OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
Cierre de Temas
The Mighty Fall
Registro General
Erik Haywood
It's a matter of blood [0.4]
Laurence B. Dickens
The Langdons [0.2]
Phoenix D. Langdon
Band of Blood [2.4]
Phoenix D. Langdon
Family with no name — 0-4
Birdie É. Barlowe
Little bróðir — 0.1
Syver A. Nygaard
Williams, Ezra Avery
The Mighty Fall
Gallagher, Cillian Brennan
The Mighty Fall
ÚLTIMOS
TEMAS
TEMAS
Muggles & Squibs
5000 G
5000 G
Extranjeros
4000 G
4000 G
Miembros de Defensa
5000 G
5000 G
Estudiantes
4000 G
4000 G
Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
¿Qué ficha moverás?
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
01.09¿Quieren crearse un nuevo personaje? Aquí pueden encontrar las búsquedas de nuestros usuarios.
31.03No olviden revisar sus MP y pasar por el boletín oficial para ponerse al día con los sucesos de Neopanem.
31.03¡Hay nuevas habilidades disponibles! Podrán leer más sobre ellas aquí.
31.03Estudiantes, ¡los estamos buscando! Pasen a revisar nuestra nueva búsqueda Aquí.
2 participantes
Strange Path
﹀
07/08/2471 ▼ Baño público▼ PRIVADO
La verdad es que se sentía en exceso patético.
Había iniciado su entrenamiento con algo tan simple como los venenos, quizá porque aún no se sentía preparado para tocar armas. Estaba seguro que empuñar una espada en la vida real no tenía nada que ver con su elección de armamento en el Magic Tale Fantasy, sumado al factor de que sospechaba que sus brazos flacuchos no podrían siquiera levantarla. Sabía que iba a humillarse tarde o temprano, pero esperaba darse un día o dos antes de terminar dando un espectáculo patético que lo pusiera en el foco de las miradas de sus compañeros y posibles homicidas. Ah, sí, la mejor manera de hacer sociales cuando se es adolescente.
Su lógica lo había llevado a probar el sector de escalada. No había salido tan mal, lo que le dio la confianza para pasar por la carrera de obstáculos. El resultado era predecible: se había enroscado el pie en una de las sogas, lo que le hizo colgar como un pescado durante al menos dos minutos en los cuales había tratado de zafarse y, al final, todo acabó con una caída penosa sobre las colchonetas.
Le tomó al menos cinco minutos encontrar los baños del área de entrenamientos. Tuvo que reprimir el impulso de esconderse en uno de los compartimentos y se limitó a recargarse en uno de los banquillos que estaba cerca de los lavabos. Ahí tuvo la libertad de inspeccionar el estado de su talón, en el cual se lucía la marca rojiza de la cuerda. Bufó. Primer día y ya estaba coleccionando cicatrices.
El sonido de la puerta hizo que baje el dobladillo del pantalón para cubrir la herida. El rostro que hizo acto de presencia era uno que reconoció como el chico del dos. Carraspeó y enderezó la espalda con aire casual — El jabón que colocaron huele para la mierda — ni siquiera supo por qué dijo eso. Tal vez había sido un modo de evitar preguntas sobre su caída pública, una que quizá el muchacho ni había visto, pero en su cabeza era mejor prevenir que curar. O, en su defecto, quedar como un completo idiota.
Icono :
Cuando blandió el hacha supo que aquello había sido un completo desastre o al menos una falla a primeras vistas. Despedazar una motocicleta y utilizar pesadas herramientas no tenían nada que ver con un arma capaz de arrancarle una extremidad a otro ser vivo. Otro día de entrenamiento y Thomas comenzaba a preguntarse con que actitud debía intentar sobrevivir a la estación de turno.
Con las recetas medicinales, pociones y ese tipo de cosas le fue bastante bien. Recordaba el contenido de los textos que antes hubo tenido en su poder su madre, era una sanadora, entonces le resultaba relativamente fácil familiarizarse con diferentes ingredientes.
Thomas le había ofrecido una media sonrisa a su hermana cuando se despegó de ella rumbo a uno de los baños. Quería lavarse las manos tras haber estado experimentando con pinturas y todo lo que pudiera servirle como camuflaje. No era como si fuese a volverse un artista de la noche a la mañana, así que esa era un área donde sabía que iba a fallar rotundamente.
Sumido en sus propios pensamientos se adentró en el baño ignorando completamente que allí había alguien más. No fue hasta que el menor se dirigió a él que desvió la mirada hacia el que se veía como un adolescente. Otro niño. Con el ceño ligeramente fruncido, Thomas asintió y dejó correr el agua de uno de los lavados para lavarse las manos únicamente con eso.
