OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
¿Qué ficha moverás?
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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25 de Octubre
Lo único que sé es que mi jefa ha muerto hace menos de un mes, que el jefe de mi nueva jefa ahora es una especie de vegetal y que la jefa del antiguo jefe de mi nueva jefa ha sido asesinada y ahora tenemos un presidente. Supongo que es una mala época para trabajar en ciencia e investigación pero aquí estamos, quiero creer que ha sido todo una pura coincidencia y en realidad nadie tiene nada en contra de los científicos. De momento me concentraré en trabajar y dejaré de un lado la política pues si Neopanem ha estado acéfalo por unas horas no sé que nos queda a nosotros... Ni siquiera sé de quién recibir órdenes.
Supongo que elegí un mal momento para buscar ayuda dentro de los estudiantes más prometedores del Royal pero ¡Hey! No necesito que el ministerio me dé dinero para ella pues su miserable sueldo saldrá de mi propio bolsillo, en realidad no es mucho pero de seguro sabrá aprovechar la experiencia de trabajar en los laboratorios para cuando llegue su momento. Creo que la chica tiene 18 años, para esa edad yo ya estaba bastante entendido con la mayoría de las cosas así que espero no tener que perder tiempo enseñando.
Ya tengo mi nuevo proyecto listo, es algo que solucionará todos los problemas que he tenido hasta el momento si sale como tengo planeado. No más chips de rastreo fallidos, no más fugitivos de la justicia y lo que es mejor, creo que el proyecto me reivindicará como el científico asombroso que soy. Bueno... Creo que me he estado juntando demasiado con personas que suben mi autoestima últimamente.
Escucho golpes en la puerta del laboratorio y me abro camino para abrir con una sonrisa. La chica está allí parada, sí, no puede tener más de 20 años - ¿Conoces las historias sobre el mapa del merodeador? - pregunto ansioso por comenzar de una vez por todas. Mierda, creo que debería haber comenzado por preguntar su nombre porque lo he olvidado... Creo que es Lyma o Leah... Algo así.
Lo único que sé es que mi jefa ha muerto hace menos de un mes, que el jefe de mi nueva jefa ahora es una especie de vegetal y que la jefa del antiguo jefe de mi nueva jefa ha sido asesinada y ahora tenemos un presidente. Supongo que es una mala época para trabajar en ciencia e investigación pero aquí estamos, quiero creer que ha sido todo una pura coincidencia y en realidad nadie tiene nada en contra de los científicos. De momento me concentraré en trabajar y dejaré de un lado la política pues si Neopanem ha estado acéfalo por unas horas no sé que nos queda a nosotros... Ni siquiera sé de quién recibir órdenes.
Supongo que elegí un mal momento para buscar ayuda dentro de los estudiantes más prometedores del Royal pero ¡Hey! No necesito que el ministerio me dé dinero para ella pues su miserable sueldo saldrá de mi propio bolsillo, en realidad no es mucho pero de seguro sabrá aprovechar la experiencia de trabajar en los laboratorios para cuando llegue su momento. Creo que la chica tiene 18 años, para esa edad yo ya estaba bastante entendido con la mayoría de las cosas así que espero no tener que perder tiempo enseñando.
Ya tengo mi nuevo proyecto listo, es algo que solucionará todos los problemas que he tenido hasta el momento si sale como tengo planeado. No más chips de rastreo fallidos, no más fugitivos de la justicia y lo que es mejor, creo que el proyecto me reivindicará como el científico asombroso que soy. Bueno... Creo que me he estado juntando demasiado con personas que suben mi autoestima últimamente.
Escucho golpes en la puerta del laboratorio y me abro camino para abrir con una sonrisa. La chica está allí parada, sí, no puede tener más de 20 años - ¿Conoces las historias sobre el mapa del merodeador? - pregunto ansioso por comenzar de una vez por todas. Mierda, creo que debería haber comenzado por preguntar su nombre porque lo he olvidado... Creo que es Lyma o Leah... Algo así.
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La Isla del Capitolio le recordaba a su ex. No pasa nada, de todo se sale, ese chaval simplemente no era para ella. De hecho, estaba muy contenta de haberle dejado, porque tras recibir el rechazo por parte de la rubia, el chico se había comportado como una uténtico estúpido durante meses, demostrando así todo lo que Lyra había dicho sobre él para dejarle. Le regalaba los argumentos y ella los recibía con los brazos abiertos.
Pero, como a todas las cosas que te remiten a algo negativo, era el momento de darle un nuevo significado. Y ese significado eran las prácticas. Aunque a Lyra le daba dolor de barriga el nuevo gobierno, por lo corrupto, lo asqueroso, lo clasista, todo, no tenía otro remiedo que mantener un perfil bajo hasta que encontrara la manera de hacer algo significativo. Y estar trabajando al lado de un tal Riley Kavalier no haría que Lyra fuese, de repente, capaz de cambiar el mundo... Pero esperaba poder aprender lo suficiente y aprovecharlo para, en un futuro, poder aplicarlo a algo que importara de verdad. A algo práctico.
Se adentró en el Ministerio. Por Merlín, ese lugar era verdaderamente enorme. Anduvo, desorientada, hasta que encontró el lugar al que se tenía que dirigir. Consultó lo que había anotado en su teléfono tres veces antes de, con cierto nerviosismo, llamar a la puerta. Rápidamente le abrió un hombre sonriente, que le preguntó si conocía las historias sobre el Mapa del Merodeador —Sí, es decir... Alguna cosa he leído, sí— dijo, algo confusa por ese inicio —Perdone, ¿es usted el señor Kavalier, verdad? Soy... Soy Lyra, por... Lo de las prácticas— las dudas invadían el cuerpo de la rubia, que temía haberse adentrado en un laboratorio de un pirado. Pero, aún así, entró. Porque, además de las dudas, había en ella cierta emoción. La perspectiva del conocimiento, de aprender, era algo que siempre la había fascinado... Y algo que no tenía pinta de poder cambiar en un futuro cercano, viendo las ganas que tenía de entrar ahí y explorarlo todo.
