OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Recuerdo del primer mensaje :
A estas alturas ya no recuerdo que se acabó primero, si mi paciencia, el camino asfaltado o la gasolina. Llega un momento en el que todo es niebla, nieve, oscuridad y frío. No recuerdo que la vida de fugitivo fuera tan dura; probablemente porque ni siquiera una sola vez en mi vida, había tenido que alejarme tanto del sitio en el que me tenían a salvo. Jared me entrenaba todos los días para luchar, no para huir. Creo que jamás en mi vida he echado de menos tanto una época como esa. Las pocas veces que paramos porque ya no puedo más y porque hace frío y porque estoy mugriento (cosa que me fastidia más de lo que estoy dispuesto a admitir) estoy tan cansado que ni siquiera puedo dormir. Es un duerme vela donde recuerdos se cuelan en mi cabeza a gran velocidad y no me dejan descansar.
Los días se pasan uno tras otro y al principio, todo parece una aventura, de esas que consisten en viajes a otra ciudad, sitios nuevos y amigos; pero eventualmente empieza a ser una pesadilla. Hemos dejado atrás la última de las ciudades hace dos semanas y la comida ha empezado a escasear. Ya ni siquiera soy capaz de contar las veces que me he rendido y Ben ha ido arrastrando conmigo a pesar de que le dije, dramáticamente he de añadir, que me dejara morir ahí. A estas alturas no sé porque sigue insistiendo, hasta yo me habría cansado de mi. Hasta yo me he cansado de mi. Intentando distraerme hemos tenido conversaciones de todo tipo, aunque vienen desde nuestro viaje en coche. ¿Quién era la chica? ¿Por qué te odia? ¿Pero cuantas novias tuviste? y por un momento estoy entre orgulloso por la conversación y molesto por su tono. Orgulloso porque yo sé que él solo ha tenido dos y una no cuenta como "novia" lo cual, obviamente, me hace más experto en chicas que él (que no). Y molesto porque lo hace parecer como si 8 fueran muchas. - Además hoy en día llaman novia a cualquiera. Me enrollé con Cassie en el 11 por aburrimiento y al día siguiente estaba buscando nombres para nuestros hijos. Las que están locas, son las peores. - Y la pérdida del ritmo de la conversación y mis pasos se va notando en cuanto más escuetas son mis respuestas, hasta que literalmente, por más que lo intente, solo suelto monosílabos o gruñidos al tiempo que arrastro mis pies dejando un rastro de líneas, en vez de huellas.
Hoy hay una ventisca que amenaza con empeorar y sepultarnos entre la nieve. Cada paso requiere de un esfuerzo sobrehumano, especialmente en las zonas donde la nieve es más profunda. En determinado punto, caigo al suelo redondo en medio de ninguna parte soltando una queja cuando la fría nieve empapa mi ropa por completo, cosa de la que me arrepentiré en breve. Ben lleva horas con la mochila a cuesta que de todas maneras pesa como una pluma y una manta alrededor; yo llevo otra pero se ha desacomodado con la caída y de todas maneras, con el frío que hace, apenas sirve de nada. Suelto una queja por lo bajo y me pongo boca-arriba jadeando. Me duelen los pies tanto que dar cada paso es como clavar una aguja en cada centímetro del pie y luego en el otro, turnándolos hasta que resulta insufrible de soportar. Aún no ha anochecido del todo, el bosque está casi oscuro pero algunas rejillas endebles de luz se cuelan entre la espesura de los árboles. - ¿Te has perdido? O sea, si te has perdido es momento de decirlo ¿de acuerdo? No voy a enfadarme - Y mi tono suena con tanta calma que resulta totalmente inverosímil la última frase, y en vez de eso da la impresión de que como tenga un arranque de honestidad y diga que sí que está perdido, le salto al cuello y le ahorco. Al menos es la impresión que daría si en ese momento no le hubiera tendido mi mano, para que me arrastrara un rato. Sí, arrastrara. Como ya dije yo le decía hace una semana que me dejara morir allí; pero él encontró la solución a nuestro problema e incluía NO dejarme en ninguna parte. - ¿No podemos parar? ni siquiera ves por donde vas. -
A estas alturas ya no recuerdo que se acabó primero, si mi paciencia, el camino asfaltado o la gasolina. Llega un momento en el que todo es niebla, nieve, oscuridad y frío. No recuerdo que la vida de fugitivo fuera tan dura; probablemente porque ni siquiera una sola vez en mi vida, había tenido que alejarme tanto del sitio en el que me tenían a salvo. Jared me entrenaba todos los días para luchar, no para huir. Creo que jamás en mi vida he echado de menos tanto una época como esa. Las pocas veces que paramos porque ya no puedo más y porque hace frío y porque estoy mugriento (cosa que me fastidia más de lo que estoy dispuesto a admitir) estoy tan cansado que ni siquiera puedo dormir. Es un duerme vela donde recuerdos se cuelan en mi cabeza a gran velocidad y no me dejan descansar.
