Después de anoche sentía que lo mejor sería dedicarme a mi jardin por el resto del día, así que empecé a subir las escaleras después de ponerme mi conjunto de jardinera: una remera grande y comoda, un overol y zapatillas.

Supongo que podía pensar en algo de anoche y era si realmente había tenido un orgasmo o no. Me sorprendía que hasta este momento no se me hubiera ocurrido intentarlo yo misma, pero mamá dijo que sabría cuando fuera el momento y hasta ahora no había sentido necesidad de tocarme. Puedo confirmar que algo se había despertado en mí luego de anoche e iba a explorar me como era debido, tal vez incluso podría hacer un segmento de quererse a uno mismo...

Estaba tan pendiente de como podría empezar que no note a Syv sentada en el pequeño banco que había puesto al principio del improvisado invernadero, lo cual me hizo tropezar y llevarme por delante unas latas que usaba de macetas.

- Hola - saludé trantando de parecer tranquila cuando me vió, supongo que no pensaba enfrentarme tan pronto a lo que había hecho anoche, pero tal vez fuera lo mejor sacarmelo de encima como una curita - Respecto a lo que hice quiero disculparme contigo, no fuí exactamente una amiga cuando hacía apenas un día dije que lo sería y no tenía que haberme metido - creo que era mi primera vez sintiendome mal por actuar y esperaba que fuera la última porque se sentía horrible - Reaccioné mal cuando creí que estabas lastimando los sentimientos de Ken más y creí que merecías un poco de castigo - no podía mirarla a lo ojos - Obviamente se que lo quieres y puedo ver que él también te quiere mucho y por eso pensé que estaban actuando como unos tontos y vengativos, así que se me ocurrió que si te ponías celosa irias a enfrentarlo y terminarían hablando y resolviendolo o al menos quedarían en buenos terminos, conozco a Ken y cuando no enfrenta sus sentimientos terminá huyendo, al menos así fue la última vez - me atreví a mirarla - Dime que al menos lo hablaron.

Tal vez nuestra amistad no tuviera salvación siendo que terminé eligiendo a Ken cuando se redujo a eso, pero no me arrepentía justamente de aquello sino de que mi palabra fuera vista como vacía cuando realmente lo decía en serio.

Podía retrasar lo del volver al monoambiente unos minutos más, quizá unas horas, hacer el camino de la vergüenza para al final encontrarme con Mimi y Holly que me molestarían por todos esos días en lo que me pasé silenciosa y meditabunda, y aunque para mí esos días fueron tan largos como un año, sigue siendo merecido si recibo de su parte una buena reprimenda por romper y volver en nada. No es que hayamos vuelto así con todos los términos legales en regla, creo que incluso puede ser algo mucho más trascendente que simplemente decir que volvimos. Esta vez creo que pende sobre nosotros una responsabilidad mayor sobre cómo tratamos al corazón del otro, saber que algo que podamos decir o hacer puede lastimarnos más hondo que cualquier herida en la piel, nos obliga a actuar con cautela.
Coloco mi mentón sobre las rodillas levantadas hasta mi pecho para poder seguir demorándome en todo lo que ocurrió en las últimas horas y también la noche pasada, aunque la recuerde poco. En mi desvío para no volver al apartamento tan pronto acabé en una sala de la fábrica que alguien decidió transformar en un invernadero y cuando miro el sol golpeando los cristales pienso en la construcción destruida de la casa de mi abuela. Al oír la voz de Beverly me doy cuenta que enfrentarme a Mimi hubiera sido el menor de los males, si lo comparo con hablar con quién me escuchó llorar por no saber qué hacer con mis sentimientos y tras decirle que me preocuparía por mí, acabé perdiéndome en la primera esquina a oscuras con Ken.

—Pensé que ibas a estar enfadada por sacarlo de tu lado después de que lo besaras, sé que no tenía ningún derecho a hacer eso cuando fui yo quien lo dejé— sueno muy calmada al decirlo cuando entre mis últimos recuerdos de anoche, creo tener muy claro que si Bev hacía algo como sujetar a Ken en ese momento, sospecho que me iba a ir encima de ella. Ya saben, lo de que hicimos promesas de ser amigas y a la primera las rompimos por el chico en cuestión. ¿Somos débiles? Tal vez. —Entonces… ¿eso era lo que planeabas cuando lo besaste? ¿Qué nos diera oportunidad de hablar? No es que cuestione tus métodos, pero creo que metiste más lengua de la necesaria como para ayudarme a reconciliarme con Ken, solo digo…—. ¡No se lo estoy reprochando! ¡No tengo que! Pero sí que le puso mucha efusión a ese beso y no sé si quiero pasar por escenas así cada vez que me pelee con Ken, definitivamente no quiero. Tengo que tener cuidado con Bev.

