Owen nació en el distrito 7, su familia siendo un luhgar tranquilo y humilde, siempre trabajando para salir adelante, pero nunca fueron como algunos otros que si no trabajaban doble turno en 2 lugares distintos y con sus limitaciones en cuanto a gustos, no podían continuar, no, ellos podían darse ciertos lujos, aún así optaron por quedarse con Owen, solo con Owen, no querían tener la presión de tener que mantener 2 o más hijos, por eso mismo siempre le dieron al chico lo que quería aún antes de que este supiera que lo quería, y aún así nunca se sintió un chico mimado. Se puede decir que siempre fue más del tipo de agradecer lo que llegaba esperando que llegase más si es que, de alguna manera, lo merecía.

Es sangre mestiza, con una forma de ver la vida algo distinta a lo considerado bueno al ojo del público actual, queriendo tener los mismos derechos que todos, siendo criado de esta manera, y de vez en cuando, teniendo visitas y relaciones con rebeldes y personas no gratas, incluso muchas veces ha escuchado que los demás a su alrededor aseguran que esconden a rebeldes, teniendo más de una vez, a lo largo de su vida, visitas de inspección rudimentaria, aún cuando muchos de sus vecinos no las recibían, probablemente por eso sus padres son bastante protectores, de ahí que durante un tiempo intentaron conseguir un permiso especial para que sus primeros años tuviese escuela en casa y no acudiese a un colegio hasta los casi 12 años, sin embargo este nunca le fue concedido.

Es del tipo callado y reservado, observando a los demás como si fuesen alguna clase de espécimen extraño y desagradable, sintiéndose, quizá bastante más, superior a ellos, siendo muy bueno para actuar indiferente frente a los adultos y pelear cuando nadie más observaba. Con una lengua muy filosa que solo pocas veces salía a relucir, adoraba rodar los ojos, fruncir el ceño y bostezar ante todos y todo.

Su lado materno viene de magos, su abuela solía contarle historias sorprendentes de como antes tenían que correr y esconder sus poderes, fingiendose 100% muggles, aunque ha dudado la mayoría de ellas, algunas suenan tan improbables como demasiado agresivas, y otras son hasta graciosas ¿cómo puede existir ambas cosas en algo tan tenebroso y asombroso? No tiene sentido, simplemente no lo tiene, menos aún cuando también su familia paterna le llegó a contar como escondían a otras personas en su casa, en cualquier lado y de cualquier manera, las cosas sonaban tan fantasiosas... o eso creía hasta que llegó a la escuela, la bendita escuela que tantas memorias le ha creado, buenas y malas, ahí fue donde descubrió toda la historia, contada por el lado ganador, claro, y entonces tuvo asco de esa parte de él, de ese lado de su familia, y al mismo tiempo se sintió orgulloso de haber ayudado, deseando que todos los rumores de que escondían y conocían rebeldes fueran verdad, esperaba que esos tíos y primos, o amigos de la familia que no había visto muy seguido fueran, de hecho, rebeldes que buscasen la paz para todos, deseando crecer y poder volverse parte de ellos, nunca habiendo querido algo tanto como eso... y entonces quizá deseó demasiado.

Y... sucedió, su nombre estaba en la urna, no sabía porqué, quizá habían sido la acumulación de todas las situaciones de su familia, quizá que habían sabido que estaba decidido a darse a la fuga ese mismo año para unirse a los rebeldes, quizá... solo había sido mala suerte, no sabía, pero repentinamente era popular o algo así, todo el mundo parecía saber su nombre y mirarlo cuando salía a la calle, fuese bien o mal, la gente le miraba, así no era posible escapar, la vida iba a cambiar. No. La vida estaba cambiando.

Ahora veía a sus padres llorar. Veía a su familia sufrir por su único hijo...