26 de Octubre

Hoy más que nunca estoy absolutamente seguro de que nunca en mi desgraciada vida quiero apoyar mi trasero en la silla de ministro. Esos puestos están malditos y al parecer ya no solo son blanco de los rebeldes sino que también hay riñas internas. Debo admitir que Magnar me da algo de miedo, es extraño porque cuando hablamos parecía un hombre en todos sus cabales y ahora está en modo master sexy con todo Neopanem. No pienso hablarle hasta que las cosas se estabilicen y casi me alegro cuando llega un nuevo caso a mis manos. Bueno, por decir caso... En realidad lo veo más como una condena a muerte bastante clara.

Llego temprano el día de hoy y mientras espero a mi compañera miro el video una y otra vez con un bote de palomitas apoyado en mi abdomen. Creo que algunas ya han quedado pegadas en mi camisa pero no deben notarse demasiado pues el color es el mismo. En fin. El video se ve bastante claro, el niño y el auror van caminando por la plaza hasta que llegan al espectáculo callejero, allí el acusado intercambia algunas palabras con Solberg acusándolo de estar rascándose en horas de trabajo. Luego el tipo lanza un encantamiento al niño y el auror lo intercepta muy valientemente tomando el golpe por él. Mini Lackberg lanza un pericullum - creo que podemos ignorar el uso de magia fuera de la escuela - y entonces llegan los refuerzos. ¿Por qué demonios atacó a un niño? La gente está cada día más loca... Pero la secuencia es asombrosa así que pongo play una vez más.

Creo que voy por la quinta o sexta repetición cuando escucho la puerta de mi despacho abrirse, que en realidad ya estaba entreabierta. Rápidamente bajo los pies del escritorio y me sacudo las palomitas que adornan mi camisa y corbata negra - Adelante, ponte cómoda - digo a Arianne con una sonrisa y un ademán - ¿Tienes la declaración de Solberg y el pequeño Simon? - niño agradable, me cayó bien. Es una lástima que probablemente vaya a ser castigado por estar en un conflicto en la vía pública en lugar de en la escuela.

¿Alguna vez habría un cambio de Gobierno que fuera completamente para bien? Cada día lo dudaba más. Solamente le quedaba aguantar un poco más dentro de Wizengamot antes de decirle a Hans que lo dejaba de una vez. Pero debía esperar un poco más, dejar que las aguas se calmaran un poco. Todo se había precipitado de tal modo que lo mejor era no dar un paso en falso, y mucho menos ella teniendo en cuenta las circunstancias que la rodeaban.

Y, por si no fuera suficiente, había recibido un caso bastante... Peculiar. No por lo que acontecía, sino porque Kobe de había visto envuelto en el mismo. Chasqueó la lengua, pasando las hojas que conformaban el testimonio que ambos habían dado, frunciendo los labios y golpeando con los dedos la mesa mientras leía. Colocó el dorso de la siniestra sobre su boca cuando un bostezo acudió a la misma. Estaba cansada. Quizás demasiado. Pero tenía que ir al despacho de Viktor para cerrar un par de cosas en relación al caso. Ni siquiera entendía porqué, ya que todo estaba demasiado claro, pero prefería ahorrarse discrepancias en el juicio. Diferencias en un caso tan simple que pudieran llamar la atención sobre ambos. Antes todos querían destacar, ahora preferían mantenerse en silencio por temor.

