permita que alguien me toque pero me gusta esta chica, es una gran persona y necesita tanto cariño o más que yo. - Créeme no sé hacer nada bien.- Agacho la cabeza avergonzada.- Y lo único que sé hacer no me dejan(refiriéndome a la magia)- Lo digo bajando el volumen en cada palabra. Me paro para escuchar lo que va a decir a continuación y tiene mucha razón en eso. Nunca lo había pensado. Devolverle a mamá todo lo que me ha dado de la mejor forma que sé, luchando por lo que es nuestro y lo que ella no pudo conseguir. Subo la cabeza de repente y me lleno de orgullo. -Nunca había estado tan de acuerdo con alguien. Eso haré, lucharé por nuestra libertad, para que todo esto se acabe.- susurro.

Noto como que se asusta al notar mi mano en su mejilla, por lo que rápidamente la aparto. Lo último que quiero es asustarla, es más he hecho ese gesto para calmarla pero no parece ser el más indicado. Me río con el comentario que ha hecho pero no como una burla, realmente me ha hecho gracia. Ambas teníamos miedo, qué idiotas hemos sido. -Veo que hasta en eso nos parecemos.- Me paro a escuchar lo que dice. Tiene razón pero no debería decir eso en alto. No por mí sino que no me gustaría que se metiera en ningún lío y esas palabras han sido bastante claras.Al hablar de los juegos recuerdo a Zack y miro hacia al horizonte buscando algo que me diga que pronto podré verle. Pero no encuentro ninguna señal. Al menos aun tengo la esperanza de que no sufrió demasiado. Pongo mi mano en su boca antes de que termine la frase, pero ha sido demasiado tarde. -No deberías decir ese tipo de cosas aquí. Te puede traer graves problemas.-le digo cerca de su oído. Intento no perder los estribos y ser cariñosa con ella. Me dice que le caigo bien y eso me agrada mucho. -Si con ello consigo ser tu amiga estoy dispuesta a hacerlo.-Bromeo. No me parece pesada y necesito una amiga por lo que acepto.

-"Perdernos".Mm, no es mala idea.- Hago unas claras comillas con los dedos. Y sonrío. Ha entendido mi trabalenguas, es una chica lista a la par que maja, me gusta.-Yo también lo creo.- Sonrío y le saco la lengua. Veo que señala una tienda y supongo que quiere que nos acerquemos a ella, en efecto. -Claro, sin problema. Haz tus recados. Le digo con una sonrisa cuando recuerdo el porqué de mi viaje. Estoy aquí para ayudar a papá. Asiento con la cabeza. -Sí, yo debo ir a comprar un poco de pescado, el médico se lo ha recomendado a papá.- La cojo de la mano y la balanceo un poco. Camino junto a ella hasta la tienda.

Creo que es mejor no seguir hablando con ella de temas tan profundos, ya que es claro que le lastima mucho comentar cosas al respecto, la noto un poco ida y algo nostálgica, no me gustaría que las personas que conozco sigan sufriendo por causa del Capitolio, o por gente con diferentes ambiciones que solo se dedica al sufrimiento de quien los rodee.

Niego con la cabeza cuando dice que no cree lo que le dice su padre, pero lo ha dicho en un tono un tanto bromista por lo que no me preocupa mucho, aunque creo que será mejor dejar de atormentarla haciendo mas comentarios al respecto. Me devuelve el abrazo, lo que consigue alegrarme ya que también necesitaba uno, si bueno tal vez sea extraño que un desconocido te abrace, pero fue algo que salió de mi persona para ayudarla. Me detengo a pensar en varias cosas que puedan alegrar la tarde, como comentarios divertidos o temas de pláticas pero llego a la conclusión que no me servirá de nada tener ya listo un monólogo si no que lo mejor sería que la conversación fuera espontánea. Comienza a decir que le prohíben hacer lo que es buena, no se muy bien a que se refiere pero trato de entender, a mi familia le han restringido muchas cosas, la libertad, la magia, la seguridad.Creo que se refiere a la magia.-Supongo que a todos nos quitan las cosas que nos gusta hacer o lo que ven que disfrutamos, para hundirnos, pero no es momento de pensar en eso, vamos que el día está muy bonito hoy.-Comento y le regalo una suave sonrisa. Y continúo hablando.-Entonces, me uniré a tu lucha, también quiero recuperar varias cosas...Le confieso en lo que pienso en mi hermana.

