Se supone que esto está hecho para conocer un poco de lo que fue la vida de George, los altos y bajos de su existencia y aquellos hechos que tengan alguna relevancia. ¿El problema? A George no le gusta hablar de su vida. Punto. Su pasado le molesta, su presente no es mucho mejor y si fuera por él, olvidaría un par de cosas que solo sirven para joderle la existencia. ¿Quieren saber algo de él? Simple: todo estaba bien en su vida hasta que los magos llegaron a arruinarlo todo. Prefería mil veces el temor a los benditos juegos mágicos antes que tener que recordar cómo su padre se sacrificó para que siguieran con vida, el llanto de su madre luego de que Jack jamás regresara, o el de sus hermanos menores cuando fue el turno de su progenitora de no volver.

Sentirse morir de hambre no es lindo, y ver cómo Rick y Jim eran consumidos de la misma manera, mucho menos. Peor fue cuando luego de encontrarlos los mandaron al mercado de esclavos, ese lugar horrible que se encargó de arrebatarle a Richard en cuestión de días y del cual lo compraron como si de una prenda usada se tratase.

Ver arder el mercado sí es algo que puede destacar dentro de su vida, sobre todo porque él fue uno de los encargados de hacer caer el lugar bajo las órdenes de Hermann Richter. ¿Cómo es que llegó a encontrarse con ese personaje? Pues una serie de eventos afortunados, entre los cuales destacan el asesinato de su primer y único amo y sus inicios en la piromanía, lo llevaron a conocer al ex abogado hasta el punto de ser uno de los primeros integrantes de su pequeño grupo de seguidores.

Las políticas inclusivas de Kendrick Black le parecen una mierda, cree que Magnar Aminoff es una sanguijuela, y si bien supo disfrutar su vida bajo el mandato de los Black, no le molestaría quemar a Stephanie en una hoguera como la bruja que es.

Bueno, al parecer alguien más lo hizo por él. Pueden esperar sentados a recibir su nota de agradecimiento.