OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Con la seguridad en aumento, era arriesgado viajar al centro de NeoPanem, pero ya no soportaba más la multitud dentro del loft y tenía que hacer algo para distraerse y no matar a uno de los niños.
En la plaza del distrito y antes de que saliera el sol, tomó uno de los primeros trasladores hacia el Capitolio y luego de visitar a un viejo amigo para...desayunar...se le ocurrió la magnifica idea de gastar una parte de sus ahorros en una muy necesaria adquisición.
Así, luego del almuerzo, regresó al edificio de la red cargando una enorme caja dentro de la mochila hechizada.
Estaba emocionada, sin embargo antes de ponerse a armar todo según las instrucciones, corrió hacia su dormitorio y se desvistió, para estrenar un precioso y diminuto bikini de animal print. Tomó una de sus botellas de ron barato y entonces si, bajó por las escaleras hacia la sala.
Con la ayuda de su varita, apiló en un rincón todos los colchones, mantas, almohadas de los sobrevivientes del catorce, para luego empujar por si misma el sillón un poco hacia la derecha, dejando el espacio perfecto para su nuevo bebé.
Sacó la caja y la colocó en el centro del salón, para posteriormente alejarse y gracias a la magia, devolver a su tamaño real el precioso jacuzzi. A continuación, realizó un conjuro para llenarlo de agua tibia y le siguió otro para hacer funcionar los hidromasajes, así no debía utilizar la poca energía que tenían...Y Mimi no la asesinaría.
Sus ojos se llenaron de lagrimas culpa de la emoción y del sorbo largo que le dio a la bebida transparente, movió un poco las caderas en un baile alegre y no esperó más.
Se hundió hasta la nariz dentro de la bañadera, sintiendo los chorros golpear su espalda y piernas. Era el maldito paraíso
—I'm gonna swing from the chandelier, from the chandelier...I'm gonna live like tomorrow doesn't exist, like it doesn't exist...— Tarareó entre sorbos directos del pico de la botella. —I'm gonna fly like a bird through the night, feel my tears as they dry...
En la plaza del distrito y antes de que saliera el sol, tomó uno de los primeros trasladores hacia el Capitolio y luego de visitar a un viejo amigo para...desayunar...se le ocurrió la magnifica idea de gastar una parte de sus ahorros en una muy necesaria adquisición.
Así, luego del almuerzo, regresó al edificio de la red cargando una enorme caja dentro de la mochila hechizada.
Estaba emocionada, sin embargo antes de ponerse a armar todo según las instrucciones, corrió hacia su dormitorio y se desvistió, para estrenar un precioso y diminuto bikini de animal print. Tomó una de sus botellas de ron barato y entonces si, bajó por las escaleras hacia la sala.
Con la ayuda de su varita, apiló en un rincón todos los colchones, mantas, almohadas de los sobrevivientes del catorce, para luego empujar por si misma el sillón un poco hacia la derecha, dejando el espacio perfecto para su nuevo bebé.
Sacó la caja y la colocó en el centro del salón, para posteriormente alejarse y gracias a la magia, devolver a su tamaño real el precioso jacuzzi. A continuación, realizó un conjuro para llenarlo de agua tibia y le siguió otro para hacer funcionar los hidromasajes, así no debía utilizar la poca energía que tenían...Y Mimi no la asesinaría.
Sus ojos se llenaron de lagrimas culpa de la emoción y del sorbo largo que le dio a la bebida transparente, movió un poco las caderas en un baile alegre y no esperó más.
Se hundió hasta la nariz dentro de la bañadera, sintiendo los chorros golpear su espalda y piernas. Era el maldito paraíso
—I'm gonna swing from the chandelier, from the chandelier...I'm gonna live like tomorrow doesn't exist, like it doesn't exist...— Tarareó entre sorbos directos del pico de la botella. —I'm gonna fly like a bird through the night, feel my tears as they dry...
Me había pasado el día en el jardín, mis pequeñas estaban creciendo más cada día y he estado pensando agregar unas nuevas especies, he leido sobre unos cactus y estoy algo emocionada por el momento que pueda salir a comprarlos, creo que al fin estaba volviendo a ser yo de a poco, tal vez, pero necesitaba ser una Redford más que nunca ya que no era la única pasandolo mal. Cuando entre al salon y vi aquella bañera gigante ni tuve que esforzarme.
- Por la santisima vaca Bessie que descanse en paz - mire a Moira metida en aquella cosa - ¿Qué clase de magnifica tecnología esto? - aun me sorprendía entrar al baño y que girando unas pequeñas manijas de puerta el agua saliera fria o caliente, y sin hechizos o que duendes o hadas intervinieran, estaba más alla de mi comprensión aunque ya me había explicado el proceso pluvial como unas tres veces pero no podía evitar abrir y cerrar y ver correr el agua. Así que, estaba alucinando de lo lindo en este momento.
Ni me moleste en cambiarme, además solo tenía una remera y unos shorts para trabajar en el jardín, me senté en el borde y empecé a meterme lentamente.
- Oh por la vía lactea y las constelaciones - no tenía otras palabras para describir aquello, nunca dejaría de sorprenderme la ciudad.
- Por la santisima vaca Bessie que descanse en paz - mire a Moira metida en aquella cosa - ¿Qué clase de magnifica tecnología esto? - aun me sorprendía entrar al baño y que girando unas pequeñas manijas de puerta el agua saliera fria o caliente, y sin hechizos o que duendes o hadas intervinieran, estaba más alla de mi comprensión aunque ya me había explicado el proceso pluvial como unas tres veces pero no podía evitar abrir y cerrar y ver correr el agua. Así que, estaba alucinando de lo lindo en este momento.
Ni me moleste en cambiarme, además solo tenía una remera y unos shorts para trabajar en el jardín, me senté en el borde y empecé a meterme lentamente.
- Oh por la vía lactea y las constelaciones - no tenía otras palabras para describir aquello, nunca dejaría de sorprenderme la ciudad.
