OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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2 participantes
Abril
02:00 hs
02:00 hs
Con la decisiones tomadas y los planes trazados es hora de comenzar a poner en marcha los planes. No me entusiasma demasiado la idea de poner en riesgo a alguien más de mi equipo pero poco podemos hacer con una sola varita y elegirla es un asunto tan personal que no puedo simplemente tomar unas cuantas y llevarlas para todos como si de papas fritas en paquetes se tratara. Dicen que la varita elige al mago así que ninguna robada funcionará tan bien como la original, y para eso debemos ir allá a donde las fabrican en medio de la noche y con un buen plan de escape pues gente como nosotras no tiene permitido el uso de la magia de esa forma.
Me encuentro transformada desde hace aproximadamente una hora sobre el techo del negocio de en frente, desde aquí puedo ver hasta el mercado de esclavos y me resulta irónico que se encuentre tan cerca de la máxima fuente de poder del distrito. Por supuesto, para ellos solo son simples trozos de madera rellenos con materiales imposibles, pero de tener al menos una mínima pizca de magia podrían solucionar sus problemas con solo caminar un par de cuadras. Por eso debemos aprovechar esta oportunidad, somos repudiadas, no esclavas, y dos varitas pueden ser de gran ayuda para Red Neopanem.
Cuando veo a la última de las personas meterse en su casa remonto vuelo y hago la señal a Mimi Jo para que se acerque al negocio. Entraremos por el conducto de deshechos de la parte trasera así que allí aterrizo, vuelvo a mi forma humana y me visto para poner manos a la obra. Es el atuendo exclusivo para misiones ilegales, no lo uso demasiado así que es el que está en mejores condiciones de todo mi armario.
-Ahora sabemos que existen las varitas con núcleo de moco - comento a Mimi cuando la veo llegar sin apartar la vista del contenedor debajo del ducto. Allí hay una gran variedad de aserrín, trozos de madera demasiado cortos para ser una varita, unos cuantos magos feos y mezclas de núcleos irreconocibles entre tanto descontrol - Procuremos no caer.
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No sé que se le había pasado por la mente a Kenny al querer que fuese yo la que la acompañase en esta misión. No es que no hubiese saltado de emoción cuando me lo comentó, pero de haber sabido que pasaría más de una hora teniendo que mantenerme quieta y casi invisible al mundo, le habría dicho que como mínimo reconsidere el plan. ¿Qué tanto iban a andar dando vueltas en este distrito? Solo había olor a mugre y a aserrín, ni siquiera había negocios demasiado interesantes como para que siguieran paseando a sus anchas a esta hora.
Mi anillo se había vuelto casi inservible, y estaba segura de que tendría que volver a cortarme las puntas del pelo de tanto haberlas masticado. Estaba al borde de la locura en esos instantes, y si no fuera porque ¡AL FIN! Kenny me hizo la señal, habría terminado muriendo ahí mismo de la desesperación.
- Creo que tengo más miedo de morir si toco algo de eso. - Señalo las dudosas sustancias mientras no dejo de pensar que hay cosas que uno no necesita saber cómo se hacen. Las salchichas eran unas, y al parecer las varitas eran otras. Que tenía sentido si uno pensaba en la cantidad de partes animales que incluían como núcleo, pero uno piensa que son cosas que se venden así... sueltas. ¿Eso es cuero cabelludo? - Estremeciéndome de manera inevitable, hago una mueca de asco y desvío mi vista para volverla a Kenny. Tú primero. - Extiendo mis brazos hacia adelante, y junto mis manos paar hacer un pequeño escalón que pueda usar para impulsarse. Ella es más fuerte y luego será más fácil que me suba.
Mi anillo se había vuelto casi inservible, y estaba segura de que tendría que volver a cortarme las puntas del pelo de tanto haberlas masticado. Estaba al borde de la locura en esos instantes, y si no fuera porque ¡AL FIN! Kenny me hizo la señal, habría terminado muriendo ahí mismo de la desesperación.
- Creo que tengo más miedo de morir si toco algo de eso. - Señalo las dudosas sustancias mientras no dejo de pensar que hay cosas que uno no necesita saber cómo se hacen. Las salchichas eran unas, y al parecer las varitas eran otras. Que tenía sentido si uno pensaba en la cantidad de partes animales que incluían como núcleo, pero uno piensa que son cosas que se venden así... sueltas. ¿Eso es cuero cabelludo? - Estremeciéndome de manera inevitable, hago una mueca de asco y desvío mi vista para volverla a Kenny. Tú primero. - Extiendo mis brazos hacia adelante, y junto mis manos paar hacer un pequeño escalón que pueda usar para impulsarse. Ella es más fuerte y luego será más fácil que me suba.
El olor es nauseabundo y de solo mencionar el cuero cabelludo siento algo debajo de mi nariz, una fuerza invisible que me obliga a arrugarla en la mayor mueca de desagrado que hice en mi vida. Ahora comprendo por qué los tallados de la madera son tan elegantes, para cubrir bien el descontrol de adentro... De todas formas creo que éstos materiales no deberían estar en un simple contenedor de basura, deberían ir en un camión especial de desechos tóxicos más allá del distrito 14 para no ser encontrados nunca más.