—¿De verdad? Y yo que pensaba que nos iban a ofrecer todos los lujos —comentó a la vez que observaba su reflejo en el espejo delante de él. Al otro chico le ofreció una sonrisa diminuta, incluso algo de la humanidad que se obligaría a perder en cuanto estuvieran en la arena.
Con las recetas medicinales, pociones y ese tipo de cosas le fue bastante bien. Recordaba el contenido de los textos que antes hubo tenido en su poder su madre, era una sanadora, entonces le resultaba relativamente fácil familiarizarse con diferentes ingredientes.
Thomas le había ofrecido una media sonrisa a su hermana cuando se despegó de ella rumbo a uno de los baños. Quería lavarse las manos tras haber estado experimentando con pinturas y todo lo que pudiera servirle como camuflaje. No era como si fuese a volverse un artista de la noche a la mañana, así que esa era un área donde sabía que iba a fallar rotundamente.
Sumido en sus propios pensamientos se adentró en el baño ignorando completamente que allí había alguien más. No fue hasta que el menor se dirigió a él que desvió la mirada hacia el que se veía como un adolescente. Otro niño. Con el ceño ligeramente fruncido, Thomas asintió y dejó correr el agua de uno de los lavados para lavarse las manos únicamente con eso.
—¿De verdad? Y yo que pensaba que nos iban a ofrecer todos los lujos —comentó a la vez que observaba su reflejo en el espejo delante de él. Al otro chico le ofreció una sonrisa diminuta, incluso algo de la humanidad que se obligaría a perder en cuanto estuvieran en la arena.
Icono :
Strange Path
﹀
07/08/2471 ▼ Baño público▼ PRIVADO
Siendo justos, a Samuel nunca se le había dado bien hacer sociales. No tenía nada en contra de ninguno de los otros tributos, pero la situación particular en la que se encontraban hacía incluso más complicado el factor de hablar con ellos. No era tan tonto como para saber que todos serían los mejores amigos y se perdonarían la vida en la arena, pero tampoco quería que todos lo vieran como la presa fácil por descarte.
Observó la imagen en el reflejo y devolvió la sonrisa con una mueca débil. Se preguntó qué edad tendría. La verdad es que no se había molestado en averiguar demasiado sobre los demás, así que su conocimiento era bastante reducido. Pero a él sí que lo recordaba y no por algo bueno — Eres Fisher. ¿No es así? — Aventuró — Del Dos. Viniste con tu hermana — ¿Estaba metiendo la pata?
Se rascó la cabeza con clara incomodidad. Tuvo que fingir que estaba muy interesado en atarse los cordones para no volver a mirarlo a la cara — Lamento mucho todo esto, debe ser una completa mierda — acotó —. Ni siquiera hay buen jabón como para decir que vale la pena el viaje — Nope, pésima broma. Por algo nunca abría la boca. Chasqueó la lengua de forma tal que el sonido retumbó en el baño —. Por cierto, Soy Sam. No diré que es un placer conocerte porque creo que todos aquí preferimos seguir siendo extraños.
Icono :
Asintió. Entonces, él no había sido el único en recopilar información acerca de los otros tributos. Casi que se sentía como una blasfemia observarlos a los demás en los entrenamientos con el fin de conocer sus virtudes y defectos. Al final, iba a usarlos en su contra en la arena y mantendría a su hermana con vida de esa forma. Con algo de suerte, el mismo destino o la arena se encargaría de cobrarle la vida a los otros muchachos sin que él le tuviera que tocar un solo cabello.
—He venido con mi hermana, así es —confirmó. ¿Algunos sabrían la razón por la que estaban allí? Ellos no habían roto ninguna ley y mucho menos hecho alguna cosa como para que sus nombres acabaran en las urnas. Esa era obra de los delitos de la madre de los mellizos, una auténtica tragedia.
Thomas encontraba que el otro chico tenía cara de inocente o al menos de que era tan pillo como se podría serlo en plena adolescencia. Con una inocencia arruinada, obligado a convertirse en un objetivo o persecutor de otros. Dudaba de que aquel estuviese dispuesto o disfrutara si quiera de hacerle daño a otros. Pero las apariencias siempre engañaban y por eso él prefería dedicarse a observar hasta el día de la competencia. Centrarse en sí mismo y su hermana también.
—Diría que la comida vale la pena, aunque no dista mucho de la que consumía normalmente. No me han maravillado con nada —le comenta al otro muchacho con soltura y simpleza. A Fisher le habían enseñado a tratar con las personas, a ser exactamente lo que era necesario dependiendo el momento y veía como el otro necesitaba algo así como un amigo o alguien que empatizara con él.
—Soy Thomas y la verdad es que yo prefiero conocer los nombres de aquellos que me traten con gentileza. Especialmente si voy a lamentarme sus muertes cuando llegue el momento —agregó a la vez que terminaba de secarse las manos y se volvía hacia el otro tributo con la intención de estirar la mano hacia él. Iba a estrecharle la mano y saludarlo como si se tratase de otro chico con el que hubiese ido a clases el día anterior o el siguiente.
