Nygaard, Einar Viggo

Einar V. Nygaard

I want to feel the fire that you kept from me

Siempre tuvo la idea de que su nacimiento no había sido la gran cosa. A decir verdad, siendo el cuarto hijo, pocas de sus hazañas infantiles eran novedad para sus padres.

Nació como hijo del jefe de Durmstrang, pero demasiado abajo de la línea de sucesión como para importarle. Como cualquiera dentro del castillo, tenía bien en claro que sus opciones eran limitadas. El mundo se había acabado mucho antes de que él naciera, de modo que se contentó con ser un niño que tenía pase para explorar las montañas, tomar clases de magia y lucirse sobre la escoba. Su infancia fue, en su mayoría, feliz. Desconocer lo que le hacía falta le llevó a creer que ya lo tenía todo.

Estaba durmiendo cuando oyó el escándalo. Se llevaron a su madre, embarazada de un quinto bebé, y los gritos se escucharon por todo el ala este. Sin un abrazo o un beso de despedida, se encontró con que ella había muerto. No era la primera mujer que moría al dar a luz, pero sí la primera que le tocaba tan de cerca. Siendo un niño, empezó a cuestionarse si en verdad tenían suficiente. Si las madres morían… ¿Por qué seguían teniendo bebés?

Sin la responsabilidad de sus hermanos mayores, se transformó en un adolescente hecho para aumentar las canas en el cabello de su padre. Empezó a robar alcohol de las despensas a los doce y para los trece había organizado una escapada con sus amigos que terminó en tres meses de castigo. No le importaba ni la escuela ni las responsabilidades, de modo que fue anotado para ser entrenado como defensor del castillo en cuanto cumplió la mayoría de edad; al menos, podría usar su energía en algo productivo.

Oyó rumores detrás de las paredes, los suficientes como para increpar a su padre sobre los planes que incluían a NeoPanem. La idea de un futuro lejos de las paredes del castillo le resultó seductora, por lo que por primera vez comenzó a tomar su formación con cierta seriedad. Decidido a no quedarse atrás, formó parte de la invasión a NeoPanem en marzo del 74, siendo así su primera batalla real. Al fin de cuentas, él asegura que lo lleva en la sangre.

Es demasiado alto para su edad, por lo que cuando era niño solía usarlo a su favor. En combate cuerpo a cuerpo suele ser una ventaja, pero sabe muy bien que el arte de la varita tiene poco que ver con eso y mucho con una agilidad que aún no domina del todo. Espera ser alguna vez un duelista digno de su apellido.

Nunca ha envidiado a sus hermanos mayores por la cantidad de presión que tienen sobre sus hombros. No obstante, ha sido criado con la esperanza de que pueda ser un ejemplo para los demás niños de su edad, algo contra lo que suele renegar.

Siendo el cuarto hijo, es sobreprotector con la única hermana que viene después de él. Sospecha que es el que mejor la entiende y tiende a ser más permisivo con ella que con el resto de los habitantes del castillo.

Es un ávido volador. Ha sido capaz de montar en escoba desde muy pequeño y tiende a ofrecerse voluntario para las rondas de vigilancia áreas. Por el contrario, las pociones se le dan de pena. Ha derretido y explotado un sinfín de calderos y, a diferencia de otros objetos, no tenía esa intención.

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Einar Viggo Nygaard
1 de noviembre, 2456
Extranjero
Durmstrang
Sangre Mestiza
William Franklyn Miller

Einar

Einar Viggo Nygaard

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