- Si caigo en el contenedor, cuida la Red por mí ¿De acuerdo? - dramatizo a la vez que cuento hasta tres en mi cabeza para subir al ducto. Por suerte toda mi vida he entrenado para mantenerme en forma y aún con mis 45 años no empiezo a notar la debilidad de la edad. Por supuesto, ya no tengo la resistencia y fuerza que tenía a los 25, pero me considero una mujer fuerte de todas formas, con la habilidad de patearle el trasero a quien sea que se me ponga en frente sin una varita... Y a partir de hoy, también podré enfrentar a los que tengan una.
Trabo mi cuerpo con mis piernas y busco el mejor sitio entre tanta oscuridad para ayudarme a subir a Mimi Jo. Luego de tantear los costados consigo un desvío en el ducto y me tomo de allí antes de estirarme para ayudar a la muchacha - Con fuerza, tendrás que trepar sobre mí y llegar al extremo - explico colgada de cabeza, no es la posición más cómoda del mundo pero he estado en peores por cosas menos importantes - Vamos que la noche no es eterna.
- Si caigo en el contenedor, cuida la Red por mí ¿De acuerdo? - dramatizo a la vez que cuento hasta tres en mi cabeza para subir al ducto. Por suerte toda mi vida he entrenado para mantenerme en forma y aún con mis 45 años no empiezo a notar la debilidad de la edad. Por supuesto, ya no tengo la resistencia y fuerza que tenía a los 25, pero me considero una mujer fuerte de todas formas, con la habilidad de patearle el trasero a quien sea que se me ponga en frente sin una varita... Y a partir de hoy, también podré enfrentar a los que tengan una.
Trabo mi cuerpo con mis piernas y busco el mejor sitio entre tanta oscuridad para ayudarme a subir a Mimi Jo. Luego de tantear los costados consigo un desvío en el ducto y me tomo de allí antes de estirarme para ayudar a la muchacha - Con fuerza, tendrás que trepar sobre mí y llegar al extremo - explico colgada de cabeza, no es la posición más cómoda del mundo pero he estado en peores por cosas menos importantes - Vamos que la noche no es eterna.
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- Ah, no. Eso sí que no. Si caes al contenedor te levantas, ves qué clase de poderes radioactivos adquieres, pero a mí no me dejas a cargo de esa banda. No, no. - Sé que está bromeando. Pero la sola idea de tener que tratar de cuidar de los que andaban ahora en la Red, pffff, paso. Además de que nadie me haría caso, sin importar que haya sido o no el último deseo de Kenny, nadie creería que ella me ha dejado a cargo más que de lo tecnológico. Y aunque mostrara algún video o grabación de ella dando esa última orden, me acusarían de falsificar y quién sabe cuántas cosas más. - Se valiente. - Es un murmullo divertido que apenas y se oye, pero que me hace reír solo por haber pasado demasiado tiempo quieta y callada.
La callo con un ademán cuando me está indicando cómo subir y ruedo los ojos cuando me apura. - Ahora que lo pienso, ¿no habría sido más fácil que me ayudaras a subir, y luego te convirtieras? - Digo, podía volar, ¿no? No me detengo mucho con ese pensamiento y me impulso con fuerza para poder subir y no quedar colgada a mitad de camino. Es complicado, y no quiero ni pensar en la agilidad con la que Kenny ha logrado la hazaña antes que yo, para no sentirme fuera de estado.
Llego al ducto, y de alguna forma me coloco de una manera en la que cabemos las dos sin que tenga que andar pisoteando su cara con mi rodilla. -¿Estás segura de que esto va a funcionar? - Casi que comenzaba a pensar que robar mi varita del Royal, o de dónde sea que la habían dejado luego, sería mucho más sencillo que esto que tratábamos de hacer. - ¿Por dónde, mi capitana?
La callo con un ademán cuando me está indicando cómo subir y ruedo los ojos cuando me apura. - Ahora que lo pienso, ¿no habría sido más fácil que me ayudaras a subir, y luego te convirtieras? - Digo, podía volar, ¿no? No me detengo mucho con ese pensamiento y me impulso con fuerza para poder subir y no quedar colgada a mitad de camino. Es complicado, y no quiero ni pensar en la agilidad con la que Kenny ha logrado la hazaña antes que yo, para no sentirme fuera de estado.
Llego al ducto, y de alguna forma me coloco de una manera en la que cabemos las dos sin que tenga que andar pisoteando su cara con mi rodilla. -¿Estás segura de que esto va a funcionar? - Casi que comenzaba a pensar que robar mi varita del Royal, o de dónde sea que la habían dejado luego, sería mucho más sencillo que esto que tratábamos de hacer. - ¿Por dónde, mi capitana?
Tengo que contener la risa pues sacudirme de esa forma no ayudará mucho a mi acto de acrobacia. Aunque debo admitir que la idea suena tentadora, con la mezcla de artículos mágicos que hay en el contenedor mínimamente debería salir con la habilidad de lanzar rayos láser por mis ojos - Soy una casi veela con la habilidad de convertirme en dos animales ¿Qué tan más radiactiva debo ser? - pregunto buscándola con la mirada pero la posición no ayuda mucho, si me muevo de más probablemente terminaré mareandome.
