Maeve no es más que la consecuencia de una noche esporádica entre un vencedor de los Juegos Mágicos, Jasper Davies, y Talysa Glace hace aproximadamente quince años. Su madre biológica se hubiera quedado con ella de no ser porque días después de su nacimiento, fue mordida por un hombre lobo y, ante la incapacidad de criarla bajo esa condición, la abandonó en un orfanato. No pasó mucho más de un mes antes de que una pareja de magos mestizos estuvieron dispuestos a hacerle un hueco en su hogar del distrito seis.

Para ser adoptada, no se tomó la noticia a mal en cuanto tuvo la edad suficiente como para saber lo que aquello significaba. Para ella, tener una familia que la cuidara y un sitio donde dormir era suficiente como para tirarlo por la borda solo por no poseer su misma sangre.

Durante su infancia jamás le faltó de nada, aunque tampoco se puede decir que pudiera tener todo lo que se le antojaba, motivo por el cual creció desarrollando un lado conformista con cualquier aspecto de su vida. Tuvo su primera muestra de magia con apenas dos años de edad, pero no comenzó a instruirse en la magia hasta sus seis años.

A medida que Maeve iba creciendo, sus padres se dieron cuenta de que lo académico no era lo suyo, sin embargo, en vez de minarla moralmente por su falta de atención en el colegio, trataron de potenciar su lado más artístico, al fin y al cabo no podían obligarla a estudiar si realmente ella no quería hacerlo. Quizás sea esa la razón por la que, a día de hoy, Maeve no sea capaz de pasar más de dos horas seguidas en clase sin aburrirse. Sus padres jamás le impusieron la necesidad de atender si quería tener un futuro más o menos decente.

Antes de cumplir los quince años, aurores irrumpieron en su casa para llevarse a sus padres, quienes tras ser juzgados y culpados por traición, fueron encarcelados y ella devuelta a los servicios sociales. Pocos meses después de aquello, Maeve utilizó los papeles de adopción que guardaban sus padres para descubrir quienes eran en realidad sus padres biológicos.

De esa forma se presentó en el distrito cuatro, donde vive su padre, Jasper Davies, convirtiéndose de esa manera en su nuevo tutor legal. Desde entonces se ha acomodado en su vivienda cerca de las playas del cuatro.

Ha sido testigo de los cambios de gobierno, pero nunca le ha interesado realmente la política. Lo más relevante en su vida ha sido pasar a ser mordida por un hombre lobo, uno de los enemigos más buscados del país, Benedict Franco, el invierno de 2469 en una de las noches más frías de enero. Estaba merodeando por las afueras del distrito cinco con Oliver Helmuth cuando ocurrió, pero no pudo hacer nada para evitar ser mordida por el lobo. Continuó con su vida como si ese evento no hubiera tenido lugar, o al menos, es lo que intenta, puesto que al cumplir diecisiete años y pasar a ser mayor de edad, ha sido obligada como licántropo a formar parte de la defensa del país.

Actualmente se encuentra balanceando la escuela, la cual sigue sin tener chispa en ella, y la vida como miembro del escuadrón licántropo, tratando de no perder comba en su vida como adolescente que por momentos a veces empieza a flaquear debido a las nuevas responsabilidades que se niega a tomar.