OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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The Mighty Fall
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Phoenix D. Langdon
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Syver A. Nygaard
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The Mighty Fall
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The Mighty Fall
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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El 14 no difiere mucho de mi habitual vida en el distrito seis, excepto por la nieve. Poca comida, pocos recursos, gente siempre enfadada, lo habitual. Algunos han hecho expediciones para intentar conseguir cosas pero sin mucho éxito, los viajes son bastante largos de aquí al distrito más cercano así que muchas veces ni siquiera llevan los recursos suficientes para poder llegar y tienen que regresarse, especialmente desde que la nieve cubre gran parte del camino que nos aleja de la civilización. De todas formas, algunas de esas expediciones han tenido éxito, al menos el suficiente para que pudieran traer algunos libros que leer, chucherías y sobre todo, prensa y revistas que Echo parece estar coleccionando, para saber que pasa en el exterior y si los han olvidado. A mi nadie me busca así que no espero que nada en esas páginas cambie de los habituales anuncios sobre capturas de personas y juegos nuevos y famosos con novia. Excepto cuando por accidente, alguien trae un puñado de revistas del corazón. Siempre las robaba de los bares cuando nadie miraba. Son mi adicción. - MÍAS, MÍAS - Las agarro todas, incluso con los dientes y luego huyo a lo lejos hasta que nadie puede alcanzarme. Igualmente nadie me persigue porque a nadie más que a mi parecen interesarle.
Dejo todas las revistas debajo de mi cama y voy sacándolas una por una en orden de ediciones para leerlas. Muchas de ellas son bastante viejas así que me cuesta meses dejar las noticias de los Black atrás y encontrar una del nuevo gobierno y donde además sale Ben. - ¿BEN? - Me quedo patidifusa en mi sitio. Lo capturaron en el bosque hace mucho tiempo, casi había olvidado su existencia porque todos le habían dado por muerto. Pero no está muerto. Está ahí. En la revista. Parado detrás del hijo de la ministra. ¿Cómo era que se llamaba? Da igual, está entre mi lista de los 10 chicos de mi edad a los que me tiraría si tuviera la oportunidad. Pero ahora mismo eso da igual. ¡Acabo de encontrar a Ben! ¡Al ben que habíamos dado por muerto!
- SOOOOPHIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA - Chillo su nombre por todo el distrito mientras la busco corriendo de un lado para otro y metiéndome en casa ajenas de las cuales me echan porque están haciendo cosas privadas (como si aquí hubiera algo privado); finalmente doy con ella cerca de la plaza mientras juega con Gigi, quien se ha pegado un estirón monumental los últimos meses y ya no parece hacerle tanta gracia lo de ponerse a jugar. Hemos conseguido un sustituto de una pelota para que la recoja, pero desde que Ben se fue, no está de humor. - Tienes que ver esto. Te vas a querer morir. Cuando lo vi no lo reconocí, está super cambiado; es increíble lo que cambia la gente cuando se baña. Y se peina. Y lleva ropa de ricos. Además creo que se ha cortado el pelo - Farfullo eso último pegando mi nariz a la revista a ver si consigo ver hasta cuantas pecas le desaparecieron desde la última vez que le vi. - Pero dios, está super mono. Ahora sí que voy a violarlo cuando vuelva. Le esperaré desnuda sobre su cama, incluso. - Empiezo a fangirlear en extremo, moviendo mis manos exageradamente y hablando muy rápido sin llegar a mostrarle la revista, porque repentinamente se me ha olvidado que ella no va a entender de que le hablo, si no ve la fotografía.
Espera un momento. Si está bien, ¿por qué no ha vuelto? Estúpido. ¡Me teñí de peli roja por él y él se lo perdió! - Ha estado de juerga todo el tiempo. Le odio. Lo voy a violar, pero después, le odiaré. - Cuando veo la cara de Sophia que no se está enterando de que diablos hablo, le estampo la fotografía en la cara donde sale la familia del gobierno junto a todos sus sirvientes, en donde además, se puede ver a Ben claramente justo a la izquierda de Seth pero varios pasos por detrás. - ¡Está vivo!
Dejo todas las revistas debajo de mi cama y voy sacándolas una por una en orden de ediciones para leerlas. Muchas de ellas son bastante viejas así que me cuesta meses dejar las noticias de los Black atrás y encontrar una del nuevo gobierno y donde además sale Ben. - ¿BEN? - Me quedo patidifusa en mi sitio. Lo capturaron en el bosque hace mucho tiempo, casi había olvidado su existencia porque todos le habían dado por muerto. Pero no está muerto. Está ahí. En la revista. Parado detrás del hijo de la ministra. ¿Cómo era que se llamaba? Da igual, está entre mi lista de los 10 chicos de mi edad a los que me tiraría si tuviera la oportunidad. Pero ahora mismo eso da igual. ¡Acabo de encontrar a Ben! ¡Al ben que habíamos dado por muerto!
- SOOOOPHIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA - Chillo su nombre por todo el distrito mientras la busco corriendo de un lado para otro y metiéndome en casa ajenas de las cuales me echan porque están haciendo cosas privadas (como si aquí hubiera algo privado); finalmente doy con ella cerca de la plaza mientras juega con Gigi, quien se ha pegado un estirón monumental los últimos meses y ya no parece hacerle tanta gracia lo de ponerse a jugar. Hemos conseguido un sustituto de una pelota para que la recoja, pero desde que Ben se fue, no está de humor. - Tienes que ver esto. Te vas a querer morir. Cuando lo vi no lo reconocí, está super cambiado; es increíble lo que cambia la gente cuando se baña. Y se peina. Y lleva ropa de ricos. Además creo que se ha cortado el pelo - Farfullo eso último pegando mi nariz a la revista a ver si consigo ver hasta cuantas pecas le desaparecieron desde la última vez que le vi. - Pero dios, está super mono. Ahora sí que voy a violarlo cuando vuelva. Le esperaré desnuda sobre su cama, incluso. - Empiezo a fangirlear en extremo, moviendo mis manos exageradamente y hablando muy rápido sin llegar a mostrarle la revista, porque repentinamente se me ha olvidado que ella no va a entender de que le hablo, si no ve la fotografía.
Espera un momento. Si está bien, ¿por qué no ha vuelto? Estúpido. ¡Me teñí de peli roja por él y él se lo perdió! - Ha estado de juerga todo el tiempo. Le odio. Lo voy a violar, pero después, le odiaré. - Cuando veo la cara de Sophia que no se está enterando de que diablos hablo, le estampo la fotografía en la cara donde sale la familia del gobierno junto a todos sus sirvientes, en donde además, se puede ver a Ben claramente justo a la izquierda de Seth pero varios pasos por detrás. - ¡Está vivo!
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La vida es muy aburrida aquí. O tranquila. No sé bien cómo describirla. Tranquila es genial, aburrida no tanto. Todos tienen ocupaciones diversas, papá, Arleth, Echo, mantienen el orden. Yo en cambio busco en qué rayos ocuparme todos los minutos de todas las horas del día. Tenemos que ayudar, obviamente, pero aún así, cuando no estamos ayudando no encuentro mucho qué hacer, menos si Ben no está. Además, todas las mañanas son iguales desde hace unas semanas. Despertar. Morir de frío. Cambiarme de cama a donde está mi papá y quedarme dormida. Cuando despierto, un poco más tarde, él ya no está y yo tengo casi todo el día libre, salvo por pequeños labores que tengo que hacer del diario. En sí, desde que llegaron más adultos no tenemos mucho por lo que ver. Mi papá tampoco me deja salir ya a buscar casi nada, más desde que pasó lo de Ben. Me siento un poco responsable por ello, digo, pude haber hecho algo, aunque probablemente me hubieran llevado a mí también y todo estaría peor. Casi todos lo dan por muerto, excepto el señor Franco, claro. Yo tampoco quería pensar lo peor, y por un tiempo me convencí de que en cualquier momento llegaría de vuelta o algo por el estilo, pero ha pasado tanto que yo ya no quiero tener expectativas y luego decepcionarme, sólo espero que... Ya no sé qué esperar.