Lo que plantea es interesante y de no estar sujeta de cabeza por las cuatro extremidades probablemente me habría dado con la palma de la mano en la frente - Habría sido una excelente idea... que lo propongas antes de colgarme así - respondo con la mandíbula apretada. Mimi es el cerebro de la red, nadie tiene duda de eso - Pero así es más divertido y podremos contar la gran hazaña al volver, anda - animo de nuevo para que termine de subir y relajo mi cuerpo cuando finalmente lo hace.
Antes existía un juego llamado twister, en donde uno hacía maniobras imposibles para ganar. Cuando intento acomodarme en el ducto siento que estoy jugando a una versión extrema del mismo y hasta me dan ganas de festejar cuando finalmente logro alinearme con el resto del planeta - Estas varitas serán nuestras al 100%, su lealtad estará con nosotras - explico mientras voy tanteando el terreno para seguir nuestro camino - Ninguna varita robada sería perfecta, éstas lo serán.
Hago una señal con la cabeza para que me siga y finalmente llegamos al final del camino. Sin mucho esfuerzo salto y caigo de pie en la parte trasera de la fábrica de varitas, no hay mucha luz pero puedo sentir el fuerte aroma a madera que nos rodea. Imagino que las paredes deben estar abarrotadas en modelos y con eso se nos presenta un nuevo dilema: Por dónde comenzar.
- Se supone que la correcta nos llamará - pero debo admitir que lo único que escucho son los grillos de la vereda - Hay cientos...
Lo que plantea es interesante y de no estar sujeta de cabeza por las cuatro extremidades probablemente me habría dado con la palma de la mano en la frente - Habría sido una excelente idea... que lo propongas antes de colgarme así - respondo con la mandíbula apretada. Mimi es el cerebro de la red, nadie tiene duda de eso - Pero así es más divertido y podremos contar la gran hazaña al volver, anda - animo de nuevo para que termine de subir y relajo mi cuerpo cuando finalmente lo hace.
Antes existía un juego llamado twister, en donde uno hacía maniobras imposibles para ganar. Cuando intento acomodarme en el ducto siento que estoy jugando a una versión extrema del mismo y hasta me dan ganas de festejar cuando finalmente logro alinearme con el resto del planeta - Estas varitas serán nuestras al 100%, su lealtad estará con nosotras - explico mientras voy tanteando el terreno para seguir nuestro camino - Ninguna varita robada sería perfecta, éstas lo serán.
Hago una señal con la cabeza para que me siga y finalmente llegamos al final del camino. Sin mucho esfuerzo salto y caigo de pie en la parte trasera de la fábrica de varitas, no hay mucha luz pero puedo sentir el fuerte aroma a madera que nos rodea. Imagino que las paredes deben estar abarrotadas en modelos y con eso se nos presenta un nuevo dilema: Por dónde comenzar.
- Se supone que la correcta nos llamará - pero debo admitir que lo único que escucho son los grillos de la vereda - Hay cientos...
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- Lo suficiente como para alimentar al servidor de la radio por tu cuenta, y así dejar de quemar capacitores en el proceso. - La sola idea me hace reír, pero a la vez me hace pensar en que, cuando por fin tenga mi bendita varita, lo primero que practicaré son los hechizos que tengan que ver con un mínimo de electricidad. Si podía convertir los capacitores en una especie de batería recargable, podría considerarme realizada en la vida. - ’Welcome to the new age’ - Canto en un tono burlón, pero me arrepiento ni bien salen las palabras de mi boca ya que me hacen acordar a Moi y su necesidad de andar tarareando a cada rato.
- Tu sentido de la diversión es algo retorcido si considero que estás colgando de cabeza a nada de caer en un contenedor altamente peligroso, y posiblemente radiactivo. - Me quejo cuando empieza a moverse para volver a su posición, y trato de aferrarme como puedo a las paredes del ducto, agradeciendo el no tener las manos sudorosas, y el que no haya tanta mugre pegada. - Que conste que si pasa algo y quedamos en ridículo, aún así diremos que fue una gran hazaña. Tengamos o no éxito. - Me negaba a ser el objeto de las burlas de la Red, cuando ya tenía suficiente simplemente a causa de ser la menor.
Kenny logra ponerse en una posición en la que las dos podemos mantenernos sin sufrir una posible muerte en el intento, y la sigo en lo que avanza a través de los ductos con una agilidad que de verdad alguien de su edad no debería tener. Descendemos con cuidado y ¿por qué no decirlo?, gracia, cuando llegamos a destino, y trato de que mis ojos se acostumbren a la luz, o más bien a la falta de ella, en lo que recorro la gigantesca habitación. - ¿Y cómo sabremos cuáles nos responderán? Cuando compré la mía hace años, fue el vendedor el que me ofrecía las cosas como si me conociera. No pensé que fueran una industria de este tipo. - ¿Cómo demonios descubriríamos cual? - Esto le da un nuevo significado al dicho de encontrar una aguja en un pajar...
