Julio

La mayoría de las veces lamento vivir solo, mi casa es demasiado grande y no es difícil sentir la soledad entre los pasillos. Pero ahora, cuando tengo los ojos cubiertos de lágrimas al leer el final de mitad de temporada de XoXo agradezco que no haya nadie que me saque una foto y torture con ella por el resto de la eternidad. Los de la cadena dijeron algo como "Tenemos que darle al público algo impactante en lo que pensar y se olvide de lo que ocurre en el mundo" y al parecer su gran idea fue matar al amor de mi personaje ¿Por qué? Durante la temporada pasada ella finalmente había accedido a bajar un cambio con lo de domar dragones y pensar en el futuro con Stark y según el guión que tengo entre mis manos perderá la vida en su última aventura... Buena suerte, Stephen. Aunque si lo pienso mejor, que mi alter ego vuelva a la soltería podría ayudarme a volver a la gloria de las primeras temporadas, cuando recibía sostenes en el correo y hacían campaña en WizzardBook para que tenga más tiempo en pantalla.

Lanzo el guión al sofá y voy por mi teléfono para enviar un mensaje a Emma pues a nadie le hace gracia perder su trabajo. Lo  mejor será hacer planes para una fiesta épica de despedida para ella y ¿Quién sabe? Quizás pueda convencer a los productores de Melbec para que le den un papel allí, hay quienes creen que tenemos una gran química y si bien Mel es un lobo solitario, bien le vendría una millonaria rival que lo ponga en su lugar.

Estoy por marcar cuando escucho un portazo en el ala éste de la casa. Rápidamente miro la hora y... vaya, son las tres de la mañana. Los ruidos no terminan allí pues puedo escuchar como revuelven algunas cosas y hasta cuchichean ¿Ladrones quizás? ¿Terroristas? Oh por las barbas de Merlín... ¿Qué tal si locos como los del 14 se metieron en mi casa? ¡DEBEN SER LOS MUGROSOS DEL 14! ¡NO TODOS ESTÁN MUERTOS! Aquí tengo comida, mucha ropa, dinero y... bueno, estoy yo ¿Quién no querría irrumpir en una casa en a que estoy yo?

Corro con la agilidad que me ha dejado hacer dos películas de acción y me encierro en mi habitación sin dudar. No puedo enfrentarlos, no he usado mi varita para hechizos de ataque y defensa desde... En realidad no recuerdo haber lanzado un desmaius en mi vida. Por suerte tengo el número de un auror, sé que lo tengo, ni siquiera recuerdo el nombre pues lo he agendado por su profesión para casos de emergencia. Sería estúpido llamar pues los intrusos escucharían así que me limito a enviar mi localización con un "911" y un emoji de pánico acompañando.

El día estaba siendo estresante, había tenido que tomar una o dos decisiones anti muggles en la presencia de mi padre quien observa inquisitivamente. El miedo a llevarme mal con mi padre y que la familia se desmorone, me lleva a seguirla la corriente, aunque en verdad no pensara de esa forma. ¿Tenía odio a los muggles por su traición? El no entendía que mi hermana hubiese querido era una persecución, detestaba las masacres y esperaba no sucediera otra a la brevedad.

Ahora solo quedaba dirigirse a casa y descansar, solo quería lanzarme a mi cama y dormir para no pensar en nada más, daba igual cuan sucio y hambriento estuviera. A unas pocas cuadras de casa el teléfono suena, pero lo ignoré en primera instancia. En la puerta de casa lo revisé antes de entrar y me encuentro con un numero poco conocido, no recuerdo exactamente quien era, pero era una emergencia, alguien enviaba una señal para recibir ayuda. Estuve a punto de dar la alarma y avisar a las autoridades, y entonces me doy cuenta que esa localización esta muy cerca, por lo que deprisa me dirijo al lugar, no sin antes avisar de todas maneras. Igual no me quedaría a esperar, quizás la vida de alguien corría peligro y había que moverse rápido.

