OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Buscar el sitio donde fue le enfrentamiento con los lobos fue una mala idea. La magia me ayudó a reconstruir la escena y ahora siento como si yo mismo hubiese sido testigo de lo ocurrido. Pero al menos ahora lo sé, fue Rebecca Hasselbach, una mujer que hasta hace no mucho estaba del otro lado y ahora siente que tiene el poder de decidir sobre la vida de los demás ¿Así de sencillo fue para ella? Sé que el dinero todo lo mueve pero ¿Matar a un inocente por ello? Porque puede que Locki haya estado con Jefferson en ese momento, pero de verdad no tenía ni la más mínima pizca del culpa por nada que hayan hecho los rebeldes. Solo tenía amigos equivocados... Esos que planeo encontrar para seguir de manera más activa con lo que él mismo estaba haciendo.
Ya reuní todo lo que pude sobre ese supuesto escuadrón de lobos. Hablé con gente, fue sencillo con aquellos que me reconocieron de la televisión. Pero de ahora en adelante no puedo hacer más solo, si quiero hacer un cambio al respecto tengo que ir con aquellos que tienen los recursos y lamentablemente mi único contacto con ellos es el chico que creo que me ha estado evadiendo desde la muerte de su mejor amigo. Sé que habrá sido difícil para él pero me cuesta un poco no gritarle por habérmelo ocultado ¿Pat lo sabía también? Porque a él sí podría darle una patada en el trasero sin ninguna clase de culpa.
- No me gusta andar por ahí dando órdenes pero necesito que me lleves a la Red Neopanem - digo al chico que considero mi sobrino frente a mí. No sé por qué me lo han ocultado, quizás para protegerme, pero la verdad es que necesito tomar las riendas en el asunto, ser el adulto y poner un poco de orden - Ya sé todo lo que necesito saber para seguir adelante - comento luego sacando el pequeño pendrive que guardo en el bolsillo interior de mi capa, tiene archivos que escribí en base a lo que me dijeron, audios y muchas fotografías.
Respiro profundo y mantengo el puño libre fuertemente cerrado dentro del bolsillo. Es mi forma de no estallar aquí mismo pues al ver a David no puedo evitar pensar en todas las pijamadas, como me preocupaba cuando Locki dormía en casa de los Meyer o aquel día en que Pat y yo nos miramos completamente perdidos cuando ambos nos dijeron que querían ser abogados... Extraño eso, parece una vida que ocurrió hace millones de años, una realidad alternativa en la que la vida era sencilla y no todo era muerte y destrucción.
Ya reuní todo lo que pude sobre ese supuesto escuadrón de lobos. Hablé con gente, fue sencillo con aquellos que me reconocieron de la televisión. Pero de ahora en adelante no puedo hacer más solo, si quiero hacer un cambio al respecto tengo que ir con aquellos que tienen los recursos y lamentablemente mi único contacto con ellos es el chico que creo que me ha estado evadiendo desde la muerte de su mejor amigo. Sé que habrá sido difícil para él pero me cuesta un poco no gritarle por habérmelo ocultado ¿Pat lo sabía también? Porque a él sí podría darle una patada en el trasero sin ninguna clase de culpa.
- No me gusta andar por ahí dando órdenes pero necesito que me lleves a la Red Neopanem - digo al chico que considero mi sobrino frente a mí. No sé por qué me lo han ocultado, quizás para protegerme, pero la verdad es que necesito tomar las riendas en el asunto, ser el adulto y poner un poco de orden - Ya sé todo lo que necesito saber para seguir adelante - comento luego sacando el pequeño pendrive que guardo en el bolsillo interior de mi capa, tiene archivos que escribí en base a lo que me dijeron, audios y muchas fotografías.
Respiro profundo y mantengo el puño libre fuertemente cerrado dentro del bolsillo. Es mi forma de no estallar aquí mismo pues al ver a David no puedo evitar pensar en todas las pijamadas, como me preocupaba cuando Locki dormía en casa de los Meyer o aquel día en que Pat y yo nos miramos completamente perdidos cuando ambos nos dijeron que querían ser abogados... Extraño eso, parece una vida que ocurrió hace millones de años, una realidad alternativa en la que la vida era sencilla y no todo era muerte y destrucción.
