The Mighty Fall
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.

Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.

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Invitado
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No cumplí la promesa que le hice a Jakobe. Los meses pasaron sin que pudiera hacer de mi parte lo que pudiera para que él y mi padre se reconcilien, caímos en algo así como una comodidad de familia en la que un perro forma parte de un retrato que logramos rearmar. Es tan fácil caer otra vez en el engaño de las apariencias, porque seguimos sin ser la perfección hecha fotografía. Nuestro perro ni siquiera es un perro, si tenemos que entrar a mirar los detalles. Eso es lo que pasa con los Lackberg, cuando te fijas en los detalles de la pintura, aprecias los errores. Con ese convencimiento vuelvo al despacho de mi padre como lo hice en otras ocasiones, muchas veces el año anterior, a revisar entre carpetas lo que me diga un poco sobre su vida antes de llegar a Neopanem. Sólo tengo que tratar de ver lo que generalmente pasa fuera de vista. Postergué demasiado esto, me conformé con las explicaciones que me dieron de esa tierra casi mítica y quiero certezas, datos más concretos. ¿Tengo tíos? ¿Tengo más hermanos? ¿Con qué personas se vinculó mi padre? Quiero fotografías, quiero cartas, quiero ver algún retrato de quien fue esa abuela de cabello pálido como el mío.

El ruido de la puerta en la entrada al abrirse me hace dar un salto de susto, Simon hace nada salió con Ken para pasearlo, porque el perro es de los dos y no puede ser que sólo yo sea quien lo saqué, así que me quejé para que se haga cargo por esta vez. Era la excusa también que necesitaba para que la casa quedara vacía, dejé mis apuntes de leyes abiertos sobre el escritorio de mi dormitorio por si hacía falta una coartada después y me metí al despacho sin pensarlo demasiado. Tengo unos sobres marrones en las manos que saqué del cajón inferior del escritorio al escuchar los pasos en el pasillo y como la puerta ha quedado abierta, quien sea que pase y mire al interior podrá verme. Hago lo que el instinto me dice, busco que el sillón de mi padre me cubra un poco. Con un poco de suerte, ni siquiera echaran un vistazo dentro. Me abrazo a los sobres marrones hasta que los pasos se desvanecen y entonces suspiro, acomodo los papeles sobre mis rodillas y la sorpresa que me embarga es otra, cuando reconozco el nombre de Simon en uno de estos. Grito cuando una mano, de repente, se presiona sobre mi hombro. —¡Simon! ¡Por favor!— chillo al reconocer a mi hermano. —¡Casi morí del susto! ¡Pensé que era papá!
Anonymous
Simon Lackberg
Andar con Ken en forma de perro es mucho más aburrido ahora que sé que en realidad es un chico, no puedo jugar con él porque me siento estúpido y tampoco puedo hablarle de cosas serias porque sé que comprende todo lo que digo... De todas formas lo hago porque es mi deber como dueño y porque al menos no va haciendo sus necesidades por ahí como los perros de los demás. Primero silencio y luego conversaciones tontas, de esas que tendrían dos chicos de nuestra edad normales, como videojuegos, quejas sobre los profesores... Aún no me atrevo a tocar el tema de las chicas pero de seguro él me lleva ventaja en eso.

El paseo termina cuando llegamos a una tienda de mascotas y le compro un ridículo buzo para caninos de los colores más espantosos que logro encontrar. Luego de eso no tardamos en llegar a casa ya que es calle abajo y ni bien cierro la puerta detrás de nosotros, le quito la correa y dejo que sea libre por los pasillos de nuestro seguro hogar - Si te quitas el buzo herirás mis sentimientos - bromeo con él antes de separarnos entre los pasillos.

