OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Luego de la noche de guardia volví a casa y pasé absolutamente todo el día durmiendo. Me desperté a media tarde para comer algo e ir a visitar a mi tía, solo para descubrir cuan equivocada estaba pues su esclavo se llama Marius, tiene cabello rojo y unos cuántos centímetros más que Kendrick ¿Cómo pude ser tan idiota? Tengo que prestarle más atención a las personas a mi alrededor, hasta ahora no había creído importante tener que recordar a alguien como él pero ya veo que sí... Todos son valiosos a su manera y todos son capaces de meterte en problemas de una forma o de otra ¿Qué me queda hacer ahora? ¿Tragarme la mentira? No, ya dije que no soy capaz de hacer eso pues la culpa terminaría carcomiéndome. Además, es mejor ser honesta y así ahorrarme los problemas en el futuro, a la larga todo sale a la luz.
Me cuesta un poco que me dejen entrar a la isla ministerial, lo cual me sorprende ya que no había tenido problemas en el pasado. Pero finalmente logro abrirme paso tras mencionar mi apellido y enseñar mi identificación. Así llego a paso firme hasta la casa de mi ministro favorito, uno que no importa cuantos escalones suba siempre veré como mi compañero de escuela unos años mayor con quién podía reír un rato luego del horario escolar.
- Hace calor ¿No? - saludo cuando lo veo y sin previo aviso el nerviosismo hace que empiece a hacer movimientos muy impropios de mí, como rascarme la cabeza, quitarme y ponerme el saco dos veces mientras miro por todos los rincones y reír como una niña a la que la está saludando su cantante favorito - ¿Cuál es la condena para una sanadora sin prontuario criminal que ha atendido a Kendrick Duane en el norte sin darse cuenta que era él y lo notó demasiado tarde? - pregunto tan rápido que mis palabras se pisan entre sí y a penas si se entiende lo que digo.
Me cuesta un poco que me dejen entrar a la isla ministerial, lo cual me sorprende ya que no había tenido problemas en el pasado. Pero finalmente logro abrirme paso tras mencionar mi apellido y enseñar mi identificación. Así llego a paso firme hasta la casa de mi ministro favorito, uno que no importa cuantos escalones suba siempre veré como mi compañero de escuela unos años mayor con quién podía reír un rato luego del horario escolar.
- Hace calor ¿No? - saludo cuando lo veo y sin previo aviso el nerviosismo hace que empiece a hacer movimientos muy impropios de mí, como rascarme la cabeza, quitarme y ponerme el saco dos veces mientras miro por todos los rincones y reír como una niña a la que la está saludando su cantante favorito - ¿Cuál es la condena para una sanadora sin prontuario criminal que ha atendido a Kendrick Duane en el norte sin darse cuenta que era él y lo notó demasiado tarde? - pregunto tan rápido que mis palabras se pisan entre sí y a penas si se entiende lo que digo.
— ¿Que tú qué? — sé que no lo ha dicho explícitamente, bien podría estar hablando de un tercero, pero conozco demasiado los nervios de las personas como para saber que no es así. Además, Meredith es una de las pocas mujeres que siguen en mi vida después de la escuela, conozco sus gestos como para adivinar cuando se ha mandado algún error y cuando no; estudiar el comportamiento humano en la corte tiene sus privilegios. No es como si tuviese especial interés en analizar a la rubia, pero considerando que acaba de decir que ha atendido a Kendrick Duane y lo ha dejado escapar, no puedo pasarlo por alto. ¿Acaso ese niño dejará de rondar a mi círculo social, como una plaga imposible de contener?
Sí, lo que dijo en principio es verdad, hace calor. Ophelia está con la lengua abierta sentada cerca de la puerta que da al jardín y yo ni me he molestado en calzarme. Incluso, tenía los pies en la piscina mientras leía un libro biográfico de un filósofo mágico hasta que me llegó el aviso de seguridad de que Meredith Blake me buscaba, aunque no pensé que me traería este tipo de noticias. Así que ahora, en la comodidad de mi sala, sigo con algunas gotas en mis pies y las bermudas arremangadas. Parece que el verano se ha adelantado, aunque el calor que me trepa por el cuello tiene poco que ver con el clima — Momento, momento. Primero que nada: ¿Lo reconociste y lo dejaste escapar? ¿O huyó y fue demasiado tarde como para entregarlo? Las intenciones son algo fundamental — me despego del sillón en el cual me he hundido por el shock inicial y me pongo de pie, evito el mirarla por unos momentos porque tengo que recordarme que no tengo derecho a enfadarme con ella. Pero… ¿Qué demonios?
Paso las manos por los mechones de mi pelo y lo echo hacia atrás, no solo descubriéndome la vista sino la frente arrugada — ¿Kendrick Duane estaba herido? ¿Sabes los motivos? Necesito todos los detalles, Meredith. No solo por tu defensa, sino porque cualquier pista puede ser útil para su búsqueda. ¿Se lo dijiste a alguien más? — porque si esto sale de aquí (y lo hará, mi trabajo será informarlo) es un poco obvio que la volverán loca a preguntas. Yo no pienso interferir en ello.
