The Mighty Fall
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.

Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.

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Invitado
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Febrero, 2470

Ni bien mis pies pisan el distrito doce siento la diferencia de lo que era caminar por aquí sin tener nada que perder y hacerlo ahora que tengo un trabajo y una oportunidad de ver a mis hijos en un distrito. Mi corazón late a mil y no puedo ver la hora en el que mi pequeña misión termine y poder volver a las comodidades de mi nueva casa. Estoy nervioso... No solo porque una patrulla del ministerio podría poner fin a mi vida, sino porque también podría fallar en ésto y no conseguir dar con el tipo que vine a buscar. Ragnar Lestath era mi profesor de historia latinoamericana cuando cursé la carrera de historia. Murió hace un tiempo pero tuve la suerte de encontrármelo como fantasma en el distrito 12 hace un par de años ¿Y quién mejor persona para poner a cargo de ese departamento en el distrito 9? Tengo que convencerlo de venir pues no he conocido fantasma más alegre y apasionado en la vida. En realidad es el único fantasma que he conocido, pero fue el mejor profesor que tuve.

No lo pienso mucho, solo voy con la capucha ocultando casi todo mi rostro hasta el mercado y aguardo en una esquina esperando ver pasar a la persona que me pondrá en contacto con él. Lo bueno es que está atado a un objeto, así que solo debo conseguir eso para transportarlo de un sitio a otro, incluso podría hacerlo contra su voluntad pero... no es el modo en que quiero trabajar. Así que solo espero, las horas pasan y mi ansiedad va en aumento. No puedo estar tan nervioso, hace un par de meses paseaba a mis anchas por aquí y lo único que tenía que hacer era dar otro nombre. Pero ahora no puedo hacer eso porque soy un enemigo público, todo por haber luchado por una causa que no es mía, pero que me ayuda a conseguir mis propósitos.

-Pss - llamo a la joven que se para a unos metros de mí y creo que es mi contacto. Se supone que era una adolescente de cabello largo, que coincide bastante con su descripción - ¿Eres la persona con la que necesito hablar? - pregunto con voz ronca aún sin dar a conocer mi rostro - Estoy buscando a Ragnar...
Anonymous
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
No acostumbro a ir a los distritos del norte, principalmente porque no hay nada allí que se me haya perdido y dudo mucho que vaya a encontrar algo que pueda servirme en mi búsqueda inexistente de razones por las que meterme en un buen lío. Digo, que si mi padre se entera de que he hecho un viajecito apresurado al doce solo por gusto, me diría que para eso me vaya a la playa a esperar a que la brisa me dé un aire en el cerebro a ver si así cambio de idea con eso de moverme a sitios peligrosos exclusivamente por puro desinterés. Eh, que tampoco, he venido precisamente porque Rebecca me ha contado que su vida se resumió en recorrer estas calles por las que yo misma estoy pisando ahora. ¿La verdad? Me hace desear que pasé mi tiempo como huérfana en un orfanato y no abandonada por ahí como perro de carretera, también me vale la visita para darme cuenta de que en realidad a la mujer le tengo mucho más respeto del que creía. No solo me ha enseñado todo lo que sabe, sino que además lo ha hecho de forma que me tome algo más en serio las cosas, lo cual, tratándose de mí, es un gran avance para cualquiera. Mi padre debería estar agradecido.

Me paro a escasos metros de un callejón cuando me da por pensar que quizá no sea la idea más inteligente meterme de lleno en una calle que probablemente no tenga salida al otro lado. Es entonces cuando siento una presencia cerca que encima llama mi atención (de eso no me doy cuenta hasta que miro por encima de mis hombros para caer en que solo estoy yo y solo puede haberse dirigido a mí). — Me… parece que se ha confundido, señor. — porque no importa que estemos en un lugar donde la mayoría se traten por tío o eh, tú, nunca hay que perder la educación. — No conozco a ningún Ragnar, a menos que esté hablando en clave para algo. — métete en sus asuntos, pues claro, Maeve, no tienes otra cosa mejor que hacer. ¿Por qué no te das la vuelta y te vas?
Maeve P. Davies
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Episode XV: Ghost - Maeve RB81poB
Invitado
Invitado
Su voz suena educada, como si no perteneciera al distrito, y quizás es la costumbre de años pasados la que me obliga a quitarme la capucha y ver su rostro más de cerca con la esperanza de que se trate de Jenna... No lo es, porque idearla como mi hija teñida de castaño es una idea idiota. Pero, como dije, pasé años buscando esperanza en cada voz adolescente así que es difícil quitar la costumbre. Me pregunta por un código a lo cual solo puedo responder con una mueca nerviosa pues la verdad es que no lo tengo - Ragnar no es el código para drogas en el norte si eso es lo que te estás preguntando - le aclaro con una ceja en alto y una sonrisa de lado.

