OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
¿Qué ficha moverás?
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Jared S. Niniadis
James G. Byrne
M. Meerah Powell
The Mighty Fall
Kyle A. Overstrand
Beverly S. Redford
Mimi J. Johnson
Hero N. Niniadis
12 participantes
Recuerdo del primer mensaje :
Estoy nerviosa y entusiasmada. Sobre todas las cosas, un poco nostálgica. No dejo de pensar en cómo han cambiado las cosas, los pensamientos que fueron opacados por un montón de trabajo y preparativos han empezado a asomarse ahora que solo puedo dedicarme a festejar. Soy incapaz de preguntarme cómo es que acabé aquí, cuando durante años imaginé mi fiesta de dieciséis siendo muy diferente, en la mansión en donde crecí, con un padre que tomaría mi brazo y bailaría conmigo y que no tengo, curiosamente por las guerras que se soltaron contra las personas que hoy están conmigo. Aún nadie ha sabido decirme quién fue el que acabó con la vida de Sean Niniadis, pero he dejado de preguntar y hoy no debería ser un tema dentro de mi cabeza. Si he hecho esto es porque no podía dejar pasar la oportunidad de tener una fiesta de cumpleaños como se debe.
A decir verdad, mi cumpleaños fue ayer, pero como hoy es viernes me pareció mucho más adecuado para levantar un par de mesas en el jardín de la casa de Kendrick, quien accedió a prestármelo al tener más espacio. No tengo tantos recuerdos como en el pasado, pero estoy bastante conforme con el resultado. Hay cupcakes de muchos colores suaves, bandejas de aperitivos entre los que destacan los sándwiches de salmón y varias copas que se van vaciando a gran velocidad. Yo solo he comprado champaña para el brindis, pero algo me dice que mis amigos han sido capaces de colar algunas copas. El pastel decora la mesa de dulces, pero aún no es tiempo de cortarlo. Aún así, no dejo de arreglar servilletas, incluso cuando la fiesta ha empezado hace un rato y debería estar socializando con los demás.
— Vas a tener que asegurarte de que Jared no meta el dedo en la crema, lo veo totalmente capaz — le digo a Sage por lo bajo, que ya vi a mi sobrino revoloteando por ahí y no puedo confiar en que su padre esté cerca para controlarlo. Me hago con un bocadillo para llevármelo a la boca con algo de ansiedad y me giro, fijándome en dónde se ha metido Meerah. ¿Que me pone paranoica que esté aquí? Un poco, pero todos los que están invitados son personas de confianza. Si vamos al caso… No invité a nadie por fuera de nuestros conocidos de siempre y espero, de verdad, que nadie llegue de sorpresa — ¿Meerah vino con James? — pregunto en un susurro histérico, aunque su constante negativa ya me tiene rodando los ojos. Como sea, hoy no tengo que pensar en eso, no cuando es la primera vez que puedo ver a todas estas personas vestidas como… bueno, personas.
Sin turnos para no perder dinamismo.
Acuérdense que tienen que ir elegantes (?)
Vestuario
Con Sage
Viernes 3 de junio por la tarde
Estoy nerviosa y entusiasmada. Sobre todas las cosas, un poco nostálgica. No dejo de pensar en cómo han cambiado las cosas, los pensamientos que fueron opacados por un montón de trabajo y preparativos han empezado a asomarse ahora que solo puedo dedicarme a festejar. Soy incapaz de preguntarme cómo es que acabé aquí, cuando durante años imaginé mi fiesta de dieciséis siendo muy diferente, en la mansión en donde crecí, con un padre que tomaría mi brazo y bailaría conmigo y que no tengo, curiosamente por las guerras que se soltaron contra las personas que hoy están conmigo. Aún nadie ha sabido decirme quién fue el que acabó con la vida de Sean Niniadis, pero he dejado de preguntar y hoy no debería ser un tema dentro de mi cabeza. Si he hecho esto es porque no podía dejar pasar la oportunidad de tener una fiesta de cumpleaños como se debe.
A decir verdad, mi cumpleaños fue ayer, pero como hoy es viernes me pareció mucho más adecuado para levantar un par de mesas en el jardín de la casa de Kendrick, quien accedió a prestármelo al tener más espacio. No tengo tantos recuerdos como en el pasado, pero estoy bastante conforme con el resultado. Hay cupcakes de muchos colores suaves, bandejas de aperitivos entre los que destacan los sándwiches de salmón y varias copas que se van vaciando a gran velocidad. Yo solo he comprado champaña para el brindis, pero algo me dice que mis amigos han sido capaces de colar algunas copas. El pastel decora la mesa de dulces, pero aún no es tiempo de cortarlo. Aún así, no dejo de arreglar servilletas, incluso cuando la fiesta ha empezado hace un rato y debería estar socializando con los demás.
— Vas a tener que asegurarte de que Jared no meta el dedo en la crema, lo veo totalmente capaz — le digo a Sage por lo bajo, que ya vi a mi sobrino revoloteando por ahí y no puedo confiar en que su padre esté cerca para controlarlo. Me hago con un bocadillo para llevármelo a la boca con algo de ansiedad y me giro, fijándome en dónde se ha metido Meerah. ¿Que me pone paranoica que esté aquí? Un poco, pero todos los que están invitados son personas de confianza. Si vamos al caso… No invité a nadie por fuera de nuestros conocidos de siempre y espero, de verdad, que nadie llegue de sorpresa — ¿Meerah vino con James? — pregunto en un susurro histérico, aunque su constante negativa ya me tiene rodando los ojos. Como sea, hoy no tengo que pensar en eso, no cuando es la primera vez que puedo ver a todas estas personas vestidas como… bueno, personas.
Sin turnos para no perder dinamismo.
Acuérdense que tienen que ir elegantes (?)
Vestuario
Con Sage
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El miembro 'Jared S. Niniadis' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Cuando le había dicho a Maeve el cómo llegar, había estado en verdad escéptica de que en verdad se presentase a la fiesta. Que sabía que ahora que tenía lo del escuadrón y todo eso, hay veces en las que era mejor no mirar, ni saber, ni conocer. Pero Hero realmente deseaba que fuese y, para que mentir, yo también. Que las cosas desde nuestra charla habían ido para mejor, claro, pero no podía evitar sentirme en falta más veces de las que no, y el verla aquí era una especie de alivio que no sabía que necesitaba. - Es la fiesta de cumpleaños del equivalente a la reina. - Le aseguro cuando hace esa referencia que inevitablemente me hace soltar una risita por lo bajo. - Pero ya conoces el dicho: “aunque la mona se vista de seda…” - Claro que yo no estaba usando seda, pero a decir verdad no importaba. Iba a ser un ultraje siquiera el pensarlo, pero en esta ocasión no importaba como estuviese vestida, sino el hecho de que estuviese aquí. - Claro que si quieres puedo conseguirte un vestido en nad… - No termino la frase que Mimi ya está declarando su nueva amistad con Mae, y acabo por señalarla con el pulgar. - O puedes intercambiar con ella. - Que no me hace falta el bajar la vista hacia sus manos como para notar que no tengo que estirar tanto el cuello para verle el rostro.