Tomó todos los documentos bajo su brazo, encaminándose con paso ligero al encuentro de él. Repasando mentalmente algunos de los detalles que había leído y podían ser decisivos. Ella no era demasiado estricta, si había varias opciones de pena siempre acababa decantándose por la más baja, según las circunstancias, pero no tenía claras las inclinaciones de su compañero. Empujó la puerta entreabierta, asomándose por un lado en el momento que él trataba de reajustar todo lo que lo rodeaba. Sonrió, cortés, cuando entró en el despacho y avanzó hasta la silla que quedaba al otro lado del escritorio, ocupandola y dejando los documentos a un lado. Asintió con la cabeza, cruzando las piernas y tomando la carpeta para buscarlas. —No existe ninguna discrepancia entre ambas declaraciones, además hay una grabación donde se muestra exactamente lo mismo— habló, girando el rostro hacia la televisión donde aún se mostraba parte de la grabación pausada. Frunció el ceño. —¿A qué clase de maníaco se le ocurre atacar a un niño y un auror?— cuestionó regresando la mirada hasta él. —Aunque teniendo en cuenta como están las cosas en el propio gobierno...— agregó casi en un susurro, sacando ambas declaraciones de la carpeta. Podían tener sus diferencias, pero sería de locos pensar otra cosa.

Estos días a las personas se le ocurren hacer muchas cosas fuera de lugar. Creo que el problema es que falta una mente maestra del otro lado, no es que me gustaría ver a los rebeldes triunfar pero sus intentos son tan penosos que se nota que claramente son pura fuerza y poco cerebro. Cómo este hombre que se ha dejado llevar por la sangre caliente en lugar de pensar qué era lo mejor para él. Para eso estamos nosotros, para proteger a nuestros ciudadanos y mandar los mensajes correctos, pelear la guerra desde nuestros asientos pero mostrar cuáles podrías se las consecuencias.

- Están enojados - respondo con una mueca, es lógico más teniendo en cuenta los eventos recientes. Todo sumado a que una vez más nos quedamos sin jefe de aurores o al menos éste tendrá muchas cosas más de las qué preocuparse ahora - Aunque tendrán que aprender a controlarse si no quieren terminar como plantas - tengo entendido que se busca ahorrar dinero en todos los ámbitos posibles y no sé que tan conveniente es tener que abrir un centro especial para que dejen a las personas besadas como ha sido Labors.

Respiro profundo y me doy una palmada en la barriga para comenzar con el trabajo propiamente dicho. Tomo unos cuántos formularios y un pequeño ayudamemoria con los posibles castigos dictados según la constitución - ¿Estamos de acuerdo en que hay que llevar esto de manera discreta? - pregunto con una ceja en alto pues hacer un show no será de ayuda para nadie, tendremos una presión innecesaria y de seguro todos la terminarán pasando mal - Para proteger la imagen de Solberg, para que el niño no esté bajo el reflector y para que el acusado tenga una muerte limpia o al menos un castigo que no implique agonizar por el resto de los días - agrego tomando una lapicera para hacer anotaciones - Los noticieros se olvidarán de esto mañana, cuando salga otra noticia.

Se mantuvo en silencio, moviéndose del lugar solo para cruzar las piernas y apoyar las carpetillas con las declaraciones sobre sus piernas. Arqueó ambas cejas apenas unos instantes, antes de largar el aire y bajar la mirada hasta sus manos, estirando los dedos de tanto en tanto. Acabar como plantas. Aquellas tres palabras la habían asustado demasiado; en parte porque la aterraba pensar en decenas de personas, puede que cientas, de aquel modo, y la otra parte se refería a sí misma. ¿No tenía demasiadas papeletas para acabar como una planta también? Powell no podría mantener demasiado tiempo sus trapos sucios escondidos bajo la cama, y cuando los sacara salpicaría a muchas personas. Y su nombre estaba allí también. Al final solo había sido un retraso de una condena que, bien sabía, que llegaría en algún momento. Por eso quería irse, lo necesitaba.

Suspiró, cuando encontró ambos documentos perfectamente foliados y numerados. —No considero idóneo el uso de dementores para la resolución de los problemas— se permitió comentara, hundiéndose un poco en el lugar. Ni siquiera era capaz de conjurar un patronus. Aun así negó con la cabeza, queriendo quitarle importancia al asunto y colocando ambos documentos sobre la mesa, frente a él. Satisfecha con el hecho de que hubieran pensado lo mismo y se centraran en el trabajo, aun sabiendo que ella había sido la promotora de sacar el tema inicialmente. Asintió con la cabeza. La discreción era un punto que tenían que jugar a su favor, o al menos por el momento, puesto que parecían estar de acuerdo.