Me giro para quedar de frente a ella y espero que se siente a mi lado en el suelo, en el arco de macetas colgantes que tenemos sobre nuestras cabezas. —Sí, digamos que… hablamos— contesto un poco evasiva, —hablamos mucho—. ¡Ufff, bastante! —Y no sé en qué momento paso esto de enamorarme de Ken— lo reconozco en susurros, —sé que quiero estar con él y si él también quiere, me gustaría quedarme a su lado todo el tiempo que se pueda…—. No divagaré diciendo que nos veo en un futuro con nietos, creo que pueden pasar un montón de cosas entre este momento y el futuro, una guerra en medio por cierto. —¿Y tú… que hiciste después de la fiesta? Quiero decir, ¿qué hicieron todos? ¿Simplemente se fueron? ¿Sabes qué pasó con mi hermano?—, sí, un poco tarde como para preocuparme de que llegue a salvo a casa sin Ken como perro para acompañarlo y ayudarlo a inventar excusas que convenzan a nuestros padres.

- Ken no es una cosa para reclamar porque lo dejaste - digo sonriendo a medias - Si él no hubiera querido hubiera puesto más resistencía, aunque también estaba bastante borracho.

Ella también lo parecía si mi memoría no me falla, pero es cierto que entre droga y alcohol uno es más manipulable. Creo que así empezaba la historia de mi concepción cuando mamá me la contaba...

Me quede mirandola cuando empezó a preguntar, supongo que no me entedió porque di una berborragié de palabras por lo que tendría que repetirme aunque justamente eso era lo que más verguenza me daba.

- Como dije, quería hacerte mal y puede que me haya pasado con el beso - también podía ser que me hubiera aprovechado de la oportunidad pero era Ken, ¿cuando iba a tener otra ocación? - La intensión era mostrarte que esto podía pasar y hubiera hablado contigo si cualquiera de las otras chicas les tocaba besarlo...pero cuando lo vi tan mal luego de besarte a tí me enoje - me fuí a sentar a su lado para que entendiera mi seriedad - Algo que debes saber de mí es que no importa que, Ken es alguien importante para mí, como todos los del 14, son mi familia y siempre hare lo que sea para defenderlos o ayudarlos si los veo mal, por más loco resulte mi plan - ya sea besarlos, drogarlos o hacer de celestina.

Eran lo unico que me quedaba y no importaba donde estuvieran siempre me importarian por sobre otros, ya me estaba desgarrando el no saber de Zenda, Sophie y Cale. Pero lo único que podía hacer era concentrarme en el presente y en este momento Syv me estaba hablando sobre su amor por Ken, así que le sonreí y choque hombros amistosamente.

- Me alegro de verdad por ustedes, igual no pierdas la oportunidad de trabajar en ti misma - le dije y agradezo que Noel bajo de entre las plantas colgantes a mis pies para tener algo más que fijar mi vista cuando quiso saber de mi noche, sobretodo su colita peluda siendo tan linda - Pues no me quede mucho después de que se fueron, se que terminamos todos separados en grupitos y una cosa llevo a la otra y termine con Kyle en mi cuarto - creí que mi primera vez se la estaría contando a otras personas pero había algo en Syv que me hacía sentir comoda - Y si lo hicimos - le aclaro por las dudas - La verdad tenía otra idea de lo que sería el sexo, pero no fue desagradable igualmente.

—No, precisamente, no es mi intención tratarlo como una cosa que puedo hacer a un lado y esperar que siga estando ahí para que lo tome cuando yo quiera. Eso… lo sé, está mal… creo que el alcohol me llevo a hacer cosas que estando lúcida no las hubiera hecho…— digo, temo que sea incorrecto decir que eso también nos ayudó a hablar de cómo nos sentíamos, me lo callo porque reconozco que hay otras maneras y no necesariamente debe ser la peor posible, que incluya sustancias y besarse con otras personas. —No es excusa, lo sé. Pretendo hacer las cosas un poco mejor ahora—. Porque en las buenas todos sabemos que se tiene que hacer, podría repetir máximas de lo que hace buena a una relación, y olvidarme absolutamente de todo cuando entro al torbellino de mil emociones porque algo se sale del manual que me leí.