Sí, lo que dijo en principio es verdad, hace calor. Ophelia está con la lengua abierta sentada cerca de la puerta que da al jardín y yo ni me he molestado en calzarme. Incluso, tenía los pies en la piscina mientras leía un libro biográfico de un filósofo mágico hasta que me llegó el aviso de seguridad de que Meredith Blake me buscaba, aunque no pensé que me traería este tipo de noticias. Así que ahora, en la comodidad de mi sala, sigo con algunas gotas en mis pies y las bermudas arremangadas. Parece que el verano se ha adelantado, aunque el calor que me trepa por el cuello tiene poco que ver con el clima — Momento, momento. Primero que nada: ¿Lo reconociste y lo dejaste escapar? ¿O huyó y fue demasiado tarde como para entregarlo? Las intenciones son algo fundamental — me despego del sillón en el cual me he hundido por el shock inicial y me pongo de pie, evito el mirarla por unos momentos porque tengo que recordarme que no tengo derecho a enfadarme con ella. Pero… ¿Qué demonios?
Paso las manos por los mechones de mi pelo y lo echo hacia atrás, no solo descubriéndome la vista sino la frente arrugada — ¿Kendrick Duane estaba herido? ¿Sabes los motivos? Necesito todos los detalles, Meredith. No solo por tu defensa, sino porque cualquier pista puede ser útil para su búsqueda. ¿Se lo dijiste a alguien más? — porque si esto sale de aquí (y lo hará, mi trabajo será informarlo) es un poco obvio que la volverán loca a preguntas. Yo no pienso interferir en ello.
No sé si pretendía ocultar lo que he hecho tanteando el terreno a través de un hipotético tercero, pero la verdad es que de haber tenido la intención tampoco habría funcionado ya que Hans me conoce demasiado bien o yo soy muy mala mintiendo pues se ha dado cuenta de inmediato que la culpable soy yo. Bueno, en realidad soy inocente hasta que se demuestre lo contrario y no hay pruebas que ayuden con esa causa ¡Soy inocente! Nada más un poco despistada y eso no es crimen... Hasta dónde yo se. Las leyes cambian tantos éstos días que no podría estar segura.
Veo como se sienta en el sofá y luego de unos momentos vuelve a levantarse chorreando algunas gotas de agua ¿Interrumpí su día de piscina? Supongo que puedo pagarle con una gran parrillada en el predio Blake si me ayuda a salir de ésta. De todas formas sus preguntas son lógicas y me ayudan a recuperar la calma, así que ocupo el lugar que dejó él en el sofá y comienzo a responder aquello que me sacará del aprieto, si bien no es la absoluta verdad.
- Cuando lo noté ya era demasiado tarde... Me apuntaba con la varita y se fue - mi voz suena tranquila, casi ensayada, quizás porque lo hice una o dos veces en el espejo antes de venir - Creí que era el esclavo de mi tía... No se parecen en nada pero no les presto atención ¡Debería hacerlo! - es un error que no pienso volver a cometer - Por favor dime que no voy a ir prisión ¿Sabes lo que le hacen a las mujeres como yo? - porque yo no, pero me hago una idea.
-Estaba herido, me dijo que defendió a una chica y le dieron una paliza... Las heridas concordaban - explico cruzando mis piernas nerviosa - Eres el primero al que se lo digo ¿A quién más si no es a mi abogado de confianza?
Veo como se sienta en el sofá y luego de unos momentos vuelve a levantarse chorreando algunas gotas de agua ¿Interrumpí su día de piscina? Supongo que puedo pagarle con una gran parrillada en el predio Blake si me ayuda a salir de ésta. De todas formas sus preguntas son lógicas y me ayudan a recuperar la calma, así que ocupo el lugar que dejó él en el sofá y comienzo a responder aquello que me sacará del aprieto, si bien no es la absoluta verdad.
- Cuando lo noté ya era demasiado tarde... Me apuntaba con la varita y se fue - mi voz suena tranquila, casi ensayada, quizás porque lo hice una o dos veces en el espejo antes de venir - Creí que era el esclavo de mi tía... No se parecen en nada pero no les presto atención ¡Debería hacerlo! - es un error que no pienso volver a cometer - Por favor dime que no voy a ir prisión ¿Sabes lo que le hacen a las mujeres como yo? - porque yo no, pero me hago una idea.
-Estaba herido, me dijo que defendió a una chica y le dieron una paliza... Las heridas concordaban - explico cruzando mis piernas nerviosa - Eres el primero al que se lo digo ¿A quién más si no es a mi abogado de confianza?
Intento no juzgarla con la mirada, pero… bueno, ya lo estoy haciendo. ¿De verdad se confundió al niño con un esclavo? ¿Por qué su mente fue tan rebuscada de colocar a un sirviente en un escenario completamente diferente al de todos los días? — ¿Puedo preguntar qué tendría que estar haciendo un esclavo en el norte? — intento no ser muy brusco, pero sí me gustaría que pueda ver dónde está su error — Al menos que me digas que tienen un parecido impresionante, no comprendo cómo no pudiste reconocerlo. Su cara está en cualquier sitio donde se pueda reproducir una imagen durante estos días — a veces, no comprendo cómo es posible que siguen sin encontrarlos. Aparecen y desaparecen como sombras, pero cuando tenemos a los mejores buscándolos, no dan ni una mínima señal de vida.