—La muerte sería demasiado severo— habló, golpeteando el dedo pulgar con el anular mientras hablaba —, como bien has dicho, están enojados y todo el clima que rodea a la situación actual no hace más que empeorar las cosas, acrecentando el sentimiento general de inseguridad— chasqueó la lengua. Obviamente había cometido un delito, había que castigarlo, pero existiendo diferentes opciones la rubia no barajaba la muerte como una de ellas. Regresó las manos hasta la carpetilla, buscando en un interior la declaración del hombre también. Estaba demasiado claro pero era su trabajo. —Mañana me parece demasiado tarde, diría que esta tarde quedará en el olvido—  la comisura derecha de sus labios se alzó en un leve sonrisa. Con la de cosas que estaban ocurriendo, la sorprendería que le prestaran atención. —El acusado lo admite todo en su declaración, si hace lo mismo en la vista no habrá ningún contratiempo y será más rápido— agregó colocando sobre las otras declaraciones las del acusado.

Luego de mi experiencia en el atentado creo que el uso de dementores no es adecuado para absolutamente nada. Deberían dejarlos en una prisión exclusiva para violadores o algo así, para que se alimenten de ellos hasta dejarlos al borde de la nada misma, esperar a que se recuperen y luego repetir el ciclo. Pero por lo demás... dudo que alguien merezca estar en cercanía de esas criaturas del demonio, aspiraron un poco de mi alma y fue de las experiencias más desagradables de mi vida y eso que he mezclado comida picante, alcohol y naranja una vez.

- Yo no considero idóneo el no permitir a los adultos divertirse en la noche pero es lo que tenemos - respondo al final con sarcasmo. No voy a ser yo quien vaya a quejarse con Magnar luego de ver lo que pasó con el ex ministro de investigación. Mejor seguirlo en su delirio y ahorrarnos problemas, puede que sea muy bonito de rostro pero está más loco que Jamie y una persona con esos problemitas mentales no es fácil de combatir, son peligrosos.

Ruedo los ojos cuando dice que considera la muerte como un castigo demasiado severo pues ahí se pierde la chance de acabar con ésto de forma rápida. Cualquier otro castigo nos hará evaluar detalle por detalle para llegar a una conclusión y probablemente habrá disconformidad por parte de arriba, la muerte es algo definitivo y sin demasiadas vueltas. Si alguien está muerto ya no significa un problema y espero que Arianne pueda entenderlo, es lo mejor para todos.

- Creí que los tiempos de conseguir un trato por declarar culpabilidad habían terminado hace muchos siglos - respondo a su proposición cruzándome de brazos. El que se declara culpable sin luchar es un idiota, básicamente nos deja sin trabajo y ¿Por qué habríamos de ser más leves? - Ha atacado a un jodido niño e insultado a un miembro del cuerpo nacional de seguridad ¿Qué podría ser más apropiado que la muerte? - tomo la declaración de Solberg una vez más y entonces vuelvo a leer algo que había remarcado pero olvidé hasta ahora - El acusado tiene una banda, no sé si de Rock o de canasta pero una banda a fin de cuentas - agrego medio bromeando - Deberíamos sacarle información al respecto.

La preocupaban. Había demasiada gente que se arriesgaría tontamente por no creer que, realmente, se haría tal uso de los dementores. Que controlarían todas y cada una de las esquinas de los distritos en ciertos horarios establecidos, avisados y advertidos por medios de comunicación. Una decisión errónea. El mero hecho de pensar tener a un ser de aquella índole cerca conseguía que se removiera en el lugar. La sensación de desnudez y desprotección. Chasqueó la lengua. Era demasiado molesto, por suerte ella no tenía razones para correr de un lado para otro en aquellos horarios, salvo que saliera del trabajo a deshoras, cosa que cambiaría en poco tiempo. Esbozó una sonrisa sarcástica.

