La ardilla no parecía darse cuenta de dónde había llegado su ataque porque permaneció en la rama, patidifusa. Además, ya empezaba a oscurecer lo que significaba que localizarlo se le haría más difícil, pero la mirada de Ashton ya se había clavado en el animal. Obtener comida era primordial, por lo que no dejaría pasar la oportunidad que tenía justo delante. Disparó de nuevo al animal, tan certero como antes y esta vez con una fuerza que hizo que el mismo cayera del árbol por propia gravedad. Se acercó para coger la ardilla por la cola y mostrársela a Miranda. —Espero que la carne de ardilla sepa algo decente.

Interacción: @Miranda O. Banasiewicz.
Viene de: Lago.
Va a: -
Acción: Cazar otro animal pequeño.
Dados: Acierto, x2,5. 9 (destreza) x 2,5 (dado) + 3 (habilidad) = 25,5 (63/50).

Miranda quedó rezagada. Mientras que el sol se ocultaba en los árboles, siguió a su compañero con un aire ciertamente divertido. No fue hasta que lo vio cargando con su premio que se acercó a él.

— La idea de tener que quitarles la piel es asquerosa… — admitió; no obstante, le pareció que era la mejor opción.

El aullido de lobo le hizo levantar la mirada. Con un suspiro, se acercó a uno de los árboles y dejó caer la mochila — ¿Qué tienes en tu equipaje? — Preguntó mientras se acomodaba —. Deberíamos descansar y alimentarnos. No podremos avanzar mucho si no vemos a dónde vamos — nunca había extrañado tanto su varita, incluso una linterna.

Interacción:  @Ashton C. Pearson
Viene de: Lago
Va a: Invernadero
Acción: Avance 2/5, pero se detiene.
Dados: x

Se dio cuenta de cuánto había caído la noche cuando terminó de cazar. Las copas de los árboles tapaban casi toda la luz proveniente del cielo, así que apenas podía ver nada a su alrededor. Asintió con la cabeza, a él también le parecía bastante asqueroso tener que quitarles la piel. —Nos acostumbraremos. Y cuando nos lo comamos siempre podemos pensar que es una comida más normal e intentar engañar al cerebro.

Se dejó caer bajo el árbol, quitándose la mochila para poder apoyar la espalda contra el tronco. El Ashton de la cosecha no habría compartido sus secretos, pero el de aquel momento abrió la mochila sin pensárselo—. Tres manzanas, la botella de agua, una poción —metió la mano, buscando el último elemento en su lista—. Y una foto firmada de Tayla Saint —la sacó de la mochila, agitándola frente a Miranda mientras se reía—. Un poco inútil, pero si hay algún tributo que sea súper fan igual consigo algo —aquello era obviamente una broma, pero tampoco descartó la idea—. ¿Qué tienes en la tuya? —aprovechó que había abierto la mochila para sacar una manzana y darle un bocado antes de que se pusiera pocha—. Puedes dormir un rato si quieres, me quedaré haciendo guardia.

Interacción: @Miranda O. Banasiewicz.
Viene de: Lago.
Va a: Invernadero (1/5).
Acción: Avanza, pero se detiene con Miranda y come una manzana.
Dados: x

A medida que la noche pasaba y sus músculos se relajaban, comenzó a sentir en su cuerpo el cansancio de todo el día. Había pasado de que se lo hicieran todo a tener que buscarse incluso su propia comida en menos de veinticuatro horas. Un día agotador. El peso de los párpados hacía que poco a poco cerrara los ojos y, aunque al principio no quería quedarse dormido, terminó cayendo ante la llamada del sueño. Aun así, no soltó su ballesta.

Interacción: @Miranda O. Banasiewicz.
Viene de: Lago.
Va a: Invernadero (1/5).
Acción: Duerme.
Dados: x

No le hubiera llamado tanto la atención si no fuera por la mención de la fotografía de Tayla Saint. Miranda soltó una risa honesta, quizá la más genuina en días. Meneó la cabeza sin poder creérselo, estirando el cuello para verla mejor — Richie Arish es mejor — acotó con una sonrisa burlona —, pero Tayla tiene buenos temas.