— Hey, relájate, nadie va a ir a prisión. No si yo me encargo de ello — levanto mis manos, tomo algo de aire y me señalo a mí mismo para que me vea expulsándolo, invitándola a que haga lo mismo. No es un caso complicado, solo tuvo mala suerte y la decencia de confesarlo, lo cual no la convierte en una cómplice, sino es una testigo — ¿Una paliza por defender a una chica? Que trillado — no digo que sea mentira, pero a veces me sorprende lo fácil que caen en los golpes estas personas. Me trueno los dedos, desviando la mirada hacia los ventanales que dan al jardín en lo que me mordisqueo, pensativo — Nos da una ventaja. Si nadie más lo sabe, significa que no metiste la pata diciendo cosas que no deberías por cualquier lado. Ahora… veamos…
Tomo asiento a su lado, apoyándome en el apoyabrazos mientras busco ordenar los hechos con lo poco que me ha contado — Estabas de guardia en el norte y él buscó por tu ayuda, ¿no? Bastante estúpido de su parte, a decir verdad — ¿Y teniendo esas decisiones sigue suelto y vivo? Somos un desastre — Bien, dices que te apuntó con la varita. ¿Lo trataste bajo amenaza o fue después? ¿Te atacó bajo algún aspecto? — he estado frente a Kendrick Duane en una sola ocasión. En una celda, donde no se veía más que como un cachorro herido, demasiado pequeño como para resultar una amenaza. Estaba herido, hambriento y débil, pero había demostrado el poder enfrentarse a dos ministros adultos sin la necesidad de ayuda. Y, con talento mágico o no, su sangre es lo más preocupante. Es una lista larga de enemigos públicos, pero pocos de ellos tienen tanto peso como ese mocoso — Sabes que tendrá que ser comunicado, me imagino. Si puedes señalar dónde fue que te topaste con él, eso podría ayudar como punto de partida para un rastrillaje. Te tomarán de testigo de la causa y, debido a la gravedad, posiblemente te hagan tomar veritaserum. ¿Comprendes eso? — con la mirada que le dedico, creo que queda bien en claro que si tiene alguna mentira que confesar, este es el momento.
— Hey, relájate, nadie va a ir a prisión. No si yo me encargo de ello — levanto mis manos, tomo algo de aire y me señalo a mí mismo para que me vea expulsándolo, invitándola a que haga lo mismo. No es un caso complicado, solo tuvo mala suerte y la decencia de confesarlo, lo cual no la convierte en una cómplice, sino es una testigo — ¿Una paliza por defender a una chica? Que trillado — no digo que sea mentira, pero a veces me sorprende lo fácil que caen en los golpes estas personas. Me trueno los dedos, desviando la mirada hacia los ventanales que dan al jardín en lo que me mordisqueo, pensativo — Nos da una ventaja. Si nadie más lo sabe, significa que no metiste la pata diciendo cosas que no deberías por cualquier lado. Ahora… veamos…
Tomo asiento a su lado, apoyándome en el apoyabrazos mientras busco ordenar los hechos con lo poco que me ha contado — Estabas de guardia en el norte y él buscó por tu ayuda, ¿no? Bastante estúpido de su parte, a decir verdad — ¿Y teniendo esas decisiones sigue suelto y vivo? Somos un desastre — Bien, dices que te apuntó con la varita. ¿Lo trataste bajo amenaza o fue después? ¿Te atacó bajo algún aspecto? — he estado frente a Kendrick Duane en una sola ocasión. En una celda, donde no se veía más que como un cachorro herido, demasiado pequeño como para resultar una amenaza. Estaba herido, hambriento y débil, pero había demostrado el poder enfrentarse a dos ministros adultos sin la necesidad de ayuda. Y, con talento mágico o no, su sangre es lo más preocupante. Es una lista larga de enemigos públicos, pero pocos de ellos tienen tanto peso como ese mocoso — Sabes que tendrá que ser comunicado, me imagino. Si puedes señalar dónde fue que te topaste con él, eso podría ayudar como punto de partida para un rastrillaje. Te tomarán de testigo de la causa y, debido a la gravedad, posiblemente te hagan tomar veritaserum. ¿Comprendes eso? — con la mirada que le dedico, creo que queda bien en claro que si tiene alguna mentira que confesar, este es el momento.
Creo que mi vida se ha vuelto tan aburrida que ya no voy a los sitios en donde puedo encontrar el rostro de los más buscados. Voy del hospital a mi casa y cuando las publicidades aparecen para interrumpir mis series simplemente me levanto y hago cosas hasta que la trama retoma, quiero creer que es por eso que el rostro de Kendrick no estaba grabado en mi cabeza - Así fue como me di cuenta al final, salió su cara en mi teléfono - confieso con una mueca. De verdad no quiero quedar como idiota pero... Lo soy - ¡No sé por qué pensé que podría estar en el norte! ¿De acuerdo? La gente piensa cosas raras cuando está de guardia sin dormir y con miedo.
Respiro profundo al igual que lo hace él y me sumo un punto a mi misma por al menor haber hecho una cosa bien. Es la descripción de cómo funciona la juventud en mi familia, metemos la pata y corremos tan pronto como podemos con alguien que pueda arreglarlo... Y así llevamos años en una buena posición así que la estrategia no está tan mal - Podría haber estado mintiendo, quizás una venta de drogas salió mal o su pandilla perdió la pelea - me parecen opciones mucho más realistas dada su condición de supuesto criminal, aunque en lo que charlamos parecía bastante amable.