Quiero asumir que si no ha gritado hasta ahora es porque mi rostro aún no está pegado por todos los rincones del Capitolio o que al menos ésta niña no ha prestado atención a ello... No me sorprende, entré a la lista pero estoy lejos de estar en la primera página, ese puesto aún es de los que verdaderamente creen en ésta rebelión. Y espero no avanzar mucho más que eso pues ya me he arriesgado mucho al permitir que mi nombre sea público.

- No eres de aquí ¿Cierto? - pregunto respirando profundo con la espalda pegada a la pared - Cuando pasas en los distritos tanto tiempo aprendes a identificar el aura de aquellos que se sienten ajenos... Como yo un poco ahora mismo - le confieso - Creo que sí me he confundido... Pero creo que Ragnar me está haciendo esperar demasiado, así que dudo que aparezca después de todo.
Anonymous
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Oh, menos mal. — espera, ¿por qué menos mal? ¡Cuando le dices que no a las drogas, Maeve! Bueno, hay que mirar a ver de qué tipo son, que luego la gente se cree que voy por ahí metiéndome cocaína y no, solo marihuana Y muy de vez en cuando, mi buen amigo y primo de Oliver, Luka, puede actuar como testigo. Ooooo… casi mejor que no, que con su reputación de seguro suelta cosas de mí que no son verdad, o tan verdad. — ¿Es tan evidente? — digo a modo de respuesta cuando dice tan claro como el agua que no soy de aquí. Por apariencia podría decirse que lo soy, soy delgada y pálida, nada que ver con los cuerpos bronceados del resto de mujeres del cuatro, pero en cuanto a mis ropas… Creo que podría haberme esforzado un poco más en lucir un poco despojo para no dar tanto el cante. Me excuso con que el invierno todavía acecha como para permitirme hacerle agujeros a mi capa con tal de pasar desapercibida. Todo el que me conoce sabe que esto último es algo que a mí especialmente me cuesta cumplir.

Quizá Ragnar se haya retrasado por algún… asunto importante. — intento animarlo, ¿para qué exactamente? No tengo la menor idea de quién es este tipo, para mí bien podría ser un cien pies o una veela con nombre de hombre. — ¿No eres de aquí tampoco? — pierdo los formalismos, suficiente me duraron para ser yo. — Pues vaya, estaba esperando encontrarme con alguien que diera tours de sesenta minutos, una amiga solía vivir por aquí. — bromeo, aunque no sé si un hombre encapuchado que no se deja ver bien el rostro debería ser mi guía en un distrito perdido del norte. Quizá es por eso que me mantengo en mi sitio, ¿qué te dijeron de nunca hablar con extraños, Maeve?
Maeve P. Davies
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Episode XV: Ghost - Maeve RB81poB
Invitado
Invitado
Me encojo de hombros con una sonrisa pues no creo que haya persona nativa del norte que tenga la piel tan limpia a ésta hora del día. Si hay algo que agradezco de estar en el distrito nueve es que dispongo de agua caliente para bañarme todos los días... Estando en el norte... Que la gente me perdone, pero claro que prefería vivir un par de días más sucio antes de tener que lavarme con agua fría y arriesgarme a la hipotermia. Los primeros meses me pareció algo bárbaro pero con el tiempo llegué a tomarlo como normal - La próxima ponte algo de tierra en la nariz o algo - recomiendo echando un vistazo a mi propia apariencia, tan distinta a la que he adquirido en los últimos meses.