Los días se pasan uno tras otro y al principio, todo parece una aventura, de esas que consisten en viajes a otra ciudad, sitios nuevos y amigos; pero eventualmente empieza a ser una pesadilla. Hemos dejado atrás la última de las ciudades hace dos semanas y la comida ha empezado a escasear. Ya ni siquiera soy capaz de contar las veces que me he rendido y Ben ha ido arrastrando conmigo a pesar de que le dije, dramáticamente he de añadir, que me dejara morir ahí. A estas alturas no sé porque sigue insistiendo, hasta yo me habría cansado de mi. Hasta yo me he cansado de mi. Intentando distraerme hemos tenido conversaciones de todo tipo, aunque vienen desde nuestro viaje en coche. ¿Quién era la chica? ¿Por qué te odia? ¿Pero cuantas novias tuviste? y por un momento estoy entre orgulloso por la conversación y molesto por su tono. Orgulloso porque yo sé que él solo ha tenido dos y una no cuenta como "novia" lo cual, obviamente, me hace más experto en chicas que él (que no). Y molesto porque lo hace parecer como si 8 fueran muchas. - Además hoy en día llaman novia a cualquiera. Me enrollé con Cassie en el 11 por aburrimiento y al día siguiente estaba buscando nombres para nuestros hijos. Las que están locas, son las peores. - Y la pérdida del ritmo de la conversación y mis pasos se va notando en cuanto más escuetas son mis respuestas, hasta que literalmente, por más que lo intente, solo suelto monosílabos o gruñidos al tiempo que arrastro mis pies dejando un rastro de líneas, en vez de huellas.
Hoy hay una ventisca que amenaza con empeorar y sepultarnos entre la nieve. Cada paso requiere de un esfuerzo sobrehumano, especialmente en las zonas donde la nieve es más profunda. En determinado punto, caigo al suelo redondo en medio de ninguna parte soltando una queja cuando la fría nieve empapa mi ropa por completo, cosa de la que me arrepentiré en breve. Ben lleva horas con la mochila a cuesta que de todas maneras pesa como una pluma y una manta alrededor; yo llevo otra pero se ha desacomodado con la caída y de todas maneras, con el frío que hace, apenas sirve de nada. Suelto una queja por lo bajo y me pongo boca-arriba jadeando. Me duelen los pies tanto que dar cada paso es como clavar una aguja en cada centímetro del pie y luego en el otro, turnándolos hasta que resulta insufrible de soportar. Aún no ha anochecido del todo, el bosque está casi oscuro pero algunas rejillas endebles de luz se cuelan entre la espesura de los árboles. - ¿Te has perdido? O sea, si te has perdido es momento de decirlo ¿de acuerdo? No voy a enfadarme - Y mi tono suena con tanta calma que resulta totalmente inverosímil la última frase, y en vez de eso da la impresión de que como tenga un arranque de honestidad y diga que sí que está perdido, le salto al cuello y le ahorco. Al menos es la impresión que daría si en ese momento no le hubiera tendido mi mano, para que me arrastrara un rato. Sí, arrastrara. Como ya dije yo le decía hace una semana que me dejara morir allí; pero él encontró la solución a nuestro problema e incluía NO dejarme en ninguna parte. - ¿No podemos parar? ni siquiera ves por donde vas. -
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Que me mande a callar me causa la risa suficiente como para perder, por dos segundos, la atención y seriedad que un momento como éste requiere. Pero son dos segundos, no me permito absolutamente nada más. El estruendo del lobo rebotando hacia atrás me deja un momento para recuperar el aliento, mientras observo como el escudo se extiende frente a nosotros, haciendo que el pobre de Billy rebote contra él. ¿Qué se sentirá perder los estribos y el conocimiento durante toda una noche, donde te conviertes básicamente en un animal salvaje y sediento? Realmente se oye como la mierda.
Cuando Vennet menciona lo de la hora, alzo la vista al cielo al no cargar un reloj conmigo, observando el color del firmamento y las estrellas que se alcanzan a ver - No debe faltar mucho para el amanecer - aventuro, ladeando un poco la cabeza, la cual bajo solamente cuando oigo al husky volver a gruñir; se nota obviamente herida, pero parece aguantársela mejor que nosotros. Solo por probar, lanzo un hechizo que retumba contra el escudo, provocando una ligera lluvia de luz que se evapora en segundos, pero creo que sirve para llamarle la atención al lobo - Si se centra en nosotros, quizá podamos guiarlo por el límite del agua - sugiero, arrugando un poco el ceño; mientras nadie salga de su casa, no creo que haya problemas - la mejor opción es entretenerlo y alejarlo, en caso de que si algo sale mal, al menos estemos lejos.