Estaba claro que tenían ideas diferentes, no se podrían de acuerdo fácilmente… o eso parecía porque, realmente, esperaba alcanzar un acuerdo y no tener que darle demasiadas vueltas a algo más que resuelto por el simple hecho de no ponerse de acuerdo en la pena que imponer. ¿Tan complicado era ser un poco clemente? Sacar las cosas de quicio y de contexto era común. La solución rápida era condenar a muerte, sacarse a una persona de encima, sin más. Habiendo otras respuestas factibles aún seguía sorprendiéndose ante el hecho de que la mayor parte de sus compañeros siempre acabaran decantándose por la misma con una simplicidad que la preocupaba más que nunca. Quizás siempre lo hizo pero nunca quiso darse cuenta de ello hasta ahora. —Está grabado en un circuito cerrado de vídeo y enfrentando su palabra a la de una Autoridad, era obvio que reconocería los hechos para no ser castigado con demasiada severidad— contestó con tranquilidad, cerrando la carpetilla una vez que sacó la declaración del acusado.

Su mandíbula se tensó y chasqueó la lengua dentro de su boca, evitando ser demasiado ruidosa con aquel gesto. —Apropiado— ironizó tomando la declaración y centrando su atención en leerla para mantener su mente entretenida y no molestarse demasiado. —Estoy de acuerdo en que deberíamos sacarle información al respecto— concedió —, cualquier tipo de organización que pretenda atentar contra la paz de los ciudadanos debe de ser cortada de raíz, sin importar si es de pequeña o gran escala— continuó, volviéndose hacia la pantalla y señalando con el pulgar la imagen en pause que aún se mostraba. —¿Has visto algo interesante que no se hubiera documentado?— preguntó, recorriendo con la mirada la imagen y frunciendo los labios. Solamente había visionado un par de veces las imágenes y todo era lo mismo, una y otra vez, por lo que su atención siempre acababa distrayéndose de un modo u otro.

Quizás soy demasiado imaginativo o he leído demasiadas novelas de misterio en donde los criminales van más allá de la mente humana ordinaria, pero se me ocurren una gran cantidad de formas para justificar el video o al menos ganar tiempo suficiente para que un abogado me salve las papas o mi banda planeé mi huida del país. Podría ser edición del video con magia, poción multijugos, maldición imperius... Las posibilidades son muchísimas, sin ir más allá tenemos a la difunta jefa de investigación y a un cazador en video entrando al ministerio para poner las bombas que atentaron con la vida de montones de ciudadanos ¿Eso no es suficiente prueba de que las imágenes grabadas no son infalibles? - Solo le faltó un poco de ganas de vivir, pero con sus acciones ya nos ha demostrado que no es muy inteligente - respondo encogiéndome de hombros. Al menos me ha entretenido con su ridiculez por un rato y seguro lo seguirá haciendo pues miraré la grabación un par de veces más.

Al menos estamos de acuerdo en que habrá que sacarle información sobre la banda así que alzo el pulgar izquierdo mientras con la otra mano realizo las anotaciones correspondientes en el informe. Agrego que el interrogatorio será realizado por la señorita Brawn pues tengo demasiadas ganas de conocer los motivos del hombre y puede que me resulte algo complicado mantener mi legeremancia bajo control, quiero conocer la verdad pero no arriesgándome a meterme dentro de su cabeza.

- Te toca el interrogatorio, ya está escrito, no hay marcha atrás - informo con una sonrisa que espero que sea suficiente para que se ahorre los insultos por darle más trabajo. Es lo bueno del trabajo entre colegas, nadie manda a nadie, solo hace falta ser rápido para tomar lo mejor del caso o asignarle lo peor al otro.