Hablar con Beverly hace que pueda ver esto con cierta distancia, y me doy cuenta, que más allá del romanticismo de sus consejos, hay ciertas verdades ahí latiendo por debajo que nos animan a repensar nuestras acciones y el modo en que queremos a otra persona. Y yo quería querer bien a Ken, creía que lo estaba haciendo, también cuando ponía una distancia para que no sea parte mientras tuviera mis sentimientos confusos. No sé aún diferenciar cuáles son las acciones buenas que también terminan lastimando, tanto como una acción que tiene todo el propósito de hacer daño. — Valoro eso, Bev. Que seas una persona capaz de querer así a los que te rodean— me recuerda un poco al sentimiento que yo compartía con mi familia, tal vez le hablé de mis problemas de noviazgo y no me di cuenta que había de otro tipo de amor sobre el que también podría necesitar una orientación. Porque lo que siento, cada vez más marcado, es que ese sentimiento fuerte y leal que me unía a mi familia va palideciendo.

Si no hablo de ello de inmediato -vaya a saberse qué me de tanta confianza con Beverly para explayarme de estos temas, y en parte podría culpar a la selva de plantas que nos rodean, le dan a todo un tono de confidencia-, es porque lo que me cuenta me hace mirarla dos veces y, sí, deben ser las plantas porque me acerco un poco más a ella a fin de enterarme de los pormenores de lo que sucedió anoche. O no, no todos. Por favor, no todos. —Entonces… ¿te gusta Kyle?— le pregunto, la sonrisa no me cabe en la cara. —Siempre he creído en eso de que para encontrar lo que buscamos debemos apartar un poco la vista de nuestro objetivo y moverla a un lado, a veces encontramos cosas o personas impensadas…— musito. Rodeo sus hombros con mi brazo para atraerla hacia mí. —Sé que nos llevamos un par de años, pero mi primera vez no fue hace mucho. Como imaginarás, fue con Ken…— y ella lo conoce, puede hacer sus suposiciones de que también fue la primera vez de él. —Y no, la primera vez no fue tan genial como muestran en El Stand de Amortentia, ni en películas así… se parece más a La Primera Vez, esa que es con la rubia que hace muchas muecas con la cara. Pero… ¿te trato bien?— y aquí lo importante, no porque a mí me haya pasado eso de salir corriendo a comprar una pastilla, —¿se cuidó?— me preocupo en verdad.

- Y estoy segura que lo lograras, solo antes de tomar decisiones presipitadas que puedan lastimarlos a ambos ven a hablar conmigo primero - le aconsejo, realmente esperaba que no pasara porque me estaba cayendo bien y tal vez podría ser mi primera amiga mujer que no era familia - Siento que nos llevaremos bien y quien dice, puede ser que entres en mi circulo de gente por la que dejaría todo pronto - ya teníamos 3 cosas en común: se veía que era una romantica, ambas queriamos a Ken y parecía gustarle mi jardin. Prácticamente mis cosas favoritas.

Cuando preguntó por Kyle tuve que hacer un estudio interior de mis sentimientos. Mientras me relata su primera vez con Ken, que en parte me alegra que no haya sido con la vieja por la que me dejo cuando estabamos comprometidos, mi mente recoge pedazos de la noche anterior y todas las interacciones con Kyle para detallar que podría indicar un interes romantico. Pero como esta mañana solo haya comodidad y algo de ansiedad.

- Respondiendo en orden, puedo decir que me resulta atractivo y hay una química entre nosotros pero eso lo siento con casi todos a mi alrededor, ya que nadie puede evitar enamorarse un poco de mí - siento que estoy diciendo algo obvio pero tal vez deba aclararlo - Es como un talento natural, mi mamá lo tenía y claro que lo pasó a mí - muchos habían dicho que era una copía de Eowyn y siempre había sentido orgullo de eso, lo seguía teniendo - En cuanto a anoche se porto muy bien, obedeció todas las indicaciones que le dí y no fue para nada incomodo - Kyle resultó ser muy buen alumno - Y claro que nos cuidamos, desde que puedo recordar mamá me enseño lo que era un preservativo y su utilidad y nunca he estado sin uno, Arleth le enseño por miedo a la transmisión de enfermedades sexuales y habia muchos riesgos de dar a luz a otro bebe. ¿Tu te cuidaste anoche? - ahora le pregunté yo porque creo que nadie estaba listo para otro Ken.

