20 de julio

-¡Mierda! - exclamo cuando una de las chispas termina dando contra mi propia mano y tengo que sacudirla para aliviar el dolor. Esto me está matando, de verdad, he pasado demasiado tiempo ocupado con la burocracia que representa formar un negocio que he olvidado el entrenamiento físico... Podría decirse que fue una etapa de mi vida, con todo el asunto de haber ido a la granja y ganado un poco de músculo se me subió a la cabeza la idea de mejorar en la lucha pero ¿Ahora? Estoy domesticado. Paso tanto tiempo sentado que puedo sentir como las abdominales van dando lugar a una pequeña panza y... no puedo permitir eso ¡Que estoy por cumplir años! Y con esto ya quedaré más cerca de los treinta y cinco que de los treinta, lo cual quiere decir que pronto empezaré a redondear cuarenta ¡Es una locura!

Me vuelvo a remangar la camiseta por millonésima vez y noto que el borde de una de las mangas está algo achicharrada por el daño colateral - Otra camiseta a la basura - murmuro con una mueca de lado. Tendré que dejarla por aquí pues no puedo permitir que Kenna la vea, terminará preguntando dónde estuve y no creo que aprecie la idea de que esté dando vueltas por el distrito cinco considerando lo que pasó la última vez que estuve aquí.

-Una vez más, Riley, una vez más - me doy ánimos mientras acomodo mis pies como lo hacen los grandes maestros de esa serie animada que tanto me gusta y jamás reconoceré en voz alta que sigo viendo pese a ser un adulto. Respiro profundo intentando alinear todos mis chacras imaginarios y dejo que la electricidad corra por mi cuerpo hasta que alcanza la punta de mis dedos - Eso está mejor...

No tengo idea de qué diablos hago en el distrito 5 en mi día libre. Pero aquí estoy. Odio venir al norte cuando tengo rondas, así que lo odio más cuando no es por razones laborales. Sin embargo, escuché el otro día que un par de novatos hablaban de armas y artefactos mágico-muggle muy buenos que se pueden conseguir por aquí. Incluso a la altura de las que puedes comprar en el distrito 2 o en el 3, ya saben, cosas tecnológicas de las que no estoy muy enterada. Además de eso, mi hermano mellizo me rogó que me asomara para ver si podía conseguir unas hierbas medicinales especiales que consiguió la última vez cerca de aquí en algún lugar altamente sospechoso, ni siquiera quise preguntarle al tarado. Pero bueno, básicamente eso fue todo lo que se necesitó para levantar mi curiosidad, así que en lugar de venir con el uniforme, vengo con la ropa más casual que pude encontrar, algo que no grite Distrito 2, que no resalte ni llame la atención. Eso sí, con la varita bien guardada y los galeones en un sitio donde no resuenen. Que lo último que quiero es llamar la atención de la gente equivocada.

Avanzo por el distrito sin detenerme para ver nada ni a nadie y me dirijo hacia las fábricas abandonadas. Si todo sale bien en media hora debería estar el vendedor, ¿O vendedora?, de estos artilugios increíbles y yo podré revisarlos, como una niña pequeña en una juguetería. Sólo que mejor y versión adulta. No puedo esperar, de ser ciertos los rumores podré tener algo además de la varita que me sea útil en el trabajo. Con los permisos adecuados, claro. No hay que olvidar esa parte, que viene con toda la responsabilidad de ser auror. Un poco irónico tomando en cuenta que vengo a ver a un vendedor que seguramente trabaja en los mercados negros.