Se ríe y tiene razón al hacerlo, por lo que río con ella, me he pasado con el comentario que he hecho, espero no ser imán de problemas, noto que me cubre con su mano la boca y siento su aliento en mi oído pero es un poco tarde, ya he hablado, primero pienso, que algún agente de la paz nos ha escuchado pero al escuchar lo que dice me doy cuenta de que solo la ha hecho para prevenir algún mal entendido.-Tienes razón, lo siento.-Seguimos caminando y trato de no parecer alterada por el comentario con la gente al rededor de nosotras. Luego sigue hablando y se libera la tensión.Bueno, entonces ya está, sellamos el trato. Río otro poco y estrecho su mano en señal de estar de acuerdo y sonrío, lo hago como broma, me agrada mucho Lilith.

Río con el sarcasmo y le saco la lengua también después de que me la saca, es muy divertida, para con la risa y solo continúo sonriendo. Nos detenemos en la tienda, hago un pequeño trueque con el vendedor, hierba medicinales por un poco de sales marinas y un aceite que necesitaba mi mamá. Continuamos caminando.-Si quieres te acompaño a comprar el pescado, no nos queda muy lejos, pero creo que después tendré que volver a casa.-Agarro su mano de igual forma y le sigo con el balanceo.

Me alegra haber cesado la conversación de mamá, no me gusta hablar de ella pues es bastante difícil después quitármela de la cabeza. Siempre tengo una imagen de ella rondando por mis recuerdos, pero sé que muchas veces la distorsiono. Sé que no la recuerdo tal y como era. Es normal, yo apenas tenía 6 años cuando murió. Intento poner todos mis sentidos en esta conversación, sé que ando algo distraída y no me parece bien. Denisse puede pensar que la conversación me aburre y no es así, tan sólo que la nostalgia ha calado hondo en mí.

Creo que he hecho bien al devolverle el abrazo, la noto algo más feliz. Todos necesitamos alguna vez que nos abracen y que podamos sentir que ahí hay alguien para nosotros. Sonrío para adentro. Veo en ella a la chica que yo era hace unos años, pero ella es mucho más fuerte y luchadora. Me encantaría poder ser, más que su amiga, su protectora. Quiero que ella pueda ser lo que quiera, que no tema al Capitolio pero que tampoco juegue con fuego. Quizás lo que deseo sea demasiado pedir, o incluso ella no quiera ponerse bajo la tutela de una inútil como yo, pero creo que no pierdo nada al decírselo, pero más tarde. Parece que quiere decir algo, he de dejarla hablar, quizás sea importante. Me paro a escuchar lo que dice y en efecto tiene razón. Sí, es lo mismo de siempre. ¿Cuál es el mejor castigo? Quitarte lo que más te gusta o en su defecto hacerte algo que odias. - Agito la cabeza. Asiento.-Tienes razón, no dejemos que nos desanimen. Nunca había visto un cielo tan precioso como este.-Le digo llevando la mirada al cielo y sonriendo. Vuelvo la vista al frente y me sobresalto al escucharla. No sé lo que habrá perdido ella o mejor dicho lo que le han quitado los Capitolianos pero tiene que ser algo muy importante. -Me alegro de que alguien con tan buen corazón quiera luchar a mi lado.-La abrazo fuerte y la mantengo junto a mí.

Me quedo embobada mirando su sonrisa, es una sonrisa muy cálida y el sonido que esta hace es música. Adoro ver a la gente sonreír, es lo más bonito que se puede hacer con los labios. No me ha dado tiempo ha cesar las palabras de su boca pero bueno, no importa nadie nos ha oído y al menos ya la he avisado de que no es buena idea decir ciertas cosas donde nos puedan oír. La noto un poco dolorida y frustrada por haber dicho eso. -No lo sientas. Llegará el día en el que no nos tengamos que esconder pero no es hoy.- susurro. Sigo caminando con ella y me paro al ver que me tiende su mano en señal de sellar un pacto. Acepto su mano. -Vale, pacto sellado. Ahora no hay vuelta atrás.-Sonrío, esta chica es genial. Es muy agradable y graciosa, justamente lo que me hace falta.

Sonrío al verla sacarla la lengua y comienzo una pequeña pelea de lenguas con ella. La saco y la mantengo un largo rato ahí y luego me echo a reír. Entramos a la tienda y veo que hace un intercambio, ha comprado sales y aceite. Cuando termina de hacer sus recados salimos de la tienda.-Vale, me haría mucha ilusión que me acompañaras.-Le digo con una sonrisa. - Aunque eso de que te tenga que ir no me agrada mucho... pero bueno yo también tengo que volver a casa.- Agacho la cabeza y la subo de golpe, no quiero ponerme triste. Aun no es la despedida.

