Sus recuerdos de la infancia difieren un poco del presente que le tocó vivir a su hermana menor, por la diferencia de edad que los hizo crecer en realidades distintas. Cuando Dave era un niño la magia era un secreto y nunca se lo contó a sus amigos muggles del distrito 6, donde Patrick Meyer y JJ Crowley se habían asentado para establecerse como familia y trabajar en un taller con otros mecánicos. Tenía ocho años cuando esos amigos fueron desapareciendo, pero la soledad angustiante que sintió entonces es una sensación que algunos días todavía lo asalta.  

Fue hijo único hasta los diez años, acompañaba a sus padres al taller cuando no tenía clases y jugaba con las cosas que encontraba al paso, solo. Ellos quisieron hacerlo parte del trabajo que les apasionaba y año tras año recibió nuevos modelos de escobas de carrera por su cumpleaños. Su padre le había prometido que cuando estuviera en el tercer curso del Royal, armarían juntos una motocicleta voladora. Pero las elecciones que hizo lo apartaron un poco de lo que se esperaba de él y si bien sus padres nunca se mostraron decepcionados, en cambio tratan de apoyarlo, fue marcando una distancia con ellos y sus expectativas. Por su parte, tiene todas sus esperanzas puestas en que sea Charlie quien haga honor a la familia, y por eso, por mucho que la moleste con pullas, es su persona favorita.

No fue en el taller, sino en su casa que encontró una vieja cámara fotográfica, un modelo usado por muggles que lo cautivó. La cámara estaba dentro de un cajón de fotografías que sus padres guardaban y nunca les reveló su hallazgo, pero memorizó cada uno de esos rostros sin nombre, algunos de ellos muggles, que son parte de un pasado que también le pertenece. Usó el taller de sus padres para arreglar otras cámaras mágicas e hizo de la fotografía su pasatiempo. Mejor dicho, todos lo vieron como un pasatiempo, él no. Cuando tuvo que elegir especialidad en el Royal, sorprendió al optar por la más aburrida de todas según escuchó quejarse a sus padres en la cocina. Sin embargo, cuando terminó la especialización en leyes, no aceptó trabajar con su tío Dorian.

Sin llegar a ser mala, la relación con sus padres se tornó complicada, al crecer se fue volviendo más reservado. Todos en su casa sabían que estaba enamorado de una chica, pero desconocían su identidad. La conoció en sus escapadas a los distritos, de los que fue haciendo un mapa de fotografías y este trabajo lo sensibilizó al ver las condiciones en las que viven todos aquellos que desprecia el actual gobierno. Sus escapadas de casa se fueron alargando a días y sus padres dieron por hecho que deambulaba por ahí como los hacían ellos también cuando eran jóvenes, sin estar del todo seguros que no metiera en uno o dos problemas por frecuentar quien sabe qué lugares. Sus excursiones por el norte tenían como principal motivo, su colaboración con una radio clandestina, la Red Neopanem.

No obstante, la muerte en la hoguera como sentencia del gobierno de Raven Harkness, la chica de la que estaba enamorado, lo deprimió muy profundamente. Dio a su familia la prioridad que se merecían, tomó decisiones que lo apartaran un tiempo del norte para salvarlos de riesgos y trató de darle una utilidad al título de abogado que tenía, involucrándose en el ministerio de magia, el centro mismo en el cuál se ejecutan las órdenes que dañan todo lo que conoce y quiere, porque si algo aprendió del tiempo en que colaboró con el periodismo clandestino, es que se trata de conocer con lo que se está lidiando, reunir toda la información posible, conocer todo desde adentro. Esto lo llevó a trabajar como infiltrado de la resistencia que iba gestándose en el norte.

Desde esa silla en el ministerio, se enteró que la mayoría de los miembros de la Red Neopanem pasaban a ser recuerdos: Ferdia ya había muerto en la hoguera con Raven, Moira desapareció, Jeff murió desangrándose en el Coliseo, Kenny, a quien habían “lavado el cerebro”, murió por unos ideales en los que nunca creyó y Lea en la toma del distrito 9 y ¾. A un mes del aniversario del asesinato de su mejor amigo, Locki, hijo de Jeff, volvió a ver el rostro de su abuelo muggle, Matthew Crowley, en el mismo Coliseo que murió Jeff. Su abuelo se suicidó como último gesto de rebeldía y fue un espectáculo para las cámaras. Sufrió de una nueva crisis, peor a las anteriores, y abandonó su puesto como abogado en el ministerio así como el lugar donde vivía sin dar explicaciones, para perderse en los distritos del norte hasta que todo lo que lo angustiaba, simplemente pasara.

Regresar lo consideró un logro personal, recuperar su trabajo, tratar de poner su vida en un orden que no se viera afectado por todo lo sucedido. Buscó puntos seguros a los que sujetarse y como sus ideales seguían siendo los mismos, decidió seguir haciendo carrera en el ministerio para algún día ser juez y colaborar desde adentro con los cambios que espera ocurran cuando la revolución llegue al Capitolio. Pero su pensamiento bilateral es tal que aprecia y apoya a muchas personas del ministerio y el Capitolio, tiene la esperanza de que los cambios verdaderos sucedan incluyéndolos a todos. Por ironías de la vida o precisamente por acompañar el curso de esta, se enamoró una segunda vez de alguien que es todo lo opuesto a Raven, una auror del ministerio llamada Alecto Lancaster, quien es hija biológica de Rebecca Hasselbach y Hermann Richter, lo que la hace media hermana de su jefe, Hans Powell, y de su mejor amiga, Phoebe Powell.