Marzo

Crié a Simon. A lo largo de los años lo vi convertirse en un hombrecito inteligente y de mucho ingenio entonces ¿Cómo es que pude subestimarlo de esta forma? Cuando Syv me dijo que había huido creí que solo bastaría avisar a un auror de confianza para que lo intercepte en la estación de tren pero no fueron capaces de encontrarlo allí, tampoco en otros sitios del Capitolio y para cuando fui al norte ya era demasiado tarde para seguirle la pista. Es inteligente porque sabe que no puedo presentar una denuncia oficial sobre su desaparición, porque eso significaría involucrar al ministerio y que así terminen descubriendo su estatus de sangre que con tanto esfuerzo logré esconder hasta ahora. Entonces ¿Qué es lo que me queda? Ya han pasado algunos días y no vuelve a casa ¿Cómo sé que está bien? ¿Cómo sé que no lo atrapó un dementor en medio de la noche y lo dejó seco en algún callejón mugriento?

Es hora de medidas desesperadas y para eso necesito al ayuda de alguien que pueda moverse discretamente por el norte, que lo conozca y tenga cierta influencia en Simon para traerlo de vuelta a casa. Así que sin decir una sola palabra me muevo a paso apresurado por la casa hasta que logro dar con Kendrick. Sin decir una sola palabra lo tomo entre mis brazos y voy hasta la habitación en donde lo lanzo sobre la cama y cierro la puerta para no ser interrumpidos. Porque Amalie perderá la cabeza y porque Synnove querrá venir con nosotros y no puedo permitir ni una cosa ni la otra.

- Tenemos que ir a buscarlo ahora, pero no podemos ir a ciegas, necesitamos un plan porque hay mucho en juego aquí - no podemos permitir que nos atrapen de noche porque muertos no podremos ayudar a mi hijo y tampoco podemos dejar que lo atrapen a él porque eso significará que para fin de mes estemos todos en las celdas de la base de seguridad - Lleva días solo y nadie tiene más experiencia que tú siendo un niño desamparado en el norte, así que ayúdame... Por favor.

El ambiente ha sido extraño por días y soy perfectamente capaz de reconocer que no puedo hacer mucho, en especial porque no sé qué se dice en estos casos. No tengo mucha idea de lo que está sucediendo entre las paredes de este sitio y he temido meter la pata, casi literalmente, así que tampoco he hecho preguntas al respecto. Así que prácticamente soy un perro de rabo caído que, de vez en cuando, busca consolar a su dueña poniendo la cabeza en su regazo para permitir que me rasque las orejas, como si eso fuese a hacer alguna diferencia. No puedo meterme, no estoy en mi derecho, pero puedo ser un apoyo si ellos lo desean.

Estoy hecho una bolita en la cocina, dormitando una vez más como la mascota perezosa que soy cuando no estoy dando vueltas en mis misiones secretas y suicidas, cuando siento unas manos que agarran mi cuerpo de animal adolescente y me levantan en el aire con una fuerza que me descoloca. Me toma un momento el reaccionar y reconocer a Ivar, a quien le lanzo una mirada de perro mojado y desconcertado porque, diablos, si estoy en sus brazos sin ninguna explicación significa que va a castigarme. ¿Habrá descubierto las ideas que le metí a su hija en la cabeza? ¿Estamos en problemas, tendré que contarle todo mi plan y eso nos joderá los pasos a seguir en el futuro?

Mi cuerpo peludo rebota en la cama, pero cuando Ivar se voltea hacia mí, ya estoy recuperando mi forma humana y estiro mi camiseta, mucho más liviana que las ropas de invierno que he estado vistiendo desde que llegué aquí. Quizá deba pedir que me habiliten nuevas prendas, porque esta es una que le robé a Simon porque le quedaba grande y ya está empezando a quedarme corta — Espera… ¿Quieres que yo busque a Simon en el norte? — creo que se me ve la incredulidad a leguas y me pongo de pie, dejando las sábanas arrugadas a mis espaldas — Solo estuve allí unos meses, muchos de ellos sin salir demasiado. ¿Y cómo sabemos siquiera que allí es dónde ha ido a parar? NeoPanem es enorme — si Simon es tan listo como sé que es, no se arriesgaría a caminar en la zona más vigilada y peligrosa del país sin necesidad alguna. Su rostro no está siendo buscado, nadie sospecharía de él en los distritos más seguros. ¿O es acaso tan suicida?