Llego al lugar y me aparezco en varios lugares frente y a un lado de la casa, parecía haber gente dentro, alguien en apuros no podía estar tan tranquilo. Por último, me aparecí en una ventana, me asomé por ella apuntando con la varita, pero daba a la cocina y no había nadie, luego hice lo mismo con una de las habitaciones, pero entonces encontré a alguien, escondido. Abro la ventana lentamente y pego un salto sigiloso dentro. Observó al muchacho apuntándole con la varita y coloco mi dedo en mi boca para señalarle que se callara. Si llegaba a hacer algún ruido debería callarlo con magia, ahora recordaba un poco más de quien se trataba. -¿Te vieron? -pregunté en un susurro. Había que ser lo más sigiloso posible ya que no sabia de quienes se trataban, podían ser gente peligrosa, y yo solo no podría detenerlos, o no. ¿De todas formas que haría gente peligrosa en esa casa? ¿El chico estaba metido en problemas acaso? -Viene gente de camino, se irán, tranquilo. -le dije confiando en aquello, apuntando ahora hacia la puerta por si alguien entra.

Mi corazón late tan fuerte que temo que los intrusos vayan a localizarme por el sonido de éste. Así que intento tranquilizarme mientras sujeto mi varita con ambas manos y apunto en dirección a la puerta. No es la posición de batalla pero es la única que me sale ahora mismo. Increíble... He estado en ésta situación cinco veces en el pasado, bueno, no yo, sino que Percival Wonder y Titarus Black, dos de mis personajes, pero uno creería que con esa práctica podría comportarme de forma más valiente ¿Cómo hacerlo? Mis bienes y mi rostro están en peligro ahora mismo que, quitando a mis hermanos, son lo más valioso que tengo en el mundo.

Pasan los minutos y los ruidos siguen. Al menos eso es señal de que son ladrones incompetentes pues nadie organizado tarda tanto en robar algo ¿O acaso me están desvalijando? Oh no ¡Me están desvalijando! Tengo cosas importantes en mi habitación, utilería de recuerdo, lencería de recuerdo y demasiados secretos escritos en mi diario ¡No puedo permitir que el mundo sepa que tengo una lista de personas con las que quiero acostarme antes de morir! Encabezada por el CEO de Peach Industries, por supuesto.

Estoy casi seguro de que estaba a punto de comenzar a tener un ataque de pánico cuando veo a alguien que entra a la habitación por la ventana. Ningún hechizo llega a mi mente y estoy a punto de lanzarle la varita cuando noto que es el auror que tengo agendado en el teléfono. Al parecer ha recibido mi mensaje y seguramente recordaré su nombre en algún momento de la noche - No, pero están ahí afuera hace varios minutos - respondo sintiendo como mi corazón se calma poco a poco - Seguro que se irán ¡Pero con mi casa en sus bolsillos! - siento la presión en mi garganta para no gritar - No puedes ir a... ¿Patearles el trasero o algo? Ma...tt... ¡Matthew! Ese es tu nombre ¿Cierto?

¿Quiénes eran esos tipos? Había que ser muy valiente o muy tonto para robar con tanta tranquilidad en una residencia de la segunda isla más protegida del archipiélago, no parecían ser profesionales por la falta de cuidado que tenían, además de que se estaban demorando, quizás estaban buscando algo en particular que no encontraban, o bien solo buscaban lo de más valor, y al ver que nadie los detenía, se llevarían lo más que pudieran, el problema es que íbamos a detenerlos. -¿Conoces a alguno? ¿Tienes algo demasiado complicado que ocultas ahí? -pregunté sin mirarlo directamente, estaba concentrado en la puerta y en lo que pudiera entrar por ella.

-Los detendré antes de que se lleven todo, no parecen ser profesionales. -me quedé pensativo tras mis palabras, y el orgullo se apoderaba de mí, si no eran profesionales y yo sí, ¿Por qué no iba a por ellos de una vez? -Así me llamo, primero los vigilaremos. Cuando sepa que no son rebeldes ni terroristas iré a por ellos, o al menos los asustaré. -le dije decisivo, saldría al ataque en cuanto estuviera seguro, ya que además mis refuerzos no llegarían a tiempo. -¿Eres actor no? Pies serás auror, ya sabes, mejor dos a uno. Solo actúa cuando me escuches. -le dije sin más solo debía dar la voz de alto, pedir que se rindieran, entre otras cosas, si no podía, me encargaría.

Me acerco a la puerta y la abro lentamente apuntando con mi varita cada centímetro que veía, una vez abierta lo suficiente salgo y me escondo tras otra pared. Puedo ver a dos de ellos sosteniendo dinero y otros artículos de valor, no son más que ladrones. -¡Quietos! -grito observando como uno de ellos intenta escapar por la ventana, inmediatamente logro impactarle con un desmaius. Los otros dos pasaron al ataque.