Creo que no hay emergencia de ropa y todo el mundo ha decidido que lo prioritario es el juego, así que no me sorprendo cuando queda Jim a unos pasos y acabo por rodar los ojos cuando trata de agregar ¿técnica? a comer un cupcake. - ¿Como freno o como mesa? - Que ya veía que iba a terminar con dolor de cuello, pero me negaba a ponerme en puntitas cuando ya suficientemente difícil iba a ser comer sin manos. Tampoco pensaba colgarme del cuello contrario, que sería el cumpleaños de Hero pero ya le había dado su regalo como para andar aguantando sus insinuaciones luego. - ¿La técnica es tener crema hasta en la nariz? - Que si nos hemos salvado de la ira de Sage es porque Jim ha atrapado el cupcake todas las veces en las que se resbaló, pero eso hace que tenga crema en las manos, en los labios, en las mejillas, y sí, en la punta de la nariz también. - Eres un desastre. Inclínate un poco. - Tomo una de las solapas de su saco, y lo obligo a bajar lo suficiente para poder comer el cupcake como se debe, sin enchastre y con rapidez.- Así se hace señor "técnica".
_______
Con Hero, Maeve & Jim
Creo que no hay emergencia de ropa y todo el mundo ha decidido que lo prioritario es el juego, así que no me sorprendo cuando queda Jim a unos pasos y acabo por rodar los ojos cuando trata de agregar ¿técnica? a comer un cupcake. - ¿Como freno o como mesa? - Que ya veía que iba a terminar con dolor de cuello, pero me negaba a ponerme en puntitas cuando ya suficientemente difícil iba a ser comer sin manos. Tampoco pensaba colgarme del cuello contrario, que sería el cumpleaños de Hero pero ya le había dado su regalo como para andar aguantando sus insinuaciones luego. - ¿La técnica es tener crema hasta en la nariz? - Que si nos hemos salvado de la ira de Sage es porque Jim ha atrapado el cupcake todas las veces en las que se resbaló, pero eso hace que tenga crema en las manos, en los labios, en las mejillas, y sí, en la punta de la nariz también. - Eres un desastre. Inclínate un poco. - Tomo una de las solapas de su saco, y lo obligo a bajar lo suficiente para poder comer el cupcake como se debe, sin enchastre y con rapidez.- Así se hace señor "técnica".
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Con Hero, Maeve & Jim
El miembro 'M. Meerah Powell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Creo que se me salta un tímpano por esos gritos inesperados, que debería haberme esperado viniendo de Hero, y tengo que llevarme un dedo a la oreja para asegurarme de que no me he quedado sorda antes de ser literalmente estrujada por el mini cuerpo de la pelirroja. — Creoquenopuedorespirar — finjo que me falta el aire, pero la broma me dura dos segundos cuando paso a sonreírle un poco más abiertamente. — ¿Cómo no iba a venir? No me perdería tu… fiesta de disfraces por nada del mundo, te queda lindo ese vestido — sí, aunque haga un intento de reírme le señalo con un dedo la vestimenta porque ciertamente, no me esperaba a Hero Niniadis vestida de otra manera. — ¿Tú, echándome de menos, a mí? — me mofo de ella al torcer los labios en una sonrisa irónica, que tanto ella como yo sabemos que cuando nos conocimos éramos de todo menos amigas y estoy por jurar que cada vez que me veía arrugaba la nariz por mi ropa, esa que no dista mucho de la que llevo ahora. — El sentimiento es mutuo, y… ¿por qué no? Nunca le digo que no a un plan — digo a la propuesta sobre quedarme hasta más tarde, encogiéndome de hombros con una sonrisa.
— Aaaaah, pues claro que lo recuerdo, Sage, tu antiguo esclavo, ¿sigues sin saber si te gusta o me perdí unas cuántas cosas? —ups. A las siguientes presentaciones solo puedo que mover un poco la cabeza y sonreír, que soy consciente de que me va a costar aprenderme todos estos nombres que no conozco y… para, yo a esa chica rubiona oscura la he visto en alguna parte, ¿juraría que alguna vez con Rebecca? Por mi propio bien, espero que no. — Ricitos de carbón — hago una seña con dos de mis dedos al llevármelos a la frente y saludar como quién lo haría a un colega que hace tiempo que no ve. Porque sí, para él sigo siendo Mafalda. Me reiría por eso de que se acuerde de no ser porque me llega una voz aguda y tengo que girar la cabeza en su dirección. — ¡Ken de Kenneth! ¿Ya puedo decirte Kendrick o cómo va esto de los secretismos? — pregunto con cierta sorna, dedicándole una miradita a Synnove a pesar de que no digo nada, que no sé hasta qué punto cuenta de sus escapadas a sus amigos. En el mientras tanto, me volteo hacia la morena, esa que no lleva zapatos, por cierto. — Claro — respondo con gusto, que no es como si fuera la primera vez que me la pongo y hasta diría que está más bien por el camino del desgaste.
A diferencia de con el resto, para esta persona en particular tengo que bajar un poco la barbilla para fijarme en quién me está hablando y, por el tamaño, deduzco que se trata de ese sobrino de Hero. No puedo evitar reírme con lo que dice, moviendo las cejas hacia arriba con cierta gracia al mencionar que soy cool — ¿Puedes pagarme con champagne luego? — suelto una risa entre dientes, que no soy yo quién vaya a decirle que es demasiado pequeño cuando vamos… no hay más que mirarme para saber que yo haría lo mismo. — ¿Juegos de cupcakes? — me volteo para ver como están haciendo los demás antes de tomar el que me tiende y sonreír de lado — A mí es que me gusta más jugar así — aprovecho que la nata de encima sigue intacta para estamparle el cupcake en la nariz, tengo que poner mis manos debajo de su rostro para alcanzarlo cuando se despega y me río. — Es mucho más divertido así, ¿no crees?
— Aaaaah, pues claro que lo recuerdo, Sage, tu antiguo esclavo, ¿sigues sin saber si te gusta o me perdí unas cuántas cosas? —ups. A las siguientes presentaciones solo puedo que mover un poco la cabeza y sonreír, que soy consciente de que me va a costar aprenderme todos estos nombres que no conozco y… para, yo a esa chica rubiona oscura la he visto en alguna parte, ¿juraría que alguna vez con Rebecca? Por mi propio bien, espero que no. — Ricitos de carbón — hago una seña con dos de mis dedos al llevármelos a la frente y saludar como quién lo haría a un colega que hace tiempo que no ve. Porque sí, para él sigo siendo Mafalda. Me reiría por eso de que se acuerde de no ser porque me llega una voz aguda y tengo que girar la cabeza en su dirección. — ¡Ken de Kenneth! ¿Ya puedo decirte Kendrick o cómo va esto de los secretismos? — pregunto con cierta sorna, dedicándole una miradita a Synnove a pesar de que no digo nada, que no sé hasta qué punto cuenta de sus escapadas a sus amigos. En el mientras tanto, me volteo hacia la morena, esa que no lleva zapatos, por cierto. — Claro — respondo con gusto, que no es como si fuera la primera vez que me la pongo y hasta diría que está más bien por el camino del desgaste.