Me mordisqueo los labios con nerviosismo y le lanzo un vistazo a la puerta; lo último que necesitamos es que Amalie ingrese para encontrar a su marido encerrado en un dormitorio con un fugitivo nacional — Te ayudaré, solo dime lo que quieres que haga y por dónde debo empezar— me cruzo de brazos y levanto un poco el mentón, a ver si de este modo puedo demostrar algo más de determinación. Puede que no me considere el más acto para el trabajo, pero si Ivar necesita de mí, no puedo negarme después de todo lo que hizo por mi seguridad — Debe estar bien. De haber sido atrapado por un dementor, te lo regresarían porque eres su tutor legal… ¿No? — es algo que tenía entendido por las noticias y las charlas con Syv, pero repentinamente me asalta la duda. ¿Qué tanto nos estamos arriesgando aquí?

Observo como vuelve a su forma humana y hace una pregunta cuya respuesta es exactamente lo que acabo de pedir hace unos segundos. De todas formas lo miro con los ojos abiertos como platos, nunca voy a acostumbrarme a verlo cambiar de esa forma, debo admitir que es fantástico, pero así como es un fugitivo también lo considero mi perro y bueno... Que tu perro se vuelva humano y necesite confirmación de un pedido antes de realizarlo es bastante loco, incluso para un mundo en el que existe la magia y el presidente se cree que tiene un derecho divino sobre las otras personas - Necesito que vengas conmigo, entre los dos cubriremos más terreno y tú te mueves más rápido - aclaro aprovechando que él se levanta de la cama para ir a tomar asiento yo. Luego tendré que arreglarla si no quiero que Amalie lo note.

- Está en el norte ¿Dónde más habría de estar? - pregunto con el ceño fruncido pero entonces caigo en la cuenta de que Kendrick no conoce la historia, creo... A no ser que Synnove se la haya contado - Adopté a Simon hace 13 años y con una colega lo hicimos pasar por nuestro hijo - explico rápidamente mirando el suelo, espero no tener que dar más detalles pues cada vez que cuento la historia duele, porque lo hice junto con Robin, quien no está más conmigo y porque ahora más que nunca ese pasado de Simon puede jugarle muy en contra - Tú también descubriste que no eres quien creías ser, no me mientas diciéndome que no tienes ni la mínima pizca de curiosidad por querer encontrar a los que comparten tu sangre - la diferencia es que no sabemos quién es el padre de Simon, probablemente un don nadie, y la tía de Kendrick es la más buscada de todo Neopanem.

Que confirme que va a ayudarme logra que me calme un poco, pero aun así no dejo de agitar la pierna de arriba a abajo desde mi posición en la cama. Necesito ponerme en marcha pero me gusta tener las cosas planeadas, el azar nunca ayuda a nadie y si hacemos las cosas bien no tiene que haber margen de error. Solo que cuando la vida de mi hijo está en riesgo es un poco difícil mantener la mente fría como siempre - Gracias, Ken - agradezco con una sonrisa y entrelazo las manos para contener las ganas de darle un abrazo, creo que aún no llegamos ahí - Habrá comenzado por el orfanato del norte dónde nació, su madre murió allí así que tendrá que buscar gente que la haya conocido para así armar una lista de sus posibles padres - odio pensar de forma tan metódica tratándose del niño pero no queda de otra - ¿Conoces la zona? ¿Hay algún refugio o zona en donde no haya tantas patrullas?

Por la cara que le pongo, dejo bien en claro que para mí podría estar en cualquier lado, porque yo mismo me he movido por varios sitios hasta terminar aquí. Lo que no me esperaba es que la explicación llegue de su boca y ahora me terminan de cerrar varios cabos, por lo que arqueo mis cejas sin saber muy bien qué es lo que se supone que debo decir. ¿Qué tiene la gente con ocultar su identidad a los demás? ¿No hay una ley que prohíba algo como esto? Me muerdo la lengua, pero toda mi expresión es de pura desaprobación y sé que la delato cuando me tardo un momento de tenso silencio antes de contestar — Jamás te mentiré sobre eso, claro que quiero — a pesar de mi suavidad, sospecho que he sonado un poco desafiante. Tengo que recordarme que no puedo escupirle en la cara lo que estoy haciendo y tomo algo de aire para dejar salir mis ganas de defender la postura de Simon. Al fin y al cabo… ¿No huí yo también cuando supe la verdad?