Cosas de valor tengo muchas, pero creo que todo lo que puede llegar a causarme problemas está en ésta misma habitación, así que mientras que no atraviesen la puerta no tendré más pérdidas que materiales... Las cosas van y vienen pero de verdad no me gustaría perder la hermosa vajilla que me quedé luego de la filmación de la película sobre el guerrero mago que viaja a lo que antiguamente era China. Me llevo mucho trabajo crear un trasfondo para ese personaje y solo por eso me dejaron quedarme con la vajilla que lo acompañó durante todo el viaje. Estoy seguro de que valdría algunos miles en internet si algún día mi carrera cae en picada.

- Solo dinero - respondo y luego escucho el plan de Matthew, es brillante en realidad siempre y cuando los ladrones no conozcan mi bello rostro. Aunque está oscuro así que es probable que ni siquiera se den cuenta - De acuerdo, puedo hacer eso - respondo y de inmediato tomo algunas prendas para hacerme pasar por auror, una chaqueta de cuero, jeans con algunos tajos y botas - Ya, estoy listo - digo antes de darme algunas palmadas en la cara para entrar en personaje.

El auror sale de la habitación y hago lo mismo con la varita en alto. Sonrío de lado cuando detiene a uno de ellos de escapar y me atrevo a dar unos pasos más adelante de mi compañero - Quietos así, soy el agente Morris y este es mi compañero con quien tengo una tensión sexual que tiene a todos los fans pegados a la pantalla - explico pues en mi cabeza, esa es nuestra historia como personajes - Dejen todo dónde estaba si no quieren lidiar con esta dupla ¡Ahora! - ordeno con la voz más gruesa que tengo.

Tenía la duda si sabían quien vivía en esa casa o no, aunque probablemente no, ya que hubiesen pensando que tenía mejor seguridad, como alarmas y cámaras, aunque no parecía ser precisamente así, habían entrado como si nada y tenían pensando salir de la misma manera, al final había sido bueno que me agendara, y, además, de que no viviera tan lejos como para poder llegar a tiempo.

Jerek había aceptado a mi sorpresa, no se había petrificado por el miedo ni nada por el estilo, igual haría lo que estaba acostumbrado a hacer, aunque era mejor que nadie se enterase de mi proposición, podrían mirarme mal si sabían que había puesto a un civil en peligro, pero la verdad es que no pensaba dejar que le pasase nada, solo quería una distracción. Lo observé de manera extraña cuando cambió su ropa ya que eso no era para nada necesario, esperaba tuviera cuidado.

Pasé al ataque y el primero quedó fuera, pero lo que pasó a continuación me dejó con la boca abierta, ¡¿Tanto se había metido en el personaje?! ¿Y que mierda decía de la tensión sexual qué? Conjuran algo contra Jerek y salto en su ayuda para empujarlo a un lado y que así esquivara el hechizo, la bombarda reventó en la pared. -¿Qué fue eso? -pregunté al muchacho entre la humareda. -¡Expulso! -conjuré contra otro de los sujetos golpeándolo fuertemente contra la pared. El ultimo yacía escondido. -Ríndete, solo quedas tu. -le dije en voz alta mientras me cubría. -No vuelvas a salir, aquí no tienes dobles de riesgo. -le advertí a Jerek en voz baja, aunque no tenía ni idea en qué tipo de películas actuaba.

Habría sido bueno al menos recordar como era el encantamiento escudo antes de dibujarme un blanco de tiro en la barriga, pero por suerte Matthew tiene mejores reflejos que yo y me aparta del bombarda haciéndome caer al suelo ¡Eso ha sido tan de película! No estaba tan errado con lo de la tensión sexual, definitivamente una escena así sería desencadenante para una lluvia de fan arts en internet. Pero no digo nada, en parte porque el corazón me late a mil por lo que acaba de pasar y en parte porque hasta yo me doy cuenta de que estaría fuera de lugar.

-Nunca uso dobles de riesgo - me defiendo con el ceño fruncido. Es una de las ventajas de la magia, siempre hay una persona lista para atraparte con un aresto momentum. Aunque sí tuve un doble de trasero una vez cuando... Bueno, no importa por qué necesité un doble de trasero ese día - No conozco mucho las mentes criminales, pero yo en su lugar no me rendiría - intentaría escapar al menos.