Escondo la caja debajo de mi cama sin abrirla, no pienso hacerlo, no estoy listo todavía para enfrentarme a todo lo que Jared ha reunido de Locki para mí, después de que han pasado meses desde su muerte. El sentimiento es distinto al que me provocó la muerte de Raven, siento que con ella pude exteriorizar más todo el dolor que me atravesó, ocultándome en la oscuridad de mi habitación y mi brazo cruzado sobre mi cara para cubrir las lágrimas que no podía detener, hablé de ella cuando pude hacerlo, busqué y pasé días mirando sus fotografías para memorizar la forma en que fruncía el ceño o que se reía, así sarcástica como era, memoricé cada cosa que amaba de ella para nunca olvidarlo, para que me acompañara de por vida. Porque si de algo tengo la certeza, no me engaño, es que volveré a amar a una persona algún día y eso no quiere decir que no siga amándola cada vez que la evoco, como una imagen detenida en el tiempo que será eterna para mí.
Pero es diferente perder a un mejor amigo, no me siento con la fuerza de mirar esas fotografías en que teníamos ocho años y acompañábamos al otro en su cumpleaños. No quiero ver las caras de esos dos niños que iban a decidieron que más que amigos, serían hermanos en armas. Te necesitaba para todas mis guerras, te necesitaba para sentirme invencible, valiente, te necesitaba para tener un clave a tierra cuando me perdía por ahí. Y ahora daría cualquier cosa para poder abrazarlo, golpeo con mi puño la cama y dejo caer mi frente sobre la manta, me quedo así media hora en lo que me tardo para ir a donde quedé en encontrarme con Jared. Papá me dijo que vaya, se lo conté a él, se lo conté todo a él y también que no me sentía listo para ver a Jared. Pero no da la espalda a tu familia y eso es lo que somos, porque papá perdió a su familia salvo a mi tío, así que hizo de sus amigos su nueva familia y sigue enamorado de su mejor amiga. Esto es lo que somos, esto es lo que tenemos, y estamos los unos para los otros, eres leal por encima de todas las cosas, siempre. También por encima de tu propio dolor, aunque lo veas reflejado en el rostro que tienes enfrente, como sucede cuando me encuentro con Jared en un callejón del distrito cinco.
—No sé si la Red Neopanem sigue funcionando como tal— le contesto con voz queda, derrotada. —¿Qué es lo que quieres hacer?— y se lo pregunto con verdadero interés, porque si quiere ir a lo que alguna vez fue una radio y de lo que solo queda una fábrica como carcaza vacía, debe haber algo que quiere hacer. Mis ojos bajan hasta el pendrive que me muestra, resoplo por lo bajo. —Te llevaré con quienes quedaron allí…— acepto, y eso me excluye, yo no soy parte de la Red. Sé que él lo sabe, estoy en el ministerio ahora, como una vez estuvo él dando las noticias oficiales de Neopanem. La ironía de que todas las situaciones se hayan invertido, que el juicioso Locki acabara asesinado a la vera de un camino, que el vagabundo Dave estuviera trabajando en una oficina… y que Jared saliera de los estudios de televisión para meterse en un callejón del norte. —¿Qué ha dicho Rodolph de que estés aquí?— pregunto, pese a que uso sus nombres de pila, no puedo evitar pensarlos a ambos como tíos, es el retrato de familia que conozco, de las caras que sí pude ver al crecer.
Pero es diferente perder a un mejor amigo, no me siento con la fuerza de mirar esas fotografías en que teníamos ocho años y acompañábamos al otro en su cumpleaños. No quiero ver las caras de esos dos niños que iban a decidieron que más que amigos, serían hermanos en armas. Te necesitaba para todas mis guerras, te necesitaba para sentirme invencible, valiente, te necesitaba para tener un clave a tierra cuando me perdía por ahí. Y ahora daría cualquier cosa para poder abrazarlo, golpeo con mi puño la cama y dejo caer mi frente sobre la manta, me quedo así media hora en lo que me tardo para ir a donde quedé en encontrarme con Jared. Papá me dijo que vaya, se lo conté a él, se lo conté todo a él y también que no me sentía listo para ver a Jared. Pero no da la espalda a tu familia y eso es lo que somos, porque papá perdió a su familia salvo a mi tío, así que hizo de sus amigos su nueva familia y sigue enamorado de su mejor amiga. Esto es lo que somos, esto es lo que tenemos, y estamos los unos para los otros, eres leal por encima de todas las cosas, siempre. También por encima de tu propio dolor, aunque lo veas reflejado en el rostro que tienes enfrente, como sucede cuando me encuentro con Jared en un callejón del distrito cinco.