A diferencia de con el resto, para esta persona en particular tengo que bajar un poco la barbilla para fijarme en quién me está hablando y, por el tamaño, deduzco que se trata de ese sobrino de Hero. No puedo evitar reírme con lo que dice, moviendo las cejas hacia arriba con cierta gracia al mencionar que soy cool — ¿Puedes pagarme con champagne luego? — suelto una risa entre dientes, que no soy yo quién vaya a decirle que es demasiado pequeño cuando vamos… no hay más que mirarme para saber que yo haría lo mismo. — ¿Juegos de cupcakes? — me volteo para ver como están haciendo los demás antes de tomar el que me tiende y sonreír de lado — A mí es que me gusta más jugar así — aprovecho que la nata de encima sigue intacta para estamparle el cupcake en la nariz, tengo que poner mis manos debajo de su rostro para alcanzarlo cuando se despega y me río. — Es mucho más divertido así, ¿no crees?
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El miembro 'Maeve P. Davies' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Azar' :
'Azar' :
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Me lamo los labios para terminar la crema que quedó después del cupcake. Le sonrió a Mimi, definitivamente no era un crush que se superaría fácil, además estaba hermosa que podría besarla pero la falta de concentimiento me detenía, Syv me había alcanzado unos estudios sobre ello. Al parecer había abusado de Ken.
- Pues no se nota - le respondo guiñandole un ojo por lo menos. La pregunta de Sage sobre un premio me hace enfocarme él pero hablar para todos - Pues claro que estos - digo mientras saco la bolsita con las drogas, sabiendo que Jared posiblemente nos seguiría tenía hongos inofencivos para él, aunque supongo que con decirle que era lo mismo que comer verduras lo espantaría.
Todos parecían haberlo hecho bastante bien, exepto Ken y Syv, al menos les quedaba el alcohol.
________
Con Mimi, Sage, general
- Pues no se nota - le respondo guiñandole un ojo por lo menos. La pregunta de Sage sobre un premio me hace enfocarme él pero hablar para todos - Pues claro que estos - digo mientras saco la bolsita con las drogas, sabiendo que Jared posiblemente nos seguiría tenía hongos inofencivos para él, aunque supongo que con decirle que era lo mismo que comer verduras lo espantaría.
Todos parecían haberlo hecho bastante bien, exepto Ken y Syv, al menos les quedaba el alcohol.
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Con Mimi, Sage, general
No sé cómo es que Meerah consigue comer tan rápido y al final, solo soy algo así como el que sostiene el cupcake con los dientes hasta que ella acaba todo lo que se puede comer hasta que yo trago lo que queda, lo cual debería ser considerado como asqueroso si consideramos la cantidad de veces que tuve que atajarlo; en mi defensa, me he lavado las manos antes de salir — ¡Oh, la la, señorita técnica! — ni sé por qué me mofo así, suena ridículo, pero es lo primero que me sale para devolverle su burla — Tienes un montón de crema y chocolate… — ni siquiera pienso en su tía cuando paso rápidamente unos dedos por la comisura de su boca, pero el percatarme del escenario hace que me gire rápidamente en busca de la petaca. La consigo, claro, lo justo para darle unos tragos rápidos y abundantes que me recuerdan la alta graduación alcohólica de la bebida, porque pronto me pica la garganta y tengo que dejar el frasco sobre la mesa una vez más, con el rostro no solo sucio sino también fruncido. Siento el pegote de la crema a lo largo y ancho de mi rostro, tengo que rasquetearme un poco en lo que el resto anda terminando su juego, así que señalo con la cabeza la casa — ¿Quieres acompañarme? Necesitaré ayuda para limpiarme — que no tengo ni idea de hasta dónde tengo crema, así que tendré que apoyarme en el espejo y en su criterio.
Que todos estén entretenidos es la mejor excusa para meterse dentro sin dar explicaciones, aunque soy consciente de cómo mis manos abren las puertas de manera pesada y muy lenta. Para cuando llego al baño más cercano en la planta baja, tengo que tantear la pared hasta que consigo encender la luz. El baño es demasiado blanco y creo que desde aquí aún se pueden escuchar las voces y la música, reducidas a un sonido de fondo muy fácil de ignorar. Abro el grifo y me inclino, tratando de limpiarme la cara lo más rápido posible — No sabía que Mafalda iba a venir… — acoto — Podemos confiar en ella… ¿Verdad? ¿No se meterá en problemas? — que a veces creo que cada vez son más personas con una doble vida y temo que sea más difícil de disimular, ocasionando algún desastre. Me apoyo en el lavamanos, de espalda al espejo, para salpicarle con mis dedos en la cara y una sonrisa socarrona — Meerah Powell, la pésima influencia. ¿Sabes? Nunca hubiera imaginado que tendrías talento para comer cupcakes. ¿Estoy bien o sigo teniendo crema? — y estiro el cuello, seguro de que debo tener hasta la oreja, así que le regalo el chequeo rápido.
Con Meerah
Que todos estén entretenidos es la mejor excusa para meterse dentro sin dar explicaciones, aunque soy consciente de cómo mis manos abren las puertas de manera pesada y muy lenta. Para cuando llego al baño más cercano en la planta baja, tengo que tantear la pared hasta que consigo encender la luz. El baño es demasiado blanco y creo que desde aquí aún se pueden escuchar las voces y la música, reducidas a un sonido de fondo muy fácil de ignorar. Abro el grifo y me inclino, tratando de limpiarme la cara lo más rápido posible — No sabía que Mafalda iba a venir… — acoto — Podemos confiar en ella… ¿Verdad? ¿No se meterá en problemas? — que a veces creo que cada vez son más personas con una doble vida y temo que sea más difícil de disimular, ocasionando algún desastre. Me apoyo en el lavamanos, de espalda al espejo, para salpicarle con mis dedos en la cara y una sonrisa socarrona — Meerah Powell, la pésima influencia. ¿Sabes? Nunca hubiera imaginado que tendrías talento para comer cupcakes. ¿Estoy bien o sigo teniendo crema? — y estiro el cuello, seguro de que debo tener hasta la oreja, así que le regalo el chequeo rápido.
Con Meerah
— Ken de Kendrick es aceptable — se lo acepto a la recién llegada, que todavía no me puedo creer mi poca creatividad para andar de incógnito con la vida. ¿Y qué tenemos para ocultar a estas alturas? Tendré que hacerle unas cuantas preguntas a Hero más tarde, confío en su criterio, pero esta sigue siendo mi casa y espero, de verdad, que a Maeve no se le ocurra contarle a nadie que ha estado aquí. Planeo preocuparme después, porque ahora tengo cosas más urgentes que solucionar, como que aún nos queda un poco de cupcake porque mi novia lo deja caer al suelo y no puedo contener la carcajada, esa que ahogo contra su boca — ¿Concentrarte? — pregunto al ver que se está mandando el whisky con toda la impunidad que le da el que sea una prenda — Creo que con esos tragos no podrás concentrarte demasiado… — se lo pido con un gestito de la mano, que tengo que beber lo que me corresponde.