Esta vez recuerdo al menos un hechizo para poder usar en un suelo y me acomodo en el suelo para poder ver mejor entre tanto humo a causa del bombarda. Creo que veo al tipo restante, está escondido detrás de uno de los sofá pero lo que no sabe es que tiene un espejo justo por detrás. Sonrío y apunto al candelabro que hay en el techo justo arriba de él - Relashio - conjuro y el objeto se desprende para caer justo en la cabeza del ladrón. ¿Qué tal? Le sirvió a Black en su momento y me acaba de servir a mí también - Nada mal para un actor ¿Eh?

La única cosa que quería es que dijera algunas palabras para que pensaran que era más de un auror, lo cual se les haría muy difícil, pero al parecer Jerek era un buen actor, tanto que se había metido en el personaje aun así si eso fuera peligroso para él. Podía ser molesto para él hablar de dobles de riesgo, pero teniéndolos y todo, enfrentarse a verdaderos criminales podía resultar mal, mal para él y para mí. ¿Había sido poco serio el decirle que actuara?

-Nah no se rendirán, saben que lo mejor que puede pasarles en ser enviados a la arena. -con el tema de los rebeldes no se andarían con vuelvas para juzgar a los demás criminales, la arena era lo “mejor” porque hasta podían conseguir su libertad, en la prisión estarían más tiempo, robo a propiedad, invasión de propiedad y ataque a ciudadano y a un auror, se comerían más de diez.

Jerek ideó algo rápido y aunque había poca visibilidad logró terminar con el ultimo criminal haciéndole caer un candelabro encima, al parecer no había entendido que no quería que se pusiera más en peligro, por suerte era el último y ya estaban todos abatidos. -Buen trabajo, temerario, pero buen trabajo. -le dije con sinceridad, aunque sabía que solo eran ladrones, en caso de algo más profesional, no podía involucrar de esa forma a un civil. Me dirigí a uno de los maleantes y le coloqué unas esposas anti-aparición, y seguí con el otro. -Que tu actuación solo quede entre nosotros. -le dije observándolo con seriedad, era mejor así. Luego pasé a colgarle la esposa al tercero.

-Listo. Los refuerzos… o más bien quienes deben llevarlos detenidos vendrán en un momento. Tienes suerte de que no viva al otro lado de la isla. -reí apenas y me puse a observar las paredes. -Me pregunto qué pasó con las alarmas y los hechizos. ¿Estaba todo activado cierto? Tampoco entiendo como se atrevieron a venir a robar en plena isla del capitolio. ¿Solo dinero? -pregunté y me senté en un sofá lleno de polvo, tendría que hacer limpieza, esa bombarda había hecho desastre en su casa.

Estoy tan en el calor del momento que proceso las palabras del auror una vez que el ladrón tiene el candelabro que acabo de tirarle sobre su cabeza. Mierda. Claro que irán a la arena... Esto no es una película o serie ¡Los hombres irán a la arena por mi culpa! Tampoco es que hayan hecho algo tan serio, simplemente querían robar unos cuántos bienes para conseguir un poco de dinero ¿Por qué fueron tan estúpidos? ¡Podrían haberlo pedido y ya! - Ay no - dejo salir genuinamente preocupado pero no digo más que eso. Ya he visto que hacen con los actores que se oponen a las políticas del gobierno, desaparecen en un retiro imprevisto.

Me quedo tendido en el suelo mientras hace su trabajo y soy incapaz de parpadear por un buen rato. Tardo unos minutos en reaccionar pero no me levanto, solo me acomodo sosteniendo mi cabeza con la mano de lado y respiro profundo el aire que está lleno de polvillo - Nadie lo sabrá, no te preocupes - digo pues no podría ver por todos los noticieros y revistas que Jerek Grimm fue la causa por la cual tres hombres fueron a la arena a matarse entre ellos o que fueron condenador a morir de hambre en prisión. Claro que me pintarían como un héroe pero... no lo soy.

-Sí, suerte... Alarma, bien... Dinero, claro... - respondo vagamente mientras me incorporo pues no estoy prestando atención. Tampoco puedo liberarlos ahora, sería incluso peor para todos así que solo me queda odiarme por unos cuantos días y seguir con mi vida - ¿Eso es todo? Puedes llevártelos - pido algo distraído - Necesito... Estar solo por un momento - agrego intentando fingir una sonrisa. Que va, en momentos como estos, mis dotes de actuación dejan mucho que desear.