Pero, como a todas las cosas que te remiten a algo negativo, era el momento de darle un nuevo significado. Y ese significado eran las prácticas. Aunque a Lyra le daba dolor de barriga el nuevo gobierno, por lo corrupto, lo asqueroso, lo clasista, todo, no tenía otro remiedo que mantener un perfil bajo hasta que encontrara la manera de hacer algo significativo. Y estar trabajando al lado de un tal Riley Kavalier no haría que Lyra fuese, de repente, capaz de cambiar el mundo... Pero esperaba poder aprender lo suficiente y aprovecharlo para, en un futuro, poder aplicarlo a algo que importara de verdad. A algo práctico.
Se adentró en el Ministerio. Por Merlín, ese lugar era verdaderamente enorme. Anduvo, desorientada, hasta que encontró el lugar al que se tenía que dirigir. Consultó lo que había anotado en su teléfono tres veces antes de, con cierto nerviosismo, llamar a la puerta. Rápidamente le abrió un hombre sonriente, que le preguntó si conocía las historias sobre el Mapa del Merodeador —Sí, es decir... Alguna cosa he leído, sí— dijo, algo confusa por ese inicio —Perdone, ¿es usted el señor Kavalier, verdad? Soy... Soy Lyra, por... Lo de las prácticas— las dudas invadían el cuerpo de la rubia, que temía haberse adentrado en un laboratorio de un pirado. Pero, aún así, entró. Porque, además de las dudas, había en ella cierta emoción. La perspectiva del conocimiento, de aprender, era algo que siempre la había fascinado... Y algo que no tenía pinta de poder cambiar en un futuro cercano, viendo las ganas que tenía de entrar ahí y explorarlo todo.
Que conozca las historias es un gran alivio ya que me ahorrará gran parte de la explicación, así podré saltar a la parte nueva y las modificaciones que pienso hacer a esa maravillosa idea original que ha tenido el primer creador. Quizás Hogwarts ya no existe pero su historia nos ha dejado mucho, así como la misteriosa sala de menesteres me ha inspirado a viejos inventos también - ¡Lyra! - exclamo cuando me confirma su nombre. Con algo de suerte la chica sabrá compensar mis falencias sociales tal y como lo ha hecho ahora - Te estaba esperando así que sé que vienes por lo de las prácticas - agrego rápido con una sonrisa.
Giro sobre mis talones y voy directo a la gran mesa que está en el centro con los planos, también hay un par de tablets y televisores táctiles a los costados para hacer ciertos modelos pero al final terminaremos trabajando frente a una computadora, pura programación - Sí, soy el señor Kavalier pero aún no estoy tan viejo como para que me llamen así... Puedes llamarme Riley - le concedo con una inclinación de cabeza. Además sería extraño, casi nadie se dirige a mí de manera respetuosa.
Creo que con eso cubrimos las presentaciones así que doy un aplauso en el aire y sacudo mis manos ansioso antes de entregarle la carpeta con todos los detalles del proyecto. En realidad ya no sé a quién entregársela porque me la han devuelto del despacho de Annie y miedo me da dejársela a Silas, ella se dedica a la biología así que es probable que le preste más atención a esa clase de proyectos. Pero si logro llevarle el código terminado y funcionante de un prototipo como el ministerio... quizá me tenga en cuenta.
- Quiero hacer un mapa del merodeador que cubra todo Neopanem - explico con los brazos abiertos- Digitalizado, por supuesto... No hay pergamino en el mundo que nos alcance para meter todo el territorio - eso sí que sería un problema - La ubicación de cada persona en tiempo real las 24 horas del día... Ya sé que es un terrible ataque a la privacidad pero será solo por calles, nadie sabrá cuando uno está en el baño o durmiendo - de todas formas estamos en guerra así que esas cosas pasarían a segundo plano.
Giro sobre mis talones y voy directo a la gran mesa que está en el centro con los planos, también hay un par de tablets y televisores táctiles a los costados para hacer ciertos modelos pero al final terminaremos trabajando frente a una computadora, pura programación - Sí, soy el señor Kavalier pero aún no estoy tan viejo como para que me llamen así... Puedes llamarme Riley - le concedo con una inclinación de cabeza. Además sería extraño, casi nadie se dirige a mí de manera respetuosa.
Creo que con eso cubrimos las presentaciones así que doy un aplauso en el aire y sacudo mis manos ansioso antes de entregarle la carpeta con todos los detalles del proyecto. En realidad ya no sé a quién entregársela porque me la han devuelto del despacho de Annie y miedo me da dejársela a Silas, ella se dedica a la biología así que es probable que le preste más atención a esa clase de proyectos. Pero si logro llevarle el código terminado y funcionante de un prototipo como el ministerio... quizá me tenga en cuenta.
- Quiero hacer un mapa del merodeador que cubra todo Neopanem - explico con los brazos abiertos- Digitalizado, por supuesto... No hay pergamino en el mundo que nos alcance para meter todo el territorio - eso sí que sería un problema - La ubicación de cada persona en tiempo real las 24 horas del día... Ya sé que es un terrible ataque a la privacidad pero será solo por calles, nadie sabrá cuando uno está en el baño o durmiendo - de todas formas estamos en guerra así que esas cosas pasarían a segundo plano.
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La mirada de la joven se paseó por la sala con un brillo en las pupilas que denotaba admiración por todo lo que la rodeaba. Realmente era impresionante el nivel de la tecnología. Ella venía del tres, del distrito tecnológico, había pasado allí casi todos los años y días de su todavía corta vida. Pero esa sala... Era realmente impactante. Regresó la mirada a su nuevo tutor cuando pidió que le llamara Riley, solamente —De acuerdo, Riley— repitió, asintiendo levemente con la cabeza, demasiado pendiente de todos los aparatos y pantallas que tenía alrededor como para pararse a pensar en nimiedades y formalidades.
