OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
¿Qué ficha moverás?
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Sé que es arriesgado, pero no quiero que me rastreen fácilmente en mi historial de internet y colarme entre un montón de estantes perdidos hará esta tarea un poco más sencilla. ¿Pero cuánto material escrito hay sobre los Black, que me den un panorama más completo de la situación que estamos viviendo? Sé lo básico sobre ellos, era demasiado pequeña cuando murieron como para tener una idea personal formada. Sé que James Black estaba al mando cuando murieron y que durante años ellos eran los únicos con el permiso para utilizar la magia, mientras que el resto de los magos eran excluidos como poco dignos, como gente que podía romper el equilibrio de NeoPanem. Sé que los Juegos Mágicos marcaron generaciones, que la cantidad de muertes no pueden contarse y que la guerra estalló durante años, hasta que los barrieron y no quedó ninguno, salvo los rumores sobre Stephanie Black. Y ahora, Kendrick.
No sé cómo sentirme al respecto todavía, no cuando he aceptado ayudar a mis amigos incluso sin saber muy bien en qué me estaba metiendo en un principio. Tampoco puedo ver en ese muchacho a la amenaza que todos están visualizando, creo que es más un nombre y una idea que un cuerpo con peso. Para mí, Kendrick es solo el chico que no sabe beber, que aparentemente está con una chica muy tranquila, que es amigo de mis amigos. ¿Cómo es posible que sea una amenaza nacional? ¿Y cómo podré hacerme una idea de lo que estoy haciendo, si solo me quedo con lo que he visto? Por eso mismo estoy aquí, con mis dedos revoloteando entre los libros de historia, buscando datos recientes sobre una familia que todos los documentos catalogan como “una panda de tiranos”. Hay que decirlo, las fotografías los muestran como personas atractivas, pero intimidantes. No sé si me hubiera gustado estar en la misma habitación con algunos de ellos.
En la seguridad de mi frío pasillo, puedo oír los pasos que se acercan y que me hacen levantar la vista. No pienso demasiado cuando cierro el libro atropelladamente y comienzo a apilar los que he tomado para llevarlos a un sitio donde pueda sentarme, los aprieto entre mis brazos y avanzo decididamente hasta que, mala mía, choco contra la persona que interrumpe mi paz. Aunque me quejo por el sobresalto y porque el movimiento hace que una de las cubiertas me dé en la nariz, mis ojos rápidamente fulminan el rostro que, vaya, siempre aparece cuando no me lo espero — ¿Acaso me estás siguiendo o aquí dan galletas de perros gratuitas? — estiro el cuello para poder verlo mejor, arqueando mis cejas de manera tal que mi piel se queda casi sin líneas de expresión — ¿Qué haces en la biblioteca? No te hacía alguien amante de la literatura — solo espero que no estemos en la misma sección por el mismo motivo, aunque honestamente lo dudo mucho.
No sé cómo sentirme al respecto todavía, no cuando he aceptado ayudar a mis amigos incluso sin saber muy bien en qué me estaba metiendo en un principio. Tampoco puedo ver en ese muchacho a la amenaza que todos están visualizando, creo que es más un nombre y una idea que un cuerpo con peso. Para mí, Kendrick es solo el chico que no sabe beber, que aparentemente está con una chica muy tranquila, que es amigo de mis amigos. ¿Cómo es posible que sea una amenaza nacional? ¿Y cómo podré hacerme una idea de lo que estoy haciendo, si solo me quedo con lo que he visto? Por eso mismo estoy aquí, con mis dedos revoloteando entre los libros de historia, buscando datos recientes sobre una familia que todos los documentos catalogan como “una panda de tiranos”. Hay que decirlo, las fotografías los muestran como personas atractivas, pero intimidantes. No sé si me hubiera gustado estar en la misma habitación con algunos de ellos.
En la seguridad de mi frío pasillo, puedo oír los pasos que se acercan y que me hacen levantar la vista. No pienso demasiado cuando cierro el libro atropelladamente y comienzo a apilar los que he tomado para llevarlos a un sitio donde pueda sentarme, los aprieto entre mis brazos y avanzo decididamente hasta que, mala mía, choco contra la persona que interrumpe mi paz. Aunque me quejo por el sobresalto y porque el movimiento hace que una de las cubiertas me dé en la nariz, mis ojos rápidamente fulminan el rostro que, vaya, siempre aparece cuando no me lo espero — ¿Acaso me estás siguiendo o aquí dan galletas de perros gratuitas? — estiro el cuello para poder verlo mejor, arqueando mis cejas de manera tal que mi piel se queda casi sin líneas de expresión — ¿Qué haces en la biblioteca? No te hacía alguien amante de la literatura — solo espero que no estemos en la misma sección por el mismo motivo, aunque honestamente lo dudo mucho.