Soy como una oruga andante envuelta en una manta gigante acolchadita que encontró mi papá un día por ahí. Hace frío y eso me hace querer dormir, pero sólo me quedo acostada un rato, después del cual tengo que levantarme y vestirme. Como tengo flojera me pongo lo primero que encuentro, un suéter y un gorro de frío sólo para no peinarme. Me he de ver espantosa pero a nadie parecen importarle las apariencias aquí. Lo más que podría pasar es que Cale se burlara de mí por mi aspecto, pero como a él le importa menos que a nadie dudo que pase, y si pasara, sería en su cabeza.
Toda la mañana es de lo más tranquila. O al menos era de lo más tranquila hasta que la voz de Eowyn resuena por todas partes mientras grita mi nombre. Cuando recién la conocí creí que era muy fastidiosa a propósito, ahora, lo sigo pensando pero al menos sé que es porque ella es así, lo que lo hace tolerable, y a veces, sólo a veces, gracioso. Casi nunca. Nop, definitivamente son muy escasas ocasiones, y puedo confirmarlo porque llega como loca histérica a gritar de forma desquiciada mil cosas que no entiendo mientras zangolotea una revista de una lado a otro. Dice cosas sin sentido y sólo puedo replicarle en su mismo tono para que me preste atención. Comienza a decir cosas acerca de querer violar a alguien y sólo puedo imaginarme que se encontró con una foto de un tipo muy bueno en una de sus revistas. - ¡Eowyn! ¿De qué carajo estás hablando? - Al final parece comprender y me pone la revista en la cara. La tengo que sostener para que no se caiga y cuando por fin le presto atención y miro la fotografía mis ojos no le creen. Entonces, y sólo por un momento comienzo a gritar al mismo tiempo que ella y por segundos sólo se escuchan nuestros chillidos, uno después del otro. ¡Ben está vivo! Y lo mejor es que está con Seth. ¡Seth! Oh Dios Mío, no puedo creerlo. Esto es muy bueno. Estoy tan feliz que tengo el impulso de abrazar a Eowyn por un micro segundo y brincar. Claro que luego me separo y finjo que he pasado a tropezarme. Carraspeo un poco y luego la miro, ya más tranquila. - ¿Dónde encontraste esto? ¿Hace cuánto lo tienes? ¿De cuándo es? - No puedo creer que siga vivo. Nadie lo va a creer. Es muy bueno para ser cierto.
Soy como una oruga andante envuelta en una manta gigante acolchadita que encontró mi papá un día por ahí. Hace frío y eso me hace querer dormir, pero sólo me quedo acostada un rato, después del cual tengo que levantarme y vestirme. Como tengo flojera me pongo lo primero que encuentro, un suéter y un gorro de frío sólo para no peinarme. Me he de ver espantosa pero a nadie parecen importarle las apariencias aquí. Lo más que podría pasar es que Cale se burlara de mí por mi aspecto, pero como a él le importa menos que a nadie dudo que pase, y si pasara, sería en su cabeza.
Toda la mañana es de lo más tranquila. O al menos era de lo más tranquila hasta que la voz de Eowyn resuena por todas partes mientras grita mi nombre. Cuando recién la conocí creí que era muy fastidiosa a propósito, ahora, lo sigo pensando pero al menos sé que es porque ella es así, lo que lo hace tolerable, y a veces, sólo a veces, gracioso. Casi nunca. Nop, definitivamente son muy escasas ocasiones, y puedo confirmarlo porque llega como loca histérica a gritar de forma desquiciada mil cosas que no entiendo mientras zangolotea una revista de una lado a otro. Dice cosas sin sentido y sólo puedo replicarle en su mismo tono para que me preste atención. Comienza a decir cosas acerca de querer violar a alguien y sólo puedo imaginarme que se encontró con una foto de un tipo muy bueno en una de sus revistas. - ¡Eowyn! ¿De qué carajo estás hablando? - Al final parece comprender y me pone la revista en la cara. La tengo que sostener para que no se caiga y cuando por fin le presto atención y miro la fotografía mis ojos no le creen. Entonces, y sólo por un momento comienzo a gritar al mismo tiempo que ella y por segundos sólo se escuchan nuestros chillidos, uno después del otro. ¡Ben está vivo! Y lo mejor es que está con Seth. ¡Seth! Oh Dios Mío, no puedo creerlo. Esto es muy bueno. Estoy tan feliz que tengo el impulso de abrazar a Eowyn por un micro segundo y brincar. Claro que luego me separo y finjo que he pasado a tropezarme. Carraspeo un poco y luego la miro, ya más tranquila. - ¿Dónde encontraste esto? ¿Hace cuánto lo tienes? ¿De cuándo es? - No puedo creer que siga vivo. Nadie lo va a creer. Es muy bueno para ser cierto.
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Incluso mientras todavía está procesando lo que he dicho sigo gritando hasta que finalmente sus gritos son tan audibles como los míos. Empezamos a volver loca a la perra que se pone a soltar gemidos raros como pidiéndonos que nos callemos, pero hace mucho tiempo que nos hemos perdido en la emoción de ver a muertos reviviendo. Yo estoy dispuesta a alargar el abrazo un poco más, por lo que le dejo mis manos encima incluso cuando carraspea separándose. La euforia eventualmente da paso a las preguntas. lo cual me hace encogerme de hombros. - No lo sé. Las trajeron hace meses. Esa la acabo de empezar hoy, ¡es casi la portada! - Aunque me las leí en orden, así que en alguna parte debe haber una fecha. Frunzo el entrecejo pensando en ello acercándome a ella bien y pegando mis pechos contra su brazo, mientras asomo mi cabeza por encima de su hombro y paso las páginas al azar. Finalmente en la portada hay un número pequeño que además, añade el mes. - Es de hace tres meses. - De repente, como si eso fuera una tragedia, retrocedo chillando.
Le arranco la revista de las manos y me quedo con la página abierta. - ¡NO PUEDE SER! - No sé cuantas veces repito esa palabra antes de darme cuenta de otra cosa, a la inicial. - uuh, mira. Un test sobre cual de los famosos se casará contigo. - No. Wait. Céntrate. - Es de hace tres meses. ¡Es de hace tres meses! ES LA ÚLTIMA REVISTA QUE ME QUEDA. ¡QUE VOY A HACER CON MI VIDA AHORA! NO quiero volver a intentar acosar a Caleeeeeee, creo que es gaaaaaay - Empiezo a lloriquear. Las revistas eran básicamente toda mi vida y es que en el catorce no hay mucho que hacer, excepto cuidar de bebes que duermen mucho y comer. Si sigo comiendo, voy a subir de peso y eso no puede ser. Hay un límite para que las curvas de una chica se consideren sexys. - ¡Por qué ese estúpido de Ben no ha vuelto! Es tan injusto. - Me pongo a pelear con la fotografía de Ben, evidentemente enfadada pero también muy dolida y triste (aunque lejos de que sea por lo que hizo, sigue siendo por mis revistas). - Aunque no me extraña, este lugar es horrendo. Ni siquiera pueden encontrar bragas decentes. ¡MIRA LAS QUE LLEVO! SON BRAGAS DE ABUELAAAA - Y sin ningún tipo de pudor, me levanto la falda para que las vea.
Le arranco la revista de las manos y me quedo con la página abierta. - ¡NO PUEDE SER! - No sé cuantas veces repito esa palabra antes de darme cuenta de otra cosa, a la inicial. - uuh, mira. Un test sobre cual de los famosos se casará contigo. - No. Wait. Céntrate. - Es de hace tres meses. ¡Es de hace tres meses! ES LA ÚLTIMA REVISTA QUE ME QUEDA. ¡QUE VOY A HACER CON MI VIDA AHORA! NO quiero volver a intentar acosar a Caleeeeeee, creo que es gaaaaaay - Empiezo a lloriquear. Las revistas eran básicamente toda mi vida y es que en el catorce no hay mucho que hacer, excepto cuidar de bebes que duermen mucho y comer. Si sigo comiendo, voy a subir de peso y eso no puede ser. Hay un límite para que las curvas de una chica se consideren sexys. - ¡Por qué ese estúpido de Ben no ha vuelto! Es tan injusto. - Me pongo a pelear con la fotografía de Ben, evidentemente enfadada pero también muy dolida y triste (aunque lejos de que sea por lo que hizo, sigue siendo por mis revistas). - Aunque no me extraña, este lugar es horrendo. Ni siquiera pueden encontrar bragas decentes. ¡MIRA LAS QUE LLEVO! SON BRAGAS DE ABUELAAAA - Y sin ningún tipo de pudor, me levanto la falda para que las vea.