El único asunto que se me ocurre que pudo haber retrasado a Ragnar es haber perdido el polvo de nariz para ser un poco más visible. No, definitivamente ya no vendrá - No, no soy de aquí - digo con voz tranquila levantándome de mi lugar para ir hacia ella. No sé si darle un tour es le mejor idea, pero es una joven en edad escolar que no vive en el norte así que bien podría ser alumna del Royal y conocer a mis hijos.

-Me llamo Dressler Helmuth ¿Y tú? - pregunto haciendo una ademán con la cabeza para ponernos en marcha. ¿Helmuth? Tengo que contener la carcajada - Puedo darte un paseo rápido porque conozco el lugar... No vivo aquí pero el mercado me es familiar, también tenía amigos aquí.
Anonymous
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Es una viaje de visita única, me temo. — aseguro, aunque no me olvido de apuntarme mentalmente su consejo en caso de que traicione a mis palabras y sí termino visitando el norte en otra ocasión. La verdad es que a primera vista no hay nada que me llame la suficiente atención como para decidir regresar aquí sin una excusa aparente. Me cuesta creer que Rebecca pasó prácticamente su vida entera entre estos distritos, a pesar de que algo tuvo que pasarle en la vida para sostener ese semblante serio que tiene, de algún lugar tuvo que sacar la fuerza con la que hoy se sostiene sobre lo pies.

Así que mi nuevo guía tampoco es de este lugar, interesante… ¿Lo es en realidad? Creo que no es necesario decir que cualquiera trataría de rehuir un sitio como este, del cual lo único llamativo que podría tener es el mercado, es conocido que se trafican con más productos ilegales que con otra cosa. Tomo los pasos necesarios hasta acercarme, aunque sigue siendo de una manera cautelosa, que para mí sigue siendo un completo extraño a pesar de que no tarda en mascullar su nombre. Si no estallo en carcajadas es porque todavía tengo aprecio por mi vida y siento que hacerlo sería un poco insultante a su persona.

¿Helmuth? No lo creo. — digo en su lugar, alzando las cejas por la incoherencia. — ¿Qué eres, algo así como un familiar perdido? Desgraciadamente para usted, conozco a todo el árbol genealógico de los Helmuth. — los que están vivos al menos. Veamos… Nicholas, el padre de Oliver, lo he visto varias veces y de su hijo conozco mucho más de lo que el mismo ministro llegaría a creer; por obviedad, me he topado con el resto de sus familiares, desde la aburrida Jenna hasta mis pequeñas cobayas Brian y Kitty, los tengo familiarizados por ir al Royal; y en cuanto a los demás Helmuths… me los he encontrado alguna vez, a Luka con más frecuencia por motivos que no voy a contar ni en mis pensamientos. — Puede llamarme Mafalda. — funcionó una vez, ¿por qué no iba a hacerlo otro?
Maeve P. Davies
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Episode XV: Ghost - Maeve RB81poB
Invitado
Invitado
Aguanto la risa una vez más pues comprendo que no lo crea, ni yo mismo lo creería... En esa familia corren genes que claramente no corren por mi rostro, sangre que ni de chiste se ajusta a la que tengo en mis venas así que... Digamos que no es la mejor identidad que he adoptado hasta el momento - Soy primo de Nicholas, Ingrid y Sigrid, pero estaba casado con una muggle antes de la revolución así que no les costó borrarme del árbol - improviso con el ceño fruncido intentando ignorar la ironía que tiene mi historia.

Pero creo que meterme en esta mentira valdrá la pena, porque si conoce todo el árbol Helmuth quiere decir que está familiarizada con mis hijos así que puede darme al menos un poco de información sobre ellos... He podido estar un poco más pendientes de las redes sociales que suelen subir contenido sobre ellos, pero es todo tan indirecto que en ocasiones temo perderme de algo - ¡Oh! Entonces conoces a Jenna y Brian - digo como si nada con una sonrisa amigable - Buenos chicos, aunque hace tiempo que no escucho de ellos... El joven Oliver me cae bastante bien - sobre todo porque es bastante activo en las redes sociales así que es de los que más material me ofrece.