Aún así, una sonrisa apagada responde a la suya. No puedo comprender las razones de estas personas, pero supongo que yo no soy quien merece las explicaciones en esta ocasión — ¿Él sabe dónde está el orfanato? ¿Tienes la dirección? — conociendo su trabajo, esto tiene cada vez más sentido. Me descruzo de brazos para llevarme las manos a la nuca con un suspiro pesado, en tanto comienzo a pasear por el dormitorio para poner las ideas en orden gracias al movimiento de mis piernas — Hay sitios en el norte que son más seguros, porque están más alejados de las zonas urbanas y muchos los consideran incómodos para robar o conseguir comida. Los aurores no hacen patrullas tan seguido como en las calles con mayor cantidad de habitantes y si consideramos que los dementores solo se guían por las emociones… — no tengo idea de si Simon maneja esta información o no, pero es lo mejor que tengo.

Me detengo con un chasqueo de dedos, frenándome justo delante de la puerta para girarme hacia Ivar — Necesitará comida y está solo, así que debe tener rutas repetitivas o, al menos, similares. No podré entrar al orfanato a hacer preguntas, pero puedo bordear el terreno. En cuanto lo tengamos chequeado y si no lo encontramos, deberemos pasar al distrito siguiente. ¿No tienes a nadie de confianza para este trabajo? — se encuentra en el ministerio, no comprendo cómo es que necesita de mí para conseguir a un niño. NeoPanem es tan grande que será como encontrar una pulga en un mamut — ¿No pensaste en pedir ayuda a la red? — odio decirlo, incluso aprieto un poco los dientes al hacerlo. No tengo intenciones de aparecerme en medio de ellos después de haberlos rechazado por meses, pero si no queda otra opción… pues maldita sea.

Su respuesta no me sorprende, es el 101 del niño adoptado y siempre lo será. Trabajo de ésto desde que tengo 30 años, siempre explicándole a los padres la mejor forma de afrontar la conversación, diciéndoles que palabras evitar porque podrían ser mal recibidas por los niños y aquí estoy sin haber cumplido uno solo de mis consejos. Porque podría engañarme diciéndome que la situación es distinta, que por el pasado de Simon era mejor ocultarlo hasta el final, pero Jared estaba en la misma situación con Locki y no dudó en contarle la verdad... Pero Jeff siempre fue buen padre, esa es la diferencia. Yo no sé quién es el loco que dejó embarazada a la mamá de Simon y ¿Por qué querríamos meterlo a una ecuación que ya es lo suficientemente complicada? - Cuando encontremos a Simon puedo ayudarte con eso, lo sabes ¿Cierto? - pregunto aflojando un poco mi expresión. Porque vamos a encontrarlo.

Me trago el comentario sarcástico porque me recuerdo de que, pese a todo, también es un niño el que tengo en frente ¡Claro que tengo la dirección del orfanato! ¡Soy el maldito director de servicios sociales! Pero eso no es lo importante, sino que Simon esté en los alrededores y que nadie de allí lo vea. No es estúpido, no se presentará con su nombre porque tengo contactos allí y eso no le conviene, pero ¿Qué es lo que hará? En sus juegos se caracteriza por ser impredecible y ahora... Espero que no lo sea.

- No se les será difícil encontrar a una bola de enojo de 13 años - completo lo que está diciendo llevando una de mis manos a la cabeza. No puedo con la imagen del pequeño dando vueltas solo, rodeado de dementores y el escuadrón de lobos pisándole los talones. Aunque si éstos últimos lo encuentran podrían traerlo aquí y hacerlo pasar por una simple travesura, después de todo Simon acostumbra a salir de esa forma.

