OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Mi nombre es Theodore Lino. Tengo 34 años y soy un mago. Hace unos meses tuve un accidente, por eso me veo tan descuidado.
De nuevo Cale, hasta que se te quede grabado. Ahora que lo pienso, Theodore no suena tan bien pero no se me ocurre nada más... Eso no es lo importante ahora. Concéntrate Cale.
Mi nombre es Theodore Lino y tengo una esclava. Mi esclava se llama Annelise Damon. No sé nada de su historia, la conseguí hace poco y es muda.
Sí, eso suena más o menos creíble, ¿No?. Mi nombre es Theodore Lino. Al menos hasta que llegue al distrito 9.
Hace mucho tiempo que no veo ninguna cara conocida de frente. Mas que la de Sophia. Nos separamos de todos cuando ocurrió la redada de los dementores, hace casi nueve meses. Desde entonces nos hemos mantenido escondidos, haciendo lo que podíamos. Soph estuvo muy alterada mucho tiempo porque se separó de Jared. Casi no la reconozco ya, cuando no tiene una expresión perdida, tiene la cara rígida, como si fuera a matar a quien se le cruzara en el camino de búsqueda de su hijo. No hablamos demasiado, nunca lo hemos hecho. Desde que nos conocimos ella fue más cercana a Ben y a Seth y yo, bueno no. Aunque hablamos más que antes, ella entiende lo que es perder a alguien así que cuando extraño a Ava, Zenda o a mamá ella me apoya, al final también extraña a su familia. No debe ser fácil perder a un hijo. Jo, eso debería saberlo yo, no tengo idea de qué pasó con Bev, debe estar tan grande ahora. No debo pensar en eso, sólo conseguiré alterarme y estamos tan cerca.
Llevamos mucho tiempo escondidos, cuando los dementores atacaron fue un lío y en un intento por protegerla terminamos solos los dos, sin saber qué había pasado. Tuvimos que escondernos puesto que estaba lastimado y cuando por fin salimos no teníamos idea de qué hacer. A veces me escabullía para enterarme de la situación afuera, por lo que en el momento en que supimos lo que pasó en el 9 no lo dudamos ni un momento. Y aquí estamos, después de haber recorrido un largo camino exhaustos y algo heridos nada puede detenernos ya. Nada. Sólo quiero ver a mi familia. Porque están vivas, yo sé que lo están y tengo que aferrarme a eso.
Sophia se ve demasiado cansada, yo ya no siento los pies pero ya estamos tan cerca. - Sólo un poco más Soph, sólo un poco más. - No sé si lo digo para que lo escuche ella o para que lo escuche yo. A lo lejos veo cómo se dibujan los campos. Tengo la vista cansada y nublada, estoy exhausto por haber usado tanta metamorfomagia para disfrazarme. Ambos vamos tambaleándonos, estamos casi en la entrada. Nos miran mal los guardias. No saben quiénes somos, creo, no he tenido tiempo de mirarme al espejo últimamente. - Soy... Cale Ballard y ella es Sophia Niniadis, por favor déjenos pasar. - Mi voz es apenas un suspiro.
De nuevo Cale, hasta que se te quede grabado. Ahora que lo pienso, Theodore no suena tan bien pero no se me ocurre nada más... Eso no es lo importante ahora. Concéntrate Cale.
Mi nombre es Theodore Lino y tengo una esclava. Mi esclava se llama Annelise Damon. No sé nada de su historia, la conseguí hace poco y es muda.
Sí, eso suena más o menos creíble, ¿No?. Mi nombre es Theodore Lino. Al menos hasta que llegue al distrito 9.
Hace mucho tiempo que no veo ninguna cara conocida de frente. Mas que la de Sophia. Nos separamos de todos cuando ocurrió la redada de los dementores, hace casi nueve meses. Desde entonces nos hemos mantenido escondidos, haciendo lo que podíamos. Soph estuvo muy alterada mucho tiempo porque se separó de Jared. Casi no la reconozco ya, cuando no tiene una expresión perdida, tiene la cara rígida, como si fuera a matar a quien se le cruzara en el camino de búsqueda de su hijo. No hablamos demasiado, nunca lo hemos hecho. Desde que nos conocimos ella fue más cercana a Ben y a Seth y yo, bueno no. Aunque hablamos más que antes, ella entiende lo que es perder a alguien así que cuando extraño a Ava, Zenda o a mamá ella me apoya, al final también extraña a su familia. No debe ser fácil perder a un hijo. Jo, eso debería saberlo yo, no tengo idea de qué pasó con Bev, debe estar tan grande ahora. No debo pensar en eso, sólo conseguiré alterarme y estamos tan cerca.
Llevamos mucho tiempo escondidos, cuando los dementores atacaron fue un lío y en un intento por protegerla terminamos solos los dos, sin saber qué había pasado. Tuvimos que escondernos puesto que estaba lastimado y cuando por fin salimos no teníamos idea de qué hacer. A veces me escabullía para enterarme de la situación afuera, por lo que en el momento en que supimos lo que pasó en el 9 no lo dudamos ni un momento. Y aquí estamos, después de haber recorrido un largo camino exhaustos y algo heridos nada puede detenernos ya. Nada. Sólo quiero ver a mi familia. Porque están vivas, yo sé que lo están y tengo que aferrarme a eso.
Sophia se ve demasiado cansada, yo ya no siento los pies pero ya estamos tan cerca. - Sólo un poco más Soph, sólo un poco más. - No sé si lo digo para que lo escuche ella o para que lo escuche yo. A lo lejos veo cómo se dibujan los campos. Tengo la vista cansada y nublada, estoy exhausto por haber usado tanta metamorfomagia para disfrazarme. Ambos vamos tambaleándonos, estamos casi en la entrada. Nos miran mal los guardias. No saben quiénes somos, creo, no he tenido tiempo de mirarme al espejo últimamente. - Soy... Cale Ballard y ella es Sophia Niniadis, por favor déjenos pasar. - Mi voz es apenas un suspiro.
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- ¡Oh, vamos! Ni siquiera estoy molestando. - La mirada que me regala Mimi indica que no me cree en lo más mínimo y aunque pueda pedirle a Jim que abogue por mí decido no forzar demasiado la situación. Nuestro trato duraba en lo que ninguno expusiera al otro, así que yo no decía su secreto, él no me delataba a mí y todos estábamos felices y contentos. Corría el riesgo de insistir de más y no solo hacer que descubran mis escapadas, sino que también hacer que el muchacho perdiese su trabajo. Era cruel y manipulador, lo sabía, pero tampoco a ese extremo. - Bien, bien. No insistiré en ayudar, pero no puedes decir que un par de ojos extras no vienen bien para monitorear las cosas ¿o no? Incluso puedes pagarme menos con eso de que todavía soy menor de edad. Son menos horas y a menor paga, pero como no tengo casi nada que hacer puedes pedirme que venga y… no sé ¿tener citas? ¿salir a beber con amigos? Siempre puedes traerme algo a la vuelta… - Su silencio me indica que tal vez eso no fue lo adecuado para decir, y llevo las manos a los bolsillos en completa resignación. - De acuerdo, nada de paga, ¿pero puedo aprender? ¡Me mantendré callado y todo!
Al final resulta que pude quedarme con la explícita condición de que me mantuviera callado y con la vista en las pantallas, ¿la verdad? ERA ABURRIDO. Al menos Mimi no se queda todo el rato, y los momentos en los que se va a controlar quién sabe qué, los aprovechamos con Jim para jugar al “veo veo” con las cámaras. Es más divertido porque si elegimos algo como el sombrero horrible que trae una señora, puede trasladarse por la estación y terminar cambiando de pantalla lo que hace mucho más dificil la búsqueda. - Veo veo… algo de color… uhm, ¡azul! - Mi mirada se centra en la mochila que trae la niña en la espalda pero luego se desvía en lo que mis ojos captan la pareja que ingresa justo detrás.