Escucho lo que dice asintiendo a cada una de las cosas y bajo la cabeza cuando tengo que seguir explicando cómo fue la situación, ésto no me dejará en un muy buen lugar - Lo traté antes, cuando estaba por darle de alta fue que... lo supe - y luego lo dejé ir. Aunque ¿De verdad lo dejé ir? Porque enfrentarlo habría sido estúpido siendo que no tengo ninguna clase de entrenamiento duelístico, además tenía a otro paciente que proteger así que no podía arriesgarme a víctimas secundarias - No me amenazó hasta que levantó su varita, pero yo también levanté la mía así que fue una especie de amenaza mutua sin hechizos hasta que se marchó - confieso al final. Fue exactamente lo que pasó omitiendo algunos detalles y considerando que me harán pasar por la poción de la verdad será mejor mantenerme con esa historia - Odio la corte, me llamaron a testificar tres veces por cosas médicas que ni siquiera fueron mi culpa y no la pasé para nada bien ¿Puedes poner a un juez amable a cargo?
Respiro profundo al igual que lo hace él y me sumo un punto a mi misma por al menor haber hecho una cosa bien. Es la descripción de cómo funciona la juventud en mi familia, metemos la pata y corremos tan pronto como podemos con alguien que pueda arreglarlo... Y así llevamos años en una buena posición así que la estrategia no está tan mal - Podría haber estado mintiendo, quizás una venta de drogas salió mal o su pandilla perdió la pelea - me parecen opciones mucho más realistas dada su condición de supuesto criminal, aunque en lo que charlamos parecía bastante amable.
Escucho lo que dice asintiendo a cada una de las cosas y bajo la cabeza cuando tengo que seguir explicando cómo fue la situación, ésto no me dejará en un muy buen lugar - Lo traté antes, cuando estaba por darle de alta fue que... lo supe - y luego lo dejé ir. Aunque ¿De verdad lo dejé ir? Porque enfrentarlo habría sido estúpido siendo que no tengo ninguna clase de entrenamiento duelístico, además tenía a otro paciente que proteger así que no podía arriesgarme a víctimas secundarias - No me amenazó hasta que levantó su varita, pero yo también levanté la mía así que fue una especie de amenaza mutua sin hechizos hasta que se marchó - confieso al final. Fue exactamente lo que pasó omitiendo algunos detalles y considerando que me harán pasar por la poción de la verdad será mejor mantenerme con esa historia - Odio la corte, me llamaron a testificar tres veces por cosas médicas que ni siquiera fueron mi culpa y no la pasé para nada bien ¿Puedes poner a un juez amable a cargo?
Niego con la cabeza ante su primera opción, dudo mucho que ese chico esté metido en venta de drogas, sino sería mucho más fácil de encontrar gracias a los infiltrados del gobierno dentro de las redes de tráficos; ya tengo demasiada experiencia en el ámbito, en especial por mis años buscando a una hermana perdida. Si Kendrick fuese un criminal tan básico como un traficante, ya lo habríamos atrapado — Si dices que fue una disputa callejera, me quedaré con eso. Eso quiere decir que hubo más personas que lo vieron, así que deberíamos interrogar a los habitantes de la zona, en especial a aquellos que puedan decirnos si se molieron a golpes con un niño en estos días o no — aunque si eran varios contra uno y él tuvo que buscar asistencia médica, doy por hecho que no salió muy victorioso de esa situación. Lo malo será el obligar a los norteños a cooperar.
A pesar de que tengo que esforzarme mayormente en no ponerme bizco o rodar los ojos, uso mis energías en poner una mano de consuelo sobre su espalda. Bien, tardó en reconocerlo todo lo que le tomó el atenderlo, no voy a decir que no es un error estúpido pero tampoco puedo condenarla por ello. Si no tuvo intenciones de guardárselo, tiene un punto a su favor y no se la tomará como una traidora, aunque… — Tu gran problema va a ser que no llamaste a las autoridades de inmediato, cosa que es obligatoria. Puede que te cobren una multa por ello, pero no voy a mandarte a prisión por algo como esto. Como pena hacia ti, no se hará un gran revuelo: hay casos más importantes que tratar como tal y tú solo sirves como una pista. Algo torpe, pero una pista al final — le sonrío, tratando de mostrarme bromista a pesar de que tenga que morderme la lengua.
Con una palmadita final en su espalda, vuelvo a unir mis manos — ¿Me crees tan cruel como para ponerte un juez malhumorado? No, contigo me portaré bien, solo porque no decías cuando colaba bebidas alcohólicas en la escuela — no fueron tantas veces, peroo… bueno, lo fueron, pero casi siempre por incentiva de mis amigos — Sé que la corte no es el sitio más agradable para pasar el rato, pero estás obligada como civil a entregar cualquier información que tengas. Ese chico ha atentado contra la seguridad de nuestros ciudadanos y atacado a ministros en el proceso, además de ser cómplice de terrorismo… por joven que sea — lo cual son motivos suficientes como para condenar a cualquiera, sin tener en cuenta los factores secretos. Me llevo un puño a la boca para aclararme la garganta — ¿Qué impresión te dio? — más curiosidad por otra cosa, quizá la mínima culpa de haber firmado un papel que sentencia a un niño un poco mayor que mi propia hija — Kendrick. ¿Tenía aspecto de criminal hambriento? ¿Crees que está pasando necesidad? — porque la última vez que supimos de él, estaba abusando de la hospitalidad de Ileana Jensen. Vaya a saber si se ha alimentado en la calle o si tiene un escondite nuevo.