- Nada que se vea a simple vista con esa calidad, eché un vistazo a la gente que estaba viendo el show pero ninguno parece sospechoso - respondo pero entonces recuerdo algo que me resultó gracioso al principio pero puede que debamos tenerlo en cuenta - Aunque hubo una chica que al ver a Jakobe se cayó de culo sobre la acera y luego salió corriendo... Parecía joven, no más de 20 años - me es muy difícil no reírme al recordarlo, bien podrían pasarlo en esos programas de madrugada en donde ponen a la gente en ridículo - Puede que no sea nada, de hecho mis apuestas están ahí.

Las palabras de una autoridad siempre parecían completamente veraces; o, al menos, ellos tenían que anteponerlas a las de los acusados. Se suponía que estaban para salvaguardar la integridad de los ciudadanos por lo que sus palabras debían de ser completamente sinceras. Obviamente ella no era nadie para decir lo contrario, mucho menos teniendo en cuenta la carrera de amistad que discurría entre el auror en cuestión y ella, pero también conocía demasiado la soberbia y egolatría que gastaban. Y algunos jueces también. Al final acabó por encogerse de hombros como toda respuesta a sus palabras, no tenía mayor interés en entrar en ello. Estaba claro que no tenía amor por la vida propia ni ajena, o que tenía un grave problema de control de la ira. A saber, no estaba dentro de su cabeza y, aunque con el transcurso de los años había acabado consiguiendo interpretar mejor a las personas, había un círculo de personas que, debido a su impulsividad, eran de lo más complicado de catalogar.

Asintió, ojeando de soslayo lo que anotó. Más trabajo, algo que solo retrasaba sus ganas de salir de allí. Tomar decisiones de aquella índole eran complicadas, pero mucho más cuando ya había resuelto hacer algo y se seguía viendo obligada a retrasarlo por razones externas a su voluntad. Suspiró, asintiendo con pocas ganas. Si realmente formaba parte de una banda, un grupo, o como quisiera llamársele, siempre hacían las cosas más complicadas tratando de evitar todas y cada una de las preguntas que pudiera hacerle. —De acuerdo, trataré de concertarlo para algún día de ésta semana— comentó apuntándolo a lápiz en el reverso de la carpetilla pero así no olvidarlo. Algún día de la semana y antes de la vista oral o no podría sacar nada en claro de él. Antes tenía que informarse y prepararse para saber hacia dónde ir exactamente con aquel hombre; mucho más allá del hecho de atacar a un infante y una autoridad pública.

Chasqueó la lengua, apoyando ambas manos sobre sus piernas y alejando recorriendo la pantalla con sus azules ojos. —Deberíamos tratar de encontrar al círculo más cercano a ellos en el momento del ataque, por si alcanzaron a escuchar algo que la grabación no contenga o no esté reflejado en las declaraciones— inquirió, entrecerrando ligeramente los ojos. Baja calidad de imagen y tener que ubicar rostros… una tarea tediosa como la que más. El aire escapó de sus labios como una descuidada risa. —Probablemente se sobresaltó— habló. ¿Del susto? ¿Del atractivo de Jakobe? Votaba por la segunda posibilidad, pero no era algo que pronunciaría en voz alta frente a Viktor. —Aunque no estaría de más dar con ella— agregó tras unos instantes, alejando su atención de la pantalla y regresándola hasta él. —, para cerrar hipótesis más que nada— aclaró.

Me trago una mueca cuando dice que lo pactará para algún día de la semana ¿Por qué no ahora? ¿Acaso no tiene ganas de tener todas las respuestas ya y poder pasar al caso siguiente? Soy una persona perezosa, puede que haga muchos chistes pero el trabajo me gusta resolverlo lo antes posible porque me gusta. Pero ya le he metido la tarea de prepo así que no puedo exigir más que eso. Solo asiento y pienso con qué más entretenerme más allá de ver el video una y otra vez.