—No sé si la Red Neopanem sigue funcionando como tal— le contesto con voz queda, derrotada. —¿Qué es lo que quieres hacer?— y se lo pregunto con verdadero interés, porque si quiere ir a lo que alguna vez fue una radio y de lo que solo queda una fábrica como carcaza vacía, debe haber algo que quiere hacer. Mis ojos bajan hasta el pendrive que me muestra, resoplo por lo bajo. —Te llevaré con quienes quedaron allí…— acepto, y eso me excluye, yo no soy parte de la Red. Sé que él lo sabe, estoy en el ministerio ahora, como una vez estuvo él dando las noticias oficiales de Neopanem. La ironía de que todas las situaciones se hayan invertido, que el juicioso Locki acabara asesinado a la vera de un camino, que el vagabundo Dave estuviera trabajando en una oficina… y que Jared saliera de los estudios de televisión para meterse en un callejón del norte. —¿Qué ha dicho Rodolph de que estés aquí?— pregunto, pese a que uso sus nombres de pila, no puedo evitar pensarlos a ambos como tíos, es el retrato de familia que conozco, de las caras que sí pude ver al crecer.
No me sorprende la verdad pues Jefferson era la voz de la red y ya no está en el equipo, pero eso no va a detener mis planes porque me importa un comino los que estaban a cargo, la red es mucho más que personas... Es una entidad que informa a la gente, hacían eso para lo que yo estudié solo que de manera más libre, como debe ser. Nunca fui alguien que tome la iniciativa, siempre seguí a mis amigos y me uní a causas según soplaba el viento, pero es hora de cambiar y por eso respondo a la pregunta de David completamente seguro de mis palabras - Trabajar con ellos, soy periodista después de todo - me encojo de hombros y sonrío un poco de lado, la primera sonrisa en días - Y si no hay nadie que me reciba pues prenderé el micrófono yo mismo - continúo levantando el mentón.
Asiento y siento como un peso se libera de mis hombros. Es un paso en la dirección correcta, el primer paso de un plan que he elaborado rápidamente pero con cuidado y que probablemente me llevará a un final poco agradable pero que no por eso deja de ser el correcto. Pat siempre fue el que me arrastró a las fiestas y ahora su hijo me llevará a la más grande de todas, una sin retorno, y mierda que planeo poner la música bien fuerte.
- No tuvimos exactamente mucho tiempo para charlar sobre eso - respondo con una mueca y llevo mi mano a la nuca para rascarme. En momentos como éstos me alegro de jamás haber formalizado las cosas con él, así puede seguir viviendo su vida, sin estar atado a alguien que no merece los lujos de ser un ciudadano normal - ¿Podrías decirle a Pat que vaya a visitarlo para ver cómo está? Perdió a su hijo y a su... a mí, el mismo día - murmuro dejándome caer en una de las paredes del callejón. Todo es tan oscuro y frío que me eriza la piel, es la antítesis de mi querido distrito 4, lugar que probablemente ya no pueda visitar - No había mucho que pudiese decir al respecto, el ministerio me habría quitado de mi posición de todas formas así que antes de ser despedido preferí renunciar y buscar trabajo en la competencia - bromeo levantando la vista ligeramente. Es una buena señal, vuelvo a bromear - ¿Crees que es una buena idea?
Asiento y siento como un peso se libera de mis hombros. Es un paso en la dirección correcta, el primer paso de un plan que he elaborado rápidamente pero con cuidado y que probablemente me llevará a un final poco agradable pero que no por eso deja de ser el correcto. Pat siempre fue el que me arrastró a las fiestas y ahora su hijo me llevará a la más grande de todas, una sin retorno, y mierda que planeo poner la música bien fuerte.