Siempre olvido lo fuerte que es esta bebida y acabo poniendo mala cara en lo que la regreso a su lugar para que el resto pueda seguir bebiendo, que estoy seguro de que unos cuantos querrá terminar pasado de copas en un rato — ¡Tengo una idea! — suelto, levantando una mano para que me presten atención. Por si las dudas, empiezo a contar parejas, tratando de chequear que absolutamente todos han terminado su cupcake… Okay, faltan James y Meerah, pero no quiero ponerme en modo alarma así que lo dejo pasar — ¿Y qué si hacemos ronda de secretos más oscuros y con cada uno, damos un trago o…? Bev… ¿Trajiste para fumar? — ella siempre tiene esas cosas a mano y jamás vienen mal — Y así le damos la bienvenida a Maeve, poniéndonos a todos en ridículo. Ya sabes, Maeve... Una entrada a lo grande a este círculo de la confianza tan variado.
Con Syv, Bev, Maeve & general
Siempre olvido lo fuerte que es esta bebida y acabo poniendo mala cara en lo que la regreso a su lugar para que el resto pueda seguir bebiendo, que estoy seguro de que unos cuantos querrá terminar pasado de copas en un rato — ¡Tengo una idea! — suelto, levantando una mano para que me presten atención. Por si las dudas, empiezo a contar parejas, tratando de chequear que absolutamente todos han terminado su cupcake… Okay, faltan James y Meerah, pero no quiero ponerme en modo alarma así que lo dejo pasar — ¿Y qué si hacemos ronda de secretos más oscuros y con cada uno, damos un trago o…? Bev… ¿Trajiste para fumar? — ella siempre tiene esas cosas a mano y jamás vienen mal — Y así le damos la bienvenida a Maeve, poniéndonos a todos en ridículo. Ya sabes, Maeve... Una entrada a lo grande a este círculo de la confianza tan variado.
Con Syv, Bev, Maeve & general
Tengo que admitirlo, si me pusiera a pensar en lo poco higiénico que es esto, ya estaría entrando en una especie de crisis. En su lugar intento verlo con humor, que se me hace bastante patético el estar comiendo de esta manera y, a pesar de que no tengo el mayor talento del mundo para esto, Sage se encarga de terminar el trabajo por mí. Apenas y me estremezco por el toque sobre mi piel, estoy más entretenida en reír suavemente por todo su aspecto — Sí que querías salvar ese muffin, eres más crema que Sage — bromeo, tratando de limpiarlo con los dedos.
Me hago la tonta y sí, por mi patinada solo bebo un traguito de la petaca que han traído y, a pesar de que apenas y he mojado mis labios, no puedo evitar poner una expresión de completo asco. Lo bueno y lo malo de todo esto es que Ken tiene una idea para hacer que Maeve se sienta más cómoda y eso hace que dé un par de rebotes en mi sitio con la punta de mis dedos — ¡Ay, sí, yo empiezo! — me aclararo la garganta, mientras trato de pensar en mi secreto más oscuro — ¡Ya sé! Una vez le copié la tarea a Madison Otterwide porque no había podido hacerla por estar muy ocupada con un acto de beneficencia y la profesora creyó que ella había sido quien se había copiado. ¡Y no hice nada para defenderla! Es que tenía una reputación que mantener y… — ya, sé que no tengo excusa, pero tampoco puedo ser perfecta. Doy un traguito y lo paso.
Con todos
Me hago la tonta y sí, por mi patinada solo bebo un traguito de la petaca que han traído y, a pesar de que apenas y he mojado mis labios, no puedo evitar poner una expresión de completo asco. Lo bueno y lo malo de todo esto es que Ken tiene una idea para hacer que Maeve se sienta más cómoda y eso hace que dé un par de rebotes en mi sitio con la punta de mis dedos — ¡Ay, sí, yo empiezo! — me aclararo la garganta, mientras trato de pensar en mi secreto más oscuro — ¡Ya sé! Una vez le copié la tarea a Madison Otterwide porque no había podido hacerla por estar muy ocupada con un acto de beneficencia y la profesora creyó que ella había sido quien se había copiado. ¡Y no hice nada para defenderla! Es que tenía una reputación que mantener y… — ya, sé que no tengo excusa, pero tampoco puedo ser perfecta. Doy un traguito y lo paso.
Con todos
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Lo golpeo con el dorso de la mano, que sorpresivamente no está manchada con nada, y frunzo la nariz cuando limpia los resquicios de comida de mi comisura. Lo peor es que inconscientemente acabo por lamer allí donde pasó, lo que me hace arrepentirme al instante y tratar de no pensar en lo que acaba de suceder. - Si eres tú el que empezó con eso de la técnica. - Es la única queja que se me ocurre en respuesta a su burla anterior. Niego con la cabeza cuando lo veo tomar nuevamente de la petaca, pero un solo vistazo alrededor me lleva a buscarla cuando noto que antes de que llegue la noche seguro terminamos todos embarrados de crema de pies a cabeza. Dudo que haya sido la idea de Hero al pedirnos que vistamos adecuadamente, pero el panorama no parecía mejorar. El primer trago lo tomo inadvertida y acabo por hacer una mueca de asco al no esperar el sabor fuerte seguida de la quemazón, el segundo es más tentativo, pero el resultado no es muy diferente que el primero. Creo que prefería los tragos de Holly que además de ser afrutados, casi no sentía el sabor a alcohol; hasta la cerveza tenía mejor sabor. - Sí, dame un segundo. - Levanto un dedo en su dirección, y tomo uno de los vasos de jugo que me voy tomando de camino al baño. El dulce del muffin, el gusto del whiskey, y lo cítrico de la fruta no eran una buena combinación, pero al menos parecía no ser tan terriblemente fuerte como el alcohol.
- Su nombre es Maeve y es de fiar. Me pudo haber delatado aquella vez que me vio en tu casa y no lo hizo así que… - Me encojo de hombros y termino el jugo justo a tiempo en el que me salpica, lo que me lleva a dejar el vaso al costado del lavabo y tomar la toalla que cuelga del barral con la cual aprovecho para limpiarme los restos que tengo en la cara. - Tilly ama la crema, así que mejor aprender a comerlos rápido o terminaré quedándome siempre sin nada. - Es una explicación tonta, simplemente el ser delicada para comer había hecho más sencilla la tarea. - Todavía tienes un poco pero… - Aprieto los labios dubitativa y al final me pongo en puntitas de pie para limpiar con ellos el pequeño rastro de crema que tiene casi al final de su mandíbula. - Creo que ahí no te queda nada. - Y me muerdo el labio inferior porque ni yo me creo lo que acabo de hacer.
___________
Con James
- Su nombre es Maeve y es de fiar. Me pudo haber delatado aquella vez que me vio en tu casa y no lo hizo así que… - Me encojo de hombros y termino el jugo justo a tiempo en el que me salpica, lo que me lleva a dejar el vaso al costado del lavabo y tomar la toalla que cuelga del barral con la cual aprovecho para limpiarme los restos que tengo en la cara. - Tilly ama la crema, así que mejor aprender a comerlos rápido o terminaré quedándome siempre sin nada. - Es una explicación tonta, simplemente el ser delicada para comer había hecho más sencilla la tarea. - Todavía tienes un poco pero… - Aprieto los labios dubitativa y al final me pongo en puntitas de pie para limpiar con ellos el pequeño rastro de crema que tiene casi al final de su mandíbula. - Creo que ahí no te queda nada. - Y me muerdo el labio inferior porque ni yo me creo lo que acabo de hacer.