Decir que salto de la silla es un eufemismo, si habría podido volar lo hubiera hecho, pero no puedo así que abriendo la puerta y llevándome a Mimi por delante pego una corrida hasta la entrada golpeando a unas cuantas personas al pasar. - ¡MAMÁ! ¡MAMÁ! - Los gritos resuenan estruendosos y pese a que los guardias no me dejan salir, no tardo en comenzar a dar patadas. - Esos son Cale y mamá, idiotas ¡déjenlos pasar! - No me importan que tengan que seguir con el procedimiento y realizarles el control como a todo el mundo, ¿es que no veían que eran Cale y mamá? Yo podía verlos muy bien, incluso debajo de las capas de mugre y mis ojos llorosos. - ¡Déjenme pasar a mí entonces! - Y aunque tratan de detenerme, ninguno es lo suficientemente ágil para evitar que me escape por debajo de sus rodillas y me abalance sobre ellos.
Al final resulta que pude quedarme con la explícita condición de que me mantuviera callado y con la vista en las pantallas, ¿la verdad? ERA ABURRIDO. Al menos Mimi no se queda todo el rato, y los momentos en los que se va a controlar quién sabe qué, los aprovechamos con Jim para jugar al “veo veo” con las cámaras. Es más divertido porque si elegimos algo como el sombrero horrible que trae una señora, puede trasladarse por la estación y terminar cambiando de pantalla lo que hace mucho más dificil la búsqueda. - Veo veo… algo de color… uhm, ¡azul! - Mi mirada se centra en la mochila que trae la niña en la espalda pero luego se desvía en lo que mis ojos captan la pareja que ingresa justo detrás.
Decir que salto de la silla es un eufemismo, si habría podido volar lo hubiera hecho, pero no puedo así que abriendo la puerta y llevándome a Mimi por delante pego una corrida hasta la entrada golpeando a unas cuantas personas al pasar. - ¡MAMÁ! ¡MAMÁ! - Los gritos resuenan estruendosos y pese a que los guardias no me dejan salir, no tardo en comenzar a dar patadas. - Esos son Cale y mamá, idiotas ¡déjenlos pasar! - No me importan que tengan que seguir con el procedimiento y realizarles el control como a todo el mundo, ¿es que no veían que eran Cale y mamá? Yo podía verlos muy bien, incluso debajo de las capas de mugre y mis ojos llorosos. - ¡Déjenme pasar a mí entonces! - Y aunque tratan de detenerme, ninguno es lo suficientemente ágil para evitar que me escape por debajo de sus rodillas y me abalance sobre ellos.
Los días de llorar porque me separé de Jared y Seth acabaron. De hecho, acabaron hace muchos meses, 9 para ser exacta. No estoy sola, tengo a Cale, y muero de ganas por apachurrar a mi pequeño así que estoy en modo superviviente y no planeo bajar la guardia ni un segundo hasta que lo encuentre. No puedo lamentarme todo el día, no puedo seguir culpándome. Los extraño, como nunca lo había hecho y sé que están vivos, tienen que estarlo. Sé que están sanos, salvos y juntos, porque Seth jamás descansaría hasta asegurarse de que Jared esté bien. Oh por Dios, extraño tanto a Seth. Extraño a todo el mundo, ¿Qué ha sido de todos? No lo sé, pero Cale y yo estamos seguros que el distrito 9 nos traerá respuestas. Estamos seguros de que ahí encontraremos a nuestros seres queridos. Si no lo hacemos, no sé qué será de nosotros, no imagino un mundo sin mi familia y estoy muy segura que después de ver morir a Arleth, Cale tampoco.
- Debemos... Debemos ir más rápido, no quiero que nos agarre la noche de nuevo antes de llegar. - Estamos tan cerca, mis piernas me matan, no siento los brazos pero no puedo detenerme. La espera es horrible, mientras más nos acercamos peor me siento. La ansiedad se apodera de mí, mi cara hace tantos gestos que antes no conocía. No puedo aguantar más. Si no llego al 9 en cinco minutos juro que patearé a Cale por caminar tan lento. Bueno no, no lo haré, porque tiene heridas mal curadas en gran parte por protegerme. Nunca nos imaginé en esta situación. Siempre estuvimos alertas pero,¿Nuestras familias separadas? Ni siquiera sabemos quiénes están en qué lugar, o si lograron escapar. Jared y Seth sí. Fijo. ESTÁN A SALVO PORQUE YO LO DIGO.
Nos detenemos por unos minutos, varias gotas de sudor resbalan por la cara de Cale, no sé si son nervios, ansiedad o cansancio. Le tomo la mano. Nunca fuimos cercanos, pero estamos juntos en esto. Entiende mi preocupación y extiende el dedo, señalando algo a la distancia. Los campos. - Ya casi estamos, Cale. Ya casi. - Una lágrima se me escapa, hace mucho que no lloraba. Le aprieto fuerte la mano y lo dejo apoyarse ligeramente en mí para seguir andando. Quiero correr, y siento que lo hago, aunque la realidad es diferente, la verdad es que en otra situación estaríamos tirados en el piso pero somos tan necios que seguimos sacando fuerzas de quien sabe donde.
Los oídos empiezan a zumbarme. Estamos en la entrada. Por fin. Cale hace las presentaciones necesarias y sólo puedo pensar que ya fue suficiente, sólo hay que entrar. YA. - Mi hijo. Jared Stephen Niniadis, ¿Está aquí?, ¿Lo tienen aquí? Tienen que dejarme verlo. - Más que suplicar exijo con fuerza y sólo logro miradas de confusión. DÉJENME PASAR MALDITA SEA. De pronto escucho una voz que ni en mil años podría olvidar. Es diferente, más grave, pero es de él, estoy segura. Todo es confuso y antes de que pueda hacer algo, tengo a mi bebé en brazos. MI BEBÉ. - ¡JARED! - Mi mano suelta la de Cale y rodea por completo a Jared. Está tan grande. No puedo creer el tiempo que perdí separada de él. Las lágrimas escurren por mi cara, como si todos los sentimientos que tenía guardados, todo el llanto que me tragué y aguanté, todo aquello que reprimí, por fin saliera a la luz. - No puedo creerlo. Jared... Oh, Jared, lo siento tanto. - No puedo soltarlo, jamás volveré a hacerlo. - Estás tan grande. -
- Debemos... Debemos ir más rápido, no quiero que nos agarre la noche de nuevo antes de llegar. - Estamos tan cerca, mis piernas me matan, no siento los brazos pero no puedo detenerme. La espera es horrible, mientras más nos acercamos peor me siento. La ansiedad se apodera de mí, mi cara hace tantos gestos que antes no conocía. No puedo aguantar más. Si no llego al 9 en cinco minutos juro que patearé a Cale por caminar tan lento. Bueno no, no lo haré, porque tiene heridas mal curadas en gran parte por protegerme. Nunca nos imaginé en esta situación. Siempre estuvimos alertas pero,¿Nuestras familias separadas? Ni siquiera sabemos quiénes están en qué lugar, o si lograron escapar. Jared y Seth sí. Fijo. ESTÁN A SALVO PORQUE YO LO DIGO.
Nos detenemos por unos minutos, varias gotas de sudor resbalan por la cara de Cale, no sé si son nervios, ansiedad o cansancio. Le tomo la mano. Nunca fuimos cercanos, pero estamos juntos en esto. Entiende mi preocupación y extiende el dedo, señalando algo a la distancia. Los campos. - Ya casi estamos, Cale. Ya casi. - Una lágrima se me escapa, hace mucho que no lloraba. Le aprieto fuerte la mano y lo dejo apoyarse ligeramente en mí para seguir andando. Quiero correr, y siento que lo hago, aunque la realidad es diferente, la verdad es que en otra situación estaríamos tirados en el piso pero somos tan necios que seguimos sacando fuerzas de quien sabe donde.