Voy caminando hasta que veo el despacho de papá abierto así que me acerco y veo el cabello de Syv escondido detrás de la silla ¿De verdad piensa que eso va a ocultarla? Decido asustarla así que pretendo que sigo mi camino y luego de unos pasos falsos me quito los zapatos para ir en silencio hasta su posición. Me acerco a ella y pongo una mano en su hombro con una sonrisa hasta que ésta se borra al ver el sobre que tiene entre manos - Si vas a buscar información en el despacho de papá quiero que me invites, suena a algo que tendríamos que hacer juntos - reprocho con el ceño fruncido - ¿Qué es eso? - pregunto luego sentándome a su lado con las piernas cruzadas - ¿Y qué buscabas?
Simon Lackberg
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A beautiful lie · Simon IqWaPzg
Invitado
Invitado
Con mi mano en el pecho trato de calmar los latidos enloquecidos de mi corazón, ahora que reconocí la voz de Simon. —¿Lo siento?— balbuceo, podría disculparme diciendo que hice esto tanto tiempo sola, que no había considerado hacerlo particípite de estas expediciones secretas entre documentos, partidas de nacimientos, papeles de adopción y tantas fotos de niños que papá tiene guardados, algunas con dedicatorias para él. Porque si no lo hice, si no le dije nada, es porque hay cosas que tal vez me entere, que no sé si quiero que Simon lo sepa. Para él, su única hermana soy yo. ¿Cómo se sentiría de enterarse que papá tuvo un hijo antes de llegar a Neopanem? No quiero que se sienta decepcionado de saber que abandonó a ese niño, uno que creció para convertirse en el Jakobe que ambos conocemos.  

Ni sé que puedo encontrar en este sobre que tengo en la mano, con su nombre escrito lo suficientemente grande, como para que él pueda leerlo desde su altura. Se me cae todo de las manos, sobres que se abren, rebosan los papeles. Es tal lío que manoteo tratando de darles un orden y me pongo a gatas para ir recogiendo lo que se fue debajo del escritorio. Al tratar de incorporarme me golpeo la coronilla y salgo de ahí frotándome la zona dolorida con una mano. —Estoy… ¡auch!— gimo, no se me pasa el dolor, así que asumo que tendré un chichón sobresaliente entre mis cabellos blancos en unas horas. —Estoy buscando cosas de nuestra familia, de los Lackbergs. Quienes eran, donde vivían, ya sabes… en el norte…— eso sí se lo puedo contar. Me abrazo a los papeles que se cayeron para que no pueda leerlos, porque sí papá tenía un expediente suyo… —No quiero involucrarte en mis actividades delictivas, Simon. Yo puedo hacer frente a los castigos, pero a ti podrían prohibirte los videojuegos hasta tu próximo cumpleaños, ¿y quieres eso?—, trato de espantarlo, al menos de los que papeles que tengo.
Anonymous
Simon Lackberg
Alzo las cejas muy poco convencido con su disculpa pero dejo el asunto allí. Supongo que se la devolveré teniendo mis propias aventuras y no invitándola... Aunque las mías irán mucho más allá de rebuscar entre un montón de papeles, no, yo me colaré en el mismísimo ministerio, conseguiré un barco y navegaré por las costas y lucharé contra un dementor luego de aprender a hacer un patronus. Debería ir haciéndolo ya, no suena difícil y creo que ya he salido del pozo depresivo en el que me dejó la muerte de mamá - ¿Me enseñas a hacer un patronus luego? - pregunto sin más y luego niego con la cabeza pues olvido que no puede seguir el hilo de mis pensamientos si no los pongo en voz alta - Es que estaba pensando en luchar contra un dementor sin tí a modo de venganza por no invitarme, no importa - agrego rápidamente y vuelvo a concentrarme en el sobre que tiene allí.

Se le caen algunos papeles y hago un amago para ayudarla a recogerlos pero se mueve con tanta velocidad y desesperación que me obligo a quedarme en mi lugar para que no seamos protagonistas de un choque de cabezas inminente. Pero de todas formas ella choca contra la mesa, por lo cuál reprimo una pequeña risa - Tranquila, hermana, ni papá ni Amalie están en la casa... No hay nada de que temer - intento tranquilizarla con una sonrisa y tomo una hoja que quedó flotando cerca de mí. Es un papel de adopción, de esos que ví firmar a papá una y mil veces para conseguirle hogar a los niños sin padres.

