Nació el 19 de agosto del año 2453, siendo hijo de una veela, y un humano, ella abogada y él ingeniero. Sus padres, que eran originarios del distrito 13, tuvieron que desplazarse al norte y esconderse cuando hubo cambio de gobierno. Estuvieron vagando por meses, hasta que se enteraron que esperaban a un hijo. Así que hicieron lo que tuvieron que hacer. La madre de Marco, Freja, intentó integrarse a su antigua vida, ahora en el distito 11, que empezaba a padecer las consecuencias del cambio a un gobierno de magos y los estragos de haber sido infectado. El padre de Marco, Stefan, y por quien lleva su segundo nombre, tuvo que desaparecer un tiempo, hasta que con la ayuda del hermano de Freja, pudo llegar a su familia, usando la fachada de ser esclavo. 

Se mantuvieron así hasta que Marco tuvo 10 años, fingiendo que el padre era esclavo de la familia ahora compuesta por el tío, la madre y él, todo para que pudiera conocer a su hijo. Durante ese tiempo Freja comenzó a trabajar en el consultorio independiente que tenía su hermano, quien había logrado compaginar su antigua profesión como doctor con la magia. Era el único lugar donde no se le veía tan feo por su condición de criatura mágica. El único lugar donde sus dotes curativos servían algo, dejando por completo de lado su vena jurídica. Mientras tanto, Stefan se dedicó a convivir lo más que podía con su hijo. Pero las cosas no duran para siempre y la gente empezaba a notar algo extraño. Para evitarse problemas, el padre de Marco fingió su muerte y un día en la madrugada escapó sin dejar rastro. Tuvo que pasar un par de años antes de que regresara y empezara a esconderse a las afueras del distrito. Siendo éste ya un lugar de repudiados, resultaba mucho más fácil pasar desapercibido.

Fue entonces cuando Marco empezó a visitar a su padre. Usaba la noche para moverse, le llevaba comida e incluso le dejaba notas y fotos. Fotos que después de unos días tenía que quemar por si algún día alguien descubría aquel escondite a las afueras. Así fue como pudo seguir encontrándose con él por otros dos años. Poco después de que cumpliera los 15 años, fue a visitar a Stefan, pero cuando llegó sólo encontró una foto doblada, escondida entre ladrillos, donde aparecía él con sus padres. Era la foto que le había llevado el día anterior y que fue tomada antes de la desaparición del mismo. No hubo nada más. Al día siguiente escuchó la noticia de que un licántropo, buscando limpiar su nombre como criatura, había entregado a un humano que se escondía en el borde del distrito. El licántropo fue premiado con galeones. El humano fue ejecutado el mismo día. 

Lleno de ira, Marco salió esa misma noche a buscar al licántropo con la varita en mano. Ni él sabe qué quería hacer ni si hubiera podido lograr algo, siendo un adolescente inexperto se aventuró por el distrito olvidando el hecho de que había luna llena ese día. Cuando por fin dio con el licántropo, éste se encontraba borracho y llevaba ahora como collar un sortija de oro que Marco reconoció al instante. Esto solo sirvió para que la sangre le hirviera y le lanzara el primer hechizo de ataque que conocía, no sabiendo lo que pasaría a continuación. Fue cosa de cinco minutos. En cinco minutos el hombre era ahora una bestia que arremetió contra él. Lo último que recuerda de esa noche es estar tirado en un charco de sangre, apretando el puño para resguardar la sortija dorada que consiguió arrebatarle.

Pasaron días para que Marco recuperara la conciencia, y cuando lo hizo se enteró de lo que había pasado: Las cosas se salieron de control y el licántropo lo mordió, en plena luna llena, dejándolo cuando creyó que estaba muerto. Y este hubiera sido el resultado de no ser por la mamá del mismo, quien había corrido a buscarlo cuando se enteró de lo que planeaba. La recuperación fue dolorosa, y aún lleva una cicatriz amplia en el abdomen que muestra el lugar de la mordida. Al contrario que la historia de muchos licanes, le tocó convertirse en uno justo cuando los derechos se les restituían, así que no la pasó tan duro. A los meses del cambio de gobierno, su madre comenzó a trabajar en el Wizengamot. Demoraron más de un año, pero cuando consiguió ahorrar lo suficiente se movieron por fin al distrito 3.

Todo ese tiempo de transición antes de la mudanza sirvió para que Marco se endureciera y se aislara. Vagaba solo por el distrito, pasando mucho tiempo en el exterior. Fue así como conoció a una chica que robaba comida. Después de muchos intentos por intentar hablarle sin que ésta descargara su ira con él, consiguió conocerla un poco. Hasta que un día desapareció. Más tarde se enteró que se encontraba en un orfanato en el 11. Estudiaron un tiempo juntos en el Prince, hasta la mudanza de Marco, después de la cual dejó de verla por meses. Como ahora estaba en el 3, tenía que ir al Royal, lugar donde no era bien visto por los demás, tanto por tener madre veela, como por ser lican. Lo bueno es que el gusto duró poco y regresó al Prince con la nueva reforma educativa, tomando la especialidad de ciencias.