La rubia estaba sentada en su despacho y rodeada de papeles, sus superiores ya le habían dado las directrices para preparar la seguridad de los próximos eventos que se llevarían a cabo con motivo de la inauguración de la nueva arena, ahora solo le quedaba asegurarse de que nada fallara, para eso contaba con la ayuda de Audrey, su compañera y jefa del departamento de control criaturas mágicas.

Ambas mujeres habían quedado de verse en ese preciso instante en el despacho de la auror, además de compañeras de trabajo se conocían desde hacía varios años, ambas eran de la misma edad y empezaron sus carreras prácticamente al mismo tiempo por lo que su destino se vio unido tiempo atrás, eran muchas las misiones que habían compartido a lo largo de sus carreras y parecía que eso no iba a cambiar pronto, ahora con ambas al frente de sus respectivos departamentos se veían obligadas a colaborar en muchísimas ocasiones.

Además de su carrera profesional también las unía una amistad, Soul consideraba a Audrey una de sus pocas amigas, casi podían contarse con los dedos de una mano, o sin casi, Talysa era sin duda la personas más importante que actualmente tenía en su vida pero eso no hacía que por ejemplo Audrey o Hope no fueran otras personas que significaban mucho para ella, con todo lo que había perdido la rubia valoraba muchísimo a la gente que decidía quedarse en su vida.

Llaman a la puerta y se imagina que es ella – Adelante, te estaba esperando – le autoriza a pasar mientras ordena un poco los papeles, tenían una larga tarde de trabajo repasando localizaciones y formaciones tanto de los aurores como de los cazadores que estarían formando parte de la seguridad de los próximos juegos.

Éste día había sido el más ocupado en mucho tiempo y todavía quedaba mucho por hacer. Había pasado gran parte del tiempo ordenando archivos, revisando informes de excursiones de cazadores y preparando una lista de los cazadores que se encontraran libre actualmente así como el día en el que sería la ceremonia de apertura de los juegos. Porque sí, se acercaba la fecha y tendría que encargarme de organizar a los cazadores que se encontraran libre para asistir a los aurores. Pero para aquello todavía debía reunirme con Soul, la jefe de aurores.

Guardé los informes más importantes dentro de un bolso y comencé mi camino hacia la academia de aurores, donde se encontraba Soul trabajando. No solía tener amigos de ningún tipo, pero si había alguien a quien considerara como amistad, esa era la jefe de aurores, Soul. Cuando me enteré de que ambas seríamos jefes de las secciones de seguridad nacional, no pude alegrarme más. A pesar de aquel tedioso y cruel empleo, el hecho de tener a alguien como ella cerca mío me confortaba bastante.

Ahora me encontraba justo en la puerta de su despacho, después de haber esquivado a mucha de esa gente "estirada" que tanto odio, para poder llegar justo a tiempo. Toco la puerta con parsimonia y entro en cuanto tengo el permiso, cerrando la puerta tras de mi. -Lamento llegar tarde- sólo había pasado un par de minutos del horario acordado, pero llegar puntual siempre fue mi lema de vida. Me acerco a su escritorio mientras descuelgo el bolso de mi hombro para dejarlo sobre la superficie más cercana -Estuve intentando escapar de unos estirados que no me dejaban irme. ¿Acaso no saben que la gente tiene trabajo que hacer?- me desplomé en la silla justo frente al escritorio de Soul, relajándome un poco del atareado viaje antes de continuar el trabajo -Malditos juegos, como si no fuera suficiente trabajo el que recibimos diariamente- si hay alguien con quien soy capaz de comportarme de esa forma sin lamentar nada, esa es la mujer frente mío.

Estoy más agotada que cuando iba a misiones que duraban días y apenas podía dormir. Probablemente el estrés es lo que me provoca tal cansancio. Extraño un poco a mi hija y odio la idea de que el trabajo no me dejara estar con ella en ese momento tan importante, en el que realizaba un cambio tan radical. No conoce a mucha gente en el Capitolio, no tiene a mi tía materna para cuidarla y yo debía trabajar como loca porque a mi tía Jamie no se le había ocurrido una mejor idea que volver a realizar los juegos -Desearía tener algo más de tiempo para Maggs- suelto en un susurro, antes de que un suspiro salga de mi boca y me acomodo en mi asiento, resignándome a lo que debería hacer durante el resto de día -Creo que deberíamos comenzar lo nuestro.