Sonrío cuando se presenta como Mafalda y hago una inclinación aceptando esa identidad. Yo mismo he usado nombres de los más extraños y ese... parece hasta de caricatura - Entonces, Mafalda... A su derecha puede encontrar el negocio del negro Pete, vende buenas baterías siempre y cuando de toque esa una entre cien que explota sin previo aviso - comienzo mi tour improvisado - ¿Debo interpretar ésta visita al doce como un acto de rebeldía? No es un lugar que los amigos de los Helmuth frecuenten.
Anonymous
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Ah… pues lamento escuchar eso. — es lo único que me atrevo a murmurar, ni sabía que las tías de Oliver y su padre tuvieran primos, pero supongo que tendría que habérmelo imaginado si ya de por sí los Helmuth son una plaga que se ha ido extendiendo con los años. Me pregunto lo que deben de pensar los profesores cuando ven el apellido en sus listas de ingreso, seguro que hace años tendría que ser algo al estilo de… ¿¿¿otro más??? Sería gracioso, pero la mayoría tiene una reputación bastante decente, lo que tiene formar parte de una familia purista, al fin y al cabo. — Sí, son buenos chicos, aunque Jenna es un poco aburrida, si a mí me lo preguntas, se ha ganado el título de nerd a pulso esa chica. — comento, si es primo de Sigrid eso lo hace su… ¿tío también? — Brian es más simpático, eso seguro. — digo con confianza, hasta se me ve esbozar una pequeña sonrisa por el enano. — ¿Hace cuánto dices que no los ves? — pregunto, un poco dudosa con ese último comentario, ¿cómo puede caerle bien alguien que no ha… conocido?

Quizá no es un tan buena idea el ponerme a hablar sobre la familia del ministro de Salud tan a la ligera, en especial en lugares como estos donde la mayor parte de la población aborrece la política de este país, de donde se toman todas las decisiones con las que luego tendrán que lidiar los más desfavorecidos. Me muerdo la lengua para no irme de la misma, llevando la mirada hacia los distintos sitios que apunta. — Para ser alguien que no es de aquí, sí que conoce usted bien el lugar… — comento de paso, a pesar de no demorarme mucho en esa parte de la conversación. — ¿Acto de rebeldía? Nah… jamás había venido al norte antes, y una amiga pasó mucho tiempo viviendo aquí, así que quería ver con mis propios ojos cómo fue eso. — como sigue siendo para muchos, tristemente, no hay ni una sola calle en este lugar que huela medio bien y estoy segura de que ese debe ser el menor de sus problemas.
Maeve P. Davies
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Episode XV: Ghost - Maeve RB81poB
Invitado
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La primera revelación llega y debo quedar como un estúpido al emocionarme con palabras tan simples. Solo dejo que se vea mi sonrisa y me apresuro a tapar mis ojos con la sombra que ofrece la capucha - ¿De verdad es una nerd? - pregunto entre risas sin poder contenerme. Supongo que los miedos de Sigrid se hicieron realidad y sí le ha tocado vivir con una hija que es más lista que ella. Me pregunto si ha aprendido a decirle que no y a corregirla después de todo - Claro que Brian es más simpático, no abría los ojos y ya estaba sonriendo - agrego luego intentando ponerme más serio pues no creo que un tío ausente hable así de sus sobrinos ¿O sí? - Hace muchos - respondo intentando no sonar demasiado cortante - El tiempo pasa volando ¿No crees? Sobre todo en éstos últimos tiempos.

Me encojo de hombros sin dar demasiados detalles pues no puedo permitir que se de cuenta de que tengo un mapa de prácticamente todo el norte en la cabeza. Hay que tenerlo cuando eres un delincuente pues no hay tiempo de comprobar rutas alternativas en la computadora cuando estás en medio de una persecución... No, todas las rutas de escape deben estar grabadas previamente, lo cual requiere mucha memoria y atención que se perfecciona con los años.