Riley le tendió una carpeta, que ella tomó con algo de duda en sus gestos. Se esperaba más algo como... Como una visita por sus instalaciones, una explicación sobre todo lo que tenía allí, algo... Como unas prácticas normales, que solían ser prácticas de mierda en las que los alumnos se dedicaban a hacer la parte más tediosa del trabajo. Hojeó los documentos, con curiosidad. Por Merlín, quería leerlo todo. ¿Era un proyecto? Parecía un proyecto. Y ella tenía muchas, muchas ganas de empezar a hacer cosas.
Hasta que Riley le dijo lo que estaba planeando. Y la idea le resultó... Bueno. Horrible. Aterradora, más bien. Era una anulación de la privacidad de los habitantes, era peligroso. Sonrió, cordial y algo divertida cuando especificó que sería digital, que no había pergamino que pudiera alcanzar a contener todo el territorio... Pero por dentro sentía algo de miedo. ¿El Ministerio quería implantar un proyecto así como forma de controlar a los habitantes? Miró a su nuevo jefe y tutor con algo de duda —Es... Interesante. Ambicioso. ¿Es un encargo del Ministerio o un proyecto independiente que quieres ofrecer?— preguntó, queriendo entender de dónde salía eso.
Y, pese a la contradicción que sentía dentro, el impulso de hacer preguntas era demasiado fuerte. Porque era un proyecto muy, muy ambicioso. Y complicado. Y interesante, en términos de realización y producción —¿Y cómo planeas hacerlo? ¿Chips de control reglamentarios y geolocalizadores? ¿Cámaras con sistema de reconocimiento facial en las calles y una base de datos con todos los ciudadanos de NeoPanem?— empezó a preguntar, mientras su cabeza trabajaba a mil por hora.
Riley le tendió una carpeta, que ella tomó con algo de duda en sus gestos. Se esperaba más algo como... Como una visita por sus instalaciones, una explicación sobre todo lo que tenía allí, algo... Como unas prácticas normales, que solían ser prácticas de mierda en las que los alumnos se dedicaban a hacer la parte más tediosa del trabajo. Hojeó los documentos, con curiosidad. Por Merlín, quería leerlo todo. ¿Era un proyecto? Parecía un proyecto. Y ella tenía muchas, muchas ganas de empezar a hacer cosas.
Hasta que Riley le dijo lo que estaba planeando. Y la idea le resultó... Bueno. Horrible. Aterradora, más bien. Era una anulación de la privacidad de los habitantes, era peligroso. Sonrió, cordial y algo divertida cuando especificó que sería digital, que no había pergamino que pudiera alcanzar a contener todo el territorio... Pero por dentro sentía algo de miedo. ¿El Ministerio quería implantar un proyecto así como forma de controlar a los habitantes? Miró a su nuevo jefe y tutor con algo de duda —Es... Interesante. Ambicioso. ¿Es un encargo del Ministerio o un proyecto independiente que quieres ofrecer?— preguntó, queriendo entender de dónde salía eso.
Y, pese a la contradicción que sentía dentro, el impulso de hacer preguntas era demasiado fuerte. Porque era un proyecto muy, muy ambicioso. Y complicado. Y interesante, en términos de realización y producción —¿Y cómo planeas hacerlo? ¿Chips de control reglamentarios y geolocalizadores? ¿Cámaras con sistema de reconocimiento facial en las calles y una base de datos con todos los ciudadanos de NeoPanem?— empezó a preguntar, mientras su cabeza trabajaba a mil por hora.
Creo que interesante y ambicioso son las dos palabras que describen a la mayoría de mis proyectos. Pero he aprendido a diferenciar entre lo que es ambicioso e innecesario y lo que realmente puede hacer un cambio en el mundo así que creo que sabrán apreciar mi idea. Tal vez deba llevársela directamente a Riorden y ver qué opina él al respecto, casi que no se me ocurren argumentos en contra. El dinero siempre es una oposición pero no gastaremos mucho con esto, solo necesito una computadora y magia. Y la ayuda de Lyra, por supuesto.
- Acabamos de tener un cambio de jefa así que no hay muchos pedidos últimamente y el ministro se concentra en otras cosas - comento aún revolviendo entre la cosas, ya ni siquiera sé que estoy buscando así que lo dejo y me concentro en mi nueva pasante con una sonrisa amigable - Es idea mía, llevaré tiempo así que hay que comenzar de a poco. El último mapa solo cubría el terreno de Hogwarts y estoy seguro de que tardaron muchísimo tiempo haciéndolo - claro que no contaban con la tecnología de éstos días y quiero creer que mi mente va más allá que la de los llamados merodeadores.
Alzo las cejas con los brazos cruzados cuando pregunta cómo lo haremos y sonrío al escuchar cada una de sus ideas. Está entusiasmada y eso ya me sirve para lo que viene ¡El entusiasmo es contagioso! Y si nos motivamos mutuamente estoy seguro de que llegaremos muy lejos con el proyecto - Me encantan esas ideas y soy un devoto seguidor de la ciencia y tecnología pero... me temo que usaremos magia para eso - hasta me siento como un aguafiestas - Todo lo demás falla, los chips pueden romperse, las cámaras engañarse ¡Pero la magia! No habrá metamorfomago o animago que pueda engañarla.
- Acabamos de tener un cambio de jefa así que no hay muchos pedidos últimamente y el ministro se concentra en otras cosas - comento aún revolviendo entre la cosas, ya ni siquiera sé que estoy buscando así que lo dejo y me concentro en mi nueva pasante con una sonrisa amigable - Es idea mía, llevaré tiempo así que hay que comenzar de a poco. El último mapa solo cubría el terreno de Hogwarts y estoy seguro de que tardaron muchísimo tiempo haciéndolo - claro que no contaban con la tecnología de éstos días y quiero creer que mi mente va más allá que la de los llamados merodeadores.