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Mirá que pasé situaciones estresantes en mi vida... Hubo una vez en la que no podía pegar un ojo porque me dijeron que había una víbora gigante come humanos que andaba por la zona del Amazonas en la que estaba en ese momento, fue horrible ¡Horrible! Pero me las arreglé para sobrevivir la noche y correr al día siguiente. Igualmente si me moría en ese momento nadie se iba a enterar, tampoco nadie se iba a reír ni nada por el estilo, cosa que sí puede pasar si me va mal en el examen de verano que tengo mañana. No es el primero, pero los de las otras materias fueron escritos así que pude controlar los nervios. Ahora tengo que enfrentarme a tres tipos que van a decidir si sé suficiente historia como para arrancar tercer curso siendo que tuve que estudiar todo en un mes ¡Un mes! Estudié todos lo días pero... No parece suficiente.
Al menos en la biblioteca me concentro mejor, si me agarra sueño la culpa no me deja dormir y con eso sigo leyendo las pilas y pilas de libros que debo memorizar. En realidad a ésta altura ya leí la mayoría, pero me faltan ciertos detalles que seguro me preguntan ¡Los Black! ¿Cómo pude dejar la historia de los Black para el final? Pero hay cosas que no entiendo, como por ejemplo... ¿Por qué demonios no dejaban que los demás magos usen su magia? ¿Estaban locos o hay una explicación que se me está pasando?
Mastico las galletitas que tengo en la boca mientras miro la estantería de libros buscando uno que me dé la respuesta. Estoy entre tres, pero se ven demasiado largos como para leerlos en una tarde. Debería preguntar a la bibliotecaria para... - ¡Holly! - exclamo cuando la chica me choca y da con todos sus libros - ¿Gratuitas? Ya quisiera, cuatro galeones - me quejo con una mueca - Aminoff necesita poner un programa de precios cuidados como... - me interrumpo pues no hace falta estar escupiendo todo lo que estudié éstos días - No importa.
Sé que tiene más fuerza que yo, aunque no voy a adminirlo en voz alta, pero de todas formas agarro algunos de los libros que tiene sobre la pila para que esté más cómoda y los meto debajo de mi brazo - Estoy estudiando, mañana rindo el equivalente de historia para arrancar el tercer curso en agosto - comento rascándome la nuca un poco avergonzado, sé que me va a hacer bullying por eso, lo sé, algo así como... Un momento ¿Cómo es que no sabe que estoy estudiando? - ¿AÚN NO LEÍSTE EL PERMISO QUE PEDÍ EN EL ESCUADRÓN PARA ESTUDIAR? ¡HOLLY! - se me escapa con un poco de desesperación y solo caigo en la cuenta de lo alto que he hablado cuando un libro volador llega de quién sabe dónde y me da en la nuca como regaño - ¡Lo necesito para arrancar! Me tienen que autorizar los horarios especiales, librarme de las guardias y... Eres una terrible secretaria.
Al menos en la biblioteca me concentro mejor, si me agarra sueño la culpa no me deja dormir y con eso sigo leyendo las pilas y pilas de libros que debo memorizar. En realidad a ésta altura ya leí la mayoría, pero me faltan ciertos detalles que seguro me preguntan ¡Los Black! ¿Cómo pude dejar la historia de los Black para el final? Pero hay cosas que no entiendo, como por ejemplo... ¿Por qué demonios no dejaban que los demás magos usen su magia? ¿Estaban locos o hay una explicación que se me está pasando?
Mastico las galletitas que tengo en la boca mientras miro la estantería de libros buscando uno que me dé la respuesta. Estoy entre tres, pero se ven demasiado largos como para leerlos en una tarde. Debería preguntar a la bibliotecaria para... - ¡Holly! - exclamo cuando la chica me choca y da con todos sus libros - ¿Gratuitas? Ya quisiera, cuatro galeones - me quejo con una mueca - Aminoff necesita poner un programa de precios cuidados como... - me interrumpo pues no hace falta estar escupiendo todo lo que estudié éstos días - No importa.
Sé que tiene más fuerza que yo, aunque no voy a adminirlo en voz alta, pero de todas formas agarro algunos de los libros que tiene sobre la pila para que esté más cómoda y los meto debajo de mi brazo - Estoy estudiando, mañana rindo el equivalente de historia para arrancar el tercer curso en agosto - comento rascándome la nuca un poco avergonzado, sé que me va a hacer bullying por eso, lo sé, algo así como... Un momento ¿Cómo es que no sabe que estoy estudiando? - ¿AÚN NO LEÍSTE EL PERMISO QUE PEDÍ EN EL ESCUADRÓN PARA ESTUDIAR? ¡HOLLY! - se me escapa con un poco de desesperación y solo caigo en la cuenta de lo alto que he hablado cuando un libro volador llega de quién sabe dónde y me da en la nuca como regaño - ¡Lo necesito para arrancar! Me tienen que autorizar los horarios especiales, librarme de las guardias y... Eres una terrible secretaria.
