No fue una sorpresa que los asientos estuvieran agotados. El morbo dentro de la ciudad del Capitolio generó un consumo masivo de los nuevos tributos. Se trataba de un espectáculo generado poco después de la toma del distrito uno, por lo que muchos estaban deseando ver el castigo empleado sobre una nueva tanda de rebeldes. De niños cuyas vidas podrían salvarse si los terroristas daban un paso al costado.

El escenario se iluminó con un espectáculo de luces llamativo e impactante. Los aplausos se elevaron en el estudio cuando la fabulosa Zirconia ingresó, vestida de puros brillos, al escenario. Solo estaba acompañada por dos sillones individuales de extrema comodidad, ubicados en el centro de la escena.

— ¡Bueno, bueno! — Exclamó de forma estridente. Su voz, amplificada mediante magia, retumbó por encima del público —. ¡Muy buenas noches, NeoPanem! Sabemos que están tan ansiosos como yo esta noche. ¡Tan solo miren la cantidad de público que tenemos! ¡A ver, háganse oír! — El estruendo, tal y como si fuera un recital, hizo vibrar el suelo. Zirconia parecía más que satisfecha —. Hay una enorme variedad de tributos para conocer. Están aquí porque se creen merecedores de su perdón, así que quizá puedan convencerlos. ¿Ustedes qué creen? — Algunos aplausos, algunos abucheos —. ¡Pues veamos qué tienen para darnos!

— Nuestra primera invitada no sería la primera si alguien — el tono acusatorio salió de forma casi pícara — no hubiera creído que era buena idea quitarle el hogar a todos los pobres del uno. ¿Sabían que la flor de NeoPanem, Calliope Hargreeves, tenía allí su residencia? ¡Una completa pena! En verdad espero que ciertas personas sean capaces de recapacitar — llevó una mano a su pecho, torciendo los labios en un puchero. Sus zapatos de tacón la llevaron cerca de los sillones —. Esta chica quizá no ha llegado alto en el ránking de tributos, pero nadie puede negar que su carita se verá preciosa en pantalla. ¡Denle un aplauso a Freya Hellbound!

El público despidió a la primera tributo de la noche. Zirconia, todavía fresca y sonriente, se removió en el asiento para enfrentar al público — Ahora ya la tienen. Recuerden que el distrito dos es nuestro mejor espacio para el entrenamiento de los soldados que cuidan nuestras calles — un aplauso solemne. Zirconia movió la mano para poder retomar el hilo de la conversación —, pero aún hay mucho que ver. ¡Y este jovencito diminuto se me hace adorable! ¿Denle un aplauso a Nick Hale!

Estaba allí esperando a que acabase Freya para que me tocase a mí. No estaba nervioso, bueno, quizás un poquito si. Pero por que no estaba allí Ciel conmigo y él y yo siempre lo hacíamos todo juntos, como super amigos perrunos. Pero no estaba a si que... tenía que hacerlo yo solo bien y con una sonrisa muy grande en los labios.

Cuando me fue a tocar me recoloqué la pajarita del traje que llevaba puesto y me puse como si fuese a salir en una carrera hasta que escuché como decían mi nombre. Era mi turno!

Salí hacia el escenario sonriendo muy mucho mientras saludaba con ambas manos como si fuese un famoso o alguien así guay. Y creo que ahora mismo era algo así, aunque no por mucho tiempo, pero bueno, mejor. No me gusta ser famoso. Aunque en mi distrito todos conocían el nombre de Ardilla!

Pero bueno, yo continué andando dando pequeños saltitos hasta que llegué al lado de la mujer. Entonces la saludé a ella también ampliamente y después me puse muy recto y le tendí la mano como me habían dicho que debía hacer. Como si fuese un caballero de brillante armadura. O bueno, no me dijeron exactamente eso pero a mi me recordaba. - Buenas noches señorita presentadora Zirconia. - El nombre de la presentadora era un poco difícil, aunque no más que su apellido, por eso me lo había aprendido. Hasta me lo apunté en la mano pero me hicieron borrarlo antes de salir. - Y buenas noches a todos! - Saludé a toda la gente también, por que había que ser simpático ahí. Me preguntaba si Ciel me estaría viendo.

Zirconia saludó al niño con una sonrisa grande y luminosa. —¡Pero qué cosa tan bonita, si pareces un dibujo animado! ¿Lo habéis visto? —El público emitió varios sonidos, todos dejando claro que el niño desprendía ternura. Ah, ¡le recordaba tanto a Mara Seabridge de la edición pasada! Una monada para la vista, algo retorcida en su interior. Una pena que durara tan poco.