Me asomo por las ventanas de lo que parece ser un edificio alto abandonado, no hay señales de vendimia, de modo que continúo avanzando hasta que escucho ruido proveniente de la parte de atrás del mismo. Me dirijo a paso tranquilo hacia la fuente del sonido, esta vez entrando al lugar, y sintiéndome algo decepcionada cuando encuentro a una persona que claramente no tiene intención de vender nada. — Supongo que tú no eres la persona que tiene increíbles artefactos tecnológicos. —

Poco a poco dejo que la corriente vaya aumentando hasta que logro que los rayos salten de una palma a la otra sin llegar a pinchar o quemar como lo hicieron con anterioridad. Se va formando una pequeña bola de electricidad que lentamente va aumentando de tamaño y sonrío al sentir el calor que emana contra mi rostro. Puede que sea electricidad, pero escondida en ella también hay fuego si se maneja de la forma adecuada. Por eso estoy seguro de que solo estoy rasgando la superficie del poder que llevo adentro, no puedo simplemente desperdiciarlo usándolo para encender las cosas sin un enchufe disponible o para cargar el celular cuando olvido conectarlo a la noche.

-Kame ham... - empiezo a decir con la idea de lanzar la bola hacia una de las paredes pero me interrumpo y todo asomo de poder se desvanece al ver a una joven pelirroja entrar en la fábrica. Sus palabras son curiosas y me confunden un poco pues me está descartando de algo que curiosamente es a lo que me dedico.

Me rasco la nuca con una mano y me acerco a ella con rostro confundido - De hecho soy la persona que tiene los artefactos tecnológicos más cool de todo Neopanem pero no pareces estar buscándome a mí así que... me siento ofendido - confieso ladeando mi cabeza, no le veo rostro conocido así que no creo que haya pasado por mi laboratorio en el ministerio antaño ni tampoco por mi fábrica en los últimos meses - Riley Kavalier - me presento tendiéndole la mano - ¿Dueño de BC industries? - quizás así le sueno pero ¿A quién estoy engañando? Aun no llego a ser tan famoso como lo era Labors - No te preocupes, también tuve mis tiempos de comprar artículos por aquí - hasta que empecé a construirlos yo mismo - ¿Qué estabas buscando? Si es alguna versión pirata de "The last of them" - que por la edad me parece que puede estar buscando eso - puedo enseñarte a ahorrarte algunos galeones, éstos tipos no tienen respeto por esas cosas y venden basura por una fortuna.

Alzo las cejas algo sorprendida cuando habla. ¿Es o no es el vendedor? Supongo que no, no hay que ser una adivina para darse cuenta de que claramente no tiene un puesto clandestino de venta de armas y aparatos. ¿Tal vez llegué demasiado temprano? O demasiado tarde. — Hmmm... ¿Lo siento? — Más que disculpa es pregunta, porque no estoy muy segura de quién es ni a qué se refiere con "la persona que tiene los artefactos tecnológicos más cool de todo Neopanem", pero igual le estrecho la mano e intento sonreír apretando un poco los labios. ¿BC industries? Definitivamente no soy parte del departamento de tecnología por algo. — Raven Maksimov. — No tiene pinta de ser de por aquí, usualmente los habitantes de los distritos del norte son más desconfiados, así que me pregunto quién será. Y más que eso, mi curiosidad de auror me lleva a preguntarme, si no es el vendedor clandestino, entonces ¿Qué es lo que hace en este lugar?

Un poco de rubor llega a mis mejillas con su siguiente comentario, no pretendía que alguien me viera mientras me paseaba por un lugar aquí buscando artefactos donde no se supone que los consiga, así que carraspeo un poco y agito las manos. — Sólo quería checar algunos artículos que mencionaron mis compañeros de trabajo que podrían ser útiles. — Tenemos todo el equipo que necesitamos en la Base de seguridad, pero no está de más invertir un poco, ¿No? Si no en un arma, sí en algún invento tecnológico ingenioso que pudiera ser funcional. Bah. No importa desde qué ángulo lo veas, que una auror esté aquí es raro.

— Esperaba encontrar algún artefacto de defensa personal compacto diferente de la varita, o algún equipo para el cuerpo, como los que absorben hechizos, cosas así, sólo por mera curiosidad. — De todas formas dijo que tiene una tienda que maneja cosas así, así que no veo problema en preguntarle. — ¿Tú igual venías a echar un vistazo? — Pregunto desviando la atención de mí. — ¿O vienes a mostrar también los productos de tu tienda? — Cosa que no tiene mucho sentido, si ya tiene un establecimiento, ¿Para qué vender en un distrito del norte?