Asiento en un suspiro pues creo que ya he encontrado mi tarea. Sentarme frente a una computadora no es de mis actividades favoritas, prefiero el trabajo de espionaje en el que puedo transformar mi apariencia para pasar desapercibido pero puedo hacer ésto también. Después de todo, con las redes sociales es mil veces más sencillo localizar a la personas que con programas de reconocimiento facial así que no me llevará mucho tiempo dar con todos ellos, solo debo poner en Wizardface el hashtag correcto y tendré una lista de nombres y direcciones en nada de tiempo.

- Cada uno tiene su tarea entonces, jugaré al policía malo con todos los testigos - bromeo con media sonrisa. Para eso se necesitaría a un policía bueno y... creo que mejor saldré a buscar a alguien con quien jugar a eso de manera más interesante ¿Ernest estará disponible? Seguro me sigue el juego con ésto.

Respiro profundo y sacudo la cabeza para eliminar el pensamiento, estoy trabajando y es poco apropiado. Tomo las cosas que están sobre el escritorio para acomodarlas en un rincón. Para hacer la búsqueda necesito estar en un ambiente ordenado, no puedo tener todos los papeles distribuidos así como así - Intentaré tener una lista de los presentes para hoy por la noche, mañana enviaré a algunos aurores a traerlos y haré los interrogatorios... Seré amable, no te preocupes - la dejo tranquila con una mueca - Creo que eso es todo ¿No?

Tenía demasiadas cosas de las que ocuparse como para meterle prisa a un caso que, en realidad, no tenía demasiada repercusión pública, por mucho que tratare de dársela por haber atacado a un agente de la autoridad. Los casos se amontonaban en las últimas semanas y no podía colar unos y dejar otros atrás cuando, en realidad, quería poder terminar con todos lo antes posible e ir a hablar con Hans. Pero acabó esbozando una sonrisa cuando, educadamente, tomó la opinión que había vertido en relación a los testigos de la escena. Siendo él el encargado de tratar de localizar a los más cercanos y tomar sus declaraciones sobre todo lo que recordaran del incidente.

Tomó los papeles que había sacado previamente, guardándolos en su lugar y cerrando la carpetilla. Ambos tenía  más trabajo en relación al caso, uno que tendría que terminar antes de que concluyera la semana, incluso puede que tuvieran que volver a encontrarse para poner en relación las ideas que hubieran sacado. Ella la información de la banda del hombre, y él de las declaraciones de los testigos. Quién sabía, podía ser que sacaran nuevas conclusiones cuando las pusieran en común y lo que parecía un mero ataque hubiera sido, en realidad, un intento de atentado, el uso de aquel pobre hombre o fruto de una provocación inicial. Las posibilidades eran infinitas si se paraba a pensar en ello. —Entonces serás el policía bueno— lo rectificó con una cordial sonrisa prendida de los labios. —No demoraré demasiado el interrogatorio y nos reuniremos nuevamente para poner la nueva información en común— agregó levantándose de la silla y tratando de arreglar las arrugas que se habían creado en sus pantalones.

—Nos vemos— se despidió cuando llegó a la puerta y ya tenía la mano en el pomo de la misma para salir de allí. En cuanto cerró la puerta tras de sí aceleró el paso por el pasillo, queriendo llegar lo antes posible a su despacho donde poner todo en orden y pedir una orden para poder realizar un nuevo interrogatorio al hombre. Y quizás, y solo quizás, si le restaba algo de tiempo ir a casa de Jakobe. No le molestaba que se hubiera metido en problemas, lo hacía el hecho de haberse tenido que enterar de que existía una causa penal en la que se encontraba su nombre escrito porque había llegado, por cosas del destino, a su mesa. Suspiró, dejándose caer en el sillón y tomando el formulario que debía cumplimentar para que le trajeran al hombre un día de aquella semana.