Escucho lo que dice Kendrick y asiento ante cada una de sus palabras. Podemos con eso, es un primer paso sencillo que, aunque no nos traiga resultados, al menos nos mueve en una dirección y es todo lo que necesito ahora mismo - Tú eres mi alguien de confianza ahora mismo, sin presión - respondo con lo que intenta ser una sonrisa - Le avisé a su hermana por espejo, pero ni Jeff ni Kenny están en casa hace días - informo y entonces me doy cuenta de que acabo de revelar otro dato más - Estás enterándote de todo el drama Lackberg en unos minutos, considérate privilegiado - agrego volviendo a ponerme de pie - Moira es mi hija - explico pues no he dado nombres - Y dudo que las demás puedan manejarlo... Simon no es exactamente confiado.

¿Lo sé? Lo miro dudoso, más no respondo, solo muevo mi cabeza de manera indefinida con mis labios volviéndose prácticamente invisibles. ¿Debo decirle que estoy arrastrando a su hija en esto? Su familia ya está en peligro, tanto por sus decisiones como por mi presencia, no debería sumarle una mancha más al tigre. Hay algo pequeñito en mi pecho que hace presión, lo reconozco de inmediato como culpa. Con respecto a los dementores, tengo la misión de ser la cabeza sensata por primera vez en mi corta e inexperta vida — Si está en las zonas urbanas, sus emociones se verán camufladas. Y si lo atrapan, dudo que le den más que una multa. ¿Cuál ha sido su crimen? ¿Estar lejos de casa? — quizá estamos dramatizando, por complicado que sea el asunto no hemos oído de ningún dementor que se haya salido de control y atacado a alguien inocente — Los dementores solo son una amenaza para aquellos que ellos consideran peligrosos, él es solo un niño. Me preocuparía más por los delincuentes del norte que por los vigilantes — que hay de todo en ese lugar y la mayoría no será precisamente amable.

Mis cejas se disparan hacia arriba y, aunque intento contener la sonrisa divertida, fallo bastante en mi propósito — Vaya, necesitas conocer nuevos amigos — me doy el lujo de bromear, relamo mis labios en un gesto que trata de ocultar el halago que me resultan sus palabras. No me considero el más útil en esta ocasión, pero supongo que queda en mí tratar de serlo — ¿Su hermana…? — estar perdido me dura un momento, porque acabo conectando los hilos y estoy seguro de que la sorpresa de mi cara es genuina — Y yo que pensaba que mi familia era complicada — es lo único que consigo acotar, aunque tampoco soy quien para juzgar qué ha decidido hacer de su vida para tener hijos por todos lados.

— No es necesario que lo manejen, pero cuanto más ojos tengas, es mejor. Creí que tú sabías de esas cosas — no soy un experto en esto, incluso me siento bastante torpe tratando de guiar a un adulto que debería tener más experiencia que yo. No sé dónde poner las manos, tanteo mis bolsillos para acabar por ponerlas en mis caderas como si de esa manera pudiese adoptar una imagen mucho más decidida de lo normal — Lo encontraremos, lo prometo. Mientras no se meta en problemas, lo único por lo que deberá preocuparse es por un castigo. Además, como perro tengo buen olfato y quizá pueda seguir un rastro — lo que se me complica mucho con mi misión personal, porque hola, jamás he olido a Stephanie Black. Lo que me hace pensar… — Sí hay un favor que puedo pedirte — sueno dudoso, lo miro como si así pudiese medir que tanto puedo confiar en su ayuda — ¿Existen archivos de los Black que pueda ver? ¿Aunque sea en el ministerio? — sé que es imposible el colarme allí sin ser descubierto, pero tengo que intentarlo.

Niego con los labios fruncidos pues sus palabras no terminan de convencerme. Los dementores son un peligro no importa lo que me digan, si encuentran un alma lo suficientemente cargada de emociones se abalanzarán porque hasta hace poco estaban confinados a un sitio y nadie les ha enseñado a comportarse civilizadamente. Los delincuentes son solo humanos, sin sentidos más allá de los normales y creo que Simon no tendrá problema en eludirlos... A decir verdad, creo que no me sorprendería encontrarlo liderando una banda pues eso es lo que quiere ¿No? Conquistar el mundo algún día y todos los conquistadores comienzan con un grupo de secuaces de dudosa procedencia.