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La emoción de ver a Ben vivo con Seth me hace ignorar la cercanía con Eowyn, cosa que antes me hubiera disgustado e hubiera evitado por completo. Gigi comienza a ladrarnos como para que nos callemos, pero por un momento estoy tan golpeada por la foto de la revista que no puedo evitar ponerme como eufórica junto a Eowyn. La fecha. Necesitamos la fecha. En letras pequeñas doradas aparece frente a nuestros ojos y es como si de repente cualquier emoción que hubiera tenido se desvaneciera. ¡¿Tres meses? Muchas cosas pasan en tres meses. Eso como si... es como si Ben estuviera vivo y muerto a la vez. Hace tres meses estaba con Seth, luego hay un espacio en blanco, ¿Ahora qué? ¿Estará bien? ¿Seguirá vivo? No creo que Seth haya dejado que nada malo le pase, son mejores amigos y fui él quien me llamó para advertirme y advertir a Ben. - Pero deben haber más, ¿No? Seguro ya trajeron otras con fotos nuevas. - Sueno un poco desesperada, tratando de convencerme de la existencia de más revistas así sin apartar la mirada de la imagen mas que un par de veces para mirar a Eowyn buscando que me diga o muestre algo más esperanzador.
Al final resulta que no hay otra revista, aunque a ella le sigue llamando la atención esta, por la que se la quito de las manos para ver la portada otra vez. Su comentario me hace levantar la cara para dedicarle una corta mirada entre gracia y desconcierto. - No creo que sea gay, al menos no lo... Espera, no. Eowyn, ¡Concéntrate! - Debería estar acostumbrada a este tipo de comentarios provenientes de ella, de todas formas, pobre Cale, pasando por ser gay. Honestamente no creo que lo sea... aunque, bueno, quién sabe, es una posibilidad. Ruedo los ojos ante sus palabras, seguro que Ben está pasando por un mal momento, claro que quiero que vuelva pero... ¿Cómo rayos se puede escapar habiendo salido en la portada de una revista? Todos lo reconocerían. Rayos. Sólo espero que ambos estén bien. - ¿Crees que esté bien? Digo, tiene que estarlo, pero... - Sus nuevas frases me sacan de la ensoñación en la que me veo metida sólo para encontrarme con una imagen que no pretendía ver nunca de los nuncas. Sus calzones. - ¿Pero qué demonios haces?! - En lo absoluto me interesa ver su ropa interior, aunque todas tengamos que usar el mismo tipo. - Mis ojitos se queman, cúbrete. - Exclamo mientras le bajo la falda. - Así no le vas a gustar a nadie, Eowyn. - Mi voz suena ofendida y mi mente está más lejos de la imagen dela revista que tanto la había atrapado segundos atrás.
Al final resulta que no hay otra revista, aunque a ella le sigue llamando la atención esta, por la que se la quito de las manos para ver la portada otra vez. Su comentario me hace levantar la cara para dedicarle una corta mirada entre gracia y desconcierto. - No creo que sea gay, al menos no lo... Espera, no. Eowyn, ¡Concéntrate! - Debería estar acostumbrada a este tipo de comentarios provenientes de ella, de todas formas, pobre Cale, pasando por ser gay. Honestamente no creo que lo sea... aunque, bueno, quién sabe, es una posibilidad. Ruedo los ojos ante sus palabras, seguro que Ben está pasando por un mal momento, claro que quiero que vuelva pero... ¿Cómo rayos se puede escapar habiendo salido en la portada de una revista? Todos lo reconocerían. Rayos. Sólo espero que ambos estén bien. - ¿Crees que esté bien? Digo, tiene que estarlo, pero... - Sus nuevas frases me sacan de la ensoñación en la que me veo metida sólo para encontrarme con una imagen que no pretendía ver nunca de los nuncas. Sus calzones. - ¿Pero qué demonios haces?! - En lo absoluto me interesa ver su ropa interior, aunque todas tengamos que usar el mismo tipo. - Mis ojitos se queman, cúbrete. - Exclamo mientras le bajo la falda. - Así no le vas a gustar a nadie, Eowyn. - Mi voz suena ofendida y mi mente está más lejos de la imagen dela revista que tanto la había atrapado segundos atrás.
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Me bajo la falda cuando se escandaliza porque me ve las braguitas, como si ella no tuviera que usar las mismas. - Esto no es nada sexy. Y es obvio que así no voy a gustarle a nadie, llevo mucha ropa encima. MUCHAAAAA. Pero hace frío - Acabo farfullando las palabras, a pesar de que he empezado gritando. El invierno es muy frustrante, a veces tengo frío hasta en la nariz y tengo que cubrirme. Es obvio que parezco una patata y a nadie la gustan las patatas. Bueno a mi me gustan las patatas pero nunca me tiraría a una patata. Acabo enfurruñada mientras mira la revista y vuelvo a asomar mi cabeza. Pasa las hojas tan rápido que ya no puedo distinguir que hay en el resto de las que no me he leído. - Espera, a ver si puedo hacer algo. - La cojo de nuevo en mis manos pero no hago nada más que el test que aparece de los famosos y con quien te casarás. Respondo con bastante rapidez porque me conozco lo sufiente como para identificar la respuesta a dos palabras de haber empezado a leerla. - ¿Que rayos es el quidditch? - Exclamo enfadada porque además no pone nombre, solo "Jugador de quidditch profesional" y yo lo quería con cara, foto, nombre, dirección y además cuenta bancaria. Ya que estamos pidiendo, pedimos en condiciones.
Bajo la revista con un golpe contra mis piernas a modo de enfado. - Ah si, lo importante. - Me pongo a caminar hacia la sala de reuniones del consejo que es donde Echo guarda sus papeles y entre esos, los periódicos que pide siempre y que traen estas revistas. - Podemos ir a ver. De todas formas creo que las revistas no les sirven. - Y si les sirven, me da igual. Me giro para hacerle un gesto para que me siga y luego, en vez de acercarme si quiera a la puerta de donde nos echarían a patadas si nos vieran, me asomo por una ventana. - No hay nadie. Corre. - Abro de par en par y me cuelo al interior, teniendo problemas al pasar mis caderas porque es un espacio bastante justo. Lo adjudicaría a que he engordado pero teniendo en cuenta que apenas tenemos para comer, dudo mucho que eso sea si quiera posible. - No metas a la perra. Hará mucho desorden. - Le susurro antes de que pase.
Bajo la revista con un golpe contra mis piernas a modo de enfado. - Ah si, lo importante. - Me pongo a caminar hacia la sala de reuniones del consejo que es donde Echo guarda sus papeles y entre esos, los periódicos que pide siempre y que traen estas revistas. - Podemos ir a ver. De todas formas creo que las revistas no les sirven. - Y si les sirven, me da igual. Me giro para hacerle un gesto para que me siga y luego, en vez de acercarme si quiera a la puerta de donde nos echarían a patadas si nos vieran, me asomo por una ventana. - No hay nadie. Corre. - Abro de par en par y me cuelo al interior, teniendo problemas al pasar mis caderas porque es un espacio bastante justo. Lo adjudicaría a que he engordado pero teniendo en cuenta que apenas tenemos para comer, dudo mucho que eso sea si quiera posible. - No metas a la perra. Hará mucho desorden. - Le susurro antes de que pase.
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Me quedo esperando cuando la revista vuelve a sus manos y la miro con impaciencia. Después de algunas páginas me doy cuenta de que se quedó trabada con el test que quería ver desde hace rato. - Eso no es importante ahora. - Tal vez en una época diferente hubiera sido distinto. Tal vez Eowyn y yo podríamos haber sido amigas como las que solía tener en el distrito. No eran muchas pero con algunas podía hablar de cosas de niñas, a veces, como cuando iban a mi casa (contadas veces en realidad) y llevaban revistas de ese tipo que escondíamos cada vez que entraba mi papá a preguntar qué estábamos haciendo, sólo porque es hombre y no entendería ese tipo de cosas. Ellas hablaban de los chicos que les gustaban, luego Ben se hizo famoso y la novedad, y entonces hablaban de él, cosa que resultaba de lo más odioso. Pero lo importante es que tenía amigas con las que hablar de estas cosas, era divertido, era normal y eran cosas comunes para niñas de mi edad. Ahora, bueno, ahora no hay tiempo para eso y ya ni siquiera me interesan esa clase de artículos.