¿De verdad estaba comiendo galletas para perro o me está tomando el pelo? Ni siquiera le contesto, tengo las cejas arqueadas hacia arriba en espera de que termine con su parloteo innecesario, aunque quiero reprochar cuando empieza a ayudarme con los libros — Puedo sola… — mascullo débilmente, no hay molestia en mi voz pero sí la cautela necesaria que me traiciona, porque el factor de que se dé cuenta de lo que me ha traído a la biblioteca me pone un poco paranoica. Bien podría estar investigando para tener una opinión sobre la situación actual, él no tiene por qué saber sobre las personas con las cuales me he estado topando, ¿no?
Digamos que le presto atención a lo que me está diciendo y no estoy buscando una salida con la vista, de la manera más disimulada que soy capaz y que incluye asentir un par de veces con la cabeza para darle a entender que lo estoy escuchando. Mala suerte para mí, su griterío me regresa a su persona con un sobresalto y tengo que dar las gracias a quien sea que lo haya golpeado, porque por poco le lanzo uno de mis libros — ¿Disculpa? — por el tono de mi voz, es obvio que lo estoy retando a que repita eso. Hasta creo sentir un chispazo en mis ojos — No tienes ni idea de la cantidad de papeleo que estoy recibiendo estas semanas. Resulta que muchos de los que aún quedaban en el norte han decidido que es hora de aceptar la oferta del presidente y han decidido mudarse, considerando lo inestable de la situación norteña. Sí, Spinetta, he estado muy al tanto de tus permisos — quizá, si me lo hubiera recordado de una manera menos juzgadora.
— Además, tengo muchas cosas en la cabeza. Si necesitas de mí, deberás tener algo de paciencia o pedirle a Johanna Colfer que lo haga. No soy la única en esa oficina — me adelanto a sus pasos para ir en busca de una de las mesas solitarias, en ese rincón al cual casi nadie se acerca hoy en día; no es como que las bibliotecas fuesen un sitio popular en los tiempos que corren — ¿Qué curso harás, el de defensa? ¿Las clases no comienzan en septiembre? — acomodo algunos de los libros y, ya con las manos libres, le quito los que ha tomado para tener mi colección segura — Puedo sola desde aquí — por la manera en que le miro, es obvio que estoy invitando a su retirada.
Digamos que le presto atención a lo que me está diciendo y no estoy buscando una salida con la vista, de la manera más disimulada que soy capaz y que incluye asentir un par de veces con la cabeza para darle a entender que lo estoy escuchando. Mala suerte para mí, su griterío me regresa a su persona con un sobresalto y tengo que dar las gracias a quien sea que lo haya golpeado, porque por poco le lanzo uno de mis libros — ¿Disculpa? — por el tono de mi voz, es obvio que lo estoy retando a que repita eso. Hasta creo sentir un chispazo en mis ojos — No tienes ni idea de la cantidad de papeleo que estoy recibiendo estas semanas. Resulta que muchos de los que aún quedaban en el norte han decidido que es hora de aceptar la oferta del presidente y han decidido mudarse, considerando lo inestable de la situación norteña. Sí, Spinetta, he estado muy al tanto de tus permisos — quizá, si me lo hubiera recordado de una manera menos juzgadora.
— Además, tengo muchas cosas en la cabeza. Si necesitas de mí, deberás tener algo de paciencia o pedirle a Johanna Colfer que lo haga. No soy la única en esa oficina — me adelanto a sus pasos para ir en busca de una de las mesas solitarias, en ese rincón al cual casi nadie se acerca hoy en día; no es como que las bibliotecas fuesen un sitio popular en los tiempos que corren — ¿Qué curso harás, el de defensa? ¿Las clases no comienzan en septiembre? — acomodo algunos de los libros y, ya con las manos libres, le quito los que ha tomado para tener mi colección segura — Puedo sola desde aquí — por la manera en que le miro, es obvio que estoy invitando a su retirada.
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Ya, ya, todo bien con los norteños que ahora quieren vivir la buena vida pero ¿No tengo prioridad por haber venido antes y ofrecido mi lealtad? Que no me vengan con chamuyos que todos esos seguramente vienen todos cagados por el mensajito que mandó Kendrick Black. Entiendo que para ellos probablemente es un asunto de vida o muerte mudarse por los levantamientos y todo eso pero ¿Realmente se puede confiar en personas que esperaron hasta el último minuto? Y de ser así... ¿Ellos tolerarán los modos que tiene el ministerio de trabajar? Porque a mí me está constando y ya era conciente, no me quiero imaginar ellos cuando se enteren.