- ¿Por qué no solo le preguntas a papá? Cada vez que pregunté sobre el norte no tuvo problema en hablar - pregunto confundido - Y ya tengo trece, Syv, creo que puedo elegir qué riesgos tomar - agrego estirando las piernas para estar más cómodo - Los videojuegos son divertidos, pero hay cosas más importantes... Como eso que tienes ahí y no me quieres mostrar.
Simon Lackberg
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A beautiful lie · Simon IqWaPzg
Invitado
Invitado
No entiendo de dónde sale la pregunta, así que balbuceo la respuesta más fácil que puedo darle si me toma desprevenida con una petición así. —Sí, claro… pero en la escuela te enseñarán mejor…—. Si a alguien tengo que enseñar hechizos es a Kendrick que no puede ir a clases, a menos que el Royal admita perros en sus aulas y entonces pueda aprovecharlas, si promete portarse bien y quedarse tirado al lado del pupitre de Simon. Y siento una culpa aún más honda, peor de la que vengo cargando, por tener que admitir en voz alta. —Oh, yo luché contra un dementor sin ti…—, no sé por qué lo digo, no lo preguntó. Es algo que sale de mis labios de manera espontánea. Debe ser la culpa por toda la situación en general, por estar escondiendo estos papeles de su vista, temiendo lo que puedan ser por sólo ver su nombre escrito y me quedo inmóvil como si fuera presa de un encantamiento, cuando un papel cae en sus manos. De todos los que logré atrapar, uno cae entre sus dedos y si grito será peor.

Trato de distraerlo, como sea. Mi sorpresa y algo que se parece mucho a la indignación al saber que papá si le ha hablado de nuestra familia, me da la excusa que necesito para buscar un tema de conversación que aparte sus ojos del papel. —¿Y qué te ha dicho?— inquiero, —¿Te habló de los abuelos? No sabes si, por las dudas, ¿tenía una novia? Es que… siempre me pregunté si se enamoró de alguien antes de mamá… y…— me enredo con mis propias mentiras, porque la historia que Simon conoce es una en la que papá también se enamoró de su mamá, ¿no? No puedo decirle que al parecer mi madre fue a quien amó de verdad, porque tal vez tampoco es así. Porque hay toda una vida que ignoro de papá. — ¿Y qué si tenemos otros hermanos?— listo, lo solté. En parte porque quiero apartarlo del papel que hago el amago de querer recuperarlo, y en parte, porque quiero saber qué puede decirme sobre eso. —Papá era mayor cuando conoció a mamá y luego a la tuya, pasaron otras cosas antes, y no sé… se me ocurrió que tal vez no somos sólo nosotros dos— me explico lo mejor que puedo. — ¿Te gustaría tener otros hermanos, Simon?—. ¿La verdad? Me muero por decirle que Jakobe es nuestro hermano, sé que lo emocionaría un montón. —Porque tengo la sospecha de que es así…
Anonymous
Simon Lackberg
En la escuela me enseñarán pero quién sabe cuando. En ese sitio les encanta reprimir mi magia, me obligan a ir al nivel de los otros niños de mi edad y lo odio ¿Por qué no puedo saltar directamente a la especialidad? No es que esté aprovechando las clases ni nada de eso, en la mayoría de ellas leo cosas más avanzadas al igual que lo hago en casa. Pero no importa, nada importa porque Synnove ya a luchado contra un dementor sin mí y tiene el descaro de decírmelo como si fuera algo insignificante - ¿Cuál es el punto de tener una hermana entonces? - respondo con el ceño fruncido y aparto la vista de ella. Toda la vida tuve que hacer todo solo, ahora creí que podría tener una compañera pero veo que no es así. Seguiré de la misma forma entonces, si pude hacerlo trece años podré con otros trece más.