Los oídos empiezan a zumbarme. Estamos en la entrada. Por fin. Cale hace las presentaciones necesarias y sólo puedo pensar que ya fue suficiente, sólo hay que entrar. YA. - Mi hijo. Jared Stephen Niniadis, ¿Está aquí?, ¿Lo tienen aquí? Tienen que dejarme verlo. - Más que suplicar exijo con fuerza y sólo logro miradas de confusión. DÉJENME PASAR MALDITA SEA. De pronto escucho una voz que ni en mil años podría olvidar. Es diferente, más grave, pero es de él, estoy segura. Todo es confuso y antes de que pueda hacer algo, tengo a mi bebé en brazos. MI BEBÉ. - ¡JARED! - Mi mano suelta la de Cale y rodea por completo a Jared. Está tan grande. No puedo creer el tiempo que perdí separada de él. Las lágrimas escurren por mi cara, como si todos los sentimientos que tenía guardados, todo el llanto que me tragué y aguanté, todo aquello que reprimí, por fin saliera a la luz. - No puedo creerlo. Jared... Oh, Jared, lo siento tanto. - No puedo soltarlo, jamás volveré a hacerlo. - Estás tan grande. -
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Tardan demasiado. Demasiado. No tengo energía para discutir pero Soph, a diferencia de mí, parece no tener suficiente. Aumentó demasiado su tono, y fuerza, ya no siento la mano. No planeo decirle que se calme, yo igual estoy desesperado por entrar y saber de mis hermanas y Bev. Pero jamás nos dejarán entrar hasta asegurarse que no somos un peligro. Somos nosotros, no debería ser tan complicado. Sophia empieza a preguntar por Jared. - Por favor, no representamos un peligro, pueden revisarnos. - Sophia me fulmina con la mirada. Me da miedo que vaya a empujar a todos y a entrar corriendo armando un alboroto. Aprieto la mano de Sophia de vuelta, como diciéndole que se calme. Cosa, que claramente ignora, ni siquiera me mira. Tiene la mirada fija en otra parte, sus sentidos despertaron y entiendo por qué. Hay una vocecilla gritando que nos dejen pasar.
Antes de que alguno de los dos pueda reaccionar tenemos a Jared encima. Soph se remueve y al final quedan ellos dos sumidos en un profundo abrazo. Veo llorar a ambos, sorprendidos, tristes, felices. Emociones encontradas todas al mismo tiempo. Yo no soy la excepción. Pongo una mano en la espalda de Sophia y la otra sobre la cabeza de Jared, incluso me permito sentirme conmovido y suelto unas lágrimas. - Lo lograste Soph. - Estoy cansado, tengo mucha hambre, el cuerpo me pesa. Después de todo este tiempo, por fin lo logramos. Bueno no, aún no ha acabado esto. - Jared, ya casi estás de mi altura, eh. - Me siento como un tonto, no sé qué decirle, quiero saber qué pasó pero al mismo tiempo no pretendo estorbar en su reencuentro familiar.
Me aparto un poco de ellos. Sophia parece querer quedarse aquí para siempre y no la culpo. En lugar de eso, siento envidia. No debería, pero al mismo tiempo no puedo evitarlo, quisiera estar en su lugar. Poco a poco me acerco y regreso mi mano a la cabeza de Jared. - Jared, ¿Sabes algo de mis hermanas? - Espero tener la misma suerte que Soph. - ¿Están aquí también? - Seguro que alguien debe saber algo. Ahora que lo pienso, ¿Dónde está el papá de Jared? Sacudo un poco mi cabeza. - ¿Está Beverly contigo? - Necesito respuestas. Soph me mira con cara de pocos amigos por interrumpirlos, pero después relaja la mirada y me ve con compasión. Entiende por lo que estoy pasando. Me siento un poco mal por atosigar a Jared con preguntas pero no aguanto más. - Por favor dime que están aquí. - No debería poner tanto peso en sus hombros.
Antes de que alguno de los dos pueda reaccionar tenemos a Jared encima. Soph se remueve y al final quedan ellos dos sumidos en un profundo abrazo. Veo llorar a ambos, sorprendidos, tristes, felices. Emociones encontradas todas al mismo tiempo. Yo no soy la excepción. Pongo una mano en la espalda de Sophia y la otra sobre la cabeza de Jared, incluso me permito sentirme conmovido y suelto unas lágrimas. - Lo lograste Soph. - Estoy cansado, tengo mucha hambre, el cuerpo me pesa. Después de todo este tiempo, por fin lo logramos. Bueno no, aún no ha acabado esto. - Jared, ya casi estás de mi altura, eh. - Me siento como un tonto, no sé qué decirle, quiero saber qué pasó pero al mismo tiempo no pretendo estorbar en su reencuentro familiar.
Me aparto un poco de ellos. Sophia parece querer quedarse aquí para siempre y no la culpo. En lugar de eso, siento envidia. No debería, pero al mismo tiempo no puedo evitarlo, quisiera estar en su lugar. Poco a poco me acerco y regreso mi mano a la cabeza de Jared. - Jared, ¿Sabes algo de mis hermanas? - Espero tener la misma suerte que Soph. - ¿Están aquí también? - Seguro que alguien debe saber algo. Ahora que lo pienso, ¿Dónde está el papá de Jared? Sacudo un poco mi cabeza. - ¿Está Beverly contigo? - Necesito respuestas. Soph me mira con cara de pocos amigos por interrumpirlos, pero después relaja la mirada y me ve con compasión. Entiende por lo que estoy pasando. Me siento un poco mal por atosigar a Jared con preguntas pero no aguanto más. - Por favor dime que están aquí. - No debería poner tanto peso en sus hombros.
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Podrían llamarme niño llorón todas las veces que quisiera que en este momento no me iba a importar en lo más mínimo. Mamá estaba bien, viva y enfrente mío, abrazándome como solo ella sabía hacer y llenando mis cabellos de lágrimas. Podía lloverme encima si quería, pero me negaba a soltarla ahora que podía estar abrazado a ella. Mamá estaba bien, mamá estaba viva y conmigo. - No te das una idea de lo mucho que te he extrañado. Como vuelvas a desaparecer por tanto tiempo me voy a enfadar de verdad. - Le advierto. Que no puedo ser un pre adolescente incomprendido que solo pelea con su padre sin tener a mi madre detrás para defenderme. ¡Papá! - Papá se va a poner como loco cuando se entere. Tenemos que ir a verlo ya mismo… o avisarle a que venga porque dudo que estos amargados nos dejen pasar tan fácil.
Levanto la vista del torso de mamá cuando escucho la voz de Cale y le saco la lengua. Que no es que haya olvidado su presencia, pero estaba demasiado ocupado estrujando a mi madre como para prestarle verdadera atención. No quería que se esfumara en una voluta de humo como lo hacía en sueños, pero sabía que esto no era un sueño porque cuando soñaba no lloraba en mi mente, lloraba al despertarme y no encontrarla a mi lado. - A menos que quieras que crea que estás delirando, no me mientas. - Que mi altura era un tema sensible y todavía seguía mirando más mentones de los que quisiera. - ¿Están bien? Puedo llamar a Mimi para que le avise a alguien. O puedo patear tobillos hasta que nos dejen entrar de nuevo. - Que al final no hace falta porque parece que alguien ya ha dado instrucciones para que nos permitan el ingreso. Si fue James, Mimi o Lyra no importaba, lo importaba es que estaban aquí, conmigo, y que si creía que los iba a dejar fuera de mi vista estaban muy equivocados.