- ¿Es lo que esperabas? - pregunto con una ceja en alto para luego desviar mis ojos a los puestos del mercado, un técnico en seguridad e higiene se daría una panzada en un sitio como éste - Era un poco más grande que tú cuando vine la primera vez... Recuerdo que estaba aterrorizado, sentía que tenía que abrazar mis pertenencias o alguien me robaría a la primera oportunidad.
Anonymous
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Si por nerd entiendes que se la pasa con la nariz pegada en los libros de ciencias las veinticuatro horas del día… pues sí, es bastante nerd. — explico, haciendo un recordatorio mental de cómo fue la última vez que vi a la prima de Oliver y estoy por jurar que llevaba un libro bajo el brazo, de seguro iba camino a la biblioteca. Ya saben, ese lugar del que conozco su existencia exclusivamente porque me han castigado alguna que otra vez reorganizando los libros de los estantes, no porque sea un sitio que frecuente con normalidad. — Eh… supongo. — le dirijo otra mirada no muy discreta, me queda aún más dudosa su historia y no estoy muy segura de haber entendido ese último comentario sobre el hermano menor de Jenna. Me encojo de hombros ante lo siguiente. — Depende del momento, pero sí, el tiempo se suele pasar bastante rápido, lo peor es que no regresa. — comento mi disconformidad, porque no es lo mismo pasarse una hora sentada en un pupitre, donde el tiempo corre extremadamente lento, que dedicarla a algo con lo que se disfrute.

Le echo un vistazo al camino que dejamos atrás, como si tuviera problemas en recordar su estado cuando lo cierto es que la siguiente calle que cruzamos tiene más del mismo aspecto. — Lo esperaba menos… sucio, por decirlo de alguna manera, la verdad. ¿Cómo lo hace la gente para vivir aquí? No que tengan otra opción, pero… — me apresuro a añadir, cautelosa. Se escuchan muchas historias sobre las personas que caen en la desgracia de solo tener la oportunidad de residir en estos distritos, yo probablemente hubiera acabado en un lugar parecido de no haber ido a buscar a mi padre biológico, digamos que los salidos de los orfanatos no son necesariamente muy agraciados con sus futuros. — Por suerte no llevo nada encima que me puedan robar, a menos que les interese algo de lo que llevo puesto. — lo cual, ahora que lo digo en voz alta, no parece una idea tan descabellada, y es la razón por la que paso a abrazarme a mi capa con algo más de aprehensión. — ¿A qué te dedicas tú? Si es que no te molesta la pregunta, ¿tienes asuntos ilegales pendientes con tu amigo Ragnar? — pregunto con intención bromista, una mirada a su persona me hace darme cuenta de que quizá no sea tanto una invención como una verdad.
Maeve P. Davies
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Episode XV: Ghost - Maeve RB81poB
Invitado
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-Bueno, pero eres joven... Seguro no has perdido mucho tiempo y tienes todo por delante para recuperarlo - es lo bueno de la adoelscencia, se puede navegar por aguas desconocidas sin estar arriesgando algo realmente. Bueno, al menos en mi época así lo era, pues los adolescentes de ahora se cargan una guerra a los hombros mientras aún aprenden cómo atarse los cordones, pero la joven frente a mí no tiene pinta de que así sea.

Las comisuras de mis labios se elevan pero no respondo a su pregunta. Supongo que te levantas todas las mañanas aferrándote a un único pensamiento positivo que te motiva, sobrevives hasta que cae la noche y luego duermes... Eso en los mejores días, hay otros en los que no puedes abandonar el roñoso cuchitril que estés tomando por casa y debe venir otra persona a convencerte de que vale la pena seguir viviendo - Supongo que se acostumbran - respondo al final pues no quiero darle mi luminoso punto de vista.