Flexiono una de mis rodillas y apoyo el codo en ella mientras escucho a Synnove conteniendo una sonrisa. Claro que papá tuvo novias, muchas y se arrepiente de muchas de ellas. Escuché la historia cuando me contaron por primera vez por qué él y Robin no vivían juntos, dijo que lamentaba ese estilo de vida y ya no era así pero no quería mentirme diciendo que jamás había existido... Con eso se ganó mi respeto definitivo y supe que nunca me mentiría. Pero eso no es lo importante. Las palabras que elige son sospechosas y entrecierro los ojos hasta que decido que responder, creo que será mejor ahorrarnos la conversación de locos y saltar directo a eso que creo que ambos sabemos.

- No hace falta que te hagas la misteriosa, Syv, ya sé que no somos los únicos - mi voz suena divertida porque he hecho las paces con eso. Papá no quiso decirme el nombre de nuestra hermana para que no vaya a buscarla, lo cual quiere decir que vive en el norte o es una super agente secreto del ministerio... Ambas cosas son geniales. Pero algún día voy a conocerla y quizás con la ayuda de Synnove podamos descubrirlo. No. Ella no me invitó así que no debería invitarla a mi investigación, cierto que voy a seguir haciendo todo solo, o con mi nueva hermana cuando la encuentre.

- Me gustaría sí, aunque habría preferido estar todos juntos desde el inicio y no todos criados por distintas madres... Es extraño ahora.
Simon Lackberg
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A beautiful lie · Simon IqWaPzg
Invitado
Invitado
Lo siento— pedirle perdón es todo lo que me queda para compensarle, me callo decirle que lo hice con Ken por la reacción que podría recibir de su parte si es que se entera de que lo hice con alguien más, puede que esté pasando más tiempo con nuestro falso perro de lo que paso con los pocos amigos que me quedan cerca del Capitolio, y por alguna razón, siempre nos vemos envueltos en una aventura extraña. Pero, ¿hubiese llevado a Simon de saber que me chocaría de frente con un dementor? ¡Ni loca! ¡Jamás! ¡No! Es mi hermano, el único que tengo realmente cerca, que no quiero que ningún peligro lo roce, por más que él quiera tener luego una anécdota para contar.

Será el único cerca, pero no el único en sí. Y lo siento como un empujón que él sepa que teníamos otros hermanos, cuando es una información que ignoré por años. Los papeles se me caen de la mano otra vez por la impresión y tardo en recuperarme de que lo acepte con tal naturalidad. Ni me molesto en recuperar las carpetas. Bien podría usar mis manos para toquetear las paredes de cristal que me envuelven. Me dejo caer doblando mis rodillas y cruzando mis brazos encima de estas para apoyar mi mentón. —Muchas veces siento que estoy sumergida en una realidad distinta — pienso en voz alta, — no sé si son mentiras con intención o es que lo ignoro todo. Me siento tan fuera de lugar todo el tiempo, no llego del todo a sentir que pertenezco a… nada. Y aunque… aunque fuiste criado en otra casa y en realidad no...— meneo mi cabeza para obligarme a callar. —Eres más hijo de papá de lo que soy yo o... Jakobe. No sé si decirlo, papá no sabe que él es su hijo, así que no hay manera de que se lo haya dicho a Simon. —Tal vez si uniéramos las piezas que tu sabes, con las que yo sé… lograríamos armar todo el rompecabezas. Pero...— suspiro, — detesto decir lo que siempre ha dicho mi madre. Hay cosas que es mejor no saber.
Anonymous
Simon Lackberg
Observo como se caen las carpetas que tenía entre sus brazos y algunas hojas se desparraman. Es mi archivo tal y como había visto en la portada, pero ahora puedo ver lo que hay en el interior. No es la gran cosa en realidad pues parece el trámite que tuvo que hacer papá para que pueda usar el apellido Lackberg después de que mamá murió, así que lo tomo y hojeo sin importancia - Se llama ser adolescente, Synnove - respondo un poco distraído cuando escucho que dice que siente que no pertenece a ningún lado ¿Acaso no nos sentimos así todos?