- No tuvimos exactamente mucho tiempo para charlar sobre eso - respondo con una mueca y llevo mi mano a la nuca para rascarme. En momentos como éstos me alegro de jamás haber formalizado las cosas con él, así puede seguir viviendo su vida, sin estar atado a alguien que no merece los lujos de ser un ciudadano normal - ¿Podrías decirle a Pat que vaya a visitarlo para ver cómo está? Perdió a su hijo y a su... a mí, el mismo día - murmuro dejándome caer en una de las paredes del callejón. Todo es tan oscuro y frío que me eriza la piel, es la antítesis de mi querido distrito 4, lugar que probablemente ya no pueda visitar - No había mucho que pudiese decir al respecto, el ministerio me habría quitado de mi posición de todas formas así que antes de ser despedido preferí renunciar y buscar trabajo en la competencia - bromeo levantando la vista ligeramente. Es una buena señal, vuelvo a bromear - ¿Crees que es una buena idea?
No puedo expresar el mismo entusiasmo que muestra Jared, es así como me doy cuenta que esta charla se ha dado demasiado pronto para mí, sigo sin estar listo para retomar todas las cosas que abandoné cuando mi mejor amigo murió. Me abate la tristeza que en días corrientes puedo hacer a un lado, porque no puedo regresar a los lugares que su padre quiere ahora conocer, parece un ridículo cambio de roles, en que soy el anciano desganado y él es el joven idealista. Tengo el impulso de desearle buena suerte en el mismo tono gracioso que uso con mi hermana, ni siquiera alcanzo a esbozar una sonrisa. —Si es lo que quieres hacer— digo sin fuerzas, cambiando mi peso de un pie al otro. —Supongo que nos veremos de vez en cuando de todas formas…— al menos colaborar con Kendrick ayudó a que retome el contacto con los viejos conocidos del norte, pero no puedo pensar en la radio sin querer apartar la mirada. Sé que no es por la radio en sí, es porque cargué a ese lugar de todo el dolor que me provocaron tantas cosas, lo volví un tabú porque necesitaba de un cementerio donde dejar lo que me dolía y poder seguir. Simplemente no puedo volver ahí.
—Se lo diré— prometo, y conociendo a mi padre irá mañana mismo, caerá con un par de cervezas después de que Rodolph acabe con sus horas en el noticiero. No prometo ser quien vaya, porque no quiero escuchar lo mucho que le recuerdo a Locki por hacer de mi rostro algo indivisible a las anécdotas del hijo que quiso como propio, pese a que no tenían la misma sangre, ni tampoco papeles que lo legitimaran. Hay vínculos muy fuertes y lo sé bien, que me duele el desgarro cuando vuelvo a pensar en la herida. Me quedo a media voz cuando me pregunta si todo esto es una buena idea, mi desánimo es un contraste marcado con su humor. Trago saliva, trato de pasarme el nudo de la garganta, me siento horrible por no poder traer palabras esperanzadoras a mi mente y las busco, juro que las busco. Procuro ser lo más honesto posible al recargarme contra la pared del callejón y esconder las manos en los bolsillos de mi pantalón. —¿Crees en esto? ¿Crees que esto lo vale? ¿Crees que esto le da un sentido a tu vida? ¿Tienes fe en que lo que harás cambiará el curso de las cosas? ¿Sientes la necesidad de hacer algo casi con tanta desesperación como necesitas aire para una siguiente respiración?— pregunto, —Si sientes que debes hacer esto con toda la fuerza de tu espíritu, si hay algo tirando de ti con tanta fuerza que se lleva tu voluntad por delante y te da una esperanza en la que creer, debe ser una buena idea. De esas por las que vale vivir…