Cuando Vennet menciona lo de la hora, alzo la vista al cielo al no cargar un reloj conmigo, observando el color del firmamento y las estrellas que se alcanzan a ver - No debe faltar mucho para el amanecer - aventuro, ladeando un poco la cabeza, la cual bajo solamente cuando oigo al husky volver a gruñir; se nota obviamente herida, pero parece aguantársela mejor que nosotros. Solo por probar, lanzo un hechizo que retumba contra el escudo, provocando una ligera lluvia de luz que se evapora en segundos, pero creo que sirve para llamarle la atención al lobo - Si se centra en nosotros, quizá podamos guiarlo por el límite del agua - sugiero, arrugando un poco el ceño; mientras nadie salga de su casa, no creo que haya problemas - la mejor opción es entretenerlo y alejarlo, en caso de que si algo sale mal, al menos estemos lejos.
Cada vez que el lobo arremete contra nosotros, Gigi aumenta su agresividad, más de una vez estoy casi seguro de que sobrepasará el escudo y estará en problemas así que la calmo poniendo mi mano sobre su hocico para hacerla retroceder. Lo que menos me apetece ahora es que Ben se quede sin vida y sin perra. Suponiendo claro que al final las cosas no salgan como esperamos. Cuando mando callar a Sebs, lo primero que noto es ese júbilo provocado por la adrenalina y una sonrisa de medio lado se me escapa. No puede ser tan fácil, es la primera vez que le veo de ese modo en meses. Y lo intenté todo, incluso enseñarle palabrotas a Delilah para que al menos se quejara.
Sacudo la cabeza para recuperar la concentración, acabando por meterme un susto cuando estoy demasiado cerca del escudo y noto los enormes dientes de aquel licántropo casi en mi cara. Tengo que soltar el aire de golpe con la sangre a punto de hervir. - El agua... abajo hay una zona donde la corriente es más fuerte. - Aunque no es plan de que acabe en el otro lado del mundo por irse al río. Descarto casi de inmediato la idea en cuanto sale de mi boca. - Lo de distraerlo suena menos directo. ¡ECHA A CORRER! - Esta vez, lanzo al lobo hacia la dirección del río. La corriente no es fuerte pero el suelo es lo bastante inestable como para que al seguirnos, se resbale.
Eso nos da ventaja suficiente para poner distancia entre los dos. Sebastian y yo turnamos varios hechizos para mantenerlo a raya y cuando los primero rayos de sol del amanecer golpean su pelaje, la conversión es casi inmediata. Es como si tropezara consigo mismo mientras su cuerpo se transforma en otra cosa y va reduciendo su tamaño. Jadeante miro a Sebastian. ¿Ahora querrá explicaciones? - Yo no pienso decirle que casi mata a alguien - Farfullo, Sebas tiene cara de que él tampoco así que sin pensarlo dos veces, lo agarro del brazo, lo atraigo hacia mi y nos desaparecemos de las inmediaciones antes de que Billy note siquiera que tiene o tuvo compañía.
Sacudo la cabeza para recuperar la concentración, acabando por meterme un susto cuando estoy demasiado cerca del escudo y noto los enormes dientes de aquel licántropo casi en mi cara. Tengo que soltar el aire de golpe con la sangre a punto de hervir. - El agua... abajo hay una zona donde la corriente es más fuerte. - Aunque no es plan de que acabe en el otro lado del mundo por irse al río. Descarto casi de inmediato la idea en cuanto sale de mi boca. - Lo de distraerlo suena menos directo. ¡ECHA A CORRER! - Esta vez, lanzo al lobo hacia la dirección del río. La corriente no es fuerte pero el suelo es lo bastante inestable como para que al seguirnos, se resbale.
Eso nos da ventaja suficiente para poner distancia entre los dos. Sebastian y yo turnamos varios hechizos para mantenerlo a raya y cuando los primero rayos de sol del amanecer golpean su pelaje, la conversión es casi inmediata. Es como si tropezara consigo mismo mientras su cuerpo se transforma en otra cosa y va reduciendo su tamaño. Jadeante miro a Sebastian. ¿Ahora querrá explicaciones? - Yo no pienso decirle que casi mata a alguien - Farfullo, Sebas tiene cara de que él tampoco así que sin pensarlo dos veces, lo agarro del brazo, lo atraigo hacia mi y nos desaparecemos de las inmediaciones antes de que Billy note siquiera que tiene o tuvo compañía.
El consejo decide desbloquear el campo de entrenamiento.
Es un claro en medio del bosque a unos pocos kilómetros de la zona habitable, que tras los sucesos de la última luna llena, se limpió con el fin de empezar a entrenar a todos los habitantes del 14 que portan el rango de militante.
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