Al llegar a la última hoja me encuentro con algo más de lo que esperaba. Es una copia con el membrete de un orfanato del distrito 5, pero habla de un Simon Clay cuya madre era Donna Clay y digo en pasado porque se adjunta un acta de defunción de la mujer. Está fechada hace trece años, el día de mi cumpleaños... Ahora mismo desearía ser estúpido y no poder unir los cables, pero ya no hay marcha atrás. Intento ocultar las emociones de mi rostro y dejo a un lado la carpeta para volver a concentrarme en Synnove. No sé si lo sabe, no sé si decírselo. En realidad no quiero hablar de ésto ahora mismo, necesito unos minutos.

- No me gusta no saber - respondo pues me aferro a sus últimas palabras ya que perdí el hilo de la conversación por un segundo. Hablábamos de nuestra hermana ¿No? De la que aparentemente sí está enterada - Syv, necesito que me cuentes todo lo que sabes ¿Sí? Como una muestra de confianza hacia mí, es tu oportunidad de ser honesta - pido con toda la intención de que suene como un ultimátum. Porque necesito saber si puedo confiar en ella, ya sé que no puedo hacerlo en mi padre... Quiero pero no puedo, porque me mintió, me mintió y ahora debo fingir que no pasa nada para poder terminar la conversación sin salir corriendo ¿Que tal Amalie? ¿Por eso me aceptó sin problemas? ¿Porque en realidad no soy hijo de Ivar? ¿Entonces quién demonios soy?
Simon Lackberg
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A beautiful lie · Simon IqWaPzg
Invitado
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No, Simon…— lo contradigo, —no se trata de ser adolescente. Tengo poco más de veinte años. No saber ciertas cosas no tiene nada que ver con ser adolescente, me hace sentir estúpida…—. Es un sentimiento que se está acentuando cada vez más, con cada año que pasa. Ser la estudiante con las mejores calificaciones de la clase y saber de memoria a qué artículo de la Constitución con su número se refiere un determinado fragmento, no me hace ser inteligente. La mayoría de las veces sólo me siento como una idiota. Una idiota cuyo hermano menor sabe más cosas, cuyo perro ha vivido más experiencias en la vida. ¿Y yo? No puedo romper mi burbuja porque me aterra, lo reconozco, me aterra que la realidad de las cosas sea más de lo que puedo soportar y que la honestidad no sea algo que pueda asumir como compromiso. Porque sostengo la mirada a mi hermano cuando me pide ser franca y me cuesta tanto. —No sé si podría hacerlo, porque no quiero herirte— contesto, tan abiertamente como puedo hacerlo en la oficina de papá, donde sus secretos si están escritos, los tiene en tinta invisible. — No quiero herirte— repito.