Le parecía absurdo estar hablando de algo tan banal como en la arena. Al menos, Ashton la regresó a la realidad en cuanto la hizo ponerse a revisar la mochila para refrescar la memoria — Un montón de folletos de “se busca”. ¿Acaso querían que empapele la arena con fotos de Kendrick Black? — Se mofó, segura de que nadie en televisión aceptaría hablar sobre el atractivo físico de un rebelde — Una cantimplora; la he llenado en el lago. Una manta y… — tiró de un mechero, el cual encendió frente a su nariz — … esto. No creo que sea prudente encender una fogata ahora, llamaría la atención. Pero no descarto la idea de causar un incendio en alguna zona y… — no terminó de hablar, pero creyó que no era necesario. Si otros tributos morían a causa del fuego, ella no tendría que hacerlo con sus propias manos.

Lanzó el mechero apagado en la mochila y agradeció el gesto de su compañero. Le sonrió, no muy segura de que él pudiera verla, y se acomodó contra su equipaje. A pesar de la adrenalina, su cuerpo pronto se vio rendido.

Apenas abrió los párpados cuando oyó el himno. El sonido de la música le pareció desconcertante, pero pudo ver entre los árboles el resumen de los caídos. Se giró sobre sí misma, encontrándose con que Ashton había caído dormido.

Por un momento, creyó que lo mejor era despertar. Se apoyó entre él y el árbol, manteniendo un poco erguida la espalda. Sus intenciones fueron vanas. Poco después tenía el mentón golpeando su pecho y su mente en el quinto sueño.

Interacción:  @Ashton C. Pearson
Viene de: Lago
Va a: Invernadero
Acción: dormir
Dados: x

Poco a poco, el sol comienza a asomar en el horizonte. El cielo comienza a iluminarse, dando paso al segundo día.


Le temperatura ha bajado tan solo un poco, pero el cielo muestra algunas nubes pesadas.

Cuando Miranda despertó, tenía los ojos cansados. No tardó en darse cuenta de que se había hecho un ovillo en busca de calor, por completo tendida en el suelo. Se enderezó con un respingo, solo para descubrir que Ashton seguía a su lado. Para su sorpresa, el bosque se veía tan pacífico como el día de ayer.

El estómago le gruñó con fiereza. Suspiró y, con cuidado, se puso de pie para empezar a juntar ramillas. Usó el mechero para encender una pequeña fogata y tomó uno de los conejos, cuyo aspecto le daba tanto asco como pena.

No supo cuánto tiempo estuvo trabajando en quitarle la piel y en sus intentos de no vomitar. Para cuando creyó ver que su compañero despertaba, ella ya estaba cocinando al animal.

— Buen día — bromeó —. De seguro esto será la cosa más asquerosa y seca que pruebes en tu vida, pero es mejor que nada.

Movió el palillo para enseñar el aspecto del conejo y, con desconfianza, le dio un mordisco.

Interacción:  @Ashton C. Pearson
Viene de: Lago
Va a: Invernadero
Acción: comer
Dados: x

Había escuchado el himno en mitad de la noche, pero decidió no abrir los ojos. No quería ver los rostros de los que habían fallecido, no soportaría ver a alguien que conociera. Solo pensó en que eran cinco tributos menos y fingió seguir durmiendo hasta que el silencio volvió a ocupar la arboleda y él cayó en las manos del sueño.

No lo levantaron los rayos del sol que impactaban directamente en su cara ni el dolor de espalda por haber pasado toda la noche durmiendo apoyado en el árbol, fue el olor a comida. Por un momento dejó atrás todas las incomodidades y creyó que estaba en casa, que su madre había hecho un guiso y ese era el olor que llegaba a sus fosas nasales. Sin embargo, no se atrevía a abrir los ojos porque sabía que se estaba engañando.

Pero no le quedaba otra que enfrentarse a la realidad. Abrió los ojos poco a poco, encontrándose con la imagen de Miranda con un trozo de conejo recién hecho. —Buenos días —levantó los brazos y tensó los músculos de la espalda para deshacerse del agarrotamiento de los mismos—. No luce como la cosa más apetitosa del mundo, pero hay que recobrar energías —el aspecto era mucho peor que el olor, pero su estómago no paraba de pedirle comida. Tomó el palillo una vez Miranda había terminado y le dio un mordisco sin pensárselo mucho.