Soul regala una sonrisa a la jefa de cazadores una vez atraviesa la puerta y se acerca a ella, ese gesto se va tornando en uno más divertido cuando escucha sus primeras palabras – No te preocupes, tenemos tiempo de sobra, además te entiendo, me pasa mismo, es ir a cualquier sitio y tener que enfrentarme a mil y una preguntas, supongo que son cosas que van con el cargo – se encoge un poco de hombros a tiempo que mira nuevamente los papeles que tenía sobre la mesa tratando de ordenarlo todo un poquito mejor.  – Ni me hables de los juegos, tengo dolor de cabeza crónico solo de pensar en organizar la seguridad – reconoce, últimamente solo podía estar centrada en eso, si volvía a suceder algo como lo de la gala benéfica no se lo perdonaría.

La rubia se fija un momento en la mujer que tiene delante olvidando durante unos segundos el trabajo, como si de repente recordara que tenía una hija, alguien de que preocuparse y a quien cuidar, por eso para Audrey todo aquello era muchísimo mas difícil, en lugar de estar planificando los juegos preferiría estar con su hija, pero no, allí estaban las dos, Soul la mira con algo de resignación, intentando empatizar con ella, por su parte no tenía a nadie de quien preocuparse, nadie que la necesitara en casa al terminar la jornada laboral, por lo que para ella no pesaba tanto.

-Prometo que hoy terminaremos pronto para que puedas ir a casa enseguida – dice sacando ya el mapa de la colocación de la presentación de tributos además también tenían ya el de la arena – Solo necesito que entre las dos busquemos los lugares más vulnerables para protegerlos, he preparado una lista de hechizos de protección, pero también necesitamos busca ubicación para aurores y cazadores en las zonas más vulnerables – comenta señalando varios puntos en el papel que le parecía de vital importancia tener protegidos, pero siempre venía bien una segunda oportunidad – Que te parece? – le pregunta.

No tardo en notar el desorden del escritorio de Soul, pero no comento nada sobre eso. Si no fuera por mi obsesión sobre mantener el orden sobre mis archivos de trabajo, estoy segura de que estaría todo mi papelerío igual, así como en el escritorio de mi nueva casa. Me alegro por dentro al saber que mi compañera de Seguridad Nacional también se siente como yo, aunque sé que mi padecimiento es probablemente mayor. Temo todos los días descontrolarme, develar mi metamorfomagia y mandar a la basura todo el plan que llevo un año organizando.

-Nada de terminar pronto, haremos bien nuestro trabajo aunque tengamos que quedarnos hasta mañana. Como en los viejos tiempos- recuerdo que las misiones realizadas juntas, habían sido las de mayor éxito en mi carrera. Nuestros planes, nuestras forma de ser, TODO. La mayoría coincide conmigo cuando afirmo que siempre fuimos el mejor dúo de Seguridad Nacional. Me levanto del asiento para poder ver con total claridad el mapa. -Aunque me gustaría dejar el trabajo para estar con Maggs, siempre me alegra poder trabajar contigo- agrego con total sinceridad mientras observo el esquema que ahora estaba sobre la mesa. Parece un mapa bastante planificado, así que lo inspecciono lentamente. Sin darme cuenta, coloco esa cara que siempre utilizo cuando intento resolver problemas complicados, esos problemas complicados para mucha gente pero no tanto para mí. Siempre había tomado ventaja de mi inteligencia, pero muy pocos sabían que, cuando mi mente iba mucho más rápido que la promedio para idear planes, realizaba una cara tan inexpresiva y perdida.