- Y tener sangre muggle, si vuelven a registrarlo sin que yo pueda mover hilos, su vida estará arruinada - no puedo dejar que eso pase, pero tampoco debería estar viendo el vaso medio vacío. Ni siquiera lo encontramos y hay un largo camino por delante. Ahora que lo pienso, tendremos que conseguir una buena excusa para justificar sus faltas en la escuela, viruela de dragón o algo así, para que luego pueda retomar pasando al segundo curso. Supongo que puedo dejar a Amalie encargada de esa parte.

- Lo siento, estuve ocupado albergando un fugitivo y no me queda tiempo para socializar - le respondo con una sonrisa. En realidad de verdad no tengo personas de confianza porque Lara quedó fuera de la lista, mi mejor amiga murió y mis antiguos amigos están uno más loco que el otro o muertos en algún sitio de Neopanem. No tengo el mejor historial en cuanto a amistades... Quizás por eso estoy poniendo tanto empeño en la familia - No sería tan complicada si todos tuviésemos los mismos derechos - así Moira podría visitarnos sin problemas.

Respiro profundo y asiento pues tiene razón en eso. Pero de solo imaginar a los demás rebeldes intentando entrar en contacto con él... Estamos hablando de las personas que atacaron el ministerio y que sin piedad alguna se lanzaron sobre ciudadanos como si nada. Confio en Jeff porque somos amigos desde hace años, me llevó muchísimo tiempo conseguir algo similar con Kenny y ahora con Kendrick porque la situación se dio así, pero los demás son desconocidos para mí.

- No voy a castigarlo, Ken... Tiene todo el derecho a estar enojado, el error fue mío y lo único que espero es que me perdone después de esto - le prometí una y mil veces que nunca le mentiría, y no lo hice a excepción del gran detalle de su identidad. Pero con el tiempo pareció irrelevante, cada día que pasaba era más hijo mío y de Robin que de sus padres biológicos, todo era perfecto hasta que dejó de serlo - Y te dije que después de encontrar a Simon, no es el momento - freno el carro con las cejas en alto - Pero cuenta con que haré lo posible - aseguro levantándome para poner una mano sobre su hombro - Eres un buen chico, Ken, y no lo digo porque no orinas dentro de la casa.

Sin decir más me doy vuelta y tomo un par de mochilas del armario - Anda, ayúdame con las provisiones y puedes tomar algo de mi ropa si quieres.

— Tener todos los mismos derechos… — repito, más para mí que para él. He estado pensando mucho en eso, en especial en las últimas semanas. ¿No es lo que nos merecemos? ¿No es lo que yo podría ayudar a hacer si las cosas salen bien? Sé que es un imposible, pero si me buscan es porque creen que soy una amenaza. ¿Y si lo soy? ¿Y si me convierto en la amenaza que ellos temen que sea? Sé que ahora no es momento de ponerme revolucionario, que hay un chico perdido y no podemos dejar que lo lleven preso por ser hijo de muggles. Momento, eso tampoco se pena de esa manera… bueno, tendré que estudiar mejor las leyes que Syv me pasa de vez en cuando para que tenga una idea de cómo funciona este mundo.

Tengo que pensarlo un poco, me baso en mi propia experiencia para contestar — Te perdonará. Puede que le cueste mucho, pero al final acabará comprendiendo por qué lo hiciste — porque podemos enojarnos, pero hay cosas que siempre pesarán más que las mentiras que fueron creadas por nuestro cuidado. Aún no puedo compartir esa decisión, pero la entiendo. Extraño a mis amigos, pienso cada vez más en ellos, en lo que perdimos y pasamos juntos. Sé que Simon estará en ese sitio alguna vez.

Abro la boca, pero decido que es mejor no discutir ni ponerme en exigente, así que la vuelvo a cerrar y asiento con la cabeza — Solo necesito saber más de ellos. Su forma de ver el mundo, su forma de actuar… quiero comprender su historia para conocer la mía, tú me entiendes — si siento que estoy un poco más cerca de ellos, podré entender cuál es mi papel en todo este juego. Y aunque son pensamientos amargos, porque sé que han sido una basura, puedo sonreír ante su gesto — Tampoco muerdo tus zapatos ni me robo la comida de la mesa. Me merezco al menos un premio semanal por buena conducta — la broma queda indicada con el suave golpecito que doy en su brazo con el puño cerrado.