Una vez con el estómago lleno, se levantó para estirar las piernas. Miró a su alrededor en busca de algún peligro, ya que habían estado demasiado relajados. No encontró más que árboles y el sonido de algunos animales. —Parece que nadie ha pasado por aquí —comentó—, pero no tardarán en encontrar este sitio y pensar que es un buen escondite, ¿dónde podemos ir? Solo veo árboles y más árboles.

Interacción: @Miranda O. Banasiewicz.
Viene de: Lago.
Va a: Invernadero (1/5).
Acción: Come.
Dados: x

En otro momento le hubiera molestado quitarse un trozo de carne de los dientes con el dedo, en especial delante de un muchacho o en televisión. La verdad es que en ese instante no le podía importar menos. Terminó de comer en silencio, al menos hasta que él volvió a hablar.

Miranda exploró la zona con la mirada. Se puso de pie, apagó el fogón con el pie y desarmó las ramillas. Intentó cubrir el rastro con hojas, sabiendo que alguien que supiera de cacería podría encontrarlos de todas formas.

— Vinimos de allí — señaló con el dedo antes de limpiarse contra la ropa —, así que yo digo que sigamos hacia delante. O llegaremos al extremo de la arena o nos toparemos con algo… o alguien.

Al menos, no estaban solos.

Se hizo con sus cosas una vez más y volvió a avanzar.

Interacción:  @Ashton C. Pearson
Viene de: Lago
Va a: Invernadero
Acción: Retoma avance 3/5
Dados: x

Mientras que Ashton quería marcharse lo antes posible, consumido por el miedo de que lo encontraran, Miranda era la mente pensante que cayó en eliminar sus huellas. Pensó en la suerte que tenía de poder contar con alguien. Por mucho pensamiento individualista que le invadiera el día de la cosecha, Paige tuvo razón con su consejo: necesitaría aliados.

Tragó saliva al escuchar la palabra alguien. Tenía temor a encontrarse con otro tributo, tanto por lo que podrían hacerles como por lo que sería capaz de hacer él mismo. —Tú eres la inteligente, así que confío en ti —bromeó. Tomó su mochila en la que también había guardado la ardilla que había cazado antes, la ballesta y continuó el camino.

Interacción: @Miranda O. Banasiewicz.
Viene de: Lago.
Va a: Invernadero (2/5).
Acción: Avanza.
Dados: x

Al levantar la cabeza tras tomar sus cosas, se dio cuenta de que Miranda estaba más lejos de lo que creía. Se dispuso a avanzar con grandes zancadas, aprovechando que sus piernas eran mucho más largas, cuando el sonido del cañonazo hizo que se estremeciera. Primero, por puro instinto de supervivencia; después, por el significado.

En poco más de veinticuatro horas habían caído seis tributos. Se paró en seco por un par de segundos antes de seguir avanzando para colocarse al lado de su compañera. —Nunca voy a acostumbrarme a ese sonido —se colocó a su lado, dedicándole una pequeña sonrisa que intentaba transmitirle toda la tranquilidad que fuera posible—. ¿Escuchaste ayer el himno? —preguntó, avergonzado de no haber sido capaz de abrir los ojos en mitad de la noche para ver los rostros de los tributos fallecidos—, ¿viste quiénes eran los que...? —murieron, quiso decir, pero no fue capaz de acabar la pregunta—. Ya sabes.

Interacción: @Miranda O. Banasiewicz.
Viene de: Lago.
Va a: Invernadero (3/5).
Acción: Avanza.
Dados: x

Rodó los ojos, pero una sonrisa divertida se asomó por sus labios. Si él decía que ella era más inteligente, Miranda no iba a contradecirlo.

El sonido del cañón le hizo levantar la mirada al cielo. Sabía que aún era temprano para el informe, pero no pudo evitar la reacción involuntaria. Se encontró con el intento de sonrisa de Ashton en cuanto bajó la vista, pero apenas fue capaz de devolverla.

— Sí — había pensado en ellos durante horas. Metió las manos en los bolsillos para controlar el nerviosismo —. La chica del dos, los dos del tres, el chico del cinco y la chica del siete — le parecía una enorme cantidad para menos de dos días y, al mismo tiempo, demasiados pocos —. ¿Quién crees…? No te rías, pero de todos siempre he creído que eras el más intimidante — una sonrisa divertida tiró de sus comisuras. Pateó una pequeña piedra —. Supongo que no ha sido Eli Turner, no tiene pinta de morir pronto. De seguro ha sido uno de los pequeños — lo cual, en cierto modo, le aterraba.