Alzo las cejas con los brazos cruzados cuando pregunta cómo lo haremos y sonrío al escuchar cada una de sus ideas. Está entusiasmada y eso ya me sirve para lo que viene ¡El entusiasmo es contagioso! Y si nos motivamos mutuamente estoy seguro de que llegaremos muy lejos con el proyecto - Me encantan esas ideas y soy un devoto seguidor de la ciencia y tecnología pero... me temo que usaremos magia para eso - hasta me siento como un aguafiestas - Todo lo demás falla, los chips pueden romperse, las cámaras engañarse ¡Pero la magia! No habrá metamorfomago o animago que pueda engañarla.
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Lyra escuchó con atención las palabras de su nuevo jefe, tratando de controlar sus expresiones faciales para ocultar lo peligroso que le parecía todo eso. Se permitió una pequeña mueca cuando Riley contó que acababan de tener un cambio de jefa y que el ministro estaba por otras cosas, como queriendo decir "Qué pena" o "Esto no tendría que ser así", porque realmente era una situación un poco crítica. Es decir, el papel de un ministro (o una ministra) tendría que ser, precisamente, controlar todo lo que pasa en su ministerio. Y una jefa nueva tendría que interesarse por todos los proyectos. Pero, en fin, era todo una prueba más de lo mal que funcionaba todo.
La rubia alzó las cejas, en una mezcla de diversión y curiosidad, cuando Riley dijo que usarían magia —Lo dices como si la magia no pudiera fallar— comentó —, o no pudiera ser manipulada— se encogió de hombros. No quería faltarle al respeto ni nada a ese señor, tenía pinta de ser muy amable y muy simpático, y realmente no parecía que quisiera que Lyra se limitara a llevar cafés por las oficinas, lo cual era un gran punto a favor, pero todo ese discurso le resultaba extremadamente crítico a la nueva becaria que, realmente, tampoco sabía como exteriorizar todas las dudas que la asaltaban al pensar en ese gran mapa del merodeador que Riley tenía en mente.
Carraspeó levemente y se colocó los mechones de pelo que asaltaban su rostro detrás de las orejas, en un gesto que denotaba que la joven intentaba concentrarse —Es decir, siempre será más segura que la tecnología en un proyecto así, pero... Bueno, no lo sé, también estoy hablando desde el desconocimiento— musitó, haciendo gala de su modestia —¿Qué tienes en mente exactamente?— preguntó, abrazando contra su pecho la carpeta que le había entregado Riley momentos antes —En cuanto a... A funcionamiento y a seguridad, me refiero. Al final, si alguien quiere saltarse las normas o engañar un sistema de seguridad, podrá hacerlo— se encogió de hombros. Alzó la mirada hacia Riley cuando una pregunta más importante la asaltó, algo que la llenó de preocupación —Si se instaura este proyecto... ¿Se va a informar a los ciudadanos? ¿O se les va a controlar sin que lo sepan?— preguntó, tratando de mantener un tono neutro —Perdona, estoy haciendo muchas preguntas, pero... Es que me muero de curiosidad— añadió, con un deje de timidez.
La rubia alzó las cejas, en una mezcla de diversión y curiosidad, cuando Riley dijo que usarían magia —Lo dices como si la magia no pudiera fallar— comentó —, o no pudiera ser manipulada— se encogió de hombros. No quería faltarle al respeto ni nada a ese señor, tenía pinta de ser muy amable y muy simpático, y realmente no parecía que quisiera que Lyra se limitara a llevar cafés por las oficinas, lo cual era un gran punto a favor, pero todo ese discurso le resultaba extremadamente crítico a la nueva becaria que, realmente, tampoco sabía como exteriorizar todas las dudas que la asaltaban al pensar en ese gran mapa del merodeador que Riley tenía en mente.
Carraspeó levemente y se colocó los mechones de pelo que asaltaban su rostro detrás de las orejas, en un gesto que denotaba que la joven intentaba concentrarse —Es decir, siempre será más segura que la tecnología en un proyecto así, pero... Bueno, no lo sé, también estoy hablando desde el desconocimiento— musitó, haciendo gala de su modestia —¿Qué tienes en mente exactamente?— preguntó, abrazando contra su pecho la carpeta que le había entregado Riley momentos antes —En cuanto a... A funcionamiento y a seguridad, me refiero. Al final, si alguien quiere saltarse las normas o engañar un sistema de seguridad, podrá hacerlo— se encogió de hombros. Alzó la mirada hacia Riley cuando una pregunta más importante la asaltó, algo que la llenó de preocupación —Si se instaura este proyecto... ¿Se va a informar a los ciudadanos? ¿O se les va a controlar sin que lo sepan?— preguntó, tratando de mantener un tono neutro —Perdona, estoy haciendo muchas preguntas, pero... Es que me muero de curiosidad— añadió, con un deje de timidez.
Asiento y me quedo pensativo durante unos segundos con los labios fruncidos pues nada es infalible, pero no he encontrado un solo hechizo que pudiese engañar la teoría del mapa, así como ninguna historia que dijera que el primero tenía fallas... Para mí es una maldita obra de arte y me gustaría viajar unos cuántos siglos atrás para estrecharle la mano a esos cuatro genios, darles las gracias por la idea y asegurarles de que igualmente tendrían crédito pese a que voy a mejorar lo que hicieron, el mensaje de apertura será el mismo sin duda - Creo que esa será tu primera tarea, deberás encontrar una forma de engañar al mapa ¿Crees que puedas hacerlo? - aunque no estoy seguro de qué es exactamente lo que sabe hacer - Una vez identificadas las fallas podremos arreglarlo.
Tomo una de las computadoras portátiles de la mesa de atrás mientras ésta habla aunque en realidad solo lo uso de excusa para ocultar mi rostro. Esas no son decisiones que me correspondan y si algo he comprendido de cómo funcionarán las cosas de ahora en adelante, estoy casi seguro de que nos harán firmar un contrato de confidencialidad o algo así. A mí no me gustaría que me controlen sin saberlo, pero la realidad es que estamos en una dictadura y la opinión de las personas no importa mucho en éstas cosas.