- Tu sentido de la diversión es algo retorcido si considero que estás colgando de cabeza a nada de caer en un contenedor altamente peligroso, y posiblemente radiactivo. - Me quejo cuando empieza a moverse para volver a su posición, y trato de aferrarme como puedo a las paredes del ducto, agradeciendo el no tener las manos sudorosas, y el que no haya tanta mugre pegada. - Que conste que si pasa algo y quedamos en ridículo, aún así diremos que fue una gran hazaña. Tengamos o no éxito. - Me negaba a ser el objeto de las burlas de la Red, cuando ya tenía suficiente simplemente a causa de ser la menor.
Kenny logra ponerse en una posición en la que las dos podemos mantenernos sin sufrir una posible muerte en el intento, y la sigo en lo que avanza a través de los ductos con una agilidad que de verdad alguien de su edad no debería tener. Descendemos con cuidado y ¿por qué no decirlo?, gracia, cuando llegamos a destino, y trato de que mis ojos se acostumbren a la luz, o más bien a la falta de ella, en lo que recorro la gigantesca habitación. - ¿Y cómo sabremos cuáles nos responderán? Cuando compré la mía hace años, fue el vendedor el que me ofrecía las cosas como si me conociera. No pensé que fueran una industria de este tipo. - ¿Cómo demonios descubriríamos cual? - Esto le da un nuevo significado al dicho de encontrar una aguja en un pajar...
Ruedo los ojos cuando canturrea aquella canción prehistórica y contengo las ganas de sumarme con el estribillo. Lo que nos falta en una casa repleta de huérfanos adultos, canciones a toda hora. Creo recordar haber visto un musical viejo en la época de los Black con esa trama, pero eran niños con ese incesable deseo de expresar todos sus sentimientos a través de una canción - Nosotras no cantamos, Mimi, somos guerreras - aunque si mal no me equivoco también he visto un musical de rebeldes que batallaban y aún así tenían aire suficiente para no desafinar - Lo primero que haga será transportarme al Capitolio a ver un musical - murmuro para mí. Es una idea estúpida, pero los extraño un poco.
Una vez más río por el comentario pues si tengo un sentido algo extraño de la diversión. Pero me gustan las aventuras, no puedo negarlo - Tendremos éxito, debemos tenerlo - porque más allá de los chistes y risas del momento, estamos en una misión con un fin y las varitas que consigamos podrán ser utilizadas para cosas más importantes, quizás algún día nuestras vidas dependan de ello - Pero sí, prometo que si caes de trasero diré que fuiste elegante como gato - agrego sonriendo de solo imaginarla dándose un golpe como ese.
Contengo la respiración por un segundo pues no sé qué responder a eso. Yo no tuve la oportunidad de comprar una varita, se me repudió casi de inmediato y durante mi estancia en el 14 no creí necesario conseguir una, estúpida - ¿Siguiendo nuestro instinto? - pregunto aunque estoy casi convencida de que esa es la solución- Vivimos en un mundo con magia y las respuestas no siempre están al alcance de la mano, quizás ésta es una de esas ocasiones en las que simplemente debes confiar.
Debo actuar según mis palabras así que camino en la oscuridad deslizando mis dedos sobre las cajas amontonadas. Me siento idiota por unos segundos pero finalmente tomo una caja y la abro. La conexión mágica y profunda no llega, pero noto que tiene un tallado curioso en todo el largor, me gustaría verlo pero tengo que conformarme con el tacto dada la falta de luz - Prueba ésta - le digo tendiéndole el objeto con cuidado.
Una vez más río por el comentario pues si tengo un sentido algo extraño de la diversión. Pero me gustan las aventuras, no puedo negarlo - Tendremos éxito, debemos tenerlo - porque más allá de los chistes y risas del momento, estamos en una misión con un fin y las varitas que consigamos podrán ser utilizadas para cosas más importantes, quizás algún día nuestras vidas dependan de ello - Pero sí, prometo que si caes de trasero diré que fuiste elegante como gato - agrego sonriendo de solo imaginarla dándose un golpe como ese.
Contengo la respiración por un segundo pues no sé qué responder a eso. Yo no tuve la oportunidad de comprar una varita, se me repudió casi de inmediato y durante mi estancia en el 14 no creí necesario conseguir una, estúpida - ¿Siguiendo nuestro instinto? - pregunto aunque estoy casi convencida de que esa es la solución- Vivimos en un mundo con magia y las respuestas no siempre están al alcance de la mano, quizás ésta es una de esas ocasiones en las que simplemente debes confiar.
Debo actuar según mis palabras así que camino en la oscuridad deslizando mis dedos sobre las cajas amontonadas. Me siento idiota por unos segundos pero finalmente tomo una caja y la abro. La conexión mágica y profunda no llega, pero noto que tiene un tallado curioso en todo el largor, me gustaría verlo pero tengo que conformarme con el tacto dada la falta de luz - Prueba ésta - le digo tendiéndole el objeto con cuidado.
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Tengo que contener una carcajada cuando Kenny nos califica de guerreras, y aún así termino por soltar una especie de bufido, que más bien parece un resoplido, pero que de alguna manera se parece más a mis horribles estornudos de ardilla. - Habla por tí, soy multipropósito. Puedo ser toda una guerrera y aún así cantar cómo en un musical animado. - De esos viejos, que tenían un tipo distinto de magia, y una concepción del mundo tan ridícula como improbable. - Y te recomiendo que lo primero que hagas, sea transportarnos al loft para tomar una ducha. Creo que este hedor se nos está adhiriendo. - Y no mentía, todavía no estaba segura de si provenía del contenedor por sobre el que habíamos estado, o era producto de la fábrica misma.