Tuve que esperar unas horas para poder tomar el tren rumbo al distrito 5. Lo sé, es solo un distrito de diferencia pero aún así me da pánico sufrir despartición si las cosas salen mal, además ¿Quién no disfruta de un bello viaje en tren? Por suerte para mi la gente tiene demasiado miedo como para abandonar sus casas luego de lo ocurrido así que tengo lugar más que suficiente para estirar las piernas ¿A quién engaño? No estoy relajado como para ponerme cómodo en el viaje, de hecho me estoy comiendo las uñas y sacudiendo cada una de las partes de mi cuerpo. Necesito saber que mi padre está bien y para eso tengo que ir hasta el loft de la red... Hace varias semanas que no hablamos pues estaba lejos pero ¿Quién sabe? Quizás se le ocurrió volver para el caos y no pude verlo, sería extraño pues gracias a papá Jared pude ver todo en las mil pantallas de la televisora pero aún así, debo estar 100% seguro.
Espero unos minutos en la estación pues se supone que voy a encontrarme con Dave aquí y cuando finalmente lo veo salto sobre él para darle un abrazo de oso. No sé dónde estaba este estúpido pero me alegro que haya sido lejos del Capitolio - Vamos que me comen los nervios, necesito ver a papá - sobre todo porque vi como se llevaban a Kenny y eso no debe tenerlo nada tranquilo - No, no voy a bajarme, me llevas en tu espalda por llegar tarde - digo y me sujeto bien con las piernas y brazos.
Llego caminando al loft minutos después. No soy tan cruel y tampoco un tipo demasiado liviano. Abro la puerta y busco a papá con la mirada pero en cambio me encuentro con Moira dentro de un jacuzzi, una niña que no conozco pero creo que vi en los videos del ataque y un montón de colchones apilados en una punta ¿Qué demonios? Tampoco es que no vengo hace dos años, han sido solo un par de meses...
Miro a Dave aún con la boca abierta y sacudo la cabeza pues debo recordar a qué he venido - Moira ¿Está bien mi papá? ¿Estaba en el Capitolio? - largo sin siquiera decir hola - ¿Y tú quién eres? - pregunto mirando a la niña, intento ser amable pero hasta no escuchar que Jefferson está bien eso será imposible.
Espero unos minutos en la estación pues se supone que voy a encontrarme con Dave aquí y cuando finalmente lo veo salto sobre él para darle un abrazo de oso. No sé dónde estaba este estúpido pero me alegro que haya sido lejos del Capitolio - Vamos que me comen los nervios, necesito ver a papá - sobre todo porque vi como se llevaban a Kenny y eso no debe tenerlo nada tranquilo - No, no voy a bajarme, me llevas en tu espalda por llegar tarde - digo y me sujeto bien con las piernas y brazos.
Llego caminando al loft minutos después. No soy tan cruel y tampoco un tipo demasiado liviano. Abro la puerta y busco a papá con la mirada pero en cambio me encuentro con Moira dentro de un jacuzzi, una niña que no conozco pero creo que vi en los videos del ataque y un montón de colchones apilados en una punta ¿Qué demonios? Tampoco es que no vengo hace dos años, han sido solo un par de meses...
Miro a Dave aún con la boca abierta y sacudo la cabeza pues debo recordar a qué he venido - Moira ¿Está bien mi papá? ¿Estaba en el Capitolio? - largo sin siquiera decir hola - ¿Y tú quién eres? - pregunto mirando a la niña, intento ser amable pero hasta no escuchar que Jefferson está bien eso será imposible.
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Estoy sacudiéndome el cabello lleno de tierra mientras estoy esperando en la inestable estación de tren, que no es más que un par de columnas sosteniendo un trecho que se cae a pedazos. Me encuentro de lleno con el rostro de Locki cuando se abre la puerta del tren y corro hacia a él a prisa, olvidando que tengo la misma ropa desde hace dos días y una mancha de mi camiseta ensucia la suya, mucho más limpia, cuando me abraza. Creo que ha pasado un buen tiempo desde la última vez que nos vimos. —Tenía una señal pésima… yo… no tengo idea para qué Kenny me mandó a ese sitio, no encontré nada de lo que me dijo que estaría ahí…— balbuceo sin ton ni son, cierro la boca para asentir con mi mentón, también estoy ansioso por ver a Jeff y saber qué ocurrió. Me doblo por mis rodillas al sentir su peso en mi espalda. —No soy tu maldito unicornio, Locki. ¡Usa tus propias pezuñas!— me río, sacudiéndomelo de encima, y así llegamos hasta el loft, andando cada uno por su cuenta. La mochila que cargo en los hombros me pesa por los días que he pasado dando vueltas sin sentido, ensuciándome hasta detrás de las orejas, sin encontrar a esa mujer que Kenny me dijo que era fundamental para la siguiente cruzada que íbamos a emprender en la Red. Todavía no caigo en que pudo haber sido un engaño de su parte, no lo creo posible.
De todas las cosas que esperaba encontrar en loft, Jeff incluido después de meses sin verlo, lo que más me sorprende es encontrar un jacuzzi en medio de la gran sala que ocupa casi toda la planta baja del sitio. —¡OH, POR FAVOR, MOIRA!— doy el grito nada más verla entre las espumas cantando borracha, y no, no quiero mirarla más allá de su rostro para saber si también se ha metido desnuda en el agua. Creo ver los colchones y las mantas que se estaban usando para los refugiados, a un lado contra la pared, así que supongo que Moira está en plan de querer tomarse unas vacaciones en pleno loft. No sé cómo Locki puede hacer las preguntas coherentes, yo estoy cruzando a zancadas la sala para acercarme al borde del jacuzzi. Miro a la chica que acompaña a Moira en esta ocasión y la señalo con mi índice, el mensaje es claro y acusador: «TÚ TAMBIÉN». Dejo que intercambie nombres y saludos con mi amigo, mientras trato de tomar al vuelo la botella que Moira tiene en su poder. —¿Cómo se te ha ocurrido montar esta fiesta?— le pregunto, más cargado de incredulidad que de reproche. Después de un tiempo uno se acostumbra a ciertos detalles de la personalidad de Moira. —¿De dónde carajos sacaste este jacuzzi?—. Bien, tengo que reconocer que estoy impresionado.