La pregunta de Cale me toma por sorpresa y me suelto un poco de mi madre para poder mirarlo a los ojos, ¿cómo es qué podía decirle lo que había pasado? Se me forma un nudo en la garganta y tengo que tragar antes de poder hablar de nuevo, no sin antes secarme las lágrimas con el dorso de mi mano. - Beverly está aquí, vive cerca de nosotros y está más molesta que nunca. - Al menos de ella si podía hablar con certeza. - A Zenda no la vemos desde que ustedes se fueron… creímos… - No importa lo que hubiésemos creído, si ellos estaban vivos y bien, seguro que Zenda también lo estaría. - Ava también está bien, en teoría. La capturaron cuando vinimos aquí, pero el tío Ben ya se encargó de sacarla. No los vemos, pero estamos seguros que están bien. - Al menos eso es lo que Ken y Seth siempre me aseguraban. - Pero ustedes están bien, y si ustedes lo están Zenda seguro va a estarlo. Y Ava, estoy seguro que Ava podrá volver pronto también.
Levanto la vista del torso de mamá cuando escucho la voz de Cale y le saco la lengua. Que no es que haya olvidado su presencia, pero estaba demasiado ocupado estrujando a mi madre como para prestarle verdadera atención. No quería que se esfumara en una voluta de humo como lo hacía en sueños, pero sabía que esto no era un sueño porque cuando soñaba no lloraba en mi mente, lloraba al despertarme y no encontrarla a mi lado. - A menos que quieras que crea que estás delirando, no me mientas. - Que mi altura era un tema sensible y todavía seguía mirando más mentones de los que quisiera. - ¿Están bien? Puedo llamar a Mimi para que le avise a alguien. O puedo patear tobillos hasta que nos dejen entrar de nuevo. - Que al final no hace falta porque parece que alguien ya ha dado instrucciones para que nos permitan el ingreso. Si fue James, Mimi o Lyra no importaba, lo importaba es que estaban aquí, conmigo, y que si creía que los iba a dejar fuera de mi vista estaban muy equivocados.
La pregunta de Cale me toma por sorpresa y me suelto un poco de mi madre para poder mirarlo a los ojos, ¿cómo es qué podía decirle lo que había pasado? Se me forma un nudo en la garganta y tengo que tragar antes de poder hablar de nuevo, no sin antes secarme las lágrimas con el dorso de mi mano. - Beverly está aquí, vive cerca de nosotros y está más molesta que nunca. - Al menos de ella si podía hablar con certeza. - A Zenda no la vemos desde que ustedes se fueron… creímos… - No importa lo que hubiésemos creído, si ellos estaban vivos y bien, seguro que Zenda también lo estaría. - Ava también está bien, en teoría. La capturaron cuando vinimos aquí, pero el tío Ben ya se encargó de sacarla. No los vemos, pero estamos seguros que están bien. - Al menos eso es lo que Ken y Seth siempre me aseguraban. - Pero ustedes están bien, y si ustedes lo están Zenda seguro va a estarlo. Y Ava, estoy seguro que Ava podrá volver pronto también.
- No planeo irme a ningún lado nunca. - Lo sigo apachurrando con toda mi fuerza, no puedo separarme de él. Me da miedo que al soltarlo descubra que en verdad no está aquí y que todo fue una mala broma por parte de mi mente. Inundo cada parte de mi ser con su aroma y después de un momento me separo un poco para poder memorizar todos los pequeños detalles en su rostro. - No puedo creer que seas tú, mírate. - Exclamo con orgullo y tristeza. Está un poco cambiado, más grande, pero siempre será mi bebé. Se parece tanto a su padre... SU PADRE. SETH. AH. Ambos pensamos lo mismo justo al mismo tiempo y Jared empieza a hablar de su papá con emoción. - ¿Cómo está tu padre?, Él... ¿Está bien?, ¿Dónde está? - Estoy en las nubes. No puedo esperar, dentro de nada voy a ver a Seth. Después de todo este tiempo, por fin estaremos los tres juntos. Si nos dejan pasar pronto al distrito, claro. Porque a este paso me quedaré aquí hasta mañana. Ay, cuántas ganas me dan de empujar a todos, quiero ver a mi marido YA. Cálmate Soph, cálmate. Todo estará bien.
Cale me saca de mi ensoñación y le pongo cara de pocos amigos. Ya me había olvidado de él. - Claro que está delirando, eres mi bebé aún - Justo había mencionado yo igual que estaba enorme, pero ahora le digo bebé para bromear un poco, cosa que seguramente no le gustará. Me río cuando menciona lo de patear tobillos. De no habernos separado nunca probablemente lo hubiese reprendido o mirado con esa cara que sólo una madre sabe hacer cuando quiere regañar con la mirada. Pero no importa. Incluso lo dejaría comer una tonelada de chocolates con tal de verlo contento. Pero mejor no menciono eso, que no quiero que me tome la palabra. - Creo que no tendrás que patear a nadie aun, Jar. - La cara de confusión de todos cambia y con un poco de recelo nos dejan pasar de la puerta. Por fin. Volteo a ver a Jared de nuevo. - Aunque tal vez debamos hablar de eso de las patadas. -
El ambiente se tensa en el momento en que Cale pregunta por su familia. Se nota la ansiedad en su rostro. Lo entiendo. Yo estoy como loca por ver a Seth, él debe sentirse igual por ver a sus hermanas y a Beverly. Relajo la mirada y termino de separarme de Jared para que podamos integrar a Cale a la conversación. Empieza a llenarlo con preguntas y antes de que hable ya sé la respuesta. Sólo basta ver la cara de mi pobre hijo para darse cuenta de lo que viene a continuación. - Tal vez deberíamos hablar de eso cuando entremos. - Soy egoísta. Yo estaría igual que él, pero por algún motivo quiero amortiguar el golpe.
La bomba cae en cuanto Jared habla. Me siento más tranquila cuando dice que Beverly está en el distrito, pero mi mirada no tarda en cambiar. Hago una mueca y le pongo la mano en el hombro a Cale. Puedo ver la decepción en su rostro. Aprieto la mano de Jared y me agacho un poco, para quedar a su altura. Termino de secar una última lágrima con mi pulgar. - ¿A qué te refieres con que tu tío Ben ya se encargó de todo? - También tenía muchas ganas de ver a Ben, su rostro con el de mi familia siempre estaba en mi mente. Qué digo, Ben es familia. Jared comienza a hablar rápido acerca de que seguro todo está bien así que le sonrío con mirada preocupada. - Está bien cariño, no te preocupes por eso ya. - No deberíamos agobiar tanto a Jared, acabamos de encontrarlo. Arqueo una ceja cuando Cale intenta seguir preguntando cosas y lo miro con desaprobación. - No creo que sea prudente preocupar tanto a Jared, Cale. - Al fin y al cabo es sólo un niño y en un momento más estaremos con Seth y él podrá ponernos al tanto de todo. - Jar, ¿Por qué no nos llevas más adentro? Así podemos encontrarnos con los demás. -
Cale me saca de mi ensoñación y le pongo cara de pocos amigos. Ya me había olvidado de él. - Claro que está delirando, eres mi bebé aún - Justo había mencionado yo igual que estaba enorme, pero ahora le digo bebé para bromear un poco, cosa que seguramente no le gustará. Me río cuando menciona lo de patear tobillos. De no habernos separado nunca probablemente lo hubiese reprendido o mirado con esa cara que sólo una madre sabe hacer cuando quiere regañar con la mirada. Pero no importa. Incluso lo dejaría comer una tonelada de chocolates con tal de verlo contento. Pero mejor no menciono eso, que no quiero que me tome la palabra. - Creo que no tendrás que patear a nadie aun, Jar. - La cara de confusión de todos cambia y con un poco de recelo nos dejan pasar de la puerta. Por fin. Volteo a ver a Jared de nuevo. - Aunque tal vez debamos hablar de eso de las patadas. -
El ambiente se tensa en el momento en que Cale pregunta por su familia. Se nota la ansiedad en su rostro. Lo entiendo. Yo estoy como loca por ver a Seth, él debe sentirse igual por ver a sus hermanas y a Beverly. Relajo la mirada y termino de separarme de Jared para que podamos integrar a Cale a la conversación. Empieza a llenarlo con preguntas y antes de que hable ya sé la respuesta. Sólo basta ver la cara de mi pobre hijo para darse cuenta de lo que viene a continuación. - Tal vez deberíamos hablar de eso cuando entremos. - Soy egoísta. Yo estaría igual que él, pero por algún motivo quiero amortiguar el golpe.