- ¿Caer? No, no. Si somos guerreras exijo como mínimo decir que fuimos emboscadas o algo así. - Que no sería fácil respaldar esa historia, seguro. Pero al menos podíamos hacer más interesante una historia que de me momento solo tenía mucho tiempo de espera, un basurero de contenido dudoso, y una fábrica casi desértica sin nada de acción. Que tampoco quería ningún tipo de problema, por favor, no.
¿Que siguiera mi instinto? ¿En una fábrica?.... - Si fuera una central eléctrica o una ferretería, bueno. Pero esto es casi tan nuevo para mí como para tí. - No recordaba qué edad tenía cuando había recibido mi varita. Era pequeña, pero aún así no había tardado demasiado en demostrar mi habilidad, así que no tardaron en meterme al instituto, y no mucho después de eso ya tenía mi varita en mi posesión. La extrañaba… ¿De verdad podía elegir una nueva así como así?
Al parecer sí, porque solo unos segundos después me encuentro aceptando la varita que Kenny me tiende. La tomo sin sentir nada en particular, y la agito para probar hasta qué punto era capaz o no de hacer magia. Claramente a uno muy bajo, porque cuando la sacudo, poco menos de cinco cajas caen de sus estantes. - Nop, pero si sigo tu teoría, estoy dispuesta a apostar de que en alguna de esas cajas que se cayeron, están nuestra varitas. - Y si no estaban, pues por mi bien también. Nos limitaremos a llevar un par por si las dudas y ver que tal en la base. - Sigo sin estar segura de por qué elegiste esto. Creo que deben tener más varitas confiscadas en el Prince o en el Royal. No tendrán dueño inmediato pero… - Pero yo me moría por ver si mi bebé todavía estaba allí.
- ¿Caer? No, no. Si somos guerreras exijo como mínimo decir que fuimos emboscadas o algo así. - Que no sería fácil respaldar esa historia, seguro. Pero al menos podíamos hacer más interesante una historia que de me momento solo tenía mucho tiempo de espera, un basurero de contenido dudoso, y una fábrica casi desértica sin nada de acción. Que tampoco quería ningún tipo de problema, por favor, no.
¿Que siguiera mi instinto? ¿En una fábrica?.... - Si fuera una central eléctrica o una ferretería, bueno. Pero esto es casi tan nuevo para mí como para tí. - No recordaba qué edad tenía cuando había recibido mi varita. Era pequeña, pero aún así no había tardado demasiado en demostrar mi habilidad, así que no tardaron en meterme al instituto, y no mucho después de eso ya tenía mi varita en mi posesión. La extrañaba… ¿De verdad podía elegir una nueva así como así?
Al parecer sí, porque solo unos segundos después me encuentro aceptando la varita que Kenny me tiende. La tomo sin sentir nada en particular, y la agito para probar hasta qué punto era capaz o no de hacer magia. Claramente a uno muy bajo, porque cuando la sacudo, poco menos de cinco cajas caen de sus estantes. - Nop, pero si sigo tu teoría, estoy dispuesta a apostar de que en alguna de esas cajas que se cayeron, están nuestra varitas. - Y si no estaban, pues por mi bien también. Nos limitaremos a llevar un par por si las dudas y ver que tal en la base. - Sigo sin estar segura de por qué elegiste esto. Creo que deben tener más varitas confiscadas en el Prince o en el Royal. No tendrán dueño inmediato pero… - Pero yo me moría por ver si mi bebé todavía estaba allí.
Me muerdo la lengua por unos segundos pues aquel puntapié sirve para dejar volar mi imaginación a sitios que ni recordaba que existían. La habitación oscura de repente se ve iluminada por un sol sonriente, la música aparece mágicamente en mi cabeza y Mimi está en el centro del escenario con zapatos de tap lista para cantar sobre lo difícil que es elegir una varita entre tantas opciones. Por supuesto, todo esto mientras las cajas vuelan a su alrededor siguiendo patrones algo extraños - ¿Hedor? - pregunto volviendo a la realidad aún con el fantasma de una sonrisa en mi rostro - No es para tanto, aunque quizás tantos años con Jeff me han dejado el olfato menos sensible - bromeo con una sonrisa. No puede compararse a lo feo que olía afuera, por supuesto.
Niego con la cabeza pues inventar una emboscada suena demasiado complicado, sobre todo porque sería poco creíble que llegáramos sin cicatrices y moretones y de verdad no estoy dispuesta a llevar la mentira a ese nivel... Mejor quedarnos calladas y mandar al demonio a los que pregunten si las cosas salen mal, pero no lo harán, sé que no - Había seguridad y tuvimos que escabullirnos entre las sombras como espías - sugiero usando un tono dramático - Con rayos láser y esas cosas...
Aunque al parecer no toda la acción tendrá que ser inventada ya que salto a un costado cuando Mimi hace volar algunas cajas al agitar la varita - Bueno, no podíamos pretender que salga a la primera - concedo encogiéndome de hombros. Aun así, sigo creyendo en la teoría pues no puedo apartar los ojos de una de las cajas. No me acerco aún pues siento que debo ser cuidadosa con ella ¿Respetarla quizás? Es un sentimiento extraño.
