MYSTIC FALLS

La bóveda de la Armería se ha abierto. Un nuevo monstruo trae consigo una peligrosa advertencia. Una nueva raza, olvidada por la Historia, está comenzando a despertar.

No son tiempos fáciles para los humanos del pueblo: después de que la Armería, la organización de cazadores y científicos más importante del Estado de Virginia, haya quedado destruida, necesitan una reorganización más que nunca, y puede que haya llegado el momento de que la Sociedad Augustine de Whitmore haga valer el trato de cooperación entre ambas organizaciones. Desde que los Augustine gozan de la ayuda de su misterioso inversor, Lucien Castle, la Sociedad vuelve a gozar de una etapa de esplendor, reflejándolo en el avance de sus experimentos; el ejército de sobrenaturales sometido bajo el suero Hectic Burn es la mejor prueba de ello. Pero parece que aquel no sea su único y más importante avance: el señor Castle ha puesto mucho interés en los licántropos, y en especial en el veneno de lobos pertenecientes a las doce manadas originarias. Sea lo que sea que esté buscando exactamente, está muy próximo a encontrarlo.

Los movimientos de los Augustine sin duda han puesto en jaque a los lobos residentes en el pueblo, y en especial a los Lanvik, la manada más fuerte, tradicional e imponente de todo Mystic Falls. Como si las “misteriosas” desapariciones de licántropos no hubieran sido suficiente, la manada se encuentra en plena guerra civil, entre aquellos que defienden a su legítimo alfa, y aquellos que apoyan al aspirante a usurpar el poder: su hermano menor.

Al final del día, sin embargo, ni lobos, ni humanos, ni mucho menos los vampiros, parecen estar a salvo. Dicen que en las sombras una peligrosa Condesa ha estado reuniendo a un ejército con un único propósito: romper la rueda e imponer un nuevo orden. Ahora que aquella tiene en su poder el nuevo Ancla al Otro Lado, quizá esté muy cerca de conseguirlo. Pero ante semejante amenaza al equilibrio natural, puede que sólo un pequeño grupo de personas esté preparado para detenerlos: la ancestral Hermandad de Cazadores. ¿Serán capaces de acabar con los siniestros planes de la Condesa Sangrienta y sus secuaces? Quién sabe: puede que la entrada en escena de una de las más legendarias cazadoras de la Historia, sea una aliada clave en estos momentos.


NUEVA ORLEANS

Klaus Mikaelson ha muerto. Su estirpe, liberada del vínculo hace tan sólo unas pocas semanas, ha logrado sobrevivir, pero la familia original ha quedado dañada para siempre. Tras cumplir con su ansiada venganza, las dos manadas de la ciudad, Media Lunas y Trudeaus, han tomado el poder bajo el amparo y protección de la Facción Humana, que contra todo pronóstico se ha unido en su empresa, imponiéndose a la supuesta “paz” lograda gracias al Tratado de Facciones celebrado un año atrás. En palabras de la última líder de la Facción Humana: los bandos más débiles no volverían a conformarse con las migajas.

Cabe pensar que aquella sea una nueva oportunidad para los consagrados enemigos de la familia Mikaelson: Tristán de Martel y su organización de vampiros, los Strix, así como toda la Trinidad, por fin pueden descansar tras ver parte de su venganza cumplida. Marcel y sus secuaces, por su parte, desterrados bajo las órdenes de Klaus, ya no tienen por qué obedecer a aquel destierro, y es probable que sus filas se hayan vuelto a reorganizar. Pero, ¿con qué propósito? ¿Tendrán claro Marcel y los suyos en qué bando jugar?

No debemos olvidarnos de la última Facción: las Brujas de la ciudad. Desde el Tratado de Facciones, los Nueve Aquelarres –y en especial, el del Barrio Francés–, fueron aliados de los Mikaelson, pero la alianza con los vampiros ha provocado divisiones y un claro descontento entre muchos de los brujos practicantes de magia ancestral. ¿Cuál será la decisión que tomará su actual Regente? La incertidumbre se palpa en el ambiente pues, aun sin los Mikaelson, siguen teniendo dos frentes abiertos: la Regente anterior, Josephine LaRue, fue asesinada por un enemigo silencioso, y las sospechas se ciernen cada vez más sobre los Levesque, el aquelarre de nigromantes originario de Francia y declarados abiertamente como enemigos de los brujos de la ciudad. ¿Habrán estado ellos detrás del asesinato de Josephine, como lo estuvieron del asesinato de dos de los Ancianos del Barrio Francés? ¿Habrán tenido también algo que ver con la muerte de Dorothea Rambeau, aspirante a Anciana del Barrio Tremé? ¿En quiénes deben confiar y de quiénes han de guardarse las espaldas?