La bomba cae en cuanto Jared habla. Me siento más tranquila cuando dice que Beverly está en el distrito, pero mi mirada no tarda en cambiar. Hago una mueca y le pongo la mano en el hombro a Cale. Puedo ver la decepción en su rostro. Aprieto la mano de Jared y me agacho un poco, para quedar a su altura. Termino de secar una última lágrima con mi pulgar. - ¿A qué te refieres con que tu tío Ben ya se encargó de todo? - También tenía muchas ganas de ver a Ben, su rostro con el de mi familia siempre estaba en mi mente. Qué digo, Ben es familia. Jared comienza a hablar rápido acerca de que seguro todo está bien así que le sonrío con mirada preocupada. - Está bien cariño, no te preocupes por eso ya. - No deberíamos agobiar tanto a Jared, acabamos de encontrarlo. Arqueo una ceja cuando Cale intenta seguir preguntando cosas y lo miro con desaprobación. - No creo que sea prudente preocupar tanto a Jared, Cale. - Al fin y al cabo es sólo un niño y en un momento más estaremos con Seth y él podrá ponernos al tanto de todo. - Jar, ¿Por qué no nos llevas más adentro? Así podemos encontrarnos con los demás. -
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Sonrío de lado por la respuesta de Jared. Ha crecido un poco pero está claro que aún es pequeño, y no me refiero necesariamente a su tamaño. Supongo que todos pasamos por esa edad en la que somos demasiado pequeños para que nos traten como niños pero demasiado grandes para sentirnos como unos. Claro que la perspectiva de esto cambia conforme creces. Nunca creí estar tan viejo como para tener una casi-hija (sí, para fines prácticos así llamaremos a Bev) y para que Ava ya no me necesite. Ava... Contengo la respiración esperando la respuesta de Jared. Está claro que Sophia está preocupada porque intenta evitar el tema. No es justo. Ella ya sabe que su familia está a salvo y aquí, ¿Por qué no puedo yo saber lo que pasó con la mía? - Podemos hablar de eso ahora. - Si voy a recibir la peor noticia del mundo prefiero hacerlo de una vez y no entrar al distrito esperando ver caras que no estarán.
El aire regresa a mis pulmones cuando Jared dice que Beverly está aquí. Pronto podré verla. Me pregunto qué cara pondrá cuando la encuentre. Tal vez intente hacerme un cambio de imagen y me regañe por verme tan mal, como si nunca me hubiese ido. Tal vez esté demasiado sorprendida para actuar como antes conmigo. No podría decirlo, es igual de impredecible que Eowyn. El momento de tranquilidad no dura prácticamente nada antes de que sienta que el mundo se me cae. Zenda no está y... ¿Creyeron que estaba muerta? ¿Se rindieron con ella? No. No lo harían, Ava jamás la abandonaría. Sophia y yo siempre estuvimos al pendiente por si encontrábamos a alguien conocido pero obviamente ese no fue el caso. Es demasiado frustrante. Nunca puedo proteger a nadie. Desde hace mucho tiempo me volví irrelevante en la vida de mis hermanas, sólo una sombra que no pudo ni siquiera salvar a su madre. Que no pudo evitar separarse de todos. Que tardó nueve meses en llegar a casa.
- ¿Qué fue lo que hizo tu tío Ben? - Benedict. Nunca nos hemos llevado bien pero estoy seguro de que no dejaría que le pasase algo malo a Ava. - ¿Dónde están Benedict y Ava? - ¿Qué diablos pasó todo este tiempo? - Jared, ¿Sabes algo más? - Sin darme cuenta empiezo a acelerarme y agacharme para estar frente a frente con él, cosa que a Sophia no le cae en gracia, por supuesto. - Lo siento... - Tampoco es que quiera espantar al chico, pero... Agh. Sólo quiero respuestas. Respuestas que no lograré obtener presionando de esa forma a un niño de 12 años. Creo que es demasiado optimista de Jared pensar que pronto estaremos reunidos. Digo, nos tomó nueve meses a nosotros volver, si Ava fue capturada ¿Qué puedo hacer? No no puedo pensar así, pero debo encontrar a alguien con quien hablar de esto pronto.
Asiento cuando Soph menciona la idea de adentrarnos en el distrito. No tardaron mucho en dejarnos entrar, supongo que la insistencia de Jared sirvió. - Ammm, sí. Tal vez sea buena entrar primero. - Trato de sonreirle al hijo de Soph pero no puedo esconder mi decepción. - ¿Por qué no nos das un tour, Jared? - No tengo energía suficiente para esto, quisiera ir corriendo a que me digan qué le pasó a Ava, pero Jared está aquí y está feliz de encontrar a su mamá, y aunque yo me fuera volando a hablar con alguien mas sólo parecería un loco, si es que no lo parezco ya.
El aire regresa a mis pulmones cuando Jared dice que Beverly está aquí. Pronto podré verla. Me pregunto qué cara pondrá cuando la encuentre. Tal vez intente hacerme un cambio de imagen y me regañe por verme tan mal, como si nunca me hubiese ido. Tal vez esté demasiado sorprendida para actuar como antes conmigo. No podría decirlo, es igual de impredecible que Eowyn. El momento de tranquilidad no dura prácticamente nada antes de que sienta que el mundo se me cae. Zenda no está y... ¿Creyeron que estaba muerta? ¿Se rindieron con ella? No. No lo harían, Ava jamás la abandonaría. Sophia y yo siempre estuvimos al pendiente por si encontrábamos a alguien conocido pero obviamente ese no fue el caso. Es demasiado frustrante. Nunca puedo proteger a nadie. Desde hace mucho tiempo me volví irrelevante en la vida de mis hermanas, sólo una sombra que no pudo ni siquiera salvar a su madre. Que no pudo evitar separarse de todos. Que tardó nueve meses en llegar a casa.
- ¿Qué fue lo que hizo tu tío Ben? - Benedict. Nunca nos hemos llevado bien pero estoy seguro de que no dejaría que le pasase algo malo a Ava. - ¿Dónde están Benedict y Ava? - ¿Qué diablos pasó todo este tiempo? - Jared, ¿Sabes algo más? - Sin darme cuenta empiezo a acelerarme y agacharme para estar frente a frente con él, cosa que a Sophia no le cae en gracia, por supuesto. - Lo siento... - Tampoco es que quiera espantar al chico, pero... Agh. Sólo quiero respuestas. Respuestas que no lograré obtener presionando de esa forma a un niño de 12 años. Creo que es demasiado optimista de Jared pensar que pronto estaremos reunidos. Digo, nos tomó nueve meses a nosotros volver, si Ava fue capturada ¿Qué puedo hacer? No no puedo pensar así, pero debo encontrar a alguien con quien hablar de esto pronto.
Asiento cuando Soph menciona la idea de adentrarnos en el distrito. No tardaron mucho en dejarnos entrar, supongo que la insistencia de Jared sirvió. - Ammm, sí. Tal vez sea buena entrar primero. - Trato de sonreirle al hijo de Soph pero no puedo esconder mi decepción. - ¿Por qué no nos das un tour, Jared? - No tengo energía suficiente para esto, quisiera ir corriendo a que me digan qué le pasó a Ava, pero Jared está aquí y está feliz de encontrar a su mamá, y aunque yo me fuera volando a hablar con alguien mas sólo parecería un loco, si es que no lo parezco ya.