A pesar de que tengo que esforzarme mayormente en no ponerme bizco o rodar los ojos, uso mis energías en poner una mano de consuelo sobre su espalda. Bien, tardó en reconocerlo todo lo que le tomó el atenderlo, no voy a decir que no es un error estúpido pero tampoco puedo condenarla por ello. Si no tuvo intenciones de guardárselo, tiene un punto a su favor y no se la tomará como una traidora, aunque… — Tu gran problema va a ser que no llamaste a las autoridades de inmediato, cosa que es obligatoria. Puede que te cobren una multa por ello, pero no voy a mandarte a prisión por algo como esto. Como pena hacia ti, no se hará un gran revuelo: hay casos más importantes que tratar como tal y tú solo sirves como una pista. Algo torpe, pero una pista al final — le sonrío, tratando de mostrarme bromista a pesar de que tenga que morderme la lengua.
Con una palmadita final en su espalda, vuelvo a unir mis manos — ¿Me crees tan cruel como para ponerte un juez malhumorado? No, contigo me portaré bien, solo porque no decías cuando colaba bebidas alcohólicas en la escuela — no fueron tantas veces, peroo… bueno, lo fueron, pero casi siempre por incentiva de mis amigos — Sé que la corte no es el sitio más agradable para pasar el rato, pero estás obligada como civil a entregar cualquier información que tengas. Ese chico ha atentado contra la seguridad de nuestros ciudadanos y atacado a ministros en el proceso, además de ser cómplice de terrorismo… por joven que sea — lo cual son motivos suficientes como para condenar a cualquiera, sin tener en cuenta los factores secretos. Me llevo un puño a la boca para aclararme la garganta — ¿Qué impresión te dio? — más curiosidad por otra cosa, quizá la mínima culpa de haber firmado un papel que sentencia a un niño un poco mayor que mi propia hija — Kendrick. ¿Tenía aspecto de criminal hambriento? ¿Crees que está pasando necesidad? — porque la última vez que supimos de él, estaba abusando de la hospitalidad de Ileana Jensen. Vaya a saber si se ha alimentado en la calle o si tiene un escondite nuevo.
Él es el que sabe sobre éstas cosas así que solo me encojo de hombros y hago un ademán con las manos para que haga lo que tiene que hacer para encontrarlo. La verdad es que no cero que los del norte vayan a decir que golpearon a un niño, aunque ahora que lo pienso quizás lo hicieron porque reconocieron su rostro y no porque hayan estado atacando a una chica. La posibilidad me pone los pelos de punta ¿De verdad tratarían así a un chico solo porque forma parte de la lista de buscados del gobierno? Ofrecen dinero así que puede que esa haya sido su motivación - Pobre - se me escapa decir y tengo que llevarme una mano a la boca para que... no sé para qué, pero en mi mente eso ayudaría a que Hans des escuche eso - Soy sanadora ¿De acuerdo? Tengo derecho a tener compasión - me defiendo antes de que diga nada al respecto, con un dedo índice en alto a modo de advertencia.
Vuelvo a respirar con tranquilidad cuando escucho que no voy a ir a prisión por ello. En realidad es todo lo que quiero, el dinero no es problema pues en la bóveda familiar hay suficiente para pagar tantas multas y fianzas como sean necesarias en una familia en donde lo que mejor hacemos es meter la pata así que puedo quedarme tranquila - Owww, soy una pista torpe, gracias Hans - respondo fingiendo ternura y luego de eso le saco la lengua y doy un golpe leve en el brazo. Podría ser peor, al menos me está ayudando.
Río de solo recordar aquellas épocas y casi de inmediato comienzo a añorarlas. Todo era tan sencillo entonces, mi única obligación era estudiar seis horas al día y luego podía disfrutar de la vida como quisiera... Ahora estoy condenada a un trabajo con el doble de horas y cuando llego a casa simplemente no tengo ganas de hacer algo que no sea dormir - La primera vez que bebí alcohol fue con esas bebidas que tú colabas - le digo al fin pues recuerdo que aquella vez mentí al respecto diciendo tener experiencia - Eran asquerosas, solo bebí porque ustedes bebían - los más grandes, a los que en ese momento admiraba un poco.
Mi rostro se va desdibujando al escuchar uno a uno los crímenes que ha cometido Kendrick. En realidad necesito escucharlo para sacarme la imagen de perro mojado que ha formado en mi mente, la cual es claramente una falsa impresión - Ha hecho demasiado - murmuro mirando al suelo, es una lástima que un chico con tanta vida por delante se haya echado a perder tan rápido - Se lo veía bien alimentado e hidratado - respondo recordando las cosas del examen físico general - No tenía lesiones más que las recientes... Aunque sí estaba bastante sucio, aunque es comprensible considerando la revolcada que le dieron - reflexiono - ¿Crees que los tridores tienen un sitio dónde comer y beber bien? ¿O alguien los está ayudando? - caigo en la cuenta.