De todas las cosas que esperaba encontrar en loft, Jeff incluido después de meses sin verlo, lo que más me sorprende es encontrar un jacuzzi en medio de la gran sala que ocupa casi toda la planta baja del sitio. —¡OH, POR FAVOR, MOIRA!— doy el grito nada más verla entre las espumas cantando borracha, y no, no quiero mirarla más allá de su rostro para saber si también se ha metido desnuda en el agua. Creo ver los colchones y las mantas que se estaban usando para los refugiados, a un lado contra la pared, así que supongo que Moira está en plan de querer tomarse unas vacaciones en pleno loft. No sé cómo Locki puede hacer las preguntas coherentes, yo estoy cruzando a zancadas la sala para acercarme al borde del jacuzzi. Miro a la chica que acompaña a Moira en esta ocasión y la señalo con mi índice, el mensaje es claro y acusador: «TÚ TAMBIÉN». Dejo que intercambie nombres y saludos con mi amigo, mientras trato de tomar al vuelo la botella que Moira tiene en su poder. —¿Cómo se te ha ocurrido montar esta fiesta?— le pregunto, más cargado de incredulidad que de reproche. Después de un tiempo uno se acostumbra a ciertos detalles de la personalidad de Moira. —¿De dónde carajos sacaste este jacuzzi?—. Bien, tengo que reconocer que estoy impresionado.
Mantuvo la cabeza y un brazo fuera del jacuzzi, pero el resto del cuerpo lo hundió debajo de la cálida agua burbujeante. —And I'm holding on for dear life, won't look down won't open my eyes...—Continuó cantando hasta que su garganta pidió unos sorbos más del delicioso ron y para no desperdiciar nada, se incorporó un poco para beber. —Keep my glass full until morning light, 'cause I'm just holding on for tonight.— Con los pies golpeaba el otro extremo del jacuzzi a ritmo.
Moira estaba en un estado de relajación importante, hasta que una diminuta rubia del catorce chilló, haciéndola saltar en el lugar, por suerte tenía buenos reflejos y no sufrió perdidas del alcohol. —Esto es un jacuzzi.— Respondió cortante y cerró sus ojos para volver a distenderse de toda la horrible situación. Creía haber sido clara de que no estaba invitándola, pero la niña entendió lo contrario y sintió el agua moverse cuando un cuerpo se unía al de ella. Claro que en respuesta la fulminó con la mirada y soltó un largo suspiro. —Shhh...— Día de spa, no molestar.
Los chorros de agua chocaban contra sus músculos y gracias al silencio, la castaña consiguió relajarse de nuevo pese a tener dentro de su bañera a uno de los seres del distrito catorce, los culpables del secuestro de su madrina. Sin abrir los parpados bebió unos largos sorbos de la botella y cuando su nariz se estaba hundiendo junto con las burbujas, un nuevo grito la sacó de su estado de calma. Okey, iba a colgar de las pelotas al culpable.
Recostó su cabeza en una de las superficies creadas para eso y no se molestó en parpadear. —Yo estoy muy bien, gracias por preguntar...¿Tú papá? Ahhh el negro, si, si, lo siento pero está muerto. Llegaste tarde porque ya hicimos el entierro, estuvo bonito aunque yo hubiese preferido la cremación.— Y le pegó un nuevo sorbo al ron sin moverse.
Otra voz chillona se sumó al del niñato, sólo que esta vez si abrió los ojos y se movió con rapidez para evitar que Dave tomara su botella, ¿Qué le pasaba? —No es una fiesta, es un baño, genio.— Lo miró arqueando las cejas. —Y si vuelves a tocar mis cosas, te juro que envenenaré tú comida para que nunca más se te pare el pene...Ahora que lo pienso, tal vez te estaría haciendo un gran favor, así no desperdicias tanto tiempo matándote a pajas.— Y finalizó su amenaza golpeando el agua para empapar su rostro. —Vete a bañar, das asco
Se recostó de nuevo, sólo que esta vez con el torso aún fuera del agua, dando tragos a su precioso cóctel. Pff eran todos unos envidiosos. —Usé el dinero del seguro de Jeff, que en paz descanse el negro.— Y por primera vez sonrió desde que interrumpieron con tanto descaro su día de spa. —No puedo revelar mis secretos, Meyer y tú hijo del negro...— Le entregó la botella a Beverly para que la sostuviera, confiaba en que ella no le haría daño, mientras terminaba por sacarse el sostén de su bikini, para luego arrojarlo al suelo. —Tú padre está torturando a los ministros que tomaron como rehenes. Ahora, sé un buen niño y dame un masaje.— Por supuesto que estaba haciendo todo eso para incomodarlo.
Moira estaba en un estado de relajación importante, hasta que una diminuta rubia del catorce chilló, haciéndola saltar en el lugar, por suerte tenía buenos reflejos y no sufrió perdidas del alcohol. —Esto es un jacuzzi.— Respondió cortante y cerró sus ojos para volver a distenderse de toda la horrible situación. Creía haber sido clara de que no estaba invitándola, pero la niña entendió lo contrario y sintió el agua moverse cuando un cuerpo se unía al de ella. Claro que en respuesta la fulminó con la mirada y soltó un largo suspiro. —Shhh...— Día de spa, no molestar.
Los chorros de agua chocaban contra sus músculos y gracias al silencio, la castaña consiguió relajarse de nuevo pese a tener dentro de su bañera a uno de los seres del distrito catorce, los culpables del secuestro de su madrina. Sin abrir los parpados bebió unos largos sorbos de la botella y cuando su nariz se estaba hundiendo junto con las burbujas, un nuevo grito la sacó de su estado de calma. Okey, iba a colgar de las pelotas al culpable.
Recostó su cabeza en una de las superficies creadas para eso y no se molestó en parpadear. —Yo estoy muy bien, gracias por preguntar...¿Tú papá? Ahhh el negro, si, si, lo siento pero está muerto. Llegaste tarde porque ya hicimos el entierro, estuvo bonito aunque yo hubiese preferido la cremación.— Y le pegó un nuevo sorbo al ron sin moverse.