Asiento con la barbilla, una sonrisa puesta en mis labios, al confirmarle que iré a ella cuando vuelva a necesitar de un consejo. —Eso me haría sentir muy feliz— lo confieso, de pronto me doy cuenta de lo sola que estaba en el Capitolio, cuando en el norte no he encontrado más que personas que me han hecho en su lugar en su vida. Mido mi silencio para no decir nada sobre que, pese a todos los buenos propósitos que podamos tener, no estoy segura de que seamos con Ken una pareja que pueda ajustarse a todo lo que está bien y mantenernos así, que a veces cuando ponemos tanto empeño, ¿en serio resulta? ¿Eso puede suceder? Me da un poco de miedo rozar la idea de una pareja perfecta, se parece demasiado a lo que deseaba mi madre y la vi en sus puntos más bajos, cuando ella que siempre fue una mujer tan centrada y racional, se lastimó con sus ilusiones hechas añicos. No quiero ponerme en el plan de querer hacerlo todo bien, solo que fluya. Y espero que si algún día esto termina, lo sea de una manera en la que todavía pueda abrazarlo y el cariño entre ambos siga latiendo.

La escucho a ella cuando me relata lo que fue su experiencia de la noche anterior, lo hago con mis oídos bien prestos, creo que hay una especie de confianza entre nosotras que nos hace más cercanas y lo disfruto de veras, que las plantas sean un refugio para nosotras y poder hablar de estas cuestiones. Me quedo meditabunda unos momentos mientras asimilo lo que me dice y entonces llega mi conclusión. —Kyle te gusta— lo digo, no queda dudas de que así es si tiene tan buena opinión de lo que ocurrió, y es eso, el cómo lo cuenta, como alguien que puede hablar tan claro sobre lo que revuelve mucho las emociones. —Pero no estás enamorada de él— disimulo un poco la decepción en mi voz. —Ben una vez nos había dicho que el sexo y el amor no necesariamente van de la mano, no es la única persona que lo cree. Ken tampoco lo cree o no lo creía…— alzo mi rodilla para tener donde apoyar mi mentón y me sirve también para tener algo a lo que abrazar a falta de una almohada.

—Nosotros… tomo la pastilla, desde la primera vez que lo hicimos. Hubiéramos usado un condón si lo teníamos a mano, aunque tampoco es que Ken se haya acostado con alguien más…—. ¿Cuatro días no es tiempo como para que haya querido sacarme de sus pensamientos de esa forma o sí? No sé, no quiero dudar, aunque no tenga derecho a reclamos, estoy convencida de que nada de eso pasó. Sacudo mi cabeza para que esas ideas ni siquiera se arrimen a mi mente. —Y yo no me acostaría con alguien más, claro que te besé anoche y también a Sage…— me sonrojo al recordar esa parte que mi memoria sí retuvo. —pero no creo en eso de… no puedo separar una cosa de la otra, ¿entiendes?— al decirlo suena a que me disculpo.

La escucho mientras me hace una devolución de lo que le dije y me da para pensar, nunca creí que tendría sexo sin estar enamorada, pero supongo que al final si puedo separar y no soy como las protagonistas de mis libros, me siento un poco engañada pero por otra parte soy más parecida a mamá que nunca.

- Bueno, Ben tiene razón, mamá estuvo con él, pero también con Seth y Cale. Cuando era chica creí que estaban todos enamorados, sobretodo porque vivíamos con Cale y Ben pasaba a visitar, pero mamá me explicó que el que ella tuviera sexo con un hombre no significaba que fueran pareja, aunque todos sabíamos que la verdadera pareja eran Ben y Seth - con los años lo entendí mejor y sobretodo cuando estuvo ese trió de Alice&Ben&Ava - Pero no todos son así, por ejemplo Sophie, la esposa de Seth, me dijo que nunca podría estar con alguien más cuando le pregunté como hacía para compartir a su marido con Ben, y que ella confiaba que él tampoco lo haría. Mamá decía que se estaba autoengañando, pero a mi me parecía lindo que se comprometieran a estar juntos así - le dedico una sonrisa de aliento a Syv - No eres rara por tener sexo solo con aquellos por los que estas enamorada, en este caso uno, y Ken se crío con ese ejemplo - y estuvo años enamorado de mí, pero supongo que eso no debería decirlo - Así que creo que también le interesaría tener sentimientos antes de pasar a algo físico, pero puedes besarme cuando quieras - le guiño medio en broma medio en serio, había sido un lindo beso.