Vuelvo a respirar con tranquilidad cuando escucho que no voy a ir a prisión por ello. En realidad es todo lo que quiero, el dinero no es problema pues en la bóveda familiar hay suficiente para pagar tantas multas y fianzas como sean necesarias en una familia en donde lo que mejor hacemos es meter la pata así que puedo quedarme tranquila - Owww, soy una pista torpe, gracias Hans - respondo fingiendo ternura y luego de eso le saco la lengua y doy un golpe leve en el brazo. Podría ser peor, al menos me está ayudando.
Río de solo recordar aquellas épocas y casi de inmediato comienzo a añorarlas. Todo era tan sencillo entonces, mi única obligación era estudiar seis horas al día y luego podía disfrutar de la vida como quisiera... Ahora estoy condenada a un trabajo con el doble de horas y cuando llego a casa simplemente no tengo ganas de hacer algo que no sea dormir - La primera vez que bebí alcohol fue con esas bebidas que tú colabas - le digo al fin pues recuerdo que aquella vez mentí al respecto diciendo tener experiencia - Eran asquerosas, solo bebí porque ustedes bebían - los más grandes, a los que en ese momento admiraba un poco.
Mi rostro se va desdibujando al escuchar uno a uno los crímenes que ha cometido Kendrick. En realidad necesito escucharlo para sacarme la imagen de perro mojado que ha formado en mi mente, la cual es claramente una falsa impresión - Ha hecho demasiado - murmuro mirando al suelo, es una lástima que un chico con tanta vida por delante se haya echado a perder tan rápido - Se lo veía bien alimentado e hidratado - respondo recordando las cosas del examen físico general - No tenía lesiones más que las recientes... Aunque sí estaba bastante sucio, aunque es comprensible considerando la revolcada que le dieron - reflexiono - ¿Crees que los tridores tienen un sitio dónde comer y beber bien? ¿O alguien los está ayudando? - caigo en la cuenta.
— No es nada, siempre que quieras un halago, puedes llamar a mi puerta — ironizo, mi intento de mantenerme serio se va a la basura cuando su empujoncito me hace reír. No ayuda mucho su recuerdo sobre esos tiempos que quedaron tan atrás, en los cuales los problemas no tenían nada que ver con prófugos de la justicia. No me pica ninguna clase de remordimiento por haber ayudado a su introducción en el mundo del alcohol, aunque hay cierta picardía en el modo que tengo de mirarla en nuestro breve recreo de lo que en verdad importa — Sé que no lo dije en su momento, pero no habría pensado que eras menos genial por no beber con nosotros. Además, Ashton Woodsen siempre pedía que te lleve con nosotros — no tiene nada de malo confesar las intenciones pervertidas de mis ex compañeros ahora que ha pasado el tiempo, eso espero.
Pero ahora, hay un punto crucial que no tiene nada que ver con viejas historias de adolescentes. No sé cómo responder a su primera reacción frente a los crímenes de alguien que, aunque los hubiese evitado, por nacimiento ya estaba condenado. A veces me quito la culpa al pensar que Kendrick ni siquiera tendría que haber existido en primer lugar. Cordelia Collingwood se descompuso y faltó al casamiento de su cuñada, donde todos encontraron la muerte; de haber asistido, el niño jamás habría sido más que un cigoto sin desarrollar en el cuerpo de su madre. Nada de esto estaría pasando, nosotros no tendríamos que mancharnos las manos. En mi egoísmo, prefiero la inexistencia de un mocoso al riesgo en mi familia y que eso me condene si existe algún infierno.
Empujo el interior de mi mejilla con mi lengua en el claro gesto de que estoy pensando y asiento un par de veces, más por inercia que por otra cosa — Ninguno de ellos está en la calle, eso es seguro. Nuestras patrullas se mueven por todos lados y dudo mucho que los dementores no sepan revisar a los vagabundos. Y si dices que estaba en buenas condiciones… nadie en el norte tiene buenas condiciones — o pasan hambre o roban. Eso es algo que me hace chasquear los dedos — Alguien lo está ayudando y, siendo honesto, no me sorprende. Nadie puede generar esos ataques desde la calle.- Sin darle muchas vueltas, saco mi móvil y empiezo a buscar el teléfono de Weynart — No creo que sea tan tonto como para quedarse en la misma zona si lo reconociste, pero enviaremos aurores para un rastrillaje. Y si lo atrapamos gracias a ti… quizás puedas reclamar la recompensa. Son jugosas, yo que tú lo consideraría con gusto — al menos, tal vez así no se sienta muy culpable.
Pero ahora, hay un punto crucial que no tiene nada que ver con viejas historias de adolescentes. No sé cómo responder a su primera reacción frente a los crímenes de alguien que, aunque los hubiese evitado, por nacimiento ya estaba condenado. A veces me quito la culpa al pensar que Kendrick ni siquiera tendría que haber existido en primer lugar. Cordelia Collingwood se descompuso y faltó al casamiento de su cuñada, donde todos encontraron la muerte; de haber asistido, el niño jamás habría sido más que un cigoto sin desarrollar en el cuerpo de su madre. Nada de esto estaría pasando, nosotros no tendríamos que mancharnos las manos. En mi egoísmo, prefiero la inexistencia de un mocoso al riesgo en mi familia y que eso me condene si existe algún infierno.