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Sí, puede que se me infle un poco el pecho cuando me alaba en cierta manera, incluso con la mirada. Seguro que en parte debe ser por todos los meses que estuvo fuera, pero hasta yo sabía que ahora estaba al menos un par de centímetros más alto. - Si te soy sincero, no lo sé. Vine a visitar a un amigo que trabaja aquí dentro. - En realidad mi idea era justamente salir afuera, solo que Mimi estaba en una de esas guardias sorpresivas que me hacían no poder salir y bueno, nada. - Pero está bien. Más insoportable que nunca, demasiado cuida y tiene sus momentos emo en los cuales cree que no lo veo pero sí lo veo. Espero que eso cambie después de verte. En serio, por favor, ¿podemos ver como filmar su reacción? - No era para nada, tenía que guardarla para mostrarle después al tío Ben.
- No,no y no. Acabas de llegar después de meses de no estar. Tienes que esperar al menos veinticuatro horas antes de empezar a regañarme. - Que necesitaba algo de plazo para poner las cosas en orden y tratar de organizar mis actividades diarias. Una cosa era escaparme de Seth, ¿pero de mamá en su modo sobreprotector? La amaba, y lo prefería mil veces antes de no tenerla. Pero sabía lo que sería a partir de ahora y tenía que empezar a marcar los límites. Casi que se pierde de mi cumpleaños y eso era algo que no era aceptable. Seth había tenido su cumpleaños de gracia, mamá no. Que sí, faltaban un par de meses, pero no.
Sé que demorar más los temas complicados no ayuda a nadie, menos a la persona que está ansiosa por saber noticias. Si a mí me llegaban a mentir o a ocultar algo incluso por pocas horas no lo soportaría. - Cuando tomaron el distrito, capturaron a Ava. Ken y Ben hicieron una especie de intercambio. No estoy seguro de lo que pasó en el medio, pero nos aseguran que están bien. No pueden volver aquí, pero están bien. - Y parezco un loro repitiendo, pero yo me lo repetía constantemente para estar seguro también. Ya había pasado casi medio año desde ese entonces. Ni siquiera me molesta que Cale se muestre ansioso, de verdad que lo entiendo. - De verdad que me encantaría darles un tour, pero me gustaría primero que los reciban bien, que coman o beban algo que se ven terribles. - Me freno un poco y me retracto. - Sigues estando igual de hermosa que siempre, ma. Pero parece que llevan días y días sin ver una cama. ¿Tal vez si me dejan pedirle a Mimi que llame a Alice, o alguno que ande de guardia? No me gustaría que alguno se cayera a mitad de camino.- Si fuera más grande y me enseñaran por fin como aparecernos, lo haría en un segundo, pero todavía no tenía esa capacidad. - No sé que más quieren saber. Creo que a casi todos los que están en el consejo los conocen, y ya va a comenzar la escuela, lo cual es un asco.
- No,no y no. Acabas de llegar después de meses de no estar. Tienes que esperar al menos veinticuatro horas antes de empezar a regañarme. - Que necesitaba algo de plazo para poner las cosas en orden y tratar de organizar mis actividades diarias. Una cosa era escaparme de Seth, ¿pero de mamá en su modo sobreprotector? La amaba, y lo prefería mil veces antes de no tenerla. Pero sabía lo que sería a partir de ahora y tenía que empezar a marcar los límites. Casi que se pierde de mi cumpleaños y eso era algo que no era aceptable. Seth había tenido su cumpleaños de gracia, mamá no. Que sí, faltaban un par de meses, pero no.
Sé que demorar más los temas complicados no ayuda a nadie, menos a la persona que está ansiosa por saber noticias. Si a mí me llegaban a mentir o a ocultar algo incluso por pocas horas no lo soportaría. - Cuando tomaron el distrito, capturaron a Ava. Ken y Ben hicieron una especie de intercambio. No estoy seguro de lo que pasó en el medio, pero nos aseguran que están bien. No pueden volver aquí, pero están bien. - Y parezco un loro repitiendo, pero yo me lo repetía constantemente para estar seguro también. Ya había pasado casi medio año desde ese entonces. Ni siquiera me molesta que Cale se muestre ansioso, de verdad que lo entiendo. - De verdad que me encantaría darles un tour, pero me gustaría primero que los reciban bien, que coman o beban algo que se ven terribles. - Me freno un poco y me retracto. - Sigues estando igual de hermosa que siempre, ma. Pero parece que llevan días y días sin ver una cama. ¿Tal vez si me dejan pedirle a Mimi que llame a Alice, o alguno que ande de guardia? No me gustaría que alguno se cayera a mitad de camino.- Si fuera más grande y me enseñaran por fin como aparecernos, lo haría en un segundo, pero todavía no tenía esa capacidad. - No sé que más quieren saber. Creo que a casi todos los que están en el consejo los conocen, y ya va a comenzar la escuela, lo cual es un asco.
- ¿Momentos emo? - Comento con cierta preocupación llevándome una mano a la boca. No puedo imaginar cómo le ha afectado todo esto, de pronto estamos juntos y al siguiente minuto no. Y luego Ben desaparece también. Mi pobre Seth, de sólo pensarlo se me forma un nudo en la garganta y empiezo a sentir un sabor amargo en la boca. Aunque lo que más me sorprende es la naturaleza con lo que lo dice Jared, como si ya fuera algo normal. Ay dios... - Por supuesto que no... - Contesto con cierta duda. Me siento culpable negándole cosas, como si no tuviera derecho a hacerlo, al fin y al cabo desaparecí de su vida. Pero al mismo tiempo me parece tan injusto tan solo pensar en hacerle eso a Seth, grabarlo mientras ve a la esposa que seguro creyó no regresaría nunca. - Pero podemos comer todos los dulces que ha de tener escondidos tu papá cuando vayamos con él. - Añado cuando dice que no puedo regañarlo mientras paso mi mano por su cabello. No sé si estos trucos que usaba cuando era más pequeño seguirán funcionando. Que miedo da la idea de tener casi a un adolescente. Ahora entiendo por lo que pasó mi papá.
La conversación cambia de ambiente en un instante en cuanto Jared empieza a contar lo que pasó. Estoy segura que una vez estemos con Seth sabremos más al respecto pero por ahora debemos conformarnos con esto. Sonrío con tristeza pensando en que no veré a mi mejor amigo al llegar a la casa, aquel con quien pasé tantas cosas. - Estoy segura de que están bien, tu tío Ben es muy fuerte. - Respondo ante el optimismo de Jared y por algún motivo evito la mirada de Cale. Debe sentirse terrible. - Pronto sabremos más. - Le digo recuperando la compostura usando el tono más tranquilizador que encuentro.
Estoy a punto de decirle a Jared que no hace falta que comamos de inmediato, cuando siento cómo se remueven mis tripas. Es como si se hubieran activado al escucharlo. Hemos hecho lo que podíamos y en los últimos dos días apenas y comimos y bebimos algo, sólo queríamos llegar cuanto antes. Suelto un soplido cuando dice que me veo terrible. Es verdad que no he tenido chance de preocuparme por esas cosas pero asumo que no debo parecer un encanto. Me hace sentir molesta conmigo por permitirme que Jared me vea en estas condiciones. Lo que menos quiero es que esté preocupado. Aunque en eso llevo fallando bastantes meses. - Ya veo que salvas la situación tan bien como siempre. - Le digo riendo al escucharlo llamarme hermosa. - Cale, tú si pareces vago. - Le digo en broma intentando hacer que se relaje un poco. - Tal vez eso sea buena idea, algo de agua.... o comida. - Por el aspecto médico podemos preocuparnos más tarde, hemos llegado hasta aquí en una pieza, no creo que sea mucho drama aguantar unas horas más.
- Un asco, eh... - Le digo con cara de recuerda que yo solía ser maestra, Jared. Pero no tardo en sonreír. - ¿Has aprendido muchas cosas en este tiempo? ¿Qué tal la magia? ¿Ya puedes alzarme en el aire sin peligro mortal? - Le comento en broma mientras apachurro su mano al ir avanzando por el distrito. Muchas caras que no conozco y otras que sí, espero llegar a casa pronto.