- Es urgente, Holly - pido luego con mis mejores ojos de cachorro, me salen de maravilla, no hay persona en el mundo que se resista - ¿Johana Colfer? ¿Hay otra secretaria? - pregunto bastante extrañado mientras tomo una galleta de mi bolsillo para llevármela a la boca. Después voy a ir a comprar otras, aunque la máquina me coma otros cuatro galeones - Llámame cursi pero cuando entro allí solo te veo a tí, por el yuyu de veela, tú sabes - agrego encogiéndome de hombros.
Cuando me saca los libros frunzo el ceño pero el movimiento me alcanza para ver la portada del que tiene arriba de todo ¡Ese me sirve! ¿Qué hace ella estudiando esas cosas? ¿No debería ser una experta por el curso en el que está? - Empezaré en ciencias, no te burles - respondo y agrego la advertencia lo más rápido que puedo con un dedo en alto - Arranco en agosto con unos cursos especiales, para sumar créditos con lo que de verdad me gusta antes de que me pongan a aprender matemáticas y esas cosas difíciles...
- Mirá vos, che - respondo cuando claramente me quiere mandar a volar - Necesito ese libro que tienes ahí, estoy estudiando sobre los Black y me vendría bien algo no tan extenso.
- Es urgente, Holly - pido luego con mis mejores ojos de cachorro, me salen de maravilla, no hay persona en el mundo que se resista - ¿Johana Colfer? ¿Hay otra secretaria? - pregunto bastante extrañado mientras tomo una galleta de mi bolsillo para llevármela a la boca. Después voy a ir a comprar otras, aunque la máquina me coma otros cuatro galeones - Llámame cursi pero cuando entro allí solo te veo a tí, por el yuyu de veela, tú sabes - agrego encogiéndome de hombros.
Cuando me saca los libros frunzo el ceño pero el movimiento me alcanza para ver la portada del que tiene arriba de todo ¡Ese me sirve! ¿Qué hace ella estudiando esas cosas? ¿No debería ser una experta por el curso en el que está? - Empezaré en ciencias, no te burles - respondo y agrego la advertencia lo más rápido que puedo con un dedo en alto - Arranco en agosto con unos cursos especiales, para sumar créditos con lo que de verdad me gusta antes de que me pongan a aprender matemáticas y esas cosas difíciles...
- Mirá vos, che - respondo cuando claramente me quiere mandar a volar - Necesito ese libro que tienes ahí, estoy estudiando sobre los Black y me vendría bien algo no tan extenso.
¿Me está hablando en serio? Tengo que prensar mis labios para no reírme de él, incluso cuando por un momento encuentro todo esto tan ridículo que ni siquiera viene con intenciones de maldad — Por muy halagador que resulte tu comentario sobre mi condición y lo cursi que puedes llegar a ser, sí, hay otras secretarias en el Ministerio de Magia. Verás, resulta que hay un montón de cubículos ocupados por ellas porque alguien tiene que hacerse cargo del papeleo en un lugar tan grande como el Departamento de Justicia. ¿No lo crees? — que si yo tuviera que manejar las peticiones de la mitad de los ciudadanos de NeoPanem por mi propia cuenta, ya habría enloquecido y posiblemente renunciado.
Me llevo una mano al pecho que remarca que soy víctima de su prejuicio a mis comentarios, no me esperaba que alguien como él estuviera apuntando a otro tipo de cosas. Las leyes de Magnar son complicadas de seguir, se supone que nos dio la libertad de sumarnos a su sociedad pero, aún así, todo el mundo espera que cumplamos con nuestro deber para con el ciudadano común y corriente. Yo no seré carne de cañón para su estúpida guerra, eso debería quedar en claro desde ya — Mientras no hagas explotar el Royal… — me encojo de hombros. Allá él.
No soy ignorante al hecho de que me congelo en mi sitio cuando, en definitiva, se ha fijado en lo que estoy dispuesta a leer. A pesar de que no respondo de inmediato, mis músculos reciben la orden de tomar asiento con sumo cuidado y mis dedos golpetean suavemente la cubierta — ¿De qué te sirve la historia de los Black cuando estás estudiando exactas? — no es una pregunta inválida, a decir verdad. Mis ojos lo observan de soslayo en lo que me mastico los labios — Tengo que preparar unos cuantos trabajos de verano y he decidido tomar la situación actual del país para ahondar en los derechos que nos fueron entregados gracias a los Niniadis y el presidente actual — suena a una mentira convincente, creo que he engañado tanto en los últimos años que no vacilo ni un segundo. Enderezo un poco mi espalda, abro el libro y paso algunas hojas con suma calma — ¿Qué opinas de las revueltas? — hasta sueno inocente cuando me llevo el pelo detrás de la oreja y levanto una mirada de cachorro hacia él, torciendo los labios en una mueca tan naif que siempre funciona cuando busco respuestas honestas.