Empujo el interior de mi mejilla con mi lengua en el claro gesto de que estoy pensando y asiento un par de veces, más por inercia que por otra cosa — Ninguno de ellos está en la calle, eso es seguro. Nuestras patrullas se mueven por todos lados y dudo mucho que los dementores no sepan revisar a los vagabundos. Y si dices que estaba en buenas condiciones… nadie en el norte tiene buenas condiciones — o pasan hambre o roban. Eso es algo que me hace chasquear los dedos — Alguien lo está ayudando y, siendo honesto, no me sorprende. Nadie puede generar esos ataques desde la calle.- Sin darle muchas vueltas, saco mi móvil y empiezo a buscar el teléfono de Weynart — No creo que sea tan tonto como para quedarse en la misma zona si lo reconociste, pero enviaremos aurores para un rastrillaje. Y si lo atrapamos gracias a ti… quizás puedas reclamar la recompensa. Son jugosas, yo que tú lo consideraría con gusto — al menos, tal vez así no se sienta muy culpable.
Tengo que contener una carcajada porque Ashton Woodsen logró su cometido como un año después de que empezara a salir con ellos. Solo que mis padres no lo consideraban apropiado para mí así que el pobre chico tuvo que alejarse, porque mi rebeldía no valía frente a las amenazas de mi padre y he perdido la cuenta de la cantidad de novios que me ha espantado ¡Quizás ya estaría casada para éste entonces! - Fue una linda historia secreta de amor adolescente, creo que debería darte las gracias - comento con aire soñador. Y más de quince años después, el secreto por fin sale a la luz - Quizás deba contactar con él ahora, ponernos al tanto - murmuro más para mí que para él. No es importante ahora.
Su razonamiento hace que se me pongan los pelos de punta porque si hay personas ayudando a los rebeldes al punto de mantenerlos en un buen estado físico, quiere decir que en caso de pelea no tendrán desventaja y que, además, nuestros propios vecinos podrían estar albergando alguno... Aunque ¿Acaso yo no acabo de ayudar al segundo más buscado? ¡Eso no me convierte en una mala persona! Quizás aquellos que lo estén ayudando tampoco saben que es él, podría pasar ¿No? Quiero creer que sí y no que lo hacen a conciencia.
- Su cabello estaba cuidado con shampoo y esos dientes tenían pasta, eso de seguro - pienso en voz alta un poco horrorizada ¡Ya ni siquiera los distritos altos son seguros! ¿Debería mudarme al Capitolio? ¿Eso haría alguna diferencia? - No necesito el dinero, Hans, me sobra - tengo una suculenta herencia esperando por mí y hasta entonces mi sueldo de sanadora y la mesada que me da papá son más que suficientes - Aunque sí podría usarlo para contratar más defensas para el predio Blake ¿Tu qué crees? Ahora ya no confío ni en mis vecinos - no es que los tenga, la casa más cercana está a kilómetros, pero igual.
Su razonamiento hace que se me pongan los pelos de punta porque si hay personas ayudando a los rebeldes al punto de mantenerlos en un buen estado físico, quiere decir que en caso de pelea no tendrán desventaja y que, además, nuestros propios vecinos podrían estar albergando alguno... Aunque ¿Acaso yo no acabo de ayudar al segundo más buscado? ¡Eso no me convierte en una mala persona! Quizás aquellos que lo estén ayudando tampoco saben que es él, podría pasar ¿No? Quiero creer que sí y no que lo hacen a conciencia.
- Su cabello estaba cuidado con shampoo y esos dientes tenían pasta, eso de seguro - pienso en voz alta un poco horrorizada ¡Ya ni siquiera los distritos altos son seguros! ¿Debería mudarme al Capitolio? ¿Eso haría alguna diferencia? - No necesito el dinero, Hans, me sobra - tengo una suculenta herencia esperando por mí y hasta entonces mi sueldo de sanadora y la mesada que me da papá son más que suficientes - Aunque sí podría usarlo para contratar más defensas para el predio Blake ¿Tu qué crees? Ahora ya no confío ni en mis vecinos - no es que los tenga, la casa más cercana está a kilómetros, pero igual.
¿Shampoo? ¿Pasta de dientes? He visto a muchos de los rebeldes y no todos tienen un aspecto deplorable, pero no sabía a qué tanto podía apuntar alguien que había escapado de la casa de Ileana Jensen aparentemente solo. Tengo que golpearme el mentón pensativamente con los nudillos, tratando de hacerme un mapa mental de los hechos. Sé que no llegaré a mucho por mi propia cuenta desde el salón de mi casa, tendré que dejarle a los expertos la investigación, una que siento en carne viva por culpa de una vieja deuda que jamás pude saldar — Siempre le puedes dar un nuevo uso al dinero. Dónalo a una buena causa si tú no lo necesitas, por ejemplo — y sí, se lo digo pasando el dedo por la pantalla de un móvil que es más costoso de lo que es considerado aceptable, pero también es porque puedo tenerlo sin considerarlo un gasto.
