OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Freya Dawson
where the light can’t escape and where all the lost people go to be found
Freya nace como la segunda hija de un matrimonio acomodado del distrito uno, Absalon y Susannah, aunque no necesariamente comparte la genética de ambos parientes, puesto que, lo que ella no sabe, ni conocerá hasta la fecha, es que fue fruto de una infidelidad por parte de su madre.
Los Dawson ya tenían el futuro asegurado con su primogénito, Cameron, razón suficiente para no querer más hijos y conformarse con su crianza en un mundo de ricos. Como en todos los matrimonios de hoy en día, en especial aquellos en los que importa más el resultado de una unión como la de los Dawson antes que el amor que pudieran sentir el uno por el otro, terminaron siendo un matrimonio de portada, clásica pareja pro magos a la que todo el mundo envidia por tener dinero, belleza y un hijo de revista. Pero no es oro todo lo que reluce y el engaño es muy difícil de enmascarar, sobretodo cuando se presenta en forma de embarazo, catorce años más tarde de lo esperado.
La naturaleza del engaño es algo de lo que Dawson no quiso conocer, suficiente tenía para sí con la infidelidad de su mujer como para encima querer atraer el ojo público, ser el hazmerreír entre los vecinos de un barrio respetable. No podían permitirse esa clase de audiencia, de modo que así fue como se decidió que Freya sería parte de un despiste, si la gente mencionaba la diferencia de edad entre sus hijos, lo asumirían a un pequeño error en las cuentas y no a una brecha en su matrimonio. Después de todo, no hay nada que guste más entre los elitistas que un escándalo.
Su infancia no fue muy digna de mención, no la recuerda demasiado emocionante, tampoco necesariamente mala. Jamás se nombró que su padre no fuera verdaderamente su padre, asumió que su carácter serio y exigente era su manera de ser, pues así era como se comportaba con su hermano y hacia su mujer. La exigencia de sus progenitores sí es algo que mantiene presente, en vista de que son los ideales con los que la han criado: el esfuerzo, trabajo y perseverancia es lo que le llevará a conseguir cosas grandes en la vida. Lo cual, visto así, no suena mal, el problema de los Dawson es que lo llevaron un tanto al extremo, y los extremos nunca fueron buenos.
Así llega el día en que el hermano de Freya comete un error, y cualquier error, por pequeño que sea, trabajando para el gobierno, en un noventa por ciento de las ocasiones, no termina bien. Es el final que definiría la rubia para lo que sucedió después, cuando las acciones de su hermano la obligaron a salir de la cama una noche de primavera, en pijama y sin ningún tipo de preparación. Ni siquiera tuvo tiempo de rechistar antes de encontrarse en las lindes del distrito nueve, junto con Cameron, lugar al que se ha visto forzada a llamar hogar desde hace muy poco tiempo y al que todavía estaba tratando de acostumbrarse.
La toma del distrito uno por parte de los rebeldes no fue una sorpresa solo para el ministerio, también lo fue para Nika cuando su hermano y ella si vieron en la posición de poder regresar a la casa donde se habían criado. El edificio estaba completamente barrido, ni rastro de sus padres, ni de las pertenencias más preciadas. Cómo no, huyeron antes de que los rebeldes se instalaran de forma mantenida, dejando el hogar libre para el regreso inesperado de los hermanos.
Los Dawson ya tenían el futuro asegurado con su primogénito, Cameron, razón suficiente para no querer más hijos y conformarse con su crianza en un mundo de ricos. Como en todos los matrimonios de hoy en día, en especial aquellos en los que importa más el resultado de una unión como la de los Dawson antes que el amor que pudieran sentir el uno por el otro, terminaron siendo un matrimonio de portada, clásica pareja pro magos a la que todo el mundo envidia por tener dinero, belleza y un hijo de revista. Pero no es oro todo lo que reluce y el engaño es muy difícil de enmascarar, sobretodo cuando se presenta en forma de embarazo, catorce años más tarde de lo esperado.