Frunzo los labios curioso por saber en qué ámbito laboral se encuentra, creo que cubro la mayoría de ellos así que oficialmente tengo que preocuparme por lo que está ocurriendo por aquí. Ya me pasó que intenten copiar mi traje así que debería poner a gente a trabajar para que controle cualquier tipo de imitación de mala calidad que pueda terminar con consecuencias terribles... Creo que ya va siendo hora de que contrate un equipo para ésto ¿Super detectives? ¿Aurores retirados? Tengo dinero suficiente para pagarles así que no tengo que tener miedo de soñar un poco al respecto.

No puedo contener la risa cuando me cuenta sus motivos pues entiendo a qué se refiere con ésto - Podría meterte en problemas muy fácilmente, Raven Maksimov - comento alejándome para ir por la botella de agua que descansa sobre el escombro más alto. Tengo que obligarme a dejar de sonreír para poder beber sin que se me derrame por las comisuras de los labios y luego vuelvo mi atención a ella - El traje que dices lo diseñé yo, por supuesto que luego salieron versiones un poco más rústicas pero la patente oficial es Kavalier - explico encogiéndome de hombros - Así que no, no vine a echar un vistazo... Y vendo por Internet, es más cómodo y me ahorro muchísimo en alquiler - explico luego.

Doy un nuevo sorbo a la bebida y hago un ademán para que se acerque a mi área de entrenamiento improvisada - Así que eres auror, envíale saludos a Richards de mi parte - bromeo con una sonrisa de lado para luego responder qué es lo que me trae aquí - Las fábricas del distrito cinco son un buen lugar para entrenar, imitan bastante bien lo que suelen ser los campos de batalla - al menos en lo que dicta mi experiencia luego de haber presenciado tantas catástrofes en las que los civiles nos vimos envueltos - Y están vacías así que puedo practicar con tranquilidad - y hecho eso largo algunas chispitas de mi mano mientras la sacudo hacia un costado, como si estuviese intentando quitarme alguna alimaña - No es una habilidad que pueda practicarse en entrenamientos compartidos.

Trago grueso cuando dice que podría meterme en problemas. Lo sabía. Sabía que no debía escuchar las recomendaciones de los demás para venir a probar artefactos de procedencia dudosa que venden clandestinamente, ¿No se supone que soy auror por algo? Aunque claro, nunca me han importado detalles como los mercados negros, como a muchos de mis compañeros. Aún así, finjo estar en extrema calma y trato de no declarar ninguna emoción de nerviosismo en mi rostro, lo peor sería delatarme a mí misma. O eso intento hasta que se declara como el dueño de la patente del traje de absorción, y entonces mi boca se redondea formando una "O". — Suena a un buen negocio. — Consigo decir un poco apenada. — Entonces creo que mejor lo checaré en internet, señor Kavalier. — Agrego el señor como algo extra, no es que piense que se ve grande ni nada, pero si es un inventor tan talentoso... No lo sé, tal vez sólo estoy intentando arreglar mi desastre. Este tipo de cosas raramente me suceden.

Me acerco cuando me lo indica y esta vez si dejo que mi expresión se desconfigure al mencionar a la líder del escuadrón. — Mmm... claro. — Musito sintiéndome más apenada que antes pero sin intenciones de ahondar más en el tema de mi área laboral, no quisiera meterme en más problemas aún. Dejo que mis pulgares se entrelacen y juego con ellos mientras habla, asintiendo con su observación acerca del lugar. En general entreno en la Base de Seguridad, pero lo que dice es cierto, los distritos del norte suelen ser un simulador excelente, por decirlo de alguna manera.  — Entonces estaba entrenando. — Digo más para mí que para él desviando mi mirada hacia las yemas de sus dedos, que por un instante me parece que brillan.

— ¿Control elemental? — Pregunto intrigada. Son habilidades difíciles de aprender y aún más de controlar, y por lo que sé, no se requiere varita para usarlas. — ¿Puedo observar? — Vuelvo a preguntar ladeando la cabeza algo seria. No estaría mal ver una demostración, después de todo podría ser algo útil si en algún momento lo aprendiese, una habilidad extra que pueda ayudarme en el trabajo, de ser necesaria.