Me llevo una mano al pecho que remarca que soy víctima de su prejuicio a mis comentarios, no me esperaba que alguien como él estuviera apuntando a otro tipo de cosas. Las leyes de Magnar son complicadas de seguir, se supone que nos dio la libertad de sumarnos a su sociedad pero, aún así, todo el mundo espera que cumplamos con nuestro deber para con el ciudadano común y corriente. Yo no seré carne de cañón para su estúpida guerra, eso debería quedar en claro desde ya — Mientras no hagas explotar el Royal… — me encojo de hombros. Allá él.
No soy ignorante al hecho de que me congelo en mi sitio cuando, en definitiva, se ha fijado en lo que estoy dispuesta a leer. A pesar de que no respondo de inmediato, mis músculos reciben la orden de tomar asiento con sumo cuidado y mis dedos golpetean suavemente la cubierta — ¿De qué te sirve la historia de los Black cuando estás estudiando exactas? — no es una pregunta inválida, a decir verdad. Mis ojos lo observan de soslayo en lo que me mastico los labios — Tengo que preparar unos cuantos trabajos de verano y he decidido tomar la situación actual del país para ahondar en los derechos que nos fueron entregados gracias a los Niniadis y el presidente actual — suena a una mentira convincente, creo que he engañado tanto en los últimos años que no vacilo ni un segundo. Enderezo un poco mi espalda, abro el libro y paso algunas hojas con suma calma — ¿Qué opinas de las revueltas? — hasta sueno inocente cuando me llevo el pelo detrás de la oreja y levanto una mirada de cachorro hacia él, torciendo los labios en una mueca tan naif que siempre funciona cuando busco respuestas honestas.
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Me encojo de hombros porque la verdad es que no lo pensé mucho. El departamento de justicia debe ser de los más complicados, sí, porque buscar una excusa legal para matar a la gente no puede estar sobre una sola cabeza así que supongo que comprendo lo que dice. Pero de todas formas hablo en serio, el ministerio es demasiado grande y aterrador para fijarse en todos los detalles, así que prefiero concentrarme en aquellos que me interesan o que necesito para algo, como por ejemplo el baño, la máquina de golosinas, la oficina de jefes de seguridad y Holly.
- No puedo prometer nada - respondo entre risas porque la verdad es que no tengo idea de en lo que me estoy metiendo. Lo que quiero es arreglar coches, por ahí escobas y también inventar una que otra cosita que haga que éstas dos cosas mejoren su rendimiento. No sé si para eso voy a tener que aprender química o algo que tenga que ver con los explosivos, pero estoy preparado mentalmente para enfrentarlo de ser el caso. La verdad es que ni siquiera me fijé en el programa más allá de los dos meses, un problema a la vez.
- Bueno... Considerando que no voy a la escuela desde que tengo 13 años, digamos que la saqué barata rindiendo exámenes un verano para poder entrar al tercer curso - y ni siquiera era una escuela, sino más bien un pedazo de cueva en dónde alguien que estaba lo suficientemente al pedo nos explicaba una que otra cosa que consideraba importante, de lo cual no recuerdo nada - Son "equivalentes" o algo así - para que los burros como yo no tengamos que estar cursando con nenes de 15 años.
Me sorprende un poco que comparta lo que ella está estudiando, siendo que jamás comparte nada, así que solo escucho en silencio y tomo asiento para volver a mi estudio. Hasta que llega una pregunta y menos mal que ya tragué las galletas porque sino me habría atragantado. La observo en silencio sin responder, esperando que pueda leerme la mente de alguna forma pero las veelas no hacen eso ¿O sí? - Creo que todo el mundo tiene un límite y supongo que las personas de los distritos reunieron suficientes motivos para levantarse - respondo en voz baja, no es algo que pueda escuchar cualquiera - Lo que no quiere decir que esté bien... Hay otras maneras de protestar aunque supongo que si recurrieron a eso es porque el gobierno no los escucha así que... No depende de mí juzgar de todas formas, yo solo estoy para poner orden cuando me lo piden.
- No puedo prometer nada - respondo entre risas porque la verdad es que no tengo idea de en lo que me estoy metiendo. Lo que quiero es arreglar coches, por ahí escobas y también inventar una que otra cosita que haga que éstas dos cosas mejoren su rendimiento. No sé si para eso voy a tener que aprender química o algo que tenga que ver con los explosivos, pero estoy preparado mentalmente para enfrentarlo de ser el caso. La verdad es que ni siquiera me fijé en el programa más allá de los dos meses, un problema a la vez.
- Bueno... Considerando que no voy a la escuela desde que tengo 13 años, digamos que la saqué barata rindiendo exámenes un verano para poder entrar al tercer curso - y ni siquiera era una escuela, sino más bien un pedazo de cueva en dónde alguien que estaba lo suficientemente al pedo nos explicaba una que otra cosa que consideraba importante, de lo cual no recuerdo nada - Son "equivalentes" o algo así - para que los burros como yo no tengamos que estar cursando con nenes de 15 años.