— ¿Ya? ¿Ahora? — no me esperaba actuar tan rápido, hasta miro a la puerta esperando que su mujer entre a poner los límites en esta situación. Me adelanto para pasar algunas de sus perchas y me hago con una camisa más informal que las que utiliza para el ministerio, la lanzo sobre la cama y me quito la mia para vestirme con algo más cómodo que la porquería pequeña que llevo puesta — ¿Iremos al orfanato? — pregunto, abotonando con rapidez la tela para sentir que estoy listo — ¿Para qué debemos llevar provisiones? No pasaremos días fuera… ¿O sí? — somos magos, creí que volveríamos mediante la aparición. Tironeo un poco de la prenda para estirarla y le lanzo un vistazo, sin estar seguro de si puedo salir de la habitación como humano o deberé llenar la mochila como perro — Si estás planeando el dormir afuera, deberé dejarle un mensaje a Syv. Tengo… bueno, tenemos un par de proyectos y no quiero que siga en ellos sin mí — me encojo de hombros como si estuviésemos hablando de tonterías de niños y pongo una mano en la manija de la puerta — Espero que sepas lo que haces, Ivar. No me gustaría que acabes metido en más problemas — porque encontrarlo vagando por el norte puede ser fácil de camuflar, si no fuese porque estaré a su lado.

Elijo creer sus palabras, no pienso mucho en los detalles, solo me aferro a ellas como una realidad que llegará en un futuro cercano. Porque la alternativa es pensar que jamás querrá volver con nosotros, que me odiará y nunca más podré verlo. Merece algo mejor, es un chico fantástico, debe estudiar y seguir la carrera que le guste, enamorarse y vivir una vida tranquila en una casa o viajando por el mundo... Lo que sea, pero a sabiendas de que tiene un hogar al que volver cuando sus pues ya estén cansados - Ya - solo digo con voz tan baja que incluso a mí me cuesta trabajo escucharme.

Asiento en silencio al escuchar su pedido, pero creo que para saber eso tendremos que buscar información de primera mano y eso significará ir por Stephanie Black en persona. Será una odisea pero estoy casi seguro de que el ministerio debe tener al menos una pizca de información al respecto. Ya pensaré sobre eso luego, lo único que espero es que ayudándolo no cree un nuevo dictador que traiga los juegos de nuevo y nos reprima de la magia. No creo que suceda, Kendrick parece lo suficientemente estable como para mantenerse en la senda correcta no importa lo que venga en el futuro.

- Eso es lo mínimo que puedes hacer si no quieres que Amalie te lance por la ventana - agrego con una sonrisa - Buena conducta sería ordenar mis trajes - bueno, eso ya es pedir demasiado, pero tal y como él lo hace, le doy un empujoncito para dejar en claro que es una broma. Después de Sami ya no tuvimos esclavo y ahora será imposible tener uno nuevo, hay cosas que será mejor empezar a manejarlas solo... Que tampoco es tan difícil.

- ¡Si! ¡Ahora! Cada segundo que perdemos aquí es un segundo que Simon está afuera solo - remarco tomando un par de linternas del cajón, dinero y un par de otras cosas que creo que nos servirán - Comenzaremos por el orfanato, luego recorreremos los sitios cercanos que has dicho y preguntaré de forma discreta a ver si alguien tiene información mientras tu olisqueas la zona - indico pues es el plan que se ha formado de nuestra conversación, o al menos el que yo he captado y pienso seguir - No planeo una fiesta de pijamas, pero me gusta estar preparado para cualquier cosa... No sabemos con quien nos podemos topar, no debemos olvidar que ahora hay un grupo de muggles atacando de los cuales no sabemos nada - o casi nada, y los nombres que probablemente estén entre sus filas no me gustan para nada.

Me detengo mirándolo con una ceja en alto cuando menciona ese proyecto ¿Qué demonios? ¿Acaso está ayudándola con su arte? ¿Funcionando de espejo mientras ella repite las leyes en voz alta? Porque no veo en qué otra clase de proyecto podría estar involucrada mi hija - Le enviaré un mensaje diciendo que te saqué a pasear, no te preocupes - algo no me huele bien aquí - Y no nos meteremos en problemas, tenemos un plan y cuando yo apruebo un plan, éste no falla - la arrogancia me costará caro algún día. De todas formas le doy una palmada en la espalda para que salgamos de la habitación y ponernos en marcha.