Es un buen negocio, uno que me hubiese gustado comenzar antes pues no solo me permite seguir construyendo objetos como me gusta, sino que mantiene mi conciencia limpia pues puedo venderlos a quien quiera y nadie puede obligarme a hacer algo que no quiera - Blue Caterpillar punto npm - digo levantando mi pulgar para animarla a que vaya a ver el catálogo de productos allí - El señor Kavalier era mi padre, yo solo soy Riley - la corrijo con una sonrisa amigable, aunque estoy en cierta edad que las primeras canas empiezan a aparecer y quizás no pueda librarme del título por mucho más tiempo.

- Nunca está de más algo de entrenamiento - completo encogiéndome de hombros mientras avanzo hacia el centro de la fábrica - Así es... Electricidad, quizás por eso me dediqué a lo que me dedico - la historia de por qué tengo este poder aun no la tengo clara, me sigo aferrando a la teoría de que siempre estuvo allí bloqueada por la cantidad de drogas que consumía y una vez que las dejé empezó a fluir como algo natural.

La idea de venir aquí era para estar solo pero nunca está de más una auror que pueda opinar sobre mis movimientos, que si bien manejo bastante bien el poder aún me faltan ciertos aspectos técnicos a la hora de pelear que... Bien podría pedirle ayuda a Kenna pero sigo muy firme en ésto de no mezclar trabajo con la relación - Por supuesto - digo con un asentimiento y me pongo en guardia de costado a ella para no disparar en su dirección - Solo... No mires demasiado fijo los rayos ¿Sí? Que puede que hagan daño, aún no hago un análisis de los efectos adversos de todo ésto - nada es gratis en la vida.

Vuelvo al trabajo de antes, primero dejando correr la electricidad por mis brazos hasta mis dedos hasta formar una pequeña bola que va creciendo en tamaño hasta alcanzar un diámetro de unos treinta centímetros - Es más sencillo cuando los lanzo de una fuente pre formada, como ésta - explico a la pelirroja sin dejar de prestar atención a la bola entre mis manos - Así - comento y dejo que uno de los rayos escape hacia el frente, es bastante cool - Los rayos ya están ahí, solo debo re direccionarlos - continúo explicando y lanzo dos más - He pensado en hacer un traje para manejarlos mejor pero me temo que no puedo trabajar y usarlo al mismo tiempo... Necesitaría alguien con mi mismo poder o duplicarm... - pero me interrumpo porque uno de los rayos se escapa en dirección a la pelirroja y termina golpeándola.

— Blue Caterpillar será. — Contesto prometiéndome revisarlo más tarde, después de todo no es como si me faltaran los galeones para pagar el precio completo. Lo de hoy fue mera curiosidad y una mancha negra en mi historial como auror del que espero nadie se entere nunca. — Entiendo, Riley. — Sonrío de vuelta intentando ser amable. No es un gesto usual en mí cuando hablo con desconocidos pero creo que esta es una ocasión diferente, después de todo vine en busca de un artefacto que venden de forma clandestina y terminé por encontrarme con su creador.

Asiento con la cabeza cuando habla del entrenamiento. En la base de seguridad tenemos que entrenar a menudo. Algunos lo hacen antes de empezar el trabajo, otros después, pero es una actividad que siempre está ahí, tal vez no a diario pero sí seguido. Los aurores más experimentados se preocupan menos por esto, por mi cuenta yo intento aprender más encantamientos pero tampoco descuido la parte física. Muchos piensan que eso está de más, pero no yo. — Yo no tengo esa habilidad, al menos no he entrenado nada así antes. ¿Es algo con lo que se nace?, ¿O algo que puede practicarse solo así? — Pregunto curiosa.