—He venido con mi hermana, así es —confirmó. ¿Algunos sabrían la razón por la que estaban allí? Ellos no habían roto ninguna ley y mucho menos hecho alguna cosa como para que sus nombres acabaran en las urnas. Esa era obra de los delitos de la madre de los mellizos, una auténtica tragedia.
Thomas encontraba que el otro chico tenía cara de inocente o al menos de que era tan pillo como se podría serlo en plena adolescencia. Con una inocencia arruinada, obligado a convertirse en un objetivo o persecutor de otros. Dudaba de que aquel estuviese dispuesto o disfrutara si quiera de hacerle daño a otros. Pero las apariencias siempre engañaban y por eso él prefería dedicarse a observar hasta el día de la competencia. Centrarse en sí mismo y su hermana también.
—Diría que la comida vale la pena, aunque no dista mucho de la que consumía normalmente. No me han maravillado con nada —le comenta al otro muchacho con soltura y simpleza. A Fisher le habían enseñado a tratar con las personas, a ser exactamente lo que era necesario dependiendo el momento y veía como el otro necesitaba algo así como un amigo o alguien que empatizara con él.
—Soy Thomas y la verdad es que yo prefiero conocer los nombres de aquellos que me traten con gentileza. Especialmente si voy a lamentarme sus muertes cuando llegue el momento —agregó a la vez que terminaba de secarse las manos y se volvía hacia el otro tributo con la intención de estirar la mano hacia él. Iba a estrecharle la mano y saludarlo como si se tratase de otro chico con el que hubiese ido a clases el día anterior o el siguiente.
Icono :
Strange Path
﹀
07/08/2471 ▼ Baño público▼ PRIVADO
Sam se preguntó cómo sería estar en la arena con alguna de sus hermanas. Las dos eran mayores, una de ellas ni siquiera estaba en edad para entrar en las urnas. Las había visto llorar en sus últimos minutos en el distrito trece y la idea de que nunca más volvería a verlas se había plantado en su cabeza con suma facilidad. Lo prefería mil veces antes de encontrarse en una situación como la de los chicos del dos. Si ya sentía cierta incomodidad con la idea de ver morir a Paige…
Tal vez no era muy profesional, pero fue incapaz de contenerse. Examinó al rubio con cuidado en sus ojos curiosos. Thomas Fisher era la estampa clásica de un vencedor. Alto, fornido y rubio. Tan cliché como el muchacho del uno. Sam se preguntó por qué se molestaban en lugar de enviarlos a ellos dos a disputarse el puesto ganador. Para colmo, Fisher sonaba amable. ¿Cómo se suponía que iba a pelear con gente de buenos tratos? Hacer sociales nunca había sido más tortuoso y eso que tenía una licenciatura en escape a la hora del almuerzo escolar.
Sam entornó la mirada, pero estrechó la mano de Thomas con firmeza. Le dio un apretón y la sacudió un poco — Creo que ya tenemos mucho que soportar como para tratarnos para la mierda — aseguró —. Supongo que es verdad que un tributo menos es un camino más despejado a casa, pero eso no significa que esté de acuerdo con ello — la verdad es que nunca le había importado la política. Su presencia en los juegos se debía sólo a las malas decisiones de su padre y una pésima suerte. Tendría que haber captado las señales cuando fue él quien encontró al muggle escondido en su residencia y no otra persona.
Soltó la mano y frotó la propia contra el lateral de su torso. No había sudado, solo se sentía extraño — Oí que los tributos de tu distrito solían ser tratados como profesionales en los antiguos juegos — acotó. Se apoyó contra el lavado y trató de reprimir la expresión de dolor tras una punzada de su pie herido. Rogó no haber sido tan obvio —. Siendo un distrito militar tiene mucho sentido. Supongo que es un modo de ver el lado positivo. De donde vengo no sabemos hacer nada útil.
Icono :
Thomas asintió una vez más. Era cierto aquello, él no tenía ninguna razón para maltratar a ninguno de los muchachos. Suficiente con que iban a verse atrapados en una batalla donde solo uno saldría con vida y esa sería su hermana mayor. Se encargaría de que así fuera, aunque un chico amable y agradable como Sam tuviera que morir. Incluso él mismo.
—No tengo ninguna intención de volver a casa —confesó. Se giró dándole la espalda al espejo y apoyó parte de su peso en el lavado mientras pretendía entablar una conversación con el otro tributo sin importar que cualquier otro pudiese ingresar en el baño. Al final, esas instalaciones eran para ellos y a él no le importaba que alguien escuchara cuales eran las meta que él tenía.