La naturaleza del engaño es algo de lo que Dawson no quiso conocer, suficiente tenía para sí con la infidelidad de su mujer como para encima querer atraer el ojo público, ser el hazmerreír entre los vecinos de un barrio respetable. No podían permitirse esa clase de audiencia, de modo que así fue como se decidió que Freya sería parte de un despiste, si la gente mencionaba la diferencia de edad entre sus hijos, lo asumirían a un pequeño error en las cuentas y no a una brecha en su matrimonio. Después de todo, no hay nada que guste más entre los elitistas que un escándalo.
Su infancia no fue muy digna de mención, no la recuerda demasiado emocionante, tampoco necesariamente mala. Jamás se nombró que su padre no fuera verdaderamente su padre, asumió que su carácter serio y exigente era su manera de ser, pues así era como se comportaba con su hermano y hacia su mujer. La exigencia de sus progenitores sí es algo que mantiene presente, en vista de que son los ideales con los que la han criado: el esfuerzo, trabajo y perseverancia es lo que le llevará a conseguir cosas grandes en la vida. Lo cual, visto así, no suena mal, el problema de los Dawson es que lo llevaron un tanto al extremo, y los extremos nunca fueron buenos.
Así llega el día en que el hermano de Freya comete un error, y cualquier error, por pequeño que sea, trabajando para el gobierno, en un noventa por ciento de las ocasiones, no termina bien. Es el final que definiría la rubia para lo que sucedió después, cuando las acciones de su hermano la obligaron a salir de la cama una noche de primavera, en pijama y sin ningún tipo de preparación. Ni siquiera tuvo tiempo de rechistar antes de encontrarse en las lindes del distrito nueve, junto con Cameron, lugar al que se ha visto forzada a llamar hogar desde hace muy poco tiempo y al que todavía estaba tratando de acostumbrarse.
La toma del distrito uno por parte de los rebeldes no fue una sorpresa solo para el ministerio, también lo fue para Nika cuando su hermano y ella si vieron en la posición de poder regresar a la casa donde se habían criado. El edificio estaba completamente barrido, ni rastro de sus padres, ni de las pertenencias más preciadas. Cómo no, huyeron antes de que los rebeldes se instalaran de forma mantenida, dejando el hogar libre para el regreso inesperado de los hermanos.
Dada la diferencia de edad entre ella y su hermano, no puede decir que tienen una relación estrecha, hasta podría decir que aun está empezando a conocerlo.
En la escuela jamás tuvo demasiados amigos, muchos podrían culpar a su carácter reservado y callado de ello y estarían en lo cierto. Las relaciones sociales no son su plato fuerte ni tampoco hace esfuerzos por que lo sea.
Lee mucho, quizás demasiado. Es la única forma de distracción que ha encontrado que realmente llega a conseguir que se aísle del mundo, muy necesario cuando aún vivía con sus padres en el distrito uno.
Aun no sabe cómo se siente al respecto de vivir entre rebeldes. Freya no tiene predilección por ningún bando político, pero no le agradan los cambios y ha sufrido unos cuantos en poco tiempo. Siente que esos se salen de su control y zona de confort, desorientándola.
En la escuela jamás tuvo demasiados amigos, muchos podrían culpar a su carácter reservado y callado de ello y estarían en lo cierto. Las relaciones sociales no son su plato fuerte ni tampoco hace esfuerzos por que lo sea.
Lee mucho, quizás demasiado. Es la única forma de distracción que ha encontrado que realmente llega a conseguir que se aísle del mundo, muy necesario cuando aún vivía con sus padres en el distrito uno.
Aun no sabe cómo se siente al respecto de vivir entre rebeldes. Freya no tiene predilección por ningún bando político, pero no le agradan los cambios y ha sufrido unos cuantos en poco tiempo. Siente que esos se salen de su control y zona de confort, desorientándola.
03
05
04
03
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Freya Dominique Dawson
03/03/2457
Distrito 1
Civil
Sangre mestiza
Clara Galle
03/03/2457
Distrito 1
Civil
Sangre mestiza
Clara Galle
Freya
Freya Dominique Dawson
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