- Eso es algo que decidirán los políticos - respondo con una sonrisa triste. Si me pongo a pensar terminaré por arrepentirme y no es lo que quiero, la idea es dejar volar la imaginación sin pensar demasiado en las consecuencias, solo ser efectivo en mi trabajo, tener en clara la meta personal y no mirar más allá - ¿Qué tal si comenzamos con una demostración de tus habilidades? Así sé que puedo pedirte y qué no...
Tomo una de las computadoras portátiles de la mesa de atrás mientras ésta habla aunque en realidad solo lo uso de excusa para ocultar mi rostro. Esas no son decisiones que me correspondan y si algo he comprendido de cómo funcionarán las cosas de ahora en adelante, estoy casi seguro de que nos harán firmar un contrato de confidencialidad o algo así. A mí no me gustaría que me controlen sin saberlo, pero la realidad es que estamos en una dictadura y la opinión de las personas no importa mucho en éstas cosas.
- Eso es algo que decidirán los políticos - respondo con una sonrisa triste. Si me pongo a pensar terminaré por arrepentirme y no es lo que quiero, la idea es dejar volar la imaginación sin pensar demasiado en las consecuencias, solo ser efectivo en mi trabajo, tener en clara la meta personal y no mirar más allá - ¿Qué tal si comenzamos con una demostración de tus habilidades? Así sé que puedo pedirte y qué no...
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Lyra abrió mucho los ojos mientras una sonrisa valiente ocupaba sus labios. Si había algo que le gustaba a la rubia, era un reto. Adoraba la sensación del desafío, la competición. De poner a prueba su intelecto. Y ese no era un desafío cualquiera, era una prueba del mundo adulto, del mundo real. De su nuevo tutor de prácticas, una forma de mostrar de qué era capaz. Y no era un reto fácil, de eso Lyra era más que consciente —Si tiene algún fallo, podré encontrarlo— dijo, con seguridad en su tono. Confiaba en su capacidad y, por encima de todo, desprendía puras ganas de aprender. Y una parte de ella deseaba que Riley lo percibiera.
"Eso es algo que decidirán los políticos". No le gustó nada esa respuesta, pero tampoco supo como reaccionar. Porque su tutor no parecía querer afrontar lo que aquello significaba o, como mínimo, no lo estaba verbalizando. Era algo peligroso. Los políticos no decidirían en función de lo que era bueno para la gente, decidirían en función de lo que era bueno para ellos. Como hacían siempre. Lyra presionó ambos labios, callándose las palabras de indignación que todo aquello le causaba. Pensó que cuando viera el proyecto también podría opinar mejor, y si terminaba cogiendo confianza con Riley tal vez era una conversación que podrían tener en un futuro.
Miró cómo tomaba un ordenador portátil y alzó ambas cejas cuando le dijo que harían una prueba para ver qué sabía hacer y qué tipo de tareas le podía pedir —De acuerdo— dijo, con seguridad, mirándole a los ojos. Lyra tenía ganas de demostrar que valía para este sector, la verdad. Tal vez solamente hubiera empezado a especializarse en el Royal, pero había vivido rodeada de tecnlogía y magia desde que tenía memoria, y en su casa había más ordenadores que electrodomésticos normales —¿Qué quieres que haga?— preguntó, cruzándose de brazos.
"Eso es algo que decidirán los políticos". No le gustó nada esa respuesta, pero tampoco supo como reaccionar. Porque su tutor no parecía querer afrontar lo que aquello significaba o, como mínimo, no lo estaba verbalizando. Era algo peligroso. Los políticos no decidirían en función de lo que era bueno para la gente, decidirían en función de lo que era bueno para ellos. Como hacían siempre. Lyra presionó ambos labios, callándose las palabras de indignación que todo aquello le causaba. Pensó que cuando viera el proyecto también podría opinar mejor, y si terminaba cogiendo confianza con Riley tal vez era una conversación que podrían tener en un futuro.
Miró cómo tomaba un ordenador portátil y alzó ambas cejas cuando le dijo que harían una prueba para ver qué sabía hacer y qué tipo de tareas le podía pedir —De acuerdo— dijo, con seguridad, mirándole a los ojos. Lyra tenía ganas de demostrar que valía para este sector, la verdad. Tal vez solamente hubiera empezado a especializarse en el Royal, pero había vivido rodeada de tecnlogía y magia desde que tenía memoria, y en su casa había más ordenadores que electrodomésticos normales —¿Qué quieres que haga?— preguntó, cruzándose de brazos.
Me agrada la seguridad que tiene en ella misma, ya me habría gustado ser como ella a su edad pero de haberme encontrado en esa situación probablemente habría salido corriendo e la habitación solo para volver días después con el problema solucionado, pero para ese entonces sería demasiado tarde y mi lugar ya lo tendría otra persona. Por suerte eso ha quedado atrás, así como la arrogancia sin sentido que experimenté en mi peor momento, he encontrado el balance y Lyra parece estar en sintonía con él.
Aprieto fuerte los labios cuando no dice nada más respecto al dilema moral que presenta el proyecto. Quiero hacerlo porque es una locura ambiciosa, por mi amor por la ciencia y mi hambre de mejorar, pero el mundo está dividido en dos bandos y debo elegir para quién trabajar... ¿Acaso podría hacer esto en favor a los rebeldes? Sí pero no quiero hacerlo porque no comparto sus ideas y creo que lo que han hecho con un ícono de Neopanem como es el ministerio es imperdonable, eso me deja en el otro bando por descarte.
