La historia de la vida de Nina tiene demasiados baches como para que ella sea capaz -o tenga ganas- de seguirla. Sabe que su madre vivía en las colonias. Sabe que su padre conoció a su madre -también en las colonias- y se cayeron bien. De ahí a cómo nació ella… Nunca han terminado de dejarle claro si fue un accidente o algo buscado, pero el hecho es que está viva, así que tampoco le preocupa demasiado. Tampoco es como que haya conocido jamás lo que es una familia funcional. Sus padres no están juntos, y Nina duda que lo hayan estado alguna vez. Llevaban estilos de vida muy distintos. Ella, más dedicada a la tierra y a la sanación, y él, un viajero empedernido. Pero son amigos, y no hay mal ambiente, así que con ella está todo bien.

Nina se ha criado desde bastante pequeña en Castelobruxo. Su despertar en la magia fue temprano, y consideraron que era el lugar más seguro para ella. Podríamos decir que, más que criada por una familia, ha crecido dentro de una comunidad que le ha servido como refugio y lugar de aprendizaje. Cuando tuvo su primera varita fue muy feliz, y desde bien pequeña se enamoró de los conocimientos mágicos y trató de aprender todo lo que pudo acerca de esa magia que tanto la fascinaba, y acerca de la sanación, algo que sacó de su madre.

Castelobruxo es su lugar favorito del mundo. Es ahí donde ha crecido, donde ha aprendido, donde se ha entrenado y donde tiene a su familia. Tanto su familia de sangre (con su padre y sus primas) como su familia encontrada, todos los magos y brujas junto con los que ha crecido y se ha moldeado. Ahí ha leído todos los libros que le han caído entre manos, y también ahí ha aprendido a luchar. Se ha entrenado con la magia, pero también con armas muggles -había visto cuchillos y dagas en las colonias, y de hecho tiene una daga que, según su madre, había pasado por todas las mujeres de la familia desde hacía décadas y décadas-, por lo que es bastante diestra.

Ha escuchado que NeoPanem se ha convertido en un sitio donde los magos viven libres y con todos los derechos, y no niega que la idea es atractiva, pero ama demasiado su entorno y el cambio -irónicamente, pues su vida ha estado plagada de cambios constantes- le da algo de miedo ahora mismo. Además, se ha criado entre gente no mágica, y las políticas usadas en NeoPanem le parecen de lo más radicales, en el peor sentido de la palabra. ¿Acaso no saben que todo tiene su parte positiva? ¿Por qué se creen con derecho de esclavizar y matar a la gente que no tiene magia?