-Elegí ésto porque aquí no estamos robando, estamos comprando lo que nos corresponde - respondo sacando algo de dinero de mi bolsillo y dejándolo sobre el mostrador a unos metros. Hecho eso, vuelvo mi atención a la caja y ésta vez si me agacho a tomarla - Creo que ésta es.- murmuro y, en efecto, todos los vellos de mi brazo se erizan cuando mis dedos entran en contacto con la madera. La sensación se traslada a todo mi cuerpo y por primera vez en mucho tiempo me siento... completa - Lumos - murmuro y la luz se enciende en la punta de mi nueva varita. ¿Qué tal? Aún recuerdo algunas cosas.
Niego con la cabeza pues inventar una emboscada suena demasiado complicado, sobre todo porque sería poco creíble que llegáramos sin cicatrices y moretones y de verdad no estoy dispuesta a llevar la mentira a ese nivel... Mejor quedarnos calladas y mandar al demonio a los que pregunten si las cosas salen mal, pero no lo harán, sé que no - Había seguridad y tuvimos que escabullirnos entre las sombras como espías - sugiero usando un tono dramático - Con rayos láser y esas cosas...
Aunque al parecer no toda la acción tendrá que ser inventada ya que salto a un costado cuando Mimi hace volar algunas cajas al agitar la varita - Bueno, no podíamos pretender que salga a la primera - concedo encogiéndome de hombros. Aun así, sigo creyendo en la teoría pues no puedo apartar los ojos de una de las cajas. No me acerco aún pues siento que debo ser cuidadosa con ella ¿Respetarla quizás? Es un sentimiento extraño.
-Elegí ésto porque aquí no estamos robando, estamos comprando lo que nos corresponde - respondo sacando algo de dinero de mi bolsillo y dejándolo sobre el mostrador a unos metros. Hecho eso, vuelvo mi atención a la caja y ésta vez si me agacho a tomarla - Creo que ésta es.- murmuro y, en efecto, todos los vellos de mi brazo se erizan cuando mis dedos entran en contacto con la madera. La sensación se traslada a todo mi cuerpo y por primera vez en mucho tiempo me siento... completa - Lumos - murmuro y la luz se enciende en la punta de mi nueva varita. ¿Qué tal? Aún recuerdo algunas cosas.
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- Sí, hedor. - ¿De verdad no lo sentía? Creo que no había dejado de fruncir la nariz en los últimos minutos. A menos claro, que algo se me haya metido en la nariz y sea por eso que estoy oliendo tanta podredumbre. Espiro con fuerza para comprobar que ese no sea el caso, y no se si sentirme aliviada o no cuando nada sale de mi nariz. - ¿Qué andas insinuando del pobre Jeff? - Le sonrío traviesa a sabiendas que anda bromeando. Espero… no quería enterarme de más detalles.
Aprieto los labios en una sonrisa que casi parece macabra pese a que solo trata de contener la carcajada que se me quiere escapar. Amo que Kenny me siga el juego, así que no lo dejo ahí. - Eso tampoco sería creíble. Todos saben que de haber rayos láser habría sabido cómo desactivarlos antes de aventurarnos por ellos. - Que si me lo ponía a pensar, era verdad. A menos que estuviésemos jugadas de tiempo, no me costaría demasiado ver como desactivar algún tipo de circuito de ese tipo. Siempre y cuando no estuviesen alimentados puramente con magia… ya que. No iba a ponerme a analizar un escenario hipotético. - Aunque me gusta eso de ser espías. ¿Tal vez deberíamos hacer más trabajo de campo?- No me molestaría salir un poco más.
- Estoy segura que cuando noten un par de cajas faltantes y vean dinero sobre el mostrador, van a decir que fue una compra legal, y no allanamiento y robo. - ruedo los ojos ante la obviedad y me estiro a levantar una de las cajas caídas para probar otra varita. Y otra, y otra… Recién en el quinto intento puedo sentir el calor que es extrañamente familiar en las yemas mis dedos, y cuando la agito puedo saber que es esa es la que corresponde. - Deberíamos haberle dicho a Ferdia que nos acompañe. - Hago rodar la varita en mi mano, y la hago saltar a la otra. Se siente bien, aunque sigo extrañando la mía...
Aprieto los labios en una sonrisa que casi parece macabra pese a que solo trata de contener la carcajada que se me quiere escapar. Amo que Kenny me siga el juego, así que no lo dejo ahí. - Eso tampoco sería creíble. Todos saben que de haber rayos láser habría sabido cómo desactivarlos antes de aventurarnos por ellos. - Que si me lo ponía a pensar, era verdad. A menos que estuviésemos jugadas de tiempo, no me costaría demasiado ver como desactivar algún tipo de circuito de ese tipo. Siempre y cuando no estuviesen alimentados puramente con magia… ya que. No iba a ponerme a analizar un escenario hipotético. - Aunque me gusta eso de ser espías. ¿Tal vez deberíamos hacer más trabajo de campo?- No me molestaría salir un poco más.