Dejo fluir la sonrisa con lo siguiente - Tu ves una capa, pero puede ser un objeto de intercambio por algo de comida, un abrigo en la noche, un colchón, una cuerda, un paraguas... Cosas que quizás no suenan muy elementales, pero cuando no tienes nada pueden marcar la diferencia - y ese es mi consejo de anciano para con ella - De hecho sí... - dicen que la mejor forma de convencer con una mentira es envolverla con la realidad, así que aquí vamos - Soy profesor y me han dicho que Ragnar tiene un ejemplar de uno de los libros que fueron quemado por los Niniadis, intento conseguirlo - comento encogiéndome de hombros - Así que sí es ilegal, de poca gravedad supongo pero... ilegal a fin de cuentas.
Anonymous
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Tuerzo mis labios en una mueca porque no estoy muy segura de tener tanta oportunidad de recuperar un tiempo que no volverá, a pesar de que no digo nada y prefiero dejar la meditación para dentro de mi cabeza. Solo yo y unas cuantas personas saben que con la fecha de mi cumpleaños tan cerca, mi destino está prácticamente zanjado y dudo mucho que perteneciendo al escuadrón de licántropos pueda actuar de una manera siquiera parecida a la que tengo ahora. Vamos, que sé de sobra que no soy precisamente la persona ideal para hablar de responsabilidad, pero no me apetece que por mi culpa o por esa manía de no saber atenerme a las reglas, aquellos a quienes quiero salgan heridos como consecuencia. Tampoco espero que el cumplir diecisiete me convierta de pronto en una persona responsable, eso es algo que más bien estoy aprendiendo a hacer ahora antes de que sea demasiado tarde.

Me apresuro a seguirle resguardándome dentro de mi capa a causa del frío, aquí ese se nota mucho más que en el distrito cuatro, donde sus días soleados fácilmente pueden contrarrestar con la ventisca gélida de finales de invierno. — No, lo entiendo, cualquier cosa, por mínima que sea, es mejor que nada. — apunto, demostrando con ello que estoy comprendiendo su punto, que también hubo una época en la que yo no tenía de mucho más allá de las pertenencias de una maleta que me dejaron llevar al orfanato. — Es comprensible que muchos de los que viven aquí, hayan decidido moverse al distrito nueve. — lo digo en un susurro, a pesar de que no debe resultar un comentario muy ofensivo para alguien que sabe de lo que estoy hablando. Todo el mundo, incluso los más ricos del capitolio, comprendería por qué alguien que no tiene nada se movería hacia un lugar en el que al menos te dan una oportunidad para ganarte tu propia comida.

¿Profesor? — vaya, pues no lo parece, se me da más aspecto de mafioso cubriéndose la cabeza con la capa. Un profesor en busca de un libro, creo que no escuché algo con más sentido que eso, huh. — Ya… pues me parece que Ragnar te ha dado un poco de plantón, ¿qué tiene ese libro para que sea tan importante? — a veces un buen libro sobre la mente errónea, puede provocar un daño mayor, es ese mismo miedo el que hizo a Jamie el querer deshacerse de todos los libros muggles, supongo.
Maeve P. Davies
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Episode XV: Ghost - Maeve RB81poB
Invitado
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Vuelvo a sonreír de lado sin responder a su comentario pues estoy seguro de que no podría hacerlo de manera neutral sin dejar mostrar cuando identificado me siento por ello. A veces no solo es por la comida y el techo, sino por lo que significa tener legalmente un sitio en dónde estar y ser aceptado. En mi caso, literalmente peleé una batalla solo por una casa pues... De verdad no me interesa lo que vaya a hacer el niño Black con sus leyes o cómo el Capitolio va a reaccionar, lo único que me importa es que Sigrid vea que estoy establecido y que una visita de los niños no es peligro alguno, que yo también soy capaz de mantenerlos a salvo.

-¿Tan sorprendente es que pueda ser profesor? Eso porque no me has visto con lentes - bromeo con una sonrisa más libre que la de antes. Ya no veo la hora de empezar a serlo con todas las letras, quizás incluso me ponga lentes falsos solo para cumplir el cliché pese a que no los necesito ¿Cómo iba a hacerlo si en los últimos 17 años el único esfuerzo que ha hecho mi vista ha sido localizar los ciervos a distancia para cazarlos? Y ni siquiera soy bueno haciendo eso.

-Bueno... Hablaba de las revoluciones más importantes de Latinoamérica, interesante ¿No? Quería conocer un poco de mis raíces, algo me dice que mis ancestros no siempre fueron del norte - improviso sobre la marcha señalando mi rostro con una sonrisa. En realidad no sería tan descabellado ir por ese lado si algún día intento localizar a mis verdaderos padres, la genética me dice que al menos uno de ellos tiene más oscura de lo habitual - Pero sí, paree que no va a aparecer... Supongo que es hora de volver a casa. Cuídate, niña.
Anonymous
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