Suspiro, suspiro tan hondo que se me va todo el aire de los pulmones. Me siento en el suelo y uso mis manos para colocarlas sobre sus hombros. —Eres mi hermano, ¿verdad? Serás mi hermano a pesar de todo, lo que sea. Yo estoy para ti y tú estás para mí, en este mundo. Seré honesta contigo y tú serás honesto conmigo, nunca nos esconderemos nada. ¿Puedo confiar en ti, Simon? ¿Puedo confiar en que siempre estarás para mí y nos sostendremos contra el mundo? Lo necesito, por favor. Necesito alguien en quien creer— se lo ruego, si lo prometo será mi hermano, no importa lo que digan la sangre y los papeles. Será mi hermano y la única persona en el mundo a quien me aferraré sabiendo que es real, que a partir de él podré definir qué es real. Romperé mi burbuja por él. —Jakobe es hijo de papá, Simon. Eso es lo que sé…— confieso. —Él me lo dijo, papá no lo sabe. No lo reconoce. Lo abandonó al venir a Neopanem…
Anonymous
Simon Lackberg
Que se crea estúpida no tiene nada de sentido para mí, es una de las jóvenes más brillantes que conozco y aunque se sienta perdida... Puede ser cualquier cosa menos estúpida. Aunque quizás sí algo ingenua por creer que agregar más hermanos a la lista podría lastimarme o quizás se refiere a que sí sabe que no soy su hermano y entre todos me lo han estado ocultando todo este tiempo. Es increíble, yo sabía de su existencia cuando ella solo sospechaba de la mía pero ahora quien tiene la verdad completa es ella ¿Y dice que no sabe nada? No me lo parece.

Me toma de los hombros y hace un montón de pedidos que me obligan a apretar la mandíbula fuerte para no estallar ahora mismo. Porque quizás fui criado en una familia feliz, pero no soy parte de ella... Quizás Ivar es un cursi pero yo no lo soy, ahora entiendo por qué, porque en realidad no soy su hijo. Tampoco soy el hermano de Syv así que no puedo prometer eso, ni tampoco que no voy a abandonarla cuando ella ya me ha abandonado a mí en sus aventuras... No quiero tenerla en cuenta si ella no me tiene en cuenta a mí. Así que no respondo, solo la observo con ojos humedecidos de enfado.

Pero la revelación no es la que esperaba ¿Jakobe es hijo de Ivar también? ¿Es una broma? ¿Y lo abandonó? - Así que sí podría haber tenido un maravilloso hermano mayor - respondo dejándome caer sobre mis talones y apartando la vista de la chica de cabello blanco. Miro el suelo y luego la carpeta que yace cerrada a un costado - Quizás por eso me adoptó, para calmar su conciencia por no haber estado con dos de sus hijos - agrego levantando la vista - No sabía de Jakobe, creí que hablábamos de la chica cuyo nombre se niega a decirme - porque ya no puedo llamarla hermana - Tienes dos hermanos, Synnove, eso es maravilloso... Y yo no tengo ninguno, o sí ¿Quién sabe? Quizás hasta tenga más que tú, todos muertos o adoptados y sin identidad. - ya no me importa si ella sabía si yo soy adoptado, no debería importarle porque no significará un shock para ella, de todas formas tiene dos hermanos más con quienes reemplazarme - Una gran familia y no soy parte de ella ¡Y NO SOY PARTE DE ELLA!
Simon Lackberg
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A beautiful lie · Simon IqWaPzg
Invitado
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Sus palabras me empujan hacia atrás, tengo que apoyarme con mis palmas en el suelo para no caer. —¿Lo sabes? ¿Cómo lo sabes?— pregunto, tan confundida, tan estúpida como para darme cuenta que lo sabe por los papeles que hizo a un lado, no porque tenga las respuestas a todo y sepa más que nadie en esta casa. Mi mirada se queda quieta en él, trato de entender a este chico de trece años que actúe con una madurez que no reconozco haber tenido a la misma edad. Son sus rasgos siempre tan duros los que refuerzan esa idea de que es más fuerte de lo que yo podría haber sido, de que las verdades a él no lo derrumban, se ve incluso más decidido y más alto que yo, que no hago más que empequeñecer hasta querer desaparecer. Porque tardo en reaccionar a que esos dos hijos de los que habla, los que papá abandonó, incluyen también a una chica. No soy su única hija. No somos sólo dos, somos dos hermanos y dos hermanas. Son recortes extraños de una fotografía familiar de la que se excluye.