- Estoy segura que cuando noten un par de cajas faltantes y vean dinero sobre el mostrador, van a decir que fue una compra legal, y no allanamiento y robo. - ruedo los ojos ante la obviedad y me estiro a levantar una de las cajas caídas para probar otra varita. Y otra, y otra… Recién en el quinto intento puedo sentir el calor que es extrañamente familiar en las yemas mis dedos, y cuando la agito puedo saber que es esa es la que corresponde. - Deberíamos haberle dicho a Ferdia que nos acompañe. - Hago rodar la varita en mi mano, y la hago saltar a la otra. Se siente bien, aunque sigo extrañando la mía...
Tengo que hacer fuerza para mantener la risa silenciosa, está bien que el lugar está vacío pero tampoco para que abusemos y rompamos a carcajadas. Puedo bromear a espaldas de Jeff sin culpa porque sé que él también lo hace conmigo, así que con total naturalidad sigo con el juego - Tampoco quiero ser injusta con él, me llevó unos años pero al fin se baña solito cada vez que siente que empieza a apestar - pobre, hasta usa perfume de vez en cuando y todo.
Levanto un dedo otorgándole el punto y creo que la situación no sería de esa manera solo con los láseres. Después de todo... Hace unos minutos atrás ofreció una muy razonable alternativa para nuestra entrada - Como trepar el ducto, atravesar los láseres sería más divertido - puedo imaginarnos vestidas de negro, con pasamontañas y una elasticidad poco creíble para mi edad. Quizás en otra época cuando entrenaba todos los días y me esforzaba al máximo para estar en forma, cuando estaba en el 14 más precisamente - Me encantaría hacer más trabajo de campo en forma humana - pues es cansador andar con pico y garras todo el día - Pero es charla en grupo, sabes a quién tenemos que convencer - agrego con una mueca.
Sonrío por su comentario pues lo hago más por mi paz mental que por lo que puedan pensar los dueños del lugar. En realidad soy una persona con bastantes principios para vivir fuera de la ley y todas las veces que debo cruzar la línea para llegar a lo que necesitamos quedan guardadas en mi memoria... Me consuela saber que algún día podré ayudar a todos y devolver aquello que quité.
- ¿Y arriesgarnos a tener un testigo si alguna caía a la basura? No, gracias - bromeo. En realidad deberíamos haberlo invitado, tres cerebros piensan mejor que dos y tres varitas tienen más chance de defenderse si las cosas no salían bien - Podemos invitarlo para nuestra primera misión de campo como brujas hechas y derechas ¿Qué te parece?
Levanto un dedo otorgándole el punto y creo que la situación no sería de esa manera solo con los láseres. Después de todo... Hace unos minutos atrás ofreció una muy razonable alternativa para nuestra entrada - Como trepar el ducto, atravesar los láseres sería más divertido - puedo imaginarnos vestidas de negro, con pasamontañas y una elasticidad poco creíble para mi edad. Quizás en otra época cuando entrenaba todos los días y me esforzaba al máximo para estar en forma, cuando estaba en el 14 más precisamente - Me encantaría hacer más trabajo de campo en forma humana - pues es cansador andar con pico y garras todo el día - Pero es charla en grupo, sabes a quién tenemos que convencer - agrego con una mueca.
Sonrío por su comentario pues lo hago más por mi paz mental que por lo que puedan pensar los dueños del lugar. En realidad soy una persona con bastantes principios para vivir fuera de la ley y todas las veces que debo cruzar la línea para llegar a lo que necesitamos quedan guardadas en mi memoria... Me consuela saber que algún día podré ayudar a todos y devolver aquello que quité.
- ¿Y arriesgarnos a tener un testigo si alguna caía a la basura? No, gracias - bromeo. En realidad deberíamos haberlo invitado, tres cerebros piensan mejor que dos y tres varitas tienen más chance de defenderse si las cosas no salían bien - Podemos invitarlo para nuestra primera misión de campo como brujas hechas y derechas ¿Qué te parece?
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Varita en mano, la miro extrañada, con una ceja tan elevada que casi llegaba a tocar el borde de mi sien. - Como si alguien fuera a oponerse. Palabra tuya es palabra santa. Remarco rodando los ojos y volviendo mi vista al objeto entre mis manos. No había forma que nadie pudiese negarle a Kenny nada, no cuando toda su vida (o al menos lo que demostraba) era la red. - Si quieres podemos hacer charla de grupo, pero no es más que una mera formalidad, y una absoluta falta de tiempo. Ya estás grande y quiero creer que sabes cuidarte. - Mi tono es condescendiente, pero lo hago con esa intención para ver si así se da cuenta de la tontería que ha dicho. Pfff, como si necesitase el permiso de nadie.
Trato de acostumbrarme al tacto de la varita, a la textura y el largo y hago otro intento tentativo de utilizarla. Si no mal recordaba, el bauleo servía para guardar las cosas en dónde correspondía, así que murmurando el hechizo, y haciendo el movimiento de mano que creía que lo acompañaba, no pasa ni un instante antes de que las varitas se vuelvan a guardar en las cajas, cerrándose por sí solas, y volviendo con algo de torpeza al instante. No es perfecto, y las cajas sobresalen de los estantes, pero es lo suficientemente bueno como para que solo deba empujarlas hasta que se alineen con el resto.