Había escuchado sobre la pastilla pero al tener tan poco acceso que con suerte llegaban condones al 14 no le había dado tanta importancia.

- ¿A qué sabe? - le pregunto - Leí que te ayuda a regular la menstruación, ¿es cierto? Te presto condones para tener a mano si me enseñas sobre esta pastilla.

Mi cara debe ser de auténtico espanto cuando le pregunto. —¿Con cuál de todos los ejemplos que mencionaste dices que se crió?— le pido que me lo aclare. Habíamos quedado con él de que no necesitábamos un título para definir lo que teníamos y de pronto me siento insegura de si formaremos con Beverly un extraño trío de enamorados o si al final de todo, resultará que Kyle es el verdadero amor de Ken. Suelen decir algo sobre que las historias familiares se repiten, las personas que Bev me menciona son la familia real de Ken. Me pone un poco nerviosa porque una cosa es participar de un juego como el de la botellita y otra es que seamos parte de una dinámica en la que está permitido más de lo que creo que podría tolerar, por mucho que me simpatice Bev y también Kyle por lo poco que sé, creo que podría soportar que besen de vez en cuando a Ken, pero más que eso… no lo sé, sufrí mucho al creer que mi papá amaba a otra mujer cuando sabía que mamá lo amaba a él, ese fue el ejemplo con el que me crié yo.

—La vez pasada peleamos con Ken porque no estaba asegura de cómo sentirme respecto a alguien que quise mucho y a él que lo quiero en el presente, ahora me gustaría estar con él, convencida de que lo quiero a él. Supongo que luego veremos si funciona…—. No me gusta la palabra “funcionar”, me la escucho decir más de una vez, y no me gusta. No somos un aparato para saber si funcionaremos o no. —Si es algo que esté bien para nosotros— y si falta algo o alguien, lo que espero que no, es algo que tendremos que hablar luego para comprobar si seguimos viéndolo todo como antes, que siempre fuimos de creencias opuestas, o cambió.

Es bueno tener a alguien con quien hablarlo y que no sea tan tajante en una única opinión, a partir de su propia experiencia, como creo que le ocurre a Ben. No es mentira que Beverly parece poder entender bien los distintos tipos de amores y que de hecho comience a practicarlos. Le sonrío cuando nuestra charla pasa a convertirse en un intercambio y asiento con la barbilla. —Tendré que ir a buscarla al monoambiente de Mimi y pedirle a mi madre que mande un poco más— y así es como mi madre, obsesiva del control como ella sola, contribuye al control de natalidad en un pequeño sector del norte. —Gracias por la charla, Bev. Hablar contigo siempre me trae algo de calma, y siempre puedes hablar conmigo, ¿lo sabes, no? Tal vez no sea la mejor escuchando lo que puedas decirme de Ken, pero haré el esfuerzo por ser neutral— bromeo.

- Supongo que explique mal, con Sophie y Seth, Echo nunca permitió que mamá le diera clases a los demás chicos - y lo intentó, pero al parecer era mucha información y solo una Redford puede con ese conocimiento - Echo era una persona seria, no se cuanto te conto Ken de él, pero también era bueno y se notaba que su deseo era que Ken fuera un gran hombre, creo que estaría orgulloso de como creció y se ha tomado todo este asunto de ser un Black - al menos esperaba que así fuera.

Escucho otra vez sus dudas respecto al futuro y espero que el fantasma también asi los dejaba en paz, a menos que fuera vouyerista.

- Ya te lo dije, las relaciones son trabajo, no es cuestion de que funcionaran solo porque él es el hombre para tí y la magia hara el resto - le doy unas palmaditas en la espalda - No creo que existan las almas gemelas, pero si los sentimientos y el cariño, si trabajan en ser mejores personas alrededor de ello y creo que podran superar cualquier cosa.

Para obtener pastillas al parecer necesitaria un adulto, tal vez debería hablar con Alice o Ava sobre esto. Le sonrió a Syv por su ofrecimiento y su honestidad, si podía vernos como amigas definitivamente.

- Lo mismo digo, aunque creo que estaremos bien con respecto a Ken mientras no rompas su corazoncito de nuevo - alguien tenía que cuidar del pobre.