Sigo a Eowyn por curiosidad y porque se ha llevado la revista con ella. Gigi me sigue a mí y me asomo al mismo tiempo por la ventana. Echo nos va a matar si nos ve aquí husmeando. Pero es algo importante y... y además, ¿Qué importa Echo? Aunque Arleth también podría vernos. O el señor Franco. O mi padre. Será mejor que hagamos esto rápido. Volteo a ver a Gigi y le hago un gesto para que se quede afuera aunque no estoy muy segura de que vaya a entenderme, si es buena chica ladrará si viene alguien, si no... bueno, lo más probable es que nos siga. Voto por la primera. Me meto tras Eowyn y doy una mirada rápida al lugar. - ¿Dónde guarda Echo lo que le traen? - Me acerco a un pequeño y viejo escritorio y abro los cajones. - Tú busca del otro lado por mientras. - Le digo a Eowyn alzando apenas la mirada. Hay papeles, pero ninguno con una imagen de Benedict o que haga referencia a presos tomados en medio de la nada en un distrito viejo. - ¿Encontraste algo? -
Sigo a Eowyn por curiosidad y porque se ha llevado la revista con ella. Gigi me sigue a mí y me asomo al mismo tiempo por la ventana. Echo nos va a matar si nos ve aquí husmeando. Pero es algo importante y... y además, ¿Qué importa Echo? Aunque Arleth también podría vernos. O el señor Franco. O mi padre. Será mejor que hagamos esto rápido. Volteo a ver a Gigi y le hago un gesto para que se quede afuera aunque no estoy muy segura de que vaya a entenderme, si es buena chica ladrará si viene alguien, si no... bueno, lo más probable es que nos siga. Voto por la primera. Me meto tras Eowyn y doy una mirada rápida al lugar. - ¿Dónde guarda Echo lo que le traen? - Me acerco a un pequeño y viejo escritorio y abro los cajones. - Tú busca del otro lado por mientras. - Le digo a Eowyn alzando apenas la mirada. Hay papeles, pero ninguno con una imagen de Benedict o que haga referencia a presos tomados en medio de la nada en un distrito viejo. - ¿Encontraste algo? -
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¿Qué no es importante ahora? ¿Cómo puede decir eso? — Nos estamos extinguiendo, claro que es importante. Ahora hay que empezar a hacer bebés y todas esa cosas. Cordelia, Vennet y Sebastian empezaron ya — Hablo refiriéndome a Kendrick y Delilah; además obviamente adjudicando a Coco a Kendrick y a Vennet y sebastian a Delilah. Porque son pareja. Todos lo saben. Se dan contra las mesas por la noche. — Aunque claro, todos saben que tu quieres hacer bebés con Ben. — Escupo sin piedad aún con cierto tono de voz jovial por culpa de mis pensamientos bastante subidos de tono que incluyen a dos tíos dándose mucho amor. Y digo "hacer bebés" porque sé lo mucho que le escandalizaría si dijera que se lo quiere tirar salvajemente. Eso y que su papá me da un miedo tremendo. La última vez que me pilló diciendo guarradas me prometió que me lavaría la boca con jabón. Debe estar asqueroso.
De solo pensar en ellos y en su yaoi que me he imaginado yo, me pongo a pegar chilliditos, cosa que no ayuda mucho con lo de pasar desapercibidas. Voy dando saltitos y me meto la revista entre mi ropa bien ajustada con las bragas de abuela para no perderla, mientras escarbo por todas partes. — No sé, nunca me deja entrar. — Igual me pongo a buscar alzando cosas al azar a ver si las revistas están debajo. Una de mis mayores ventajas y virtudes en este momento es que puedo reconocer una revista del corazón solo con verla. Daaah dones que tiene una. De todas maneras no tengo mucha suerte viendo nada en medio de la oscuridad y empiezo a frustrarme. ¿Cuándo fue la última vez que salieron? Quizá así podríamos saber sin tener que estar buscando por todas partes, si han traído algo nuevo. Si esto es de hace tres meses... sí, tiene que haber algo. Su último viaje fue de hace dos semanas.
¿Y si empezaron a tirar las revistas del corazón? Eso sería toda una desgracia. — Nooo porqueeeee Queee haaaago ahooooora con mi viiiiida ¡UY! encontré algo — Estoy a medias de hacer un montaje dramático donde me tiro al suelo como si me hubieran arrancado la virginidad de las manos, cuando veo algo rosa chillón que probablemente sea el anuncio de una pulsera hortera llena de purpurina que venga con la revista Y ES EXACTAMENTE ESO. Aunque no viene con pulsera y eso me decepciona enormemente. Tomo la revista de una esquina mirando decepcionada. — Es de hace dos semanas. — Aunque está destrozada. De repente una vista fugaz a un ranking me hace alejar la revista de ella tan rápido que sus manos casi alcanzan a tocarla pero finalmente las hojas se escapan de entre sus dedos. La miro con los ojos muy abiertos y hablo de forma cautelosa. — No creo que quieras ver esto. — No he alcanzado a distinguirlo todo pero los Rankings nunca son buena señal. Solo hay un motivo por el que el capitolio hace un ranking sobre personas y eso, son los juegos que casi mataron a ben una vez.
De solo pensar en ellos y en su yaoi que me he imaginado yo, me pongo a pegar chilliditos, cosa que no ayuda mucho con lo de pasar desapercibidas. Voy dando saltitos y me meto la revista entre mi ropa bien ajustada con las bragas de abuela para no perderla, mientras escarbo por todas partes. — No sé, nunca me deja entrar. — Igual me pongo a buscar alzando cosas al azar a ver si las revistas están debajo. Una de mis mayores ventajas y virtudes en este momento es que puedo reconocer una revista del corazón solo con verla. Daaah dones que tiene una. De todas maneras no tengo mucha suerte viendo nada en medio de la oscuridad y empiezo a frustrarme. ¿Cuándo fue la última vez que salieron? Quizá así podríamos saber sin tener que estar buscando por todas partes, si han traído algo nuevo. Si esto es de hace tres meses... sí, tiene que haber algo. Su último viaje fue de hace dos semanas.
¿Y si empezaron a tirar las revistas del corazón? Eso sería toda una desgracia. — Nooo porqueeeee Queee haaaago ahooooora con mi viiiiida ¡UY! encontré algo — Estoy a medias de hacer un montaje dramático donde me tiro al suelo como si me hubieran arrancado la virginidad de las manos, cuando veo algo rosa chillón que probablemente sea el anuncio de una pulsera hortera llena de purpurina que venga con la revista Y ES EXACTAMENTE ESO. Aunque no viene con pulsera y eso me decepciona enormemente. Tomo la revista de una esquina mirando decepcionada. — Es de hace dos semanas. — Aunque está destrozada. De repente una vista fugaz a un ranking me hace alejar la revista de ella tan rápido que sus manos casi alcanzan a tocarla pero finalmente las hojas se escapan de entre sus dedos. La miro con los ojos muy abiertos y hablo de forma cautelosa. — No creo que quieras ver esto. — No he alcanzado a distinguirlo todo pero los Rankings nunca son buena señal. Solo hay un motivo por el que el capitolio hace un ranking sobre personas y eso, son los juegos que casi mataron a ben una vez.