- Si teníamos suerte, hubiese sido él el que cayese en el hospital, y eso hubiera sido un excelente material de chantaje. - Aunque con nuestra suerte, serguro tenía más agilidad que nosotras dos juntas y tendría que darle la razón a Kenny. Y amaba a Kennedy, pero odiaba darle la razón a las demás personas. - ¿Ya tienes en mente la próxima misión? Excelente. - Estiro las comisuras de mi boca lo más que puedo hago una mueca dubitativa. - Y ahora.... ¿nos vamos o qué? - ¿Sólo nos llevaríamos estas dos varitas y nada más? Era desperdiciar una oporunidad.
Trato de acostumbrarme al tacto de la varita, a la textura y el largo y hago otro intento tentativo de utilizarla. Si no mal recordaba, el bauleo servía para guardar las cosas en dónde correspondía, así que murmurando el hechizo, y haciendo el movimiento de mano que creía que lo acompañaba, no pasa ni un instante antes de que las varitas se vuelvan a guardar en las cajas, cerrándose por sí solas, y volviendo con algo de torpeza al instante. No es perfecto, y las cajas sobresalen de los estantes, pero es lo suficientemente bueno como para que solo deba empujarlas hasta que se alineen con el resto.
- Si teníamos suerte, hubiese sido él el que cayese en el hospital, y eso hubiera sido un excelente material de chantaje. - Aunque con nuestra suerte, serguro tenía más agilidad que nosotras dos juntas y tendría que darle la razón a Kenny. Y amaba a Kennedy, pero odiaba darle la razón a las demás personas. - ¿Ya tienes en mente la próxima misión? Excelente. - Estiro las comisuras de mi boca lo más que puedo hago una mueca dubitativa. - Y ahora.... ¿nos vamos o qué? - ¿Sólo nos llevaríamos estas dos varitas y nada más? Era desperdiciar una oporunidad.
Así como ella rueda los ojos, yo también hago lo mismo pues si me saliera con la mía en cada una de mis ideas la red ni siquiera habría existido. Quizás sea la productora, pero eso no quiere decir que tenga la última palabra en todo, alguien debe poner un freno a mis locuras para mantenernos a salvo o impulsarme si el miedo me paraliza o creo que es una mala idea por razones poco sólidas - Así que sí podemos comer arroz todos los días, nadie puede decirme que no - bromeo. Es algo que me encanta, pero tiende a cansar a los demás.
Observo como realiza un bauleo y así las cajas vuelven a su lugar. Tengo que poner la varita en el bolsillo de mi pantalón para poder aplaudir silenciosamente sin causar un accidente, pero creo que el autocontrol también es algo que se consigue con el tiempo - Llamarlo habría dado un mensaje erróneo, como que necesitamos un hombre en el equipo para triunfar - agrego exagerando una mueca de asco al final. Es broma, en realidad, cualquier ayuda habría sido bienvenida.
Asiento con un firme y único movimiento de cabeza, pero antes de retirarme miro un par de varitas que están aún sin empacar en uno de los rincones. No está bien, sería tentar al karma pero están ahí ¿Cierto? - Supongo que podemos llevar algunas más, dejamos dinero ¿No? - comento sujetando con una mano el puñado de varitas y metiéndolas en el bolsillo interno de mi chaqueta. Solo espero que no exploten o algo.
Ahora si, sin ya nada más que hacer emprendo camino hacia otra salida. Podemos hacer un alohomora rápido por alguna de las puertas traseras y salir corriendo, sobre todo porque si utilizamos el camino de antes, la gravedad nos hará caer en los residuos y prefiero practicar mi aresto momentum en un sitio un poco más limpio, con colchones y aroma a flores - Es probable que suene alguna alarma pero prefiero eso a arriesgarme a caer - comento y abro la puerta. Sin alarma, para variar la suerte ha estado de nuestro lado.
Observo como realiza un bauleo y así las cajas vuelven a su lugar. Tengo que poner la varita en el bolsillo de mi pantalón para poder aplaudir silenciosamente sin causar un accidente, pero creo que el autocontrol también es algo que se consigue con el tiempo - Llamarlo habría dado un mensaje erróneo, como que necesitamos un hombre en el equipo para triunfar - agrego exagerando una mueca de asco al final. Es broma, en realidad, cualquier ayuda habría sido bienvenida.
Asiento con un firme y único movimiento de cabeza, pero antes de retirarme miro un par de varitas que están aún sin empacar en uno de los rincones. No está bien, sería tentar al karma pero están ahí ¿Cierto? - Supongo que podemos llevar algunas más, dejamos dinero ¿No? - comento sujetando con una mano el puñado de varitas y metiéndolas en el bolsillo interno de mi chaqueta. Solo espero que no exploten o algo.
Ahora si, sin ya nada más que hacer emprendo camino hacia otra salida. Podemos hacer un alohomora rápido por alguna de las puertas traseras y salir corriendo, sobre todo porque si utilizamos el camino de antes, la gravedad nos hará caer en los residuos y prefiero practicar mi aresto momentum en un sitio un poco más limpio, con colchones y aroma a flores - Es probable que suene alguna alarma pero prefiero eso a arriesgarme a caer - comento y abro la puerta. Sin alarma, para variar la suerte ha estado de nuestro lado.
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