Planeo varias situaciones en mi mente y varias preguntas con rápidas respuestas. ¿Qué haría yo para intentar realizar un atentado en la ceremonia? ¿Que tipo de probabilidades había de encontrar puntos ciegos? Sólo vuelvo a la realidad unos pocos segundos después casi imperceptibles, con la respuesta a la pregunta de Soul. -Me parece perfecto que haya ésta cantidad de personas protegiendo las entradas. No es mucho, pero sí lo necesario. Entre ellos quita a uno o dos aurores y yo mandaré cazadores en su lugar. A la entrada norte y la sur enviaré mis dos mejores hombres. Son las principales, así que ellos podrán realizar allí varios hechizos protectores también.- el mapa parece estar bastante completo, así que poco más podía decir. Simplemente quedaba ver los sucesos para saber que otras zonas debían ser protegidas -Creo que para el principio va a estar bien. ¿Cuál es el cronograma? Podemos planear algo mejor sabiendo que va a ocurrir en el evento.

Sonríe un poco recordando los viejos tiempos como ella los había llamado, cuando su trabajo era más de acción que de oficina, a veces echaba de menos eso, poder estar en las misiones más activas, pero alguien tenía que encargarse de dirigirlo todo, y si algo tenía claro Soul es que la mejor era ella, si, para su trabajo era una prepotente de cuidado, pero era lo que le quedaba. – Sabes? A veces echo de menos todo eso – deja caer esperando no ser la única con se sentimiento, con la necesidad de estar involucrada en la acción y no tan apartada como estaba últimamente.

- Bueno, pero para dedicar muchas horas al trabajo estoy yo, que no tengo a nadie, tu por favor dedícale tiempo a tu hija – sonríe, a veces se sentía triste por no tener a nadie en su vida con quien pasar tiempo, las únicas, sus amigas y todas tenían obligaciones, no podían verse tanto como quisieran, así era la vida y Soul estaba más que a acostumbrada a todo, pero a veces, solo a veces, se sentía un poco sola.

Soul se queda en silencio viendo a la líder de cazadores observar el mapa, le constaba que era una mujer extremadamente inteligente, por eso la idea de contar con ella en el equipo de panificación de la seguridad del evento era toda una ventaja, dos mentes como las suyas, una inteligente como era ella, y otra determinante como la auror las cosas no podrían fallar. Escucha las sugerencias de Audrey y acepta – Vale, me parece bien, deberíamos complementarnos, nunca sabemos cómo van atacar, es mejor tener tanto cazadores como aurores en todos los posibles puntos – comenta ante la idea de que utilizaran criaturas mágicas para atacar, había que barajar todas las posibilidades.

Cuando su acompañante lanza aquella pregunta rebusca entre los papeles, dentro de aquel desorden ella tenía un orden, enseguida lo encuentra y lo pone sobre la mesa – Dejarán entrar a la gente, luego tenemos la llegada de los tributos en sus jaulas, la presentación y el tiempo para las pujas – comenta leyendo por encima como se iba a desarrollar el evento – Estoy segura de que los ministros exigirán a Aurores al pie de las jaulas para controlar a los tributos – sabía que no les gustaba que hablaran de más.

Escucho el cronograma que habrá para la ceremonia de comienzo de los juegos y sigo buscando posibles agujeros en la zona, lugares por donde algunas personas podrían colarse y atacar inocentes. -Empecemos con lo primero entonces- muevo un poco el papel con el cronograma, para que ambas podamos mirarlo bien pero a la vez podamos divisar el mapa. -Creo que para la entrada, aumentar la seguridad en los puntos de accesos es lo mejor- necesitamos entradas protegidas en ese momento, así que no dudo en exponerlo.

-Después, para la llegada de los tributos...- analizo el recorrido lo mejor que puedo -De aquí- señalo el lugar por donde entrarían las jaulas -Hasta aquí- luego el lugar por donde las jaulas subirían al escenario -Que haya varios aurores y algunos cazadores, protegiendo el pasillo- me peino el pelo con una mano sin dejar de ver el mapa - La mayoría de la gente, sean o no pro-muggles, querrán meterse en el medio para acercarse a los... tributos- nombrar a personas nuevamente tributos sigue molestándome - Algunos para salvarlos, otros para abuchearlos. Hay que proteger la zona.