___________
Con James
— Maeve. Sí. Sabía que no era Mafalda — la verdad es que ni había pensado en ella desde el incidente, lo bueno es saber que Meerah parece estar a salvo y podemos decir que sus amigos son de fiar, al menos los que han terminado dentro de este distrito y sus límites de seguridad. Si ella cree que no habrá problema, yo no voy a meterme, así que daré el tema por terminado y que sea cosa de Hero a manejar — Ah, sí, recuerdo las manías de tu hermana. Mi pelo no ha vuelto a ser el mismo desde su ataque voraz en tu cumpleaños — a pesar de mi broma, soy incapaz de recordarme que eso ha pasado hace mucho tiempo, el día en el cual yo pude escapar con una excusa ridícula y que, de alguna manera, acabó por sellar mi grado de confianza con ella. Si Meerah jamás me delató es suficiente para saber que estamos bien y que eso jamás va a ser un problema.
Tengo el impulso de limpiarme con la mano en cuanto da a entender que sigo sucio, pero no alcanzo a hacerlo ya que sus labios parecen ser mucho más rápidos. Me encuentro riendo entre dientes, quizá por los nervios causados por la sorpresa y levanto las manos, son mis dedos los que son cuidadosos de tomar su rostro para poder verla a los ojos — Si tardamos más de cinco minutos en esto de la limpieza, Hero no tardará en mandar a un grupo de seguridad a buscarnos por toda la casa — intento tomarlo como una broma, cuando los dos sabemos que la colorada es perfectamente capaz. Me olvido de ella al buscar sus labios, a los cuales ya me he acostumbrado a pesar de que me los encuentro siempre de manera clandestina, en lo que me recargo contra el lavabo para poder hacer esto de manera mucho más cómoda. Estoy pasando una mano a su cintura y busco profundizar el beso, justo cuando un ruidito hace que el corazón me salte en el lugar. No acabo de despegarme de Meerah, aún estoy respirando en su boca cuando mis ojos van hacia la puerta, de alguna manera abierta, en la cual Jared se encuentra de pie. La crema por toda su cara deja en evidencia que ha venido a hacer exactamente lo mismo que nosotros — Estábamos… — farfullo con un hilo de voz, que no tengo ninguna excusa. No es un bebé y creo que es más que obvio que aquí nadie necesitaba respiración boca a boca — No le digas a nadie… — es lo primero que sale de mi boca y, casi de inmediato, me arrepiento.
Con Meerah & Jared
Tengo el impulso de limpiarme con la mano en cuanto da a entender que sigo sucio, pero no alcanzo a hacerlo ya que sus labios parecen ser mucho más rápidos. Me encuentro riendo entre dientes, quizá por los nervios causados por la sorpresa y levanto las manos, son mis dedos los que son cuidadosos de tomar su rostro para poder verla a los ojos — Si tardamos más de cinco minutos en esto de la limpieza, Hero no tardará en mandar a un grupo de seguridad a buscarnos por toda la casa — intento tomarlo como una broma, cuando los dos sabemos que la colorada es perfectamente capaz. Me olvido de ella al buscar sus labios, a los cuales ya me he acostumbrado a pesar de que me los encuentro siempre de manera clandestina, en lo que me recargo contra el lavabo para poder hacer esto de manera mucho más cómoda. Estoy pasando una mano a su cintura y busco profundizar el beso, justo cuando un ruidito hace que el corazón me salte en el lugar. No acabo de despegarme de Meerah, aún estoy respirando en su boca cuando mis ojos van hacia la puerta, de alguna manera abierta, en la cual Jared se encuentra de pie. La crema por toda su cara deja en evidencia que ha venido a hacer exactamente lo mismo que nosotros — Estábamos… — farfullo con un hilo de voz, que no tengo ninguna excusa. No es un bebé y creo que es más que obvio que aquí nadie necesitaba respiración boca a boca — No le digas a nadie… — es lo primero que sale de mi boca y, casi de inmediato, me arrepiento.
Con Meerah & Jared
—¡Estoy bien! ¡Estoy bien!— le aseguro a Ken en lo que agito mis manos en el aire como si tratara de calmarlo, y termino pareciendo más bien un pato mojado que se sacude las alas, con la misma torpeza porque al primer paso que trato de dar, creo que me iré de frente al suelo. Lo disimulo, claro, ni siquiera se nota, que me sostengo de su hombro y así es como logro caminar de vuelta al grupo cuando… no sé si me está salvando de nuevos fallos que me suban el alcohol a la cabeza o lo está incentivando. ¿Qué es eso de los secretos oscuros? — Si comienzas, ¿no eres quien tiene que decir uno?— pregunto, que la primera voluntaria es la mismísima cumpleañera, pero su secreto se me hace más verde clarito que oscuro. Aguardo a que alguien más siga la ronda, la propia Maeve, ¿o Holly? ¿Mimi?
Estoy esperando que saquen el abanico de secretos oscuros y elijan uno que sí pueda escuchar Jared, que ya le anda coqueteando a Maeve. Cuando nadie habla, lo veo como una oportunidad de salir invicta del juego y diciendo lo que de todos modos ya no tiene sentido callar. —Pues mi secreto oscuro es precisamente con Mae— lo digo trazando un arco en el aire que termina en la chica y luego hago una mueca hacia mi novio. —Digamos que tuvimos un par de encuentros clandestinos, no se lo contamos a nadie… así que de cierta manera, ya nos conocemos, nos conocemos bastante bien— muevo mis labios hacia Ken en un: —Perdón—, ahora que ya lo saben puedo ir a abrazarla como se debe, así que lo hago y la rodeo con mis brazos en un estrujón rápido. —Me alegro que hayas venido.
Interacción con Ken & Maeve
Estoy esperando que saquen el abanico de secretos oscuros y elijan uno que sí pueda escuchar Jared, que ya le anda coqueteando a Maeve. Cuando nadie habla, lo veo como una oportunidad de salir invicta del juego y diciendo lo que de todos modos ya no tiene sentido callar. —Pues mi secreto oscuro es precisamente con Mae— lo digo trazando un arco en el aire que termina en la chica y luego hago una mueca hacia mi novio. —Digamos que tuvimos un par de encuentros clandestinos, no se lo contamos a nadie… así que de cierta manera, ya nos conocemos, nos conocemos bastante bien— muevo mis labios hacia Ken en un: —Perdón—, ahora que ya lo saben puedo ir a abrazarla como se debe, así que lo hago y la rodeo con mis brazos en un estrujón rápido. —Me alegro que hayas venido.
Interacción con Ken & Maeve
- Fue un golpe de suerte, y que literalmente pude bajarme de estas amenazas. - Le aseguro que de verdad, el comer el cupcake sin que terminase estrellado contra el piso había sido mucho más suerte que habilidad, al menos de mi parte. - ¿Porros como premio y alcohol como castigo? Si esto fuera una democracia nos ahorraríamos la guerra con una buena campaña. - Bromeo, pero si me lo ponía a pensar después de haber fumado o tomado, no me sorprendería si me encontraba pensándolo con más seriedad.