—Se lo diré— prometo, y conociendo a mi padre irá mañana mismo, caerá con un par de cervezas después de que Rodolph acabe con sus horas en el noticiero. No prometo ser quien vaya, porque no quiero escuchar lo mucho que le recuerdo a Locki por hacer de mi rostro algo indivisible a las anécdotas del hijo que quiso como propio, pese a que no tenían la misma sangre, ni tampoco papeles que lo legitimaran. Hay vínculos muy fuertes y lo sé bien, que me duele el desgarro cuando vuelvo a pensar en la herida. Me quedo a media voz cuando me pregunta si todo esto es una buena idea, mi desánimo es un contraste marcado con su humor. Trago saliva, trato de pasarme el nudo de la garganta, me siento horrible por no poder traer palabras esperanzadoras a mi mente y las busco, juro que las busco. Procuro ser lo más honesto posible al recargarme contra la pared del callejón y esconder las manos en los bolsillos de mi pantalón. —¿Crees en esto? ¿Crees que esto lo vale? ¿Crees que esto le da un sentido a tu vida? ¿Tienes fe en que lo que harás cambiará el curso de las cosas? ¿Sientes la necesidad de hacer algo casi con tanta desesperación como necesitas aire para una siguiente respiración?— pregunto, —Si sientes que debes hacer esto con toda la fuerza de tu espíritu, si hay algo tirando de ti con tanta fuerza que se lleva tu voluntad por delante y te da una esperanza en la que creer, debe ser una buena idea. De esas por las que vale vivir…
La tercera pregunta hace que mis comisuras caigan lentamente hasta que mi expresión se transforma en una completamente diferente. Sentido a mi vida... Aquello que le daba sentido ya no está. Hubo un momento en el que me sentía tan solo y vacío que recurrí a la adopción, ahí fue cuando llegó Locki y las cosas cobraron verdadero sentido. El niño fue el encargado de sacarme las carcajadas que antes largaba por solo tener una mente joven y despreocupada, pero con los años fueron desapareciendo ¿Y ahora? ¿Qué es lo que le da sentido? ¿Las ganas que tengo de querer cobrar venganza? ¿Yo? ¿Jared Rockefeller? Los que me conocen no lo creerían, pero la verdad es que no me queda alternativa pues en un mundo como éste no hay lugar para personas tranquilas que solo quieren lo mejor para todos. No. Hay que ensuciarse las manos y quizás, con algo de suerte, viviremos lo suficiente para pagar la terapia por las cosas terribles que hemos hecho para conseguir la victoria.
-O morir- completo un poco más oscuro de lo que esperaba mirando al suelo. Me apresuro a levantar la vista y dedicarle una sonrisa con la esperanza de que crea que es una broma, como cuando lo hacía cuando era pequeño y con Pat montábamos historias de lo más elaboradas para que se rían con el remate final. Pero ya no es un niño así que difícilmente no capte la honestidad en mis palabras - No estoy en modo suicida, no te preocupes... Es solo que no veo otro camino más que éste - me explico llenando mis pulmones de la tierra que me rodea más que del aire.
Me vuelvo a incorporar para acercarme a él y darle una palmada en la espalda. Si consigo un puesto entre los rebeldes podría proteger a Dave de cierta forma ¿No? Quiero creerlo... Eso sí le daría cierto sentido a todo ésto. Algo bueno que hacer entre la oscuridad que veo por delante - ¿Alguna vez te contó tu papá sobre la vez que intentamos ser rebeldes? No salió muy bien... De hecho no hicimos nada - explico con una sonrisa nostálgica - Pero lo intentamos y es lo que importa... Creo que el problema fue que nos distrajimos con las chicas, tu mamá incluida.
-O morir- completo un poco más oscuro de lo que esperaba mirando al suelo. Me apresuro a levantar la vista y dedicarle una sonrisa con la esperanza de que crea que es una broma, como cuando lo hacía cuando era pequeño y con Pat montábamos historias de lo más elaboradas para que se rían con el remate final. Pero ya no es un niño así que difícilmente no capte la honestidad en mis palabras - No estoy en modo suicida, no te preocupes... Es solo que no veo otro camino más que éste - me explico llenando mis pulmones de la tierra que me rodea más que del aire.
Me vuelvo a incorporar para acercarme a él y darle una palmada en la espalda. Si consigo un puesto entre los rebeldes podría proteger a Dave de cierta forma ¿No? Quiero creerlo... Eso sí le daría cierto sentido a todo ésto. Algo bueno que hacer entre la oscuridad que veo por delante - ¿Alguna vez te contó tu papá sobre la vez que intentamos ser rebeldes? No salió muy bien... De hecho no hicimos nada - explico con una sonrisa nostálgica - Pero lo intentamos y es lo que importa... Creo que el problema fue que nos distrajimos con las chicas, tu mamá incluida.