Me sorprende un poco que comparta lo que ella está estudiando, siendo que jamás comparte nada, así que solo escucho en silencio y tomo asiento para volver a mi estudio. Hasta que llega una pregunta y menos mal que ya tragué las galletas porque sino me habría atragantado. La observo en silencio sin responder, esperando que pueda leerme la mente de alguna forma pero las veelas no hacen eso ¿O sí? - Creo que todo el mundo tiene un límite y supongo que las personas de los distritos reunieron suficientes motivos para levantarse - respondo en voz baja, no es algo que pueda escuchar cualquiera - Lo que no quiere decir que esté bien... Hay otras maneras de protestar aunque supongo que si recurrieron a eso es porque el gobierno no los escucha así que... No depende de mí juzgar de todas formas, yo solo estoy para poner orden cuando me lo piden.
Voy a ser sincera, la vida pasada de estas personas no me importa, ni tampoco de dónde vinieron. Mis ojos buscan algo en sus rasgos en lo que me cuenta vagamente de su pasado, de su incapacidad de ir a una escuela como todos los demás, cuando no es el único que fue empujado por las leyes de obtener una educación como Dios manda. No voy a darle mucha importancia, tampoco me voy a poner a competir con él hablando de lo que yo hice o dejé de hacer en el pasado — La historia sobre los Black no es tan complicada, en eso también tienes suerte. Al menos, la que se ve en la escuela. Los detalles escabrosos son algo fuera de los exámenes — no soy una experta en clases, pero todos conocemos las versiones recortadas que los Niniadis han puesto como aceptables.
Lo que no me espero es que no se vea enfadado con la gente que ha decidido levantarse, al menos como he visto a muchos en el ministerio. Es normal que la clase privilegiada reproche contra las minorías, esas que se pusieron a sacudir el mundo cuando encontraron una excusa. No quiero decirle en toda la cara que se me hace alguien con poca actitud o personalidad, pero el modo que tienen de entornarse mis ojos debe decir por su cuenta lo que pasa por mi mente — ¿Haces tu trabajo solo porque te dicen que lo hagas? ¿No quisiste hacer otra cosa cuando te dieron la oportunidad de entrar al ministerio? — sé que Magnar tenía una idea planeada para todos nosotros, pero tampoco era una obligación sumarse a sus trabajos. Nosotros estamos dónde estamos porque nos dieron la libertad de elegir.
— A veces está bueno pensar por nuestra cuenta y actuar en base a ello. ¿Qué te gustaría ser si no estuvieras metido con el escuadrón? No pienses en tu licantropía, solo toma cualquier cosa — paso un par de páginas hasta que doy con lo que estaba buscando: la redacción completa del asesinato y caída de los Black. La fotografía de sus últimos momentos saluda desde una de las páginas, muestra a una Stephanie Black vestida de novia junto a su en ese entonces esposo, Dexter Metzger. El resto de la familia completa la imagen, después de los votos, antes de la recepción que los mató a todos. ¿Quién diría que no tardarían en caer como moscas? Por obviedad, no hay rastros de Cordelia Collingwood, incluso cuando se la menciona en otros artículos sobre diferentes eventos públicos al cual había asistido de la mano de su prometido — Gente como ellos son las que no tienen opción — explico, señalando la foto con uno de mis dedos y dándole un golpeteo suave.
Lo que no me espero es que no se vea enfadado con la gente que ha decidido levantarse, al menos como he visto a muchos en el ministerio. Es normal que la clase privilegiada reproche contra las minorías, esas que se pusieron a sacudir el mundo cuando encontraron una excusa. No quiero decirle en toda la cara que se me hace alguien con poca actitud o personalidad, pero el modo que tienen de entornarse mis ojos debe decir por su cuenta lo que pasa por mi mente — ¿Haces tu trabajo solo porque te dicen que lo hagas? ¿No quisiste hacer otra cosa cuando te dieron la oportunidad de entrar al ministerio? — sé que Magnar tenía una idea planeada para todos nosotros, pero tampoco era una obligación sumarse a sus trabajos. Nosotros estamos dónde estamos porque nos dieron la libertad de elegir.
— A veces está bueno pensar por nuestra cuenta y actuar en base a ello. ¿Qué te gustaría ser si no estuvieras metido con el escuadrón? No pienses en tu licantropía, solo toma cualquier cosa — paso un par de páginas hasta que doy con lo que estaba buscando: la redacción completa del asesinato y caída de los Black. La fotografía de sus últimos momentos saluda desde una de las páginas, muestra a una Stephanie Black vestida de novia junto a su en ese entonces esposo, Dexter Metzger. El resto de la familia completa la imagen, después de los votos, antes de la recepción que los mató a todos. ¿Quién diría que no tardarían en caer como moscas? Por obviedad, no hay rastros de Cordelia Collingwood, incluso cuando se la menciona en otros artículos sobre diferentes eventos públicos al cual había asistido de la mano de su prometido — Gente como ellos son las que no tienen opción — explico, señalando la foto con uno de mis dedos y dándole un golpeteo suave.