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Mis labios se fruncen en una mueca mientras intento no imaginarme a Sebastian y Vennet de la manera en que ella trata de pintarlos. En otra ocasión pensaría que yo estoy exagerando acerca su comentario, o malpensándolo, pero estamos hablando de Eowyn, es como si su cabeza fuera transparente y me permitiera ver imágenes mentales no muy agradables cada vez que dice algo como eso. No es muy grato, pero sí gracioso. Claro que no lo demuestro, no puedo perder mi reputación. Aunque ni tenga. No importa. - Sí, pero no es como si te... si te pusieras a hacer bebés justo en este momento o en una semana. - Además de que un test no le ayudará en nada estando donde estamos. Mi cara se desfigura por un mini instante en el que he olvidado cómo respirar. Mis mejillas se van entomatando de poco a poco mientras aprieto los puños y empujo mis brazos hacia abajo. - ¡Eso no es cierto! Ben es mi mejor amigo, es casi como mi hermano. - Escupo de igual forma las palabras sin pensarlo mucho, recuperando la adolescente que se supone debería tener dentro, aunque actuando más bien como una niña que está reprochando porque le dijeron que le gusta alguien. Cuando mi cabeza procesa las palabras cierro los ojos quedándome quieta por un segundo. Debo decir que el golpe es fuerte, puesto que Benedict no está aquí y sólo tenemos una portada de revista de hace tres meses que podría estar dándonos falsas esperanzas. Abro las manos y siento que la temperatura y el color escapa de mis mejillas haciendo un ademán de "olvídalo" y volteándome para checar en los cajones.
Siento el impulso de reírme cuando dice que no sabe, producido entre la desesperación por no saber si Ben sigue vivo, y cierta gracia porque nos escabullimos como ninjas dentro de la sala de reuniones del consejo sin saber ni por dónde empezar. Si mi papá nos cacha estamos fritas. En general, si cualquier adulto nos cacha morimos. Ni siquiera sé por qué seguí a Eowyn. Bueno, sí, por saber si Ben está vivo. Y Seth, porque en la foto están juntos y es obvio que Seth estaría vivo pero no está de más cerciorarnos. Doy un manotazo sobre una de las mesas con frustración por no haber encontrado nada y comienzo a revolver papeles del puro berrinche. Ups, espera, eso no es bueno. Trato de reacomodarlos para dejarlos como estaban y que no se vea tan sospechoso hasta que Eowyn pega un chillido. Prácticamente vuelo hacia donde está ella y me tiro en el piso juntito. - ¿Otra revista? Déjame veeer. - Trato de tomarla pero enseguida la arrebata de mis manos, aunque ni siquiera llegara a ellas. - No seas egoísta, vamos. - Luego dice que no querré verla y sólo puedo pensar en que sale una foto de un tipo no tan bueno, hasta que observo su rostro. No parece haber señal de gracia o burla, ni siquiera mucho interés. - ¿Eowyn? ¿Qué es? - Me acerco a donde está, esta vez pudiendo darle un vistazo a lo que sostiene, sin embargo, mi vista se aparta casi de inmediato con los ojos bien abiertos. Parpadeo un par de veces y regreso mi mirada a donde estaba. - Hay partes rotas, no podemos saber lo que es si está así. No puede ser nada malo, ¿No? Tal vez sea otro test, eh, sólo eso, pero con un diseño diferente. - Hablo de manera persuasiva, aunque no sé si estoy tratando de convencerla a ella o a mí.
Siento el impulso de reírme cuando dice que no sabe, producido entre la desesperación por no saber si Ben sigue vivo, y cierta gracia porque nos escabullimos como ninjas dentro de la sala de reuniones del consejo sin saber ni por dónde empezar. Si mi papá nos cacha estamos fritas. En general, si cualquier adulto nos cacha morimos. Ni siquiera sé por qué seguí a Eowyn. Bueno, sí, por saber si Ben está vivo. Y Seth, porque en la foto están juntos y es obvio que Seth estaría vivo pero no está de más cerciorarnos. Doy un manotazo sobre una de las mesas con frustración por no haber encontrado nada y comienzo a revolver papeles del puro berrinche. Ups, espera, eso no es bueno. Trato de reacomodarlos para dejarlos como estaban y que no se vea tan sospechoso hasta que Eowyn pega un chillido. Prácticamente vuelo hacia donde está ella y me tiro en el piso juntito. - ¿Otra revista? Déjame veeer. - Trato de tomarla pero enseguida la arrebata de mis manos, aunque ni siquiera llegara a ellas. - No seas egoísta, vamos. - Luego dice que no querré verla y sólo puedo pensar en que sale una foto de un tipo no tan bueno, hasta que observo su rostro. No parece haber señal de gracia o burla, ni siquiera mucho interés. - ¿Eowyn? ¿Qué es? - Me acerco a donde está, esta vez pudiendo darle un vistazo a lo que sostiene, sin embargo, mi vista se aparta casi de inmediato con los ojos bien abiertos. Parpadeo un par de veces y regreso mi mirada a donde estaba. - Hay partes rotas, no podemos saber lo que es si está así. No puede ser nada malo, ¿No? Tal vez sea otro test, eh, sólo eso, pero con un diseño diferente. - Hablo de manera persuasiva, aunque no sé si estoy tratando de convencerla a ella o a mí.
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Su grito me confirma lo que ya sabía. Que Ben si que le gusta. Su boca dice "no" pero sus mejillas rojas hasta más no poder dicen "tómame, soy tuya". Claro que se lo dicen a Ben, no a mi. O a lo mejor me lo dice a mi. No seguroq ue no es a mi, soy tan bajita como Ben pero a ella le gustan los chicos. — Bueno, está bien. Pues si tu no quieres hacer bebés con Ben, los haré yo. — Utilizo el tono más impertinente del que dispongo porque tengo toda la intención de seguir chinchando con ese tema hasta que admita en voz alta que está coladita por sus huesos y aunque aún sigo queriendo esperar desnuda a Ben en su cama, si es que vuelve, al menos luego me sentiré culpable por haberme acosado con el futuro marido de mi mejor amiga (aunque mejor amiga por una sola vía). — Hay un montón de revistas que te dicen como. Solo tienes que embadurnarte por aquí. Y por allí. Y luego... — Cuando se trata de sexo siempre consigo despistarme y es así como acaba viéndose la fotografía que intentaba ocultar de ella.
La alejo de nuevo, como si sirviera de algo y la miro extrañada por su optimismo. Se está mintiendo a sí misma. Probablemente porque no quiere que esté muerto. Yo tampoco quiero que esté muerto. Es decir, si está muerto no me puedo acostar con él. ¿O sí? No, definitivamente no, que asco. No voy a acostarme con un cadáver. Aunque podría. Pero no lo haré, eso que quede claro. — Eso suena a trola total. — La desengaño. Mentirse a sí misma no esta bien. Tiene que dejar de hacer eso. — Tanto como el cuento chino que te has inventado para decir que Ben no te gusta. ¿Qué tiene de malo? Es COMO tu hermano, ¡no es tu hermano! No es tan malo. Es mono. ¿Además has visto sus manos? Son enooormes — Me miro mis manos como si estuviera viendo las suyas. — Seguro que ahora que ha crecido un poco más hasta le caben todos mis pechos en ellas. — Me pongo mis propias manos sobre mis pechos, bastante más abultados que la última vez que los toqué y no, rara vez me toco a mi misma (eso ha sonado mal, lo sé).
Luego vuelvo a la revista mientras hago algún estúpido comentario subido de tono que además también está subido de tono de voz porque pretendía ser solo para mi pero alcanza a ser audible hasta para Sophie. — Creo que los juegos ya no iban. Al menos la última vez que estuve allí. Me dio pena. Así no habrían más famosos. — Digo decepcionada. Pero aunque la foto sí que está rota y cuarteada, se distingue perfectamente el Ranking. Además, yo siempre fui fan de los juegos. Por crueles que fueran. Boeh, podías ver tributos desnudos mientras se bañaban. Era como porno apto para niños. — Los trib...utos... de los nuevos ju...juegos — Pego mi nariz para intentar leer lo que pone, arrugando la nariz y torciendo los ojos. — Se presentar...taron voluntarios... de los... mejores... mejores colegios del país. — Eso no suena mal. Ben no va al colegio ¿no? — De todas formas no veo su cara. Este no es, tiene tatuajes. A no ser que le haya dado por delincuente y haya querido hacerse uno. Pero por favor... como está — ¡Céntrate! — Y este... y este es flacucho. Y este es raro. — Al final me rindo y tiro la revista por los aires por encima de mi cabeza. — Se acabó. Igual. ¿Qué hacía con ese tipo? ¿Es malo para él? a lo mejor le dejo irse.