Retiro mi mirada hacia un punto vacío y trago el nudo en mi garganta para poder sacar mi voz a través de los labios. —Todos inevitablemente moriremos algún día, no necesita un sentido para que así ocurra. Pero pocos viven, pocos encuentran algo que le sacuda los nervios y le haga consciente de los latidos…— murmuro, llevo una mano a mi pecho para percibir bajo mi palma como esos latidos se van acomodando al ritmo de mi respiración pausada. —Y no sé si Locki lo encontró, no sé si tuvo el tiempo suficiente para encontrarlo— musito, las lágrimas llenan mis ojos de repente haciendo que mi mirada se rompa, más razones para mantenerla apartada. Froto mi nariz con el dorso de mi mano y aprieto con fuerza los párpados para no llorar. —Yo creí haberlo encontrado, ahora no lo sé. Hay cosas a la que te aferras porque crees en ellas con todo tu espíritu, entonces simplemente se desvanecen. ¿Cómo se puede tener fe en algo si todo parece tan efímero?— le pregunto, detesto estar poniendo estas palabras en mi boca y arrastrarlo a mi dolor cuando él está aquí en el norte tratando de dar un nuevo orden a su vida y yo estoy haciendo otro tanto en el ministerio. —Lo siento, tío Jared— me disculpo por ello, por esto no quería encontrarme con él. No somos una buena compañía para el otro, recuerdo cuanto me duele la herida al tenerlo enfrente que fingiendo que todo se ha recompuesto y puedo seguir.
La palmada en la espalda me transporta de inmediato a los paisajes familiares de mi infancia, cuando nos reuníamos en cenas en las que veía a mis padres y a mis tíos chocar sus vasos de alcohol, mi padre siendo el encargado de recargarlos y haciendo chistes con los que colaboraba mi madre, tengo presentes cada una de sus caras alrededor de la mesa riéndose a carcajadas y la de mi mejor amigo sonriéndome sobre su plato. Eran mi postal de familia, la fotografía que ahora no puedo mirar sin llorar. Y me saca una carcajada honesta que rememore su tiempo con mi padre siendo jóvenes, porque eso es algo que ya no tendremos para compartir con Locki. Lo extraño tanto, quisiera estar pasando todo esto con él, quisiera que fuera él quien se animara a ponerse detrás de la radio y que lo hagamos juntos, si estuviera nunca lo hubiera dejado. Estoy llorando como un niño, lo sé cuándo siento cómo las lágrimas me van quemando la cara al resbalarse hasta mi mentón. —Lo echo de menos, tanto— murmuro, se me cierra la garganta y levanto mis labios en una sonrisa que trata de detener el llanto, de enfrentarlo para hacerle saber que esta pena no me hará rendirme, que hay fuerzas en algún lugar para seguir sosteniéndome en pie. —Extraño tanto a mi mejor amigo— me giro para quedar de frente a él y coloco mi mano en su hombro, —pero supongo que si papá se queda en casa y Locki ya no está, ¿estamos juntos en esto, Jared? ¿Haremos esto juntos, verdad?— pregunto.
La palmada en la espalda me transporta de inmediato a los paisajes familiares de mi infancia, cuando nos reuníamos en cenas en las que veía a mis padres y a mis tíos chocar sus vasos de alcohol, mi padre siendo el encargado de recargarlos y haciendo chistes con los que colaboraba mi madre, tengo presentes cada una de sus caras alrededor de la mesa riéndose a carcajadas y la de mi mejor amigo sonriéndome sobre su plato. Eran mi postal de familia, la fotografía que ahora no puedo mirar sin llorar. Y me saca una carcajada honesta que rememore su tiempo con mi padre siendo jóvenes, porque eso es algo que ya no tendremos para compartir con Locki. Lo extraño tanto, quisiera estar pasando todo esto con él, quisiera que fuera él quien se animara a ponerse detrás de la radio y que lo hagamos juntos, si estuviera nunca lo hubiera dejado. Estoy llorando como un niño, lo sé cuándo siento cómo las lágrimas me van quemando la cara al resbalarse hasta mi mentón. —Lo echo de menos, tanto— murmuro, se me cierra la garganta y levanto mis labios en una sonrisa que trata de detener el llanto, de enfrentarlo para hacerle saber que esta pena no me hará rendirme, que hay fuerzas en algún lugar para seguir sosteniéndome en pie. —Extraño tanto a mi mejor amigo— me giro para quedar de frente a él y coloco mi mano en su hombro, —pero supongo que si papá se queda en casa y Locki ya no está, ¿estamos juntos en esto, Jared? ¿Haremos esto juntos, verdad?— pregunto.