Sonrío cuando pregunta pues es señal de que puede hacer lo que sea, de otra forma se habría aferrado a lo conocido para intentar soprenderme con eso como quien prepara un tema específico para dar un examen oral en el Royal - Veamos - pienso en voz alta con lo dedos en mi barbilla. Podría pedirle algo relacionado con le proyecto pero no sé exactamente qué. Programar parte del mapa será sencillo y aun debo resolver algunas cosas para aplicar la magia a ellos - En mi teléfono tengo fotografías de bocetos que he hecho a mano en casa, consíguelos - pido con una sonrisa desafiante - Claro que mi teléfono permanecerá en mi bolsillo... Oh e ignora las fotos de mi elfina doméstica en el jardín, le gusta posar y yo no puedo resistirme a sus pedidos - advierto recordando que tengo algunas fotos de Amanita luciendo más feliz de lo que debería para ser una sirviente.
Aprieto fuerte los labios cuando no dice nada más respecto al dilema moral que presenta el proyecto. Quiero hacerlo porque es una locura ambiciosa, por mi amor por la ciencia y mi hambre de mejorar, pero el mundo está dividido en dos bandos y debo elegir para quién trabajar... ¿Acaso podría hacer esto en favor a los rebeldes? Sí pero no quiero hacerlo porque no comparto sus ideas y creo que lo que han hecho con un ícono de Neopanem como es el ministerio es imperdonable, eso me deja en el otro bando por descarte.
Sonrío cuando pregunta pues es señal de que puede hacer lo que sea, de otra forma se habría aferrado a lo conocido para intentar soprenderme con eso como quien prepara un tema específico para dar un examen oral en el Royal - Veamos - pienso en voz alta con lo dedos en mi barbilla. Podría pedirle algo relacionado con le proyecto pero no sé exactamente qué. Programar parte del mapa será sencillo y aun debo resolver algunas cosas para aplicar la magia a ellos - En mi teléfono tengo fotografías de bocetos que he hecho a mano en casa, consíguelos - pido con una sonrisa desafiante - Claro que mi teléfono permanecerá en mi bolsillo... Oh e ignora las fotos de mi elfina doméstica en el jardín, le gusta posar y yo no puedo resistirme a sus pedidos - advierto recordando que tengo algunas fotos de Amanita luciendo más feliz de lo que debería para ser una sirviente.
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Le miró a los ojos, seria y empezando a concentrarse, cuando Riley le dio las instrucciones sobre lo que quería que hiciera. Porque no le había puesto un reto fácil. Pero tampoco uno que a rubia considerara imposible de alcanzar. Encendió el portátil con rapidez y dejó su varita al lado del aparato, mientras su cerebro trabajaba a mil por hora planeando cómo actuar —No estoy tomando hackeo como optativa en el Royal, pero soy autodidacta— le dijo, bromeando, porque claramente aprender a hackear no era algo que se enseñara en el colegio.
Con el ordenador en marcha, Lyra se centró en el aparato. En el proceso que tenía que seguir. Lo primero que hizo, con la varita levantada, fue musitar un hechizo que había escuchado a mis padres usar alguna vez. En teoría creaba un bloqueador de señal en la habitación en la que se encontraba el conjurador del hechizo, lo cual limitaba bastante la búsqueda de dispositivos electrónicos que Lyra tendría que llevar a cabo. No era un paso imprescindible, pero tampoco quería hacer esperar a su tutor más de la cuenta, y la joven siempre había destacado por ser una persona eficiente y resolutivo en sus tareas académicas, estudios y... Bueno, y en la vida en general.
Una vez limitada la señal, Lyra usó el portátil para localizar todos los dispositivos electrónicos que se encontraban en la red en ese mismo momento. Había bastantes en esa sala, pero no muchos eran dispositivos móviles, y Lyra no tardó en localizar el de Riley y conectarse a él desde el ordenador. Miró a su tutor con una pequeña sonrisa —No me lo has puesto muy difícil— bromeó, al ver que tampoco había tanta seguridad para tener acceso al dispositivo móvil. Y, la que había, Lyra la pudo pasar tras unos minutos de códigos y programación. Colocó un mechón de pelo detrás de su oreja, pero terminó recogiendo su pelo en alto para no distraerse, en una coleta. Al cabo de un rato, estuvo dentro. Una pequeña sonrisa ocupó su rostro, pero no quiso cantar victoria. Siguió trabajando hasta que, por fin, dio con la galería. No pudo evitar mirar las fotos de la elfa, que era bastante adorable, y tras unos minutos localizó las de los bocetos.
Lejos de querer decírselo, sin embargo, se quedó observando los bocetos con cierta admiración. Era interesante. Peligroso, escalofriante en lo que a lo político y social respectaba, pero admirable. Al cabo de unos minutos se dio cuenta de que no estaba diciendo nada y levantó la vista hasta su tutor —Tiene buena pinta. Es muy interesante— dijo, con total sinceridad.
Con el ordenador en marcha, Lyra se centró en el aparato. En el proceso que tenía que seguir. Lo primero que hizo, con la varita levantada, fue musitar un hechizo que había escuchado a mis padres usar alguna vez. En teoría creaba un bloqueador de señal en la habitación en la que se encontraba el conjurador del hechizo, lo cual limitaba bastante la búsqueda de dispositivos electrónicos que Lyra tendría que llevar a cabo. No era un paso imprescindible, pero tampoco quería hacer esperar a su tutor más de la cuenta, y la joven siempre había destacado por ser una persona eficiente y resolutivo en sus tareas académicas, estudios y... Bueno, y en la vida en general.
Una vez limitada la señal, Lyra usó el portátil para localizar todos los dispositivos electrónicos que se encontraban en la red en ese mismo momento. Había bastantes en esa sala, pero no muchos eran dispositivos móviles, y Lyra no tardó en localizar el de Riley y conectarse a él desde el ordenador. Miró a su tutor con una pequeña sonrisa —No me lo has puesto muy difícil— bromeó, al ver que tampoco había tanta seguridad para tener acceso al dispositivo móvil. Y, la que había, Lyra la pudo pasar tras unos minutos de códigos y programación. Colocó un mechón de pelo detrás de su oreja, pero terminó recogiendo su pelo en alto para no distraerse, en una coleta. Al cabo de un rato, estuvo dentro. Una pequeña sonrisa ocupó su rostro, pero no quiso cantar victoria. Siguió trabajando hasta que, por fin, dio con la galería. No pudo evitar mirar las fotos de la elfa, que era bastante adorable, y tras unos minutos localizó las de los bocetos.