La alejo de nuevo, como si sirviera de algo y la miro extrañada por su optimismo. Se está mintiendo a sí misma. Probablemente porque no quiere que esté muerto. Yo tampoco quiero que esté muerto. Es decir, si está muerto no me puedo acostar con él. ¿O sí? No, definitivamente no, que asco. No voy a acostarme con un cadáver. Aunque podría. Pero no lo haré, eso que quede claro. — Eso suena a trola total. — La desengaño. Mentirse a sí misma no esta bien. Tiene que dejar de hacer eso. — Tanto como el cuento chino que te has inventado para decir que Ben no te gusta. ¿Qué tiene de malo? Es COMO tu hermano, ¡no es tu hermano! No es tan malo. Es mono. ¿Además has visto sus manos? Son enooormes — Me miro mis manos como si estuviera viendo las suyas. — Seguro que ahora que ha crecido un poco más hasta le caben todos mis pechos en ellas. — Me pongo mis propias manos sobre mis pechos, bastante más abultados que la última vez que los toqué y no, rara vez me toco a mi misma (eso ha sonado mal, lo sé).
Luego vuelvo a la revista mientras hago algún estúpido comentario subido de tono que además también está subido de tono de voz porque pretendía ser solo para mi pero alcanza a ser audible hasta para Sophie. — Creo que los juegos ya no iban. Al menos la última vez que estuve allí. Me dio pena. Así no habrían más famosos. — Digo decepcionada. Pero aunque la foto sí que está rota y cuarteada, se distingue perfectamente el Ranking. Además, yo siempre fui fan de los juegos. Por crueles que fueran. Boeh, podías ver tributos desnudos mientras se bañaban. Era como porno apto para niños. — Los trib...utos... de los nuevos ju...juegos — Pego mi nariz para intentar leer lo que pone, arrugando la nariz y torciendo los ojos. — Se presentar...taron voluntarios... de los... mejores... mejores colegios del país. — Eso no suena mal. Ben no va al colegio ¿no? — De todas formas no veo su cara. Este no es, tiene tatuajes. A no ser que le haya dado por delincuente y haya querido hacerse uno. Pero por favor... como está — ¡Céntrate! — Y este... y este es flacucho. Y este es raro. — Al final me rindo y tiro la revista por los aires por encima de mi cabeza. — Se acabó. Igual. ¿Qué hacía con ese tipo? ¿Es malo para él? a lo mejor le dejo irse.
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Me perturban un poco sus ideas acerca de "hacer bebés", más que nada por la poca vergüenza que siente al respecto de los comentarios que hace. No digo que tengan algo de malo, porque no es así, supongo que todos piensan de vez en cuando en eso, digo, si no no existiríamos; aunque la forma en que Eowyn ve las cosas me hace creer que de verdad no está muy cuerda. Bueno, eso lo entendí desde el primer momento en que la vi, sin embargo, con el tiempo aprendes a vivir con ello, no es tan malo después de todo. - Nunca te concentras en lo importanteee. - Le reprocho de mala gana antes de ver la imagen de la revista. Mis sentimientos están completamente revueltos, aparte es uno de esos días en los que no me siento del todo bien y todo me afecta, es por eso que su siguiente comentario me golpea un poco más de lo que esperaba. Tal vez sea mentira, tal vez no, como sea, me gusta creer que Ben sigue vivo y que está con Seth y que quizás un día va a volver y todo va a ser como antes. Ni siquiera sé si va a haber un "como antes", esa frase perdió significado para todos hace muchas lunas. Recordar a Ben a través de sus palabras me hace sentirme un tanto decaída. Ya no recuerdo cuándo o cómo empezó a gustarme, sólo que fui agarrándole mucho afecto hasta que un día pasó, así nada más. - ¿Sólo piensas en eso? ¿En hacer bebés, tipos guapos y gente toqueteándose? - Me siento un poco indignada por la falta de seriedad en el asunto, deberíamos hacer algo... no sé qué podríamos hacer pero debe haber algo, aunque sea pequeño. Tal vez si le decimos a Echo... Aunque... Él siempre está leyendo los periódicos que le encuentran, probablemente ahí hayan más noticias al respecto... Probablemente él ya lo sabía.
Trato de calmarme y voltear a verla con otros ojos, porque no tiene caso que me enoje con la única personas que me mostró la revista, y porque tampoco tendría mucho sentido indignarme para siempre con ella, en este lugar no se puede platicar con casi nadie, y Eowyn y yo compartimos edades. - ¿Y si Echo ya leyó algo de esto? ¿Y si ya lo sabía? ¿Crees que haya visto a Ben en alguna portada de algo? - Mi voz suena lo más natural que puedo hacerla aunque puedo sentir como mis ojos se quieren salir de mi cara por la desesperación. No gano nada con estar como loca.
Al final me resigno y ni siquiera escucho bien cuando trata de leer el artículo. Ya no quiero saber nada. No quiero ilusionarme pensando que todo está bien y que volveremos a ver a Ben porque tal vez eso no pase y cuando suceda será doloroso, pero muy dentro de mí tampoco quiero creer que está muerto y todo ya acabó, como su mejor amiga, y persona a la que le gusta tengo todo el derecho de hacerme esperanzas de cuentos de hadas que jamás han existido para nosotros, mucho menos ahora. - ¿Qué tipo? ¿Seth? - Le pregunto un tanto confundida, más que nada porque estaba perdida en mis pensamientos y dejé de prestarle atención hace unos minutos. - Si hablas del que salió con él en la portada, no, no es malo, es más, se podría decir que me salvó. - Si no hubiera hablado por teléfono con él probablemente no estaría aquí, ni el señor Franco. Ahora que lo pienso, le debo mucho. A muchísimas personas.
Trato de calmarme y voltear a verla con otros ojos, porque no tiene caso que me enoje con la única personas que me mostró la revista, y porque tampoco tendría mucho sentido indignarme para siempre con ella, en este lugar no se puede platicar con casi nadie, y Eowyn y yo compartimos edades. - ¿Y si Echo ya leyó algo de esto? ¿Y si ya lo sabía? ¿Crees que haya visto a Ben en alguna portada de algo? - Mi voz suena lo más natural que puedo hacerla aunque puedo sentir como mis ojos se quieren salir de mi cara por la desesperación. No gano nada con estar como loca.
Al final me resigno y ni siquiera escucho bien cuando trata de leer el artículo. Ya no quiero saber nada. No quiero ilusionarme pensando que todo está bien y que volveremos a ver a Ben porque tal vez eso no pase y cuando suceda será doloroso, pero muy dentro de mí tampoco quiero creer que está muerto y todo ya acabó, como su mejor amiga, y persona a la que le gusta tengo todo el derecho de hacerme esperanzas de cuentos de hadas que jamás han existido para nosotros, mucho menos ahora. - ¿Qué tipo? ¿Seth? - Le pregunto un tanto confundida, más que nada porque estaba perdida en mis pensamientos y dejé de prestarle atención hace unos minutos. - Si hablas del que salió con él en la portada, no, no es malo, es más, se podría decir que me salvó. - Si no hubiera hablado por teléfono con él probablemente no estaría aquí, ni el señor Franco. Ahora que lo pienso, le debo mucho. A muchísimas personas.
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Lo de que nunca me concentro en lo importante me hace encogerme de hombros. O sea, no hay que ser muy listo para que la gente lo note, pero no estoy totalmente de acuerdo. Encontrar un chico y darle amor es una de las cosas más importantes de la vida. Mis padres siempre decían que hay que buscar a la gente que más lo necesita. Yo lo he modificado un poco. Muchos de los chicos de las revistas no están precisamente necesitados de amor pero estoy 100% segura de que yo puedo hacerlo mejor que cualquiera de esas zorrillas que les persiguen. - Por lo general pienso en MI toqueteandoles - La corrijo como si eso fuera lo importante. Que para mi lo es. - Pero lo estás interpretandolo mal. O sea. El mundo necesita amor. ¿No has pensado que a lo mejor, la tipa loca esa que nos apresó a todos no lo habría hecho si alguien le hubiera dado amor? ¿eh? Y no me digas que no todo se reduce a eso porque todo se reduce a eso. Sin "ESO" - Y digo eso porque he notado sin mucho esfuerzo lo violenta que se pone cuando hablo de sexo. - Ni siquiera habría humanos. Nos extinguiríamos. Hasta tu papá tuvo que hacer eso con tu mamá para que estés aquí -
Cuando me pregunta si Echo sabe algo me encojo de hombros. La verdad es que a pesar de que vivo en su casa no es que hablemos demasiado, excepto cuando es para gritarme que que hago desnuda por los pasillos. Ya uno no puede ir libre ni por su propia casa. - Puede. Podemos preguntarle aunque... si le preguntamos sabrá que hemos estado aquí. ¿De verdad quieres saber que tan duro nos azotará cuando lo sepa? - Y lo de azotar, inconscientemente, me ha quedado muy a propuesta indecente pervertida por culpa del tono y porque de todas maneras, todo lo que tenga doble sentido siempre me queda de esa manera inconscientemente.