Aquí es cuando me pongo a analizar los buenos años vividos y agradezco por ellos... Pero supongo que aún no estoy en esa etapa del duelo aún. Necesito seguir enojado y quizás, con algo de suerte, esa aceptación llegará algún día. Claro que pude vivir y sentir mi corazón latir por ese tiempo ¡Pero teníamos mucho más por delante! No solo yo con mi hijo, sino que también Rodo, Dave con su mejor amigo e incluso Pat y JJ con su sobrino. Somos un grupo de gente honesta que en realidad jamás hicimos daño a nadie ¿Por qué nos toca ésto a nosotros? - Si hubo alguien que sacudió la vida de Locki fuiste tú, Dave... Te consideraba su hermano, eras al primero que recurría con todo, desde lo más insignificante hasta la decisión más crucial de todas - comento aunque de seguro ya lo sabe - No hace falta que sea una causa, tampoco una épica historia romántica o lo que sea... A veces solo se necesita una persona que le dé sentido a las cosas y eso eras para él, su compañero inamovible - finalizo sintiendo como el pozo en el pecho que estoy intentando cubrir, se desmorona un poco.
Trago saliva pues se forma un nudo en mi garganta y lucho por que las lágrimas no salgan pero inevitablemente mis ojos se humedecen - No te disculpes, campeón - mi voz suena débil, pero de todas formas sigo en mi intento de llevar consuelo - A veces la mejor manera de sanar la herida es dejarla sangrar lo suficiente par que salga todo eso que tenemos dentro - comienzo ya un poco más seguro de mis palabras - Claro que corremos el riesgo de perderlo todo pero para eso están los que nos quieren a nuestro alrededor, para ponernos la bandita cuando ha sido suficiente y ayudarnos a recuperarnos... Pero está bien dejarlo salir, así que no te disculpes - es doloroso para mí verlo, sí, pero debería ver el lado positivo... No es algo malo que me recuerde a mí hijo, todo lo contrario.
Se me parte el alma con lo siguiente, si antes estaba luchando por mantenerme entero simplemente sigo mi propio consejo y dejo que las lágrimas corran por mi rostro sin nada que las detenga. Necesito hacerlo, porque Dave ya es un hombre y no hace falta que me muestre como el adulto de la conversación, él también lo es y tenemos todo el derecho del mundo a llorar juntos - Y yo extraño a mi hijo - pese a que solo hace poco me enteré que ya no está. Pero su presencia en el mundo está lejos de mí desde hace semanas y así lo sentía - Claro que haremos ésto juntos, nuestras familias siempre han sido una y así será hasta el final - susurro antes de atraerlo en un abrazo que diablos que necesitaba.
Trago saliva pues se forma un nudo en mi garganta y lucho por que las lágrimas no salgan pero inevitablemente mis ojos se humedecen - No te disculpes, campeón - mi voz suena débil, pero de todas formas sigo en mi intento de llevar consuelo - A veces la mejor manera de sanar la herida es dejarla sangrar lo suficiente par que salga todo eso que tenemos dentro - comienzo ya un poco más seguro de mis palabras - Claro que corremos el riesgo de perderlo todo pero para eso están los que nos quieren a nuestro alrededor, para ponernos la bandita cuando ha sido suficiente y ayudarnos a recuperarnos... Pero está bien dejarlo salir, así que no te disculpes - es doloroso para mí verlo, sí, pero debería ver el lado positivo... No es algo malo que me recuerde a mí hijo, todo lo contrario.