¡No es así! ¡Soy tu hermana, Simon!— grito, imponiéndome a su rabia. —¡Soy tu hermana!— repito, manoteo en el aire hasta dar con su brazo, del que me sujeto con la fuerza que puedo reunir para acercarlo a mí o al menos que no se aparte. —¡Eres parte de mi familia! ¡Eres mi familia!— insisto, como sea trato de abrazarlo, me abalanzo hacia él para que no se me escape, para combatir a ese enojo que lo consume con un poco de consuelo. —Eres el hermano que por años busqué, aun sabiendo que eras el hijo  de otra familia, que mi padre te amaba más, te busqué… eras mi hermano en el mundo… por ti no estaba sola….— me aferro a él con mis manos que se sujetan a su espalda, lo abrazo con toda la intensidad de mi cariño hacia él que guardé por años. —Tú eres, más que nadie, mi hermano. Estoy para ti…— susurro contra su oído, no quiero soltarlo, no quiero que se aparte y sentirlo lejano otra vez, inalcanzable.
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Simon Lackberg
Cuando mamá... Robin, falleció tuve días para procesarlo por mi cuenta. Estuve solo en la casa imaginando los peores escenarios para poder estar de pie cuando la realidad llegara. Pero ahora todo ha venido de repente así que es como contener una erupción volcánica capaz de destruir toda una isla. El grito me libera un poco pero la presión es tanta que no puedo hacer nada para mantener las lágrimas en mis ojos, que se deslizan filosas sobre mis mejillas. No las quiero aquí pero están de todas formas - No soy tu hermano, Synnove, éramos extraños hasta hace un par de meses. Tu padre me cuidó, es todo - respondo aún con la mandíbula apretada.

Me abraza como lo hizo la primera vez que nos encontramos y, tal y como aquella vez, solo dejo que lo haga como si mi cuerpo no fuera más que un objeto inanimado esperando a poder volver a la vida. Respiro de forma agitada, mi pecho se mueve con violencia y más aún cuando estiro el brazo para ver la hoja una vez más - Tú lo sabías - dejo salir mirando el apellido Clay una y otra vez ¿Quién soy? ¿Quiénes son mis padres? Si mamá no pudo tenerme en el hospital fue porque no tenía el derecho de hacerlo y eso me da una gran pista de lo que llevo en mi sangre.

- Me mintieron por trece años, vine aquí y me siguieron mintiendo - mi voz suena más tranquila que antes, reflexiva pues debo decidir qué hacer a continuación - Tienes otros dos hermanos, de sangre, con quienes seguro tendrás mucho más en común - y ahora sí la aparto porque ya no puedo tolerar la farsa - Antes mostrabas mucha admiración por Jakobe ¿Cómo es que él no es el hermano que quieres? Él va a protegerte y si quieres tener charlas de chicas puedes buscar a tu hermana ¿Cuál es mi papel? ¿El bebé de la casa? Nunca quise serlo, no lo soy... No soy un maldito Lackberg, no soy del norte... O al menos no del verdadero ¿Qué más tengo que decir para que comprendas? No nos une nada.
Simon Lackberg
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A beautiful lie · Simon IqWaPzg
Invitado
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Sabía que existías, era todo lo que necesitaba…— susurro, que diga que éramos extraños si quiere, es cierto que no nos conocíamos, pero eso no quita que lo sentía cercano a mí, por un lazo que construí con él antes del día que nos viéramos por primera vez a los ojos y nos reconociéramos como hermanos. Se lo dije también a Jakobe, un hermano es alguien que está para ti en el mundo, quiero estar para ellos, como ellos estarán para mí. Todo, todo lo que quiero en esta vida, todo… es una familia, hermanos. No sentirme tan sola, tan triste y tan abandonada en mí misma como esos años en que todo mi mundo conocido era mi habitación. Necesito sentirlo conmigo, como necesito sentir a Jakobe y a esa hermana que dice que tenemos, lo necesito… por mí. —Yo me enteré hace poco, antes de ir a buscarte. Eso no cambió nada. Eras mi hermano, hay cosas… hay cosas mucho más importante que la sangre que pueda unir a dos personas, Simon…— trato de explicarlo, —es el sentimiento. Hay un sentimiento que es lo que te hace parte… de una familia— comienzo a ahogarme con mis sollozos, esos que se están atorando en mi garganta como una ola incontenible que se desborda y mis lágrimas se mezclan con las suyas al abrazarlo.