Otra voz chillona se sumó al del niñato, sólo que esta vez si abrió los ojos y se movió con rapidez para evitar que Dave tomara su botella, ¿Qué le pasaba? —No es una fiesta, es un baño, genio.— Lo miró arqueando las cejas. —Y si vuelves a tocar mis cosas, te juro que envenenaré tú comida para que nunca más se te pare el pene...Ahora que lo pienso, tal vez te estaría haciendo un gran favor, así no desperdicias tanto tiempo matándote a pajas.— Y finalizó su amenaza golpeando el agua para empapar su rostro. —Vete a bañar, das asco
Se recostó de nuevo, sólo que esta vez con el torso aún fuera del agua, dando tragos a su precioso cóctel. Pff eran todos unos envidiosos. —Usé el dinero del seguro de Jeff, que en paz descanse el negro.— Y por primera vez sonrió desde que interrumpieron con tanto descaro su día de spa. —No puedo revelar mis secretos, Meyer y tú hijo del negro...— Le entregó la botella a Beverly para que la sostuviera, confiaba en que ella no le haría daño, mientras terminaba por sacarse el sostén de su bikini, para luego arrojarlo al suelo. —Tú padre está torturando a los ministros que tomaron como rehenes. Ahora, sé un buen niño y dame un masaje.— Por supuesto que estaba haciendo todo eso para incomodarlo.
La respuesta de Moira fue algo seca, pero supongo que aun no nos conociamos lo suficiente y a penas habiamos hablado desde que estaba en el loft, aunque teniendo en cuenta todo lo que había pasado tenía sentido que me había apoyado más en mis conocidos que en hacer nuevas amistades, eso me recordaba a Mimi, tal vez debería generar más relación con ella también.
Estaba por pedirle un poco de la botella que tenía en mano cuando entraron dos chicos de golpe en el departamento. El que no conocía me pregunto por mi identidad pero Moira empezó a hablarle por lo que les dí un momento para que hicieran sus bromas, estas conversaciones eran muy interesantes y picantes, me sentía tan del campo.
- Hola, me llamo Beverly, puedes decirme Bev - le dije al moreno - Soy del 14, lo se una rareza - empuje mi pelo hacía atras para darme un poco de importancía - Y yo si estuve en el Capitolio por lo que puedo decirte si estuvo. ¿Quién es? y ¿Tú eres...?
Me distraje cuando apareció en mi campo de visión el ladrón de cigarros, y se digno a mirarme acusadoramente el muy descarado, ah pero dos podían jugar al mismo juego, le devolví la mirada agrandando los ojos lo más que pude.
Pero Moira lo puso en su lugar rapidamente, decía unas palabras muy directas pero efectivas, lo cual me hacía sentir más inculta. Todo lo que sabía de como hablaban las personas de la ciudad lo había aprendido de mamá pero ella hacía mucho no interactuaba con estas.
De pronto mi compañera de jacuzzi me pasó la botella, creo que estabamos congeniando, y se quito la parte de arriba de su bikini. Wow, ¡mis padres me habían mentido! ¡La gente de la ciudad si se desnudaba en público!
- Te acompañaría en tu demostración de amor propio y aceptación de tu cuerpo, pero mis padres me hicieron prometer que hasta los 18 no puedo hacerlo frente a otras personas - le dije a Moira mientras daba un trago de la botella. Tuve que toser, estaba algo fuerte y hacía mucho que no tomaba alcohol.
Estaba por pedirle un poco de la botella que tenía en mano cuando entraron dos chicos de golpe en el departamento. El que no conocía me pregunto por mi identidad pero Moira empezó a hablarle por lo que les dí un momento para que hicieran sus bromas, estas conversaciones eran muy interesantes y picantes, me sentía tan del campo.
- Hola, me llamo Beverly, puedes decirme Bev - le dije al moreno - Soy del 14, lo se una rareza - empuje mi pelo hacía atras para darme un poco de importancía - Y yo si estuve en el Capitolio por lo que puedo decirte si estuvo. ¿Quién es? y ¿Tú eres...?
Me distraje cuando apareció en mi campo de visión el ladrón de cigarros, y se digno a mirarme acusadoramente el muy descarado, ah pero dos podían jugar al mismo juego, le devolví la mirada agrandando los ojos lo más que pude.
Pero Moira lo puso en su lugar rapidamente, decía unas palabras muy directas pero efectivas, lo cual me hacía sentir más inculta. Todo lo que sabía de como hablaban las personas de la ciudad lo había aprendido de mamá pero ella hacía mucho no interactuaba con estas.
De pronto mi compañera de jacuzzi me pasó la botella, creo que estabamos congeniando, y se quito la parte de arriba de su bikini. Wow, ¡mis padres me habían mentido! ¡La gente de la ciudad si se desnudaba en público!
- Te acompañaría en tu demostración de amor propio y aceptación de tu cuerpo, pero mis padres me hicieron prometer que hasta los 18 no puedo hacerlo frente a otras personas - le dije a Moira mientras daba un trago de la botella. Tuve que toser, estaba algo fuerte y hacía mucho que no tomaba alcohol.
Moira no tiene familia, tu tienes tres padres.
Moira no tuvo comodidades económicas, tu cambias de teléfono cada año.
Moira tiene una personalidad chispeante, no quiere decir que sea mala.
Moira es idiota a veces, tu deber es armarte de paciencia y tolerarla porque en el fondo te cae bien.
Uno... Dos... Tres...
Y terminado mi ritual respiro profundo y solo respondo rodando los ojos tras su muy insensible respuesta a mi pregunta. Al menos eso me deja tranquilo, si le hubiese pasado algo de verdad no bromearía de esa forma, quiero creer que quiere a mi papá lo suficiente como para derramar un par de lágrimas por su pérdida - El racismo está pasado de moda hace 400 años, Moira - largo luego con una risita - Y ya veo que estás bien ¿Para qué preguntar?