Señaló la silla a sus espaldas para que se sentara en ella. La mujer hizo lo mismo con la que le correspondía—. Sabemos que participas con tu hermana, Nick. ¿Cómo es vivir esta experiencia con ella? ¿Es reconfortante o todo lo contrario? En todo caso, solo uno de los dos volverá. ¿Cómo te hace sentir eso?

Me mantuve sonriendo a todos y a la presentadora mientras decía algo que no estaba seguro si era bueno o no, pero da igual. La cosa es que al final pues creo que había estado bien. Creo, al menos parecía que les caía bien y me habían dicho que eso era lo más mega super importante. Caerle bien. Por que entonces tendría muchas cosas guais en la arena. Era difícil. pero lo intentaría. Con mi encanto personal. Ja.

A si que para empezar me senté en aquella silla y eché el culo hacia atrás lo que consiguió que las piernas se me quedasen algo colgando e inconscientemente las empezase a balancear. Creo que era mi forma de pasar los nervios. Pero bueno, la señorita presentadora empezó a hacer preguntas. Eran muchas y la verdad es que no me gustaban, pero bueno, intentaría responder.

- Pues no lo se sabes... - Arrugué la nariz y la moví a un lado y después a otro antes de seguir hablando. - Por que hace muchos años que no la veía. Por que estuvimos en un orfanato tristes. Y luego cada uno nos llevaron con una familia. - Yo intentaba explicar, pero sin decir nada malo, pero claro, al mismo tiempo creo que estaba liando todo un poquito demasiado. - Y yo creía que le caía mal y por eso había dejado de hablar conmigo sabes? Pero no! - O eso me había dicho ella, aún no estaba muy muy seguro, pero no se.

- Entonces pues no se. Es bueno estar con ella y poder volver a reírme con ella y hacer cosas y saber que no me odia. - Volví a arrugar la nariz dejando un rato para pensar de nuevo. - Pero entonces eso que dices no me gusta... por que yo no quiero que le pase nada. Pero tampoco quiero que me pase a mí. - Por que era verdad, nadie quería morir y yo era muy pequeño y divertido para hacerlo. - ¿Es todo complicado no crees? - Miré a la señorita presentador arrugando ahora los ojos. - Por que tampoco se como sentirme, pero bueno, yo intentaré que estemos todo el tiempo que podamos bien los dos. - Sonreí convencido, aunque no tan convencido como me gustaría por que cada vez que estaba más cerca la arena me asustaba más.

Zirconia apenas parpadeó mientras seguía el discurso de Nick. Movió la cabeza de arriba a abajo para darle a entender que lo escuchaba y comprendía, pero optó por no interrumpir ninguna de sus palabras. Acabó torciendo los labios en un puchero mientras que el público parecía lamentarse en un tono más tierno que triste.

— Claro que sí es complicado, cielo — aseguró la conductora. Se inclinó hacia delante y le dio una palmadita suave y cariñosa en los nudillos —, pero supongo que tiene su lado positivo. Los dos pueden cuidarse. ¡Y tendrán tiempo para recuperar los años perdidos! ¿No lo crees? — El público soltó un aplauso solemne —. Dime una cosita. ¿Crees que la vida del orfanato te preparó para lo que se viene? Sabemos que hay tributos mucho más grandes que tú, pero también tenemos en claro que eso no lo es todo. De seguro tienes otra clase de resistencia. ¿No es así?

Dejé ver un pequeño pucherito mientras ella me daba aquel gesto que tenía ser para reconfortarme y por eso suspiré un poco asintiendo despacio. No es que sus palabras me ayudasen mucho, pero bueno, creo que al menos si le podía dar la razón que toda esta locura nos había terminado por juntar. - Supongo que si.

Me encogí de hombros y usé una mano para rascarme despacio un lado del cuello mientras escuchaba al público aplaudir. Que aplaudiesen era bueno a si que me limité a sonreír un poquito más antes de que una nueva pregunta llegase hasta mis oídos.