No puedo evitarlo y empiezo a reírme, quizá eso le quita toda la seriedad al asunto — Nadie va a ir detrás de ti, Meredith. ¿No ayudaste al crío? No, esa gente no actúa de esa manera y dudo que gasten sus recursos en buscarte — si la ha dejado ir y ella lo ha curado, quiero creer que no tiene motivos para ser un problema — Además, hay todo un programa de protección para testigos si lo necesitas, pero solo nos darás pistas sobre una locación. No es tan grave, pero sí importante. Kendrick Duane ya ha causado muchos problemas, ha arruinado la vida de una jovencita respetable… — suspiro con fuerza. Sé que a Silas parece no afectarle tanto, pero yo sí veo el desperdicio.
Cuando doy con el teléfono que estoy buscando, me tomo un momento en enviar un mensaje y me pongo de pie con los ojos aún puestos en la pantalla — Creo que podemos dar por finalizado el asunto. Yo me encargaré desde aquí — mascullo, girándome en su dirección para meter las manos en mis bolsillos — ¿Quieres beber algo o estás muy ocupada? Quizá quitarte la tensión con un trago te hará bien. Te ves pálida, las guardias van a acabar por consumirte — no es como si fuese la persona más tostada de la Tierra, pero creo que entiende mi punto.
No puedo evitarlo y empiezo a reírme, quizá eso le quita toda la seriedad al asunto — Nadie va a ir detrás de ti, Meredith. ¿No ayudaste al crío? No, esa gente no actúa de esa manera y dudo que gasten sus recursos en buscarte — si la ha dejado ir y ella lo ha curado, quiero creer que no tiene motivos para ser un problema — Además, hay todo un programa de protección para testigos si lo necesitas, pero solo nos darás pistas sobre una locación. No es tan grave, pero sí importante. Kendrick Duane ya ha causado muchos problemas, ha arruinado la vida de una jovencita respetable… — suspiro con fuerza. Sé que a Silas parece no afectarle tanto, pero yo sí veo el desperdicio.
Cuando doy con el teléfono que estoy buscando, me tomo un momento en enviar un mensaje y me pongo de pie con los ojos aún puestos en la pantalla — Creo que podemos dar por finalizado el asunto. Yo me encargaré desde aquí — mascullo, girándome en su dirección para meter las manos en mis bolsillos — ¿Quieres beber algo o estás muy ocupada? Quizá quitarte la tensión con un trago te hará bien. Te ves pálida, las guardias van a acabar por consumirte — no es como si fuese la persona más tostada de la Tierra, pero creo que entiende mi punto.
- No me digas que el departamento de justicia es una buena causa - protesto con una mueca. Aunque tiene razón, hay un montón de huerfanitos por ahí que necesitan un peluche con el que dormir por las noches así que podría donarles el dinero a ellos ¡O formar una fundación! Sí, creo que eso es algo que puedo hacer, después de todo creí rodeada de eventos y pompa de la gente que se dedica a esas cosas - La fundación Meredith Blake para huérfanos del atentado, me gusta - digo en voz alta como si fuera un anuncio de televisión. Eso es lo mío.
Su risa me descoloca un poco y tardo unos segundos en comprender que se está burlando. Así que frunzo los labios y le doy un golpe con el dorso de mi mano en el brazo para que me tome en serio ¡La seguridad no es un chiste! - ¿Programa de protección para testigos? ¿Se supone que tendría que teñirme de pelirroja y hacerme llamar Lilas Scottensen? - improviso el primer nombre que viene a mi cabeza. No va a pasar. No sé si será Kendrick quien ponga mi seguridad en riesgo y definitivamente no va a arruinar mi vida como la de esa jovencita ¿Qué hizo con ella, de todas formas? - A la primera cosa rara que vea, me contrato un ejército, Hans - advierto con un dedo en alto. Quizás no me alcance para tanto, pero tal vez sí para dos aurores musculosos.
Asiento coincidiendo con él, al menos ya me he quitado un peso de encima y ahora queda en manos del departamento de justicia. Sé que éstas cosas son largas, pero confío en que Hans pondrá un juez ágil y amable para encargarse de todo, si es que existe un juez con esas características - Te acepto el trago, así me da sueño y luego duermo como bebé - respondo levantándome del sofá. Las guardias me matan, eso no es secreto, pero lamentablemente son parte del trabajo.
Su risa me descoloca un poco y tardo unos segundos en comprender que se está burlando. Así que frunzo los labios y le doy un golpe con el dorso de mi mano en el brazo para que me tome en serio ¡La seguridad no es un chiste! - ¿Programa de protección para testigos? ¿Se supone que tendría que teñirme de pelirroja y hacerme llamar Lilas Scottensen? - improviso el primer nombre que viene a mi cabeza. No va a pasar. No sé si será Kendrick quien ponga mi seguridad en riesgo y definitivamente no va a arruinar mi vida como la de esa jovencita ¿Qué hizo con ella, de todas formas? - A la primera cosa rara que vea, me contrato un ejército, Hans - advierto con un dedo en alto. Quizás no me alcance para tanto, pero tal vez sí para dos aurores musculosos.
Asiento coincidiendo con él, al menos ya me he quitado un peso de encima y ahora queda en manos del departamento de justicia. Sé que éstas cosas son largas, pero confío en que Hans pondrá un juez ágil y amable para encargarse de todo, si es que existe un juez con esas características - Te acepto el trago, así me da sueño y luego duermo como bebé - respondo levantándome del sofá. Las guardias me matan, eso no es secreto, pero lamentablemente son parte del trabajo.
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