Me siento satisfecha cuando me permite quedarme a ver su entrenamiento y me hago hacia atrás cuando lo indica, observando con atención sus manos. Es impresionante, ni siquiera necesita una varita para manipular la electricidad. —¿Tú has sufrido efectos secundarios después de manipular los rayos? — Pregunto retomando su comentario anterior, procurando ser cuidadosa de no quedarme viendo mucho tiempo sus manos, pero sorprendiéndome cuando en estas se va formando la bola de rayos. — Es impresionante. — Estoy algo estupefacta Se ven muchas cosas en el departamento de defensa, pero nunca me había tocado esto.

Lo sigo escuchando con atención, esperando a que redireccione la energía en su mano, y no entiendo por qué para de habar hasta que una milésima de segundo más tarde siento el golpe. La energía se expande por mi cuerpo y me obliga a caer de nalgas, soltando un chillido. Al inicio siento apenas un cosquilleo pero después mi músculos se tensan y me siento incapaz de moverme. ¿Es que acaso me quedé muy cerca?

Está haciendo las preguntas correctas y lamento no tener la respuesta a todo ésto ¿De dónde viene el control elemental? No parece algo que pueda aparecer así de la nada en cierto momento de la vida como me pasó a mí, así que me aferro a la teoría de que es de nacimiento - Para saberlo habría que conseguir varias personas que dominen el poder, entrevistarlas, hacerles estudios... Y me temo que no todos están de acuerdo con eso - probablemente la mayoría solo oculta su poder. Claro que ésto es así porque somos magos, estoy seguro de que si los muggles tuviesen algo para investigar ya estarían dado vueltas en algún laboratorio y repletos de agujas.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro al pensar en los posibles efectos adversos... Llevo ¿Cuánto con ésto? ¿Dos años? ¿Uno y medio? La verdad es que ya perdí la cuenta - El problema era al principio cuando el poder se limitaba a las emociones, no es un efecto secundario pero sí traía muchos problemas - cuento recordando aquellas épocas en las que no podía enojarme, emocionarme y ni siquiera tocar la piel de una mujer hermosa sin hacer volar la electricidad de dónde estuviese.

Se me para el corazón al ver que cae de trasero en el suelo y rápidamente sacudo mis manos para borrar todo rastro de energía y así ayudarla. Me arrodillo junto a la pelirroja y rápidamente mido la vitales que puedo - Lo siento, lo siento - me disculpo apretando fuerte los dientes sin saber qué hacer exactamente - ¿Estás bien? ¿Puedes hablar? ¿Moriste y volviste en segundos? - pregunto preocupado sin dejar de examinar sus ojos y pulso en la muñeca - Tengo que llevarte al hospital... Pagaré por tus arritmias, lo que necesites... Aunque quizás ni las tengas... - ahora ya solo estoy divagando.

Asiento con la cabeza apretando los labios y me muestro algo dubitativa cuando responde a mis preguntas diciendo que no lo sabe. La verdad es que estoy algo decepcionada pero tiene sentido lo que dice. Termino por encogerme de hombros desechando el tema del origen de los poderes, podría buscarlo después como quiera, aunque seguro faltaría información al respecto. — Que lástima que se sepa tan poco, sería una habilidad útil dentro del escuadrón de aurores. — Puedo imaginarme a mí misma defendiéndome  y bloqueando el paso a los repudiados y criminales que intenten escapar, todo un muro de fuego, o, por qué no, una descarga eléctrica, y sin usar la varita.

— Ouh, eso hubiera sido un problema conmigo y mi familia. Mi hermana hubiera terminado con los cabellos de punta. — Comento medio en broma y consigo soltar una risa seca. Me conozco, y de haber nacido con dicha habilidad probablemente hubiera explotado hace tiempo. A veces mi familia hace las cosas difíciles, sobre todo mi hermana Eren, demasiado caprichosa y demasiado ocupada en tener el papel de hija perfecta en la casa. Aunque no falta mucho para que ya no pase eso, o al menos para que ya no tenga que convivir con ello.