Prometo y super prometo que intenté que no pasase, pero una sonrisa bastante traviesa se dibujó en mis labios mientras dejaba escapar una pequeña carcajada eso era más divertido. - Bueno. Es verdad que hay algunos tributos muy grandes y que dan miedo. - El que estaba en el mismo distrito que Becca daba mucho miedo. Si lo viese seguro que salía corriendo. - Pero solo te diré señorita presentadora que... - Me acerqué un poco mientras ponía una mano al lado de mi boca, era como contar un secreto pero que iban a oir todos.

- En el distrito dos me llaman Ardilla. - Sonreí y asentí con cara de pillo muy convencido de esas palabras antes de alejarme y reírme ligeramente. - El orfanato fue un rollo, pero luego escapé de algunos chicos y hombres así muy grandes. - Me quedé pensando y luego me reí. - Una vez hice una cosa para defender a unos niños de unos abusones y sin querer le di a quien no debía, alguien importante. Y no me pillaron! - Bueno, ahora lo estaba contando en alto, pero daba igual por que total tampoco era como que lo supiesen.

Zirconia se inclinó hacia delante para escuchar las palabras del niño. Las palabras de Nick le hicieron reír de forma sonora, algo que pareció animar a los espectadores. — ¡O sea que eres un pequeño diablillo! — Exclamó la mujer —. Supongo que deberán tener cuidado contigo. Espero que los demás sepan a qué se están enfrentando.

Los aplausos continuaron un momento, pero eso no silenció la voz de Zirconia — Todos aquí sabemos que nos encantaría conversar toda la noche, pero todavía tenemos un montón de tributos por ver así que nuestro tiempo es acotado. Dime, Nick. Con una vida tan trágica como la tuya y la juventud en toda tu carita… ¿Tienes idea de lo que harás si consigues regresar? ¿Cómo ves ese futuro junto al perdón de NeoPanem?

Sonreí ampliamente y me encogí de hombros para que pareciese así que era guay. Por que yo era guay aunque fuese más pequeño que otros. - Creo que no lo saben, pero mejor es un secreto. - Aunque claramente, hasta yo sabía que todos allí nos podían oír, pero daba igual, por que ahora sabía lanzar cuchillos y lo hacía muy bien. - Aunque también se ser bueno eh.

Volvieron a aplaudir y yo sonreí otra vez sin estar acostumbrado a tantas muestras así simpáticas. Por que normalmente la gente me gritaba cosas y me intentaba tirar cosas a la cabeza... todo lo contrario vaya. Bueno, menos la señora simpática del puesto de pastelitos. Esa era muy simpática y a veces me daba pastelitos por ayudarla a subir cajas.

Pero claro... otra vez la pregunta me hizo quedarme pensando. Por que era difícil responder eso y la verdad que no sabía muy bien como hacerlo a si que me tomé mi tiempo llevándome la mano al pelo para rascarme despacio mientras pensaba. - Pues... no lo he pensado aún mucho. - Por que era difícil pensar en algo que parecía tan tan lejos. - Bueno si. Si consigo regresar lo primero que haré será salir super corriendo a abrazar a mi mejor amigo Ciel. - Busqué con las miradas las cámaras y saludé ampliamente. - Ciel te echo de menos! - Igual estaba allí tumbado en su camita viéndolo y echándome de menos. - Es mi amigo perro. - Una pequeña aclaración antes de seguir.

- Y después de eso pues intentaré ser más bueno y estudiar mucho. - Sonreí. - Para poder trabajar como una persona buena y que ayude para que todo vaya bien. - Nunca había pensado que quería estudiar la verdad. Pero seguro que había cosas guais. - Aunque aún tengo que pensar mucho señorita presentadora. Por que aún soy pequeño y claro, si volviese, tendría muchas cosas que decidir. Pero, no haría igual que mis padres. - Negué despacio, por que aunque fuese pequeño no era tonto. Y si mis papás hubiesen tenido más cuidado o no hubiesen hecho eso, ahora seguiríamos siendo una familia feliz. Todos juntos.- Pero lo intentaré con todas mis fuerzas! - Y sonreí al público una vez más.

Zirconia se llevó una mano al pecho como si no se hubiera esperado ese saludo al aire. Soltó una risa cómplice y pequeña que el público devolvió antes de fijarse en las tiernas palabras del tributo.

— ¡Todos estamos seguros de que lo intentarás! — Exclamó Zirconia —. Y que tendrás otra oportunidad para abrazar a Ciel. ¡Ya quiero ver fotos del reencuentro! — Los aplausos vitorearon mientras ella se ponía de pie —. ¡Un aplauso para Nick Hale, damas y caballeros!