-El problema viene después, mandaron una petición para usar Thestrals para tirar las jaulas- esas criaturas se usan siempre para tirar carruajes y demás, pero nunca logré entender porque usar tan majestuosas criaturas mágicas como simples "caballos de fuerza". Quizá por lo que significan, esa crueldad de entender la muerte que hace posible verlos. Que los thestrals tiraran carruajes con jaulas de tributos, gente supuestamente acusada por crueldades y algunos por asesinatos... realmente se podía tomar como algo totalmente poético. -Necesitaré también algunos cazadores que luego los retiren, mientras tanto podrían proteger el escenario- pienso en más opciones y sigo hablando -Además de los que después se encuentran junto a las jaulas, algunos aurores más podrían escoltar las jaulas y cuando los cazadores deban llevarse a las criaturas podrían reemplazarlos- el pensamiento sale de mi boca antes de que pueda decir algo más, entonces observo a Soul y espero sus opiniones.

Soul mira el papel mientras escucha a su compañera, en lo primero que dice está de acuerdo con ella – Si, lo había pensado, quiero que sean los aurores los que se encarguen – no necesitaba explicárselo más, porque después de todo los profesionales en ese campo eran ellos, los cazadores deberían servir de apoyo y mantenerse alerta ante un posible ataque de rebeldes con criaturas mágicas.

Sigue escuchando con atención todas sus propuestas pero la rubia frunce ligeramente el ceño, no es que no confiara en sus hombres, los cazadores eran magos tan validos como los aurores pero aquella no era su responsabilidad, no era a lo que estaba acostumbrados, sus gente por otra parte pensaba de otra manera, estaba acostumbrada a evaluar las situaciones desde una perspectiva más objetiva – Está bien, pero que tus hombres se centren en las jaulas y en controlar a las criaturas mientras dan apoyo, yo me encargare de que los aurores controlen la situación – mira el papel – Además doblaré la seguridad en el palco de autoridades, nosotras mismas estamos allí – la mira y esboza una ligera sonrisa mientras empieza a recoger los papeles, ahora prácticamente quedaba redactar informes para pasarles a todos los implicados y que se aprendieran al dedillo las estrategias.

-Cuando cada una tengamos nuestra parte nos las intercambiamos un último repaso y lo que resta es empezar a trabajar en el terreno – le sonríe y toma asiento en su despacho, estira la mano para tomar un botellín de agua que tenía sobre el escritorio y le da un largo trago.

Estaba llevando aquella reunión muy por lo profesional por lo que Soul termina por sonreír un poco – Como has estado Aubrey? Como ha ido todo por casa después de los sucedido en la gala benéfica? – se interesa por el bienestar de su familia.

Confío en mi compañera y amiga plenamente. Está claro que ella prefiere que los cazadores no se centren tanto en la protección, sino en lo que deben y lo entiendo; pero los informes dicen que licántropos se encuentran entre los tributos, por lo que en ésta ocasión los cazadores son tan necesarios como cualquier otro miembro de seguridad nacional - Me parece bien. Aún así, siempre debe haber algún cazador cerca de los tributos por las dudas- admito, esperando que recuerde los informes de cada tributo como lo hago yo, pero no me preocupa tanto que lo haga - Palco de las autoridades, sí. Aunque mientras estemos allí estoy segura que no habrá problemas, pero tenemos hombres de más y no está mal aprovecharlos.

Asiento con la cabeza a lo que dice a continuación y me siento en la silla más cercana para comenzar a trabajar en el papelerío que significaba el movimiento de gente. Escribo sin mucha preocupación en cuanto escucho hablar a mi compañera y, sin dejar de realizar el trabajo, respondo -Bien, o cómo se puede. Maggs no le prestó demasiada atención y yo... simplemente hice oídos sordos, ya sabes.


Con el paso de las horas, los papeles se acumulan y soy obligada a ordenar un poco aquel lugar. Nos pasamos nuestros informes a presentar a los implicados, verificando que todo esté bien. Corrijo algunos pequeños errores presentes en ellos, Soul cambia algunas cosas en los míos hasta que ambas estamos conforme con el resultado. Así transcurre el resto del día: llenando informes, buscando posibles errores de seguridad y poniéndome al día con mi amiga y compañera de trabajo.

Terminamos más rápido de lo que pensamos y tan pronto la última firma llena el último papel, nos disponemos a dirigirnos a nuestras casas. Simplemente espero que Maggs no se enoje por haberla dejado sola casi todo el día y salgo de aquel lugar como si huyera del mayor de mis temores.