Pasados unos segundos, creo, en los que no sé ni cómo acabé en el piso consigo articular las palabras "no", aún teniendo escalofríos al sufrir pequeñas descargas. No puedo enojarme aunque quisiera, lo veo como mi karma por venir a comprar cosas ilegales, y el karma es doloroso. — Estoy viva y estoy segura de que nunca morí. — Murmuro intentando ponerme de pie con la ayuda de Riley. — No creo que necesite ir al hospital. — Me sacudo un poco. — No fue una descarga tan fuerte, duró un momento pero creo que ya estoy mejor. Aunque no voy a mentir Riley, si ese fue tu plan para vengarte por mi intento de compra de la mercancía ilegal copia de la tuya... Bueno, entonces te juro que aprendí la lección. — En otro momento hubiera aventado maldiciones, pero mi día ha resultado tan fuera de lo normal que me permito hacer una broma para relajar el ambiente.

Se dibuja una sonrisa forzada en mi rostro porque de imaginar a un ejército de personas con los poderes que tengo me pone la piel de gallina. Una cosa es entrenar en una fábrica abandonada, apuntando a las paredes y divirtiéndome al final del día cuando tengo los pelos de la cabeza de punta... Otra completamente distinta apuntar a freír pieles. Muchos de los que están del otro lado del escuadrón son niños así que ¿Cómo les afectaría eso? No hay distinción en el campo de batalla y lamentablemente el voltaje en uno no es lo mismo que en adultos... Demasiadas variables que solo me llevan a la conclusión de que se terminaría apuntando para matar.

Sigo preocupado mientras habla. Deslizo mis ojos abiertos como platos de punta a punta de su rostro buscando cualquier señal de que lo que acaba de pasar haya sido algo grave. Creo que no, pero de todas formas tengo el corazón en la boca por la sola posibilidad de dejarla secuelada. No, no podemos tener tanta mala suerte... ¡Que ha sido una accidente!

- Eso enseñará al mundo a no promover la piratería entonces - intento seguir con la broma, aún nervioso - Tengo que llevarte al hospital, Raven, solo un rápido chequeo para comprobar que todo esté en orden... Podemos decir que estábamos en cualquier otro sitio, que fui a arreglar el refrigerador de tu casa y éste terminó dándote una patada ¿Vale eso? Es solo para estar seguros.

Intento reírme cuando continúa con mi chiste, pero el sonido apenas sale de mi garganta. Me duele el trasero por la caída, y aún siento un cosquilleo en el cuerpo que genera movimientos involuntarios leves, como si mis músculos se contrajeran y regresaran a la normalidad todo en el mismo segundo. Es claro que Riley está preocupado y tiene cara de culpa. No puedo decir que no lo entiendo porque si le hubiera dado un golpe así a cualquier persona también tendría la misma mirada. — No creo que sea necesario, en serio. — Trato de tranquilizarlo, con una cara que dice todo lo contrario por el dolor, pero de todas formas yo fui la que estuvo de curiosa hurgando donde nadie me llamó.

— No vas a estar tranquilo hasta que vayamos al hospital, ¿Verdad? — Le pregunto haciendo una mueca. Siempre puedo decirle a mi hermano que me revise, y claro que no planeo continuar el resto de mi día sin un chequeo básico, pero no creo que sea para tanto. Sólo un golpe en el coxis y espasmos diminutos... — Bueno, si tanto te preocupa podemos ir al hospital del distrito 2. Mi hermano trabaja ahí y seguro que puede asegurarse de que todo está en orden. — Le sugiero. Creo que mi opinión acerca de esta habilidad cambió un poco del momento en que lo miré embelesada al momento en que acabé tirada por una descarga. Sigo creyendo que esto podría ser útil para el escuadrón pero... Hombre, si se sale de control puede ser fatal.

— Definitivamente ese refrigerador patea duro. — Intento bromear de nuevo pero ya moviéndome hacia la puerta del edificio, sacando mi varita del pantalón para corroborar que se encuentra en buen estado. — Estoy segura de que no es nada grave. — Sólo un trozo de karma por mis motivos para venir al norte. — Vamos, con suerte un viaje en traslador me devuelve las neuronas a su lugar. — ¿Eso tiene sentido? No lo sé, pero estoy segura que con todo lo que pasó apenas se notará mi comentario.