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Asiento y la verdad es que me saca un peso de encima si no tengo que estudiar los detalles. No tengo ganas de desaprobar, mucho menos de tener que esperar otro año para poder estudiar ya que eso solo me alejaría de mi objetivo de ser mecánico... Es curioso como hace pocos meses no tenía idea de qué quería hacer y ahora no imagino el futuro de otra forma. Es mejor, es lo correcto. Así no tendría que cargar con la culpa de hacer cosas tan horribles para el ministerio ni tampoco tendría el sentimiento de deuda que me genera Magnar Aminoff. Porque el título voy a conseguírmelo solito, él no me va a ayudar en nada.
- Tú estás sola, yo sobreviví porque tengo una manada, Holly - explico pues no espero que entienda lo que es tener una familia como la mía. Así como a Magnar le debo mis derechos, a Becca le debo años de protección y cariño, y a Val y Diego les debo miles de galeones en comida. Todos me ayudaron a salir adelante cuando no tenía techo sobre mi cabeza ni sabía como pedir limosna en inglés. No podía simplemente abandonarlos y elegir otro camino, no sin saldar mi deuda - Estoy haciendo algo más ahora ¿No? - remarco con las cejas en alto.
Apoyo mi mentón en la mano mientras miro las imágenes que me muestra. Leí sobre ese día y me pareció más sacado de una peli que de la realidad ¿Qué cabeza retorcida hace eso en un casorio? Ah, ya sé quién - Tuvieron la oportunidad de elegir en múltiples ocasiones y esas elecciones los llevaron allí - respondo tras unos cuántos segundos de silencio, raro en mí - Las decisiones no tienen que tomarse en momentos de vida o muerte... Por ejemplo, vine aquí a hacer mi trabajo y ahora, luego de mucho pensarlo, creo que voy a ser feliz siendo mecánico - pero no puedo controlar el destino así que ¿Quién sabe? Por ahí me envenenan la comida cuando vaya a comer a algún restaurante - Así que voy a hacer una transición gradual, sin escándalos ni portazos - finalizo mi idea - Pero al parecer en éste país todos toman sus decisiones con fuegos artificiales y un concierto de muerte de fondo - bromeo.
- Tú estás sola, yo sobreviví porque tengo una manada, Holly - explico pues no espero que entienda lo que es tener una familia como la mía. Así como a Magnar le debo mis derechos, a Becca le debo años de protección y cariño, y a Val y Diego les debo miles de galeones en comida. Todos me ayudaron a salir adelante cuando no tenía techo sobre mi cabeza ni sabía como pedir limosna en inglés. No podía simplemente abandonarlos y elegir otro camino, no sin saldar mi deuda - Estoy haciendo algo más ahora ¿No? - remarco con las cejas en alto.
Apoyo mi mentón en la mano mientras miro las imágenes que me muestra. Leí sobre ese día y me pareció más sacado de una peli que de la realidad ¿Qué cabeza retorcida hace eso en un casorio? Ah, ya sé quién - Tuvieron la oportunidad de elegir en múltiples ocasiones y esas elecciones los llevaron allí - respondo tras unos cuántos segundos de silencio, raro en mí - Las decisiones no tienen que tomarse en momentos de vida o muerte... Por ejemplo, vine aquí a hacer mi trabajo y ahora, luego de mucho pensarlo, creo que voy a ser feliz siendo mecánico - pero no puedo controlar el destino así que ¿Quién sabe? Por ahí me envenenan la comida cuando vaya a comer a algún restaurante - Así que voy a hacer una transición gradual, sin escándalos ni portazos - finalizo mi idea - Pero al parecer en éste país todos toman sus decisiones con fuegos artificiales y un concierto de muerte de fondo - bromeo.
¿Debe ofenderme que remarque mi soledad o lo tomo como lo que es, la simple verdad? Solo prenso los labios, mis ojos se mueven por su rostro y, por noble que sea el querer mantenerse con alguien debido a lo que han hecho por ti, siempre voy a apreciar la individualidad en las personas. Me encojo de hombros, supongo que sí está haciendo algo diferente al ponerse a estudiar, pero mientras tanto seguirá siendo lo que la nueva sociedad le ha dicho que sea: un arma para intimidar a los demás, una que utilizará sus sentidos agudos para perseguir a personas que están más cerca de lo que cree. ¿Qué hubiera pasado si, en lugar de cruzanos esa noche con David, hubiera sido en la salida que acabó con Santiago ebrio la que me crucé con Kendrick Black y Synnove? ¿Todo esto se habría acabado más rápido?