Interacción:  @Ashton C. Pearson
Viene de: Lago
Va a: Invernadero
Acción: avance 4/5
Dados: x

El conteo de los tributos que habían muerto le revolvió el estómago a pesar de que el número de fallecidos había rondado por su cabeza durante toda la noche antes de volver a dormirse. Ponerles una identidad era algo muy distinto. Se alegró de que ninguno le fuera conocido e intentó convencerse de que había posibilidades de que se lo merecieran, de que su sacrificio hiciera de NeoPanem un país mejor. Quién sabe si hubieran acabado rebelándose junto a sus familiares.

—Esa siempre fue la intención —levantó las cejas con una sonrisa ladeada—, pero al final es imposible fingir siempre ser una piedra —lo había intentado durante días, incluso en los entrenamientos, pero finalmente no pudo con ello. La última ocasión en la que fingió ser un ser sin sentimientos fue durante su espectáculo en la prueba de los vigilantes. —Seguro que Eli Turner es uno de los favoritos, los patrocinadores deben estar dándole de todo —eso le daba rabia, porque no estaba de acuerdo con el hecho de que su fama resultara una posible ventaja. Sobre todo porque él no la tenía—. Seguramente —asintió con una mueca triste—, pero eso solo significa que tenemos menos enemigos —aunque, al final, incluso ellos mismos terminarían siendo sus propios enemigos.

Interacción: @Miranda O. Banasiewicz.
Viene de: Lago.
Va a: Invernadero (4/5).
Acción: Avanza.
Dados: x

— ¿Tú crees? — Miranda movió la cabeza de un lado a otro —. Aún es muy pronto para tener patrocinadores. Al final, de nada sirve tenerlo todo si no sabes cómo usarlo. Supongo que es igual en todas las áreas de la vida.

Asintió de forma queda. No quería ser egoísta, pero Ashton tenía razón; cuántos más murieran, más cerca estaban de casa. Incluso cuando sabía que en algún momento tendrían que despedirse — Al menos no estamos solos…

No se atrevió a mirarle a los ojos. Se limitó a una palmada amistosa en el brazo y apretó el paso.

Interacción:  @Ashton C. Pearson
Viene de: Lago
Va a: Invernadero
Acción: avance 5/5
Dados: x

Le devolvió el gesto con un pequeño apretón cariñoso en el brazo, pero tras eso el silencio cayó entre ellos. No le gustaba hablar del resto de tributos porque todo llevaba al mismo tema, a que, al final, solo quedaría uno. El día que la conoció, coincidió con ella en que el gobierno no tiene escrúpulos por hacerles participar en un acto así, pero una parte de sí mismo  confiaba en que, si al final quedaban los dos, podrían ganar en pareja. Era una posibilidad y el único pensamiento al que podía (y quería) aferrarse.

Al levantar la cabeza del suelo, el reflejo de los rayos del sol de la tarde sobre una estructura cristalina lo cegaron por unos seguros. Se puso la mano sobre la frente para taparlos y señaló la enorme estructura que se veía a la distancia, aunque debían estar bastante cerca de la entrada. —¿Qué es eso? —no tenía ni idea de qué podía ser, pero tenía un techo y la noche caería más pronto que tarde—. Podemos ir hasta allí, al menos así no dormiremos a la intemperie esta noche —comentó, consciente de que tan importante era cuidar de sus necesidades vitales básicas como de su salud. Se acercó a la puerta de la enorme estructura, dándose cuenta de que se trataba de un invernadero.

Interacción: @Miranda O. Banasiewicz.
Viene de: Lago.
Va a: Invernadero (5/5).
Acción: Avanza y llega al invernadero.
Dados: x

La tarde avanza mientras las nubes grises copan el cielo. La lluvia se torna densa, así que es momento de buscar refugio.

Estamos en la noche del martes 13 de agosto, 2472.

El himno suena en cada rincón de la arena. El rostro de  @Frederick Booth, del Distrito 06, ilumina el cielo antes de que solo vuelva a escucharse la lluvia.