La pequeña es mucho más amable que la co-conductora de papá así que decido concentrarme en ella para no tener que repetir mi ritual mil veces en pocos minutos. Se ofrece amablemente a responder mi respuesta así que le dedico la mejor sonrisa que tengo, esa con hoyuelos, y me explico - Soy Locki, el hijo de Jeff... Me dio en adopción cuando cambió el gobierno para mantenerme a salvo - no hay rencor por eso, lo comprendo a la perfección y espero que se note en mi relajado tono de voz - Si estás aquí supongo que lo conoces, es como una cabeza más bajito que yo, manda por aquí cuando no está Kenny... - mi voz se apaga al final pues éste sería el caso.
La mayor vuelve al ataque pero solo cierro los ojos hasta que termina de hablar y consigo la pizca de información que quería. Así que está con los ministros capturados, perfecto. Por supuesto que no los está torturando ya que papá no es así, pero comprendo que estratégica mente hablando no puede dejar pasar al menos una charla con ellos - ¿Tanto costaba decir es...? - comienzo a preguntar cuando veo como se saca la parte de arriba de la bikini y siento como todo el calor sube hacia mis mejillas.
Moira es más vieja.
Moira no se baña todos los días.
Moira se acostó con medio Neopanem.
Moira no es para nada mi tipo.
Moira es más fea que basilisco con gripe.
El ritual dos surte efecto y puedo moverme sin miedo a que mi pantalón me traicione. Lo que me falta... Si Dave llegara a notar algo me molestaría por los siglos de los siglos - Y tus padres tienen razón, podrías hacerlo antes pero solo frente a alguien que de verdad quieras, no solo para incomodar a los demás como hace ella - respondo a Beverly mientras me quito la camiseta y se la enchufo en la cabeza a Moira para que se cubra. Claro, ahora soy yo quien se encuentra con el torso desnudo - Esto podría dar una muy mala imagen si alguien entra aquí... Lo siento Bev.
Moira no tuvo comodidades económicas, tu cambias de teléfono cada año.
Moira tiene una personalidad chispeante, no quiere decir que sea mala.
Moira es idiota a veces, tu deber es armarte de paciencia y tolerarla porque en el fondo te cae bien.
Uno... Dos... Tres...
Y terminado mi ritual respiro profundo y solo respondo rodando los ojos tras su muy insensible respuesta a mi pregunta. Al menos eso me deja tranquilo, si le hubiese pasado algo de verdad no bromearía de esa forma, quiero creer que quiere a mi papá lo suficiente como para derramar un par de lágrimas por su pérdida - El racismo está pasado de moda hace 400 años, Moira - largo luego con una risita - Y ya veo que estás bien ¿Para qué preguntar?
La pequeña es mucho más amable que la co-conductora de papá así que decido concentrarme en ella para no tener que repetir mi ritual mil veces en pocos minutos. Se ofrece amablemente a responder mi respuesta así que le dedico la mejor sonrisa que tengo, esa con hoyuelos, y me explico - Soy Locki, el hijo de Jeff... Me dio en adopción cuando cambió el gobierno para mantenerme a salvo - no hay rencor por eso, lo comprendo a la perfección y espero que se note en mi relajado tono de voz - Si estás aquí supongo que lo conoces, es como una cabeza más bajito que yo, manda por aquí cuando no está Kenny... - mi voz se apaga al final pues éste sería el caso.
La mayor vuelve al ataque pero solo cierro los ojos hasta que termina de hablar y consigo la pizca de información que quería. Así que está con los ministros capturados, perfecto. Por supuesto que no los está torturando ya que papá no es así, pero comprendo que estratégica mente hablando no puede dejar pasar al menos una charla con ellos - ¿Tanto costaba decir es...? - comienzo a preguntar cuando veo como se saca la parte de arriba de la bikini y siento como todo el calor sube hacia mis mejillas.
Moira es más vieja.
Moira no se baña todos los días.
Moira se acostó con medio Neopanem.
Moira no es para nada mi tipo.
Moira es más fea que basilisco con gripe.
El ritual dos surte efecto y puedo moverme sin miedo a que mi pantalón me traicione. Lo que me falta... Si Dave llegara a notar algo me molestaría por los siglos de los siglos - Y tus padres tienen razón, podrías hacerlo antes pero solo frente a alguien que de verdad quieras, no solo para incomodar a los demás como hace ella - respondo a Beverly mientras me quito la camiseta y se la enchufo en la cabeza a Moira para que se cubra. Claro, ahora soy yo quien se encuentra con el torso desnudo - Esto podría dar una muy mala imagen si alguien entra aquí... Lo siento Bev.
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Creo que se me cae la cara cuando la chica dice que Jeff está muerto. ¿Por qué siquiera por un segundo me tomé en serio las palabras de una Moira borracha con un jacuzzi en medio del loft? ¿Por qué me sentí tan afectado de algo que era la peor broma que podía pasar por su cabeza de doxy drogada? ¡Qué se la lleven los demonios…! —¡BASTA! Estás siendo perra, Moira— me enojo, sintiendo la sangre al subir por mi garganta, porque se está metiendo con Locki y reacciono en instinto. Es Beverly, que no es tan niña como para tener oídos sensibles a las estupideces que barbotea Moira, la que contesta a las preguntas de mi amigo en un diálogo calmo paralelo a mi exabrupto con mi compañera de radio. Hemos convivido lo suficiente como para marcarme ciertos límites que nunca pasaría con ella si es que no quiero que estar en el loft de Kenny se vuelva incómodo, algunas simplemente no van a ocurrir aunque no falten oportunidades. —Como si te preocupara que pierda mi tiempo en pajas, lo que te jode es que no te dejo participar— respondo a su provocación en su mismo tono rabioso, lo que me gustaría poder tener un poco más de cabeza como mi amigo para saber cuándo callar y que al hablar lo haga sin querer hundirla bajo el agua y todas esas espumas.