—Esa es parte de la esencia de mi distrito, sí. Aunque admito que entre mis planes no estaba la intención de convertirme en un tributo del mismo. Quería ser un auror. —Se terminó hundiendo de hombros al mismo tiempo que se cruza de brazos y nota la mueca que el otro chico ha escondido. Una acción muy común en pacientes con dolencias.
—¿Cuál es la actividad principal en tu distrito? Algo interesante debes de saber hacer —consultó sabiendo algo de esa información, solo que Thomas quería oírlo de la boca del otro chico, algo de información extra que no le iba a venir nada mal. Después de todo, Sam sabía acerca del preparamiento militar de algunos de los que venían del distrito dos. Vega era la excepción en ese caso, ella quería ser una doctora, a diferencia de él.
—Cuando vuelvas al entrenamiento, busca los libros de medicina, allí encontrarás un ungüento para lo que sea que te esté doliendo. Sobre la mesa de trabajo tendrás varias hierbas y cosas que puedas necesitar para aliviar la dolencia. No dejes que nadie note que alguna cosa te duele —agrega sin más y en un tono de voz más bien confidente. A Thomas no le interesan los asuntos de los demás, solo que Sam puede verse como alguien a quien subestimar si se le ve herido.
—No tengo ninguna intención de volver a casa —confesó. Se giró dándole la espalda al espejo y apoyó parte de su peso en el lavado mientras pretendía entablar una conversación con el otro tributo sin importar que cualquier otro pudiese ingresar en el baño. Al final, esas instalaciones eran para ellos y a él no le importaba que alguien escuchara cuales eran las meta que él tenía.
—Esa es parte de la esencia de mi distrito, sí. Aunque admito que entre mis planes no estaba la intención de convertirme en un tributo del mismo. Quería ser un auror. —Se terminó hundiendo de hombros al mismo tiempo que se cruza de brazos y nota la mueca que el otro chico ha escondido. Una acción muy común en pacientes con dolencias.
—¿Cuál es la actividad principal en tu distrito? Algo interesante debes de saber hacer —consultó sabiendo algo de esa información, solo que Thomas quería oírlo de la boca del otro chico, algo de información extra que no le iba a venir nada mal. Después de todo, Sam sabía acerca del preparamiento militar de algunos de los que venían del distrito dos. Vega era la excepción en ese caso, ella quería ser una doctora, a diferencia de él.
—Cuando vuelvas al entrenamiento, busca los libros de medicina, allí encontrarás un ungüento para lo que sea que te esté doliendo. Sobre la mesa de trabajo tendrás varias hierbas y cosas que puedas necesitar para aliviar la dolencia. No dejes que nadie note que alguna cosa te duele —agrega sin más y en un tono de voz más bien confidente. A Thomas no le interesan los asuntos de los demás, solo que Sam puede verse como alguien a quien subestimar si se le ve herido.
Icono :
Strange Path
﹀
07/08/2471 ▼ Baño público▼ PRIVADO
— No me sorprende — por raro que suene, era cierto. Samuel podía entender la sensación de derrota de muchos tributos, pero sospechaba que para Thomas debía ser incluso peor. Si él moría, tenía la seguridad de que había un hueco para su hermana. Supuso que era común.
Tampoco le sorprendió la siguiente declaración. La mayoría de los nacidos en el dos parecían crecer con un chip instalado en su cabeza sobre la necesidad de volverse aurores en su vida adulta. Una vez había leído que el cuerpo de defensa estaba conformado por una buena cantidad de nativos del dos, muy por encima de los otros distritos y comparable nomas con el Capitolio — Parece que todo el mundo quiere ser auror estos días — acotó con desgano —, aunque no sé si es por convicción o porque han hecho tanta propaganda militar estos años que es imposible ir al baño sin escuchar el himno.
No le dio vergüenza tener que encogerse de hombros — Solíamos ser un distrito nuclear, pero con el avance de la magia las cosas han cambiado bastante — claro que él no conocía el mundo anterior, de modo que el distrito trece era un sitio algo aburrido —. Digamos que estamos muy familiarizados con los eventos del espectáculo, pero dudo mucho que eso sirva de algo cuando no he aprendido nada interesante en mi vida — al menos que su conocimiento en hierbas y Pociones fuera a servirle de algo…
Notó un poco de calor en las mejillas. Bajó la mirada en dirección a sus pies como si tuvieran la culpa de dejarlo en evidencia y sacudió las manos — Gracias — murmuró —. No es como que necesite más. Tengo bien en claro que no soy una persona intimidante ni nada así — se dio permiso para echarle una rápida mirada —. Tú no tendrás ese problema. De seguro puedes tumbar a la mitad de un manotazo. Siempre hay que ver el lado positivo, incluso cuando también suene a una mierda.
Icono :
2 participantes
No puedes responder a temas en este foro.