Claro que no estoy del todo cómoda con la propuesta de Ken, pero si íbamos al caso eran secretos para la recién llegada lo que importaba, ¿o no? Ya Hero me da el pie para saber que no tengo que revelar lo peor de lo peor, y opto por algo que no es tan secreto, pero que no todos conocían. Syv me gana de mano claro, y aprovecho para hacer un poco de teatro. - ¿Mi mejor amiga me engaña con mi nueva mejor amiga? No se vale, no es un secreto para ponerte en ridículo. Hero acá confesando que le arruinó el promedio a Otterwide, y tú optas por lo fácil. - Hago la que medito un poco y trato de pensar, pero no lo hago. - Supongo que si vamos a empezar esta amistad, tengo que confesar que mi historial criminal se remonta a antes de estar aliada a esta banda de rebeldes. Me buscan por fraude empresarial, y por atacar sin provocación a un funcionario público con una lapicera. Lo cual en mi opinión está mal, además de que sí tuve provocación, el hombre era tan feo que el ojo de vidrio es una mejoría.
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Con Bev, Syv, Maeve, Hero y general
Claro que no estoy del todo cómoda con la propuesta de Ken, pero si íbamos al caso eran secretos para la recién llegada lo que importaba, ¿o no? Ya Hero me da el pie para saber que no tengo que revelar lo peor de lo peor, y opto por algo que no es tan secreto, pero que no todos conocían. Syv me gana de mano claro, y aprovecho para hacer un poco de teatro. - ¿Mi mejor amiga me engaña con mi nueva mejor amiga? No se vale, no es un secreto para ponerte en ridículo. Hero acá confesando que le arruinó el promedio a Otterwide, y tú optas por lo fácil. - Hago la que medito un poco y trato de pensar, pero no lo hago. - Supongo que si vamos a empezar esta amistad, tengo que confesar que mi historial criminal se remonta a antes de estar aliada a esta banda de rebeldes. Me buscan por fraude empresarial, y por atacar sin provocación a un funcionario público con una lapicera. Lo cual en mi opinión está mal, además de que sí tuve provocación, el hombre era tan feo que el ojo de vidrio es una mejoría.
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Con Bev, Syv, Maeve, Hero y general
No me espero, de verdad no me espero este ultraje a mi persona. Estaba tratando de mostrarme agradable, darle la bienvenida como se merece, hacerle saber que me parece que tiene más estilo que el resto, ¿y me lo paga así? ¿acaso creía que ser bonita la salvaría? Pues la realidad es que sí, en realidad hasta tenía que respetar en cierta medida que decidiera llenarme la cara de crema ya que me demostraba que mi juicio no había sido errado y claramente tenía carácter. - Es más divertido para tí, pero puedo comprender el espíritu y te lo dejaré pasar en esta ocasión porque me habilita a tomar de la petaca. - Cosa que aprovecho a hacer mientras el resto está distraído y puedo tomarla cuando queda solitaria sobre la mesa. Es horrible, la realidad es que es la bebida más espantosa del planeta y no puedo creer que alguien la tome por gusto. ¿Qué tenía de malo la cerveza? Hago una mueca, chasqueo la lengua y decido que tomar uno de los dulces de chocolate es lo mejor que puedo hacer para sacarme el mal sabor.
Creo que entre el alcohol, el chocolate, el muffin y mis intentos de limpiarme la cara con la manga de mi campera hacen que todo resulte mucho peor, así que mientras que el resto ya está pensando en algún juego nuevo, decido que primero trataré de no estar tan pegajoso. Voy hacia el baño más cercano y pese a que lo que encuentro no me sorprende, no puedo evitar sonreírme cuando el pedido, casi súplica de James es que cierre la boca. - Sabes que hubiera sido más fácil el desocupar el baño y no decir nada, ¿verdad? - Que luego de que me hubiesen arruinado el juego de video en año nuevo, lo que sea que pasara entre Jim y mi prima no me tomaba ni de cerca por sorpresa. Si de verdad estaban queriendo mantenerlo en secreto, estaban haciendo un pésimo trabajo. - ¿Qué obtengo por mi silencio?
Creo que entre el alcohol, el chocolate, el muffin y mis intentos de limpiarme la cara con la manga de mi campera hacen que todo resulte mucho peor, así que mientras que el resto ya está pensando en algún juego nuevo, decido que primero trataré de no estar tan pegajoso. Voy hacia el baño más cercano y pese a que lo que encuentro no me sorprende, no puedo evitar sonreírme cuando el pedido, casi súplica de James es que cierre la boca. - Sabes que hubiera sido más fácil el desocupar el baño y no decir nada, ¿verdad? - Que luego de que me hubiesen arruinado el juego de video en año nuevo, lo que sea que pasara entre Jim y mi prima no me tomaba ni de cerca por sorpresa. Si de verdad estaban queriendo mantenerlo en secreto, estaban haciendo un pésimo trabajo. - ¿Qué obtengo por mi silencio?
Se me escapa un “ohhhh” porque esto puede ponerse muy interesante, lástima que mis amigos no hacen más que confesar un montón de cosas inocentes y Ken hasta no dice nada, solamente pasa la bola, lo que me hace creer que debe tener el secreto más oscuro de todos. Me chupeteo la crema del pulgar con toda la atención puesta en aquellos que van hablando, sin sorprenderme de absolutamente nada y, por raro que parezca, creo que me pongo un poco nerviosa. ¿Por qué? Porque estoy segura de que mis secretos más profundos no son la clase de cosas que confesaría en una fiesta. Como la gran mayoría en este lugar, he tenido un pasado del cual no estoy muy orgullosa y he hecho cosas bastante cuestionables para cualquier persona con un poco de moral, incluso por mera supervivencia. Sé que no puedo irme a lo más sucio que he hecho, que no tengo intenciones de aguar el cumpleaños.
— Veamos… — me adelanto unos cuantos pasos y le quito la petaca a Mimi de las manos. Giro sobre mis pies, pasando la mirada entre mis compañeros — Mi mayor secreto frente a la ley es el ser parte de su equipo, pero ese no cuenta. Y creo que la mayoría de ustedes saben todo de mí porque… Vamos, soy demasiado transparente — jamás me he quejado cuando me piden consejos o hacen preguntas. Muevo un poco la petaca, sintiendo como el líquido se agita en su interior y, por alguna razón, parece no bajar a pesar de que todos estamos bebiendo de ella — Mi secreto más profundo es que una vez me enamoré de un amigo y jamás se lo dije y, al final, acabó muriendo. Y como la cursi que no soy, aún guardo una bola de nieve que me dejó como regalo y solo por eso tiendo a decir que el amor es una mierda, cuando sé que no es cierto. No puedo ver seguido a Syv y creer algo así — bromeo y levanto la petaca — Feliz cumpleaños a Hero y bienvenida a Maeve. Aquí todos estamos locos, pero descubrirás que se está muy bien — para culminar, doy un trago largo, quizá demasiado largo.
