Los mellizos Colin y Liriel Weynart nacieron en las sombras de una Europa que no era la de otros tiempos, como hijos menores de una familia que se exilió durante el gobierno de los Black, perseguidos por la magia que corría por su sangre desde las más viejas generaciones. Colin creció con un fuerte orgullo de su linaje, en un ambiente en que la magia era parte de su cotidianidad. Fue combativo de niño, buscaba en su hermano mayor y en sus primos con quien medirse en fuerzas, y sufrió en silencio la partida ocasional de cada uno, hasta que llegó el momento a sus catorce años de seguirlos a Neopanem.

La familia retornó a su distrito de origen, desconocido para Colin. Su apego por el distrito 11 no era tal, así que cuando Jamie Niniadis asumió como ministra, se mudó al Capitolio. No pudo establecerse, no hallaba el sentimiento de pertenencia y se volvió esquivo incluso con sus familiares. Sus sentimientos por Europa eran encontrados. Sentía nostalgia por el lugar que fue un hogar durante su infancia, pero no dejaba de ser el sitio donde se los marginó y reafirma su derecho a estar en Neopanem, así como el de toda su familia.Tuvo una relación cercana a sus hermanos desde que tiene memoria, pero al enterarse de que Riorden no era hijo de su padre se sintió engañado y marcó una distancia con ambos. Desarrolló en ese periodo de su juventud un rasgo hostil en su carácter que lo fue haciendo retraído y desconfiado. Pese a que se reconcilió con sus hermanos al poco tiempo, este rasgo perduró.

Siguió la instrucción de su hermano como cazador y ese fue su trabajo en el ministerio, participaba de todas las expediciones que podía, lo que usaba como justificación para su falta de intención en asentarse y que se vio obligado a replantearse cuando descubrió que tenía una hija de diez años, Hanna, nacida de una relación pasada con una muchacha de la cual se separó cuando ella marcó que tenía ideas y opiniones contrarias al gobierno de los Niniadis. Pasó a hacerse cargo de la niña cuando esta mujer murió al participar de la revuelta de los rebeldes que hizo explotar el ministerio en el Festival de Nimué.

Se reencontró con su amiga de la infancia, Alice Whiteley, de quien se había separado en Europa y que en Neopanem vivía con el peligro de capturada por ser humana. Estos encuentros, así como los que tuvo con otras personas, lo llevó a replantearse que tan aferrado podía seguir a sus creencias, cuando su propia hija había tenido una madre que murió como rebelde. Se despidió de su hermano Riorden cuando la alcaldía del distrito 9 fue tomada, siguió a los rebeldes y se asentó en este distrito, dejándolo a cargo de Hanna hasta el día en que pueda ir a ella.