Aunque otras no tan inconsciente. Esta vez si que fue inconscientemente. - Es un tikismikis cuando tocas sus cosas. - Acabo por refunfuñar mientras me cuenta con quien se supone que está. Arrugo la nariz al escuchar el nombre porque me suena y repele a la vez, porque es un nombre raro. - ¿Seth? ¿Eso es si quiera un nombre?... ooh, espera. Me suena. - Acerco la revista con su foto y frunzo un poco el entrecejo. De repente, lo recuerdo. Éramos casi vecinos. Me llevo la uña del dedo índice a los labios para morderla, mientras una risa traviesa se me planta en la cara. - Vivía en el seis, ¿no? Una vez le vi pegarle a alguien una paliza. Eso fue tan sexy... - Pero desapareció antes de que pudiera acercarme a comprobar todo lo sexy que puede llegar a ser cuando no tuviera ropa ni tanta sangre ajena encima. - ¿Están juntos? O sea... estar juntos de estar juntos. - Hago énfasis en las palabras sin mencionar el sexo de por medio solo para no escandalizarla y obviamente preguntando si son pareja entre ellos dos. - O de juntos por cercanía. Porque si es lo segundo me lo pido. Y tú te quedas a Ben. - Luego recuerdo que no le hace mucha gracia lo de Ben así que ruedo los ojos. - O te puedes quedar a Seth y yo me quedo a Ben. O me los quedo a los dos... tampoco es como que me importara... - Ok. Basta de tríos por ahora. - Aunque sí que deberíamos decírselo a Echo. Tal vez pueda hacer algo. Le podemos mostrar solo la revista, sabe que las robé - Y no puede castigarme dos veces por eso.
Cuando me pregunta si Echo sabe algo me encojo de hombros. La verdad es que a pesar de que vivo en su casa no es que hablemos demasiado, excepto cuando es para gritarme que que hago desnuda por los pasillos. Ya uno no puede ir libre ni por su propia casa. - Puede. Podemos preguntarle aunque... si le preguntamos sabrá que hemos estado aquí. ¿De verdad quieres saber que tan duro nos azotará cuando lo sepa? - Y lo de azotar, inconscientemente, me ha quedado muy a propuesta indecente pervertida por culpa del tono y porque de todas maneras, todo lo que tenga doble sentido siempre me queda de esa manera inconscientemente.
Aunque otras no tan inconsciente. Esta vez si que fue inconscientemente. - Es un tikismikis cuando tocas sus cosas. - Acabo por refunfuñar mientras me cuenta con quien se supone que está. Arrugo la nariz al escuchar el nombre porque me suena y repele a la vez, porque es un nombre raro. - ¿Seth? ¿Eso es si quiera un nombre?... ooh, espera. Me suena. - Acerco la revista con su foto y frunzo un poco el entrecejo. De repente, lo recuerdo. Éramos casi vecinos. Me llevo la uña del dedo índice a los labios para morderla, mientras una risa traviesa se me planta en la cara. - Vivía en el seis, ¿no? Una vez le vi pegarle a alguien una paliza. Eso fue tan sexy... - Pero desapareció antes de que pudiera acercarme a comprobar todo lo sexy que puede llegar a ser cuando no tuviera ropa ni tanta sangre ajena encima. - ¿Están juntos? O sea... estar juntos de estar juntos. - Hago énfasis en las palabras sin mencionar el sexo de por medio solo para no escandalizarla y obviamente preguntando si son pareja entre ellos dos. - O de juntos por cercanía. Porque si es lo segundo me lo pido. Y tú te quedas a Ben. - Luego recuerdo que no le hace mucha gracia lo de Ben así que ruedo los ojos. - O te puedes quedar a Seth y yo me quedo a Ben. O me los quedo a los dos... tampoco es como que me importara... - Ok. Basta de tríos por ahora. - Aunque sí que deberíamos decírselo a Echo. Tal vez pueda hacer algo. Le podemos mostrar solo la revista, sabe que las robé - Y no puede castigarme dos veces por eso.
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Llegado a un punto, decido que es inútil debatir con ella en este asunto porque tiene un pequeño fetiche con las cosas relacionadas a hacer bebés, los tipos guapos y absolutamente todo que se vea envuelto en esos temas, además, llega a ser un poco cansado debatir con Eowyn y también a tener razón con lo último que menciona. Sin más, me quedo sin palabras, aunque el color rojo que tenía mi cara se ha escapado por completo, estoy más tranquila que enojada y decido darle por su lado. - Al igual que todos los papás en el mundo, estoy consciente de eso, digo, gracias a ESO existo y alegro al mundo con mi presencia. - Añado un poco de sarcasmo al final y se produce un mueca en mis labios que pretende ser una sonrisa, o intento de. - Pero el amor no sólo es eso. El amor es... No sé qué es pero las parejitas se agarran de las manos y se abrazan y platican. Gracias al cielo nunca vi a una toquetearse en la calle. - Bueno, la verdad es que todos hemos visto a una parejita toquetearse en la calle, resulta de lo más perturbador a veces. Creo que una vez en el parque del distrito que había un par... ESO NO ES IMPORTANTE.
El tiempo que he vivido aquí he aprendido a no verle el doble sentido a los comentarios de Eowyn, o al menos a no hacerle caso, aunque después de tanto tiempo aún no sé cómo identificar cuándo lo usa y cuándo no, así que cuando habla de Echo no puedo evitar cuestionar mi propia interpretación de su comentario. Creo que de tanto estar cerca se me queda pegado su forma de pensar. Sí, debe ser eso. Aún así, me da un poco de risa internamente. - Bueno sí, pero seguro que va a entender que fue una situación de emergencia. Igual no tendría por qué saberlo si le contamos las cosas de otra forma... - Siento que hemos pasado mucho tiempo aquí dentro, aunque llevamos casi nada. Mi todo se comienza a alterar internamente y empiezo a alzar la cabeza para ver si viene alguien. Sé que Gigi está afuera, tal vez ladre si alguien viene, o tal vez la vean y se pregunten qué hace aquí y vengan a ver. Tenemos que apurarnos. Asiento a lo que dice de Echo, no sería tan buena idea decirle y que se de cuenta por sí mismo que estuvimos aquí, nos haría un pancho enorme y quién sabe qué más. Me dejo caer en la pila de cosas y papeles con frustración, ¿Cómo estará Ben? ¿Seguirá vivo?
Resoplo un poco hasta que Eowyn vuelve a hablar. Escucho todo lo que dice. - ¿Eras del seis? - Nunca me tomé la molestia de preguntarle cosas de su antigua vida más que cómo había encontrado a Ben, así que no tenía la menor idea de que de ahí era. Alzo una ceja y le pongo mi mejor poker face cuando me preguntan si están juntos. Debo admitir que parecía que tuvieran un bromance o algo así, pero obviamente sólo eran mejores amigos. - Dios mío, no. Ben y Seth son amigos, es todo. - Me duele un poco recordarlos. Seth me ayudó a escapar a tiempo, Ben es como mi hermano. Salvo por el hecho de que tenía, o tengo, un crush en él desde hace mucho, muuuuucho tiempo. Ruedo los ojos cuando habla de quedárselos. - Concentrémonos en Benedict, tenemos que decirle a Echo, seguro que está vivo y podemos hacer algo... Luego de eso te conseguimos un novio. - Agrego lo último para ver si así se concentra un poco más. - Vamos a buscar a Echo, mientras menos tiempo tardemos mejor. Vamoooos. - Estoy un poco desesperada por conseguir toda la información que pueda, extraño mucho a Ben y espero que esté bien. Me levanto de golpe y la jalo agarrándola por la muñeca, aunque deberíamos dejar todo en orden para no levantar sospechas.