Con todos
— Veamos… — me adelanto unos cuantos pasos y le quito la petaca a Mimi de las manos. Giro sobre mis pies, pasando la mirada entre mis compañeros — Mi mayor secreto frente a la ley es el ser parte de su equipo, pero ese no cuenta. Y creo que la mayoría de ustedes saben todo de mí porque… Vamos, soy demasiado transparente — jamás me he quejado cuando me piden consejos o hacen preguntas. Muevo un poco la petaca, sintiendo como el líquido se agita en su interior y, por alguna razón, parece no bajar a pesar de que todos estamos bebiendo de ella — Mi secreto más profundo es que una vez me enamoré de un amigo y jamás se lo dije y, al final, acabó muriendo. Y como la cursi que no soy, aún guardo una bola de nieve que me dejó como regalo y solo por eso tiendo a decir que el amor es una mierda, cuando sé que no es cierto. No puedo ver seguido a Syv y creer algo así — bromeo y levanto la petaca — Feliz cumpleaños a Hero y bienvenida a Maeve. Aquí todos estamos locos, pero descubrirás que se está muy bien — para culminar, doy un trago largo, quizá demasiado largo.
Con todos
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- Mi hermana es un amor. Solo que reunías las condiciones que más le gustan. Los rulos y la crema. - Que si íbamos al caso, ahora cumplía también con ambos requisitos, pero considerando lo que acabo por hacer, prefería no pensar en Tilly en ningún lado cerca de Jim. - Diría que tres, pero no me molesta arriesgar cinco. - Más que nada porque al final había cumplido con lo que todo el mundo me decía y había tratado de espaciar mis visitas y los tiempos. No es que estuviese en contra del resultado que obtenía al sentir que por fin dejaba de estar perdida en el mundo y podía respirar, pero de vez en cuando no me molestaba contener un poco la respiración.
Supongo que disimular el rubor ahora es en vano, así que llevo una mano a su nuca cuando tengo que volver a estirarme sobre mis tacos, y me aferro al borde inferior de su remera. Es más una medida de contención, que no me hacía gracia andar arrugando su traje pero... bueno nada, le quedaba bien ¿ok? Claro que no tengo tiempo a apreciar nada porque mi primo se aparece en la puerta y mi primer instinto es mirar hacia el lado contrario y refugiarme en el brazo de Jim, lo que a fin de cuentas resulta patético, pero da igual. - ¿Es normal que tema preguntar qué es lo que quieres? Siendo realistas, que simplemente pedimos discreción. - No sabía con qué podía salir Jared, y no sabía si pediría algo demasiado real, o demasiado imposible.
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Con James
Supongo que disimular el rubor ahora es en vano, así que llevo una mano a su nuca cuando tengo que volver a estirarme sobre mis tacos, y me aferro al borde inferior de su remera. Es más una medida de contención, que no me hacía gracia andar arrugando su traje pero... bueno nada, le quedaba bien ¿ok? Claro que no tengo tiempo a apreciar nada porque mi primo se aparece en la puerta y mi primer instinto es mirar hacia el lado contrario y refugiarme en el brazo de Jim, lo que a fin de cuentas resulta patético, pero da igual. - ¿Es normal que tema preguntar qué es lo que quieres? Siendo realistas, que simplemente pedimos discreción. - No sabía con qué podía salir Jared, y no sabía si pediría algo demasiado real, o demasiado imposible.
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Con James
Ah, carajo. ¿Por qué se me olvidó que Jared es justamente Jared? Creo que verle la sonrisa entre la crema es una sentencia de muerte, hasta me recuerda a ese bicho verde maligno de la película navideña en la cual se roban todos los decorados y regalos junto a un perro con cuernos. Lo primero que me nace es pasar mis brazos alrededor de Meerah a causa de la manera en la cual se oculta contra mí, como si eso fuese a funcionar de alguna manera cuando solamente nos estamos enfrentando a un diablito que tiene bien en claro lo que ha ocurrido como para ponerse a fingir demencia. Resoplo, porque no puedo creer que me están sobornando por esto. ¡Que no hicimos nada malo! ¿Qué es peor? ¿Soportar a Jared o a Hero? Mierda, es como debatirse entre desear tener viruela o herpes.
— Puedo conseguirte algunas latas de cerveza. Ya sabes, a mí me las venden, a ti no — que no es secreto que siempre anda queriendo conseguir alcohol cuando viene a nuestras juntadas y, vamos a ser sinceros, ninguno hace demasiado por contenerlo; en general estamos más ocupados en beber que en cuidarlo. Niniadis tenía que ser — Tampoco estamos pidiendo demasiado, solo que no se lo digas a nadie mientras nosotros vemos que tan malo sería que los demás lo sepan. Es como que no hay mucho que contar, de verdad — en cierto modo, no estoy mintiendo. ¿Qué voy a decirle al resto? No somos novios, no hay siquiera nada en claro como para querer compartirlo con el mundo. Lo único que ganaríamos es que Hero se ponga insoportable y que todo se malinterprete, cuando la verdad es que estamos bien sin terceros opinando sobre lo que hacemos o dejamos de hacer. ¡Todo por no querer que nadie complique algo tan simple como pasar el rato! Hay cosas que deberían ser solo de a dos.
Suelto a Meerah con una palmadita de apoyo en la cintura, así soy libre de dar los dos pasos que me separan de su primo. La altura que nos separa parece abismal, así que tengo que inclinarme un poco para estrecharle la mano para tratar de cerrar el trato — ¿Quedamos así? Te conseguiré lo que quieras durante un mes, te lo prometo. Y otra cosa… La próxima recuerda tocar la puerta cuando te encuentres en una fiesta, que con nosotros no pasa nada, pero no prometo que no encuentres a los demás en situaciones un poco más comprometedoras.
Con Jared & Meerah
— Puedo conseguirte algunas latas de cerveza. Ya sabes, a mí me las venden, a ti no — que no es secreto que siempre anda queriendo conseguir alcohol cuando viene a nuestras juntadas y, vamos a ser sinceros, ninguno hace demasiado por contenerlo; en general estamos más ocupados en beber que en cuidarlo. Niniadis tenía que ser — Tampoco estamos pidiendo demasiado, solo que no se lo digas a nadie mientras nosotros vemos que tan malo sería que los demás lo sepan. Es como que no hay mucho que contar, de verdad — en cierto modo, no estoy mintiendo. ¿Qué voy a decirle al resto? No somos novios, no hay siquiera nada en claro como para querer compartirlo con el mundo. Lo único que ganaríamos es que Hero se ponga insoportable y que todo se malinterprete, cuando la verdad es que estamos bien sin terceros opinando sobre lo que hacemos o dejamos de hacer. ¡Todo por no querer que nadie complique algo tan simple como pasar el rato! Hay cosas que deberían ser solo de a dos.
Suelto a Meerah con una palmadita de apoyo en la cintura, así soy libre de dar los dos pasos que me separan de su primo. La altura que nos separa parece abismal, así que tengo que inclinarme un poco para estrecharle la mano para tratar de cerrar el trato — ¿Quedamos así? Te conseguiré lo que quieras durante un mes, te lo prometo. Y otra cosa… La próxima recuerda tocar la puerta cuando te encuentres en una fiesta, que con nosotros no pasa nada, pero no prometo que no encuentres a los demás en situaciones un poco más comprometedoras.
Con Jared & Meerah
La pregunta de Ken me ofende, ¿acaso escucho duda?