¿Qué tengo y que no tengo? Tuve a mis dos padres en casa por años, vistos desde afuera parecíamos el retrato sin errores de una familia. No podía hablar de cómo me sentía sin que pareciera que me quejaba de una vida cómoda. Pero que una persona esté en un lugar no quiere decir que realmente esté, sentí a mis padres ausentes por más que volvieran todas las noches a casa a dormir. ¿Tengo un hermano mayor? ¿Uno al que mi padre no reconoce? ¿Realmente lo tengo? No puedo traerlo a ninguna cena porque al parecer se lleva pésimo de nuestro padre. ¿Y nuestra hermana? ¿Dónde está siquiera? Simon es lo más real que he tenido por años tan cerca como para tocarlo con mis dedos y rodearlo con mis brazos, y corta todo lazo conmigo. Entonces, ¿qué? Caigo en el suelo al rendirme, tengo la cara manchada de rojo por las ganas de llorar. —Eres mi hermano— repito, como la única verdad que quiero salvar de todas las mentiras que nos seguimos contando y eso es lo que hacemos en esta familia, nos contamos mentiras para dormir. No debería ser así. Las familias no deberían ser así. No deberíamos ser extraños que se encuentran y se desencuentran todo el tiempo. —Y seré tu hermana, siempre.
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Simon Lackberg
Me muerdo la lengua pues no me importa que lo haya sabido hace poco. Estaba dispuesta a guardar el secreto y por eso no me mostró los papeles. Si yo no lo leía por mi cuenta ¿Cuánto más habría vivido de esa forma? ¿Iban a esperar hasta que me agarre una rara enfermedad genética para compartir que no tengo sus genes? ¿Esperarían a que tuviese hijos o me dejarían morir con una identidad falsa? No puedo perdonarlo facilmente y definitivamente no hay nada que la joven de cabello blanco pueda decir par hacerme cambiar de opinión - ¿Cosas más importantes que la sangre? La sangre lo es todo, Synnove, están matando a la gente por su sangre, los encierran, los repudian ¡Los analizan aunque sean trabajadores como Ivar! - ¿Qué va a pasar cuando descubran que soy adoptado? ¿Qué tal si tengo sangre muggle, eso no solo me pondría en peligro a mí, sino que a todos ellos por mentir al gobierno... No puedo dejar que eso ocurra, estoy enojado pero no quiero que nadie les haga daño.

Observo como se desmorona con el ceño fruncido y hago un paso atrás para observarla desde lejos, no voy a rendirme porque ella tenga ganas de llorar, yo también las tengo - Si eso es lo que necesitas para seguir adelante bien, finge que somos hermanos... Pero no me pidas que comparta esa mentira - respondo antes de salir de caminar fuera del despacho de papá y encantar la puerta para que me de unos segundos.

Corro hasta mi habitación y cargo todo lo que considero necesario en la mochila. Mi idea es no volver así que supongo que tendré conseguir lo demás en el camino, pero ya pensaré en eso luego. Bajo a la cocina y tomo unas cuantas cosas para calmar el hambre al menos por dos días. Ni siquiera me molesto en dejar una nota pues supongo que la que consideraba mi hermana se encargará de informar a los que consideraba padres.

Sin extender más la salida, salgo de la casa y voy con paso apurado camino a la estación. No estoy seguro de hacia dónde estoy yendo... En realidad sí, pero será una búsqueda difícil, por suerte la dirección la marca cualquier brújula y de momento es todo lo que necesito para comenzar de nuevo.
Simon Lackberg
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A beautiful lie · Simon IqWaPzg
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