Historia

Enfrascado en una época donde la codicia formaba parte del continente americano, la situación externa dejaba mucho que desear pese a vivir, prácticamente, en la mayor de las ignorancias. Pues si bien era cierto que Europa estaba al tanto de los movimientos políticos que asolaban Neo-Panem, pocos eran los que se aventuraban a viajar para comprender mejor si la zona era o no habitable. Y lo era, pero no para los que poseían rastros de magia en su sangre. No para el pequeño Jakobe que, tarde o temprano, creció rodeado de inmadurez, poca responsabilidad y un adulterio bastante considerable.

Nacido en el continente europeo, alejado de la madre patria que vió crecer a sus progenitories, y de sangre pura pese a la sangre mestiza de sus padres se vió destinado a heredar el apellido de su Ivar y, por ende, su consecuente condición. La magia es algo con lo que ha crecido durante toda su vida, si bien no pudo ser capaz de manejarla en su totalidad hasta bien entrada su adolescencia, aunque ya presentó muestras de la misma cuando tenía tres años y las puertas de la casa donde vivían se abrieron y cerraron todas de repente. Pese a todo, Jakobe tuvo una vida bastante interesante. O trágica, como gusta hoy en día que las historias sean.

Ni apenas un año pasó para que Ivar dejara atrás a una criatura que nació fruto de la pasión desenfrenada y la poca capacidad del señor para afrontar la realidad que se le presentaba. Cobarde, así lo han visto sus ojos desde que tiene uso de razón, Jakobe creció rodeado del cariño ajeno de una madre que pasaba más tiempo preocupada por la localización de su padre que por la crianza de un joven niño que estuvo al cuidado, en la mayor parte, de sus tíos y abuelos. Sin embargo, a día de hoy, no puede reprocharle nada a su madre. Pues ella no huyó como el imbécil de su padre.

Repudió el apellido tan pronto como tuvo la capacidad de permitirse hacerlo. Adoptó el apellido de soltera de su madre, la cuál nunca vió de más que Jakobe renegara de su padre. Un odio crecía en sus adentros, y la esperanza de verlo con la razón de simplemente demostrarse que no lo quería fueron la premisa que lo hizo deambular hasta el continente de Neo-Panem cuando las leyes cambiaron y el sistema se vió abotonado a unas leyes estrictas que vanagloriaban la sangre mágica. No obstante, pese a que agradece la intromisión de Niniadis en el gobierno mágico, nunca estuvo en consonancia con su manera de ejecutar las cosas, declarándose fiel partidario de la doctrina de los Black que, aún desaparecidos, le sugerían algo mucho más interesante. Aún así nunca desestimó una orden. Con un carácter frío, vivaracho y mujeriego heredado de su padre, ejecutaba todo lo que se le proponía, consiguiendo escalar posiciones hasta encontrarse cerca del mando en primera línea de Aurores.

El hijo de Lackberg arrivó, en primera instancia, en los distritos pobres del continente. Sin mucho que hacer, sin poco que tomar, fue escalando y tomando importancia hasta conseguir, de manera natural, un puesto en el cuerpo de aurores de Neo-Panem. Éste hecho propiciaron que viviese en el Capitolio, sin dejar a un lado sus aspiraciones y, cómo no, la seguridad de aquellos, a ratos, más desfavorecidos dentro del cómputo de magos.

Jakobe estudió todo lo relacionado con la cultura e historia del continente de Neo-Panem, embebiéndose de todo lo que existía y de la manera en la que ambos gobiernos llevaban las cosas. Ataviado con su varita en consecuencia de su ideología pro-magos, su mayor intención es hacer verle a su padre que desviarse de sus responsabilidades no ha sido la mejor de sus opciones. Las excusas no sirven, ni para él ni para nadie, y no se deja avasallar por nada ni nadie. Por ello ha estado presente en multitud de acontecimientos, tanto importantes como irrelevantes, y el pique insano que comparte con su padre —el cuál todavía no sabe quién es él— le han hecho convertirse en la persona que a día de hoy es.

Enfrascado en la protección del continente, pasa sus días apostillado a figuras políticas. A la espera de una oportunidad para poder dar un paso hacia delante, Jakobe aprovecha su tiempo libre en buscar a la única figura que, desde que se supo, le resulta demasiado importante. Con el apellido de los Black pululando por Neo-Panem nuevamente, su misión no ha cambiado. En secreto, como parece o intenta, busca pistas y nuevas emociones.

Emociones que requieren de la sutileza, algo que espera conseguir con la ayuda indirecta de todas las personas que conoce y que, con su encanto, se ha ganado. Confianza, es todo un juego de manos, donde el vencedor es aquel que presenta, claramente, una afinidad con el conocimiento de todos los movimientos que fuese capaz de ejecutar tu adversario.

«No es que me esté dejando llevar por mi condición, que también. Quiero decir, ¿quién no se aprovecha de ser mago para actuar sin que nadie sea capaz de juzgarte por tus actos? Vivo en una sociedad donde prima la severidad hacia la gente no mágica, ¿cómo no darle un uso extremo para conseguir lo que te propones? La debilidad no es un hecho simple que se entrene, sino una maestría que sale a relucir cuando mejor lo necesitas para aprovecharte de las situaciones. Ese es el problema de los muggles, no son capaces de acuñarlo y entenderlo para llevarlo a su verdadero campo. No serían una lacra si masterizaran su debilidad.»

Estadísticas del personaje

VITALIDAD: 30 pts
FUERZA: 5
DESTREZA: 9
DEFENSA: 7
AGILIDAD: 5
RESISTENCIA: 5

Estadísticas compradas adicionales: +1 punto