- ¿Qué crees que estoy sosteniendo? - le digo saduciendo un poco la bolsita para que la note - Es como si no me conocieras.
Mientras escucho los secretos de Hero y Syv voy encendiendo un cigarrillo para la ronda medio escondida porque tampoco quiero ser tan obvia por si nos estan mirando los adultos, y de paso voy entregando un pedazito de hongo ya que no esta Jared.
- Supongo que el karma es jodido siendo que tu estas aquí y ella allá - le digo a Hero palmeando su hombro. El secreto de Syv no me sorprende, siempre sentí un onda bi emanando de ella, mi crush por Mimi crece un poco y Holly me hace tener lágrimas en los ojos - Okey, no se si es mucho de secreto pero fui yo quien hizo que todos se descompusieran el año pasado en la fabrica y no una bacteria en la comida, estaba probando una nueva planta y resulta que tienen más efectos negativos que positivos. Sorry - levanté las manos en rendición, no soy una persona que tenga muchos secretos pero que hubiera cometido un error en mi cocina era algo que me costaba mucho aceptar,
- ¿Qué crees que estoy sosteniendo? - le digo saduciendo un poco la bolsita para que la note - Es como si no me conocieras.
Mientras escucho los secretos de Hero y Syv voy encendiendo un cigarrillo para la ronda medio escondida porque tampoco quiero ser tan obvia por si nos estan mirando los adultos, y de paso voy entregando un pedazito de hongo ya que no esta Jared.
- Supongo que el karma es jodido siendo que tu estas aquí y ella allá - le digo a Hero palmeando su hombro. El secreto de Syv no me sorprende, siempre sentí un onda bi emanando de ella, mi crush por Mimi crece un poco y Holly me hace tener lágrimas en los ojos - Okey, no se si es mucho de secreto pero fui yo quien hizo que todos se descompusieran el año pasado en la fabrica y no una bacteria en la comida, estaba probando una nueva planta y resulta que tienen más efectos negativos que positivos. Sorry - levanté las manos en rendición, no soy una persona que tenga muchos secretos pero que hubiera cometido un error en mi cocina era algo que me costaba mucho aceptar,
La pregunta de Meerah me hace ampliar aún más mi sonrisa y decido, en ese instante, que tiene todo el derecho del mundo en considerarse mi prima. Jim en cambio, parece no conocerme lo suficiente, lo cual en cierta forma es decepcionante si consideraba la cantidad de tiempo que pasábamos en compañía mútua. - Si quieres malgastar tu dinero, allá tú. ¿Sabes lo fácil que es robarle cerveza a Ken? Primero que nada, nunca se da cuenta y segundo, es gratis. - Difícil había sido robar cosas del almacén cuando tenía nueve, o dar sorbos a las latas de papá o del tío Ben cuando se juntaban en las tardes que mamá tenía que trabajar. - Y solo para que quede claro, casi todo el mundo lo sabe. así que supongo que si no hay mucho que contar, no habrá problema con que diga que estaban en el baño ¿no? - Ni siquiera tengo que hacer el amago de salir, simplemente me quedo plantado en la puerta con la mirada más inocente que puedo poner.
- ¿Crees que tengo cinco? No sé si te han contado de la madre de Beverly, pero incluso sin Eowyn vivía en una casa pequeña con mis padres. Son jóvenes aunque ame decirle a Seth que está viejo y los he encontrado en situaciones más comprometedoras que andar metiéndose mano en un baño. - También estaba internet, cualquier juego que quisiera descargar venía acompañado de propaganda sexual, pero eso no lo digo para que Jim no trate de decir que busco porno a propósito. Ya si lo había hecho o no era otro tema. - Es divertido que creas que tienes la posibilidad de poner las condiciones. Sé lo que quiero de tí, pero de tí… - Miro a mi prima y no se me ocurre nada lo suficientemente bueno como para desaprovechar esta oportunidad. - Me conformo con un favor al que no te puedas rehusar cuando te lo pida. Tranquila, no será nada que te delate.
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Con Jim & Meerah
- ¿Crees que tengo cinco? No sé si te han contado de la madre de Beverly, pero incluso sin Eowyn vivía en una casa pequeña con mis padres. Son jóvenes aunque ame decirle a Seth que está viejo y los he encontrado en situaciones más comprometedoras que andar metiéndose mano en un baño. - También estaba internet, cualquier juego que quisiera descargar venía acompañado de propaganda sexual, pero eso no lo digo para que Jim no trate de decir que busco porno a propósito. Ya si lo había hecho o no era otro tema. - Es divertido que creas que tienes la posibilidad de poner las condiciones. Sé lo que quiero de tí, pero de tí… - Miro a mi prima y no se me ocurre nada lo suficientemente bueno como para desaprovechar esta oportunidad. - Me conformo con un favor al que no te puedas rehusar cuando te lo pida. Tranquila, no será nada que te delate.
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Con Jim & Meerah
Por alguna razón no me sorprende que sea un ladronzuelo cualquiera, o bueno tal vez uno astuto, pero hasta yo sabía que robarle a Ken una cerveza no sería muy difícil. Lo que me sorprendía es que nadie lo hubiera descubierto. - ¿Cómo que casi todo el mundo lo sabe? - Oh vamos, sabía que la señora Roddam estaba al tanto, pero por lo demás habíamos sido bastante cuidadosos. ¡Hasta me había disfrazado para ir al cine! - Si todo el mundo lo hace, técnicamente no tienes nada con lo que chantajear, ¿no?- Era mentira, estaba un noventa por ciento segura que Hero no lo sabía, lo cual seguía dejándonos en desventaja.
La realidad es que por un momento creo que al menos en algo pudo convencerlo, pero el ver que la sonrisita molesta no deja la cara del pequeño me garantiza que ese no es el caso. - ¿Un favor y nada más? - Me acerco hasta quedar a la par de James y lo medito un poco. - Siempre y cuando no sea exponerme o robar algo. - Al final me resigno, si es lo único que se le ocurría ahora tal vez y para cuando quisiera reclamar el favor ya no importara. Supongo que era más bien una cuestión de tiempo. - Un favor y no dices nada, ¿de acuerdo? - Y miro exasperada a Jim, más que nada porque no puedo creer que tengamos tan mala suerte. ¿Quién le mandaba a meter las narices donde no debía?
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Con Jared & James
La realidad es que por un momento creo que al menos en algo pudo convencerlo, pero el ver que la sonrisita molesta no deja la cara del pequeño me garantiza que ese no es el caso. - ¿Un favor y nada más? - Me acerco hasta quedar a la par de James y lo medito un poco. - Siempre y cuando no sea exponerme o robar algo. - Al final me resigno, si es lo único que se le ocurría ahora tal vez y para cuando quisiera reclamar el favor ya no importara. Supongo que era más bien una cuestión de tiempo. - Un favor y no dices nada, ¿de acuerdo? - Y miro exasperada a Jim, más que nada porque no puedo creer que tengamos tan mala suerte. ¿Quién le mandaba a meter las narices donde no debía?
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Con Jared & James
+8
Jared S. Niniadis
James G. Byrne
M. Meerah Powell
The Mighty Fall
Kyle A. Overstrand
Beverly S. Redford
Mimi J. Johnson
Hero N. Niniadis
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