El mundo donde Evanthia dio sus primeros pasos era muy diferente al que conocemos ahora.

Nació en el distrito diez cuando todavía era un sitio real dentro del NeoPanem de los Black. Hija de muggles y hermana menor de tres, fue la única en su familia que demostró tener magia en sus venas. La política de ese entonces hizo que su familia le pidiera mantener sus dones en secreto, lo que llevó a varias pequeñas explosiones difíciles de controlar hasta alcanzar cierta madurez. Apenas recuerda a su hermano mayor, Evander, quien murió en los Juegos Mágicos cuando era muy pequeña. No lo considera un trauma al apenas haber sido consciente del suceso, pero sí recuerda cómo marcó a sus padres. Su hogar, pobre pero colorido, no tardó en volverse gris.

Siendo francos, nunca se sintió parte de su familia. Ser la única bruja la mantuvo al margen durante gran parte de su infancia y saber que tenía que callar su magia le parecía un atentado contra quién era ella en realidad. Tal vez es por eso que no sintió gran dolor cuando los Black cayeron y sus familiares fueron apresados en cuanto los primeros aurores llegaron al diez. A ella le bastaron un par de pruebas para quedar en libertad al ser confirmada como una bruja. Por primera vez en su vida, se vio sola y por completo libre.

Su sangre sucia no iba demasiado bien con el gobierno de los Niniadis y eso la llevó a buscar diferentes medios de supervivencia. Su familia nunca había tenido mucho dinero y se había criado en el campo, lo que la llevó a movilizarse para trabajar la tierra por algunas monedas en cuanto dejó un orfanato donde acabó de forma obligada. Tras terminar los estudios básicos en el Prince y en pleno cambio político, conoció a Wilhelm Schumer antes de cumplir veinte años. Su distrito se estaba fusionando con el nueve, el mundo era demasiado caótico para una joven que necesitaba llenar su estómago y ella se encontraba sola. No supo si fue por necesidad, por amor o por capricho, pero acabó casada con él a pesar de la diferencia de edad y el conocimiento de que no se veía a sí misma como un modelo de esposa aceptable.

El matrimonio duró algunos años. Will no era sangre pura, pero su estatus la protegía un poco más de lo que podía hacer su sangre por ella. Eva aprovechó los conocimientos de su marido para aprender de pociones y hierbas mágicas. Su necesidad de probar su valía ante un estado purista la llevó a anotarse en la Academia de Aurores, donde digamos que no era la persona más popular de su clase. Se graduó en base al esfuerzo extra para probar su valía y trabajó como seguridad local, lo que le daba el dinero suficiente para aportar comida a su mesa.

Trataron de tener hijos, sí, pero Eva sospechaba que era más por añadir condimento al matrimonio tras algunos años y no por verdadero deseo de ser padres. El divorcio llegó de un modo predecible en cuanto Magnar Aminoff tomó el poder e introdujo nuevas oportunidades para los sangre impura. Antes de que pudiera darse cuenta, tomó algunas pocas maletas y acabó en un pequeño departamento del Capitolio.

Su espíritu decidido la llevó a subir escalones dentro de la jerarquía militar del Ministerio de Magia. Participó en escenarios como la Batalla de la Isla Ministerial y comandó una pequeña tropa en la Batalla del Nueve. Fueron sus buenos tratos y su mente estratégica los que la colocaron en el puesto de Ministra de Defensa en medio de un panorama complicado para la nación.