Pero que la sensatez sea virtud de Locki, porque cuando vuelve a arremeter contra él con sus comentarios, me siento más tocado que si me hubieran atacado a mí. El comentario de Bev me llega a pesar del aturdimiento en mis oídos cuando veo a Moira en una demostración de su desnudez que me gustaría decir que me sorprende por ser la primera vez, pero sería una mentira. Escucho a medias la respuesta de mi amigo, lo veo sacarse la camiseta para cubrir a Moira y la mirada que le dirijo a él es tan cargada de reproche que parece que le pregunto qué carajos se supone que está haciendo, como si se lo estuviera recriminando por unirse al desnudo que inicio la otra chica. ¿Tantas ganas de mostrar esa piel, Rockefeller? Imbécil. Mis ojos al posarse sobre Beverly son de clara advertencia. —Ni se te ocurra hacerlo— le digo, pese a que clara su intención de que no iba a participar. —No quiero problemas con la gente que vino contigo porque en este loft se te ha dado por drogarte, emborracharte y también andar en cueros con nosotros aquí— nos señalo a Locki y a mí, y sueno tan severo como jamás lo han sido ni siquiera mis padres. Trepo al borde del jacuzzi para meterme en el agua con toda la ropa puesta, haciendo que salpique gran parte sobre el suelo de la habitación, y voy hacia Moira para tomarla de las muñecas con mis manos, haciendo que se ponga de pie. Cuando lo hace la tomo de la cintura para cargarla sobre mi hombro y sacarla del jacuzzi*. Cruzo la distancia hacia el ventanal que abarca casi toda una pared y sirve de iluminación natural al loft, manoteo la manija como puedo para abrirla y la arrojo fuera. —Ahora dejamos arreglar tu desastre— le grito, pero en vez de volver con los otros dos me quedo sujetando la manija y esperando a que despotrique.
* Dado de acierto
Pero que la sensatez sea virtud de Locki, porque cuando vuelve a arremeter contra él con sus comentarios, me siento más tocado que si me hubieran atacado a mí. El comentario de Bev me llega a pesar del aturdimiento en mis oídos cuando veo a Moira en una demostración de su desnudez que me gustaría decir que me sorprende por ser la primera vez, pero sería una mentira. Escucho a medias la respuesta de mi amigo, lo veo sacarse la camiseta para cubrir a Moira y la mirada que le dirijo a él es tan cargada de reproche que parece que le pregunto qué carajos se supone que está haciendo, como si se lo estuviera recriminando por unirse al desnudo que inicio la otra chica. ¿Tantas ganas de mostrar esa piel, Rockefeller? Imbécil. Mis ojos al posarse sobre Beverly son de clara advertencia. —Ni se te ocurra hacerlo— le digo, pese a que clara su intención de que no iba a participar. —No quiero problemas con la gente que vino contigo porque en este loft se te ha dado por drogarte, emborracharte y también andar en cueros con nosotros aquí— nos señalo a Locki y a mí, y sueno tan severo como jamás lo han sido ni siquiera mis padres. Trepo al borde del jacuzzi para meterme en el agua con toda la ropa puesta, haciendo que salpique gran parte sobre el suelo de la habitación, y voy hacia Moira para tomarla de las muñecas con mis manos, haciendo que se ponga de pie. Cuando lo hace la tomo de la cintura para cargarla sobre mi hombro y sacarla del jacuzzi*. Cruzo la distancia hacia el ventanal que abarca casi toda una pared y sirve de iluminación natural al loft, manoteo la manija como puedo para abrirla y la arrojo fuera. —Ahora dejamos arreglar tu desastre— le grito, pero en vez de volver con los otros dos me quedo sujetando la manija y esperando a que despotrique.
* Dado de acierto
No se molestó en abrir los ojos cuando Locki mencionó todo el tema del racismo, ya había quedado claro que los llamaba "negros" con cariño y no con discriminación. —En realidad estoy muy triste porque Kenny fue secuestrada.— Respondió con la verdad, pero como odiaba exponerse o demostrar sus sentimientos reales, soltó varias carcajadas y volvió a beber varios sorbos de la botella de ron. —¿Y qué te trae por estos pobres lados?— Cambió el tema, justo cuando Dave comenzó a gritar diciéndole que era una perra. Misión cumplida, ya nadie recordaría su anterior revelación. —Si esa es tú voz cuando gritas...Pobre de la chica que escuche tus gemidos, Meyer.
La respuesta a su amenaza le sacó una enorme sonrisa, tomó asiento en el interior del jacuzzi y mordió su labio inferior, mientras clavaba la mirada en los pantalones sucios del castaño. —¿En tus pajas? Si quisiera participar, haría mucho más, cariño.— La verdad era que no tocaría a David ni con su varita. Al igual que con Locki, Moira sólo los molestaba, sobretodo cuando la pubertad golpeó a ambos y dejaron de ser los debiluchos niños llorones. Bah, todavía lo eran.
Con el corpiño de su bikini fuera, la voz de la niña alcanzó los oídos de la bruja. —Pues aquí tienes un nuevo consejo, vive tú propia vida y haz lo que se te de la gana. Con toda la mierda que está ocurriendo, puedes morir mañana o dentro de dos segundos.— La camisa del negro pronto ocultó sus preciosos pezones perforados y soltando varias carcajadas, intentó hacer un leve puchero con ojitos. —¡Este si es un caballero!— Estirando la mano húmeda y llena de espuma, acarició el pecho del moreno con uno de sus dedos, al tiempo que le guiñaba.
Menos mal que le entregó la botella a Beverly, porque el idiota se metió a ensuciar su precioso jacuzzi y aunque intentó bajarse de su hombro, no lo consiguió. —¡Maldita sea, Meyer, bájame ahora mismo!— Gritó y golpeó su espalda lo más fuerte que pudo, incluso movió la cabeza y mordió la piel de uno de sus hombros.
Una vez fuera, pateó y empujó la puerta para poder ingresar de nuevo y regresar a su reciente adquisición. —¡TIENES GRAVES PROBLEMAS, MEYER!— Chilló pisoteando el suelo, tomó carrera y consiguió abrirse paso hasta el interior del loft golpeando la madera con su hombro. —¡¿Por qué no entiendes que no eres el padre de todos por aquí?! Vive tú maldita vida, imbécil.— Y completamente enojada, recuperó la varita del sofá y con un simple hechizo**, hizo desaparecer toda la ropa de Dave.