La conversación cambia de ambiente en un instante en cuanto Jared empieza a contar lo que pasó. Estoy segura que una vez estemos con Seth sabremos más al respecto pero por ahora debemos conformarnos con esto. Sonrío con tristeza pensando en que no veré a mi mejor amigo al llegar a la casa, aquel con quien pasé tantas cosas. - Estoy segura de que están bien, tu tío Ben es muy fuerte. - Respondo ante el optimismo de Jared y por algún motivo evito la mirada de Cale. Debe sentirse terrible. - Pronto sabremos más. - Le digo recuperando la compostura usando el tono más tranquilizador que encuentro.
Estoy a punto de decirle a Jared que no hace falta que comamos de inmediato, cuando siento cómo se remueven mis tripas. Es como si se hubieran activado al escucharlo. Hemos hecho lo que podíamos y en los últimos dos días apenas y comimos y bebimos algo, sólo queríamos llegar cuanto antes. Suelto un soplido cuando dice que me veo terrible. Es verdad que no he tenido chance de preocuparme por esas cosas pero asumo que no debo parecer un encanto. Me hace sentir molesta conmigo por permitirme que Jared me vea en estas condiciones. Lo que menos quiero es que esté preocupado. Aunque en eso llevo fallando bastantes meses. - Ya veo que salvas la situación tan bien como siempre. - Le digo riendo al escucharlo llamarme hermosa. - Cale, tú si pareces vago. - Le digo en broma intentando hacer que se relaje un poco. - Tal vez eso sea buena idea, algo de agua.... o comida. - Por el aspecto médico podemos preocuparnos más tarde, hemos llegado hasta aquí en una pieza, no creo que sea mucho drama aguantar unas horas más.
- Un asco, eh... - Le digo con cara de recuerda que yo solía ser maestra, Jared. Pero no tardo en sonreír. - ¿Has aprendido muchas cosas en este tiempo? ¿Qué tal la magia? ¿Ya puedes alzarme en el aire sin peligro mortal? - Le comento en broma mientras apachurro su mano al ir avanzando por el distrito. Muchas caras que no conozco y otras que sí, espero llegar a casa pronto.
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Suelto un bufido, que realmente no sé si es un bufido o empieza a darme un ataque de ansiedad cuando Sophia dice que Ben es fuerte. Él pudo proteger a Ava, yo no, y aunque me pese mucho le estaré agradecido siempre por cuidarla cuando yo no estuve. Incluso cuando estaba era así. Basta Cale, atormentarte no servirá de nada ahora. AHHH. Demasiada frustración, puedo sentir como mis músculos se tensan uno a uno y sé que lo resentiré más tarde. Asiento al comentario de Sophia. - Gracias Jared. - Hago mi mejor esfuerzo por sonreír pero simplemente no me sale. Lo único que espero es no haber hecho una mueca rara que mezclada con mi barba de miedo. - Tú ya no te preocupes por esas cosas, Jared. - Que por un momento se me ha olvidado que sigue siendo un niño y casi lo he interrogado. No quiero morir a manos de Sophia de continuar con las preguntas que sólo lo harán sentir incómodo.
Conforme nos vamos adentrando al distrito empiezo a sentirme un poco raro, como fuera de lugar. Hace tiempo que no tenemos la seguridad de caminar tranquilos y de manera instintiva noto que estoy en guardia y con los puños apretados con fuerza. Además de eso, los músculos de mis hombros y espalda siguen contraídos. Es una sensación de vigila eterna que termina por resultar molesta pero necesaria de algún modo. Me encojo de hombros con la conversación que mantienen Jared y Sophia, sí, ambos nos vemos terribles, en especial Sophia, a la que se le empiezan a formar nudos feos en el cabello. Cosa que claramente no mencionaré por el bien de mi vida. - La opción de la comida suena cada vez más tentadora para mí. - Estuvimos tan concentrados en llegar que no me había percatado que muero de hambre. O tal vez sí pero estaba acostumbrado a ignorar ese hecho.
Sonrío con tristeza al verlos y oírlos actuar como una familia. Me siento feliz por ellos, pero, ah, no puedo evitar estar decepcionado. - Tal vez yo pueda enseñarte un par de hechizos útiles si quieres, Jar. - Trato de parecer lo más normal. Al final del día no puedo hacer otra cosa. - ¿Ya tienes muchos nuevos amigos? - Seguro que sí, hay demasiadas caras desconocidas. Definitivamente no es el 14 ni ningún lugar donde hayamos estado en los últimos años, demasiada gente. Lo cual supongo que es algo bueno. Nunca imaginé que lograrían algo como esto y mucho menos que estaría para verlo.
Conforme nos vamos adentrando al distrito empiezo a sentirme un poco raro, como fuera de lugar. Hace tiempo que no tenemos la seguridad de caminar tranquilos y de manera instintiva noto que estoy en guardia y con los puños apretados con fuerza. Además de eso, los músculos de mis hombros y espalda siguen contraídos. Es una sensación de vigila eterna que termina por resultar molesta pero necesaria de algún modo. Me encojo de hombros con la conversación que mantienen Jared y Sophia, sí, ambos nos vemos terribles, en especial Sophia, a la que se le empiezan a formar nudos feos en el cabello. Cosa que claramente no mencionaré por el bien de mi vida. - La opción de la comida suena cada vez más tentadora para mí. - Estuvimos tan concentrados en llegar que no me había percatado que muero de hambre. O tal vez sí pero estaba acostumbrado a ignorar ese hecho.
Sonrío con tristeza al verlos y oírlos actuar como una familia. Me siento feliz por ellos, pero, ah, no puedo evitar estar decepcionado. - Tal vez yo pueda enseñarte un par de hechizos útiles si quieres, Jar. - Trato de parecer lo más normal. Al final del día no puedo hacer otra cosa. - ¿Ya tienes muchos nuevos amigos? - Seguro que sí, hay demasiadas caras desconocidas. Definitivamente no es el 14 ni ningún lugar donde hayamos estado en los últimos años, demasiada gente. Lo cual supongo que es algo bueno. Nunca imaginé que lograrían algo como esto y mucho menos que estaría para verlo.
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¿Cómo le digo a mamá que ya no son dulces lo que robo bajo sus narices? Osea, era amigo de Sage que se la pasaba cocinando cosas ricas, e incluso Hero se tomaba a pecho su rol de tía y me daba alguna cosa de vez en cuando. Mi nuevo objetivo era algo que jamás me permitiría por su cuenta hasta que no fuese mayor de edad, así que prefiero callar y asegurarle que claro, siempre podemos comer cosas a escondidas de papá. - Sé que ambos son fuertes, pero seguiré preocupándome todo lo que quiera. Que Ava será tu hermana de sangre, pero aquí se supone que somos todos familia ¿o no? Si quieres hasta puedo decirte tío Cale, ya sabes, para reforzar el mensaje. - No sabía si a Ben le agradaría compartir el título, pero era la intención lo que contaba, ¿no?
- No es salvar la situación cuando es verdad. Aquí en el distrito hay muchas mujeres bonitas, pero siempre serás la más hermosa. Estoy segura de que papá me va a respaldar. - Y si me freno de decir que luego no podrá criticarme cuando ande remarcándole a los demás que parecen vagos cuando ella misma lo hace, es solo por lo que le dije antes de no reprenderme más de la cuenta antes de tiempo. - Vengan, vamos a la sala de monitoreo y le pedimos a Mimi o a Jim que nos den una mano. Que sí, he aprendido bastanet y tengo varios amigos, pero no le diré que no jamás a poder aprender algo más de magia. ¿Saben que todavía no he roto mi varita? ¡Es todo un record! Más de un año sin que me tengan que conseguir otra. - Creo que eso era un sinónimo de madurez, además de que claro, ya no hacía berrinches porque no me salieran las cosas cuando, de hecho, si me salían. - Todavía no puedo alzarte entera, a menos que quieras que use el “levicorpus” pero ese es un hechizo de broma, no quiero dejarte de cabeza, menos cuando no han comido aún.