Lejos de querer decírselo, sin embargo, se quedó observando los bocetos con cierta admiración. Era interesante. Peligroso, escalofriante en lo que a lo político y social respectaba, pero admirable. Al cabo de unos minutos se dio cuenta de que no estaba diciendo nada y levantó la vista hasta su tutor —Tiene buena pinta. Es muy interesante— dijo, con total sinceridad.
Se me escapa una risa pues de querer a alguien que sepa lo que enseñan en el Royal habría tomado a un estudiante al azar del montón. Lo que aprendemos fuera es lo que realmente importa, lo que nos saca del libro y nos pone en una competencia diferente a la que están los demás, sino no somos más que un producto de impresión creado bajo el mismo molde... La ciencia es bastante objetiva así que a excepción de distintos métodos, más o menos todos podemos ofrecer lo mismo. A no ser que aprendamos cosas distintas por nuestra cuenta, como hackear, por ejemplo. Así que quedo encantado cuando Lyra asegura que puede hacerlo, con eso me confirma que no es más una más del montón y espero tenerla trabajando aquí cuando complete la condena obligatoria que significa la escuela.
Escucho como murmura un hechizo que supongo que es para aislar la señal más cercana y mientras espero voy por una taza de café. En realidad disfruto bastante del papel de espectador, me hace sentir como un profesor esperando a que su alumna entregue el examen. Me cruzo de brazos, paseo por la habitación, hasta me gustaría poder acomodarme los lentes pero desgraciadamente no uso... cosa extraña ya que me he pasado la vida forzando al vista, pero supongo que es de las pocas buenas cosas que me heredaron mis padres a parte del dinero.
Me deslizo detrás de ella y observo el código satisfecho con lo que hace. Hackear es una obra de arte y ahora mismo ella está en pleno proceso creativo... Me pregunto qué podríamos hacer de proponérnoslo. De seguro no infiltrarnos en las cámaras para grabar un atentado como se ha hecho recientemente, pero quizás sí poner algún video gracioso en todas las grandes pantallas del centro del Capitolio - No soy un hombre de secretos, no hay mucho que ocultar - en realidad sí, tengo una aplicación que me ayuda a llevar el conteo de mi sobriedad y me pongo pálido al recordarla, pero no tiene por qué entrar allí si se concentra en la galería.
Luego de una cantidad de tiempo cuyo conteo perdí en absoluto, hace los primeros comentarios sobre los bocetos así que voy detrás de ella con una sonrisa para observarlos también. Es un caos en lápiz pero así comienzan todas las grandes ideas, me gusta más esa expresión ya que es la primera y no los informes que tengo que preparar para mis superiores... Pero éstos últimos son innegablemente más fácil de entender para el que no está familiarizado con el tema - ¿Qué dices entonces? ¿Cuento contigo para éste gran proyecto? Por cierto, tienes trabajo asegurado para cuando termines la carrera, si el ministerio no quiere contratarte o decides no trabajar aquí montaré una mini empresa, lo que se, pero debemos trabajar juntos - dejo salir con media sonrisa, quizás es medio en broma pero ¿Por qué no?
Escucho como murmura un hechizo que supongo que es para aislar la señal más cercana y mientras espero voy por una taza de café. En realidad disfruto bastante del papel de espectador, me hace sentir como un profesor esperando a que su alumna entregue el examen. Me cruzo de brazos, paseo por la habitación, hasta me gustaría poder acomodarme los lentes pero desgraciadamente no uso... cosa extraña ya que me he pasado la vida forzando al vista, pero supongo que es de las pocas buenas cosas que me heredaron mis padres a parte del dinero.
Me deslizo detrás de ella y observo el código satisfecho con lo que hace. Hackear es una obra de arte y ahora mismo ella está en pleno proceso creativo... Me pregunto qué podríamos hacer de proponérnoslo. De seguro no infiltrarnos en las cámaras para grabar un atentado como se ha hecho recientemente, pero quizás sí poner algún video gracioso en todas las grandes pantallas del centro del Capitolio - No soy un hombre de secretos, no hay mucho que ocultar - en realidad sí, tengo una aplicación que me ayuda a llevar el conteo de mi sobriedad y me pongo pálido al recordarla, pero no tiene por qué entrar allí si se concentra en la galería.
Luego de una cantidad de tiempo cuyo conteo perdí en absoluto, hace los primeros comentarios sobre los bocetos así que voy detrás de ella con una sonrisa para observarlos también. Es un caos en lápiz pero así comienzan todas las grandes ideas, me gusta más esa expresión ya que es la primera y no los informes que tengo que preparar para mis superiores... Pero éstos últimos son innegablemente más fácil de entender para el que no está familiarizado con el tema - ¿Qué dices entonces? ¿Cuento contigo para éste gran proyecto? Por cierto, tienes trabajo asegurado para cuando termines la carrera, si el ministerio no quiere contratarte o decides no trabajar aquí montaré una mini empresa, lo que se, pero debemos trabajar juntos - dejo salir con media sonrisa, quizás es medio en broma pero ¿Por qué no?
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¿Podía contar con ella? No era una pregunta fácil, no para una mente inquieta llena de ideas, preguntas y posibilidades como era la de Lyra. Empezó a pensar, queriendo dar una respuesta rápida, sonando segura, pero habiendo valorado todas las opciones y, lo más importante, todo lo que podía conllevar ese proyecto. Porque no eran solamente unas prácticas, no era empezar a ser una especie de aprendiz de Riley, era embarcar-se en una idea que podía ser tan poderosa como peligrosa.