El tiempo que he vivido aquí he aprendido a no verle el doble sentido a los comentarios de Eowyn, o al menos a no hacerle caso, aunque después de tanto tiempo aún no sé cómo identificar cuándo lo usa y cuándo no, así que cuando habla de Echo no puedo evitar cuestionar mi propia interpretación de su comentario. Creo que de tanto estar cerca se me queda pegado su forma de pensar. Sí, debe ser eso. Aún así, me da un poco de risa internamente. - Bueno sí, pero seguro que va a entender que fue una situación de emergencia. Igual no tendría por qué saberlo si le contamos las cosas de otra forma... - Siento que hemos pasado mucho tiempo aquí dentro, aunque llevamos casi nada. Mi todo se comienza a alterar internamente y empiezo a alzar la cabeza para ver si viene alguien. Sé que Gigi está afuera, tal vez ladre si alguien viene, o tal vez la vean y se pregunten qué hace aquí y vengan a ver. Tenemos que apurarnos. Asiento a lo que dice de Echo, no sería tan buena idea decirle y que se de cuenta por sí mismo que estuvimos aquí, nos haría un pancho enorme y quién sabe qué más. Me dejo caer en la pila de cosas y papeles con frustración, ¿Cómo estará Ben? ¿Seguirá vivo?
Resoplo un poco hasta que Eowyn vuelve a hablar. Escucho todo lo que dice. - ¿Eras del seis? - Nunca me tomé la molestia de preguntarle cosas de su antigua vida más que cómo había encontrado a Ben, así que no tenía la menor idea de que de ahí era. Alzo una ceja y le pongo mi mejor poker face cuando me preguntan si están juntos. Debo admitir que parecía que tuvieran un bromance o algo así, pero obviamente sólo eran mejores amigos. - Dios mío, no. Ben y Seth son amigos, es todo. - Me duele un poco recordarlos. Seth me ayudó a escapar a tiempo, Ben es como mi hermano. Salvo por el hecho de que tenía, o tengo, un crush en él desde hace mucho, muuuuucho tiempo. Ruedo los ojos cuando habla de quedárselos. - Concentrémonos en Benedict, tenemos que decirle a Echo, seguro que está vivo y podemos hacer algo... Luego de eso te conseguimos un novio. - Agrego lo último para ver si así se concentra un poco más. - Vamos a buscar a Echo, mientras menos tiempo tardemos mejor. Vamoooos. - Estoy un poco desesperada por conseguir toda la información que pueda, extraño mucho a Ben y espero que esté bien. Me levanto de golpe y la jalo agarrándola por la muñeca, aunque deberíamos dejar todo en orden para no levantar sospechas.
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Ni siquiera me percato de su tono irónico, es un idioma que yo no hablo. Si lo hablara sería consciente de la cantidad de gente que no me soporta. A veces soy consciente de eso pero por otras razones que decido ignorar deliberadamente. Suelto una carcajada cuando dice que no ha visto toquetearse a nadie en la calle y mi expresión cambia por completo. Es una mezcla entre el que no le creo ni un poquito y el creerle un poquito; además es como si acabara de abrirme una oportunidad para hacer algo para lo que antes no tenía permiso. - En serio, te falta mundo. Mundooo. Por eso vistes como una monja. - Yo retoqué mi ropa para que no fuera esa horterada que todos llevamos que parece el uniforme de la cárcel. Recorté los pantalones hasta que no se deja imaginación a mi ropa interior (Que por cierto, no suelo ponerme) y luego con las partes sobrantes hice faldas. Recorté camisas y con las partes sobrantes adornos para la ropa. Casi podría sacar una colección entera de primavera el próximo año. Pero toda esa ropa se quedó guardada en el armario con la llegada del frío. Ahora parezco una bola de ropa andante. Odio el invierno. - Luego te enseño como se enrolla la gente. -
Trastabillo cuando decide que o de Echo es más importante que si nos castiga o no de por vida, siguiendo a medias su ritmo y acabando por tirar otro montón de papeles. - Espera, no podemos dejar esto así. - Me pongo a recoger intentando que todo quede como estaba (o como yo creo que estaba) observando lo nerviosa que está y escuchando a medias sus comentarios. - Sí. Nací allí y la verdad creía que moriría allí. - Estoy tentada a añadir "como mis padres" pero me muerdo la uña y al final no lo hago. Es un acto totalmente relejo que me sale en los momentos en los que intento callarme cosas. Si no me llevo algo a la boca por lo general, lo acabo soltando. - Pero Ben necesitaba mi ayuda. Una tiene que renunciar a cosas cuando cuida de otras personas. - No pasó exactamente así pero da igual. Me río con su cara de poker que no le sale muy bien cuando intenta decirme que Ben y Seth solo son amigos. - Ya... amigos. - Mi tono deja claro que no me lo tragué ni de lejitos mientras subo a las estanterías cosas que ya no caben en el montonazo de periódicos que hay y que intento poner en algún sitio, aunque no estuvieran allí al principio.
La idea de un novio me gusta, había una chica en mi clase que tenía toda una colección. Yo quise empezar una pero la mayoría de chicos huyen de chicas lindas como yo. - En verano, por favor. Nadie va a quererme vestida como una patata lista para meter al horno. - Señalo mi ropa. Hoy es un día de esos en los que no hace tanto calor pero, acostumbrada al distrito seis donde siempre hacen altas temperaturas y un vestido, literalmente solo un vestido, era más que bastante, ahora mismo llevo ropa como para diez personas encima. - Y solo si me dejas vestirte. Si Ben va a volver a casa, tenemos que estar lindas. - Aunque mi concepto de lindas y el suyo es totalmente diferente. Acabo de recoger y salgo por la ventana, quedándome fuera para ayudarla en caso de que se líe al salir, dejándolo todo medianamente ordenado (porque puede que en el caos que hay en esa oficina nunca llegue a notar que algo se le movió) y luego corremos hacia la casa de Arleth.
Trastabillo cuando decide que o de Echo es más importante que si nos castiga o no de por vida, siguiendo a medias su ritmo y acabando por tirar otro montón de papeles. - Espera, no podemos dejar esto así. - Me pongo a recoger intentando que todo quede como estaba (o como yo creo que estaba) observando lo nerviosa que está y escuchando a medias sus comentarios. - Sí. Nací allí y la verdad creía que moriría allí. - Estoy tentada a añadir "como mis padres" pero me muerdo la uña y al final no lo hago. Es un acto totalmente relejo que me sale en los momentos en los que intento callarme cosas. Si no me llevo algo a la boca por lo general, lo acabo soltando. - Pero Ben necesitaba mi ayuda. Una tiene que renunciar a cosas cuando cuida de otras personas. - No pasó exactamente así pero da igual. Me río con su cara de poker que no le sale muy bien cuando intenta decirme que Ben y Seth solo son amigos. - Ya... amigos. - Mi tono deja claro que no me lo tragué ni de lejitos mientras subo a las estanterías cosas que ya no caben en el montonazo de periódicos que hay y que intento poner en algún sitio, aunque no estuvieran allí al principio.
La idea de un novio me gusta, había una chica en mi clase que tenía toda una colección. Yo quise empezar una pero la mayoría de chicos huyen de chicas lindas como yo. - En verano, por favor. Nadie va a quererme vestida como una patata lista para meter al horno. - Señalo mi ropa. Hoy es un día de esos en los que no hace tanto calor pero, acostumbrada al distrito seis donde siempre hacen altas temperaturas y un vestido, literalmente solo un vestido, era más que bastante, ahora mismo llevo ropa como para diez personas encima. - Y solo si me dejas vestirte. Si Ben va a volver a casa, tenemos que estar lindas. - Aunque mi concepto de lindas y el suyo es totalmente diferente. Acabo de recoger y salgo por la ventana, quedándome fuera para ayudarla en caso de que se líe al salir, dejándolo todo medianamente ordenado (porque puede que en el caos que hay en esa oficina nunca llegue a notar que algo se le movió) y luego corremos hacia la casa de Arleth.
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