- No es salvar la situación cuando es verdad. Aquí en el distrito hay muchas mujeres bonitas, pero siempre serás la más hermosa. Estoy segura de que papá me va a respaldar. - Y si me freno de decir que luego no podrá criticarme cuando ande remarcándole a los demás que parecen vagos cuando ella misma lo hace, es solo por lo que le dije antes de no reprenderme más de la cuenta antes de tiempo. - Vengan, vamos a la sala de monitoreo y le pedimos a Mimi o a Jim que nos den una mano. Que sí, he aprendido bastanet y tengo varios amigos, pero no le diré que no jamás a poder aprender algo más de magia. ¿Saben que todavía no he roto mi varita? ¡Es todo un record! Más de un año sin que me tengan que conseguir otra. - Creo que eso era un sinónimo de madurez, además de que claro, ya no hacía berrinches porque no me salieran las cosas cuando, de hecho, si me salían. - Todavía no puedo alzarte entera, a menos que quieras que use el “levicorpus” pero ese es un hechizo de broma, no quiero dejarte de cabeza, menos cuando no han comido aún.
Escuchar lo que dice Jared me hace sentir demasiado conmovida, lo suficiente para que se me aglomeren lágrimas en los ojos. Lágrimas que no llegan a caer, debo ser la mamá fuerte que él cree que soy, ya habrá tiempo después para lloriqueos. Tengo un impulso por abrazarlo pero no lo hago. Me siento orgullosa, y a la vez rara. Es como si me hubieran devuelto a mi bebé pero al mismo tiempo haya crecido un montón en mi ausencia. No de tamaño, pero... No sé cómo decirlo. Supongo que él no se dará cuenta, pero lo que ha dicho, cómo actúa intentando protegernos a su manera... Ahhh, es que me siento tan orgullosa. Además estoy segura de que para Cale significará mucho lo que acaba de decir. - Tío Cale suena bastante bien. - Le digo sonriendo ampliamente. Cale siempre ha sido un gruñón, pero después de todo este tiempo juntos y lo que hemos pasado, no me molestaría en lo absoluto que le dijera así.
Sonrío cuando menciona que Seth estaría de acuerdo con él, e incluso llego a sonrojarme. Me siento como una adolescente cuando pienso en verle después de todo este tiempo. La verdad es que no tengo idea de qué estará pensando e incluso me siento culpable y sin derecho a llegar así de la nada, debe haber sufrido mucho. Pero no puedo evitar sentir tantas cosquillas en el estómago. Simplemente estoy demasiado emocionada y temo que mi corazón vaya a explotar por todos los sentimientos que estuve reprimiendo por meses y que ahora se aglomeran en mi pecho. - Vayamos con ellos, estoy segura de que Cale necesitará más ayuda que yo. - Sonrío cuando menciona lo de su varita. En verdad que es un récord. - Bien, esperemos que siga así. - Río un poco. - Sí... Mejor esperemos a que mejores más en la magia antes de que intentemos algo como eso. - Vuelvo a reír. Se siente bien. Ya casi no recordaba lo que era tener esta clase de momentos.
Seguimos avanzando por el distrito mientras escuchamos más historias por parte de Jared. Al final terminamos yendo al centro de monitoreo y de ahí al centro médico, sólo para que nos revisen a Cale y a mí y podamos hidratarnos un poco. Me siento impaciente. Un par de paradas más y estaremos en casa. Un par de paradas más y seremos una familia de nuevo.
Sonrío cuando menciona que Seth estaría de acuerdo con él, e incluso llego a sonrojarme. Me siento como una adolescente cuando pienso en verle después de todo este tiempo. La verdad es que no tengo idea de qué estará pensando e incluso me siento culpable y sin derecho a llegar así de la nada, debe haber sufrido mucho. Pero no puedo evitar sentir tantas cosquillas en el estómago. Simplemente estoy demasiado emocionada y temo que mi corazón vaya a explotar por todos los sentimientos que estuve reprimiendo por meses y que ahora se aglomeran en mi pecho. - Vayamos con ellos, estoy segura de que Cale necesitará más ayuda que yo. - Sonrío cuando menciona lo de su varita. En verdad que es un récord. - Bien, esperemos que siga así. - Río un poco. - Sí... Mejor esperemos a que mejores más en la magia antes de que intentemos algo como eso. - Vuelvo a reír. Se siente bien. Ya casi no recordaba lo que era tener esta clase de momentos.
Seguimos avanzando por el distrito mientras escuchamos más historias por parte de Jared. Al final terminamos yendo al centro de monitoreo y de ahí al centro médico, sólo para que nos revisen a Cale y a mí y podamos hidratarnos un poco. Me siento impaciente. Un par de paradas más y estaremos en casa. Un par de paradas más y seremos una familia de nuevo.
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El comentario de Jared me toma por sorpresa y no sé del todo cómo debería reaccionar. No me malentiendan, me siento... feliz. Es una mezcla de agradecimiento y tristeza que me hace estar abrumado. Carraspeo de forma torpe y me rasco la cabeza. Sophia menciona de inmediato que suena bien y puedo ver a los dos con la misma cara amable. Definitivamente son madre e hijo. - Tío Cale... - Me lo imagino por un momento. Jared le dice tío a Ben y ahora Ben no está. De algún modo eso hace que se me remueva el estómago. No de envida ni nada parecido. Pero de culpa. Primero se sacrifica por Ava y ahora yo seré tío Cale. Suelto un largo suspiro y por fin sonrío lo mejor que puedo. - Bien pues tío Cale será. - Sé que es su forma de ser amable, o simplemente algo que le salió de forma natural, de cualquier manera me siento agradecido y algo avergonzado por algún motivo. Me hace pensar en Ava y Zenda pero al mismo tiempo me da energía.
- Sí, eso probablemente sea cierto. - Comento a lo que dice Soph de necesitar ayuda. Después del golpe que recibí al enterarme de lo de mis hermanas fue como si todas mis dolencias, las cuales estuve ignorando, reaparecieran e incluso se incrementaran. - Ahora que lo pienso esa visita al doctor suena cada vez mejor. - Suelto otro suspiro y asiento con la cabeza a lo de la magia. - Bien, entonces puedo enseñarte a alzar a tu mamá sin ponerla de cabeza. - Y ese es mi mejor intento de broma antes de que lleguemos. Al poco rato nos llevan al centro médico y por fin probamos algo de agua. Se siente irreal, ¿A dónde iré ahora?, ¿Qué lugar podré llamar hogar? Me había hecho tantas escenas en mi cabeza de cómo sería cuando llegáramos que incluso llegué a olvidarme de esta posibilidad. O bueno, la ignoré. Aun no sé lo que haré a continuación, pero por mientras, comida y un lugar seguro para dormir suenan bastante bien.
- Sí, eso probablemente sea cierto. - Comento a lo que dice Soph de necesitar ayuda. Después del golpe que recibí al enterarme de lo de mis hermanas fue como si todas mis dolencias, las cuales estuve ignorando, reaparecieran e incluso se incrementaran. - Ahora que lo pienso esa visita al doctor suena cada vez mejor. - Suelto otro suspiro y asiento con la cabeza a lo de la magia. - Bien, entonces puedo enseñarte a alzar a tu mamá sin ponerla de cabeza. - Y ese es mi mejor intento de broma antes de que lleguemos. Al poco rato nos llevan al centro médico y por fin probamos algo de agua. Se siente irreal, ¿A dónde iré ahora?, ¿Qué lugar podré llamar hogar? Me había hecho tantas escenas en mi cabeza de cómo sería cuando llegáramos que incluso llegué a olvidarme de esta posibilidad. O bueno, la ignoré. Aun no sé lo que haré a continuación, pero por mientras, comida y un lugar seguro para dormir suenan bastante bien.
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