Lyra tenía grandes aspiraciones. Quería cambiar la sociedad, como quiere hacerlo todo el mundo a los dieciocho años, pero le quedaba extremadamente lejos. No tenía recursos, no tenía los medios, no sabía qué hacer para realizar tareas con peso o con consecuencias reales en favor de la causa. Hablar con su prima y formarse ideológicamente había valido durante los primeros meses de su cambio de mentalidad, pero ahora ya no era suficiente. Lyra necesitaba más, necesitaba actuar. Y, sin embargo, Lyra era una persona práctica. Y el futuro actuando por la causa, por la sociedad, no era tangible, no era real. Todavía. Pero la oferta de Riley sí lo era. Y tal vez en un futuro, si conseguía entrar en contacto con gente con poder real de actuar, podía usar ese proyecto, podía aprovechar lo aprendido.
Pero, hasta entonces, quedarse con Riley a empaparse de experiencia era la mejor opción para ella. Así que levantó la mirada hacia su tutor y dejó que una sonrisa ocupara sus labios —Cuenta conmigo, sí. Por favor. Me encantaría, es... Bueno, estoy segura de que podré aprender muchísimo— dijo, sincera, pues eso era muy cierto —Y me halagas... Espero que no cambies de idea cuando me vayas conociendo mejor. Pero por ahora a mí me encantaría quedarme. O trabajar contigo. Lo que sea— concluyó, con una sonrisa amable.
Lyra tenía grandes aspiraciones. Quería cambiar la sociedad, como quiere hacerlo todo el mundo a los dieciocho años, pero le quedaba extremadamente lejos. No tenía recursos, no tenía los medios, no sabía qué hacer para realizar tareas con peso o con consecuencias reales en favor de la causa. Hablar con su prima y formarse ideológicamente había valido durante los primeros meses de su cambio de mentalidad, pero ahora ya no era suficiente. Lyra necesitaba más, necesitaba actuar. Y, sin embargo, Lyra era una persona práctica. Y el futuro actuando por la causa, por la sociedad, no era tangible, no era real. Todavía. Pero la oferta de Riley sí lo era. Y tal vez en un futuro, si conseguía entrar en contacto con gente con poder real de actuar, podía usar ese proyecto, podía aprovechar lo aprendido.
Pero, hasta entonces, quedarse con Riley a empaparse de experiencia era la mejor opción para ella. Así que levantó la mirada hacia su tutor y dejó que una sonrisa ocupara sus labios —Cuenta conmigo, sí. Por favor. Me encantaría, es... Bueno, estoy segura de que podré aprender muchísimo— dijo, sincera, pues eso era muy cierto —Y me halagas... Espero que no cambies de idea cuando me vayas conociendo mejor. Pero por ahora a mí me encantaría quedarme. O trabajar contigo. Lo que sea— concluyó, con una sonrisa amable.
Sonrío cuando acepta y presiono el puño a un costado a modo de festejo. Eso abre todo un nuevo horizonte ya que no solo tendré ayuda en el laboratorio y me ahorraré el estar solo, sino que también podré enseñarle y hay un montón de cosas que podría transmitirle... Primero debo ponerlas en orden, enfocarme en los temas que resultarán de ayuda para el proyecto y luego abocarme a los demás ¿Seré un buen profesor? Lo más cerca que estuve de algo así es aquella vez en el Royal en el que intenté explicar a mi grupo como hacer correctamente el proyecto de ciencias, pero ninguno me escuchó así que dudo que en realidad cuente.
- Si hay alguien que se arrepentirá al conocer mejor a la otra persona, esa serás tú - bromeo de brazos cruzados. Quizás en otra época, pero ahora no hay nada de qué temer. Creo que puedo afirmar con seguridad que genero un ambiente, quizás poco ortodoxo, pero ameno de trabajo y no tendrá que lidiar con más de lo que espera - Bueno, entonces manos a la obra que no nos pagan por hora - en realidad sí pero lo escuché en una película y me gustó la frase.
Tomo algunas de las cosas que están de más sobre la mesa central y las acomodo con cuidado sobre uno de los rincones. Creo que de momento será mejor concentrarnos en la computadora así que tomo una para mí y conecto la pantalla a la mayor y hago lo mismo con la de ella - Comenzaremos con el código ¿De acuerdo? - mientras tanto hago que en una pantalla central aparezca el plano del ministerio, planta por planta, para que podamos verlo ambos - Yo trabajaré con el subsuelo, tú puedes comenzar por la planta baja - ordeno con voz suave. La planta baja es más complicada, es el terreno de Silas y no me sorprendería que lo tenga protegido con montones de hechizos, ella es así.
-Si tienes dudas sobre algo siéntete libre de preguntar, la única pregunta tonta es la que no se hace - repito eso que decían mis profesores hace muchos años atrás.
- Si hay alguien que se arrepentirá al conocer mejor a la otra persona, esa serás tú - bromeo de brazos cruzados. Quizás en otra época, pero ahora no hay nada de qué temer. Creo que puedo afirmar con seguridad que genero un ambiente, quizás poco ortodoxo, pero ameno de trabajo y no tendrá que lidiar con más de lo que espera - Bueno, entonces manos a la obra que no nos pagan por hora - en realidad sí pero lo escuché en una película y me gustó la frase.
Tomo algunas de las cosas que están de más sobre la mesa central y las acomodo con cuidado sobre uno de los rincones. Creo que de momento será mejor concentrarnos en la computadora así que tomo una para mí y conecto la pantalla a la mayor y hago lo mismo con la de ella - Comenzaremos con el código ¿De acuerdo? - mientras tanto hago que en una pantalla central aparezca el plano del ministerio, planta por planta, para que podamos verlo ambos - Yo trabajaré con el subsuelo, tú puedes comenzar por la planta baja - ordeno con voz suave. La planta baja es más complicada, es el terreno de Silas y no me sorprendería que lo tenga protegido con montones de hechizos, ella es así.
-Si tienes dudas sobre algo siéntete libre de preguntar, la única pregunta tonta es la que no se hace - repito eso que decían mis profesores hace muchos años atrás.
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