Todo se está volviendo más calmado, y me alegra ya que se ha vuelto a respirar esa paz y tranquilidad en la atmósfera, me pone de buen humor dejar de hablar de las cicatrices pasadas y sufrimientos que solo nos hacen caer con dificultad para levantarnos cada vez que hablamos o pensamos es ellos. Hace un día precioso, y sigo escuchando con atención la orquesta que se forma entre el mar y la sutil brisa, el olor a sales y los pájaros unirse a las melodías de éstos combinados. Escucho lo que dice y sonrío, en verdad me ha fascinado este Distrito, de los pocos que he visitado, éste sin lugar a dudas es mi favorito.-Y yo me alegro que alguien así me acepte para estar a su lado en una lucha donde seguro venceremos.-Me abraza y le devuelvo el abrazo, para después colocar mi brazo sobre su hombro.

Lilith, es una persona magnífica y llena de misterios, es alguien amable y muy simpática, me pone feliz haberme topado con ella hoy y no con alguien mas. ES la combinación perfecta con el día de hoy. Me encantaría poder conocerla mejor. Ahora que lo pienso, se ve un poco mayor que yo, pero solo por unos pocos años, espero que la edad no sea un inconveniente para que podamos llevarnos bien. Agacho la cabeza y le devuelvo en un susurro.-Lo se,lo único que espero es que ese día no tarde mucho en llegar.-Después de que acepta mi mano yo las muevo hacia arriba y abajo una vez en señal de dar final a nuestro pequeño, pero sin poco importancia, pacto que acabamos de hacer.

Veo que sigue con la lengua y río un poco en lo que la saco de vuelta. Ésto es guerra, pienso para mis adentros en forma de broma mientras sigo riendo. Cuando salgo de la tienda seguimos platicando.-Bien entonces ¿A dónde necesitas ir?.-Escucho su frase y noto que tiene un pequeño rastro de tristeza.-Ni a mi me gusta, pero para cada despedida siempre va haber un saludo de vuelta. Nos podemos ver después en tu distrito o en el mío si gustas.-Le digo para animarla. Caminamos sin rumbo alguno y para no dejar vacía la conversación pregunto-¿Cuántos años tienes Lilith?-

Creo que hoy es mi día perfecto, al menos el mejor desde hace mucho. Unas vistas preciosas, una temperatura ideal, el sonido de los pájaros y el romper de las olas como banda sonora y una buena compañía que ameniza todo lo malo que pueda haber ¿qué más se puede pedir? Volviendo a la Tierra después de analizar este paraíso, escucho como Den dice que sería fantástico unirse a mi lucha. Le sonrío, pues eso me hace muy feliz. -¿Cómo no iba a aceptar a alguien tan valiente como tú a mi lado? Y eso ni lo dudes, la victoria es nuestra.- Noto que posa su brazo en mi hombro y yo hago lo mismo.

Levanto su cabeza cogiéndola con delicadeza desde la barbilla. La miro a los ojos con dulzura. - Pero llegará, de eso estoy segura.- Le digo en un susurro mientras retiro mi mano de su barbilla poco a poco. Den mueve la mano como señal de que el trato está sellado y yo hago mismo, repito sus movimientos tal y como ella los hace. Espero que este pequeño pacto que hemos hecho aquí no se rompa jamás y si es posible añadir otras clausulas que amplíen nuestra amistad.

Veo que sigue mi "guerra" de lenguas. Sigo sacando la mía, yo no puedo perder. Me niego a perder una batalla que yo misma he empezado. No sé qué tiene esta chica pero es muy agradable, ha hecho de un día aburrido de recados en un día bastante acogedor y fácil de recordar, lo malo es que pronto nos tendremos que despedir, pero espero poder volver a verla. - Tengo que ir a comprar pescado para papá. Se lo ha recomendado el médico.- Agacho la cabeza, papá no está mal pero a veces no se encuentra demasiado bien, si le pasara algo me muero. No tengo a nadie más. Escucho lo que dice y asiento feliz.-Por supuesto, además hemos firmado un trato, ¿recuerdas?-Le digo guiñando un ojo. La sigo caminando y veo que habla para romper un poco el silencio, si lo agradezco ya estaba empezando a pensar. -Tengo 17 ¿ y tú?-Le digo con una sonrisa.

