Have a seat in the foyer, take a number. I was lightning before the thunder

Si pensamos de forma objetiva, teniendo en cuenta la cantidad de personalidades que había en su familia y los pocos años que Louis había vivido, ¿en verdad hace falta hacer una presentación al respecto? No es que no haya material para contar, pero, a estas alturas, el apellido Winchester despertaba tantas opiniones que Louis por sí mismo no parecía destacar. No cuando eran un batallón y un solo acto había bastado para mancharlos a todos, pero de momento, eso no era lo importante.

Louis Étienne Guillaume Winchester Deveraux. Estaba claro que de pequeño no había tenido problemas en aprender el abecedario cuando casi la mitad de las letras estaban puestas en su nombre, lo difícil en su caso había sido aprender a pronunciarlo, pero eso era porque su madre estaba empecinada en enseñarle francés mientras que el resto de su familia generalmente hablaba en inglés. Si la "s" al final de su primer nombre era silenciosa o no, pues dependía de la compañía, y no empecemos con el cómo debía pronunciarse Deveraux, por favor y gracias.

Esa no era la única contradicción de su infancia, claro está. Perfecto francés y excelentes modales en casa de sus abuelos maternos; barro, quidditch y mucha comida de la abuela en las gigantes reuniones Winchester. No hablemos de la terquedad heredada por parte de su familia paterna (que a él le gustaba llamarla "perseverancia"), o el temperamento irritable que venía por la línea francesa (era alguien "pasional", no temperamental, por favor).  Al menos el sentido de lo correcto lo tenía donde iba y, si bien su primer sueño había sido estudiar dragones como su tío Christian, de a poco su interés fue cambiando hasta querer entrar al departamento de su tío Henry y lograr convertirse en auror, o tal vez en cazador. En una familia como la suya, eran raras las ocasiones en las que podían faltar modelos a seguir y él no estaba hecho para andar rompiendo maldiciones por la vida como su padre. No, si tenía que elegir seguro a él le hubiese gustado provocarlas en primer lugar.

Su primera muestra de magia fue ocasionada por un desastroso corte de cabello (él quería parecerse a papá y usar el pelo recogido) y su primera palabra había sido una palabrota (cortesía de su perfecta y refinada madre, para sorpresa de muchos). ¿Caminar? hay quienes cuentan que tras dar su primer paso ya había empezado a correr, y otros quienes aseguran que ese no fue Louis, sino Jimmy, su otro primo, ¿o tal vez serían ambos? Era difícil saberlo. Eran una familia unida… o todo lo unida que habían podido ser hasta que Rob y Hannah decidieron mandar todo por la borda.

Había sido antes del atentado a la isla, cuando la promesa de los rebeldes sonaba a un paraíso inclusivo en el cual Hannah, siendo hija de muggles, había querido creer. Nadie podría culparla cuando los juegos en ese entonces eran solo un mal recuerdo, pero al convencer a Rob y a sus hijos de irse al nueve, había condenado a todos los demás antes de que hubiese terminado el año. No importaba que Louis tuviera pocas posibilidades de ser seleccionado, había tantos en su familia que todos estaban convencidos de que el apellido Winchester saldría en las cosechas.