Se me parte el alma con lo siguiente, si antes estaba luchando por mantenerme entero simplemente sigo mi propio consejo y dejo que las lágrimas corran por mi rostro sin nada que las detenga. Necesito hacerlo, porque Dave ya es un hombre y no hace falta que me muestre como el adulto de la conversación, él también lo es y tenemos todo el derecho del mundo a llorar juntos - Y yo extraño a mi hijo - pese a que solo hace poco me enteré que ya no está. Pero su presencia en el mundo está lejos de mí desde hace semanas y así lo sentía - Claro que haremos ésto juntos, nuestras familias siempre han sido una y así será hasta el final - susurro antes de atraerlo en un abrazo que diablos que necesitaba.
—Era mi hermano, Jared. La sangre en mi familia se mezcló tanto, fuimos una fotografía donde faltaban tantos rostros, que tuvimos que formar una nueva, donde los lazos de amistad eran más fuertes que la sangre y eso que papá y tu consiguieron, yo también lo quería para Locki y para mí— estoy enojado con todas estas circunstancias que cortaron esos lazos, la muerte como lo único irremediable para separar a dos personas, puedo aceptar que mi historia con Raven no podía tener un final distinto a la tragedia de verla muerta por una justicia que castiga con fuego, pero mi mejor amigo era alguien sentado del lado de las leyes buenas y con quien podríamos haber conseguido cambiar un poco toda esta mierda dentro del ministerio. Pero no está, fue víctima de los asesinatos que la autoridad permite, en esta guerra en la que estamos metidos y quien se para delante siempre es el enemigo al que hay que disparar. Si no está a tu lado, está en tu contra. Sé que podemos salir de esto, que hay algo después a lo que podemos aspirar, una mínima esperanza de conseguir algo mejor.
He llorado mucho con las luces apagadas en mi habitación, lamento por mis padres que tienen la chispa de entusiasmo en las venas, que les haya tocado un hijo tan sumido en melancolías. Traté en los meses que siguieron de que el traje de abogado de oficina cubra también todo eso, concentrarme de lunes a viernes en un papeleo infernal que me impidiera detenerme en pensamientos tristes, colocar pilas y pilas de papeles sobre las heridas, taparlas si es que no podían sanar. Tengo la idea de que al final, lo único que sana las heridas es el tiempo. Las personas pueden ser un bálsamo, pero quien se lleva el dolor más hondo es el tiempo. —Sé que también lo estás sufriendo, no quiero ser egoísta y hablar de mí mismo— reconozco, sorbiéndome la nariz así paro con el llanto. Y sin embargo, me abrazo a Jared porque de todas las personas, es la única a la que puedo abrazar y sentir a mi mejor amigo en él. Palmeo su espalda, recuerdo las veces en que nos reímos con Locki y acabamos palmeando la espalda del otro, esta vez tengo que presionar mis párpados para que las lágrimas se queden detrás. Todavía puedo escuchar con claridad la voz de mi amigo si quiero evocarlo, y lo hago, me permito hacerlo por un segundo, pidiéndome que pare de una vez. Me concentro en la voz de Jared. —Hasta el final— repito sus palabras, —estaremos juntos en esto.
He llorado mucho con las luces apagadas en mi habitación, lamento por mis padres que tienen la chispa de entusiasmo en las venas, que les haya tocado un hijo tan sumido en melancolías. Traté en los meses que siguieron de que el traje de abogado de oficina cubra también todo eso, concentrarme de lunes a viernes en un papeleo infernal que me impidiera detenerme en pensamientos tristes, colocar pilas y pilas de papeles sobre las heridas, taparlas si es que no podían sanar. Tengo la idea de que al final, lo único que sana las heridas es el tiempo. Las personas pueden ser un bálsamo, pero quien se lleva el dolor más hondo es el tiempo. —Sé que también lo estás sufriendo, no quiero ser egoísta y hablar de mí mismo— reconozco, sorbiéndome la nariz así paro con el llanto. Y sin embargo, me abrazo a Jared porque de todas las personas, es la única a la que puedo abrazar y sentir a mi mejor amigo en él. Palmeo su espalda, recuerdo las veces en que nos reímos con Locki y acabamos palmeando la espalda del otro, esta vez tengo que presionar mis párpados para que las lágrimas se queden detrás. Todavía puedo escuchar con claridad la voz de mi amigo si quiero evocarlo, y lo hago, me permito hacerlo por un segundo, pidiéndome que pare de una vez. Me concentro en la voz de Jared. —Hasta el final— repito sus palabras, —estaremos juntos en esto.
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