Me agrada mucho el optimismo de Lilith, a veces, suelo ser muy pesimista y no llego a disfrutar por completo de mi día; sin embargo, hoy ha sido un día encantador, tanto por conocer a Lil, como por disfrutar de este hermoso paisaje. -Así es, nadie nos podrá vencer.-Comento siguiendo con el optimismo de esta chica. Pone su brazo encima de mi hombro de igual manera y comenzamos a balancearnos de un lado a otro, caminando básicamente como borrachas.

De pronto, mi cabeza es levantada por una de sus manos y contesta a lo que había dicho anteriormente, mas bien, en un susurro. Después repite mis pasos para el pacto y da felicidad pensar en que por fin pude encontrar a una amiga, aunque creo que es algo mayor, no importa, es muy agradable y genial y diferente a las demás personas de mi distrito, siento que nos podemos entender mejor de que lo que había creído a primera impresión cuando se acerco a mi, hace algún tiempo.

Sigue sacando su lengua y yo se lo digo devolviendo, se ha vuelto más divertido después de un rato aunque empiezo a hablar con la voz algo arrastrada por el entumecimiento de mi lengua y río un poco, habré sonado más graciosa que nunca. Me dice que tiene que comprar algo de pescado para su padre y volteo hacia varios lugares en busca de una tienda que tenga el mejor pescado y el más fresco, detecto una a los lejos y la señalo.- Creo que ahí será bueno comprar.-Responde a lo que dije y me saca una sonrisa.-Y ahora no hay vuelta atrás.-Le digo recordando sus palabras y sonriendo mientras le doy medio abrazo para después desprenderme y seguir con nuestro recorrido.-15, me llevas algunos años aunque no muchos.-Y veo, tiene 17, no me rebasa por mucho pero es algo.-Lil, me gustaría que algún día me visitarás en el Distrito 12, o volver a vernos en el 4 es muy lindo.-Concluyo incorporando una sonrisa.

Me encanta oír eso desde otra boca, con otro tono de voz que no es el mío, desde esta perspectiva suena mucho más convincente, ahora incluso podría luchar para conseguirlo, siempre y cuando tenga a mi lado a alguien como ella. -Sobre todo porque tenemos de nuestro lado a la razón.- Digo con un tono feliz pero no demasiado alto, no quiero celebrarlo antes de tiempo. Le sigo el balanceo, me parece hasta divertido. No me importa lo que piensen los demás, yo estoy a gusto y eso es lo que importa.

Una vez que el pacto ha sido finalizado, mi cabeza comienza a pensar cómo he de tratarla, no he tenido muchas amigas, bueno realmente sólo tengo una Zoey pero somos muy diferentes y estoy segura que el trato con Den será mucho más cercano ya que tenemos los mismos intereses, erradicar el Capitolio.

Veo que sigue mi guerra, yo la dejo ganar pues mi lengua ya está apelmazada. En un impulso la abrazo por detrás y sonrío. La miro buscar un buen puesto de pescado y asiento cuando dice haberlo encontrado.-Vale, pues vamos ahí.-Le digo mientras la cojo de la mano. Le sonrío a lo que dice.-Tampoco me gustaría que lo hubiera.-Sigo caminando con ella al lado. -Mm, me recuerdas mucho a mí con tu edad. No, no te llevo muchos años.- Agacho la cabeza, a su edad intenté hacer algo de lo que estoy muy arrepentida. Una sonrisa ilumina mi cara. -Puede que pronto yo vaya al Distrito 12, no he estado mucho por allí y siempre me gusta ver sitios nuevos.-

Asiento con la cabeza, tenemos del todo la razón, lo único que me preocupa es si la gente también estará de nuestro lado, pero no quiero darle muchos rodeos a esto, tal vez alguien pueda escucharos y la verdad no me gustaría compartir mi pesimismo con Lilith, mi nueva amiga, que lindo es tener una amiga, un confidente y consejero. Podríamos visitarnos o salir a pasear. Nos balanceamos un poco mas hasta casi caer y decido que fue suficiente, aunque me río, casi nos hemos caído pero ha sido gracioso. Deja de sacar su lengua y dejo de sacar la mía, como las dos nos quedamos con la lengua entumida, lo tomaré como empate. Nos acercamos a la tienda y cuando hace las debidas compras nos alejamos del lugar. Escucho lo que dice y me imagino con la cara de Lil, lo que es muy gracioso, yo y mis ocurrencias.-¿Enserio? ¿Cómo eras?-Pregunto con curiosidad.-El bosque del 12 es lindo.-Respondo con una sonrisa.-Antes de irme, me gustaría ver de nuevo la playa ¿Y a ti?-Pregunto ansiosa, me ha gustado mucho ese lugar.