Hijo de Antonio Vázquez y Marisela Cabrera, creció en una comunidad muggle aislada bajo el yugo de un padre abusivo, y una madre tan temerosa como fuerte con tal de defender a su hijo. Su primera interacción con la magia fue cuando su hijo tenía diez años. Desde ese momento supieron que algo "no iba bien", y que el el resto de la comunidad donde vivían tardaría poco en darse cuenta de las habilidades del muchacho.

Por su puesto que Antonio jamás aceptaría tener un hijo como ese. Nunca. Pero eso no evitó que Marisela se armara de valor para poder escapar una noche con Fernando. No llegaron demasiado lejos, pues la oscuridad se transformó en lluvia, y después en tormenta. Para cuando el resto de las personas de la comunidad se dieron cuenta de que no estaban, Marisela ya se había esguinzado el tobillo y poco podía avanzar. Se refugiaron hasta el amanecer, momento en el cual sabían que tenían las horas contadas antes de que los encontraran.

Para su buena - o mala - fortuna, los que los encontraron no fueron ellos, sino una pareja de lo que aparentaban ser cazadores, y cuyos rastros habían sido arruinados por la tormenta nocturna. Ambos estaban asustados, sobre todo después de descubrir los dotes de aquellos extraños. En ese momento Marisela tomó su decisión y reveló el secreto de su hijo, y de ella misma. Tras un largo momento de suspenso, los desconocidos le ofrecieron un trato a Marisela, podrían llevarse a Fernando con ellos, enseñarle lo que sabían, pero ella no podría ir.

De ese día Fernando recuerda el haberse resistido, pataleado y llorado en lo que su madre, con el corazón destrozado, lo obligaba a partir. No conserva nada de ella, solo sus recuerdos.


Braulio es el nombre de uno de los cazadores que acogió a Fernando. Su llegada a Castelobruxo fue tomada con mucha cautela, pero después de un tiempo ahí, se decidió que el chico podía quedarse. Terminó siendo criado por Michele Oliveira, curandera en el lugar, y Braulio, su esposo. La pareja rozaba ya los cuarenta años y nunca habían podido tener hijos, siendo este su deseo, así que la bienvenida que le dieron a Fernando fue mas bien cálida.

Recibió sus clases de magia y Braulio intentó instruirlo por el camino que él había seguido como cazador, pero terminó enfocándose en la magia curativa y la herbología, como Michele. Actualmente se desempeña por completo en ello, es particularmente experto en pociones.