Su ira se esfumó en cuestión de segundos, ladeó la cabeza con una sonrisa dibujada de oreja a oreja y movió los dedos saludando hacia la entrepierna. —Uy, hola amiguito.— Susurró con voz cantarina y sin soltar la varita, regresó cual diva al interior de la bañadera de burbujas. —Locki, tú puedes unirte a nuestra fiesta, estás invitado y el agua está calentita.
**Tirada de Moira: Acierto.
La respuesta a su amenaza le sacó una enorme sonrisa, tomó asiento en el interior del jacuzzi y mordió su labio inferior, mientras clavaba la mirada en los pantalones sucios del castaño. —¿En tus pajas? Si quisiera participar, haría mucho más, cariño.— La verdad era que no tocaría a David ni con su varita. Al igual que con Locki, Moira sólo los molestaba, sobretodo cuando la pubertad golpeó a ambos y dejaron de ser los debiluchos niños llorones. Bah, todavía lo eran.
Con el corpiño de su bikini fuera, la voz de la niña alcanzó los oídos de la bruja. —Pues aquí tienes un nuevo consejo, vive tú propia vida y haz lo que se te de la gana. Con toda la mierda que está ocurriendo, puedes morir mañana o dentro de dos segundos.— La camisa del negro pronto ocultó sus preciosos pezones perforados y soltando varias carcajadas, intentó hacer un leve puchero con ojitos. —¡Este si es un caballero!— Estirando la mano húmeda y llena de espuma, acarició el pecho del moreno con uno de sus dedos, al tiempo que le guiñaba.
Menos mal que le entregó la botella a Beverly, porque el idiota se metió a ensuciar su precioso jacuzzi y aunque intentó bajarse de su hombro, no lo consiguió. —¡Maldita sea, Meyer, bájame ahora mismo!— Gritó y golpeó su espalda lo más fuerte que pudo, incluso movió la cabeza y mordió la piel de uno de sus hombros.
Una vez fuera, pateó y empujó la puerta para poder ingresar de nuevo y regresar a su reciente adquisición. —¡TIENES GRAVES PROBLEMAS, MEYER!— Chilló pisoteando el suelo, tomó carrera y consiguió abrirse paso hasta el interior del loft golpeando la madera con su hombro. —¡¿Por qué no entiendes que no eres el padre de todos por aquí?! Vive tú maldita vida, imbécil.— Y completamente enojada, recuperó la varita del sofá y con un simple hechizo**, hizo desaparecer toda la ropa de Dave.
Su ira se esfumó en cuestión de segundos, ladeó la cabeza con una sonrisa dibujada de oreja a oreja y movió los dedos saludando hacia la entrepierna. —Uy, hola amiguito.— Susurró con voz cantarina y sin soltar la varita, regresó cual diva al interior de la bañadera de burbujas. —Locki, tú puedes unirte a nuestra fiesta, estás invitado y el agua está calentita.
**Tirada de Moira: Acierto.
El chico agradable se presenta como hijo de Jeff, había escuchado mensión de su nombre pero hasta ahora no había tenido el placer, supongo que sería una versión más vieja de Locki.
- Con mi mamá lo haciamos todo el tiempo, sobretodo para hacer yoga, desnudarse es solo natural no deberías incomodarte por ello - le explico a mi pobre confundido nuevo amigo cuando cubre con su remera a mi compañera de jacuzzi, supongo que al menos tenía algo para enseñar a este grupo de gente de ciudad - Acepta tu cuerpo como tal y amalo como hace Moira, ella solo esta demostrando su propia identidad sensual y adueñandose de esta.
Entonces David se pone ladrar como un perro rabioso, frase que entendí mejor ahora que estoy en la ciudad y no solo conociendo un perro solo y viejo, y vuelve a mandonear como si fuera alguno de mis padres, si no les hice caso a ellos ¿por qué espera que lo escuche a él? Le saco la lengua en señal de que me importa un pepino lo que diga.
Él y Moira se terminan peleando de una manera que no había visto fuera de mis libros, ¿sería que estaba presenciando la pelea de tensiones sexuales que había deseado tanto desde que descubri las novelas? Este día se ponía mejor.
Me dio un poco de timidez al ver la desnudez de David y podía sentir las mejillas algo calidas por lo que las cubrí con mis manos, pero no perdí la sonrisa. Ya tenía un nuevo proyecto.
- Tal vez deberiamos dejarlos Locki - sugiero.
- Con mi mamá lo haciamos todo el tiempo, sobretodo para hacer yoga, desnudarse es solo natural no deberías incomodarte por ello - le explico a mi pobre confundido nuevo amigo cuando cubre con su remera a mi compañera de jacuzzi, supongo que al menos tenía algo para enseñar a este grupo de gente de ciudad - Acepta tu cuerpo como tal y amalo como hace Moira, ella solo esta demostrando su propia identidad sensual y adueñandose de esta.
Entonces David se pone ladrar como un perro rabioso, frase que entendí mejor ahora que estoy en la ciudad y no solo conociendo un perro solo y viejo, y vuelve a mandonear como si fuera alguno de mis padres, si no les hice caso a ellos ¿por qué espera que lo escuche a él? Le saco la lengua en señal de que me importa un pepino lo que diga.
Él y Moira se terminan peleando de una manera que no había visto fuera de mis libros, ¿sería que estaba presenciando la pelea de tensiones sexuales que había deseado tanto desde que descubri las novelas? Este día se ponía mejor.
Me dio un poco de timidez al ver la desnudez de David y podía sentir las mejillas algo calidas por lo que las cubrí con mis manos, pero no perdí la sonrisa. Ya tenía un nuevo proyecto.
- Tal vez deberiamos dejarlos Locki - sugiero.
Siento vergüenza ajena, no puedo creer que estén hablado de estas cosas en frente a una niña que no lleva aquí más de un mes ¿Cómo pueden ser así? En lugar de darle una cálida bienvenida y mostrarle lo que es la vida fuera del distrito 14... Ni siquiera sé que decir pues la muchacha parece estar a favor de la desnudez y todo eso - Los odio, de verdad, los odio - murmuro cubriéndome el rostro con las manos. Por suerte mi ritual sirve para mantener el cuerpo en calma pues Moira no se rinde y me llena de espuma el pecho.