Sonrío, con algo de gracia porque su forma de verlo es demasiado ideal, casi que hasta inocente — ¿Eso crees? Porque no creo que nadie que nazca con una corona sobre la cabeza tenga una opción. Siempre debes guiarte por lo que tu familia dice, por lo que el resto espera de ti. Por ejemplo, hipotéticamente hablando, Orion Black jamás podría haber rechazado los ideales de su padre, porque esos eran una base fundamental de su sistema. Pero claro… tú ahora puedes elegir ser mecánico… ahora — le remarco, alzando una ceja en espera de que comprenda mi punto.
Es verdad que en NeoPanem todo es de un dramatismo absoluto, resoplo con obvia frustración al tema y vuelvo a acercar el libro hacia mí — Creo que es contagioso. Nadie se calma porque el entorno está alterado. No los culpo, no estamos viviendo tiempos fáciles y creo que la gente ha empezado a murmurar más que antes, aún con el temor de acabar en prisión. La verdad es que no pueden encerrar a todos, así que creo que es solo cuestión de tiempo hasta que la rama acabe por partirse — quienes caen con ella, es otro tema.
Sonrío, con algo de gracia porque su forma de verlo es demasiado ideal, casi que hasta inocente — ¿Eso crees? Porque no creo que nadie que nazca con una corona sobre la cabeza tenga una opción. Siempre debes guiarte por lo que tu familia dice, por lo que el resto espera de ti. Por ejemplo, hipotéticamente hablando, Orion Black jamás podría haber rechazado los ideales de su padre, porque esos eran una base fundamental de su sistema. Pero claro… tú ahora puedes elegir ser mecánico… ahora — le remarco, alzando una ceja en espera de que comprenda mi punto.
Es verdad que en NeoPanem todo es de un dramatismo absoluto, resoplo con obvia frustración al tema y vuelvo a acercar el libro hacia mí — Creo que es contagioso. Nadie se calma porque el entorno está alterado. No los culpo, no estamos viviendo tiempos fáciles y creo que la gente ha empezado a murmurar más que antes, aún con el temor de acabar en prisión. La verdad es que no pueden encerrar a todos, así que creo que es solo cuestión de tiempo hasta que la rama acabe por partirse — quienes caen con ella, es otro tema.
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Entrecierro los ojos haciendo los cálculos mentales de cuántos años tenía Holly cuando estaba el quilombo de los Black... No tengo idea, pero no hay forma de que haya sido lo suficientemente mayor como para tener conciencia de todo eso. Así que todo lo que me está diciendo es porque lo leyó o porque se lo contaron y parece tener una postura bien puesta - Cuidado o voy a pensar que estás de su lado - intento bromear pero en lugar de sonar gracioso, sueno nervioso. La realidad es que lo estoy ¿Cómo tengo que interpretar que esté justificándolos? Son monstruos que nos obligaron a escondernos y mandaban a los nenes a matarse entre ellos... Por más obligados que estén por la familia, por el simple hecho de seguir la corriente ya merecían el destino que sufrieron.
Me tiro hacia atrás en la silla y miro la mesa con los brazos cruzados, procesando lo que me está diciendo. Sé que es un tema serio y sé que debo tener una opinión al respecto pero... no me va ni un lado ni el otro ¿Ok? Yo nomas quiero arreglar coches y tener la paz que merezco. Veo monstruos de ambos lados y sugerencias por parte de Holly que me da miedo escuchar.
- Asegúrate de no estar en la rama - casi que pido levantando los ojos hacia ella. Me preocupo, sí, pero su magia no es suficiente para atraparme en algo así, no voy a seguirla para que no se ponga en peligro ni mucho menos. Mi instinto ahora mismo me dice que corra en dirección opuesta y creo que es lo que haré. Tengo un plan ¿Cierto? Uno que me pone en primer lugar y no quiero arruinarlo - Gracias por los consejos... y la lección de historia.
Me tiro hacia atrás en la silla y miro la mesa con los brazos cruzados, procesando lo que me está diciendo. Sé que es un tema serio y sé que debo tener una opinión al respecto pero... no me va ni un lado ni el otro ¿Ok? Yo nomas quiero arreglar coches y tener la paz que merezco. Veo monstruos de ambos lados y sugerencias por parte de Holly que me da miedo escuchar.
- Asegúrate de no estar en la rama - casi que pido levantando los ojos hacia ella. Me preocupo, sí, pero su magia no es suficiente para atraparme en algo así, no voy a seguirla para que no se ponga en peligro ni mucho menos. Mi instinto ahora mismo me dice que corra en dirección opuesta y creo que es lo que haré. Tengo un plan ¿Cierto? Uno que me pone en primer lugar y no quiero arruinarlo - Gracias por los consejos... y la lección de historia.
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