Nadie esperaba su llegada, ni sus padres tenían planeado tener un hijo después de tanto tiempo, pues ya habían cumplido con su cometido engendrando a la Nott perfecta, su hermana mayor. El pequeño vino de sorpresa una noche de primavera de lluvias torrenciales. Desde el momento que nació fue una decepción, puesto que a su madre le hacía más ilusión tener otra hija. Ni siquiera le dieron una oportunidad, estaban demasiado ocupados con sus trabajos y preocupados por las calificaciones de su hermana.


Se acostumbró a no recibir atención y no pudo establecer un vínculo que le uniera a sus familiares. No les culpaba, tenían un estatus que mantener, no podían perder el tiempo en alguien que no sabía si tendría éxito o no. Pero sí que supo valorar quien realmente le crió, Marjorie, que a pesar de ser una esclava, siempre tenía gestos cariñosos para los hermanos, a pesar de que fue inculcado bajo la ideología purista; sin embargo, ella siempre sería la excepción. No obstante, siempre pensó que no encajaba en esa familia, sus padres, cuando aparecían por casa lo daban como un caso perdido pues aún no había mostrado señales de que poseía habilidades mágicas.


Los años pasaban y la decepción de sus padres crecía porque Maverick seguía sin demostrar sus aptitudes mágicas. Buscaba constantemente llamar la atención de su familia, pero era imposible, ya lo consideraban como un squib, una vergüenza para los Nott a pesar de que los exámenes determinaran que por sus venas corría sangre pura, por lo que llegaron a pensar que era fruto de una posible maldición de la que desconocían el autor, pero sirvió para que el pequeño se autoconvenciera de que no valía la pena.


Vivió su infancia de la forma más mediocre posible, no pasaba ni un solo día que no intentara demostrar sus aptitudes mágicas, pero tan solo le servía para llenarse de frustración, odio e indiferencia. Afortunadamente contaba con el apoyo de Marjorie y el de su hermana Deirdre, pero para Maverick no era suficiente, ya que a pesar de todos sus esfuerzos, quien se llevaba el elogio de sus padres era su hermana, y no él. Por eso mismo desistió y optó por rendirse en su tarea, intentando pasar lo más desapercibido posible, hasta que llegó el día en el que probó que realmente era un Nott.


Fue justo después de cumplir los once años, con un acontecimiento que cambió su vida completamente. Desde siempre había sido una persona gruñona, pero la frustración que llevaba acumulando años y años le convirtió en una persona irascible, y cuando sus padres les contaron a su hermana y a él que Marjorie les abandonó para irse con los esclavos del distrito 13, su odio creció. No solo tenía que lidiar con que sus padres hicieran como que no existiera, también tenía que soportar que una sucia muggle les abandonara, y no contento con eso, su hermana se posicionaba a favor de ella. Su ideología, alimentada por el odio que propagaban sus padres, hizo que no entendiera las palabras a favor de la esclava, por lo que en un acto de desahogo y colapso con la mente empujó a su hermana acompañado de un grito y una mirada que rezumaba violencia, provocando la sorpresa de los Nott.


Desde ese momento, su vida cambió por completo, ahora James, su padre, una eminencia en el arte de las pociones, intentó inculcarle su pasión por éstas, quería que siguiera el linaje y fuera él quien mantuviera ese estatus que les caracterizaba, pero ya era demasiado tarde. Sintió que se preocupaban por él por interés, ahora que habían confirmado que por su sangre pura recorría la magia y que había cambiado su escolarización a Royal, en la que pudo desarrollar sus capacidades mágicas con mayor destreza.

Sin embargo, algo que jamás olvidaría fue la fuga de su hermana, otro abandono que no sabía si era capaz de procesar. Ya ni siquiera le dolía el hecho de ser abandonado por las únicas personas que mostraron interés genuino por él, sino que no fuera capaz de despedirse de él. La situación en casa de los Nott había empeorado, el nombre de su hermana estaba prohibido, y con su ausencia, sus padres pasaron a enfocarse en él, tratando que ocupara el puesto de hijo prodigio que Maverick negaba tomar. Quería escapar, ser libre, y en el fondo envidiaba más a su hermana que odiarla, pero jamás la perdonaría.

Actualmente, sigue sin procesar todo lo sucedido por lo que se encuentra mucho más hermético, frío e irascible que antes. Persigue con ambición ser ser poderoso, lo suficiente para que sus padres le dejen en paz, pero también para que lo validen y captar la atención de su hermana, a la que le gustaría encontrar para reclamarle explicaciones.