La pelea se pone un poco más intensa y aprovecho que ambos abandonan el jacuzzi para intentar desaparecerlo o algo**, en vano - Me afectan la mente, no puedo hacer ni un simple hechizo, ya me estresaron - digo a la única presente pero eso no dura mucho pues Dave vuelve a entrar al igual que Moira tras forcejear un poco.
La chica desaparece la ropa de mi amigo y no sé que hacer al respecto. Podría darle mis pantalones para que se cubra pero eso me dejaría al descubierto a mí y él sabe que tengo mucho más para mantener mi pudor - No, regla número uno... Nunca dejes a Moira y David solos si quieres que el edificio siga en pie al día siguiente - explico a Beverly a quien invito a salir del jacuzzi con una mano pues no sé en qué puede terminar todo esto - Pero si nos apartaremos e intervendremos de ser necesario ¿Crees que podremos? - pregunto con auténtica preocupación.
Respiro profundo y busco entre lo que hay en el lugar. Logro encontrar unas mantas sobre unos colchones así que le lanzo una a Dave - Amigo, deberíamos irnos, Moira está claramente fuera de control.
Fallo
La pelea se pone un poco más intensa y aprovecho que ambos abandonan el jacuzzi para intentar desaparecerlo o algo**, en vano - Me afectan la mente, no puedo hacer ni un simple hechizo, ya me estresaron - digo a la única presente pero eso no dura mucho pues Dave vuelve a entrar al igual que Moira tras forcejear un poco.
La chica desaparece la ropa de mi amigo y no sé que hacer al respecto. Podría darle mis pantalones para que se cubra pero eso me dejaría al descubierto a mí y él sabe que tengo mucho más para mantener mi pudor - No, regla número uno... Nunca dejes a Moira y David solos si quieres que el edificio siga en pie al día siguiente - explico a Beverly a quien invito a salir del jacuzzi con una mano pues no sé en qué puede terminar todo esto - Pero si nos apartaremos e intervendremos de ser necesario ¿Crees que podremos? - pregunto con auténtica preocupación.
Respiro profundo y busco entre lo que hay en el lugar. Logro encontrar unas mantas sobre unos colchones así que le lanzo una a Dave - Amigo, deberíamos irnos, Moira está claramente fuera de control.
Fallo
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El empujón de la chica contra la puerta logra abrirla y no la detengo, espero que haya entendido que si quiere vivir la vida como si fuera su último maldito día, no tiene por qué hacerlo en un lugar donde todos estamos conviviendo y hay pautas que seguir. No todos comparten su filosofía de vida, que ahora me parece estúpida, porque la gente del catorce que se está quedando aquí sí vio gente morir, la chica que está sentada al borde de su jacuzzi perdió a su madre, y que me diga que lo hace porque Kenny está secuestrada, que lo hace la pone mal, me frustra, porque no puedo enojarme del todo con Moira. ¡Y quiero enojarme! ¡Quiero gritarle a través de la puerta! Y lo hago cuando entra a la sala, impongo mi voz a la suya.
—¡TÚ LOS TIENES, MOIRA!— grito, de fondo escucho el murmullo de la conversación de Locki y Beverly, pero no les hago caso, metido en una discusión sin sentido con Moira. —¡Un montón de problemas en tu cabeza!—. Ni siquiera alcanzo a replicar a lo último que me dice, que me creo el padre de esta casa, porque me apunta con la varita y mi ropa desaparece. ¡SERÁ…! ¡Carajo! Me atraganto con tantas maldiciones, que estoy seguro que mi cara se ha transformado con una mirada que la atraviesa de un lado a otro. Abro mis brazos y a la mierda el pudor que podría llegar a sentir, que después de todo se trata de Moira.
—¡Disfruta de la puta vista!— suelto, enseñándole mi dedo medio ante su saludo burlón. —Este amigo nunca te dirá hola, Moira—. Le doy la espalda para bordear el maldito jacuzzi ante las miradas de los otros dos, tan enfadado por el espectáculo que agarro en el aire la manta que me arroja Locki y la sacudo con fuerza en el aire para descargar la rabia, pero no me cubro. A la mierda, Moira. Al demonio todo, que vengan a buscarla del infierno y se la lleven. De la manera más infantil posible, me giro antes de entrar al baño donde espero que mi amigo me alcance luego mi varita o algo de ropa. —¡SE LO VOY A CONTAR A JEFF!— con esa amenaza cierro la puerta con un golpe que casi hace saltar las bisagras.
—¡TÚ LOS TIENES, MOIRA!— grito, de fondo escucho el murmullo de la conversación de Locki y Beverly, pero no les hago caso, metido en una discusión sin sentido con Moira. —¡Un montón de problemas en tu cabeza!—. Ni siquiera alcanzo a replicar a lo último que me dice, que me creo el padre de esta casa, porque me apunta con la varita y mi ropa desaparece. ¡SERÁ…! ¡Carajo! Me atraganto con tantas maldiciones, que estoy seguro que mi cara se ha transformado con una mirada que la atraviesa de un lado a otro. Abro mis brazos y a la mierda el pudor que podría llegar a sentir, que después de todo se trata de Moira.
—¡Disfruta de la puta vista!— suelto, enseñándole mi dedo medio ante su saludo burlón. —Este amigo nunca te dirá hola, Moira—. Le doy la espalda para bordear el maldito jacuzzi ante las miradas de los otros dos, tan enfadado por el espectáculo que agarro en el aire la manta que me arroja Locki y la sacudo con fuerza en el aire para descargar la rabia, pero no me cubro. A la mierda, Moira. Al demonio todo, que vengan a buscarla del infierno y se la lleven. De la manera más infantil posible, me giro antes de entrar al baño donde espero que mi amigo me alcance luego mi varita o algo de ropa. —¡SE LO VOY A CONTAR A JEFF!— con esa amenaza cierro la puerta con un golpe que casi hace saltar las bisagras.
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